Está en la página 1de 13
vida se transform6 en conviccién y me inspir6 a hacer precisamente eso. Mientras escribia este libro y pensaba en los conceptos que queria mantuve correspondencia con Gerhard Stemberger, quien me animé enormemente en mi proyecto, asi que me ayudé a establecer sus cimientos fundacionales. Por diltimo, quiero agradecer a Eva Fisher, Georges Lambrechts, Christine Ley, Riane Malfait, Martine, Van Obbergen y por iltimo a Daan Van Praag por estar ahi conmigo, simplemente estar ahi, cuando los ne- cesitaba Georges Wollants sew CAPITULO 1 ‘TERAPIA GESTALT: DESDE UNA PERSPECTIVA. UNIPERSONAL A LA. TERAPIA SITUACIONAL, Es la interacci6n entre el individuo y su entorno, ‘en el sentido de un campo dindmico que determina la experiencia y la conduct, —Cit: www. gestalttheory.net | TERAPIA GESTALT: DESDE UNA PERSPECTIVA | UNIPERSONAL A LA TERAPIA SITUACIONAL Capitulo 1 Sin embargo, es importante tener en cuenta que el mundo no es “tertium quid" mas alld de las partes que lo constituyen, es la amalgama de las que se reactivan desde ese vi ines Smuts, 1926/19% p18, Una macién de fuerzas i stalt no es una matriz de elementos auténomos, sino una confor- feractivas inmersas en un campo (Arnheim, 1983 . 8), En la concepcién gestalt, no hay tal cosa como un individuo o un entorno separados entre si (ver Fig. 1). Inevitablemente, en todo momen- to, una persona es parte de! campo. Su comportamiento y desarrollo son una a entacién del campo total, que incluye tanto a la persona como a su Aptorno, El ambiente y el organismo estan en una relacién de reciprocidadentre si (Perls, 1973, p. 15, p. 17). Esta relacion no debe en- tenderse como que primero esta la persona y luego el mundo, y después. hay una interaccién entre esta persona y ese mundo (ver Fig. 1), Persona Figura 1: Interaccién entre persona y mundo. 2 Georges Wotats-G Terapia dea saci Al contrario, persona y mundo son partes inseparables e interdepen- dientes de un todo dindmico (ver Fig. 2). Este todo dindmico puede re- presentarse como una espiral doble en que ambos polos son claramen- te reconocibles y estén en constante intercambio; es imposible sefialar dénde comienza una espiral y termina la otra Galli, 2000, p. 64). Como terapeutas gestalt, concentramos nuestros esfuerzos en la interaccién dindmica del ser humano y su entorno fenomenoldgico, la interaccién dindmica persona/mundo. Persona Figura 2: Interaccién persone-mundo, Este campo de interaccién es la primera realidad. La terapia gestalt toma el mismo punto de inicio que la teoria gestalt, es decir, considera al orga- rnismo como parte de un conjunto mas amplio. “El mayor valor del enfoque gestalt quizas radica en comprender que el todo delimita las partes (...) Solamente la interaccién entre el organis- ‘mo y elentorno (...) constituyen la situacién psicolégica, no el organismo y el entorno separados” (PHG, pp. xxvill-xxix"), En el enfoque gestalt, el principal objeto de estudio e intervencién es la interaccién persona-en- torno, Vale decir, el cliente final de nuestro trabaj la interaccién de la persona y su entorno fenoménico, lo cual a su vez implica que el terapeuta gestalt define los problemas personales en tér- minos de la totalidad interactiva que considera a la persona y su mundo. Robine y yo (2001) decidimos bio de interacciones relevantes del ser humano y su entorno durante un psicoterapéutico es mar “la situaci6n” a este intercam- 1951/1984. De agu en adelante, abreviado PHG, al igual que en determinado periodo de tiempo. La expresi6n “situaci6n” es preferible -epto “campo”, ya que este dltimo tiene muchos significados. La teoria de campo tiende a ser un término genérico para una serie de en- foques diferentes de | lad”. Puede referirse a lo transfenoménico, a lo material, al campo fisico 0 a un organismo fisico y su entorno, 0 también puede designar el campo fenoménico, experiencial conductual, © el campo psicolégico de la persona que observa y su mundo fenomé- nico, Stemberger (1998), respecto al uso de los conceptos de campo re- lacional del organismo y entorno de PHG, escribié una critica haciendo referencia a la inadmisible mezcla y confusi6n de estos significados dife- rentes, alos cuales los autores también denominan situacién psicolégica (@.3,p. xxix) concepto “situacién” esté menos contaminado que el concepto “campo”, Es un concepto preciso y practico y tiene mayor relacién con la experiencia cotidiana de los clientes y los terapeutas. En la literatura existencial-fenomenolégica, la situacién es un principio fundamental y se refiere a la totalidad de los aspectos interrelacionados de una deter- minada persona y su mundo. Es también un concepto dinémico que, en la tradici6n de la teoria de campo, especialmente por Lewin (1935, 1952), se considera sinénimo del concepto de campo fenoménico, campo de experiencia de una persona y su entor valo de tiempo. La situacién esta formada por una persona y su entor- no y es la unidad de investigacién psicol6gica en la psicologta gestalt Como sostiene Lewin, “En psicologia abordamos unidades situaciona- les" (1952, p. 52). A pesar deatsGiferencias, y cabe sefialar que algunas de éstas son considerables, todos los tebricos de campo estin de acuerdo en este punto: consideran la situacién como la unidad fundamental de anélisis o investigacion (Kebeck y Sader, 1984, p. 214). Los supuestos basicos de tun enfoque de campo son la definicién de interaccién de la persona y durante un determinado inter- su entorno fenoménico y la seleccién de la situacién como la unidad de andlisis (Kebeck, 1983, p. 250) Los planteamientos fenomenolégicos y existencialistas consideran las relaciones situacionales de la persona, su entorno y sus instituciones. como el objeto de estudio psicolégico. Lo concreto se define en términos de lo que la persona esponténeamente considera pertinente a su situa- j6n. La conducta siempre es una accién significativa en una situacion conereta, Para investigar el comportamiento de alguien, incluyendo lamadas conductas patol6gicas, no tenemos que buscar relaciones causales sino aquellas que revelan un significado. El comportamiento deberia deducirse de la totalidad de los factores coexistentes que cons- tituyen una unidad dinamica. La conducta no depende ni del pasado ni del futuro, sino de la cindmica actual del campo (Lewin, 1952, pp. 25-27) Metzger (1975) y Lewin (1952) adoptaron la definicién de campo de Einstein: “eine Gesamtheit gleichzeitig bestehender Tatsachen, die als ge genseitig von einander abhéingig begriffen werden, nennt man ein Field” (el campo se define como una totalidad de factores coexistentes que se consideran interdependientes) Mas atin, Metzger, citando a Lewin: “La psicologia debe considerar la situacion que incluye a la persona y su entorno como campo” (Metzger, 1975, p. 220). Lewin define el campo como “la totalidad de los factores, coexistentes que se consideran interdependientes” y afiade que “La psi- cologia debe considerar el espacio vital (Lebenswell), incluyendo a la persona y su entorno, como un campo” (Lewin, 1952, p. 240). 