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Apuntes de L´ogica Matem´atica

1. L´ogica de
Proposiciones

Francisco Jos´e Gonz´alez Guti´errez


C´adiz, Abril de 2005
Universidad de C Departamento de Matem
´adiz ´aticas

ii
Lecci´on 1

Lo´gica de Proposiciones

Contenido
1.1 Proposiciones y Tablas de Verdad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
1.1.1 Proposici´on . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
1.1.2 Valor de Verdad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
1.1.3 Proposici´on Compuesta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
1.1.4 Variables de Enunciado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
1.1.5 Tablas de Verdad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
1.2 Conexi´on entre Proposiciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
1.2.1 Conjunci´on . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
1.2.2 Disyunci´on . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
1.2.3 Disyunci´on Exclusiva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
1.2.4 Negaci´on . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
1.2.5 Tautolog´ıas y Contradicciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
1.2.6 Proposici´on Condicional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
1.2.7 Proposici´on Rec´ıproca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
1.2.8 Proposici´on Contrarrec´ıproca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
1.2.9 Proposici´on bicondicional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
1.3 Implicaci´on . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
1.3.1 Implicaci´on L´ogica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
1.3.2 Implicaci´on L´ogica y Proposici´on Condicional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
1.3.3 Implicaciones L´ogicas m´as Comunes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
1.4 Equivalencia L´ogica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
1.4.1 Proposiciones L´ogicamente Equivalentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
1.4.2 Equivalencia L´ogica y Proposici´on Bicondicional . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
1.4.3 Equivalencias L´ogicas m´as Comunes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21

Y ahora llegamos a la gran pregunta del porqu´e. El robo no


ha sido el objeto del asesinato, puesto que nada desapareci´o.
¿Fue por motivos pol´ıticos, o fue una mujer? Esta es la
pregunta con que me enfrento. Desde el principio me he
inclinado hacia esta u´ltima suposici´on. Los asesinatos pol
´ıticos se complacen demasiado en hacer su trabajo y huir.
Este asesinato, por el contrario, hab´ıa sido realizado muy
deliberadamente, y quien lo perpetr´o ha dejado huellas por
toda la habitaci´on, mostrando que estuvo all´ı todo el
tiempo.
Arthur Conan Doyle. Un Estudio en Escarlata. 1887
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La estrecha relaci´on existente entre la matem´atica moderna y la l´ogica formal es una de sus caracter
´ısticas fundamentales. La l´ogica aristot´elica era insuf iciente para la creaci´on matem´atica ya que la
mayor parte de los argumentos utilizados en ´esta contienen enunciados del tipo “si, entonces”,
absolutamente extran˜os en aquella.

En esta primera lecci´on de l´ogica estudiaremos uno de los dos niveles en los que se desenvuelve la
moderna l´ogica formal: la l´ogica de enunciados o de proposiciones.

1.1 Proposiciones y Tablas de Verdad

En el desarrollo de cualquier teor´ıa matem´atica se hacen af irmaciones en forma de frases y que


tienen un sentido pleno. Tales af irmaciones, verbales o escritas, las denominaremos enunciados o
proposiciones.

1.1.1 Proposicio
´n

Llamaremos de esta forma a cualquier afirmaci´on que sea verdadera o falsa, pero no ambas cosas
a la vez.

Ejemplo 1.1 Las siguientes afirmaciones son proposiciones.

(a) Gabriel Garc´ıa M´arquez escribi´o Cien an˜os de

soledad. (b) 6 es un nu´mero primo.

(c) 3+2=6

(d) 1 es un nu´mero entero, pero 2 no lo es. •

Nota 1.1 Las proposiciones se notan con letras minu´sculas, p, q, r . . . . . . La notaci´on p :Tres
m´as cuatro es igual a siete se utiliza para def inir que p es la proposici´on “tres m´as cuatro es igual a
siete”.

Este tipo de proposiciones se llaman simples, ya que no pueden descomponerse en otras.

Ejemplo 1.2 Las siguientes no son proposiciones.

(a) x + y >

5 (b) ¿Te

vas?

(c) Compra cinco azules y cuatro rojas.

(d) x = 2

Soluci´on

En efecto, (a) es una afirmaci´on pero no es una proposici´on ya que ser´a verdadera o falsa
dependiendo de los valores de x e y e igual ocurre con la af irmaci´on (d). Los ejemplos (b) y (c) no
2
son af irmaciones, por lo tanto no son proposiciones.

Desde el punto de vista l´ogico carece de importancia cual sea el contenido material de los
enunciados, solamente interesa su valor de verdad.
1.1.2 Valor de Verdad

Llamaremos valor verdadero o de verdad de una proposici´on a su veracidad o falsedad. El valor


de verdad de una proposici´on verdadera es verdad y el de una proposici´on falsa es falso.

Ejemplo 1.3 D´ıgase cu´ales de las siguientes afirmaciones son proposiciones y determinar el valor
de verdad de aquellas que lo sean.

(a) p: Existe Premio Nobel de inform´atica.


(b) q: La tierra es el u´nico planeta del Universo que tiene
vida. (c) r: Teclee Escape para salir de la aplicaci´on.
(d) s: Cinco m´as siete es grande.

