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El trauma en psicoandlisis Guy Briole Psiquatra, Pslcoanalste, Moff, Prof agegadoen Valnde-Grice, Servicio dePsigulatra iptal Instruction des Annes du Valde.Crice, 74 Bud Prt Royal, 75005, Pars, Francia “En suma, no poseo para expresar mi vida sino mi muerte” Cesar Valljo(18) ALT amucrte no puede se vivida. Noes un hecho de la vida"(19). Wittgenstein con- sider a mueite Como un acontec: mniento, es decir com “lo que sucede” y queso puede deci, Un hecho, precisa Lacan en su Seminario “Les non dupes erent) so que se produce fer el det, estin nace, sores Lac agrega gu eto per. fermcealaetentoiniocte bam reels os pueda creren ello, loam en n no-reenea Greenca no we opone a no-creencla aque son dos Iodaldades decree sinoacertra. As put, quecl Sufeto no pueda ceeren el, noo deje a no- atin rect ote Unencuentotraumatco con red dterinaun punto de cetera De todas mane, uno no puede bia egodel orden deloincreblepaastsmo.Y Ec laoe guetl sufio ecutde Bo quclescadea tnpartente gues cncuets sore Pont Perzeuldoporlamisma pesadliaenaquemata aun {ouasdo seman tisuenotumstic apiece cuaneo, tasuna vide de tabao yuna ve legado ala cima de tuna run empresa que nam abla estriado, Eine equals team yo? cegin dey leon: sej de adinistacn i despide de forma beta La escena real habia sucedido cuando él tenia quince Stow tescas despues cequela Genapotenazaas ach Hab cones rao oun soda aie fnansen un bosque. Lehabarooadosurevbiery Jo habia matado en el momento en que el soldado se despertaba sobresttao, No ste qo Io lev omar Subir Alf Ueto auna oto donde sve toldado con un adolescent un paey un ho. El hombre que iba al Agora {Por qué sucedi6? El interrogante viene después dela respuesta, ladelo real. Surgido en el instante del traumatismo, es la tnica V lacerante formulacion de Jo indecible a lo que el sujeto se ve confrontado, en su encuentro con un acontecimiento traumatico. Por ende, en un encuentio con lo real, el sujeto es ‘traumatizado: esto puede ser un punto de partida, ‘que requiere ser precisado. Ast es, silos encuentros ‘con lo real son permanentes, no por ello son todos ‘raumaticos. La realidad det mundo exterior esta pre- sente para nosotros s6lo bajo una forma ordenada. El ‘sujeto, rectificando el principio del placer por el principio de realidad, se enfrenta a “fragmentos es- Ccogidios de la realidad” (14), realidad sobre la que se apoya para seguir sotanido. era esta realidad, indica Lacan, "no ae m&e que ‘una mueca de lo real"(13), real que el sujeto puede, entre otras cosas, hallar en el acontecimiento trau- -itico, Entonces el suefio se torna pesadilla. El mundo exterior es quello con lo que uno se las tone que arteglar, tanto con la que puede asimilarse ‘como con todos sus azares y encuenttos. El surgi- miento del acontecimiento traumatico, en circuns- tancias calificadas como particulates, induce a esta- blecer clertas diferencias en los efectos que se produ cenen el sujeto, En la vida de un sujeto, un hecho, un hecho huma- no, ¢s lo que ocurrira mafiana. Esto tiene que ver con Ta contingencia. Que se pueda plantear que hay una parte previsible en lo contingente, no deja de causar ‘asombro, Sin embargo, los hechos humanos son tan- to més previsibles cuanto son constantes. fs un fend ‘meno de estructura, No obstante, por otra parte, lo contingente ¢s incalculable, es Io que produce en- ‘euentzo. A lo necesario de Ia lagica modal, no se le iqnien en arena brani, Palabras Clave: Trauma psiquico - Trauma y picoandliss~ Neurosis traumitica, “TRAUMA IN PSYCHOANALYSIS Summary ‘Based on the description ot cuntcal cases, this