1.2 La persona y el entorno constituyen una situacién El organismo, como parte de la situaci6n, no es una mera entidad fisi- a sino una persona subjetiva, fenoménica, que tiene una conducta e inviste al mundo de significado. En el prélogo de su histérico libro Fe- nomenologia de la percepcién, Merleau-Ponty (1945, p. xi) sostiene: “Il ne faut pas se demander si nous percevons vraiment un monde, il faut dire au contraire: le monde est ce que nous percevons” (La pregunta no es si acaso nosotros percibimos el mundo; al contrario, el mundo es lo que percibimos). Kotfka (1935) explica con una dramética ambiente, como parte de la situacién fenomenoldgica, no es el entorno geogréfico 0 fisico, sino el entorno comportamental, el entorno que uno experimenta, vive y en el que cree: | Desde una PespectvaUtpersonal a Trap “Una frfa tarde de invierno, en medio de una tormenta de nieve, lleg6 ‘una posada un hombre a caballo, satisfecho de tener un techo donde albergarse después de horas cabalgando en la lanura azotada por el viento en la que un manto de nieve habia cubierto todas las, rutas y sefales camineras. El posadero, que sali6 a la puerta, mird al forastero con asombro y le pregunt6 de dénde venta. El hombre senalé hacia algin punto lej ea recta desde la posada, tas lo cual el casero, con un tono de gran respeto y admiracién, le respondi6: Sabes que acabas de cabalgar sobre el lago Constanza” Entonces el jinete cay muerto a sus pies como una piedra” (Kottka, 1935, p. 28) en Koffka le pregunta al lector en qué entorno de la historia anterior ocurrié la conducta del forastero. Si, es cierto que cabalgé sobre el lago, pero el hecho de que fuera un lago congelado y no tierra firme, no afecté su comportamiento en lo mas mfnimo. Su conducta habria sido exactamen- sma si hubiera cabalgado a través de una rida lanura. Dado que el hombre muri6 de puro miedo al haber escuchado lo que en realidad habfa hecho, se puede inferir que su cabalgata en realidad habria sido muy diferente de lo que efectivamente fue si hubiese estado conscien- te del entorno fisico. Por lo tanto, debemos concluir que efectivamente no cabalg6 sobre el lago, sino por una planicie comin y corriente, Su conducta fue cabalgar sobre una planicie, no sobre un lago congelado. Asimismo, cabe preguntarse si acaso todos vivimos en la misma ciudad. Efectivamente es asi cuando nos referimos a la ciudad geogréfica; pero no cuando nos referimos a la ciudad donde nos comportamos o desen- volvemos. El entorno como parte de mi situacién es el entorno de mi experiencia conductual fenoménica, por ejemplo, En otras palabras, mi entorno conductual es el entorno que junto conmigo constituye mi situa- cién especifica y particular (Koffka, 1935, p. 30 y ss.) Para investigar las dindmicas, lo importante no es distraerse de la tuacién, sino focalizarse en la singularidad y el caracter concreto de una situacidn especifica, en la cual se perciban claramente los factores de la estructura dinémica total (Lewin, 1935, p. 31), Para entender la dinémica tela de un proceso, debemos comprender la totalidad de la situacién invo- lucrada en conjunto con todos sus elementos y caracteristicas (Lewin, 1935, p. 31; Goldstein, 1935). La dinamica de un proceso siempre puede obtenerse de las relaciones reciprocas de un sujeto determinado y un entorno definido, los que en conjunto constituyen una situacién particu- Jar (Lewin, 1935, p. 41). “Para entender a un hombre, debemos saber como éste se relaciona con el mundo y eémo funciona su relaci6n consigo mismo” (Werthei- mer, en Luchins, 1978, Hl, p. 145; también, Van den Berg, 1955). Durante mis estudios en la Universidad de Lovaina, me familiaricé con el punto de vista relacional del ser humano y la definicién relacional del com- portamiento personal, la motivacidn y la personalidad del ser humano. Las ideas expresadas por el profesor Joseph Nuttin se asemejan a los conceptos basicos de la terapia gestalt: la interacci6n de la persona y el mundo es la primera y tinica realidad a ser estudiada, “Persona” y “mun- do” se definen como dos polos de una unidad relacional. La estructura de personalidad esencial es la unidad dindmica persona-mundo, y no alguna organizacién interna del yo aislada del entorno (Nuttin, 1953, pp. 434-436, 1965, pp. 222-234), “La conciencia no se remite al mundo interno, sino a la percatacion y al reconocimiento de la interaccién persona-mundo, cémo el mundo nos afecta y c6mo se manifiesta la relacion en el momento, y qué se necesita que ocurra en esta situacién” (Nuttin, 1955, p. 350). En otras pa- labras, el hombre se encuentra en el mundo en todo momento. El, junto su mundo, constituyen situaciones significativas. El hombre no es una estructura encerrada en sf misma, sino esencialmente una exposicién a su mundo. Esta conceptualizacién apuntala el potencial de los seres humanos hacia el mundo y la posibilidad del comportamiento como una forma de tratar con el mundo. Al igual que los te6ricos de la Gestalt, Nuttin enfatiza que el mundo que percibimos no es el mundo fisico. Para los seres humanos, la presen- cia de un mundo significativo es un hecho psicolégico conductual (Nuttin, 1955, p. 350). Conciencia significa exactamente esta mutua exposicién de