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Ciencla, tecnologia y ~ Clendia, tecnologia y sociedad Lal sociedad Canbio tecnologico y desarrollo ~ Cambio tecnologico y desarrollo LOS PUNDAMENTOS DE CIENCIAS DEL HOMBRE RIB OT CA NACIONAL DE MAESTROS Centro Editor dé América Latina leardo Figueira redaccién: Oscar Troncose artistic: Oscar Diaz arco Pereyra Coordinacion y produecién: Natalio Lukawecki, Fermin E. Marquez ©1993 Contro Editor da América Latina S.A. Tucum&n 1796, Buenos Aires idores en la Reptiblica Argentina: Capital: Mateo Can jos, Echeverria 2469, 5° °C", Buonos Aires; Interior Azara 225, Capital. Impreso en enero de 1993, ISBN; 980.26.2102-1- CAMBIO TECNOLOGICO Y DESARROLLO NOTAS PRELIMINARES PARA UNA REVISION DEL TEMA RODRIGO AROCENA* Este texto se basa en tres supuestos. En primer lugar, que a América Latina le urge encontrar caminos para un ‘nuevo desarrollo. En segundo lugar, que las estrategias para el desarrollo que inspiraron grandes estuerzos en un pasado sercane han perdido vigencia gar, que la deca- tiene mucho que vercon los cambios tecnolégicos de fas titimas décadas, y no serd superada sin una protunda revisién de las relaciones ‘entra _ambas cuestiones. Tales preccupaciones mayores alimentan un objetivo menor: ofrecer elementos introductorios ara una revision del tema a quienes desesn aproximarse a Para eto, ena primera parte, presentamos unaesquemé- tica visién de las relaciones entre clencia, tecnologia y produccién, en la perspectiva de dos s'glos de desarrollo industrial. En la segunda parte nos ocupamos de clertos “desatios de la innovacién’ en nuestra época, vistos como algunos de jos problemas centrales a encarar por el pensa- Miento sobre el desarrollo. En una conclusion necesarlamente ional y abreviada, anotamos algunas cuestiones que figurar en la agenda de trabajos futures, y adelan- tamos al respecto clertas opiniones, presumiblemente contro- vertibles. Este trabajo surgi6 a partir de una invitacion, que es un gusto agradecer, de nuestro amigo el Dr. Enrique Fliess, ‘Secretario de Ciencia y Técnica de fa Universidad Nacional de Lujan. El mismo se enmarca en el propésito de Ia reciente- * Facultad de Clencias, Universidad de la Repiblica, Mentovideo, Uruguay. \ mante creada Facultad de Ciencias dei Uruguay de incluir, en ‘su programas de estudio y én: sus planes da investigacion, ta dimensién "Ciencia, Tecnologia y Sociedad”. No pretende ser —repit4mosio—sino una primera aproximacion ala discusion que resume su titulo, PRIMERA PARTE: UNA MIRADA A LA HISTORIA La historia, cespues de todo, &6 un sacrificio ante ol altar de ia, esperanza Dawid S. Landes En esta primera parte se aspira a dibujar un cierto marco de referencia para la discusién en toro alas dimensiones de los, cambios técnicos del presente y a Sus implicaciones para los paises periféricos. Parece conveniente ubicar estas cuestio- nes en el contexto de la inmensa transtormacion desencade. nada hace ya mas de dos siglos: “Con la Revoiucien industrial se inicié un proceso acumulativo de avance tecnolgica autoalimentado cuyas repercusiones se harian sentir en todos los aspectos de Ia vida econémica”. Ello senaia un punto de wiraje en la evolucién de la Humanidad —"el ingiés de 1750 estaba mas cercano a los legionarios de César, en terminos, de bienes materiales, que a sus propios biznietos"—’ a partir det cual el binomio “Ciencia & Tecnologia” empieza a desempefiar un papel rapidamente crecienie, pero tambien cambiante, en la dinamica de la produccién-y de la sociedad. Capiar esa tendencia profunda con alguna perspectiva histé- rica deberla ayudarnos a comprender melor jos alcances de fas mutaciones que nos tocan vi A pesar de lo vasto de semejante tematica, lo que sigue tiene pretensiones modestas: sera una sintesis comentada de un cierta lectura de algunas obras fundamentales. Ei texto estd organizade como una sindpsis del periodo que transcurre desde la aurora de la Revolucién Industrial hasta que se contorma el patrén de relaciones entre clencia, tecnologia y produccién que ha caracterizado a nuestra época. al menos hasta la década de 1960, que puede quiza ser vista como un momento da apogeo de la industrializacion como la vispera de una grande e inesperada etapa de mutaciones, en la cual se inscribe una protunda crisis y hasta una nueva revolucion tecnolégica. 1a, En torno a les origenes de la Industriaiizaeién “En el sigio XVIll, una serie de Inventos transtormaron la manutactura de algodén en Inglaterra y dieron lugar a un nuevo modo de producoién —el sistema fabril—"2 En esa y en otras ramas de la industria, capacidades y esfuerzos humanos fueron sustituidos por maquinas, y fuentes de energia animal por energia mecdnica, cambios que constitu- yen la Revolucion Industrial. Mas eepectticamente, las gran- madera al hierro como material, de ia energia animal hidraulica al vapor, de la acci fe a ala acolén mai en Ios telares mecanicos’.