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mente según que esté compuesto en unidad significativa transformacional Je Ll si /dn inilltlcs del problema
tuación (procedimiento ad hoc). En el segundo caso se trata de transformacionr~
relativas a la segmentación que se efectúa del problema (reducción heurística). fa l pmhlc111a que se le plantea al sujeto es la constmcd6n de 11n ,..,.,,lo fltMI (ü-
tas transformaciones tienen como objetivo la formación de un «objeto-para-pensar» no rn p~ttdicnte) que es un estado conocido en tanto que 1,•p1c·,,·11t,H 1,111 J, I
adecuado, la formación de un microcosmos de trabajo privilegiado, a la vez que ltrivo .,1c1uc hay que llegar.4 La construcción de ese estado fin.ti ~r híl< r ti pu
de un prototipo de resolución. Ya se trate de construcciones de significados y de dr 1111 t:stado espacial inicial dado en forma de un dispositivo.
opciones relacionadas con ellas, o de segmentaciones en unidades prototÍpicas l..i construcción se hace por medio de instrumentos-transfor111,11/m1•1: 111, 1111111
de trabajo, la interacción que constituye la representación entre los esquemas del y los cubos de madera, a los que se asocian esquemas farnilimy•1· mmo 11p1l111
sujeto y las propiedades de la situación es permanente; razón por la que un análisis alincnr, e igualmente configuraciones familiares como casas, muros, 1·~t ,il1·1,u, 111
de las representaciones incluye tanto un análisis de la tarea vista de la manera en •, caminos, etc.
que el sujeto se la apropia, como un análisis de los propios significados y de los Sobre un dispositivo que evoca de entrada una represcntad6n d1·l 1·~1.1d11 fin~I,
mecanismos de control que· los organizan. n o bjetos conocidos sobre los que el sujeto puede ejercer ,•sq u,•111," f,11111li11n1,
considera que todos los conocimientos de base nccc~.,rim p,11,1 1t·,olvl'1 lil tlll'H
• t&n presentes. El trabajo funcional que conduct' n Ll ,olut i/111 mu~,~, 11~ r11111nu•1
Análisis de las representaciones y análisis de la tarea 11rncialmente en escoger y en construir i nvnrin1111·~ ,u 11pl.ind11l,h r11 1111 JIIHl ,11
miento-tipo, que corresponde a una unidad rcpn.'st·nt 111 iv., r~pr·, ll 1111 (1111111, 111) ( 11tl11
Partimos de una situación simple (cubos y tablitas de madera, que se pueden 1ujcto construye su procedimiento-tipo a partir de l.1 ~,tu ll tl111 \11111111h11110i 6111
ajustar) en donde los niños conocen los objetos (materiales), así como los esque- prrmite una solución Óptima5 que se convierte en el ¡no<1•il11111r11t1111¡111 ,/, I, ,,
mas susceptibles de ser aplicados (apilar, alinear, etc): son «conocidos» en el senti- l,úJción. Podemos explicitarla como sigue: «construir una cucst.1 prn llllllhu J, w
do de «familiares»,2 lo que no presupone nada de su nueva composición en fun- r111s tablitas y pilares que se suceden en altura creciente y continu.,,. , 1· I ¡,111111111
ción de la meta que hay que conseguir. En efecto, cada sujeto construye su propia miento así enunciado está constituido por cuatro elementos clave, cn111p1 r11d1r111l11
«familiarización» de un esquema, de un objeto, y de sus relaciones. La tarea que cada uno invariantes de significados y de control. Se trata de:
le proponemos no se puede analizar en términos unívocos, ya sea en los del experi-
mentador (con sus términos explícitos, la mayor parte de las veces canónicos, y construir una cuesta: fijación del objetivo,
los implícitos de su propia apropiación cognitiva), ya sea en términos del éxito de hecha de «tablitas-pilares»: unidades significativas y protodpit ,H;
la tarea. Hablar de saber en términos de conocimientos familiares significa que estas unidades tablitas-pilares se suceden: la construcción de u11.1 1111111.td p111111
se pasa de un saber general canónico a unos conocimientos particulares, tal y como tipo teleonómica es igualmente la de una unidad de trabajo produu ivo (1 .tm.il)
el sujeto se los apropia al funcionar en una tarea específica. Así, el análisis de la y los dos aspectos se confunden cuando el sujeto trabaja sobre la rclnl'ic'rn '·""·'I
tarea (del problema planteado para el niño) no puede hacerse sin el análisis de las tablita-cubo. Para realizar el objetivo, la sucesión interunidad es neccsnr 1.1; dr
acciones y de las representaciones del sujeto. Recíprocamente, éstas deben de com- cha sucesión supone que el sujeto reconsidere la unidad causal como u11ul.1d
prender las características del problema planteado, suponiendo que los conocimien- de método (teleonómica);
tos formados por el sujeto dependen también de lo que la situación le ofrece.
Una vez dicho esto, distinguimos dos niveles en el análisis funcionaP de la ta- 4. En un Ítem de presentaci6n, le pedimos al niño que sitúe un hilo que sirve de r.ihl, ~ 1111
rea: una descripción analítica del problema, que expresa la visión del experto des- motociclista-equilibrista de circo, para que, saliendo de la pisca, pueda llegar a lo alto de b pl~1,d,11111~
pués de controlar la situación; y una descripción dinámica del problema, que ex- A continuaci6n le hacemos dibujar el cable tenso sobre un esquema ya preparado. En el Íto111 rxp, 11
presa más bien el recorrido ideal del sujeto novato. Una y otra no expresan más mental, situamos delante del"niño el dispositivo formado por un cochecito (con la posici6 n dr I"° 11.I,
tija) y por una caja que representa un edificio. La consigna es la siguiente: «El coche debe ir lll up~•· A
que una parte del problema, una definiendo la solución óptima que la situación
miento que está situado encima del tejado del edificio; hay que hacer algo con eso (cubos y 111hlj1 ••
ofrece, la otra el recorrido funcional de la resolución. ,fo madera) para que llegue arriba; algo que se parezca a lo que acabas de hacer para la mnu ,.
5. Soluci6n 6ptima: éxito según la estructura de la situaci6n; hay que diferenciarla de b 11t d11 ~· '""
2. · Véase Boder, 1982. 6pcima de la situación por el sujeto, que expresa los avances que puede realizar. En csu •1111~, 11111,
3. El análisis estructural de la tarea, que no exponernos aquí, es necesario por complementario e~ el caso para los niños de alrededor de seis o siete años. Hacia los nueve años el éxito e~ dt• 111 ,fü •1l11
para el análisis de las representacio nes. Dicho análisis apunta al nivel de complejidad de los conoci· rápido, hacia los cuatro o cinco años las soluciones son demasiado asimiladoras (rodeo de ! 11 u ,11 ,11111•)
mientos en juego: para esta situaci6n, las nociones de horiw ntalidad y de verticalidad, el sistema d,• u demasiado acomodadoras (construcciones paso a paso siguiendo de cerca las propicd ílllc~ tl1 11 .. ul,
coordenadas, la sucesi6n de los números. Este análisis se efectúa en Piagec, 1974b. jrtos); en estos dos casos los avances son mínimos.
1 1eatudlo de las microgénesis cognitivas La construcción microgenética de un esquema elemental 127
l11ucesi6n debe cumplir los criterios de altura creciente y de continuidad (sin lcrogénesis y significados. Los tres estatutos de un esquema:
que formen una escalera las tablitas del camino). Altu.rá creciente y continua tina, primitiva y procedimiento
son propias de la generalidad del objetivo. A mbas permiten el control de la cons-
trucción y la evaluación negativa de una sucesión de unidades productivas que Si desde el pr incipio de una microgénesis, el observador puede definir el valo r
positivo o negativo de un esquema en relación ~ la solución, el sujet~, sin em ba1
se repiten. Por otro lado, centran la construcción en el «punto de unión»,_pun-
to de contacto entre una tablita, el soporte (pilar) y la tablita siguiente. Ese es
10, no le atribuye la mayor parte de las veces mas que un estatuto de mstrumcnw
el punto clave de la relación entre las unidades tablita-pilares.
posible de la resol~ción, sin poder atribuirle de in mediato un carác~er de ~ec~s~·
dad, o atr ibuyéndoselo por equivocación. Un esquema puede camb1~r de s1gn1f1
cadas a lo largo de su especificación, según el valor que tome en relación a la solu·
Descripción dinámica del problema (para el sujeto, en situación de resolución)
ci6 n. Esto lo podemos demostrar a partir del análisis microgenéti.co de las conductas
de los niños en esta sit uación. D istinguimos tres aspectos del mismo esquema, que
El niño parte de un dispositivo que es un medio espacial, al que le sigue una
primera idea-guía para actuar, en términos de llenar el vacío entre el coche y el llamamos respectivamente rutina, primitiva y procedimiento. Con el esquema,
tejado, que va a transfor m ar en procedimiento-tipo a través de los pasos que pre- que no forma parte del proceso fi nalizado mismo, forman el ciclo que prescnt a-
sentamos en la figura 13. mos en la figura 14.
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to-e~n"."'ci,-m-
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11 idea ufa:
RELLENAR EL VACÍO
luera de contexto
contextuales
Aa lo pro1on1a unos objetos a los que están asociadas unas rutinas (esquemas familiares reconocidos f'IIOC,t OIMl~N TO
unrno pt rllnentoa en relación los objetos): a
lhblltu• • ALINEAR ]
(1 ) APILAR ~ [ construcciones como torres,
.. ALl~EAR . . . _ _ _ _ _ _ . - muros, casas, ele.
"' APILAR ]
1
EltOI Olllü!OII con 11u1 fur1ol()rlo1 (ry11noa), roloclonadas con el dispositivo adquieren el estatuto de
+
punto de unión:
. (objetivo)
tablita en pendiente hacia el coche, y sitúa un cubilete debajo para sostc11c1 l., 111 o del plan. Queda por saber cómo va a estarlo para constituir el prncC'dt
blita (tablita-para-que-se-pueda-rodar, cubilete-para-sostener) (fig. lSc). Coloc,td., "~(, lpo tanto en el nivel de la acción causal, como en el del modelo espn•flirn
la tablita ya no sube. Karine desplaza el cubilete debajo de la tablita e~ u.1, sentido lltuación así controlada. Patrick comienza por poner una tablita sobre dm
inadecuado (hacia el coche y no hacia la caja), por trasvase de funciones de lm (íiK, 151), y su problema es el de construir causalmente el ajuste n t-1 dr
objetos: la tablita permite que se ruede hacia arri~a,. pero es el cub_ilete ;l que pr o ltll,tcs con las tablitas. Rápidamente, añade un cubilete a la derecha (dirc~
duce la altura; y por trasvase en el orden del obJetlvo y del med10: busqueda dt' 111 pendiente), y al pedírselo el experimentador, dibuja la construcci6n t.,I
altura = actuar sobre el cubilete = poner el 'cubilete primero. Karine busca que· o él la planifica: alternativamente, un pilar y una tablita, el siguiente p ilar
la tablita se sostenga en pendiente en el sentido apropiado, y para esto se sirve dr 1uirt1te tablita, etc. El lugar en que pone las tablitas sobre los pilares es Íftl·
otro cubilete que pega al primero (fig. 15d). En el momento en que pone el tercc1 fas tablitas se superponen. Se constata que la unidad tablita-pilar se ejecu-
cubilete, interviene por efecto secundario una centración en el vacío entre la tabl i Uc:tivamente en el·dibujo, pero el problema del punto de unión permanece
ta (mantenida en pendiente por· la mano) y los cubiletes (fig. 15e). Apila rellena n· Cuando Patrick construye, no se sirve de esta unidad tablita-pilar, sino
do: es un descubrimiento que explicita de esta forma: «¡Ah! podría hacerse así» , ne primero el conjunto de las pilas de acuerdo con su enunciado verbal:
pero matiza inmediatamente: «no se sujetaría ...». En efecto, en la posición actual bilcce, después dos, tres, cuatro... Comienza una quinta pila y se para ... des-
que ocupa el pilar en relación a la tablita, esta última no se sostiene en pendiente, pone unas tablitas sobre los pilares (fig. lSm). Quita la segunda tablita ya
sino que se queda horizontal sobre los dos cubiletes (fig. 15f). 1, insatisfecho del «escalón» producido por el solapamiento de las dos tabli-
En este punto de su trabajo, Karine dispone de una fjnalidad-pendiente que se ••sí no»... La vuelve a poner, la quita... sin pensar en actuar sobre los pilares
puede realizar gracias a las tablitas, y de un instrumento primitiva-apilar, reali~a- imbiar la distancia. En efecto, los pilares significan para él «hacer altura ere-
ble con los cubiletes, primitiva cuya función es más bien la de sostener la tabl1ta • y Patrick los ha articulado en este sentido; no hay pues que actuar sobre
de cierta manera (en pendiente) que la de producir la altura en sí. Ahora es preciso •No, esto no es así. .. » El experimentador le propone entonces otra segmen-
que estos elementos se articulen, particularmente en el interior de la unidad proto· n ~ituando delante de Patrick una tablita y su cubilete (fig. 15n). Se trata de
tipo tablita-cubilete (dónde deben situarse uno en relación al otro para que se suje- unidad que Patrick vuelve a encontrar, puesto que la había ejecutado al dibu-
te y que suba) y entre las unidades (cómo relacionarlas para que la pendiente siga •tAh, sí!, la longitud de una tablita desde el principio al fin». Patrick deshace
subiendo progresivamente: «uno más» y punto de unión). n•trucción y vuelve a empezar: el siguiente pilar y la siguiente tablita, etc.,
Sin cuestionar ninguna de estas adquisiciones, Karine deshace el inicio de la I la caja. Las tablitas se solapan de nuevo, pero Patrick está seguro del procedi-
construcción, vuelve a precisar la finalidad de la tarea sosteniendo de un extremo to. Ahora sabe que cada tablita va con un pilar... sin llevar, no obstante, su
al otro dos tablitas en pendiente (fig. 15g), y vuelve a poner la segunda: «De mo· ucda productiva y causal hasta la composición interna de la unidad tablita-
mento no me hace falta». Continúa como antes (fig. 15h): «¡He encontrado la mis- I no sabe exactamente dónde va la tablita en relación al pilar. Se dedica enton-
ma idea!», pero quita el cubilete inútil y continúa apilando por bloques de dos I txplorar (fig. 150), vuelve a empezar teniendo la tablita en la mano, desliza
(fig. 15i). Se reproduce el resultado productivo del apilamiento, en lugar de su sig- cubiletes apilados a la extremidad derecha; prepara la tercera pila más lejos,
nificado teleonómico. Karine levanta la tablita, añade un cubilete, esi:a vez para , la segunda tablita, y ajusta la posición de la tercera pila moviéndola a la derc-
«hacer subir» (y no para «hacer sostener», problema resuelto), diciendo: «Todavía o a la izquierda (lo que no podía hacer antes) (fig. 15p) y termina así explici-
uno más» y quita el pilar inútil. Obtiene así dos series separadas en progresión o su resolución del pup.to de unión: «Hay que dejar pequeños espacios (sobre
continua (fig. 15j) y prosigue con la misma heurística (fig. 15k), sin dominar aún pilnres) para que los otros (tablitas) vayan sobre el mismo cuadrado».