Soluci´on

(a) p es una proposici´on falsa, es decir su valor de verdad es Falso.


(b) No sabemos si q es una proposici´on ya que desconocemos si esta af irmaci´on es verdadera o
falsa. (c) r no es una proposici´on ya que no es verdadera ni es falsa. Es un mandato.
(d) s no es una proposici´on ya que su enunciado, al carecer de contexto, es ambiguo. En efecto,
cinco nin˜as m´as siete nin˜os es un nu´mero grande de hijos en una familia, sin embargo
cinco monedas de cinco cinco c´entimos m´as siete monedas de un c´entimo no constituyen una
cantidad de dinero grande.

1.1.3 Proposicio´n Compuesta

Si las proposiciones simples p1 , p2 , . . . , pn se combinan para formar la proposici´on P , diremos que


P
la es una proposici´on compuesta de p1 , p2 , . . . , pn .

Ejemplo 1.4 “La Matem´atica Discreta es mi asignatura preferida y Mozart fue un gran
compositor” es una proposici´on compuesta por las proposiciones “La Matem´atica Discreta es mi
asignatura preferida” y “Mozart fue un gran compositor”.

“El es inteligente o estudia todos los d´ıas” es una proposici´on compuesta por dos proposiciones: “El
es inteligente” y “El estudia todos los d´ıas”.

Nota 1.2 La propiedad fundamental de una proposici´on compuesta es que su valor de verdad est
´a completamente determinado por los valores de verdad de las proposiciones que la componen junto
con la forma en que est´an conectadas.

1.1.4 Variables de Enunciado

Es una proposici´on arbitraria con un valor de verdad no especificado, es decir, puede ser
verdad o falsa.

En el c´alculo l´ogico, prescindiremos de los contenidos de los enunciados y los sustituiremos por variables
de enunciado. Toda variable de enunciado p, puede ser sustituida por cualquier enunciado siendo sus
posibles estados, verdadero o falso. El conjunto de los posibles valores de una proposici´on p, los
representaremos en las llamadas tablas de verdad, ideadas por L.Wittgenstein1 .
1
Ludwig Wittgenstein (Viena 1889-Cambridge 1951), nacionalizado brit´anico en 1938. Estudi´o Ingenier´ıa Mec´anica
en
1.1.5 Tablas de Verdad

La tabla de verdad de una proposici´on compuesta P enumera todas las posibles combinaciones de
los valores de verdad para las proposiciones p1 , p2 , . . . , pn .

Ejemplo 1.5 Por ejemplo, si P es una proposici´on compuesta por las proposiciones simples p1 , p2
y
p3 , entonces la tabla de verdad de P deber´a recoger los siguientes valores de verdad.

p1 p2 p3

V V V
V V F
V F V
V F F
F V V
F V F
F F V
F F F

1.2 Conexio´n entre


Proposiciones

Estudiamos en este apartado las distintas formas de conectar proposiciones entre s´ı. Prestaremos
especial atenci´on a las tablas de verdad de las proposiciones compuestas que pueden formarse
utilizando las distintas conexiones.

1.2.1 Conjuncio
´n

Dadas dos proposiciones cualesquiera p y q, llamaremos conjunci´on de ambas a la proposici´on


com- puesta “p y q” y la notaremos p ∧ q. Esta proposici´on ser´a verdadera u´nicamente en el
caso de que
ambas proposiciones lo sean.

Obs´ervese que de la def inici´on dada se sigue directamente que si p y q son, ambas, verdaderas
entonces
p ∧ q es verdad y que si al menos una de las dos es falsa, entonces p ∧ q es falsa. Por lo tanto su tabla
de
verdad vendr´a dada por

p q p∧q
V V V
V F F
F V F
F F F

Obs´ervese tambi´en que el razonamiento puede hacerse a la inversa, es decir si p ∧ q es verdad,


entonces
p y q son, ambas, verdad y que si p ∧ q es falsa, entonces una de las dos ha de ser falsa. •

Berlin, posteriormente investig´o Aeron´autica en Manchester. La necesidad de entender mejor las matem´aticas lo llev
´o a estudiar sus fundamentos. Dej´o Manchester en 1811 para estudiar l´ogica matem´atica con Russell en Cambridge.
Escribi´o su primer gran trabajo en l´ogica, Tractatus logico-philosophicus, durante la primera guerra mundial, primero
en el frente ruso y luego en el norte de Italia. Envi´o el manuscrito a Russell desde un campo de prisioneros en Italia.
Liberado en
1919, regal´o la fortuna que hab´ıa heredado de su familia y trabaj´o en Austria como profesor en una escuela
primaria. Volvi´o a Cambridge en 1929 y fue profesor en esta universidad hasta 1947, an˜o en que renunci´o. Su segundo
gran trabajo, Investigaciones filos´oficas fue publicado en 1953, es decir, dos an˜os despu´es de su muerte. Otras
obras p´ostumas de Wittgenstein son: Observaciones filos´oficas sobre los principios de la matem´atica (1956),
Cuadernos azul y marr´on (1958) y Lecciones y conversaciones sobre est´etica, sicolog´ıa y fe religiosa (1966).
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1.2.2 Disyuncio´n