la persona y el mundo o, dicho de otro modo, la presencia del mundo como se nos presenta a nuestros sentidos en la forma de un presente que no puede ser rechazado. Por lo tanto, la falta de conciencia significa estar cercado dentro del dominio de las reacciones fisicas y bioquimicas (p.351), En.una entrevista poco conocida con Walker (1971), Fritz Perls afirmé que, contrariamente a lo que mucha gente piensa, el foco de la terapia gestalt no esté en la autoconciencia. Las intervenciones estaban dirigi- das exclusivamente a mejorar la autoconciencia de lo que esta en mi como un ser separado, no tienen nada que ver con lo que Fritz Perls denomina terapia gestalt, que se caracteriza por hacer resaltar la con- Ciencia de los clientes en la totalidad de su situaci6n: "Si s6lo estas en contacto contigo mismo, te pierdes el mundo; si sélo estas en contacto con el mundo, te pierdes a ti mismo, de modo que no se puede estable- cer esa unidad ecol6gica” (p. 184). El foco de atencién no esta en el espa- cio interior de un self aistado, sino en el proceso de contacto en que se configura la interaccién persona-ambiente. El hombre no solo se encuentra en presencia del mundo, sino que también esta presente para si mismo. La presencia consigo mismo tam- bién puede llamarse conciencia reflexiva, Este es otro sentido en que el hombre puede escapar “encapsuldndose” dentro de s{ mismo. El ser capaz de autorreflexién evita que el hombre quede encerrado en sus re- acciones con el entorno. A través de la reflexi6n, la persona “sale fuera” de si misma, Esto le permite mirarse a si rentes puntos de vista ¢ intervenir durante el desarrollo de su relacién isma y el mundo desde dife- hacia su mundo. Por lo tanto, es capaz de “reestructurar su relaci6n con el entorno” (Nuttin, 1955, p. 352). Esto es precisamente lo que sucede en psicoterapia. Wertheimer ve desde otro punto de vista la capacidad para reestructurar la situacién, Ja habilidad para mirar una sit la creatividad (1945). La toma de concien una a la otra; mds bien, ambas estan unidas entre si: ser conscientes del juaci6n: como un ingrediente esencial para y la conducta no se oponen mundo ya es “tratar con el mundo a través de la conducta”, y la respuesta “si mismo", “uno misma” (N. de * Cuya traduccion puede ser "yo", "yo mismo" los. 8 ‘Georges Wola Gestalt Terapia dl stuaion conductual ya es conciencia o “presencia consciente en el mundo” (Nu- ttin, 1955, p. 353). En esta conceptualizacin, la idea fundamental no es la persona en si, sino las redes de relaciones que la persona y el entorno construyen juntos e interactivamente como dos partes correla Por consiguiente, Nuttin no define la personalidad del ser humano como una organizaci6n interna de rasgos, actitudes y coherencias con- ductuales; la estructura de la personalidad va mucho més alla de su or- ganizaci6n interna. La personalidad es un modo de ser y comportarse en un mundo que existe para la persona que tiene esa personalidad, Nuttin denomina “unidad ego-mundo” ala estructura fundamental de la personalidad (1955, p. 353). La personalidad concebida de este modo nos brinda una sélida base para una teoria de la motivacién. Muchos Psic6logos ubican las necesidades dentro del organismo. Desde la pers- pectiva relacional, las necesidades se consideran patrones bésicos de relaci6n en una situacién dada, Las necesidades deben ser definidas desde un punto de vista rela- cional. Son basicamente las modalidades generales de las relaciones re- ciprocas de las personas y el mundo que se manifiestan por interaccio- nes especificas exigidas por una situacion dada. Estas modalidades se conocen como necesidades, porque si el organismo no logra establecer uno de estos modos de relacién, se suscita un fracaso situacional. El organismo se esfuerza de diversas maneras por ciertos tipos de relacio- nes, porque su estructura funcional esta compuesta de estos modos de interacci6n (Nuttin, 1964, pp. 6465; 1955, p. 354). Nuttin distingue dos aspectos de esta interacci6n. En primer lugar, esta la orientacién dinémica que guia el comportamiento hacia elemen- tos espectficos del entorno, Esta direccional naturaleza de la exigencia de los elementos daclos del entorno, Se puede decir que el entorno presenta aquellas caracteristicas que la persona re- ‘quiere (ct. concepto de Lewin sobre la relacién reciproca entre necesida- des y caracteristicas de la exigencia). En segundo lugar, el comportamiento dirigido no es liberado a cie- gas al mundo. La persona es capaz de percibir, explorar, reconocer, se- Jeccionar, imaginar y planificar. Nuttin denomina a la totalidad de estas lad se correlaciona con la 1, Desde una PerspetivaUnipersonal a I Teapa Staonal 9 acciones como la funcién cognitiva o el aspecto informativo y coordina- do de la interacci6n de la persona y su entorno. A través de esta funcién, la motivaci6n se dirige a su orientacion predominante, La informacién no es s6lo cuestién de conocimiento sino también de emoci6n y senti- ientos, es decir, conocimiento afectivo sobre el mundo, El enfoque teérico gestalt considera todos los acontecimientos cos, problemas y soluciones sélo comprensibles como partes de la con- dicién global de la persona (Gesamtsituation’). En lo que concierne al estudio y la terapia o al cambio, Gnicamente son relevantes las fuerzas en la situaci6n actual (Lewin, 1935; Gross, 2000, p. 116). Un suceso siem- pre es novedoso, y la novedad de cada situacién requiere de un ajuste creativo de sus partes. “Todo contacto es un ajuste creativo de la persona ¥y del entorno”. La psicopatologia “es el estudio de los contratiempos en el transcurso de un ajuste creativo” (PHG, 1951, 1994, p. 6). 