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CONCURSO

INTERINSTITUCIONAL
DE COMPRENSIÓN

CREATIVA- MENTE
Desafío 12 2021-1

Ese detallito coqueto que nos hizo humanos

NIVEL DE DIFICULTAD

MEDIO
CONCURSO INTERINSTITUCIONAL DE
COMPRENSIÓN
CREATIVA- MENTE
Ese detallito coqueto que nos hizo
humanos
DESAFÍO 12
2021-1

EL PROBLEMA: Se trata de un desafío analítico que evalúa y desarrolla


habilidades discursivas principales en las prácticas lectoras y escriturales
de los escolares universitarios.

En la siguiente página aparece escrito un texto con el título “Ese detallito


coqueto que nos hizo humanos”. Ese texto presenta las siguientes
modificaciones: 1. Se le han eliminado tres fragmentos. 2. Se le han
adicionado tres fragmentos que hacen incoherente el texto. 3. Se ha
cambiado de lugar un fragmento del texto.

SE PIDE:

1. Identificar y eliminar del texto los tres fragmentos que no


corresponden.
2. Identificar y colocar en su lugar, el fragmento que se ha cambiado de
sitio en el texto.
3. Identificar y situar en el lugar más coherente los tres fragmentos
faltantes. Para ello debe revisarse – y extraerse de allí- la lista de
ocho fragmentos textuales (lo que nos falta).
4. Transcribir el texto resultante (con los cambios descritos)

Ficha técnica: Problema cognitivo de análisis, síntesis, significación relación e inferencia. Evalúa
habilidades comprensivas básicas: sentimiento de totalidad, unidad semántica, cohesión, relaciones
intra e intertextuales, y coherencia local y global. Enviar soluciones hasta el día miércoles 2 de junio a
las 11. 59 pm a los correos jmoreno@artesyletras.edu.co; jairomoreno@ustadistancia.edu.co y
signumaulaabierta@hotmail.com
Ese detallito coqueto que nos hizo
humanos

Ser y ejercer como humanos no es un asunto tan sencillo: el tránsito


del animal radicalmente instintivo e ingenuo cuyos afanes diarios se
limitan a comer, dormir, reproducirse y garantizar su supervivencia,
al animal lógico, juguetón y malicioso, requiere de una verdadera
revolución en su estructura inteligente.
Observar atentamente la evolución de un bebé en sus primeros 36
meses de vida, es una experiencia que da testimonio de lo arduo y
complejo de ese proceso premeditado y definitivamente perverso que
transforma a un ser vivo, en un individuo humano capaz de mentir,
de manipular, también de soñar y anticipar las consecuencias de
sus actos y las causas de sus fracasos. Ese salto cualitativo y
revolucionario de lo sensorial instintivo a lo racional inteligente,
ocurre alrededor del tercer año de vida del niño en virtud de la
aparición de lo que Piaget denomina “La función simbólica”.
Ese detallito coqueto da la posibilidad al organismo vivo
transformado de guardar el pasado en la mente, de evocarlo más
tarde y de traerlo en cualquier momento hasta el presente
(representarlo). Con esta conquista el ser vivo podrá por fin aprender
de la teoría, no tendrá dificultad para jugar a ser un presidente
exitoso, un galán de telenovela, una persona de bien, solidaria y
respetuosa. Al transformase en animal simbólico, el niño podrá
pintar la vida, no tendrá dificultad para convertir sus garabatos en
discursos efectivos, en relatos de vida que representan lo que
imagina, siente, quiso y quiere.
Se trata de la aparición en el infante de una virtud novedosa, la
posibilidad de producir y comprender signos. Juego, dibujo, gesto
simbólico y palabra, son aristas de la inteligencia humana que están
a nuestra disposición desde la primera infancia para que podamos
renunciar a nuestra esencia de animales lógicos, comunicarlo todo y
así demostrar con suficiencia que merecemos estar en el lugar más
alto de la escala filogenética.
Lo que nos falta:

1. que se preocupan por desarrollar al máximo sus


facultades mentales

2. En la vida inteligente no habría lugar para esos


desvaríos del instinto.

3. cuyos afanes diarios se limitan a comer, dormir,


reproducirse

4. podría acontecer en cualquier momento de la vida infantil


o adulta.

5. ocurre alrededor del tercer año de vida del niño en virtud


de

6. con el fin primordial de juagar a ser lo que


desafortunadamente somos

7. para convertir sus garabatos en discursos efectivos,

8. quienes por distintas circunstancias no quieren o no


pueden pensar,

Fragmento incoherente:
1. de comportamientos previsibles-
2. de tener para siempre una vida sin conciencia,
3. esclavo por completo del contexto
Texto original
Ese detallito coqueto que nos hizo
humanos
Ser y ejercer como humanos no es un asunto tan sencillo: el tránsito
del animal radicalmente instintivo e ingenuo - de comportamientos
previsibles- y garantizar su supervivencia, al animal lógico, juguetón
y malicioso, requiere de una verdadera revolución en su estructura
inteligente.
Observar atentamente la evolución de un bebé en sus primeros 36
meses de vida, es una experiencia que da testimonio de lo arduo y
complejo de ese proceso premeditado y definitivamente perverso que
transforma a un ser vivo, esclavo por completo del contexto en un
individuo humano capaz de mentir, de manipular, también de soñar
y anticipar las consecuencias de sus actos y las acusas de sus
fracasos. Ese salto cualitativo y revolucionario de lo sensorial
instintivo a lo racional inteligente, la aparición de lo que Piaget
denomina “La función simbólica”.
Ese detallito coqueto da la posibilidad al organismo vivo transformado
de guardar el pasado en la mente, de tener para siempre una vida sin
conciencia, de evocarlo más tarde y de traerlo en cualquier momento
hasta el presente (representarlo). Con esta conquista el ser vivo podrá
por fin aprender de la teoría, no tendrá dificultad para jugar a ser un
presidente exitoso, un galán de telenovela, una persona de bien,
solidaria y respetuosa. Al transformase en animal simbólico, el niño
podrá pintar la vida, no tendrá dificultad en relatos de vida que
representan lo que imagina, siente, quiso y quiere.
Juego, dibujo, gesto simbólico y palabra, Se trata de la aparición en
el infante de una virtud novedosa, la posibilidad de producir y
comprender signos. son aristas de la inteligencia humana que están
a nuestra disposición desde la primera infancia para que podamos
renunciar a nuestra esencia de animales lógicos, comunicarlo todo y
así demostrar con suficiencia que merecemos estar en el lugar más
alto de la escala filogenética.

Jairo Aníbal Moreno C

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