Dadas dos proposiciones cualesquiera p y q, llamaremos disyunci´on de ambas a la proposici´on


com- puesta “p ´o q” y la notaremos p ∨ q. Esta proposici´on ser´a verdadera si al menos una de
las dos p ´o
q lo es.
De acuerdo con la def inici´on dada se sigue que si una de las dos, p ´o q, es verdad entonces p ∨ q es
verdad y que p ∨ q ser´a falsa, u´nicamente si ambas lo son. Su tabla de verdad ser´a, por tanto,

p q p∨q
V V V
V F V
F V V
F F F

Al igual que en la conjunci´on, podemos razonar en sentido inverso. En efecto, si p ∨ q es verdad,


entonces una de las dos, al menos, ha de ser verdad y si p ∨ q es falsa, entonces ambas han de ser
falsas. •

La palabra “o” se usa en el lenguaje ordinario de dos formas distintas. A veces se utiliza en el sentido
de “p ´o q, ´o ambos”, es decir, al menos una de las dos alternativas ocurre y, a veces es usada en el
sentido de “p ´o q, pero no ambos” es decir, ocurre exactamente una de de las dos alternativas.

Por ejemplo, la proposici´on “El ir´a a Madrid o a Bilbao” usa “o” con el u´ltimo sentido. A este tipo
de disyunci´on la llamaremos disyunci´on exclusiva.

1.2.3 Disyuncio´n
Exclusiva

Dadas dos proposiciones cualesquiera p y q, llamaremos disyunci´on exclusiva de ambas a la proposici


´on compuesta “p ´o q pero no ambos” y la notaremos p y_ q. Esta proposici´on ser´a verdadera si
una u otra, pero no ambas son verdaderas.

Segu´n esta def inici´on una disyunci´on exclusiva de dos proposiciones p y q ser´a verdadera cuando
tengan distintos valores de verdad y falsa cuando sus valores de verdad sean iguales. Su tabla de
verdad es, por tanto,

p q p y_ q
V V F
V F V
F V V
F F F

Haciendo el razonamiento contrario si p y_ q es verdad, u´nicamente podemos asegurar que una de las
dos es verdad y si p y_ q es falsa, s´olo podemos deducir que ambas tienen el mismo valor de verdad. •

Nota 1.3 Salvo que especif iquemos lo contrario, “o” ser´a usado en el primero de los sentidos.
Esta discusi´on pone de manif iesto la precisi´on que ganamos con el lenguaje simb´olico: p ∨ q est´a
def inida por
su tabla de verdad y siempre signif ica p y/´o q.

1.2.4 Negacio´n

Dada una proposici´on cualquiera, p, llamaremos “negaci´on de p” a la proposici´on “no p” y la


notare- mos ¬p. Ser´a verdadera cuando p sea falsa y falsa cuando p sea verdadera.
La tabla de verdad de esta nueva proposici´on, ¬p, es:

p ¬p
V F
F V

De esta forma, el valor verdadero de la negaci´on de cualquier proposici´on es siempre opuesto al


valor verdadero de la af irmaci´on original. •

Ejemplo 1.6 Estudiar la veracidad o falsedad de las siguientes proposiciones:

p1 : El Pentium es un microprocesador.

p2 : Es falso que el Pentium sea un microprocesador.

p3 : El Pentium no es un microprocesador.

p4 : 2 + 2 = 5

p5 : Es falso que 2 + 2 = 5

p6 : 2 + 2 = 4

Soluci´on

./ p2 y p3 son, cada una, la negaci´on de p1 .

./ p5 y p6 son, cada una, la negaci´on de p4 .

Pues bien, de acuerdo con la tabla de verdad para la negaci´on, tendremos:

./ p1 es verdad, luego p2 y p3 son falsas.

./ p4 es falsa, luego p5 y p6 son verdad.

Ejemplo 1.7 Construir la tabla de verdad de la proposici´on ¬(p ∧


¬q). Soluci´on

p q ¬q p ∧ ¬q ¬ (p ∧ ¬q)
V V F F V
V F V V F
F V F F V
F F V F V

Existen proposiciones que son verdaderas (falsas) simplemente por su forma l´ogica y no por su
contenido.
1.2.5 Tautolog´ıas y Contradicciones

Sea P una proposici´on compuesta de las proposiciones simples p1 , p2 , . . . , pn

P es una Tautolog´ıa si es verdadera para todos los valores de verdad que se asignen a
p1 , p2 , . . . , pn .

P es una Contradicci´on si es falsa para todos los valores de verdad que se asignen a p1 , p2 , . . .

, pn . En adelante, notaremos por “C ” a una contradicci´on y por “T ” a una tautolog´ıa.

Una proposici´on P que no es tautolog´ıa ni contradicci´on se llama, usualmente, Contingencia.


Ejemplo 1.8 Probar que la proposici´on compuesta p ∨ ¬p es una tautolog´ıa y la p ∧ ¬p es una
con- tradicci´on.