el punto de unión pero tras haber modificado su primitiva-apilar articulándola co11 11n resumen, podernos formular las condiciones de paso de un esquema virtual
la necesidad de progresión constante «todavía uno más». Nos acercamos al procc pmcedimiento ad hoc, de la manera siguiente: para convertirse en rutina, el es
dirniento-tipo. ma «apilar» se debe identificar entre el conjunto de esquemas virtuales disponi
Patrick (8;8) identifica de inmediato el apilamiento como primitiva no sólo per , según su pertinencia sobre los objetos (físicos o mentales). Para convertirsf·
tinente en relación a los objetos presentes, sino también significativa para el objeti· rimitiva, la rutina «apilar» se debe identificar, entre las rutinas pertinenl l'~,
vo propuesto, y además necesaria. Lo expresa en forma conceptual al centrar lo~ n su significado en relación al objetivo, como condición necesaria para In 1,0 111
cubiletes como unidad prototipo de trabajo: «primero habrá (en relación a las ca . Para convertirse en procedimiento, la primitiva «apilar» debe orientars1· h11
blitas que vienen después en el orden causal) un cuadrado, después dos, tres, cun 11 procedimiento-tipo de la situación (control del problema), por di fcrl' m 111
tro, cinco, seis... diez, hasta arriba, y después las tablitas por encima». La primitiv.1 11obre los objetos particulares y coordinación con las otras primitivas ( hwr
«apilar» está articulada con la condición progresiva ·continua, ya en el nivel del 11 resolución.
134 1 El estudio de las microgénesis cognitivas La construcción microgenética de un esquema e lem e nta l 135
Mlcrogénesis y control: la necesidad de reducir el problema ?n esto para que el coche llegue ahí», que conduce a su más simple expresión
a un prototipo; los cebos que le acompañan · Ir dos puntos en el espacio. La unidad de trabajo toma entre los objetos los
umplen mejor la exigencia del objetivo: hacer un camino; en efecto, las tabli-
En el punto precedente hemos abordado un mecanismo de ~ompl_ejificaci?11 n las más apropiadas, a condición, sin embargo, de asociarle la primitiva «ali-
de una unidad-rutina en una totalidad-procedimiento. Un mecamsmo inverso in co~ la exclusi?n d~ otra (apilar). El sujeto parte pues de una preocupación
terviene igualmente en la resolución de un problema.. Consist~ para el sujet~ e11 cSmica, y la aplica directamente sobre la necesidad productiva causal. El con-
aislar O en segmentar una unidad privilegiada de traba¡o, a Rªrt.1r_ de la glo~alidad que dirige la acción es, primero, de tipo descendente. Lo que provoca dos mane-
sincrética y vaga del problema tal y como se le presenta al pnnc1p10 de l_a m1crog~ llfercntes de proceder, ya sea que se excluyan los cubiletes totalmente de la rea-
nesis. Se trata pues de una reducción heurística que consiste en constrmr una uni- l6n, puesto. ~ue no revisten ninguna función precisa en relación al objetivo,
dad-prototipo de resolución, un <~objeto-para-pensar». adecua~~- . n que se utilicen de manera secundaria, por necesidad reconocedora-efectora.
En tanto que instrumentos privilegiados, estas um_dades d~f1eren de un_su¡eto llo puede pa~tir del punto de llegada, y situar en pendiente contra la caja una
a otro. En efecto, para nuestra situación, encontramos_ cmco vanedades de umd~des ta, que adquiere entonces el estatuto de prueba-refuerzo de la represent aci6n
prototipo de trabajo, comprendiendo cada una un «obJet;rp~-pensar» y un «~b¡eto objetivo (pendiente); después, por medio del paso del plano teleon6mico al
para-actuar». Corresponden a tres proyectos (ideas-gma) diferentes, que onenta11 Uctivo (la tablita así situada constituye también un paso hacia la realizaci6n
al sujeto en la búsqueda de la solución (fig. 16). iva), el niño puede retroceder hasta el punto de partida y situar, de un extre-
al otro, el número de planchitas necesarias para llenar el espacio entre los dos
I05. De la misma forma, el niño también puede partir del principio y alinear
Unidades-prototipo de trabajo
n extremo al otro las tablitas hasta el pie de la caja, y rellenar después la di-
Objetos-para-pensar Objetos-para-actuar
1ión vertical contra la caja, ya sea con una tablita inclinada, ya sea con una
Ideas-guía
de cubiletes. La segunda manera de proceder tiene en cuenta a la vez los dos
A)DESPLAZAR
w~ de partida y de llegada: el niño sitúa la primera tablita hacia el coche y
1) camino tablitas i n.t iene en pendiente, con el objetivo de alcanzar el punto de llegada. Pon e
RODAR
ub1lete como soporte debajo, cumpliendo así la función de sustituto de la mano
. .
su¡etar,, (y no para «dar altura»). El mño pone la segunda tablita a continua-
'
2) puente-llano ~
3) escalera ---=:::: de la primera e, igualmente, la sujeta dirigiéndola hacia el punto de llegada
B) SUBIR cubiletes
4) «uno más» --------- llena por debajo con el número de cubiletes necesario.
(n + 1)
cto B. Trabajo con los cubiletes. Forma parte de la segmentación del proble-
1
5) relación tablita y cubilete quc se refiere a los objetos de pensamiento «puentes», «escalera» y «cada vez
C) CONSTRUIR tablita-pilar
tn;is» relacionados con la idea-guía «subir». El sujeto parte aquí de una preocu-
" productiva que se refiere a los medios de la realizaci6n; pero a diferencia
Figura 16 unidad-prototipo «tablita-pilar», el objetivo permanece aquí constantemente
me, pues la segmentación misma se refiere a la glóbalidad de la construcción.
Los índices observables del trabajo con un objeto-actuado nos sirven para inf1 mo en el trabajo sobre la unidad-prototipo «camino», el control de la acción es,
111 lJ construcción de tal o cual unidad-prototipo, en relación con la idea-guía to INJi de tipo descendente. Los objetos de pensamiento que le sirven de marco
rt l'~pondicnte. 11 H e aquí las particularidades funcionales de cada una de ellas. (m¡ueda al sujeto difieren por la modalidad representativa 12 que los sustenta
I) l'rrl"Y'·rto JI. Trabajo con las tablitas. Su objetivo es la centración de una p:i r Ir 1 ~ hip6tesis de las modalidades de representaci6n, tal y como se desarrolla por el grupo de
J, I prnhlcma, conducido así a una exploración de la realización del camino, dí1 i~·.1 11d6n en microgénesis cognitiva, permite comprender que la puesta en forma del saber virtual,
H reconstruye a través de su utilizaci6n en situaciones particulares, pasa por diferentes «cana-
do por I,\ idea «desplazar-rodar». Esta idea sigue directamente a la consigna «htl\ rt
won otras tantas traducciones del saber virtual en saber apropiado. Así, un invariante funda-
cumo el de la reversibilidad puede tomar for mas variadas, según se le represente como simula-
11 WJ,r p&¡¡. t 2<,; cada idea·guía corresponde a una exigencia del proyecto-tipo: construir (( ,) IIH utril, (un paso hacia adelante, un paso atrás, por ejemplo), como imagen figurativa (figura!)
11111111 {i\) ,,,1 pon diente (B). ju, u como resultado de las operaciones directa e inversa. Al contrario de la macrogénesis de
136 \ El estudio de las microgénesis cognitivas La construcción microgenética de un esquema elemental 137
sustenta (modalidad figural «puente», modalidad proc~diment<1-l «escale~» y con- L11 condiciones necesari~ para l~ solución son, en definitiva, que el sujeto pase
ceplual «uno m~s~); pero los tres conducen a producir altura, y s~ refieren. a la menos por dos seg~entac10nes diferentes, Pº1: dos ideas-clave: una que toca al
1
primiciv,1 •'-'pilar». En lo que se refiere al puente, la altura,1a proporc10na el ~~Jeto- <> ge~eral de la accion (A o B) y una que concierne al aspecto productivo-causal
nihil,•1r mi~mo. El cubilete «hace» la altura, y la mayona de las veces el mno no (9.
I U acción En efecto! los niños adoptan ya sea la estrategia del trabajo sobre
apilll 111 ~1 que por efecto secundario en relación al objetivo del punto de llegada. I de las umdad_~s~prototipo q~e concierne a~p roblema en su conjunto (unida-
Fl 11pil1miento es pues aquí d_e tipo recognitiv~~efector Y.~º formayarte del pr~- ! J a 4]), redu~ie~dolo despues h.asta la relac10n causal tablita-pilar (unidad 5]),
)'tt:lo mi~rno (puente). El cubilete adopta tambien la funcion de «su¡etar» las t~bh- ita la e~trateg1a mv~rsa, de partir _de la búsq~eda de relaciones tablita-pilar y
1111 puc111t 11s por encima. La unidad-prototipo puente se traduce por la modal~dad pués salir ~ara relac10narla en el mvel de con¡unto necesitando una generaliza-
r111ur1I: se trata de un todo, cubiletes y llanura, reitera~o en tanto. que totalidad n de la umdad. Hay .pues en un ~aso ~strategia de reducción (paso de A o B
)' ¡¡1111do a la producción de. altura. Sin emba_rgo, la umdad p~ototipo escalera se ) >': en el otro estrategia de generahzacion (paso de Ca A o a B). Para el sujeto,
1
traduce en la modalidad activa, donde la subida como tal esta mas centrada que índice que des~:icadena el paso necesario lo. da, en los dos c~sos, el problema
el resultado-altura mismo. Aqu!, el cubil~te tiene la función de ~perador ~e alt~ra; 1«pu°;to de umon»: en B, como poner las tablitas sobre los cubiletes una vez que
M irvc para componer la altura sm producirla. La altura ya no esta en el ob¡eto, s_mo ~ estan compuesto~; en C, cómo continuar con el siguiente tramo tablita-pilar.
que es una propiedad funcional, que se puede articular. Así, la búsqued~ del su¡eto En las. dos estrategias encontradas, hay cambio a un plano nuevo de trabajo
está centrada en la composición de los cubiletes y conduce a la producción de una e nece~ita a su vez un ca1:1bio de centración. Lo que conlleva numerosos proble:
altura progresiva. La primitiva «apilar» forma en~~nces par~e integra_nte del trab~jo •s func10nales para los su¡etos; encontramos la explicación en el cambio que tie-
del niño a tÍtulo de elemento-clave de la solucion. Por fm, la unidad-prototipo lugar entre los aspectos he~rísticos-teleonómicos y los aspectos productivos-
«uno más» (n+l) se traduce por la modalidad conceptual que se refiere a la ve~ usales _de la resolución. Analizamos e~te cambio en relación al estatuto «proto»
al proceso de composición (como la escalera) y al resultado (~orno el puente): aqm, la umdad segmentada, en donde el mño debe reconocer el máximo de elemen-
la altura progresiva es además continua, lo que no es n~cesariament~ el caso para la comunes a las ?tras uni~ades. que hay. que construir para la solución, y que
escalera, que puede contener escalones desiguales. Las difere~tes funci~nes que toma 1tom~, al contra~io, como identidad estncta que hay que reproducir. En efecto,
el objeto-cubilete en esas tres unidades-prototipo son las siguientes: cu_bilete e~ puente l la umdad-prototipo
. responde
. a la necesidad de reducción heurística , sirve al mis-
sirve para la altura; cubilete en escalera sirve para la altura progresiva; cubilete en o tiempo para construir un paso productivo hacia la solución. De hecho no es
n + 1 sirve para la altura en progresión continua. ,s que u~a :~pecie de solución, pero no la solución misma. Hay pues c~m bio
la apreciacion de su valor exacto con vistas a la solución.