article presents Sigmuna Feu anc Jacques Lacan's concepts related to psychic trauma peychoanalytie theory. ‘Words sich ‘tauima ~ Trauma and psychoanalysis~ Traumatic newosis. [VERTEX Rev. Arg. de Piquit 1998, Vol X:26-29, ‘pone Io contingents, sino la impo- Sibilidad de decirio real. De este mo- a, la tuché como encuentro con lo real, esté donde se dee mantener 0 contigente como lo incaleulable, in- ‘aloulable en sus efectos de gnce El hombre que, en su camino ha- cdacl Agora, tienela suertede hallara lun deudor én et que no pensaba y de cata forma puede eobrar una deuda, cree, ycon razén, quella suertees una causa perfectamente real(1), Suerte en el sentido de probabilidad. Un asuito del azar, de la casualidad Se- iin Aristoteles, cuando entre los he- hos que se producen con un cierto fin, uno de ellos se produce acciden- talmente, se dice que es fortutt. Et hombre que 3e drigia al Agora cobra su denda de manera fortuita, como gracias ala castia~ lidad de haber encontrado a su deudor, pues no habia. {do all para eso. Y sin embago, cobra esa deuda como si hublera ido alt para eso, As, fo que se produce de ‘manera fortuita, por casualidad, no es una causa, co- ‘mo la que guia un acto intencional, voluntario. La ca sulidad, el azar, mds ben unacausaporacidente “en el sentido precisa Emile Brenter-que el acto, at cual el hecho desafortunado o afortunado es el efecto, no fue llevado a cabo para producirla; pera atin as, este efecto habria podido ser un fin, porla voluntad” De este modo, ese sujeto que apura el paso para Hegara horario a'su cita “de hombre tnftel”, como rmlsmo dice, ve que su prica ee fronada brutalmente por la explosién de una bomba, en la nue de Rennes. Algunos dirin que se trata de un “real puro que le ca- ‘yo encima, sin implicacion subjetiva’; él dice: "Me estaba preguntando qué podifa inventar que justifi- cara faltar ala cita”. {Se trata entonces de rendirse ante lo real, o bien ante el fantasma y la pregunta neurotica de ese sujeto obsesivo? Tal como el hombre del Agora, este sujeto no tba intencionalmente al encuenteo de una bomba, y sin embargo lo real de ia explosidin acude camo respues- taaloquebusca sin decidirsea hallalo: “cOmo zafar- seo més precisamente “cualquier cosa antes que ex- ponerse a a castraciOn”. Por otra parte, ese “cual- {guicr cosa” es frecuentemente muy preciso y no deja de tener que ver con la muerte de los otros. Que el su- jeto sea despertado por el tema de su propia muerte, allidonde seguia sofiando con la de los otros, que se vea Woufruntado biutalmente a este tema cambiar dicalmente la situacién, en un instante. La vida de este sujeto puede verse trastornada. En este sentido, el despertar tiene efectos trauméticos. ‘Nuestro sujeto, ensu camino hacia su destino, na- lia algo que no podia deelese en lo que experaba: que no phiede decirse en lo que va a buscar en esa cita. Piensa que va a buscar algo en esa cita y encuentra otra cosa que, aunque sea un encuentro con lo real, esta ligado con algo en juego, desde el inteto dela ae~ cién, Asi vetamos, con Lacan, que existe una parte previsible en lo contingente, que para un sujeto,al- {go esta “tramado’. Eso es lo que sé llama la tuché. Le ‘queda al sujeto atravesar esa trama olo que allisetra- ina, Bs también después del hecho que el sujeto dice "tenia que pasar”. Pero es obvio que esta formula: ci6n "tenia que pasar’, ¢s una elaboracion signifi ccante de la formulacion “por que paso esto?" que ‘por su lado, deja al sujeto sin palabras, luchando con, To real. En tin encuenteo traumétion se puede hallar el limite de lo que puede ser dicho. No hay palabras ppara decir la