Soluci´on

En efecto:

p ¬p p ∨ ¬p p ∧ ¬p
V F V F
F V V F

Obs´ervese que p ∨ ¬p es verdad, independientemente de quienes sean las variables de enunciado, p y


¬p
y lo mismo ocurre con la falsedad de p ∧ ¬p. •

1.2.6 Proposicio´n Condicional

Dadas dos proposiciones p y q, a la proposici´on


compuesta
“si p, entonces q”

se le llama “proposici´on condicional” y se nota


por
p −→ q

A la proposici´on “p” se le llama hip´otesis, antecedente, premisa o condici´on suficiente y a la


“q” tesis, consecuente, conclusi´on o condici´on necesaria del condicional. Una proposici´on
condicional es falsa u´nicamente cuando siendo verdad la hip´otesis, la conclusi´on es falsa (no
se debe deducir una conclusi´on falsa de una hip´otesis verdadera).

De acuerdo con esta def inici´on su tabla de verdad


es,

p q p −→ q
V V V
V F F
F V V
F F V

Obs´ervese que si p −→ q es verdad no puede deducirse pr´acticamente nada sobre los valores de
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de p y q ya que pueden ser ambas verdad, ambas falsas o la primera falsa y la segunda verdad. Ahora
bien, si el condicional p −→ q es falso, entonces podemos asegurar que p es verdadera y q falsa. •
Otras formulaciones equivalentes de la proposici´on condicional p −→ q son:
“p s´olo si q
”. “q si p”.
“p es una condici´on suficiente para q
”. “q es una condici´on necesaria para
p”. “q se sigue de p”.
“q a condici´on de
p”.
“q es una consecuencia l´ogica de p”
. “q cuando p”.

Analizaremos con detalle cada uno de los cuatro casos que se presentan en la tabla de verdad.

1. Antecedente y consecuente verdaderos.


En este caso parece evidente que el condicional “si p, entonces q” se evalu´e como verdadero.
Por ejemplo,

“Si como mucho, entonces engordo”

es una sentencia que se evalu´a como verdadera en el caso de que tanto el antecedente como
el consecuente sean verdaderos.
Ahora bien, obs´ervese que ha de evaluarse tambi´en como verdadero un condicional en el que
no exista una relaci´on de causa entre el antecedente y el consecuente. Por ejemplo, el
condicional

“Si Garc´ıa Lorca fue un poeta, entonces Gauss fue un matem


´atico”

ha de evaluarse como verdadero y no existe relaci´on causal entre el antecedente y el


consecuente. Es por esta raz´on que no hay que confundir el condicional con la implicaci´on l
´ogica.

“Garc´ıa Lorca fue un poeta implica que Gauss fue un matem


´atico”

Es una implicaci´on falsa desde el punto de vista l´ogico. M´as adelante estudiaremos la
implicaci´on l´ogica.
2. Antecedente verdadero y consecuente falso.
En este caso parece natural decir que el condicional se evalu´a como falso. Por ejemplo,
supongamos que un pol´ıtico aspirante a Presidente del Gobierno promete:

“Si gano las elecciones, entonces bajar´e los impuestos


Este condicional ser´a falso s´olo si ganando las elecciones, el pol´ıtico no baja los impuestos. A
nadie se le ocurrir´ıa reprochar al pol´ıtico que no ha bajado los impuestos si no ha ganado las
elecciones. Obs´ervese que el hecho de que p sea verdadero y, sin embargo, q sea falso viene,
en realidad, a
refutar la sentencia p −→ q, es decir la hace
falsa.
3. Antecedente falso y consecuente verdadero.
Nuestro sentido comu´n nos indica que el condicional p −→ q no es, en este caso, ni verdadero
ni falso. Parece il´ogico preguntarse por la veracidad o falsedad de un condicional cuando la
condici´on
expresada por el antecedente no se cumple. Sin embargo, esta respuesta del sentido comu´n no
nos sirve, estamos en l´ogica binaria y todo ha de evaluarse bien como verdadero, bien como
falso, es decir, si una sentencia no es verdadera, entonces es falsa y viceversa.
Veamos que en el caso que nos ocupa, podemos asegurar que el condicional no es falso. En efecto,
como dijimos anteriormente, p −→ q es lo mismo que afirmar que
“p es una condici´on suficiente para
q”

es decir, p no es la u´nica condici´on posible, por lo cual puede darse el caso de que q sea
verdadero siendo p falso. O sea, la falsedad del antecedente no hace falso al condicional y si no lo
hace falso, entonces lo hace verdadero. Por ejemplo,

“Si estudio mucho, entonces me canso”

¿Qu´e ocurrir´ıa si no estudio y, sin embargo, me cansara? Pues que la sentencia no ser´ıa inv
´alida, ya que no se dice que no pueda haber otros motivos que me puedan producir cansancio.
4. Antecedente y consecuente falsos.
La situaci´on es parecida a la anterior. La condici´on p no se verifica, es decir, es falsa, por lo que
el consecuente q puede ser tanto verdadero como falso y el condicional, al no ser falso, ser´a
verdadero.
Obs´ervese, anecd´oticamente, que es muy frecuente el uso de este condicional en el lenguaje
coloquial, cuando se quiere sen˜alar que, ante un dislate, cualquier otro est´a justificado.