3} Prayecto C. Trabajo con; las tablitas y con l~s cubiletes. ~orrespo?de a la i_dea-gu~a He aquí .un eje~plo de bloqueo y de superación. Cuando C hristine (7;7) consi-
1
de «construir» y a una busqueda de la relacion una tabhta/un p1l~r. A diferencia ra los ob¡etos situados delante de ella, habla de «cuadrados» para los cubiletes
de las cuatro unidades-prototipo precedentes, la que centra el traba¡o sobre la rela- ~e «trozos d.e, madera largos» Pªz:1 las tablitas. Implícitamente, estas últimas cum-
ción tablita-pilar es la única que no se refiere a la globalidad del problema..Esta u?~- hrán la, f~ncion de ha.cer la longitud, de formar el camino y los cubiletes la altu-
dad responde a una preocupación exclusivamente productiva, do?de se trata de utili- , Exphc1tamente, revisten la función de «sujetan> cuando Christine los apila cer-
zar el material presente para explorar las propiedades y relac10nes. El control es ra de la caj~ y apoya aquí ~na tablita (fig. 15q). Después de varios intentos en que
pues en un primer momento de tipo ascendente: aun estando organ_izado. dentro erca la pila con.tra la ca¡a. y .pone la ta~lita ~ncima horizontalmente y después
del proceso heur ístico del problema. La mayona de las veces, el _su¡_eto pier?e el e nuevo en rendiente, C?nstme se para, msat1sfecha pero sin saber cómo mejorar
objetivo o, si no lo pierde completamente, permanece atenuado sm ~nterve~ir _en I• construc~1on. El expenmentador, al proponerle Gomenzar por el coche, provo-
el desarrollo mismo de la exploración. El sujeto debe pues reconstruir el ob¡etivo 11 un cambio de centración; la segmentación del problema no se refiere ya al con-
a partir de su trabajo. nto de la construcción (camino en altura), sino a la relación causal tablita-cubilete
uc conlleva, es decir, si no a una pérdida del plan de conjunto, sí al menos a una
paración entre este último y el trabajo productivo sobre la nueva unidad. Chris-
nc c_xplora (fig. lSr) con una tablita y uno o dos cubiletes. Se para un instante.
las estructuras, las modalidades microgenéticas no siguen la jerarquía motor-figural-conceptual. Cons· ob¡eto prototipo es definido así productivamente (fig. 15s). Christine habla siem-
ticuyen aproximaciones diversas con sus «potencias» de tratamiento respectivas. La diversidad. de mo· de cubiletes «para sujetar» («hace falta dos para que se sujete bien»), y puede
dalidades de representaci6n tiene como consecuencia que la adquisición del saber pasa necesariamente
tonces pasar al siguiente paso, sin que esté controlado por un plan de conjunto
por aproximaciones múltiples, que responden tanto a las particularidades de las representaciones de
101 su jetos como a las de las situaciones.
K· 15t). Este segundo tramo no es estrictamente idéntico en su configuración,
El estudio de las microgénesis cognitivas La construcción microgenética de un esquema elemental t39
,..ponde a un proceso de centración, de enfoque de ciertos elementos del proble Didier y las muñecas rusas
ffll, En este proceso, el objetivo se aparta momentáneamente en beneficio de una
bú.qucda sobre la unidad destacada que no constituye entonces más que una ana· análisis de un· caso y conceptualización*
logl11 del problema. Pero, al mismo tiempo, la búsqueda conlleva un trabajo efecti·
vo ,obre el dispositivo y este último conduce a que tenga lugar un paso productivo POR MADELON SAADA-ROBER'.I
que hace avanzar la resolución hacia el objetivo. Diferenciación heurística y cons·
1rucci6n productiva están pues comprendidas en las mismas acciones, y esto po·
Jr(11 constituir la razón de los cambios que hemos analizado. Cuando el sujeto iden-
tifka, segmenta y prueba su segmentación, olvida a menudo el valor de su acción
(,dejamiento del objetivo para explorar el problema) y le presta otro valor, tam-
bién «válido»: el de encontrar la solución. Toma la analogía por identidad. La ana·
logía necesita identificar lo que, en la unidad trabajada, constituye un punto co-
mún con la solución, y lo que no; en qué se acerca productivamente la unidad
lll objetivo y en qué se acerca heurísticamente; en otros términos, cuál es su valor
para la resolución. Así, los bloqueos encontrados muestran lo que podría consti·
tuir uno de los procesos fundamentales de todo funcionamiento psicológico: la
Construir unidades conceptuales
necesidad de distinguir, en su valor positivo de aproximación al objetivo, lo que
es inmediato y productivo (la unidad que hay que reproducir por identidad), de La etapa experimental que constituye el análisis colectivo del caso Didier fue
lo que es mediato y teleonómico {el prototipo que hay que evaluar por analogía).
decisiva en el plano de la apertura teórica y del establecimiento de un método de
análisis y de recogida de datos. U na vez determinado el marco teórico general - el
del funcionamiento cognitivo ligado a la organización estructural de los conoci-
mientos {véase capítulo 1)-, el equipo de investigación 1 tenía que construir los ele-
mentos constitutivos, es decir, las unidades conceptuales, susceptibles tanto de des-
cribir los fenómenos funcionales en el plano de la representación como de explicar
el desarrollo de las conductas. Más que en los conceptos teóricos, desarrollados
y tratados en profundidad en trabajos posteriores, el estudio del caso Didier se cen-
tra sobre todo en la delimitación del campo conceptual y de su grado de profundi-
dad. Considerando el análisis de la epistemología genética como «medio para co-
nocer las actualizaciones psicológicas de las estructuras» {mientras que, según
Cellérier, Piaget convertía la psicología en un medio heurístico de la conceptuali·
ución epistemológica), el estudio del funcionamiento cognitivo suponía la deli·
micación de un campo conceptual de investigación específica en el que se plantea
ban ciertas elecciones colindantes: elección (o construcción de una segmentación)
de hechos a observar, al igual que de descriptores apropiados y de conceptos expli
ca ti vos.
El estudio se desarrolló durante tres años de análisis y abarcó desde la descri ¡ 1
ci6n intersubjetiva del encadenamiento de las conductas hasta la inferencia de 111•
~
l 1111,·,·dido a Jcan-Jacques Ducret. Agradecemos a Catherine Cornut la ayuda prestada r u "'
.
* Trad. cast. de Celina González.
224 1 Los· fundamentos del constructivismo psicológico El constructivismo genético hoy día I
que lo ha hecho Piaget, estas dos definiciones del desarrollo del conocimiento -una Estructuras y funciones
epistemológica, otra psicológica--:, se llega a desarrollar, como complemento del
constructivismo !PJ~eI12,.ológico, un constructivísmo «psicológico» ~ á!..!igado a
'
f
El estructuralismo es el resultado de la convergencia de diversas veccioncs toó.
ricas 'esenciales ael constrÚctivismo· epistell!2_lógico. Desempeña directamemr l.t
' ' los prÓ51em; s del funcionamiento del conocimiento que a los pro6lemas centra-.
• dos en-las estructuras subyacentes a las competencias cognitivas del sujeto, y que hmc1ón nor mativaáecf1scipliñá' axiomatizadora ele la ciencia experimental cont·,
se ha convertiao en el ob¡eto principal ele la psicología genética actual. Precisemos p..,onaiente, que es la psicología genética clásica, Analiza y reconstruye, además, l.l
algunos elementos de esta distinción, destacando que el con~ ructivismo e ológi- estructura interna de su· ~!;!Q,J! aecir, las construcciones resultantes de la psico I
co unplica e1 consg-uctivis.mo epistemológico.., al igµal que el objeto ctela psicolo- génesis. Por último, resalta su carácter de totalidades racionales en cuanto operato
gía genética implica ~ marco teóri~o de la epistemología genética. rías, por ~osición tanto a las tesis atomistas de epistemologías reduccionistas como
c;l empirismo o el realísmo delas ideas, cuanto a las tesis holísti.cas de epistemolo
gías como la fenomenología.
Conocimientos universales y conocimientos particulares En cambio, la función de !stas construcciones, q1a11.~plisan lous..9uemas y
estructuras adquiridos para resolver problemas de adaptación del sujeto a fo real,
Los conocimientos universales que son el objeto de estudio de la epistemología c1e1o
y re cípr~ffi1ente;-en laS":ftlapt'ácloñes -en
real"alsujeto esto consiste la cons
ge~ética están formados por nociones como las de tiempo, espacio y movimiento, trucci6n te.s¡101ógica q,e _sisteJ;IlaS y de medios artific[al~-, no es el objeto del
el número en su forma inicial de medida cualitativa e invariantes como la del obje- CQfilt~?...;.F.istemoló~c'¡, sinQ, en la pers!?!ctiva s~e aquí se propone, d
del construct1v1smo psicoÍ6g1co.
to permanente en diversos tipos de transformaciones, que constituyen las dimen-
Por tantoi si el análisrs estructural, bien adaptado a las cuestiones de validez,
siones descriptivas categorizadoras del marco de comprensión C~)Ilceptual, de ope-
caracteriza_el Rrime!:Q_{el_E9~t,!'uctivism~ stemológicoJ, el análisis funcional, 1
ración reconocedora y de.organización motriz de toda experiencia, al menos exterior.
y su contrario, la síntesis funcional, son esenciales al segundo (el constructivismo
En efecto, loda interacción entre el sujeto y el medio es el resultado de una con· psicológico). Se tratan con más detalle porque forman el armazón lcígicq de un '
ducta que, por la propia encarnación de la mente o de la inteligencia en «u.na m~·
funcionalismo renovacto complementafio ael estructuralismo clásico. Esta relaci6n
quina de ejecución biológicamente materializada» (un sistema biológico dotado
de~ díreCl:améhrectel propio constructivismo. E'n efecto, el análisis y la síntesis
de un subsistema sensóriomotor), se halla constituioaéle forma inevitable por Ull
funcionales tienen como objeto la dess._omposición y la composicíón de fa «emer·
desarrollo temporal y causal de actos físicos de un organismo en el espacio, referen g~ncia» de propiedades del todo, que no se redu¿en a las de sus componentes toma
tes a los objetos; y, en estos términos, se captan o categorizan las interacciones par.1 dos de uno en uno. Esta emergencia no tiene nada de espontánea ni un carácter
formar nuestra experiencia vivida. La existencia y la naturaleza <k.los conocimicn ~ nihilo metafísico o transracional. Deriva de la disposición de los componente~
tos categóricos son, por tanto, el resultado inevitable de la «condición humanai.: calculada a tal efecto o seleccionada después.~En la perspectiva teórica que aquí
ser una mente materialmente encarnada y «encerebrada» (retomando la expresi611 ~q~r2p_one, las nuevas propiedades funcionales constituyen la raz6n de.}a génesis
de McCulloch: Embodiments o/Mind) 1965)./En cambio, en el marco de la epistr esls2!~ica o de la se1ecci6n biologica ae las estructuras cognitivas que_.c 9nstitu·
mología genética, los conocimientos particulares y prácticos q_ue se forman en l'I yen.!.!.2füe!? psicológico privifegiacto Oel construcuvisrñO epistemo~6gico.