* Durante Ja protongada evolucién de la humanidad que precedié a esta revolucién, tos crecimientos de la produccién terminaban siempre consumides por los consiguientes au- mentos de ia poblacién, mientras que, a partir de talos cambios, se inicid un proceso autosostenido de innovacion tecnolégica y de crecimiento, tanto de la productividad como de la inversion, que desbord6 todas fas trabas de indole mattusiana. : La historia inicial del sistema fabri! se vio grandemente condicionada por la rama industrial en la que surgio: La Revolucion Industrial no tuvo sus origenes en el desarrolio da la industria pesada y ol transporte; éstos deben buscarse mds bien el desarratto de la principal industria dal pals [inglate- ‘ra}, como de todos ios de la épaca: Ja text, A medida que crecia fa demanda interior y extericr de tejides, los viejos comercios y la industria ariesana dol sur de Inglaterra no Podrian crécer al ritmo necesario para satistacerla [..] Hacia 1750 la Industria empez6 a disponer de una nueva iibra: ol algodén. Los tejidos de algedén se Importaban de ia india; cuando se prohiblé la importacién, ainstancias de los industria los textes, fue necesario producirlos en el pats. El algodén "exigia nuevas técnicas y no estaba ligado por as viejas tradiciones de la lana [...] en seguida la demanda de tejidos de algodén supers la capacidad de los tolares movidos a mano”. Asi, la Industria algodonera lleg6 a olrecer tun campo ilimitade para ta maquinaria sustitutiva de mano de obra. Los grandes inventos —el torno de hilar de Hargreaves, £0 1784, el telar hideaulico de Arkwright, en 1769, y a tejadora de Crompton, en 1779— abrieron la primera brecha en lee Vlelas técricas manuaies, primero multpicando ia accion de mano y kiego utlizando la energia en oe provocoa primarioe det hilado, Ua produces relativamente onorme de esas maquinies hizo que se erplearan a tan gran escala que la capacidad de los pequertos rlos proximos a las fabricas dcabé por agotarsa, en 1785 se dio e timo paso lagico, adoptandoes la maquina a vapor de Watt para mover ioe telares : Esta revolucion "pronto se propagé a otras ramas con el telar mecénico de Cartwright, en 1785, abaroando la fabrica- cién de tejidos de tana y lino” No estamos, por cierto, en condiciones de adentrarnos en el tan apasionante come complejo problema de por qué la Revolucion Ind Se iniclé en Europa Occidental y, mas especificamente, en Inglaterra. Algunos de sus aspectos son, empero, fundamentales para lo que nos ocupa, pues focalizan la atencién en ciertos factores de importancia recurrente y relevante en el desarrolto técnico-productiv tiene que ver con los condici amientos que 0 @ ideolégico establece para la investigacion cientifica y para la difusi6n de sus resultados al nivel de las actividades econdmicas. Los aspectos que destacan las citas siguientes encuentran notables paralelismes en grandes fenémenos de nuestra 4poca. Dice Landes: los logros de ‘a clencla musulmena fueron sustanciales, y fue {partir de las traducciones de los arabes que los clésicos de ta ciencia griega se transmiteron a la Europa de finales dela - Edad Media. En aquellos dias, Europa era el pals atrasado Islam e! exportador de conocimiento avanzada. ,Cual US causa de que la ciencia musulmana vegetase al tompo que la ciencia occidental desperiaba? Y por qué no se tranemnitié el conocimiento en direccién contrarla cuande vl balance de realizaciones cambi6 de signo? Parte de las respuestas tienen que ver con la relativa dispersion de los centros de poder politico ¢ ideclégico: Lacreatlvidad pragmética de la ciencia europea, asi como la vitalidad de las comunidades de neg esta vinculada a la separacion ent y ala fragmentacion del poder deni Ambitos. Gracias a la revuelta protest ex Ademas. *...a ciencia y la tecnologl ventajas considerables dot hecho que el Gontnente dividide en estados-nacion, en vez de estar unido bajo ta administracion de un impeno ecumenico”. Gan respecto at foco original de ia indus! lizacién: parece clara aunque no es facil de demostrar_ que on la Gran Bretana dat sigio XVIll existla un nivel de capacidad técnica y 0 quign le dabie mucho a los onfoques y a los .enologia, pero el Hujo de ideas 0 metodos en ta a tus mucho menor, y continuaria srendolo hasta Este papel de laciencia en ia industrializacion, inicialmente subardinade y hasta marginal pero creciente, bien la lucién de la metalurgia, rama fundamental tanto para ta ‘acién del proceso como para su pasaje de una etapa a La manutactura del hierre era esencialmente una torma de arte culinan ——exigia intuicion acerca de los ingredientes. un Sentide muy agudo de fa proporcion, tener corto “instinto” sobre: cuanto tiempo debla pasar ol cocido al fuego. Los herreres 10 ‘sablan por qué ciertas cosas funcionaban y otras na; ai les. Importaba No tue hasta mediados del siglo XIX que fos Gientiticos lograron un conecimiento suficiente del proceso da ransformacion del mineral en metal para poder servit de guias hacia el desarrollo de técricas racionales y de medidas de la aficiencia de los procesos.