experiencia vivida, como siuna parte de sta experiencia escapara a toda subjetivaciou. De este modo, existe siempre una sobredetermi rnacién del azar cuando se pretende que siempre exis- ta una causa a cualquier precio. En el caso del en- ‘cuentro traumético, la causalidad no es lineal y to {que vcurre hivy para el sujeto debe referise a lo que To consituye y a qua al tranma ce ectrictire con la ‘modalidad del aprés-coup. ‘Un acontecimiento traumitico que le sucedea un ‘sujeto abarca ala vez una parte de real, lo que Lacan ama un hecho, y una parte de subjetividad en la que estf comprometida el sujeto. Asi pues, no hay trau ma absoluto que no implique en nada la participa clon del sujeto, Es porello que el psicoanlisls compromete I ponsabilidad del sujeto frente a esta irrupeién stibita deun real que lo confronta a las figuras de su destino ¥y que puede trastornar su vida ya que, como lo indi- ca Lacan en Ciencia y Verdad, “siempre somos tes- ponisables de nuestia posicién de sujeto"(13). ‘Tres casos clinicos Se trata de tres jovenes mujeres que sufrieron un tranmatismo sexual, dos de ella durante la adolescen- cia, la otra en la Infancia. Las tres se quejan del padre. ‘Una deellas recuerda ia frase de su madre: "Atu pa- ‘re hay que tomarlo com es”. Frase que habla pro- rnunciado para calmar a eu hija quien le pedia que reaccionara ante la infidelidad del marido. La amante del marido era una amiga dela familia con laquela pa- ciente tuvo cierta complicidad durante un tiempo. Lugo lube distintos hechos. de adolescente se tugs dal domicilio familiar para seguiraun hombre queco- nocié de casualidad. Su padre se opuso luego a que volviera a la familia. Poco después, él murié, brutal- ‘mente, muy joven. Y despues sucediO la agresion se~ xual, en su domicilio. M&s tarde se produjo el eneuen- ‘VERTEX Rev. Arg, dePsigulat. 1998, Vo. trocon un hombre quellehizola siguiente eclaracion \uainty ella fe wntd subte su violation: “Te win wv _mo eres” Siguieron cuatro afios de vida en comin en los que ella dio muy poco de si misma £1 pens6 que era tiempo de tener un hijo. Aquel "Te tomo como eres’ se volvio, entonces, un motivo inevitable de se- paracién. ¥ de hecho, Io abandond. Entonces pidid comenrarsin andliee, pore padra,cegin dacta, y pat algo que le parecia esta igado a ello de manera eni matica: gpor qué habia dejado la puerta abierta? ‘Ouradecia “Mu padre eso peor que hay”. Asiempe- 26 cita pacicnte para agregar cnseguida que su madre sehabia separado del después de tressemanasdema- ‘rimonio, y ya embarazada de ella La razon: acababa de descubrir que su marido era homosexual. La ma~ dre, y sobre toxo le abuela materna, se ocuparon cul- dadosamentede queno lo conociera. Laabuela,quién Ja mantenia alejada de su padre, por otto lado se en- cargé de alimentar as calumnias en su contra. No s6- oes homosexual, deca, sino también pedéfilo. “En- tonces... nunca se sabe", decia la abuela. En la Univer- sidad un violador sembréael pénico. La policia lo bus- caba. Nuestra paciente no cerré la puerta de su casa. Tras este drama, vivio aventuras pasajeras con distin 10s hombres. Qued6 marcada por el traumatismo. ‘Lucgo conocié a un hombre del que se enamoré con pasién. Cuued6 embarazada y decidié aborta. El hom- bre era homosexual. Un suefio traumstico vuelve to- dass noches y reproduce la escena de la violacion. Para la tercera es un acontecimiento de a infanicia Jo que marcé su vida. Tenia ocho afios y pasaba el fin de semana con su padre, pues los padres estaban dl- vvorciados desde hacia cuatro afios. Ella dormia en la cama con él. Elestaba desnudo. Ellahabria movido su pie hasta