Kapoor es un niño de 11 que nació en Tabuk, Arabia Saudita, sus padres tenían un negocio de tela

que quedaba en el centro de la ciudad, con el fin de expandir su negocio decidieron tasladarse a
París y empezar una nueva vida. Kapoor estaba contento pues siempre quiso conocer la torre
Eiffel. El museo de Louvre y los campos Eliseos pero, lo que más quería era conocer a la gente,
pues había escuchado que eran muy amables y amigables. Todas las noches soñaba con tener
muchos amigos y compartir muchos momentos juntos.

Sin embargo, su primer día de escuela no fue como lo pensó pues apenas llegó sus compañeros se
asustaron, otros se burlaron. Kapoor pudo reconocer el rechazo de toda la escuela, cuando entró
al laboratorio de biología ninguno quiso ser su compañero de experimento, en la cafetería todos lo
evadieron, cuando fue a su armario encontro una nota que decía “Alejate de mi bicho raro”.
Kapoor regresó muy triste a su casa, no entendía como podían juzgarlo sin antes conocerlo, solo
porque lo veían con un turbante y una túnica. Su mamá al verlo triste, le explicó que muchos
personas solo conocen una parte de la historia del pueblo árabe y la parte que conocen no es muy
buena

_“Se han quedado solo con la imagen que muestran los medios de comunicación y no han
procurado en conocernos más a fondo, pero tu no te preocupes, demuestrale a todos que detrás de
esta túnica hay un gran corazón”

Al día siguiente Kapoor llegó a la escuela, y se inscribió como voluntario en el programa de

donación de alimentos y ropa para las personas más necesitadas, todos se extrañaron al verlo
ahí, pero lo que más causó asombro fue el lema que abanderaba su programa “No creas todo lo
que ves, porque hasta la sal se parece a la azúcar” (proverbio árabe)

Eses día muchos se acercaron a su stand y pudieron conocer de cerca a Kapoor, su cultura,
tradiciones y estilo de vida, y notaron que detrás de ese turbante y esa túnica había un gran ser
humano, con un corazón dispuesto a servir a los demás.