1.3 Fuerzas en la situacion Debemos ser capaces de centrarnos en el sujeto 0 el entorno en la medi- dda que sea necesario; por ejemplo, el enfoque exclusivo en el individuo lo colocaria psicolégicamente en el centro del universo y situaria sus valores totalmente en si mismo, Podemos evitar la escotomizacién* de la situacién recurriendo a conceptos como fuerzas. Ya es hora de que revi- semos las teorias actuales de la motivacién centradas en el ego, que se basan principalmente en redu , de manera que podamos de- jar lugar a otras fuerzas del campo también presentes en la situacién. Una vez introducido este concepto, podemos estudiar lo que sucede desde el punto de vista de la situaci6n global. Un organismo noes orientado Ginica- ‘mente por {uerzas internas, ni es empujado exclusivamente por fuerzas externas. Las {uerzas originadas desde el entorno siempre actian en con- junto con las fuerzas originadas desde la persona (Henle, 1961, p. 291). la tensic * Gesamsituaton: total (N. del E), “Este concepto se utiliza para denominar el mecanismo inconsclente, una suerte de ceyuera ‘ala que se recurre para desterrr los hechos desagradables de la memoria ola conciencla, dal). 0 Georges Wot Cada situacién contiene fuerzas que no provienen desde la persona, sino que son partes del entorno e influyen en la experiencia y el comportamiento del sujeto. Tales fuerzas deben considerarse cuando tratamos de entender el comportamiento presente de un sujeto. Wer- theimer, en concordancia con Lewin, adopta el término vector para in- dicar aquellas fuerzas situacionales, condiciones 0 circunstancias que fluyen en la conducta de una persona. Vector es un concepto mas am- io que motivacién, La urgencia o motivacion de una persona también puede ser una fuerza situacional, pero en el concepto de motivacion se presume implicitamente que el comportamiento motivacional es dirigi- do por el intento de satisfacer una necesidad egocéntrica 0 una busque- da de significado (Wertheimer en Luchins, 1978, Il, p. 258, 365). Lewin (1938-1997) emplea la frase fuerzas internas y externas, pero seria mas preciso hablar de fuerzas de campo del ego y fuerzas de campo del entor- ‘no. Vivimos en un mundo de objetos y configuractones fisicas. Nuestro entorno psiquico, nuestro mundo, no consiste en una serie de sensaciones, pero si de cosas y configuraciones fisicas. No son neu- tras para nosotros, tienen propiedades que afectan nuestro comporta- miento, Esta observaci6n es valida no s6lo con respecto a la facilidad 0 ificultad con que pocemos manipularlas. Muchos objetos y estructuras que encontramos nos confrontan con una voluntad propia. De hecho, nos desafian a actuar de cierta manera hacia sobre ellos (Lewin, 1926, 1999, p. 95), es como si nos “ijeran” qué hacer con respecto a ellos (Koffka, 1935, p. 353). Por ejemplo, el buen tiempo y un paisaje atractivo invitan al turista a dar un paseo; un taburete invita al caminante fatigado a sentarse; una escalera invita a un niito de 2 aos a escalarla; la puerta de entrada invita a un visitante a abrirla y luego cerrarla; un perro invita su amo a acariciarlo; un trozo de pastel de chocolate invita al sibarita a comerlo, y asi la lista continda. Todos estos objetos y estructuras tienen un carécter de demanda (Aufforderungscharakter). El caracter de la exigencia y las necesidades son conceptos interrelacionados. Los objetos del entorno pueden man- tener una relaci6n especial con las necesidades en funcién de sus atribu- tos demandantes positivos o negativos (Lewin, 1926, 1999, p. 123). ra Unpesonl aa Terapia Stains n La relacion reciproca de las partes interactuantes organiza constan- temente la situaci6n. Asi como las necesidades de una persona influyen cen el modo en que hace sus mapas de! mundo, las fuerzas del entorno la energia para la formaci6n de una Gestalt “proviene de ambas partes del campo, es decir, del organismo y el ambiente juntos” (PHG, p. 182). El proceso figu- racfondo es una dindmica en que las exigencias y recursos del campo fa- itan progresivamente la convergencia hacia la figura dominante (PHG, 1951, 1994, p. 7). Al respecto, Goodman sostiene: las urgencias y recursos del campo no son las urgencias y recursos de la persona. La maxima de se puede invertir, quedando asi: “el campo define la necesidad” (Malcolm Parlett, comunicacién personal), Esta reversibilidad aproxima el concepto de Lewin sobre la relaci6n reciproca entre las necesidades y la naturaleza de las exigencias. Sostiene que las afirmaciones: “Ambas, ‘esta o aque la necesidad existen’ y ‘un determinado rango de objetos 0 escenari presentan un cardcter de exigencia para clertas acciones’, son propos- ciones equivalentes” (Lewin, 1926, 1999, p. 97), Las demandas de la situ. n total organizan el campo tal como en el proceso figura-fondo, es decir, el proceso de formar una Gestalt es un proceso de campo. Wert- heimer habla del Zueinander, la adecuacién de la acci6n y las exigencias de la situacién global. En cada momento de contacto del su mundo, la situaci6n general se resuelve nuevamente en func necesidades de su interconexi6n (Wertheimer, 1935, 1961, p. 35). En alusién a Kohler (1947), quien destacé la necesidad de diferenciar entre el locus y la referencia de las experiencias, Henle (1961), a su vez, en un articulo titulado “Sobre la fuerza del campo”, identifico fuerzas motivacionales derivadas de partes de la situaci6n psfquica, que no in- cluyen las que surgen desde el interior de la persona, Mientras todas las experiencias presuponen procesos en el organismo, no todas necesitan estar dirigidas/referidas a la persona, sino que pueden estar dirigidas/ referidas a la percepcién del entorno (Henle, 1961, p. 286). Wertheimer (1935/1961) utiliza la misma diferenciacién para los problemas de mo- tivaci6n: las fuerzas motivacionales pueden encontrarse dentro de la actiian sobre sus necesidades. Goodman lo explicd a Lewin que sostiene que “las necesidades organizan el camp \dividuo con Georges Woes Gestalt Terapia de staan persona, pero pueden estar relacionadas con partes de la situacién dis- tinta del sujeto, pueden surgir de la exigencia vivenciada de la situacién, no desde intereses egocéntricos (pp. 39, 40). Convendria mas hablar de fuerzas referentes situacionales ambiental- escadavez que las fuerzas queiniciannuestrasacciones,al parecer surgen principalmente de partes de la situaci6n, diferentes de nosotros mismos, y fuerzas situacionales personales para referirnos a aquellas acciones ‘que proceden de nosotros como partes de una situacién. Pero si existen fuerzas ambientales y fuerzas personales involucradas, entonces ambas