tocar su sexo, Entonces se habrfa produciéo "ig irreparable” y su pace le habria dicho Ia siguien- te frase: "Mird lo que has hecho”. Se habia impresio- nado, pero pronto olvidé la escena, lareprimid. Vivia en Argelia donde habia nacido, Se quedo alif hasta la edad de diez y sicte fos. Relata otro hecho, cuando tenia quince aha: Ia muerte de sa Ho, un hermano, del padre asesinado con arma blanca y mutilado en los genitales. Fue entonces que reaparecié la escena ‘de seduccion que atin noy esta presente de modo ec- mnéeleo. Bsta escena abarea elencuentro traumstico, el de a castracién real del hermano del padre, que la hizo volver al primer plana. Que la escena de sedhic- cin sea una escena real, un recuerdo encubridor 0 ‘una construccién fantasmética no es lo importante. ‘Lo que hay que destacar es que es un obstéculo, obje- ‘én ala irsupeién de lo real traumstico, o mis bien, que lo inscribe en su dimensién sexual. ‘Su vida, su relacion con los hombres se ve marcada por este interrogante: “Cémo confiar en los hombre- S?* gAcasy su tovio nu acaba de wbatrdonatla?! He aqui tres répidos esbozos de pacientes “freu- dianas", en el sentido en que, como para las pacien- tesde Freud, el trauma resulta ser sexual porla accion atribuida a otto. En estos casos, cada uno de los pa- ddres se encuentra interpelado. ‘Trauma y nacimiento del psicoanlisis El trauma sc halla en cl origen y luego en Ia histo- ia del psicoanslisis para significar los efectos del en. ‘cuentro con lo real(13), Con la histeria, Freud se enfrent6 a un goce que evita al sfntoma, y sobre el que no se puede decir na- a. El trauma de la seduccién, esa aparicién de goce, deja al sujeto sin palabras. Un sintoma puede ocupar este lugar. Asi en la “Comunicacion preliminar” (2) escrita con Breuer, la causalidad es directa: si nay sin toma, es porque hube trauma. Por ende, ya desce el comienzo de la experiencia psicoanalitica, Freud atribuye la etiologia de las neu- tosis a experiencias trauméticas psiquicas sexuales, [pasadas, Esel primer axtoma de la teotia freudiana: e1 trauma oe rexual. Be una eccona de roduccién ojorct da por un adulto sobre un nifio. La misma no habria producido una excitaci6n sexual en el nitio, Una se- ‘gunda escena, aparentemente anodina y que en ge- rheral aparece después de la pubertad, recuerda la pet- ‘mera por un rasgo asociativo. La reactivacion de este recuerdo provoca un flujo de excitacién que desbor- da las defensas del yo, Es el segundo axioma freudia- no del trauma: si ei primer acontecimiento es tlama- do traumstico por Freud, cs por su efecto de aprés- coup: nachtrdglich. Fs importante destacat ese punto de inflexién tebrico esencial donde la dimensién de lo energético desaparece a favor del sentido. El trau- ‘matismo, sea cual fuera, deja una marca: la pragung delacontecimlento traumatico que, sin embargo, 56 lo tendré efecto de aprés-coup. El texto “Psicoterapia de la histeria*(6) escrito por Freud marca el punto de ruptura con Breuer. EI trau- tua se vuelve uids complejo por las cadenas asociat vvas y los retoques del recuerdo, Freud introduce en- tonces el concepto de defensa, ¥ ya desde esa época, para Freud, la causa vuelve hacia el sujeto, en rela ‘clon ~en el sujeto neurotico~ con un contlicto srre- ductible. Tacan ha subrayado que, en “El proyecto..."(4), Freud aborda el traumatismo desde un angulo ético. ‘Aunque se trate de la dimensién energética, Freud plantea que el traumatismo esta relactonado con una fuente de excitacién interna. El traumatismo externo slo tiene valor o resonancia traumatica en relacion on una excitaci6n interna. Por ende, el traumatismmo es traumitico slo en la relaci6n que puede existiren- ue el encuentio Waumtico y algo que el sujeto ya co- ‘VERTEX Rev. Arg dePsiqua. 