“Si tu´ eres programador, entonces yo soy el duen˜o de


Microsoft ”

Ejemplo 1.9 Sean p, q y r las proposiciones “El nu´mero N es par”, “La salida va a la pantalla”
y “Los resultados se dirigen a la impresora”, respectivamente. Enunciar las formulaciones equivalentes
de las siguientes proposiciones.

(a) q −→ p.
(b) ¬q −→ r.
(c) r −→ (p ∨ q).

Soluci
´on

(a) q −→ p.
− Si la salida va a la pantalla, entonces el nu´mero N es par.
− La salida ir´a a la pantalla, s´olo si el nu´mero N es par.
− El nu´mero N es par si la salida va a la pantalla.
− Una condici´on suficiente para que el nu´mero N sea par es que la salida vaya a la pantalla.
− Una condici´on necesaria para que la salida vaya a la pantalla es que el nu´mero N sea par.
(b) ¬q −→ r.
− Si la salida no va a la pantalla, entonces los resultados se dirigen a la impresora.
− La salida no va a la pantalla s´olo si los resultados se dirigen a la impresora.
− Los resultados se dirigen a la impresora si la salida no va a la pantalla.
− Una condici´on suficiente para que los resultados se dirijan a la impresora es que la salida
no
vaya a la pantalla.
− Una condici´on necesaria para que la salida no vaya a la pantalla es que los resultados se
dirijan a la impresora.
(c) r −→ (p ∨ q).
− Si los resultados se dirigen a la impresora, entonces el nu´mero N es par o la salida va a
la pantalla.
− Los resultados se dirigen a la impresora s´olo si el nu´mero N es par o la salida vaya a la
pantalla.
− El nu´mero N es par o la salida va a la pantalla si los resultados se dirigen a la impresora.
− Una condici´on suficiente para que el nu´mero N sea par o la salida vaya a la pantalla es
que
los resultados se dirijan a la impresora.
− Una condici´on necesaria para que los resultados se dirijan a la impresora es que el nu´mero
N
sea par o que la salida vaya a la pantalla.

Ejemplo 1.10 Sean las proposiciones

p : Est´a nevando.
q : Ir´e a la ciudad.
r : Tengo tiempo.

(a) Escribir, usando conectivos l´ogicos, una proposici´on que simbolice cada una de las af
irmaciones siguientes:
(a.1) Si no est´a nevando y tengo tiempo, entonces ir´e a la
ciudad. (a.2) Ir´e a la ciudad s´olo si tengo tiempo.
(a.3) No est´a nevando.
(a.4) Est´a nevando, y no ir´e a la ciudad.
(b) Enunciar las af irmaciones que se corresponden con cada una de las proposiciones
siguientes: (b.1) q ←→ (r ∧ ¬p)
(b.2) r ∧ q
(b.3) (q −→ r) ∧ (r −→ q)
(b.4) ¬(r ∨ q)

Soluci´on

(a) Escribimos en forma simb´olica las afirmaciones


propuestas. (a.1) (¬p ∧ r) −→ q
(a.2) q −→ r
(a.3) ¬p
(a.4) p ∧ ¬q
(b) Escribimos en forma de afirmaciones las proposiciones.
(b.1) Ir´e a la ciudad si, y s´olo si tengo tiempo y no est´a
nevando. (b.2) Tengo tiempo e ir´e a la ciudad.
(b.3) Ir´e a la ciudad si y s´olo si tengo tiempo.
(b.4) Ni tengo tiempo, ni ir´e a la ciudad.

1.2.7 Proposicio´n Rec´ıproca

Dada la proposici´on condicional p −→ q, su rec´ıproca es la proposici´on, tambi´en condicional, q


−→ p.
Por ejemplo, la rec´ıproca de “Si la salida no va a la pantalla, entonces los resultados se dirigen a
la impresora ” ser´a “Si los resultados se dirigen a la impresora, entonces la salida no va a la pantalla
”.
1.2.8 Proposicio´n Contrarrec´ıproca

Dada la proposici´on condicional p −→ q, su contrarrec´ıproca es la proposici´on, tambi´en


condicional,
¬q −→ ¬p.

Por ejemplo, la contrarrec´ıproca de la proposici´on “Si Mar´ıa estudia mucho, entonces es buena
estudi- ante” es “Si Mar´ıa no es buena estudiante, entonces no estudia mucho”.

Ejemplo 1.11 Escribir la rec´ıproca y la contrarrec´ıproca de cada una de las af irmaciones


siguientes:

(a) Si llueve, no voy.


(b) Me quedar´e, s´olo si tu´ te vas.
(c) Si tienes cien pesetas, entonces puedes comprar un helado.
(d) No puedo completar la respuesta si no me ayudas.

Soluci´on

Escribiremos la rec´ıproca y la contrarrec´ıproca de varias


formas.

(a) Si llueve, no voy.