condiciones relacionadas, personales y ambientales, operan a la vez. Cuando las fuerzas referentes personales son primarias, el papel del entorno es proporcionar las cosas y escenarios para generar un incenti- vo y los medios para obtener satisfaccién de la persona o bien superar los obstéculos para tal satisfaccién. Aun si todas las fuerzas motivacio- nales se ven referidas a la persona, cabe distinguir entre las fuerzas ego- referenciales al servicio de la situacién global y as fuerzas ego-referencia- les al servicio del individuo solamente. Henle concluye que la contribuci6n de las dos clases de fuerzas es tan cercana que quizés sea mas apropiado hablar de los aspectos duales de toda motivacién, Antes de que el sujeto pueda responder a las deman- das ambientales, es necesario cierto nivel de satisfaccién de la persona. Pueden surgir conflictos entre las exigencias ambientales y las deman- das relacionadas con las personas, entre diversas necesidades perso- nales y también entre fuerzas ambientales simultaneamente activas. Las necesidades personales pueden cegar a alguien con respecto a lo que se necesita de él en una situaci6n especifica, o al contrario, las exigencias pueden ser tan fuertes que ciegan ala persona, dificulténdole ver sus pro- pias necesidades. En ambos casos, no se experimenta ningiin contlicto. Pueden surgir los siguientes escenarios antagénicos: ~ Quizas una persona esté tan involucrada en un problema personal que no pueda asistir a su trabajo adecuadamente, o no esté intere- sada para nada en otras cosas, 0 puede que se sienta inmune a los requerimientos del entorno. 3 = Churchill estuvo tan inmerso dirigiendo las operaciones militares en la Segunda Guerra Mundial que “olvid6" que tenia una fami Efectivamente, la guerra dirigia a Churchill tanto como Churchi rigia la guerra, ~ Los conceptos de fuerzas referentes a la persona y {uerzas referentes. al entorno no implican que uno deberfa tener prioridad sobre el otro. La distincién entre necesidades personales y requerimientos de la situaci6n no tiene nada que ver con juicios morales; hay instancias en que las necesidades de una persona objetivamente presionan mas que las exigencias de la situaci6n, y hay casos en que las p' son al revés (Henle, 1961, p. 292, ple de pagina 5). lades 1.4 Las exigencias de la situaci6n actual La situacién se compone de la totalidad de los datos psicolégicos rele- vantes en un determinado intervalo de tiempo, y forma una unidad dina- mica de la persona y su espacio vital. Este espacio vital es el que Lewin tiene en mente cuando se refiere a la motivacion, necesidades, tareas, intenciones, deseos, expectativas, seguridad, ansiedad, habitos 0 patro- nes de conducta y pensamiento, El espacio vital también incluye las opi niones de la persona sobre su futuro y su pasado. Los tedricos gestalt no obtienen todos los vectores a partir de simples objetos aislados, sino que desde la interrelaci6n de los componentes que constituyen el todo (Lewin, 1935, p. 41). Los terapeutas gestalt de ninguna manera niegan la posibilidad de que sucesos pasados influyan en la situaci6n presente de una persona, pero no se centran en el andlisis del pasado. Son cautelo- sos al conectar los desajustes actuales con hipotéticos acontecimientos tempranos, En el enfoque gestalt se intenta identificar las condiciones relacio- nadas-con-la-persona y las condiciones relacionadas-con-el-entorno, con las que se puede contribuir significativamente a la comprensién de las respuestas actuales de una determinada persona. El terapeuta trata de reconstruir con el cliente a Gitima situaci6n, de tal forma que éste sea ca- paz de explorar activamente su espacio vital y reconocer los obstaculos “4 oorg ¢ impedimentos que se oponen a la toma de conciencia de las exigencias de la situaci6n sobre él, La dinamica de una situacién no se relaciona con un objeto aislado o el entorno, sino que depende de la situacién total en la que cualquiera de éstos ocurre, Habitualmente, la relacién dindmica es lo que hace que lun sujeto se acerque o aparte del objeto o el entorno. Kohler sugiere que el término motivacion deberia reservarse para esta relaci6n (Kahler, 1959/1961, p. 11). Wertheimer sostiene que “los vectores a menudo sur- gen a partir de los requerimientos de la situacién global, no s6lo por intereses egocéntricos” (Wertheimer, 1935/1961, p. 29). Este enunciado implica que el distintivo de una personalidad re- sponsable no es necesariamente la realizacién del yo. Para el desarrollo de una persona, puede ser tan importante satisfacer las condiciones de ‘campo como las necesidades e instar a ello a su ego. Werth este punto de la siguiente manera: “Para entender si la persona se est realizando, necesitamos estudiar a esta persona especifica en las situa- clones especiales de su vida y cémo se cumplen los requisitos de cada una de ellas” (Wertheimer en Luchins, 1978, Il, p. 280) Cada situacién nos invita a responder a las demandas de la tot dad; Kohler (1938) habla de Gefordertheit der Lage (caracteristicas de Jas exigencias de la situacion). Nuestros actos estén influenciados por esas demandas mas que por Impulsos individuales egotstas. La parte ambiental de la situacién no es el mundo fisico objetivo externo, si el mundo fenoménico, tal como lo percibe, lo experimenta y le afecta a una persona, Es el mundo que ella siente e interpreta, el mundo que constantemente la invita y, al mismo tiempo, el mundo que ella crea con- tinuamente, La persona se relaciona en primer lugar con su mundo, no con el mundo de otra persona (ver vifieta anterior de Koffka). Cuando se relaciona con el mundo de otros, lo hace comparandolo con su propio mundo, por ejemplo, en procesos empaticos y antiempaticos. Las siguientes observaciones indican una visin muy positiva y op- ta de la relacién del hombre con el mundo (Fuchs y otros, 1997, p. 194; Stemberger, 2002) ner aclara | Deade una Perapectva lpr a Terapia Staciona 5 iscapa- - Aunque esté gravemente perturbada, enferma, herida o citada, una persona tiende a (re)construir su situacién de la mejor manera posible (ley de Priignanz: tendencia a la autoorganizacién 0 de la