1998, VoL.IX noce. Al reside la intuicion freudia- ha: una intuielon de una causaliad el sujeto, expresada con la modall- ad del aprescoup. Bl apres-coup es la constitucién misma del sujeto. No ‘obstante, en esta ép0ca, Freud no de- ‘muestra esto, y la teoria del aprés- coup, como hemos visto, se desarro- ig sobre todo respecto de aconteci rmientos tranmaticos Pero en “El proyect...", ycon el ‘caso Emma, el abordaje de Freud es mds complejo, Se trata all de una Jo- vvencita que no puede entrar sola en tun almacén, Dos escenas entran en tension. La primera, en la que sufre los manoseos del almacenero con la excilacion que esto provoca. La se~ sgunds, con los dos vendedores, ace tualiza la primera (sas, burlas sobre su ropa) ¥ desencadena el sintoma Notemos que Freud insiste en un punto: después dela primera escena, Emma habia regresado al negocio por propia voluntad. De este modo, en el encuentro uaumdtioy hay que wusideras tau bign que existe una toma de posi- cin respecto de la primera aparicion del goce Habria que distinguir una pertinencia: Tener goce ——|-_-Tomarsentido 3 traumatismo sintoma El fantasma En 1897, en la carta N* 69(5) que envia a Mies, Freud manitiesta su decepcion respecto de la teoria traumatica; “Yano creo en mi neurot paso decisivo cuestionando st teoria de la sede cidn. Para ello, plantea tres razones, la ms impor- tante de las cuales es su decepcion ante el fracaso de las curas que pensaba llevar hasta el final a traves de la revclacién de la cscena traumética, De hecho, el fin de la cura tenfa lugar con un acting-out. El trauma representa un punto de detencién, un tope en la cu- ra, Su aparicion a plena luz no tiene efecto y deja al sujeto luchando con fo real yue 9 repite, Destaque ‘mos pues que desde 1897, Freud no cree mas en los efectos de la abreaccién. Introduce el tema de los fantasmas infantilesen et que ya se interesaba desde hacia varios meses, en su abostlaje del complejo de Edipo. No opone el rauma al fantasma, sino que india que el trauma dee ser ubicado en el mismo plano que el fantasma. Asi, Freud substituye lo real traumatico con laf «ion del fantasma. La cura se desplaza de fa rememora- ci det acontecimiento trawético al tema del desco del sujeto,dialectiaable en la cura. Sin embargo, manten- drdsiempre como exigencia halla la escena traumé- tica, un sia veces su recuerdo est enmascarado. Freud se dedicara entonces a especificarlarepreston original: para que haya represién, es menester que ya sehaya constituido un mésallé de la represién el pri- ‘mer niicleo de lo reprimido-. A esta constitucion del primer niicleo, que luego atrae a todas las otras repre- slones, Froud le asocia la expericncia original del trau ‘ma. Precisa quese trata de una “laguna dela verdad in dividual”, EI fantasma fundamental es lo que puede en ‘mascarar, recubrir ese vacto estructural. Latraves salvaje del fantasma En 1926, con “Inhibicion, sintomay angustia"(9), Preud procede a una revisién de la tcorizacion de Ia angustia y del trauma. Fl modelo freudiano del tra ‘matismo es el dela separacion del objeto primordial (el Otro maternal), perdido desde siempre, e imposi- ble de volver a encontrar como tal. El fantasma es lo {que intenta reerear imaginariamente el vinculo con, elobjeto perdido y, recubriendo la operacién inicial contener lo real pulsional interno al mismo tiempo que protege del peligro externo. Blyo, ala manera delo que Freud habia establecido yan "Mas alld del principio de placer"(8), con sume. ‘fora