Rec´ıproca.
− Si no voy, entonces llueve.
− Llueve si no voy.
− Una condici´on necesaria para no ir es que llueva.
− Una condici´on suficiente para que llueva es no ir.
Contrarrec´ıproca.
− Si voy, entonces no llueve.
− Voy s´olo si no llueve.
− Es necesario que no llueva, para que vaya.
− Es suficiente que vaya para que no llueva.
(b) Me quedar´e s´olo si te
vas.
Rec´ıproca.
− Si te vas, entonces me quedar´e.
− Me quedar´e, si te vas.
− Una condici´on necesaria para que te vayas, es quedarme.
− Una condici´on suficiente para quedarme es que te vayas.
Contrarrec´ıproca.
− Si no te vas, entonces no me quedar´e.
− No me quedar´e si no te vas.
− Es suficiente que no te vayas, para no quedarme.
(c) No puedo completar la respuesta si no me ayudas.
Rec´ıproca.
− Si no puedo completar la respuesta, entonces no me ayudas.
Contrarrec´ıproca.
− Si puedo completar la respuesta, entonces me ayudas.
− Puedo completar la respuesta s´olo si me ayudas.
− Es necesario que ayudes para poder completar la respuesta.


1.2.9 Proposicio´n bicondicional

Dadas dos proposiciones p y q, a la proposici´on compuesta

“p si y s´olo si
q”
se le llama “proposici´on bicondicional” y se nota por
p ←→ q

La interpretaci´on del enunciado es:

p s´olo si q y p si
q

o lo que es igual

si p, entonces q y si q, entonces p

es decir,
(p −→ q) ∧ (q −→ p)

Por tanto, su tabla de verdad es:

p q p −→ q q −→ p ←→ q
p V
V V V V F
V F F V F
F V V F V
F F V V

Luego la proposici´on bicondicional p ←→ q es verdadera u´nicamente en caso de que ambas


proposiciones,
p y q, tengan los mismos valores de verdad. •
Nota 1.4 Obs´ervese que la proposici´on condicional p −→ q, se enunciaba

Si p, entonces q

siendo una formulaci´on equivalente,

Una condici´on necesaria para p es


q

y la proposici´on condicional q −→ p, se enunciaba

Si q, entonces p

siendo una formulaci´on equivalente,

Una condici´on suficiente para p es


q
Por tanto, una formulaci´on equivalente de la proposici´on bicondicional en estos t´erminos, ser´ıa:

Una condici´on necesaria y suficiente para p es


q
Ejemplo 1.12 Sean a, b y c las longitudes de los lados de un tri´angulo T siendo c la longitud
mayor. El enunciado

T es rect´angulo si, y s´olo si a2 + b2 = c2

puede expresarse simb´olicamente


como p ←→ q
donde p es la proposici´on “T es rect´angulo” y q la proposici´on “a2 + b2 =

c2 ”. Observemos lo siguiente: La proposici´on anterior af irma dos cosas

1. Si T es rect´angulo, entonces a2 + b2 = c2
o tambi´en,
Una condici´on necesaria para que T sea rect´angulo es que a2 + b2 = c2

2. Si a2 + b2 = c2 , entonces T es rect
´angulo o tambi´en,
Una condici´on suf iciente para que T sea rect´angulo es que a2 + b2 = c2

Consecuentemente, una forma alternativa de formular la proposici´on dada es

Una condici´on necesaria y suf iciente para que T sea rect´angulo es que a2 + b2 = c2

Nota 1.5 Los valores de verdad de una proposici´on compuesta, pueden determinarse a menudo,
con- struyendo una tabla de verdad abreviada. Por ejemplo, si queremos probar que una proposici´on
es una contingencia, es suficiente con que consideremos dos l´ıneas de su tabla de verdad, una que
haga que la proposici´on sea verdad y otra que la haga falsa. Para determinar si una proposici´on es
una tautolog´ıa, bastar´ıa considerar, u´nicamente, aquellas l´ıneas para las cuales la proposici´on
pueda ser falsa.

Ejemplo 1.13 Consideremos el problema de determinar si la proposici´on (p∧q) −→ p es una tautolog

´ıa. Soluci´on

Construimos su tabla de verdad.

p q p∧q (p ∧ q) −→ p
V V V V
V F F V
F V F V
F F F V

Luego, en efecto, (p ∧ q) −→ p es una tautolog


´ıa.

Observemos ahora lo siguiente: Una proposici´on condicional s´olo puede ser falsa en caso de que siendo
la hip´otesis verdadera, la conclusi´on sea falsa, por tanto si queremos ver si (p ∧ q) −→ p es una
tautolog´ıa, bastar´ıa comprobar los casos en que p ∧ q sea verdad, ya que si es falsa, entonces (p ∧ q)
−→ p es verdad,
consecuentemente una tabla de verdad abreviada para este ejercicio ser
´ıa:
p q p∧q (p ∧ q) −→ p
V V V V

Ejemplo 1.14 Establecer si las siguientes proposiciones son tautolog´ıas, contingencias o


contradic- ciones.

(a) (p −→ q) ∧ (q −→ p)
(b) [p ∧ (q ∨ r)] −→ [(p ∧ q) ∨ (p ∧
r)] (c) (p ∨ ¬q) −→ q
(d) p −→ (p ∨
q) (e) (p ∧ q)
−→ p
(f ) [(p ∧ q) ←→ p] −→ (p ←→ q)
(g) [(p −→ q) ∨ (r −→ s)] −→ [(p ∨ r) −→ (q ∨ s)]

Soluci´on

(a) (p −→ q) ∧ (q −→ p)

p q p −→ q q −→ p (p −→ q) ∧ (q −→ p)
V V V V V
V F F V F
F V V F F
F F V V V

Luego es una contingencia.