® Volviendo al perlodo de fos origenes, y a esa vocacién técnica que habria caracterizado a la Inglaterra de entonces, se podria tal vez hablar de la difusion de una actitud innovadora a nivel de la practica productiva, basada primor- dialmente en una vocacién por la experimentacién pero 12 también on el amplio uso de los elementos basicos det ponibie a nivel masivo. Lacuestion, 2 una cita extensa pero elocuente. 'ptesentan una imagen impresionante de la energia con que en Lancashire se moviliz6 y promovié la capacidad técnica en la segunda mitad del sigo XVill —importando artesanos de lugares tan lejanes como Londres y Escocia y capitalizando: sobre su propia tracicién muy fuorte de mano de obra especia- lizada, para convertr carpinteros en consiructores de motinos y tomeros, herreros en fundidores, relojeros en modeladores y Constructores en mecanicos. AGn mas impresionante resutta el ‘conocimiento tedrico de esos hombres. No eran. en conjunto, tunes hojalateros ignorantes, como suele presentartes fa mito: logia histérica, incluso un consttuctor de molinos ordinano |...) ‘solia ser "un atitmético aceptable, sabia algo de geometria, fivetacion y medicion, y, en algunos cases, poseia conocimien- tes muy completos sobre matomatticas aplicas. Sablan calcular lag velocidades. la resistencia y la fuerza de una maquina: sabian dibujar planes y socciones...”. Muchos de estos "cono- cimientos superiores y capacidad intelectual” retlejaban ta ‘abundancia de medios para Ia educacion técnica que se daban Gc "pueblos" como Manchester durante este periodo, y que ‘comprendian’ desde las academias de Disidentes y de las Sociedades ilustradas hasta la presencia de conterenciantes locales © invitados, escuelas prvadas de “matematicas y ‘comercio” con clases por las tardes. y una dlrculacion muy ampia de manuaies, periédicos y enciclopedias practicas” Lo que asi se dibuja es al fenémeno de ditusion de una igada al surgimiento de Ambitos sociales Se encuentran actores distintos pero cuyo comin interés en la tecnologia los impulsa a construircanales ncapaces de superaras vallas de los codigos originales, don sectoriales: Mas que en ef siglo XIX, fue on esie period cuando los manufactureres, (os cienttticos y los aueves ingenieros {...] s@ ‘mezelaron en su trabajo y en la vida social. Se casaban entre, al, conversaban sin cesar, experimentaban 0 s0 asociabary para nuevos proyectos. Esia combinacién de ciencia y manu- factura sélo se enconté en Inglatera a finales del siglo XVIII. ‘Su extsiencia caracieriza un perlodo de equilibrio dindmico ‘entre la ciencia y la técnica, una transicion entre un perloda en ‘que la clencia tenia mas cosas que aprender dele industia que 12 para ensefiarle, y otro en el que ia Industria legarla a basarse ‘casi completamente en Ia ciancta, Esta interaccién muttitacética coadyuvé a dotar de cierta base cientifica a los productores mas innovadores —lo que constituyé probablemente l aspecté principal de la contribu- cién, por entonces relativamente menor ce ia ciencia al avance de fa técnica— y, a su vez, canaliz6 hacia la ciencia ‘ una creciente "demanda” por so! proceso mayor tanto para el de: como, a la larga, para su conversion en herramienta funda- mental de la produccién, Aunque en sus primeros estadios los cambios técnicos que respondian a las necesidades econémicas podtan tener lugar sin intervencién de la clencia, ocurria con trecuencla, que al misma desarrolio de las tendencigs oxistentos conducla. @ diicutades imprevistas quo inicamente podian superarse recurriendo @ la ciencia. Por elempio, podia suceder que sisminuyera la fuente de aprovisionamionto de determinado tinto vegetal debico simplemente 2 un aumento de ia produc. dlén de tolides, creandose una dermanda para un sucedanoo artical que Gricamonte podia lograrse fecuriends @ don: Ahora la mera existencla de una “demanda” —en este terre! menos— no suscita de por si fa “oferta” correspondiente: olras condiciones adicionales deben verifi- carse, entre las que conviene destacar la existencia de canales de comunicacién entre quienes necesitaban cierto tipo de soluciones y quienes pueden elaborarlas, Los comen- tarios de Bemal acerca de las vinculaci en la vida social, entre "manufactureros, clentficos y nuevos Ingenieros” esbozan esa comunicacién en fa Inglaterra de la que surgié la Revolucién Industrial, Se trata, en definitiva, de Un proceso de aprendizaje vivide por actares diversos através de su interaccién, en ta produccién y también fuera de ella, ta que potencia sus respectivas capacidades para la innovacion. Desde este punto de