mejor forma). - Hay un orden natural intrinseco a la situacién, el cual se rela con las caracteristicas de la demanda situacional mencionada arriba Es parte de la condicion humana, “Ser partes de la situacion es idén- tico a existir como seres humanos” Buytendijk, Avant Propos, 1954, pp. 78). “Un sujeto no es otra cosa que una posibilidad de situacio- nes” (Merleau-Ponty, 1945, p. 467) = Una persona es capaz de reconocer las exigencias de su situacién y, bajo condiciones favorables, puede responder adecuadamente a ellas, La tendencia a responder a la demanda de la situacion surge de la estruc- tura de la situacién (de la cual la persona es una parte activa), y no de las necesidades subjetivas de una persona aislada. Las exigencias situa- cionales y la habilidad del individuo para responder a ellas sélo pueden ser estudiadas en la relacion de unos con otros. Aun el conocimiento més detallado de la estructura o el funciona. miento de la personalidad y el conocimiento mas extenso del entorno son insuficientes para captar la esencia de la situacion especial de la que es parte el ser humano, porque la interacciOn entre la persona y su entorno es lo que constituye el nticleo de la situacion psicolégica (PHG, p. xxvi Cuando hablamos de estudiar y describir la situaci6n del cliente, no nos referimos a deseribirla en términos fisicos, objetivos, sino a reflexio- nar sobre cémo este individuo la experimenta durante un intervalo de tiempo (Kebeck y Sader, 1984, p. 213). 1.5 Investigar la situaci6n actual total de la persona Un evento actual se deriva de factores situaci6n concreta, “Ya no buscamos la ‘causa’ de sucesos naturales de ndmicos que operan en una Gorges Wolans- Geta Terapia de un objeto tinico y aislado, sino la relacién entre un objeto y sus alrede dores” (Lewin, 1936, p. 11). Lewin aclara esta relacién a través de una formul laconducta o cualqu “Siuno represent, + tipo de suceso mental como 'B" y la situaciGn gle bal, incluida la persona, como 'S’, entonces ‘B’ se puede considerar un. funci6n de’S', En concreto, B = f (S). En psicologia, uno puede comenza por describir la situacién global, distinguiendo en una primera aproxi maci6n a la persona (P) de su entorno (M). Cada evento psicolégico de pende simulténeamente del estado de la persona y del entorno, aunquc su importancia relativa es distinta en diferentes casos. Por lo tanto, po demos establecer nuestra formula B = f(S) para cada evento psicolégic« como B =f (P, M). Esto supone la necesidad de encontrar métodos pari Fepresentar a la persona y el entorno con un vocabulario comtin com parte de una situacién determinada” (Lewin, 1936, pp. 11-12). Lewin utiliza los términos “situacién psicol6gica” y “espacio vital como sinénimos para referirse a la totalidad de los hechos y a los acon tecimientos potenciales, a la totalidad de los hechos que determinan comportamiento de un sujeto en un momento dado (1936, p. 14). El es pacio vital es la individualizacion y la materializacion mas general de condicién de vida de una persona, y a su vez, la condicién de vida de luna persona es el antecedente mas constante y remoto de una situaci6r determinada y puede ser parte de la situaci6n inmediata. Influye en & estado de la persona y, por lo tanto, en las reacciones inmediatas, El espacio vital se compone de todos los aspectos de todas las inte racciones de la persona y su entorno en un momento dado en el tiempe ‘t’ Por lo tanto, B = f (Sb). Ya que, para Lewin, la situacién y el espacio vital son sinénimos, po demos reinterpretar esta f6rmula como B = { (Lt), donde el espacio vi tal psicolégico (L) indica la totalidad de los factores que determinan & ‘comportamiento de una persona en un determinado momento ‘t’ (1936 pp. 1214). Sélo aquellos elementos que estan activos en la situacién actual pueden influir en la interaccién persona-entorno. El pasado y el futu ro psicoldgicos son partes de la situacién psicolégica en un momento dado f. Cuando estudiamos la situaci6n de una persona, no debemos oF vidar que s6lo estan activos aquellos elementos que existen en la actua- lidad para la persona. La perspectiva temporal cambia continuamente (Lewin, 1952, p. 54). La circunstancia de un individuo siempre refleja el mundo sociocul- tural de la comunidad a la que pertenece y el mundo que é! crea en con- junto con los demas. El estado de la persona es el que esta perturbado, asi que la situaci6n es la que necesita ser reestructurada, Reestructurar la situaci6n no implica reparar 0 corregir las cosas de modo que vuel van a ser lo que eran originalmente, sino posibilitar las condiciones de la situaci6n general que permitirén el desarrollo de todas las partes in- tegrantes. En general se sostiene que las condiciones sociales, politicas y eco- n6micas, asi como los aspectos psicoldgicos del entorno, tienen un gran impacto en la incidencia de trastornos y enfermedades mentales y psi- coldgicas. No obstante, en la mayoria de los casos, los psicoterapeutas ¥ otros especialistas en salud mental y profesionales de otros sectores continGan enfatizando el tratamiento individual. La mayor parte del tiem- po, el enfoque es en el estado interno y la disposicién 0 capacidad para enfrentar las dificultades de su situacién. La palabra “enfermedad” con- cuerda con este énfasis: la persona no esta cémoda ni suficientemente preparada para enfrentar el mundo circundante; es a la persona a quien no le esta yendo bien. A pesar de su énfasis en el campo relacional unificador, la mayoria de los terapeutas gestalt atin consideran que la enfermedad es una ca- tegorfa de trastorno psicolégico que afecta a las personas, es decir, un problema que ellas y sélo ellas tienen. Asi perpetian la tradicion de localizar “sintomas” dentro de un “paciente” especifico que sufre, en vez de investigar la situacién de la cual el individuo es parte y donde han surgido sus problemas. Rara vez. se menciona la situaci6n sufriente, ‘Si una persona esta sufriendo, estd sufriendo por su situaciGn, por su inte- raccién con su mundo, y en consecuencia, su situacién también padece. Los terapeutas gestalt evitan dicotomfas tales como consciente € consciente, dentro