(b) [p ∧ (q ∨ r)] −→ [(p ∧ q) ∨ (p ∧
r)]
Haremos una tabla de verdad abreviada. La proposici´on condicional s´olo es falsa cuando
siendo verdad la hip´otesis, la conclusi´on es falsa. Ahora bien, la hip´otesis es verdad cuando lo
sean, a un
tiempo, p y q ∨ r y ´esta es verdad si, al menos, una de las dos q o r lo es, entonces

p q r q∨r p ∧ (q ∨ r) p∧q p∧r (p ∧ q) ∨ (p ∧ r) −→


V V F V V V F V V
V F V V V F V V V
V V V V V V V V V

Por tanto, la proposici´on es una tautolog´ıa.


(c) (p ∨ ¬q) −→ q

p q ¬q p ∨ ¬q (p ∨ ¬q) −→ q
V V F V V
V F V V F
F V F F V
F F V V F

luego la proposici´on es una


contingencia. (d) p −→ (p ∨ q)
Esta proposici´on ser´a falsa u´nicamente cuando siendo verdad p, p ∨ q sea falsa, pero si p es
verdad,
entonces p ∨ q es verdad independientemente del valor de verdad de q, luego una tabla de verdad
abreviada ser´a
p p∨q p −→ (p ∨ q)
V V V

y la proposici´on es una tautolog


´ıa. (e) (p ∧ q) −→ p
Haremos una tabla de verdad abreviada. la proposici´on condicional, u´nicamente, es falsa
cuando siendo p ∧ q verdad, la conclusi´on p es falsa, pero p ∧ q es verdad, u´nicamente, cuando
ambas, p y
q, lo son, luego,

p q p∧q (p ∧ q) −→ p
V V V V

es decir, la proposici´on es una tautolog´ıa.


(f ) [(p ∧ q) ←→ p] −→ (p ←→ q)

p q p∧q (p ∧ q) ←→ p p ←→ q [(p ∧ q) ←→ p] −→ (p ←→ q)
V V V V V V
V F F F F V
F V F V F F
F F F V V V

luego la proposici´on es una contingencia.


(g) [(p −→ q) ∨ (r −→ s)] −→ [(p ∨ r) −→ (q ∨
s)]
La proposici´on condicional u´nicamente es falsa cuando siendo verdad la hip´otesis es falsa la
con- clusi´on. Por el mismo argumento (p ∨ r) −→ (q ∨ s) es falsa cuando siendo p ∨ r verdad
sea q ∨ s
sea falsa, y ´esta es falsa cuando ambas, q y s, lo son.
Ahora bien, para que la conclusi´on (p ∨ r) −→ (q ∨ s) sea falsa, y utilizando el mismo
argumento,
p ∨ r ha de ser verdad y q ∨ s falsa, luego p y r han de ser una de las dos, al menos, verdad
mientras
q y s han de ser, las dos, falsas.
Haremos, pues, una tabla de verdad abreviada que recoja u´nicamente estos casos.

p q r s (p −→ q) ∨ (r −→ s) (p ∨ r) −→ (q ∨ s) −→
V F V F (F ) F (F ) (V ) F (F ) V
V F F F (F ) V (V ) (V ) F (F ) F
F F V F (V ) V (F ) (V ) F (F ) F

y, consecuentemente, la proposici´on es una contingencia. •

1.3 Implicacio´n

Estudiamos en este apartado la implicaci´on l´ogica entre dos proposiciones.

1.3.1 Implicacio´n Lo´gica

Se dice que la proposici´on P implica l´ogicamente la proposici´on Q, y se escribe P =⇒ Q, si


Q es
verdad cuando P es verdad.

Obs´ervese que esto es equivalente a decir que P =⇒ Q es falso si P es falso cuando Q es falso, ya que
si
P es verdad siendo Q falso, no se cumplir´ıa la def inici´on anterior. •
Ejemplo 1.15 Dadas las proposiciones p y q, demostrar que la negaci´on de p ´o q implica l
´ogicamente la negaci´on de p.

Soluci
´on

Lo que se pide es probar que ¬(p ∨ q) =⇒ ¬p, es decir si cada vez que ¬(p ∨ q) es verdad, ¬p tambi´en
lo es. En efecto, si ¬(p ∨ q) es verdad, entonces p ∨ q es falso, de aqu´ı que p sea falso y,
consecuentemente,
¬p sea verdad.

Tambi´en podemos decir que si ¬p es falso, entonces p es verdad, luego p ∨ q es verdad (cualquiera
que sea el valor de verdad de q) y, por lo tanto, ¬(p ∨ q) es falso.

Nota 1.6 Ahora podremos entender algo mejor lo que coment´abamos en 1. de 1.2.6. En efecto,
de que “Garc´ıa Lorca fue un poeta” sea verdad no puede deducirse que Gauss fuera matem´atico,
aunque lo fue y muy bueno.
De todas formas, es cierto que existe una semejanza entre el s´ımbolo =⇒ para la implicaci´on l´ogica
y el s´ımbolo −→ para la proposici´on condicional. Esta semejanza es intencionada y debido a la
manera en que se usa el t´ermino implica, en el lenguaje ordinario es natural leer p −→ q como “p
implica q”. El
siguiente teorema justif ica este proceder.