vista, la argumentacion quepresenta Landes lleva a una conclusion cuya importancia no sabria ser _exagerada: ‘existen buenas razones para creer que hasta hace muy poco fos economistas y los historiaderes econémicos tendian a ‘exagerar la importa cia de la tormacién de capital como motor dol cambio ccontmico. Las investigaciones mas recientes han puesto en claro que los incrementos de capital son responsa- Bies s6lo de una pequeta traction del aumento en la produocion agregada, y que, de hecho, las contribuciones globales debidas a los factores de produccién tradicionaies —~tierra, trabajo y capital represenian sélo un papel secundaria en el conjunto del proceso. De dénde proventan entonces dicnos incremen tos? Parece ser que se debian a la calidad de los tactores — @ una mayor productividad de las nuevas técricas ya una jor capacidad y experiencia por parie de empresarios y Streros, Yon ocid [| lo Gran Brotha de la Revelucdn Industria! gozaba de grandes ventajas.'? Los cambios técnico-productives contemporaneos han focalizado ia atencién en "la calidad ds los factores" mas bien que en sucantidad; Landes nos dice que la misma fue decisiva para los comienzos mismos del proceso industrializador. Y tal ‘vez su importancia no haya hecho otra cosa que crecer desda ‘entonces. O puede que sea més correcto decir que la produetividad de tecnologias nuevas, la experiencia de los diversos grupos de productores y su c4pacidad para innovar son factores cuya centratided resurge y aumenta en cada salto adelante de lo que ha sido sin duda un proceso nte ascendente, pero discontinuo, contradictorio y vo. Lb. La revolucién de la energia Conviene subrayar la conexién entra “maquinizacién" y nuevas fuentes de energia: £1 desarrollo de una industria mecanizada, concentrada en grandes unidades de produccion hubiera sido imposible sin una. fuento de energia mayor que fa que pedian proparcianar la fuerza humana y ja animal, @ independiente de las voloidades de la naturaleza. La solucién fa proporcioné un nuevo conver {dor de energia ta maquina de vapor, y la explotacion a una. escala temenda de un combustible antiguo—' el carbén,'5 Ensefia Cipolla que "todo comenzé con et vapor". Desde Glerto anguilo, la Revolucién Industrial puede ser vista como la Revolucion de la Energia. 15 | | | La maquina de vapor es el simbolo adecuado de esta Revolucion. Su evalucién con elocuencia sus tenden- cias protundas, particutarment cambiantes relaciones entre ciencia, tecnologia e innovacién. Alo largo del sigio XVII, la ideade "elevarel agua por medio agua hervia y el recipiente se tlenaba de vapor fuego y cerraba el respiradero, con lo que casi conseguia llenar de agua la vasija por la succién producida”, pero no era ésta una maquina practica. La primera qua ademas de ; por otra parte, ningun cientitica problemas no menos importantes pianteados por la construccién de una maquina capaz de juncionar realmente”. La m4quina de Newcomen tenia un funcionamiento demasiade itreguiar como para usarla en otra ‘cosa que el bembeo 0 como fuslle, y consumia muchisime carbén. El gran salto adelante tue obra de Watt, quien “consiguié una maquina capaz de mover a otras con una velocidad uniorme incluso aunque se tratara de resistencias ces, el uso de la maquina de vapor estaba practicamente limitado al desagle de las minas de hulla, donde el carbon era muy barato, mientras que la maquina de Watt, mas baratay eficionte, pudo ser usada en la metalurgia pesada, més tarde en la textil y luego en las mas diversas actividades. Si casi todas las mejaras de fueron aportadas por ingeniaros practicos y sin ninguna contribucion notable de la ciencia, el estudio cientifico de su funcionamiento hizo surgir una concepcién que engloba naturalmente al trabajo mecanico y al calor en la categorla energfa, abriendo asi el camino para avances fundamentales: 1 principio de conservacién de ia energia [...] fue el descubri- miento fisico de mayor importancia de mediados del siglo Xi més antiguas de ia mecénical y representaba muy bien las tendencias de la época. La energia se convirtid en el punto de concurencja de las diversas ramas de la actividad humana —la industria, el anspor ‘en Ultimo termine la alimentaci6a y la propia vide— pasaban a definkse a partir de un término comun: energfa. Este papel central de la energia, tanto en el despliegue de Ja Revoluci6n Industrial como en !a que tiene que ver con sus: repercusiones sociales y culturales, debe ser tenido muy aspecialmente en cuerita a la hora de caracterizar la presente ola de cambios técnico-productivos. Le. Surgimianto del sistema fabrit ‘Las maquinas y Jas téenicas por si solas no hacen ta Revolu- ion Industial. Supusicron mejoras en la productividad y un ‘desplazamiento de la importancia relativa del tacter de produc: ién trabajo en favor del capital. Pero por revolucién entonde- mos