interior de este marco de captación de lo real, durante las diversas tareas de sol11
.Pl.!S r ' 1
ción.de problemas Q_ue c;,9.pstituyen la actividad habitual de la inteligencia y la re.,
ización de su función adaptativa1 sólo se e~ udian en l:medida en que reveln 11 Análisis y síntesis funcionales
~~ o no la existencia o la evolución de una de las dimensiones co_n_cept~a~ c~teg6n
cas. Por el contrario, como demuestra la presente obra, el func10~ en1;2 s1emp11 El análisis funcional es el método fundamental de las «ciencias de lo artificial»,
particularizado de los conocimientos en una situación de solución de _eroblem.1\ expresión que empl"ea- 1moñ (1969) paracl.esignar'"el -c'Oñju~ de disciplinas de «i11
es lo que constituye, aesde éfpuÜro'de vista del ~onstructivism.<: psicoTugico, r I geniéría tecnológica» que se refieren a la concepción y_r.s,alización (design and e11~1
crisol constitutivo no sólo de la construcción de los conocimientos partícula,,·~. neering) de artefactos y máquinas físicas o informática;""°Desde una perspect i v.i
sino tambiénde las categorías universales ae las aoaptadones cognitivas del sujt·tn his~óri~~rÍtica,..hay_~e señalar que, a pesar de q~e el análisis funcional se .h.,y.t
a su medio y de las transformaciones que en él pro~ce. aplicado en forma de un «saber-hacer» cognitiV2,_PEtC..8CO ~sde el origen de d1dhu
disciplinas, sólo~muy recientemente se le ha dado la categoría de método c:.11;1l ll'
rfstico de la ingeniería tecnológica en sentido amplio. Además, aunque ta111b1 ' 11
I Los fundamentos del constructLvismo psicológico El constructivismo genético hoy dla 1 227
-~ el método propiamente constitutivo de la ciencia c?~it!va contem~oránea, ru determinado de primitivos mecánicos (ruedas, engranajes, ejes, cadenas, correas,
'Ji actualidad carece ae fa categoría oficial de método cientÍÍicoéñel mrsrno plarn, YIKUCtas, tornillos, pernos, etc., estandarizados), que son localmente universales en
que d método experimental o que el axiomático, que se emplean enel-enfoq11r ti sentido de que permiten construir todas las máquinas descritas en las instruccio-
'1CS del juego, así como un número infinito de otras que no figuran en ellas.
r~truclural. · d · 1
El problema fundamental de las ciencias de lo artificial pue e enunciarse ~ 1 En caaa ñ ivel ae l¡¡. aescomposición funcional, los componentes preconstrui-
tslt' modo: dada una función que cumplir, concebir (desiW!) ~na estructura (m.~tt dns desempeñan el papel de primitivos relativos (a ese nivel). Cuando cada una
i't:rt: un artefacto, una m'á~ina, etc., o logidal:1un procedi~1ento de pr~~u~c1on, de las hileras de la descomposición ha alcanzado los primitivos de base, termina
de diculo, etc., un programa, etc.) que l~ lleve a cabo._El metodo de~ 1anahsis fu 11 la fose de análisis descendente, a la que sigue la de la síntesis ascendente, que consis- rj)G
~ional consiste en descomponer l_: f~ncion en s~bfunciones. Laf~ncion crono1~1 ~ te en unir de forma jerárquicalos componentes estructurales hasta formar la es- f\~{
trica de un reroj, por ejemplo, se descompondna en tres subfunc10nes: u~ gen~1,1 tructura total que com¡,leta la construcción, que «realiza», «materializa» o «meéa- ~
dor de impulsos isocronos para la función cronos, un contador para la func1llll niza» la función superior pretendida. En realidad, las fases de análisis y de síntesis ... > :.tl •
métrica y un motor para poner en marcha ambos dis~o~itivos. Cada uno. ~e ell1 " ~ial están entrem~~ los obstl'cilos q~ encuentran en una realizaci6n par-
,c descompone, a su vez, en subfunciones que han recibido nom?res tradic1onal1 cial pueden requerir un reanálisis, y la propia realización indicar una descomposi-
,1 lo largo de la tecnogénesis de estos artefactos: el generador de impulsos se co111 i6n alternativa, etc.
pone de submódulos (balancín, áncora y escape), c~da uno comp~esto, a su v~·,. La finalidacl., subra) aba con humor Fran~ois Jacob, es la amante secreta del bió-
por piezas más elementales como rodillo, ~ueda y tor~illo (del ~alancm), palanca, t h La..amante platónica, ni que decir tiene. E1 análisis funcional es su forma me-
El análisis funcional, por tanto, desciende de mvel en mvel hasta llega~ a l.i. eodológica,,pero en la biología, difiere delpapel que desempeña en la tecnología.
cslructuras (materiales o logiciales) existentes, que cumplen o pueden cumplir uthl En efecto, si el problema del ingeniero es el de lograr la síntesis de una estructura
v.uias funciones a la vez del nivel considerado. La natural;~ª de estos compom·11 qu:: lleve a cabo una función, el del biólogo es el opuesto: dada una estructura y
II
lCll l'Structurales «elementales» depende del nivel tecnogenetico. de los construc1 .11 una función superior ya sintetizadas (la conservación del organismo, por ejemplo),
rn Tin el plano más primario, ~as piezas el.eI?~~tales ~eben fabnca~se con mat~mu y que construir una descomposición funcional que lleve a cabo la función supe-
prim.1s. Una primera diferenc1ac1Ón, o d1V1s10n ve~ic~l del trabaJO, es~abl:~c 1111 rior concordando con los componentes estructurales (anatómicos) que se pueden
nivel jerárquicamente superior de productores espec1a:l1~ad~s en .la fab~icacio~ dr reconstruir empíricamente.
pioas estandarizadas por conven~f ón, en ta~to q~e el mvel mfenor .esta c_onstit 1'.1 El análisis funcional es tan antiguo en biología como la descomposición del
do por especialistas en la ex.tra~c10n y el refmamie~to ~e las matenas pnmas .. 1 11 organismo en órganos que realizan (sub)funciones fisiológicas homeostáticas (res-
los niveles superiores constituidos por una tecnogen.es1s ~se.endente, de.este ttp11, piración, circulación, asimilación, etc.) de la función superior de automantenimiento
.,l~imos constructores especializados pueden producir as1m1s~o maqumas co u
1
del organismo. Esta descomposición se prolonga hasta el nivel macromolecular
Irj.,, .1 p.utir de nuevas combinaciones.1e máquinas :stan~an:adás (creadas l,1111 1nfracelular con la biología molecular, y ésta, al alcanzar las estructuras que consti-
r, f 11 n un grado arbitrario de complep~ad) sm ~abncar_ nmgun compone.~te 1 •
1 111
tuyen las bases químicas de las fu nciones superiores (los componentes del ciclo
uu11111 .il. Suele ser corriente en las sociedades mdustr\ale_s 1la const~ucc10n ti, de Krebs en la respiración, etc.) completa el análisis funcional iniciado por la bio-
~ .1, (tclojes, calculadoras, mandos a distancia, etc.) hm1tandose a mterco1w, logía tradicional, tocando el nivel elemental de la biología, por debajo del cual
111 1111111
m componentes electróñicos es5ftndar. . , . , los componentes estructurales "ya no están construidos por los genes.
Fl ,1n~lisid_uucional desciende, por tanto, por los niveles logicos tecnogencll Por último, señalemos de pasada una diferencia importante entre las construc- 1'1
1 0
bcr\, ih•tcniéndose en cada uno para hallar un componente es1:.:uctural preco~st.rnt dones fo~nales que rea!iza uningenierq las-que-reaiiza.la...cYoluci6n narural: - ...
a,11 , t.."t ,1 ;1lcanzar, si es necesario, el niveld~ P.iezas e}ementales. Este ult1111 11 J>;tra el sistema cognitivo humano, la representación de la función q~ ñay que e\
nlVl'l •dr w,ido cero», que constituye un lím!t~ ~pistemolog1co, es aquel en el 9w, realizar precede a la construcción deb, estructura, en tanto que, en elsistema gené- J
mA, 1111.\ d,· ~f mismo, una pieza ya no es d1v1s1ble en componentes c~nstru1dm llCO, ~ nstrug:ióJL,de_las~eStrJ.Kt.Uras__(•,rariantev precede a SU «selección poste-
c¡ut prrh·m·, ,·n .\ las ciencias de 1o art1·f·1c1·a1, smo
· · en oom~onemes químicos o ff I r10~ Dicha selección está determinada por el hecho de que la variante lleva a cabo
-mr, tmMo~. rll ., propios de las ciencias naturales. Este mvel se compo1ne de «p• 1 una subfunción nueva que diferencia u_ga~ón sueerior, o la me¡ora ,de, una Í1111
nut ivus (lill',llmelllc) universales» para este «universo de prob_le1;1~». Asi se pucdt tt iém existente en el organismo o del sistema genético': contribuyendo a 1:, 1('11111
~o11u•bir los functorcs lógicos «/\», «V» Y..'.'.'.. " como los pnm1t1vo1s (locali:ncn11 l ucción ctiferencialae los gen~ que la proclucen. S1 lavidies «creador., cfr 1111
universales de la lógica de las proposiciones, o incluso, d~ forma mas prosa1~a, 1111 as», el conjunto extraordinariam~ v~€estructuras anatómirn Í1 \1t1l1~.I
JUl't,IO de «Mecano» o de «Lego» como un conjunto de eJemplares de un num,,11, uc constituyen las div-efsasespecies vivas y extinguidas es el resuh .11111 ti tm h
228 1 Los fundamentos del constructivismo psicológico El constructivismo genético hoy dfa
ples materializaciones de la dif~renciación de ~Q~nica fun~ión SYEerior_ inv~ria~- ló\ eficacia de sus construccion~~ en términos .~ m} yoración de reproJtH I ividlld
te, «la invariante funcional» retomando los termmos de P1aget- de la filogenes1s de l~s genes que fes son especificos, lo que constituye, en sentido literal unit rvn-
que constituye la reproducción diterencial.J . . . . . luación d~ la productividad biológica de éstos. :S,n biología,. por definici6n, 1,( ~rn
Esta incursión en las ciencias de ía ñaturaleza y de lo art1f1c1al no es g:'1tmta. más func10nal (}'.' l~ estructu1.4 que3 ecifica) es el que más se produce y rcprotlu
Ci;rto número de principios fundamentales se disciernen con máyor clanda~ ~n e:. L,a ~eproduct1V1d~d~const1t:1ye,yor ta1:1;º• la defin_icl{m teórica de la adap1,H ilin
unas que en las otras; ahora se trata de explicitarlos y trasponerlos al constructiv1s- b1ologica, reproduct1v1dad cuya «aaaptac1on aÍmedio» ele la estructura constn11cli1
es u~o. de los _factor~s, pero no el único. La función de evaluación mide la rcp, 11
.. mo psicológ1co.
ducnvidad «diferencial», es decir, ~e~ativa, de un gen con respecto a sus competid, 1
res, ~us alelos, y no su reproduct1v1dad absoluta. Por consiguiente, la frecucrH·i,1
Los sistemas de equilibracjón mayorante ~ "value driven»
-- "
relativ~. de algunos genes puede aumentar, a pesar de que su frecuencia abso lut.,
es dec1~ ~ama_ño, d~ la població1:1; dismm1;1y.:a hasta la exúnci6n de la csp1:c:it·'.