del para-excitaciones, debe defenderse tanto de ‘un peligro externo cuanto de los movimientos pulsio- nales internos. Asi, es totalmente artiicial mantener ladivision en traumatismos internos y externos. I peligro interna puilsianal prowiene de que la sa- {tisfaccion de la pulsion representa un peligro exterior; Jocual habia llevado a Freud a decir que por la proye: ‘On el sujeto pone en el exterior la amenaza inter- 1na(9), Para que cl peligro exterior tenga un sentido pa rael yo, esnecesario que éste haya procedido a una i tetiorizaciOn: “es preciso que haya sido reconocido en. surelacion con una situacién vivida de depresion”. EL peligro extertores un peligro solo en la medica en que contiene para el yo el recuerdo dea primera amenaza, VERTEX Rev. Arg, de Psiguiat. 1998, VolIX 28 G.Briole la de la depresién consecutiva ala separacién del abje- to primordial. Esta depresion, Freud la asociaa lo que, originariamente, es traumético, Lacan se une a Freud [para indicar que lo eal esta alli habitando alsujetoy, ‘on este lugar, esté contenido, localizado por una construccién, el fantasma(13). Lo real sostiene al fantasma, el fantasma protege lo real. La experiencia traumdtica del encuentro con lo real provoca, forzando el priuciplo del placer, usa ‘efraccién que indica pars el sujeto un “Mas all" una travesia salvaje del fantasma hacia su nticleo de lo real, Lo que se le revela al sujeto, es un punto que es- ‘capa al conocimiento, pero que provoca su goce. El goce se impone al sujeto En 1920, en “Mids allé det principio de placer”(8), Froud deseribe con la compulsi6n a la repeticién, la ‘manifestacién -a partir del inconsciente- no va del placer sino del sufrimiento. Lo que, desde el incons- ‘iente,fijaal sujeto y o deja en Ia incapacidad de de- Gres de otro orden €l gove. Del placer y del displaver ‘lsujeto puede decir algo: se adapta ellos, inclusive siestd insatisfecho. El goce, por su parte, supera toda pposibilidad de ser iocalizado por el sujeto; el sujeto hho puede decir nada at respecto. ts 10 que anota Freud cuando el Hombre de las ratas(10) fe celata 1a cescena del suplicia de Is ratas que le habia contac el cruel Capitan: *Se ve en su rostro una expresion ‘compleja y extrafta, expresi6n que no podria tradu- ‘ir mas que como el horror de un goce que él mismo Ignore” dice Proud, En un encuentro traumitico, esel goce loquesele impone al sujeto. La escena traumtica, la escena de -foce se produce cuando surge en el campo del sujeto lun cuerpo a cuerpo, ya sea sexual -comio la escetia primitiva-o asesino, cuando es su vida ola de otro lo ‘Que esté en juego. Esta escena alcanza el vacio estruc- tural, inscripto en el corazon de todo sujeto hablan- te, donde se revela que “es la muerte lo que nutrea Ia ‘existencia", como lo demostré Freud en "Ms alld del principio de placer") EL goce que se impone en el traumatismo, deja al sujeto en la incapacidad de decir algo, lo que fuere lo que no quiere decir que no se encuentre concer- nido-, Por el contrario, lo esté en su singularidad misma. De este modo, no se puede concebir un trau- ‘ma absoluto, como se dice a menudo para las "neu- rosis trauméticas”, y que no implicaria para nada que el sujeto est conicernido, i bien esta vomproba- do clinicamente que todo sujeto puede presentar ‘una “patologia traumética”, la manera en que se re parten en un grupo expuestoaun traumatismoaqué- Ilos para los que se vaa produciruna etraccion no tie- rhe que ver ni con una “constitueién" previa, ni'con tuna districién aleatoria. Una situa es trauma a para un sujeto cuando se da en un momento preciso de su historia, Freud destacé la importancia