también, ademés del cambio de medios de produccién. la transtormacion de su organizacién, En partioular, nos reterimos, al agrupamiento de grandes masas de obreres en un mismo lugar, con el propésite de que realizasen sus tareas bajo supetvisién y disciptina; en pocas palabras, estamos habiando: ‘de fo que se ha venide a llamar ef sistema industrial ® La cita plantea otra de las cuestiones que apenas si podemos razar —dadas sus dimensiones y complejidad— pero que no cabe ignorar, pues esboza puntos de referencia con mayiiscula porque aparajé cambios mayores ‘biemente entrelazedos en las técnicas productivi it de la produecién y en las la tabrica text, y det 18 que la hacfa funcio- ‘Desde ose foce irraciaron el tiempo, habrian de generar | produccién que podemos consider que se nos va mutaciones que, andando jones sociales de jeristicas del siglo como resuitado de. las mejoras tocnolégicas, las empresas ‘cuye ritmo venta mareado por el hombre se orfentaton hacia el mismo tipo de precision y regularidad que caracterizaba a! hhlado y al tejido. En las industias del hietro y del accro, tanto t taller de lamninado como ol martinete de vapor y los procedt. Ilontos de transporte més eflcaces tactlitaran la arientacion en, sta direcclén: y en el conjunto de la industla metalurgica, ot desarrollo de maquinas-herramiontas para propdsiios especia- les y la mayor precisién de les piozas condujo hasta las cadenas da montaje del siglo x12 Por otra parte, la problematica del desarrollo exige taner muy en cuenta las diferencias entre invencién e innovacién. Se trata de procesos que no séio no son idérticos sino que ni siquiera estan automaticamente conectados; la realizacién del uno no garantiza la del otro, como ha ilegado a descubririo ta moderna politica para la clencia y la tecnolagia, uno de ‘cuyos capitulos centrales es el de los puentes entre “inven ica, Por un lado, @ "innovacion" aconéml- co-productiva, por otro. Pues bien, la fébrica refiejaba la orientacién tecnolégica implicita an la concontracion de la produccién, En contraposicién at sistema de produccion doméstico, en que el ompresario era anta todo un vendedior, un cometcializador de bienes producides por otras segtn métodos ‘Schumpeter sostiene con éntasis que la aplicacién de un progreso cualquiera es tarea esencialmente distinta de su invencién, por lo cual lo que el denomina "empresario” y él “inventor” son figuras muy diferentes, més allé ce que en 58 aigunos casos puedan coincidir en la misma.persona. Més A Las Innovaciones que los ampresarios practican pueden yno tenér nada qué ver con invension alguna! a S)Enest ios motores de desarrollo deberi vincularse motivaciones del empresario, de las que Fier penacan tres: la ambicién de poder, la voluntad de luchor Yel'goz0 de crbar. La propiedad privada result ademas. suscitan seri lores subjetivos WL.c, El complejo electrénico: clencia & industria sn ‘Motor det desarraiia. A é lura, empero, Schumpeter anata un comentaric: sugestiva: me . i i icacione’s roelectrénica, la computacién y las telecomuni areuyee susie denominarse complejo electronico— ituido a Sin embargo, es cierto que st segunds’y tircer’ giupo de sroae Gel empresaric pedtian ser sustiudos por dauce " frganizacion do ia saciedad, qua no presupusiera & gan snens rvada como resultado do la innavacion econdica. Lr eek “ge getimulos con que pudieran eustiuirse exo modven ane SctNidad del empresario,y a forma oh que se conten ice Shetaran salstactriamento, asi coma lo hacen ios eapiaienee Queda fuera do nuesto tema. Los reformadsise seein a © Brestan bastante atancion a estos puntos ) kee igre ee jcalsmo fiscal, Pera no son minados por la cbservacion tiallada de la psicologia de ta acavidad del one y "anos para lugares y momentas dadec ts ° itu ble do los desatfos —econdmices, paltticos y cu ralge que supone ta imoveccn en este pecs. Alocuparse del progresotecriolégice entrelas dos guerras, mundiales dice Landes: : fo fue af primer producto de. una’ nueva tecnologia tiectnica gue bade cnices se ha desarohoGo in sae fo prevsible por sus creadores y consnva cand usar. a Ingovactanae de impertanda acondmiea extraordinari. Agu: has Ipeugo la conaiéeran como preersora de una nueva Revoluién ind.stial. Por otvalado, pocas experlonciasivetran tan bien fas caracterlsticas més importantes del avanoe tecno: \égico moderne y, en an fa. combinacion ani irwactge: cién de grupo y gonio individual, entre busqueda sistematica y. descubrimiento fortuits.