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Antecedentes
del Derecho
Civil
El Código Civil Ecuatoriano es una adaptación del Código Civil Chileno, escrito por el
abogado venezolano Andrés Bello, quien empezó la redacción del mismo en 1840, siendo
entregado al Congreso de aquel territorio, en 1855, autoridad que lo aprueba aquel mismo
año, entrando en vigencia el 1 de enero de 1857, sustituyendo de esta forma las leyes
hispanas heredadas de la Corona De España, que hasta el momento, se habían mantenido
como rezago del viejo sistema jurídico colonial. La fuente de mayor relevancia del
Código de Bonito, ha sido el Código Civil Napoleónico, en temas de obligaciones y
contratos; y, las 7 Partidas de Alfonso X (1265).
La similitud entre el Código Civil ecuatoriano y el chileno, han servido para enriquecer
la jurisprudencia de nuestro país, pues en más de una ocasión se han tomado las doctrinas
de ilustres tratadistas chilenos, así como jurisprudencia de ese país, para tratar de resolver
los casos puestos en conocimiento de los tribunales ecuatorianos.
El Título Preliminar hace referencia al concepto de ley, su promulgación, su
obligatoriedad, los efectos en el tiempo y el espacio, su derogación y su interpretación.
También define las palabras legales de uso corriente, trata del parentesco y de la
representación legal, define el dolo, la culpa, la fuerza mayor, la caución y las
presunciones, y establece la forma de contar los plazos.
El libro I, denominado De las personas, otorga un tratamiento normativo extenso no solo
a las personas naturales sino también hacia las personas jurídicas. En cuanto a las primeras
desarrolla la institución del matrimonio, la filiación, el derecho de familia, de los tutores
y curadores.
El libro II, denominado De los bienes, y de su dominio, posesión, uso y goce, refiere los
principios básicos sobre la propiedad, la naturaleza jurídica de los bienes, modos de
adquirir el dominio, regulación de los derechos reales, estableciendo sus límites y
contenido.
Por su parte, el libro III, titulado De la sucesión por causa de muerte y las donaciones
entre vivos regula lo concerniente a las sucesiones (testadas e intestadas, guardas,
albaceas, herederos, legatarios, etc.) y de las donaciones entre vivos.
Finalmente, el libro IV, denominado De las obligaciones en general y de los contratos,
objeto de la presente obra, en cuyo acápite se desarrolla y regula todo lo relacionado a
obligaciones y contratos, formas de manifestación de la voluntad, sus causas, efectos,
vicios y condiciones que hacen de una relación jurídica válida para que surtan todos sus
efectos en la sociedad.