determi rnante del efecto sorpresa, Este efecto debe entrar en tensién con la posieién particular del sujeto respecto de su fantasma en el momento mismo en que se pro- dujoel encuentro traumatico. Lo que hace ala singu- laridad del trauma para un sujeto, es aquelio en lo {que fue sorprendido. Es lo yue subtaya Freud a na~ rracién del suplicio de lasratas sorprendeal sujeto en. tun momento fantasmatico particular. En otto sitio, el sujeto se hallaré confrontado a su propia muerte, rlentras que su odio apunita ¢ uuu con la tivalidad cedipica. No te pueden deseribir todas las eventuali- dades, dependen de cada caso. Loque alcanza y reactualiza la efracci6n traumati cas el trauma inicial, estructural, oculto hasta aqui put la pantalla del fantasma, De este modo, como lo habia notado Freud, todo trauma est estructurado ‘como un aprés-coup. Asi pues, para Freud como para Lacan, el trauma es causal del sujeto. Fi tranma es cansal del sujeto, En Seilicet J, Lacan indica que “lo que debemos sorprender es algo cuya incidencia original fue mat~ ‘cada como traumatismo"(13). Por ello diremos: o1 trauma es la realizaciOn del suieto mismo, es el he- cho mismo de advenir como sujeto. El significante ello tiene como efecto un sujeto. Es decir que del al- otltuno $/s planteado por Lacan hay que compren- der que para el psicoanilisis, el sujeto.es creado y no creador, ¢s efecto, efecto del significante. Un sujeto entonces determinado por el significante, sujeto, Drecisa Lacan, en “Les Non Dupes erent”, surgido We algo que s6lo puede tener su justifieacién en Otra parte(12). Fl significante proviene de alguna parte: se pronuncia un enunciado y la enunciacién viene dde Otra parte. EI sujeto se halla “sujeto” a ese signifi- ccante que tlene un “cardcter Ue lmmperativo"(16) y [quevviene del Otro. Elignifieante St relia eeta ope. Tacién de herida del campo del Oto en el campo del sujeto que produce la fala, la division del sujto. Pero ese Otro, sometido a su vez a a castracion, launbign es faltante y su falla es anterior a la del suje> to: S(A). La emunclacién est4 del lado del Otea y el su- Jetono se manifiesta con un “yo soy”sino con un “tu eres", En esto, el sujeto se ve traumatizado por la in- trusion de ese significante primero que lo marca y 1a divide, Elsignificante suponeunefecto elsujeto ba- rrado-yun resto separado y perdido para siempre: el objeto a, $<>A es el matema del fantasma que es res- puesta a esta division. Asi pues, lo traumatico es la entrada en el lenguaje, es la inuusion de ese primer tignificante, relacionado con la falta de signiticante en el Otro S(A). El fantasma es una respuesta que in- tenta inscribir el Goce en el Otro. Es otra manera de decir que por una parte el fantasma protege de lo eal {que representa, Es también una mancra de designar “el fantasma como cura del tran: Este mismo punto es retomado explicitamente por Freud, en 1932, en las “Nuevas Conferencias de Introduccion al psicoanalisis"(7). El primer encuen- tro es un excedente de libido correlative a la repre siOn original. Yel sujeto nunca esta al abrigo del re- ‘greso del traumatismo original. La teoria que Freud ‘desazrolla de la angustia-sefal ¢s una teoria del fan- ‘asm El fantasia viene a tecubar Jo real del trau- matismo [$->a] al tiempo que ocupa su lugar, cum- pliendo la funcion de real (S(A)l. Luego el sujeto, efecto del significant, es también efecto de la fata de signiticante. La falta de un signiti- «ante, es también lo que define loreal. JA. Miller pre- ‘VERTEX Rev. Arde Psiquiat. 