- - dé 1860, Maxwell establecié tas bases de la ria. las onoaselectrGmagnstcas, Dos obcadas Gocouee lertz verificé su existencia transmitiendo impulsos electro- nen muchisimo Freee esta Suestion. A ia inversa, ios impulsoe 4 Ie dare aeson Ge Corts tipicamente "capitalista” no solo parece dar dividendas colectivos escasos eh is Periferia y agravarlos problemas sociales, incluso en los paises centrale cme que * 37 Mmagnétices a cortas diétancias. El trab: gomanz6 en 1897 cuando Marconi, empresario, establecis a gmpresa n Londes su compai La ideidad do Hertz a a cencia pura ‘an fuerte quo nutea imagine a each paratine elocornun hay procba ms Fapidez con quo los avanoae Un pals 2 otro, 3.4. Fleming —profesor dei University Collage de Londres ¥ constitor de la compar durante 1904. en Inglarorra yee ereont— Introdtuja el diode Propia tinea de investigaci asi el camino para la iru} $3 gmision reguiar ce programas recreatives ompez4 en 1920 ¥ en 1922 en Gran Brotana, A en Estados Unidos y Holanda fonts reas (elatvamente ako de tos receptores ft lag E1 impacto productive y econémico de ello no es ditici! de y cota? Se9uramente fe mayor su impartancia social sa distracei6i, laraoie fue solo una tuente mas de entretenimiento, Por importante que fuera, Para quienes disponian de menores Fecurses, la radio se convirié répidamente en la clversion Principal y la audicion de ciertos programas cas! adquira. un caracter de ritua Ello ha sido-espiéndidamente pintado por Weody Ailen en ‘su pelicula Dias de radio. Y mas en general, .qué actividad social no se ha visto trastocada por la radio y, después, por la television? Por otra parle, ei desarrotlo de la radio 6s caracteristico de las condiciones del avance tecnolégico durante la primara mitad de este siglo. Dice Landes Pocos utensilios dustran tan bien Ia naturaleza de este proceso: {as muitiples contribuciones, proveniantes de varlos paises ¥ & veces simulténeamente; el tlvjo de ideas ce ta cienca a la Ingenieria y de ésta al mundo de tos negocios; fa funcién de la investigacién de grupo y financiada; al aito rendimiante de tas ‘ivalidades tecnoldgicas. La radio era testimonio de un ambito ¢e conocimiento que compartia un acerve comin de ideas, cifras y métodos; un munde, ademas, on el que la mojara ce las comunicaciones y la protesionalizacion de la clencia y la ingenieria habian acelerade enormemente la difusion de cada idea nueva y de cada avance. ‘Se trabajaba ya en lo que han llegado aserlas condiciones habituates de la investigacion, pero todavia quedaba espacio para sustantivas contribuciones de inventores individuales, ‘como Guillermo Marconi, Lee De Forest, Reginald Fessenden y Edwin H, Armstrong. "Estos fueron, sin embargo, un nuevo ‘tipo de inventores, mejor preparados en que sus antecesores de los sigios XVIli y X jectronica era demasiado esotérica para permitir emplrismas ingenues’, ‘De Forest se dactord en Yale con una tesis sobre la telegratia sin hilos; Fessenden y Armnstrong fueron protesores, este Gitmo en la Universidad de Columbia de 1934 a 1954, Pero otro factor no dejé de ser relavante: Como Marconi y Fessenden, Armnstrong two su propia ‘obstinacién de genio, que le permitio defenderse de la inditeron- cia y hostilidad: del mundo de los negocios, mas que de la desesperanza de ia ciencia. Su invencion de la frecuencia modulada en 1933 iue rechazada por la Fadia Corporation of ‘America y combatida por las grandes companlas de radiodifu- ° 59 Sion. No obstante, gracias a uri amigo que fe apoyaba consiguig fer Escuchade por la pequefia cadena Yankee, de Nueva snalalesra. y les preferencias de los consumicores hicieron el resto. Eldesarratio de la radio ilustra también et papal del Estado ¥,d0 las grandes empresas en ol cambio técnico contempo- las companias dominantes 62 la industria eran britanicas —dei grupo Marconi en primer lugar y alemanas. Estas hablan comenzado algo mas tarde & Scuparse del rubro, pero recibieron sélido apoyo del Estado Spa impulses de ia Marina—quien las convencié de colaborar ef Clertos aspectos; asi surgio Telefunken en 1903. Ella y Marconi desarroliaron sélidas posiciones en materia de patentes, bien organizados programas de I+, aptitudes para aprovechar los avances que otros introdujaran, servicios Weenicos para sus clientes y escuelas para formar radiopera- dores —en 1801 Marconi abrié la primera de las suyas, Como eras innovaciones mayores, la radio no resulté rentable por bastante tiempo: pasaron 13 ahos desde su fundacion hesta que la compahia Marconi pudo pagar dividendos, en 1910, compania uniicada de propiedad americana, promovida por el goblerme —tamién an funcion de la éptica de'la Marna, para la cual era inaceptable el control de una ted comunica- Cionai por una empresa extranjera, aunque fuera de und potencia amiga, como era el caso de Marconi. Notemos, para junken para el ejércite aleman en 1936. La television pasé del laboratorio a la distribueién comer- cial durante la déecada de 1930, durante la cuat las grandes compafifas —en particular la RCA— afrontaron problemas en 60 1960. En este rubro, quizds lo més importante a destacar es fa capacidad del Japon —un actor muy menor del magnifico libro.que Landes eseribié en los afios '60— para colmar su rezago y alcanzar, haela