y fuera, persona y mundo, y mente y cuerpo. PHG son explicitos al respecto: no hay tal cosa como conflictos internos (p. 134), cada conflicto es un conflicto en la situacién relacional persona-mundo y cada perturbaci6n es un trastorno de la situacion actual. Tales pertur- baciones, desordenan la relacién de una persona con su mundo. La teorfa gestalt invita a los terapeutas a pensar y, por consiguiente, aactuar desde la perspectiva de la situacién global. Es inconcebible que un agricultor, por ejemplo, afirme que las enfermedades surgen indepen- dientemente en arboles aislados como resultado de una alteracién del metabolismo del Arbol, una constitucién débil, resistencia deficiente, etc, los arboles no son y no pueden ser independientes de las influen- cias del entorno, del terreno donde estén plantados. Con demasiada frecuencia se considera que los trastornos son un asunto individual e intraindividual. El sufrimiento, el dolor, el contlicto estén ubicados dentro del cuerpo (soma), la mente (psyche), 0 ambos, psicosoma (psychosoma). Nosotros equivocamos el lugar del trastorno, lo que distorsiona seriamente nuestra percepcién de éste. Se considera que el lugar es el que esta en problemas o defectuoso. Una importante “ventaja” ilusoria de esta manera de pensar es que exime tanto al indi viduo como a su red de toda responsabilidad social; ninguno de ellos se compromete con el entorno sociocultural del cual forma parte. La teoria gestalt enfatiza que la interacci6n de la persona y el entorno es la que esta trastornada. La verdadera “enfermedad” es la pérdida de un repertorio rico en respuestas relacionadas con el mundo —un enco- gimiento 0 petrificacién (una “mineralizacion”, como diria Sartre) de la libertad para interactuar. La persona no es un cuerpo perturbado, no es un alma perturbada; en “psico"terapia tratamos con relaciones pertur- badas con el mundo (ver Capitulo 3). 1.6 Terapia gestalt: una terapia del proceso de “gestaltear” Para los propésitos terapéuticos de la Gestalt, Goodman, coherente con la tradicion tebrica gestalt, destaca la interdependencia de las partes de un todo. Compara esta interdependencia dindmica de la persona y el mundo con un continuo proceso dindmico figura-fondo (“gestaltear”), en 1 Desde una Perepectva Unpersna a Terai 19 el cual las urgencias y recursos de la situacién tienden progresivamente ala formaci6n de la figura contra un fondo (PHG, 1951, 1994, p. 7). La terapia basada en la teorfa gestalt se centra en una pregunta funda- mental: :qué necesita una situacin en particular para ser reestructura- da de tal modo que la interaccién persona-entorno sea mas sal ? La respuesta a esta pregunta requiere de un enfoque muy diferente al de la psicoterapia que concentra sus esfuerzos en los trastornos de un individuo, es decir, ls trastornos que estan localizados exclusivamente en el espacio personal o en la conducta de ese individuo. Se necesita una terapia que no intervenga en una de las partes cons- titutivas de la situaci6n con exclusion de la otra. Mas bien, se requiere tuna terapia que intervenga en la interaccién de las partes de la situacion. En el pasado, la mayorfa de las terapias han intentado intervenir en el mundo interior de la persona (conflictos y procesos mentales y psi Iogicos). Consideraban los problemas internos de la persona como des- ajustes de su “psique” hacia su entorno; no se pensaba que el entorno social pudiera estar mal adaptado a la persona. La clasificacién de un enfoque de "psico"terapia sugiere que el tras- torno se encuentra dentro de la psique, dentro del aparato mental de la persona, asi que quizés ya sea hora de modificar la clasificacién. Por el la terapia gestalt no necesita cambiar su nombre. El tén “Gestalt” dice exactamente de qué se trata la terapia: concentrarse en el proceso figurafondo de la situacién e intervenir en aquellos elementos de la situaci6n global que son mas propensos a ser responsables de per- turbar el funcionamiento de la totalidad. Estos elementos pueden estar relacionados con la persona, pero también con el mundo (personas, gru- pos, comunidades, estructuras y entorno fisico). Un terapeuta tedrico de la Gestalt, en lugar de ser un mero mode- rador de los procesos mentales de una persona, elige ser un facilitador de las situaciones de las personas. Cuando trabaja con las personas, aun ‘cuando sea de manera individual, esta constantemente muy consciente de que ellas son parte de una situaci6n y que ésta puede ser aliviada u ordenada interviniendo también en los distintos elementos de la si cidn de la persona. factor 20 En la interaccién persona-mundo, es imposible e insensato definir qué pertenece a la persona y qué pertenece al mundo (Merleau-Ponty, 1945, p. 517). Independientemente de cuanto profundicemos en nuestra psique, encontraremos nuestro mundo en cada nivel de la excavaci6n, es decir, las normas, valores culturales y politicos, etc., de la comunidad ala que pertenecemos, Se debiera considerar que los trastornos pertenecen a la situacin (PHG, 1951, 1994, p. 134), vale decir, que el proceso de interaccién en que participan la persona y su mundo est alterado y el proceso de desarro- Ilo se ha estancado, La situaci6n no se ha completado de manera tal que la persona y el entorno se ajusten satisfactoria y creativamente entre si El bienestar no puede ser compartimentado. Para los terapeutas feno- menolégicos (y los terapeutas gestalt deben considerarse entre éstos), los comportamientos que se etiquetan con términos como “psicético” “neurético” son modos de enfrentar el mundo en condiciones severas de vida, modos que satisfacen necesidades importantes y disminuyen 0 evitan la ansiedad que los acompana, La teoria gestalt sostiene que, para un funcionamiento “sano”, el indi viduo necesita encontrar un lugar, papel y funcién significativos dentro de la sociedad, y que la falta de un funcionamiento significativo como ser social es fuente de trastornos (Crochetiére y otros, 2001, p. 151; Wollants, 1984). En otras palabras, un bien-proceder trae consigo un bien-estar, y no ala inversa. Parlett (1995) habla del cambio de paradigma en psicoterapia desde un