Las diferenciaciones funcionales en los sistemas de equilibración mayorante
--
Todos los objetos naturales o artificiales que h~m.o~ menciona~o, _c~n indepe_n-
1:a ~u nc10n 01ol?g1ca de evaluac10n superior es una funci6n indiferenciad:1 ~· 11
el sent1d0 ? e que m disti1:gu_e ni su~tituy; de forma sel~ctiva los factores y cst ru 1
1
turas m~l~iples cuyas variac10nes simultaneas se combinan para modificar 1,1 11 ,
dencia de que sus componentes sean máquinas _pr m~uvas.) ge~es, 1~~1viduos, age~- productividad del todo, el organismo. En el curso de la filogénesis, se difon•rwi,t
tes (Minsky, 1986) o esquemas, son sistem~_1eno~ n:~0~99,ern.e1J&.QS, construi- al modular la construcción o síntesis ascendente de la jerarquía de subfuncior11·,
dos por sistemas ci\5ernéticos natural_es (b~~og1cos) o art1f~c~ales, _creadores de for~as Y s~bestru~turas, que dirige las sociedades ae macromoléculas protobi6tit',l\ h ,ll ¡11
que operan siguiendo una «ley de d1recc~on»,. Q..Una vecc1on (P1age~, 1949),_ y rr~n- su _integración ~n la «c~bernética microscópica» {Monod, 1970) de la maquin.111 ,1
cipios de materialización comunes, que mscnben en sus_ construcc101:es p~mcip1~s ~mcelular;, }'. a esta h_:'::_!:5,~~~a t!e organizac_16n extraordinariamente rnmplt•
de organización y de funcionamiento com~nesyA..part~e.tales..p,~nq ~s~~ ¡~s, en ?1u!t~ples niveles Jerarqurcos, de las «soC:Iedacles,,...cle miles de mi llom•, di•
fcrencian por sus divers~s unn;e~s._Qs~p~at1vos }~::~r_es.:!!:.~f~ os d~ 1s- celulas md1V1duales especializadas en la división del trabajo, agentes primitivos que
tcmas filogcnéticos, soc10geneticos Y ps!c~~ os. , . , . cooperan ae este modo para que emergan nuevas funciones adaptativas <fol lOdo
La ley de dirección común de estos ultimas es, en ultimo termm~, _la~~ una que forman los organismos pluricelulares. '
>...i~ autoequilibración mayorante, que evalúa toda nueva ~~tructura,? m_od1f1cac10n de Para limitar~?s a e.s~ozar lo esencial del ~squema lógico que tratamos d,· 1, .i~
(fJ\'t ;• una estructura adquirída, en términos de la mayora_c:on delaef1cac1ao _la produc- poner de la equ!lr~rac10n d~ los genes a la de los esquemas (Cellérier, l 984 ), ,1 1ft II
tivic!ad _g_ue a¡>orta al sistema constructor, ~ut~m~d1f1ca~or o auto.organizador. ~~· lo _de marco teorico orgamzador del constructivismo psicológico scifak• un, , ,. 11
por tanto, la fÜñcicSñde evaluaciótt:supe.nor 1R..diktmc1ada. del sistema de eq~i,li- P:;mer lugar, ~ue la reproducción de los genes se diferencia mediante la CO ll \l 1111
bración la que define la función de las estructuras que selecciona. Su _c,onstrucc1~n c~on de los pr~meros (micro)orgamsmos en dos subfundones, la- de la consc•r v.i
tiene como consecuencia tanto la de diferenciar el sistema en evo . n en subsis- cióncle~~ornmo-y:Yaaesüreproáuccióñ, qo:e llevaaCabo la d; los ge nes. A 111
temas como la de diferenciar la función de evaluación en s ~ ~ ~ u a- bas~~~nc10nes se ~allan subordinada, a la de los genes y cooperan en silu .irn',11
ción locales que regulan el foncionamient~ )' la may?~c~~n de l!! subestruc uras de d1v1s101:1, del traba¡o entre subestructuras especializadas en la mayomci6 11 di• f.,
construidas. Según un empleo de la nocion de eqmhhno_cuyo germen -se_ ~alla reproducc~on de los genes del todo. En efecto, desde el comienzo, su cons~·, v,,u 1'111
ya en Aristót eles (en la Ética a Nicómaco, por ejemplo_), el c~ncepto ~e eq_uihbra- e~ necesaria para_la reproducción de los propi6s genes, como mínimo d u 1,1111 r rl
ción expresa a la vez la búsqueda de algo mejor y la existe1:c1~ de totalidades con;- tiempo en que tiene lugar la actividad de la autorreplicación. A l consr1 11 11 1111 ;1
puestas por partes, cada u~a de l~s cuales tiende ~ contnbmr de la manera _mas s~b~ tructura aut?conserY.ad~ra.que, al.protegerlos, aumenta la fongcvid.id dl'l 11 11
eficaz y productiva al funcionamiento de las demas y, por tanto, de su totalidad g'.nal}éfeJ mec~msmo de copia, _Yª que, con la invención de la conduct.i, p t• 1 u111 rd
I
comun. acumul~r _para este, cte~f~rma acti:ªJ' de 1ntemano, l~s materias primas y 1.1 r,tt i p.l~
1
n~esan~ .para su acti~?dad, el sistema ~enetico aumenta a la vez ll\ c.,cl.. 111 111 J,
producc10_n _Y la durabilidad del aparato reproductor,-iñayorando rlr i.:•,lt' 1111 11111 ,,1
Diferenciación biológica reproduct1v1dad.
A su ve~, estas dos _su?funciones se diferencian. La consc1v1h i/111 \I' 1iuhtA
. En la teoría de la evolución biológica es donde estos diversos rasgos,s~ reve~an en _subfunc_10nes ~spec1alizadas. d: au oman~ miento y amor lf"Jr.tlitr Jti11 qu
con mayor claridad. La función de evaluación superior del sistema genetico m1dl·
7
su véz';"se•t hferencian de forma Jerarqu1cadurante la filogft1I'\ " 111..,i! lit, h lltl
230 1 Loe fundamentos del constructlvlsmo pelcológlco II nn1truotlvl1mo g1n•100 h- dfl I
• I'
sis fundamentales que llevan a cabo las principales funciones fisiol6gic::is q_uc :,sc- ~n. s1st~nu ~c11ct1rn que .wumuh e: intcgrn múltiplt·s l'~t rui:tunu imatóml
guran la asimilación y la distribución interna de las materias primas y de la ener- Íis10}ó~.,~, cu;ui_d~. se. ~de" pmdui:ir una nueva v.,riantl-' i11tl'l)l,1ll.t. r.-11-r· - - -
gía. En cuanto a la reproducción, se diferencia en. crecimiento preliminar del t;t n~.mcro <le mod1f1ca~10?1es que hay que aportar a los dem~s cumpot1r1tll·~. l U1.UI
organismo y en reproducción por escisión. A su vez, el crecimiento coexplota en t ~ se produce una vanac10n en uno de ellos, aumenta exponcnci.ilmc1tlr 11111 1
parte, en calidad de subfunciones, los mismos mecanismos_que l~~utor2:,_e:~ión num.ero de co~p_onentes. Cuando dicho número sobrepasa la poll.:lld,, dr , ,U1 uln
(que ya consiste en construir copias de componentes). del sistema geneuco, mayorar la adaptación del organismo cambinndo "'1111 lm II
~ue~as de conduct_a hereditarios y co_nservando su estructura anat6mk•o lh inli',Ml'.tl
invar~able, s_e convierte en_una venta¡a desde el punto de vista selecti vo, 11.,y , 11111
Diferenciaciones etológica y psicológica repetir el mismo raz?nam1~~to fundado ~n las limitaciones de las fuen ll'~ ,1lw 11 Í\I I
cas en el caso de la mvenc1on de mecanismos de construcción psicogl' n {• i ¡11 J\ 1 1,
Con la construcción de los primeros esquemas de conducta externa (prensión esq~emas, que toman el relevo del constructor filogenético cuando la Crt.'CÍl'1 11,· 1 11 111
y locomoción) cuya realización aprovecha, sin duda, inicialmentei'os-mecan~ mos ple¡1da_~ de la re~ de e~quemas instintivos induce al sistema genético ,1 1111 ,1 nurv,1
genéticos que airigeñlos procesos fmolOgicos mternos, aparecda--diverfeñcia evo- explos10n combmatona.
lutiva funcional entre vegetales y animales. los organismos ya no est:í:n·Ji.m.itados Hay, P?r.tanto, en e~ta perspectiva,. ~!!.2!??rfls 1.n o fuml.1 mt·111:1I c 1111c 1,11,, 11 lh
a encuentros aleatorios con sus fuentes de materia prima y de energía, que están !!!.~.! lg~nst~ a. de ~~ ~m: s de equih6rac10~ f1log~n~1ic.1 y p,t,·nfll' IIÍ'l 1t .,, 'I""
aseguradas por la difusión en un medio líquido~ por eje~plo,_!ino_~se~~:n !ª
c?,nvierte psi~?genes1s _en el proceso de b d1fcrt•nc 1.wu', 11 i·vuhtl iv,, dr 1111 .i ¡1111
y desplazan hacia ellas. l.o~ uemas de la alrmentac1on, con su diferenciac1on cion ?e evaluacion supenoz: ?e mayoraci?n del uquilibrio r 111,, 11 ¡1i vo, fun, li'tn q1ftl
en subesquemas de apetito y de consuiño(Tinl5ergen;-1951), al igual que la auto· se"r:f~ere--a la auro~onservac10n_ y aut?me¡oi; _del sistema co¡;11 iti vo ,(111, cl,·I -••t1m
defensa, la protección, y la huida que de ~llos se derivan, son diferenciaciones que genet!co), que d_efme Y d_eter?1~na ps1cogenet1camcntc la difcrcnci.1cit'111 dr 11,111 1
forman una red compleja de esquemas con múltiples subordinaciones y coopera- ~rqma ~e. nec~sidades ps~colo.g1qs sui.,generis, que no se pueden rc.:<lucj, ,1 l.i, ur, 1
1
ciones. Esta red se encuentra coexplotada en parte y se vuelve a diferenciar por s1dad;s fis1olog1cas y qu~ ~ suelen ~ trar en contradicción con ella!;, EM ,l ,111111
los esquemas que prolongan la reproducción en el plano de las conductas externas n~mia d: los valores ~~icolog1cos) que ado_P.ta.el sist:ema 'cognitivo, y su v,·i i 11, 11
y que, con la construcción de estrategias de recombinación (Darlington, 1958) de psicogenet1ca c:!:'.:~ ca, con respecto-~ las de Sl,l constructor, el sisw 111 ., w·m t r
genes que lleva a cabo la reproducción sexuada, forman la nueva red de esquemas CQ,. es c 5!!:~~nev1table_ de su iunc1on de submáquina para resolv,· 1 lu• ptu
de alarde, rivalidad, nidación, parenting, etc. blemas a ap~ tlVf S del orgamsmo. ~ara desempeñar esta función, un ~i,11, 1111 '1
t, jl\/#Ct El hecho de que un solo ejecutan~e sensori~motor co~Ún controle...J_'.: coordine e~te tif? debe ~omportar un mec~rnsmo de planteamiento de problcnl,I\ y ¡ 111 -
este conjunto de esquemas hace surgir las func10nes supenores 1.~:.E9!.!.:E.s ~ l or- hipoteticos arbitran os que le permita plantearse fines contrarios a los qul' , op, 1111
11
ganismo y constituye el problema de la motivaci~n enetología (Tinbergen, 1951) s~ ~onsdtr~ctor. Ll s est;u.cturas cognitivas y los esquemas aseguran el equilibrio l l tf\
y en psicología, y, de forma más general, el denominado problema del «control» n1t1vo e mrma smcromca en un estadio al tiempo que generan de forma J •• 1
ffÍC ---- • I "'T' _!'. ", bl > < (11 ,l\.l {)
en la ciencia cognitiva. --""'ic....a su mayoraCIQ!.1. LUS iam~nta es aspectos complementarios de esta autono ,11 (. 1
Estos esquemas de conduct~ pre codificados, o ins~intos.en sentido gep.erak.1on quh.ttlopt~n los ser~omecamsmos automayorativos son muy conocidos: ¡la f.~hu l i
«prnlongaciones'ae orgarios» (Piaget, 1950),siempre que lo qu-e-e.o.teodamos,_por del,apr~ndiz ~e.bru¡o Y el ~xoverbio, igualmente célebre, según el cual «l:i nw 1111 .
ello sean órganos internos. Constituyen, en efecto, diferenciaciones de homeosta- esta (p~icog:net1camente) dispuesta, pero la carne es (filogenéticamente) débil • .i,I
sis y funciones fisiológicas cuyas perturbaciones regulan en segundo término, cuando lo testimonian! ,,.
los reguladores internos se salen de su campo de reequilibrio. Así, por ejemplo, . El ~~smo entre sistemas de equilibración filogenética y psicogenétic:1 dt·i,,1
cuando los reguladores fisiológicos de la temperatura (escalofríos y transpiración) mt~ª Y ~.fa.ne ento:1G~ple~nte,~el programa de investigación detallado d..l
están sobrecargados, es decir, desequilibrados, se puede activar un conjunto de es- construct_1vism~ i:isicolog~co, a~1 como su forma de conjunto. A imagen cxact.l d,
quemas de conductas externi s para ~establ~~er ;!_equilibrio, que aba~ca~ ~ a su protou~o teonco, la b1ol?~1;, en el caso del constructivismo psicológirn 11,1t,1
amplificación del efecto de las reacc10nes f1S1olog1cas conductuales (e¡ercic10, ven":- je cons~ru1r. una descompos1e10n de las funciones superiores de la intclig1.· ru r,1 ""
tilación, etc.) hasta la construcción de reguladores artificiales (calefacción,)!tc.). ;utf~~~s que corre~p.ondan a estructt1ras materiales (anatómico-fisiol(,¡¡ 11 ·•• ) y
LA '-Señalemos por último que desde el punto de vista algorístico (computacional), ,ogicia es \es~ructuras logico-matemátic~ con las categorías o áreas cog11ii ¡v.i• ,¡u
1 que es el nuestro,) a invención de la com::lucta -puede.4n.tender~ como_resf'.u~sta estas determmen) ha_s;a los esquemas sensoriomotores y «semiooper.1d111~i-. 111A1
al estancamiento combinatorio al que, tarde o temprano, llega de forma mevitable elementales de la acc10n y de la representación. y se trata, al igual qut' <'II 1,1 11 lltla
232 1 Los fundamentos del constructlvlsmo pslcológlco El constructivismo genético hoy dfA I
de la evoluci6n biol6gica, de situar dichas funciones y estructuras en el dl' Vt' llll J aduración», uno de los cuatro factores explicativos del desarrollo cognitivo (1'1
la diferenciacion ascendente o diacr6nica del sistema cognitivo, que cont•sp11111I 966; véase asimismo Cellérier, 1979b).
a los estados o estadios de la psicogénesis.