tines de los'"70, un indiscutible primer lugar. Las causas de tal éxito se relacionan con la superior productividad —a. su vez ligada al enfeque integrado de la automacién.as{ como a la formacién. intensiva de los trabaja- dores—- y con ta capacidad de innovacién, en este caso apoyada’en un esfuerzo ce investigacién realizado a partirde 1966 en conjunto- por varias empresas, universidades © + institutos de investigacion con |2 promocion del Ministerio para la Indystria y el Comercio, El.conjunto de investigaciones ligadas con el radar (Radic detection and ranging) recibiéaltisima prioridad a pari de los afios previos a'la I Guerra y particularmente en el curso de ésta. Amplios recursos, relaiiva libertackpara el trabajo de los equips. de desarrollo y-el involucramiento de los mejores clentificos dieron como resultado en Gran Bretaha “un flujo extraordinariamente rapido y exitoso de nuevos métodos y equipes, sin precedentes en ia historia de la industria’. En este campo, la carrera espacial y la inversion militar promovieron importantes desarrallos durante la posiguerra. "Gon un gasta de la NASA en tos aftos ‘60 equivalent al gasto total en 1+ do un pais europeo- grande, los Estados Unidos tenian un incuestionade predominio técnico en al conjunto de esta area, que se mantuvo en los '80 a pesar de crecientes es{uerzos Jeuropeos y japoneses,® Freeman inicia su estudio del desarrollo de lacomputacién con un breve parrafe cuyo interés desborda al de por sf muy grande del tema: Continuando el trabajo pionero sobre mMaquinas de calcular de Leibnitz, Pascal, Schickard, Jac- quard y otros, Babbage inicié el trabajo.hace mas de 100 anos ‘@n una “maquina anaiftica” que ya inclula todos los rasgos principales de la computadora moderna. Babbage habla Tecibido uno de los primeros grandes “grants” para desarrollo del gobierno, ei que alcanzaba a 17.000 libras a {o largo de 20 afios para desarrollar su “maquina de diferencias”, pero ni ésta (una maquina de calcular con propésito especifico) ni su maquina anailtica (de propésito general) fueron nunca com- pletadas, porque los compenentes y técnicas disponibles eran inadecuados para tales abjetivos.® También en la computacién tua la il Guerra un gran estimulo para el desarrollo, Lo notable es que, antes de 1950, 6t eed anatuaistcess sit eaeerteergucmmsain | en general no se crefa que hubiera demanda comercial-para fas computadoras. Esta era la opinién del propio presidente: de la 1M, Thomas Watson, quion ademas pensaba que ia maquina exhibia en sus oficinas de Nueva York podia tesolver todos los problemas del mundo vinculados con caiculos cientificos. Casi toda ia demanda inicial en los Estados Unidas tuvo origen militar; tanto en fa industria como en el gobierno se pensaba tundamentalmente en aplicaciones cientificas y bélicas; pocos encaraban el procesamiento de datos en gran escala. La IBM produjo su modelo 650 impulsada por la Guerra de Corea; su Departamento de Planificacién de Produccién y Ventas predijo que la misma no tendrfa colocacién comercial ordinaria, mientras que su Grupo de Ciencia Aplicada estimo que se venderfan unas 200 maquinas: legaron a venderse 1.800 y la "650" fue conocida ‘come el "modelo T* de ia industria de la computacién. "Esto muestra con mucha fuerza las limitaciones de {as teorias de la demanda guiada por el mercado en materia de innovacio- nes radicales y el papel clave de la paciente promocién gubernamental en el period temprano de una tecnologia Tadicalmente nueva". En materia de componentes electrénicos, fas innovacio- nes y mejoras han dependido fuertamente de los progresos no solo en materia de desarrollo sino también en lo que tiene que ver con ja investigacién fundamental. Casi todas las compaiiias on esta industria dedican importantes recursos a las tareas de desarrollo, pero pocas lo hacen en ralacién a la investigacién basica, Una de las que lo ha hecho a escala notabie ss la Bell Laboratories, Ia que ofrece un elocuente gjemplo de la “tabrica de tecnologia” estudiada por Sabato y Mackenzie. En sus palabras: actual de los cétebres laboratorios Bell es ust a", como Io pone de manifiesto un aviso ‘omerclal racionte de esa empresa refiriéndose al desarrollo de “burbujas magnéticas": “inventos tales como las purbujas. magnéticas no ocurran todos jas dias an tos laboraterios Ge la Bell, Pero fa innovacién es algo que si ocurre clariamente { Nuestras patentes sobre burbujas es una de las 19.000 qu hemos recibido desde nuestra tundacién en 1926. Es decir, un promedio de dos por dla do wabajo.