1998, Vo.IX ‘isa en su curso “Les réponses du réei(17): “un signifi ‘ante que falta es lo que define al sujeto como discon- tinuidad en To real, yen tanto etecto de significacion, ‘vomio respuesta de lo real”. El sujeto es efecto del sig nificante y respuesta de lo real, Fxiste un limite en el lenguaje que hace que no todo pueda ser reducidoa él Lacan, en referencia a la teoria de los nameros reales ‘demuestra que por lejos que se leven las citras, no es posible llegaral sentido, Pucs las cifras en si estén en el lugar del sentido. Es lo que hace imposible escrbic la relacion sexual. Un hueco que tapona el lenguaje co- ‘mo tal, Le tapa el acceso al ser hablantea cierto punto ‘que toua lo real, que Lacan define a pastir de las cate- sgorias logicas como lo imposible. Lo imposible de! len- ‘guaje para poder escribir la relacion sexual. Una vez ‘més Lacan precisa que el trauma es sexval(12). Y esta falla en el lenguaje hace que siempre haya tun punto donde se tropieza con un irreduetible, con tun imposible, Retomemos este punto: el trauma es causal del suje- to, Reside en él, detrds de la pantalla del fantasma Asi, nose puede concebir un trauma que no sea rela tivo al sujeto neurético. Su existencia supone que se haya formado la estructura neurotica. El trauma se scribe S(A). En la psicoss, la cuesti6n del trauma po- dia evocarse para el desencadlenamiento. La coyun- lua diandtica del Uescricaslenaniicnto no puede ser asimilada a un trauma, Es regreto a loreal bajo la for- ma de alucinacién. Para la neurosis que también es respuesta de lo real, el llamado al "que quiere de mi el Otro” hace ‘que sea la pregunta lo que camascara la respuesta. Es tina respuesta de To real que se cubre con la pregunta del Otro. Asi, en el encuentro del Hombre de las ratas con el cruel capitin, Ia “crisis obsesiva” es conse- ccuencia de la desestabilizacion del fantasma por los efectos mismos del encuentro. ‘Lo que causa trauma es una revelacin brutal, una travesia salvaje del fantasma con un regreso deo que se asocia ala represién original y una aparicion del xoce alli donde nu deberia haberlo, En este caso, la respuesta por el sintoma no permite que los efectos de lo real Sobre el sujeto tengan bordes, limites. Por analogia con la psicosis, se evoc6 para el trauma la cexistencia de un punto de torctusion. Referencias bibtograticas 1 Aristteles, (Physique ID (Beéhier 1, p 18D. 2 reve), ewd S, Eudes sur yee PUF, Par, 1956, 4 Rriole , TehigotF, Lafont R., Favre}-D.,ValletD. Le tae ‘mati psyhique: rencontre et even. Pats, Masson, 1994, 4 Freud's, “Eagulsse 'une psychologte seientlyue en: La inalssance del pchanalse, PUR, Pais, 1979, S.PreadS, “Lette 69". en: Lanassance dela psychanalyse, PUR, vans, 19/9. 6. 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Al sujeto también le toca interrogarse sobre la parte de sf mismo ext los efectos del encuentro "qué posibilidades me que- dan?” Fl pslcoanalista plantea lo posible para el su- feto en el Ambito de la ética 10. Freud, ho Pas, 1954, 1, Lacan], “Lascence eta vit” en: Er, Sui Paris, 1966. 12! Lacan, “Les non dupes erent” 1973, net, 13, Lacan Jy De a paphaaly se dan sr rapport ave la ait ‘Salle, 1 Paris, Seu, 14. Lacan, Le Séminaire, Live VI, Lhiqu de a psychanalyse Pass, Seu, 1986. 15, Lacan, Le Séminaire, Live XI, Les quatre concepts fondamen- ‘taux de a psychanalyse Pars, Sel, 1973. 16. Lacan J, Le Sent, Lie XX, Encore Psi, Seal, 1975. 17 Miller} A. “Les pons du” Notes de cous, 1987. Inés, 18, Vallejo, Poemas humanas, Gress, Madi, 1978. 19, Wittgensfem L, Tracom loleophileopi, Galland, Parle 1961 ye aux tas. En: Cig psychanalyse. PU, ‘VERTEX Rev. Arg, de Paiguat. 1998, Vol IX

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