Hay que subra}'E que¿lgunos psic6logos, que ignoran, según parece, la 1drn
mulaciOn teóri-;;-de su disciplma en el marco aigorístíC'OContemporáneo, han< ,111 Predestined learning y constructivismo psicológico
ficado la línea te6cicy. qÜe se acaba de esboz ar déi:educc!9nista. Habría, por CJ\·111
plo, una reducci6n del sistema cognitivo al sistema genético. La autonomía axiol6g11 .i En el párrafo que define el predestined learning, Minsky (1986, pág. 99) sub, .1y,1
del primero y sus consecuencias, que se acaban de subrayar, bastan para rcfu, 11 CllJ'' no~ una frontera clara ,entre lo innato y lo adquirido. Sería extremadam,· 11
esta tesis que, a su vez, se basa en un reduccionismo un poco ingenuo dcsdr 11 te costoso desde el punto de vista genético especificar la naturaleza, la posic ,6 11
punto de vista te6rico: l.a reducci6n del morfismo a la identidad. Es indudable q11r y las conexiones tre cááacélula de un órgano. Así, s6lo se especifica con precisión
el morfismo que relaciona los sistemas cogmtivo y genético a tt~vés de una fo , 11,,. lh!~tado inicial de las células embrionariás de los órganos cuyo desarrollo se con
algorística común establece entre ellos una correspondencia. Pero una relació n ,1, lidera precodificado. Estas células están dotadas ~rogramas que les ermiten r~\
correspondencia no se reduce a una relaci6n de identidad. La primera se rcíu Ji ponde[ a las d~ ersas señales qmmicas .Y mecanicas que encuentran en el curso clt-
a las estructuras abstractas de ambos sistemas, en tanto que la segundá lo h:Ht' 1 1u difer~ciación, produciendo la variedad de fenotipos caraci:eríscic~de"hi"'flarmn
;..;;.;.;;.;.¡;;_;¡¡¡¡;¡.¡¡;¡;;;a,¡_o>=_cwos. dr reacci"óricte :la· especie considerada.
Por tanto, una determinada pro orción de redeterminación exacta y de adap
l.ición osterio constitu e la re la en bio o ía es mdu a emente menos costo
Sistema (filo)genético y sistema psicogenético IA la especifica_ci6n del componente a aptativo destinado a «ac arar as 1rregu ari
d.,des que denvan de una menor redeterminación» que la predetermmac10 n o
Las diferencias entre ambos sistemas son tan evidentes que hasta ahora han l' II prcespeci .ic~ci? ~etica completa. ~ stas observaciones se aplican, desde luego,
mascarado sus semejanzas algorísticas. El sis;ema genético. ( e la evoluci6n biol.', de form~ 1dent1ca al organo que constituye el cerebro, a la embriogénesis del siste-
gica) es un sistema de cálculo «masivamente paralelista», con una C<?_nstante ternp,1 ma nervioso central en general y a la especificación del plan de cableado de sus
.ral muy elevada, en tanto que el sistema cognitivo humano comporta subsifü•111.1 neuronas en particular.
-los de las inteligencias sensoriomotriz y representativa-, esencialmente sec11r11 Así, ciertos subsistemas._cognitivos, o agencias en la teu:ninología de Minsky,
ciales, mucho más rápidos y, además, el segundo sistema está dotado ele funcio111 que constit~yen áreas co&.nitiva: ,9:~ueden c ~~onder <:9n mayor o meno,
de autorrepresentaci6n anticipadora y reconstructora, así como -de autodiagnl"' 1 rxa_su:ud_ a ª~ilS..&:ere~xales, actquir~ran de ToT1~ 10ev1ta~le determinados tipos de
coy autointervenci6n característicos del «yo consciente e intencionado», que c11, ,·o~c1r:1~ento. T* s s~stemas (r;.efendos al espacio, por ejemplo), esenciales para b
cen· de hom6logos filog_enéticos. I.1as homologías estructurales son, no obst,1111, adaptacion del o~amsmo, s_on capaces de ejecutar diversas actividades rigurosa-
profundas: ambas son sistemas value driven que evolucionan bajo la influenci., ilt mente predetermmadas, al tiempo que son aptos para adaptarse a circunstancias
un procedimiento de (auto)equilioraci6n mayorante, Jo que es particularmente rv1 l'~~biantes, razónyor la que Minsky los vincula al mecanismo concreto de adqui-
dente en la evoluci6n de las estructuras y del «saber·hacer» no representativm (1, s1cion qu~ denomma P;ed~stined learn~ng. Rjcha_Eredestinación podría, por ejem
estructura es, en términos de Piaget, «lo que el niño sabe hacer, no lo que ~.1111 plo, mamfestarse por md1ces proporcionados por los genes que desencadenarían
decir sobre ello», es decir, una forma de conocimiento organizadora eficiente 111'111 1.i ~isde nuevas capascle Componentes logiciales y materiales (o «de agente:,»)
no consciente) que constituyen el objeto central de la psicología genética. A11d ,,,. ,1prox1madamente en el -lugar adecuacto y en el momento justo.
basan su equilibrio sincr6nico y su productividad diacr6nica (en formas nu,·v II El examen ~el tipo de <dey de dirección» o de guía de la psicogénesis que Minsky
construidas) en las «estrategias del conocimiento» que se describirán más adcl.11 11, propone _p_erm1te situar con facilidad «la adquisición predestinada» con respct fo
Queda una diferencia, decisiva desde nuestra perspectiva te6rica por cuan w • ,\ las r,os1c1?nes puras preformista y, gw.,sii:u_ctivista (psicogenética). En el mar, t,
refiere al modo de evolución, y que tiene que ver con la relación de subordin:11 11111 dc.~.s.o_luc1ones P!eformistas, la ley de dirección de la construcción de las esu 111
funcional que existe entre ambos sistemas filogenético y psicogenético, en J,\ 11111 uras cognitivas es puramente biológica: la del sistema genético de la espct·ic. N11
uno es construido y usado por el otro en calidad de submecanismo de adaptau1111 ha~ !ey de dirección de naturaleza psicológica, ya que, como no se, ru;s2.dit~ .uJ
Esta relación se lleva a cabo mediante un mecanismo te6rico nuevo, el prcdc11t111,I qu1S1c1Ón, no hay construcció11,~ogwética; la ~.nic~ c™ rucción es filo~cu,·11
learning (Minsky, 198b), que constitu}:'.e un tertium en.!;e un e.!'ef~mismo y 1111 ~ª: ~n-ehñarco ele un constructivismo psicogenético_p\!..tO puede existir 1111 111'11 lr11
constructivismo radicales o puros y que permite conferir un nuevo senüdn .1 1 1111cial de esquemas innatos. Pero a partir de este estado inicial construido I'"' l I
Los fundamentos del constructivismo psicológico
la filog~ esis~(g~ , l_a psic~gi_~ sis (w infisLy_la ~oci ogé~ is (i••/t
lilogénesis, la ley de dirección de las construcciones subs_iguientes es esencialmente desde ~uego, de un re1escubr1m,1ento, pero también de una reforniul 4c
_-isicológicada~jtiauto).sm!.tbraé"'rónmayorante ele tas estructuras cognitivas. Estas d~I ob¡eto de una «ep1stemolog1a basada en la biología» a través dt• l., ¡t\h.:
construcciones son autónomas ~plano psic ó ~ é f ~ e·qtfé,tras g1a, q~e recurre a t?da la potencia de los tres sistemas constructore, rll 1n1
la etapa inicial;-las instrucciones o los índices genéticos dejan de dirigirlas o des- evoi~tlva, lo que, s~e,mpre según nuestra perspectiva, es condición si111, ,¡11,1 1111,t
viarlas, inhibirlas o facilitarlas selectivamente en determinadas direcciones. exp _1car la formac10n _de las «facultades» de la mente humana (ve, ~·11111~ , 111
En este conteXto teórico, la postura de Minsky se manifiesta claramente no como real~dad, estos autores ignoran en P~1:e el sistema psicogenético). H:iy qu,· ,·-hu ilf
un compromiso, sino como un verdadero tertium, es decir, una síntesis, en el serr=-- aq~1, aunque sea ~e forma esquemat1ca, la red de tales interacciones co n, 1, 11, 11Yt\'t
tioo de que se basa en la cooperación y cooratn ación ae lasg uías filogenétic¡i y reciprocas entre sistemas que evolucí~nan a escalas temporales muy difoi ~· utr,, ,h_
psicogenética de la construcción de fas estruct uras. tantes unos de otros en u na ordenac1on de magnitud temporal. Esta red re ,mt ll u
Este tertium es el que adoptamos, generalizándolo en el marco del constructi-
ye, e~ el ~ r.P2....o~ n ~ ~te? rico ?el constructivismo ps1col6g i 1), y •11
vism o psicológico. La construcción de estructuras cognitivas se concibe ~ l como trata ae Situar 1
en, el la predetermmac10n ps1coge1téUC..-a.O...,.._.-.¡---,. ' 1¡,:1 1
resultado de las-interacc10~ áejos tressistéma"s de e ~,.aci an~~ ~
d1· · ª· '-'' uiv '° . ,emn prim
e s1gmente c~e1tulo es un análisis y una teoría funcionales de logs_guem.1,, ,11¡111
calas temporales distintas, que con~ en lD ilogén;sis, la s o c . i ~ s i c o-
~
vamos a .exammar con. m as~ ~-
~J.W.W~.ia --~,, unc10nal
a1 ortac1on · del s1·st~·111,1 \ 11
_ génesis. El argumento fundamental que justifica dicha cleccióñ'9és"eh:oste>geaéae~
c. ~ é o Y, en particular, de los es uemas de mteracc1on socia , a la evohu 11', 11
o algorGtíco de diversas estrategias filogenéticas de construcción de si'stemas psi7o:
de as 1 1vos.
genéticos. En un extremo, debido a las limitaciones intrínsecas al material macro-
molecular que emplea -la .filogénesis, la precodificación o preformación completa
de las estructuras ·cognitivas erece demasiado_J;,Q_s5¡;t¡a etj ¡:;;nap.t.Q ;i JwmtctactCle
a) La psicogénesis en sus relaciones con la filogénesis
información qu;ray: 9..-ue representar gen ~ticamente Y, e.u la cantidad &ciíC'~los
(combinaciones y selecciones) necesarios para construir dicha informació~ La es-
trategia de la preformación no sería, por tanto, competitiva con respecto a üña- En primer l~gar, e~ ~vidente que tanto la psicogénesis como la sociog(• u<·,i~ p1t
estrategia alternativa que permitiera una autoconstrucción autónoma por el pro- seen una ~~se f1logenet1c~: las capaci~ades de aprendizaje y de intcmcci{ut , c>t 1,.t
~ sistema cognitivo. Hay que señalar, además, que el preformismo, al privar a so~ esfe?f1ca,s de_ la esp; c1e. Ambos sistemas, a su vez, realizan acciones ,•v id,,1111 ~
la psicogénesis de tod~ut0nomía, constituye un reduccionismo tan radical de la so r~ a I ogenes1s, por c~anto su producto, la «cultura», se une :1 l.i .. 11,1111 1,di 1 ,_
psicogénesis a la filogénesis que despoja ae toda razóñae ser-Oi.OlOgicaaiacons- pa~ orrr¡,ar el nuevo med10 que modula, a su~ ~ Lu1.1l ,l,· l.i lilc
n~s1s. En segun~o lugar, y reconocemos en ello una reformulación dt' 1.1 lt'\ h 11111
trucción de un sistema psicológico. En el otro extremo, la estrategia de construc-
ción autónoma pura es «evolutivamente inestable», retomando los términos de Lums- Piaget desarro~lo en Corrz.portement, moterg de l'évolution (1976), b s i111 ,•1.11 1 111111
derry W ilsdn (1981). Eñ efecto, toda~ strateg1a alternativa que din¡a la ps"co-génesis e?,tre ambos sistemas constituyen el motor del proceso filogenético de: h11111 11111 ,1
, con,mayor eficacia, es decir, .con.menos equilibraciones intermedias, ·hacia un esta- c~ondque ~ond~ce a_ la forma operatoria presente, aunque necesáriamclltl' 11 111 ,, 11 11
do operatorio más productivo tendrá una ventaja selectiva so6relas o'ffas- ,fos...y na. , e 1a mt . e11g~q~ S n 1as mteracc1ones
· · mayorativas recíprocas de dm ,'..,11 •1,.