®* Alll $e abtuvo ! mayor de jos avances on este rubro, la Invencién del transitor, que constituye un notable ejemplo de 62 /2 contaba con una sdlida tradicién de trabajo en " mecanica cuantica cuando en 1945 establesio un grupo de invastigacién en fisica det estado sélido, y un eubgrupo dedicado a los semiconductores. A parlir de 1948 se empe- zaron a obtener transitores —a cuya invencién estuvo diractamente jigado un equipo de 13 perscnas—- perc su conversién en productos comerciabies exigis tlempo acicional y mas dinero del que se hab/a invertido en la Investigacion fundamental, Y su desarrollo se converliria en “la piedra fundarnental del desarrollo de |a industria electronica japone- sa”, En 1953, la Sony compré una licencia para un cierto uso restringido de transistores; luego, a través de su propia capacidad, moditicé ¢! paquete adquirido a la Western ¥- produje un transistor para ser empleado en radiotolgfonia. En 1955 puso en el mercace japonés ia primera radio a tansistores. Eso no en 1987 presents la primera Feducido, que pronto se ditunal clendo un gigantesco impacto En general, las conexicnes de las empresas con ia investigacién son muy variadas; en las mismas juega un papel relavanie la "proximidad" —geografica pero también social y cultural— con los centros académicos, come Io rmostré el famoso ejemplo del “Silicon Vailey” norteamericano. Y por otra parte, como bien se sabe, esa gran capacidad de varias sompaniias norteamericanas para la Investigacion se ha construido sobre fos quantiosos apoyos de su gobierno y la sostenida demanda de sus productos que éste les garantizo, todo lo cual les supuso notables ventajas competitivas {rente a las empresas europeas, No ha sido nuestro propésito intentar siquiera un resumen telegratico de ciertas facetas relevantes en la evolucion de la ‘ctrénica sino tan séto recordar algunas de sus caracter! 196 a convertirse en terreno pri do de encuentro entre investigacién y produccién; tuy6, a partir de la introcuccidn de los colorantes sintéticos, en ejemplo por antonamasia de los rasgos propios dei | 63 segundo ciclo de crecimiento indust industria electronica, cuyo poder de difusion se asemeja al'de la mecanizacion misma y se ha acelorado a partir de la introduccian de los "micros"; la aparicién de estos es uno de los fenémenos que estarian marcando el Inicio, en los afi 70, de un tercer perlodo de crecimiento industrial, del cual el auge de Ia electronica es a la par ejemplo paradigmatico y tendencia mayor. Ya ha pasado una década desde que Freeman afirmara gue practicamente toda actividad industrial y de servicios se ve alectada por la *revolucion microelectrénica’, dado que todas requieren intarmacién e incluso en muchos casos el rapido registro, almacenamiento, procesamiento y comunica- gion de la informacién es ta principal tuncién, como sucede por giemplo en los bancos y compantas de saguros.” Ejemplo atin mas destacado jo constituye —vaiga la redundancia— la gomunicacion misma, trastocada durante los’ '80 por la {telematica”, que al comenzar fos '90 nos ofrecié en directo el espectacule de una guerra a domicilio. Cabe pronosticar —sin mayor riesgo ni tampoco preten- sién de criginalidad— que ei potencial desestabilizador do este nueva reaccién en cadena de innovaciones tecnolégicas $@ haré aiin mas evidente en oi future préximo, Quizas ef Ambito de la educacion se vea en extremo alterado, diferen- clado, escindico, y hasta desbordado, La ciencia en el sentido moderno de Ja palabra crecié fuera y contra la corporacion de los ensenantes, la universidad medieval. No son pocos los Indicios de que al centro de gravedad de la educacion se va desplazando hacia afuera del sistema de instituciones de la ensehanza formal, Sea como sea, los mayores desaffos que Plantea hoy la innovacién tecnoiégica se centran en ei munda Gel trabajo. Su urgencia mayor —su arista més filosa— ¢s el problema del desempleo. - Desde siempre, el cambio técnico conlleva una tendencia [a desocupacion que —segin las épocas, las actividades y 4a distribucién de! poder entre ios sectores sociales y las naciones— se ve o no compensada por la expansion de nuevas formas de ocupacién. En nuestro tiempo, y sin Prejuzgar sobre el futuro, son 1ya de otro orden las cuestiones Planteadas por la dimensién da los cambios que el fantasma Se la robotizacion masiva simboliza. Una proporcién grande ¥ creciante de seres humanos —en los paises perifericos, ante toda, pero también en las més prosperos— parece En éste surgi 64 supertiva desde @l punto de vista laboral, dadas las condicio- nes socio-econdmicas del presente. Id, Auge y decadencia del fordismo anizacién y la fragmentacién del trabajo, que consti- yen une de los egos cavacteristicos dol segundo ciclo do la industrializacién —9, si se prefiers, de la Segunda Revolu- clén Industrial— se difundieron junto con las fabricas gigan- tescas. Ese tipo de organizacién productiva aicanz6 sus expresianes mas notables en la industria del automovil. Los primeros vehiculos @ motor surgieron en la titima ‘década det sigio pasado, pero tue en éste cuando su impacto llegé @ ser comparabio

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