enfoque en el individuo a uno en la conectividad. En la perspectiva individualista, la persona se describe de diversas maneras como *resis- “renuente” o “evitativa’, La perspectiva de la teoria de campo basada en la conexién libera al individuo de la carga de una etiqueta estigmatizadora, tomando en cuenta el entorno, Entonces, la negativa a Participar en el proceso terapéutico se ve como un signo de apoyo insu- ficiente del campo, y no como un problema individual. Ya en 1948, Abraham Luchins, tedrico gestalt estadounidense, es- cribia sobre este tema: “La psicoterapia contempordnea generalmente se centra en las dindmicas del individuo (...), y no en las dinémicas del |. ese una PerspetivaUnpersonl a TeapaStunciona a campo social y la manipulacién de éste con fines terapéuticos (...) El in- dividuo es la variable que se manipula (...), de modo que es mas capaz de entenderse a si mismo y sus trastornos y ajustarse a (y quizés manipu- lar) las condiciones ambientales (..) Los conflictos personales a menudo se deben a las situaciones reales. La sesi6n terapéutica s6lo es un tipo de situaci6n, y por lo tanto, no impide necesariamente el posterior fracaso del paciente ‘en las situaciones de su vida’. Incluso cuando posibilitamos la transferencia de las experiencias del grupo a su existencia fuera de las sesiones del grupo, la persona esta condenada al fracaso cuando vuelve al sistema, comunidad 0 émbito cultural que no ha cambiado” (Luchins, 1948, pp. 424-425). En la entrevista con Walker (1971, p. 186), Perls sostiene lo mismo cuando dice que “psico"terapia no es un término apropiado para des- cribir lo que se necesita. Las enfermedades mentales son solamente una clase de perturbacién entre la totalidad de los trastornos de la interac- cién persona-mundo. Por lo tanto, la expresi6n “psico”patol6gico tam bién es Inadecuada, porque los llamados desérdenes p: son solamente psiquicos, mentales o espirituales. Son desérdenes de la interaccién, son relaciones desequilibradas de la persona-mundo, En. respuesta a este estado de cosas, el tratamiento gestalt como tema de la terapia aspira a reestructurar estas relaciones. Si miramos a la persona y el entorno fenoménico como parte de la situacion, “no podemos cul par de la alienaci6n al individuo o al entorno (\.). Ya que la persona y el lad dinica —es decir, el campo—, ninguno de ellos puede ser considerado responsable de las enfermedades del otro” (Perls, 1973, p. 26). Lewin estaba convencido de que un cambio ambiental podia ser muy importante para el desarrollo infantil, Crefa que en una situacion donde hay vectores conflictivos, éstos tratarén de escapar saliendo del campo. Elterapeuta gestalt puede elegir intervenir focalizéndose principalmente en la persona, en el entorno o en ambos, 0 en la interaccién entre perso- na y entorno. El término terapia gestalt se justifica siempre y cuando el tratamiento no excluya ninguno de estos factores a favor del otro, es de- cir, la terapia gestalt no se limita a la “psico"terapia, y en consecuencia, juicos nunca 2 Georges Wott Ces puede usarse eficazmente para instaurar las condiciones que permitan restablecer el tipo de interacciones necesarias para reconstruir creativa- mente una situacién. Es obvio que desde una perspectiva coherente con el desarrollo pa- tol6gico, se debe tener en cuenta lo ast llamado patolégico, no como un elemento por si mismo, sino en términos de una perturbacién de un intercambio significativo entre la persona y el entorno. Se podrian ha- ber evitado muchos malentendidos y maltratos si cada caso se hubiera considerado como perteneciente a una totalidad, como parte de una glo- balidad, con una funcién y un significado dentro de esa totalidad (Wer- theimer, 1991, p.53). En mucho mayor medida que lo que hacemos actualmente, debemos considerar qué tipo de intervenciones terapéuticas podrian hacerse en las situaciones de nuestros clientes y c6mo podrfa reorganizarse su en- torno social. Silo hi ‘ramos asi, en vez de excluir a los enfermos menta- les de la sociedad internéndolos en hospitales, tal como se abandona a los adultos mayores en asilos de ancianos y a los jovenes problematicos en instituciones correccionales, muchos de ellos recuperarian su bienes- tar (ver Wertheimer, en Luchins, 1978, I, p. 140). a Terapla Sten 2 Resumen Yo siempre soy parte de la situacion. La situaci6n es un todo dinémico que consiste en fuerzas interact vas que surgen desde mi mundo fenoménico y desde mi Desde el comienzo, no soy una persona individual, sobre y contra un mundo exterior, ni hay un entorno separado de Mi entorno y yo constituimos un todo, y las leyes de los procesos holisticos que participan en esta situacién tienden hacia un com- portamiento significativo de sus partes Mi desarrollo como persona y mi comportamiento conereto se pue- den entender correctamente s6lo como una funcidn de la situacion | global. | La unidad bsica de exploracién e investigacién —y, por lo tanto, de la terapia— es la experiencia de mi mismo y de todos los otros elementos que influyen en mi situacién en un momento determina- do, Yo no soy la nica parte de la situacién; soy parte de la situacién junto con otras personas. En lo que respecta a la creaci6n de un equilibrio entre las fuerzas {que surgen de la persona y aquellas que surgen de la experiencia con el entorno, los demas y yo dependemos unos de otros. Cuando se obstaculiza este balance dinémico relacional, las partes involucradas en una situacién se desordenan. Los des6rdenes men- tales se relacionan con un trastorno del ajuste creativo en el “en medio de” . “Ya no buscamos la ‘causa’ de los sucesos en la naturaleza de un objeto Ginico aislado, le rodea (..) Sélo se puede esperar entender las fuerzas que gobier- nan nuestro comportamiento si se incluye en la representacién la situacién psicolégica total” (Lewin, 1936, pp. 11-12), ino que en la relaci6n entre el objeto y lo que ‘corse Wallan es CAPITULO 2 LA SITUACION EN DESARROLLO Elnitio, desde su primer dia de vida, es objetivamente parte del entorno social y moriria en pocos dias si fuera alejado del mismo. —Kurt Lewin, 1952, p. 130 25

También podría gustarte