podrá eliminarlas del pool genético. !.ias evolut1yamente estables (cada una de las cuales m ayora la p roduc:i ivid,ul il, I
s~s,tema que_la construye Y lleva a cabo) la5¡ que inducen el proceso di• li,11 11111 1 .1
Vamos a considerar seguidamente los tres sistemas de equilibración y su inte-
.,
racc1on. t
~10 La p nmera_, que ya hemos ~ cionado, es el ap,,rendizaje, que •1,• 11q~.1111 1
e or?:1~ progresiva en el curso de_ es~e rroc~so en u n sistema de co 11 •,t 111 , 1 1, , 11 1,. 1
c~genet1ca. D~sde este punto d~ vista,_ I~ psi~ogénesis no se reduce :ti .1¡11 ,•udi1tii, 1
Las interacciones entre sistemas de equilibracíón ~~º ..9."!S..S2.n,s ~tuy.e una estrate~ = strauva epigenética que org.11111.1 lrn .1¡,1111
d1za¡es subordmandolos . a. 'la «inclus10n de. J o s11pér.ic-
,,.. u o en lo que w ,., 1,11 , .. ,. '1111
En Genes, Minds, and Cul;ures, Lumsden y W ilson (198 1) introducen una im- :º~· c~o n n_a..¡e~..a~1zaG10-.n,¿:o~lwva de lo superad o. Esta estmll')\1,1 1 I• f U
portánte innovación en la perspectiva teórica de la sociobiología contemporánea, selecc1on psicogenet1ca negativa de las ad~ isicionesq Üe no se pur,1.- 11 1111 1
al definir su nuevo objeto como una «etología cognitiva» cuyo objetivo es explicar que se ~raduce, como sabe~o~,. en un orden de adquisiciones) y d, l i • .-J
la aparición evolutiva de los sistemas cognitivos animales (y, en particular, las pro- ~es no mtegrad~~s. ~sto s1~n.1f1ca que de dos nociones, teorías, t:t• , 1¡u
piedades sui ~eneris del ~ ma co_gnºti'm,humano), basándose en las interacciones el campo de equ1hbno cognitivo con una extensión equivalente, s(,1 11 tiüMNIIII
de los t:res"sis emas 3e equilibración que form~ , desde nuestra perspectiva teórica,
236 1 Los fundamentos del constr~ctivismo psicológico El constructivismo genético hoy dfa I IIP
la que sea integradora,' es decir, la que integre desde el punto de vista de la com- psicogenética quej ~erFe la t.pdiciÓ1!..SQgnitixa. Hay que señalar que esta cst I alt'Kll
pren~ión la suma de las integracioñés con~ alespr~ ~rite.-.- - - - - - dese~ eñ<a4!l'íatunci6n simitar en la psicogénesis, donde la «tradici6n i111ern1•
Esta estrategia integradora determina la vección interna de la construcci6n de de los conocimientos que asegura la integraci6n de las experiencias mant tt'II<' 111
los conocimientos y constituye la autodeterminación psicogenética cuya ley de di- continuidad cognitiva del sujeto de estadio en estadio y permite redprocan1r111l•,
rección es irreductible a las de la filogénesis y la sociogénesis. Esta ley modula la durante su aplicación y cuando los conocimientos del estadio actual son i11,11f1
diferenciación en estructuras constituidas de la mayoración psicogenética en su or- cientes, lo que Minsky denomina la «vuelta a un yo (psicogenéticameutc·) fll t'1 f
ganización temporal, sometiendo sus adquisiciones a una «secuencia de ejercicio» dente». Esto ~~PJ1!:..:,<degq dación no brusca,~ e la inteligencia natu r.11, ui.111
graduada, pero también en .su contenido, ya que su mecanismo de «conservaci6n do, por ~ plo; la activación de los esquemas prácticos del nivel concreto prrn11tt
diferencial» sólo retiene las secuencias integradoras. Observemos de pasada que la resolver un problema cuyo mecanismo esencial resulta inaccesible a la rcco11)11t lh
capacidad integradora y e or en ele las aclq4isiciones son_precisamente las caracte- ción y a la comprensión en el plano formal. ~ ta forma de «éxito sin comprrn
r ísticas constitutivas del construétivismo epistemol6gico, que lo distinguen ele las sión» es, además la norma en la fase de exploraci6n de un universo de prublcm11
otras teorías genéticas, el empirismo y el convencionalismo. Mencionemos, por nuevo. Por último: la interaccion eñtre s o~ iogénesis y psicogénesis es sinéq~ir.1, ytl
últ imo, sin desarrollar este punto, que, desde nuestra perspectiva, la ley de direc- que ejercen un influencia de dirección inmediata, recíproca y de n:\tural1•.-.a 11111y11
ci6n evoluciona en el curso de la evolución que determina, diferenciándose en una rativa. La transmisión ~~ial..d.e,.l,l.gP!riencia determina las construl'l'ionr~ p •1111
«sociedad» de estrategias (el mecanismo psicogenético de la evolución se halla auto- genéticas individuales, en la medida en que lc.:s J:>l'r'mitr nov<'<l.ade, 11110 •m olla
dominado, en el sentido de que se halla sometido a la evolución, es decir, a su serían máccestoles-erruna generaci6n, o t:11t1bié11 ~,11,1 i11i~t1\lt11l11 111¡¡1111011 ¡unn,Jt
propia acción) y que estrategias como «la introducción del máximo de novedad mientas y componentes primitivos rehuivns il r~t .h wll• ttUHlllllfll Son prnlM
compatible con la conservación del máximo de lo adquirido», realizan una segun- mente tales-ttlfi'Stru~cciones individunlrs h,s ¡¡ue 11<' pn1pon, 11 11 camhlo dt 11 I •
da selección sobre las consecuencias integradoras. gración sociogenética y las que suministran la~ v.11 inntrs 1.¡ur w 11~11111 yr11111 m11trl1
prima de su evolución.
La mayoración recíproca se manifiesta en que el incremento gr .ulu.il dr 1,u r11
~a soclogénes1$ y sus relaciones con la filogénesis y la psicogénesis periencias sociogenéticas supera a los sistemas cognitivos de produu ivi1.h1tl llh rv
mentada, tanto en la reconstrucción como en la construcción, y 1•11 q111· tli1 h11 11ru
El segundo mecanismo inductor de la hominización es el de la sociogénesis, ductividad, acrecentada por la multitud de psicogénesis individual<·~ t i1'11r, it 1111 ve I
que se basa en el establecimiento de intercambios interindiv1auales siñ'cronicos (co- un efecto multiplicador (y no simplemente aditivo) sobre la prod111111'111 1111u'Ón
laboraciones y cooperaciones «intrageneracioncs») y diacróni~a (~radici.2~es» en ca de los conocimientos. Pero ésta sigue siendo fundamental, chuu r•t ¿, Y• qut
.ef'senticloju rídieo de transmisi6n «intergencraciones»). Señalemos de entrada que sin las adquisiciones derivadas de las psicogénesis individuales no h.,y 11111rn 111111111
la transmisión de COOOCil11 ientOS de una generación a la siguiea;:~S la base de la tos que integrar y transmitir de una generación a la siguiente.
SOCÍogéncsis, es decir, de la evolución O génesis histórica (no in lVl ualJae los CO-
nocimientOS1 y que dicha transmisión no es una necesidad social o psicológica en
sí misma, sino una estrategia evolutivamente estable adguirida en el cur~o de la c) Las diferenciaciones funcionales ligadas a la «división del trabajo"
evoJuci6n. Por otra parte, sólo la"hace posible la existencia de la estrategia psicoge-
nética en 'los miembros del grupo social, y constituye un resultado qe la interac- Recordemos que, desde la perspectiva teórica interaccionista de In epÍ\1t•11111l11
ció n entre los mes:anismos de aprendi~j~y de.imercambio social )',..~ mente, gía genética, el objeto de la sociología no es ni el todo - el grupo soci.il 111 lit
una forma ctéiñteracéión ma orante seleccionada y conservada por la evofücion. suma de las partes -los individuos--;-stno laféclaesüs interacciones socialc~, l tllll
a estrategia e mtegraci6n se reconstruye en el1a para a:lcani'ár~una fo":iña extre- tituida precisamente por los fntercambibs, y que Piageryo"tre en evidencia ,1111111
ma, según nuestra hipótesis, en la aparici6n hist6rica de la ciencia, o, según la fór- zando 1ascondiciones del equilibrio estrÜctural'.¿Cüál es entonces la funci611 ljlll'
mula, cada nuevo investigador es un «enano (psicogenético) a homb . Q_gi- motiva y que desempeñan los esquemas del intercamfüo?LTrespuesta d.h1l .i ,..
gante (sociogenético)», en el sentido de que su ormac1on, unto e artida de sus que el intercambio es consecuen-cia de-la división del trabajo. Esta scrfo l.t rau,u
attqttistet{')nes;-corrsiste"m as1m1 ac10n e a suma mte rada de l~ adqu1S1ciones gia generadora de los intercambios sociales y del propio carácter social, qur, , om
de~SUS""f)"reciecesores. La ventaja sociogeneuca e esta estt;at!;gia es la conservación, ya liemos indicaoo, es-intlependienteffl"tre"'gis.ggénl:Sirim:iividu:11. Si<'ll11'1
qüepefinife la mayoracióñCleíoadquírido-a'i:ravés de las geQerac10nes; su ventaja el punto de vista clásico, la funci6n superior derivaoa de los in1<·11.1mhlnr-11-1I
recíproca es, desde luego, la aceleración correlativa debida a la ,eredeterminación
- -
incremento de productividad del grupo social formado por los i111t'h .i111l1i11tlo"'1
.
111 1 Los fundamentos del co!1structivismo psicológico El constructivismo genético hoy dll
tomparada con la suma de la de sus miembros considerados de forma aislada, es do (la mayoración de la productividad), selecciona «cuantitativamenh·• 1'-IH
decir, sin intercambios. El análisis funcional lleva a diforenciar un poco este mode- trucciones o formas variables en términos de su eficacia diferencial cu wm urrtn
}<>. La productividad diferencial se ~n~!~e ~ funci<?_~ ;~e :.val1:::,:~ón fu~ - cia con respecto a la misma tarea, evaluando de este modo la «m ayo, .111 v11l,11I•
mental que Jetermma la'«ley ctectir; $o~ dela..rru..xorac10n de los sistema~ so-
ciogenéticos. Dicha-evaluacion se refiere a las variaciones debidas a los aportes
psicogenéiiéos individuales de las formas de organización de la división del traba- d) Funcionamiento de los sistemas de intercambios sociales
jo; determina su «selección natural» según los criterios socioeconómicos propios
de cada cultura, constituyendo de este modo el mecanismo motor de la sociogéne- Este marco de análisis, que se ha expuesto a propósito de los interc:rnilnm d111
sis. Pero tales form~s de organización son las que llevan a cabo las funciones supe- .r4Picos~ nstirutivos de la sodogénes1s,aebe a~ rse ahora a los intr1u111hl,,
riores del todo que constituyen, por medio de la coordinación de las actividades sincr6nicos ~e constituyen el p,¡;:op.iv istema soc~Desde este punto d,· vi~111 1
de los individuos, quienes, considerados de forma aislada, no las presentan. Lo que a construccióñ de una forma de or anizaci6n 'de los intercambios es Ull,\ prolu.Jl.
se evalúa, por tanto, es la eficacia diferencial de l~s variantes de dichas fonruiscle gacion ill en1 i;'.¡..,JJal'J 'l §}! ~q,i,d inación ae ~ ~u~~~ de medios .1l 1·~1111rn11,
organizaci~!!,_ 9.üe compiten por desempeñar:J.a misma función sup~ rior. .A:sí;'"'ia de fin tale " o 'st a _arece aintraindividuaTmenteenelcomienwdt· l.1 lum.11111
productivi' ad n-~ la füñcioñ emergente del todo social, sino la evalÜación del semiotica, cuando la representación e in precede a a búsqucd;i d1• lm 111r1l11 i.
grado de funcionalidad de las formas de organización sociales. A éstas) ~n cambio, (y,_añadim~ l.i' organiza R'óf'!!i~ Cle la estrategia de «asim ilnrilrn J.!'~'" tcth 1
• .c9rresponde llexa.t a cabo..ks.funcio11,es~ e s y emergentes de la división del es degr.,..ges.componien.do un. problema en.su6pro6lcmas).~ U11,1 f111111111wi1 11
trabajo (co~9.h.2IT;~nización Y. l:,. administració_'ñde.la protlucción~ de hrd~t-r..i.- nización, aunque elemental, de la división del trabajo, es drd 1, d1:,·1L,JiMi~lall"11U
bución) que instituyen funciones puramente sociales por cuanto son irreclüctibles y J a cola.!2.graci<Ío_.cgru;,tj.,UJ,~ en efecto, desde esta pcrspci.:1iv,1, 111111 1
a las necesidades 'd e los individuos aislados. - ~ cambios de los esquemas de los participantes, cuyos esquemas i111 li v11f1111l11•
La sociogénesis de estas formas de organizació~ ejerse,..a su.~ una influencia bordinan, en tanto gl;e ,.,Il}Sdi,gs (es la subdivisión de la tarea o dd p1nhlr11111 , n
:-iobrc la psicogéncsis, ya que amb;;;'f orman un medio de complejidad que crece componentes más elementales) a~~ASi6~ u,¡;1,...J!¡¡i común, Q Uj.ltUW
de form:'t progresiva con la evolución, constituido por estructuras «inmáteñales» lol s~bfines ~on~~uigQJ.,pQr IQ0ndi.Yiduos~La coordinación o coor~·,.u 11'111 , 1111
-h-oy-dirí1lmos Jogiciaks»-, reglas, valores y: signÓS.so.cio.m,aivictüáles,""ifietii-o-al siste, por tanto, en la construcción de dicha red o forma de org:rni:r.11 í/111 .Ir 111~
que deben adaptarse las psicogénesis individuales en la misma medida, si no más, que subordinaciones de los esquemas individuales al es,9,uema del fin con11'111, 1rtl ,¡11
al medio físico. En efecto, aunque las leyes físicas son invariables,~ leyes logicia- no es cualitativamente distinta de la que coordina en un mismo «p1 lit 1'1 11111111111
les no lo son: los sistemas de reglas, de valores y de signos son precisament~ el compltt:o (eñ :a' misma [subfsociedad ele la mente, según~insky) lm ""llll'fflft
objeto de la evolución sociogenética y, como su riqueza estTuctural es de nat';}ple- internos de un solo individuo.~.,.mter\:ambios se manifiestan de <.· 1111 ,1d, rn ~U
za logicial, aventaj a a la de los sistemas físicos con toda la potencia de lo calculable fon:n...a._general <@ultilateral».,(.la forma «bilate;;t» de los intercambios t•1.:o nc'11111111,
logico-matcrnático, en tanto que su diferenciación y su transmisión sociogenética ~ es se p,.,r:esenta comoJµl casQ panicular),. en laQ~~fi~.[orma rcp ctHl,1, 111,
tienen como resultado que su número sobrepase considerablemente el de los siste- esquemas de un p_arFjciJ?ante se ex,P,lo an COJ:10 medi!;?S p_a@.,...\;.Onseguir un c~uh}fitr
m as físicos a los que debe adaptarse la psicogénesi~. · en una etapa de la tarea de conjunto común,~ tc. Esta red organizadora y n,1 11,11111
El análisis funcional difer~ncia, _por tanto, dos aspectos de la división de!!_raba- dora ele G'sd~pendencias interesquem~ forma la estructu.tJVlgorística di: l. ~1v1
~ -= jo: la síntesis de funciones características deltocto porsÜ6oivis1.óñ'aelalunción dad observable, estructura cuxa formaliI ~,úón constit~e.cuna «máquin.l .1li u.u_
~, \) ór-:iN superior en subfunciones -la división de la tarea- y coordinación de tales sub· ta», un «autómata íorw»...ets 01.., ~ yaj¡.tnciqnamient9 engendra ta] .1LLivul.1d
'{ funciones, lo que constituye la cooperación o la colaboración; y el aspecto m ás Por tanto, no hayctiferencia cualitativa, en ¡.;naota tal, em,ic~ h..fornu iud1 vulu,1
~ ~ cJásico de la mayoración de la productividad de dichas formas de organización. de _un esquema, en la que losªcompooentes Se ~i;e.QQ:e.lizados Cl1 Ull 1111~11111
El constructivismo funcionalista liga ambos aspectos convirtiéndolos en dos me indivícluo, y süforfua sOcial~ en la gue sus componentes*se <lis.tribuyen mt II v I
caill§mos cuyo emparejamiento produce una totalida.d dotada de propiedades nu~ riotiq'a'W2uos. Sm embargo, en este último caso hay que satisfacer cíe, t,1\ 11111111
vas: el sistema de eqmliorac10n mayorante ele la sociog6nesis. Desde esta perspect, cienes suplementarias que aclaran la influencia de la estrategia de l:i di vi,1,',11 ti I
~va, el pnmer aspecto, el dela smt1!siS""furrciofi1i1';"'"es st'nc!Uda el más profundo, en trabajo en la evolución de los sistemas cognitivos.
el sentido de que llega a mayorar cualitativamente la evolución de los sistemas cog ~ est!3-tegia exige que se.~~stru~ t.r.~.fa§..Pat~ecldc «11111~1· 11tlt1
nitivos en interacción al abrirlos a nuevas funciones, constituyendo así la funci<', 11
constructiva del generador de la variaci6n en la equilibraci6n; en cuanto al segun 1. La noción de «asimilación por partes» será objeto de un estudio pomrin1
240 1 Los fundamentos del co,:istructivismo psicológico
tos mutuos», un «cOnsenso» o contrato social local, es ds:cir1 un,:1 co~vención, ex- 0 corresponde a desgloses variables qu~ reúnen partes heterogént·.1, C'l1 ne
plícita "o'""no. Este compfflfñlM ~~iiefteré"""a la for ma oe organización deTos inter- inversa.
camoios:a"la elaboración de una subdivisión particular de la tarea entre otras posi- !)e forma más gei:i~ral,. la c?ncor~ancia entre los mapas, esta vr1 l uanld
bles, a la atribución de subtareas a las partes y, desde luego, a la coordinación del recibe, e~ la concep~10~ piagetian~ de la cooperación, una definiciém 11¡,c1r¡u,
conjunto, el entramado organizador del esquema. ~ ada ~ so, el in~,b:igllo !~;ie que confiere .a este t~rmmo el sentl~c particular, que hay que subrar.ar, di· f'UNtl
que subordinar sus esq~~as en tanto ~ medios, coorginandc>los~~.s..,los en comun de operaciones de dos su¡etos, que formañ ún «con¡unto de coopr•Jl!UP-
qémás ~ nsan~ s comug.es. En consecuencia, los participantes deben «com- ~ · Esta tesis se ilustra con el análisiicte un caso füpot6tico idealizado de d1v1Jcfn
partir» tanto el fin conjunto como su división en subfines y el modo de coordinar- del tra?ajo, a saber, la construcción ce un uente ue arte al mismo tic111p11 ,I~
los. Este com~~tognitivo de la tarea se basa a su vez en la comunicación. El dos orillas, que demuestra ue la subcrdinaci6n de las ce· · ·
~-l~ papeÍ~íutlVO e a f~ ión se miótica es,por tanto, doble des-a; SUS ·s ~es, res a un m comun se asa en e a: s ~por medio d e . . o . ~ u n li11111
·\, ~~ ya que ss la-Dase al avez- d~ na co07din"ación de los medios y_ci'e1os Imes que vas o metncas e corres¡;ondencia, _::~ierocidad o comelementarie,dad. dc las 011r
Ut1!:ft .J determina la psicogénesis de la intehg~ñ~i'a"'reflexiva fñdívidtial y, en segund~ lu- raciones realiza3as por caaa uno cte.hs dos articipante » (Piaget, 1950, vo l. Itr,-'
!J(f..1 ,....gar, su prolongación social en la estrategia de la división del trabajo, que deter mina . , p es as en correspondencia que derivan e operaciones geométric.;;1\ dr
e,:l,'i " \· ... la sociogénesis de la coopeq_q,Ón interindividual. Esta coevolución es import-;i;te traslación y rotación propias de cada mo de los dos participantes, pero rc:lli :1:1cl,1 ~
\ P.Or ue im one restr~ ,.o.ales.a.la..psicogénesi.s, cuya .Q,a!,_uraleza aclara con el pensamiento. _L~s operaciones :fe puesta en correspondencia recíp rot:.H d 1•
~~t,(. la relac10n entre os conocimientos universales o nomotéticos caracte~ cada uno de los participantes son, po· tanto, la construcción de dos aplicnt it11II'\
,;.JÑt. süjemepistémico y los conocimientos particulares o iodiotéticos, cuyas eno;:_mes entre sus m~rcos de a~i~ilació~ ~e le real. Pero tales sustitµcjgr;¡~rcdp.rou. Jr
+' variadones indivrdooles aparecen en el marco del estudiO'cte láse'sfrategias y proce-
;:,t.O ctimientos de solución de problemas.
puntos de,;i¡:1sta,..¡;.,oru:hCJQ.n...del..ex.i..topee..la. c.oop.e.ración sólo pueden.concoa1u -1
ambas ~glicas;iones fpr111,anJ ú ~ e cct~ e inversa.s..de.uMsomorfi.smu. Sm
.' marco~ de ,ªs!milación individuales s~ •onvierten, por tanto, e1;1__,dos_matcri.1Jj:, ,11 111
nes ~s1colog1casl. ue f,3.~.;1:!..,n o se,r .i~?morfas d~sde el punto de vista logirT.,l;-ill'
e) Comunicación intersubjetiva y categorías la m1sm est uc o 1co-matem'l,t1c~def suj~~epis.~é.mi_s:g,..f:,.s¡e comcut.111 0 ~11
bra a de nuevo la necesidad ineludiblede un ~ fa~ ~e~estrµctJlral del con~t 1 11, 11 v111
La comunicación se basa, como señaló Piaget (1965) al referirse al le_nguaje, en mo,e.p1stemo ogico Y,su comp eme~; :rie aa con relación al construtdv~uiu µ.1
un si~~ma de significª11tes..,comuues, los slgnqs, que ~.s.tablliian ae fpr¡;ga jg1S!;- cologico, del que no solo define el ob¡elj de conocímiento, como ya lwn1t1~ '"º"l'"lu
subjetiva por un~stema de.reglas estructurales nor~~-X co11st~,,tlobjeto anteriormente, sino · · straerlo de sus mÚlliplt·, 111111 r1111ll
d~ foªtransiñlsicSndiacrónica que se ha mencionado anteriormente, ormando !:!na ~ ciones en el su'eto sicoló ico. Por amo, ya en los me nismos m~~ prtmlTIVYl'
)fC - estructura1ó'girnla la que debe adaptarsec a'"da ps icogénesis al recons~ l'a.'""Pero ele la intersubjetivacion e los conocif\ientos informales característicos ti,• lt1~ lr11
4.,0 la universalidad obligada del sistema de-signifi~uó'l~ty ara ~egurar la co- guajes na:urales se e_ncuentran los fre:ursores de la capacidad de trans111it11 y d,
~1"cS. municación. Esta función ejerce una influencia nomotética más profun3a, por cuan- reproducir observac10nes y deducc10Qs, y, en consecuencia, el funda~ul..U Je 1.&
•,J:j'lt~'!,JSJ.o exige, más allá. de. l_a intersubjetivación del sistema dé signi~i~ ntes~ la de la ob ·etividad or la intersubjetividad e nstitut' · ~ ciencia~.
estructura de los S!J;mficados. Como observa Skemp (1979), a mayor nu~ e A cons1 erar mas etem amente t. ejemplo de la construcci6 n dd p111•111r, 1111
~,tt,!O.! individuos implicados y de situaciones en que se requiere cooperar, mayor es, tam- uberva .gpemás que los sujetos deben 0render a compartir si t¡11 i,•1r11 1,·11r1 , !iltn
(.oi~• ..:Sbién, la necesidad de una «realidad compartida». Esta reali.da,d..oonsis.~g la ¡¡on- ~ ..,r-
, I 'ª , . . 1 • .,.- ,
c,n 1a cooperac10n, no s.o o e ~on unt< de lQs conocimientos t'.ttl'J\' 111 1 11, il, 11111111
,
~orqancia entre los diversos marcos conceptuales 'a los que lo!!~~tos asimilan la nad~s Obr lVOS ~ ~e O, Causa i~~d, es,1:~i~,.;_tC:, asÍ como c:J IJl~llll' ltl y 1.i~ 1 llllljl
«mi~ a» expenenc1a y que, por tan~ áeñtn ¡mpo'ñ~ i~mo .,es~ a sir ex- tcncias log~~~· smo que ~am?1en ha:\.gµe mcfoir lo que potl1(,11110. tlt•1111111111tt1
ten~ón com.;1Ín. Si esta condición no se cumple, los signos comunes no _pueden
0
las categon !s lig~ as_a la fi_n~ ~jetividad (Ccll/.ric r, 1?7(,) M,,_ ,, 111
sino designar «realidades» distintas. Ahota bien, en general, hay un número en pnn· lamente, liay que mtroducir en los~ Q.!h.cimient.QS. C:'\tr¡;;6rirns el 1111111,JJ .J ti 1111
c1pi6 'flfilñ~c:lo'cl~"í5réélictclos que pÓseen la misma extensión. Los mapas políticos, '6n teleonómica característi~a ci,e n~5tra for m:i de (.';\J ll ,11 r l 11111vri.11 1111 m
económicos, climáticos, geológicos, etc., de un mismo territorio son un ejemplo Yr4-us arte .:,ctos f.!;!nc~o~~l;;.Q~:._1;ffi!,.e,ri¡s., m~quint1s, t'rr.}, y""-.. htM.....
habitual, y no hay, por ejemplo, correspondencia entre los objetos y relaciones l~zada de noc10nes «mtenc1_01:a les» o PS.:ol6gicns clt'1 iv.id.t~ d, 111 •lili ti
jurídicas de unos y las físicas de los otros. Un todo invariable y conceptualmente uva y conductual de la act1V1dad (ter~ada) drl ,11jr111 y il, lit tlll n I
homogéneo en uno de ellos (una subdivisión administrativa, por ejemplo) sólo 1cntido amplio. ----