1.3.2 Implicacio´n Lo´gica y Proposicio´n


Condicional

La proposici´on P implica l´ogicamente la proposici´on Q si, y s´olo si la proposici´on condicional P


−→ Q
es una tautolog´ıa.

Demostraci´on
Veamos que P =⇒ Q s´olo si P −→ Q es una tautolog´ıa.

En efecto, supongamos que P implica l´ogicamente Q. Entonces, de acuerdo con la def inici´on, cuando
P
es verdad, Q tambi´en lo es y cuando Q es falso, P es falso, por tanto, la tabla de verdad de P −→
Q
conteniendo u´nicamente estas opciones es:

P Q P −→ Q
V V V
F F V

es decir, P −→ Q es una tautolog´ıa.


Rec´ıprocamente, veamos que P =⇒ Q si P −→ Q es una tautolog´ıa.
En efecto, si P es verdad y P −→ Q es una tautolog´ıa entonces Q ha de ser verdad.
Tambi´en podr´ıamos haber dicho que si Q es falso y P −→ Q es una tautolog´ıa, entonces P ha
de ser falso. •

Debido a este teorema, los l´ogicos pref ieren adoptar el lenguaje comu´n como el lenguaje de la l
´ogica y leen p −→ q como “p implica q”. En este caso, ellos utilizan la palabra implica como el
nombre de un
conectivo l´ogico y como el nombre de una relaci´on paralela entre proposiciones.
Nota 1.7 Resolvemos ahora el ejemplo anterior viendo que ¬(p ∨ q) −→ ¬p es una tautolog´ıa. Su
tabla de verdad es:
p q p∨q ¬ (p ∨ q) ¬p ¬ (p ∨ q) −→ ¬p
V V V F F V
V F V F F V
F V V F V V
F F F V V V

luego, ¬(p ∨ q) −→ ¬p es, efectivamente, una tautolog´ıa. •

1.3.3 Implicaciones Lo´gicas m´as Comunes

La tabla siguiente presenta algunas implicaciones l´ogicas con los nombres que usualmente reciben.

./ Adici´on.
P =⇒ (P ∨ Q)

./ Simplif icaci
´on. (P ∧ Q) =⇒ P

./ Ley del Modus Ponendo Ponens (Modus Ponens). Dado un condicional y af irmando
(“Po- nendo”) el antecedente, se puede af irmar (“Ponens”) el consecuente.
[(P −→ Q) ∧ P ] =⇒
Q

./ Ley del Modus Tollendo Tollens (Modus Tollens). Dado un condicional y negando (“Tollendo”)
el consecuente, se puede negar (“Tollens”) el antecedente.
[(P −→ Q) ∧ ¬Q] =⇒
¬P

./ Leyes de los Silogismos Hipot´eticos.

[(P −→ Q) ∧ (Q −→ R)] =⇒ (P −→ R)
[(P ←→ Q) ∧ (Q ←→ R)] =⇒ (P ←→
R)

./ Leyes de los silogismos disyuntivos.


[¬P ∧ (P ∨ Q)] =⇒ Q
[P ∧ (¬P ∨ ¬Q] =⇒ ¬Q

./ Ley del Dilema Constructivo.


[(P −→ Q) ∧ (R −→ S) ∧ (P ∨ R)] =⇒ (Q ∨ S)

./ Contradicci
´on. (P −→ C ) =⇒ ¬P

Ejemplo 1.16 Verif icar las leyes de los silogismos disyuntivos.

Soluci´on

(a) ¬P ∧ (P ∨ Q) =⇒ Q. En efecto, si ¬P ∧ (P ∨ Q) es verdad, entonces ¬P es verdad y P ∨ Q es


verdad, de aqu´ı que P sea falso y P ∨ Q verdad, por lo tanto, Q ha de ser verdad.
Tambi´en, si hacemos la tabla de verdad del condicional ¬P ∧ (P ∨ Q) −→ Q,
P Q P∨Q ¬P ¬P ∧ (P ∨ Q) ¬P ∧ (P ∨ Q) −→ Q
V V V F F V
V F V F F V
F V V V V V
F F F V F V

observamos que es una tautolog´ıa luego por el teorema 1.3.2 ¬P ∧ (P ∨ Q) implica l´ogicamente
¬Q.

(b) [P ∧ (¬P ∨ ¬Q)] =⇒ ¬Q. En efecto, si P ∧ (¬P ∨ ¬Q) es verdad, entonces P y ¬P ∨ ¬Q


son verdad, luego ¬P es falso y ¬P ∨ ¬Q verdad, por lo tanto, ¬Q es verdad.
Tambi´en, haciendo una tabla de verdad igual que en el apartado anterior.

P Q ¬P ¬Q ¬P ∨ ¬Q P ∧ (¬P ∨ ¬Q) P ∧ (¬P ∨ ¬Q) −→ Q


V V F F F F V
V F F V V V V
F V V F V F V
F F V V V F V

se observa que P ∧ (¬P ∨ ¬Q) −→ ¬Q es una tautolog´ıa luego, por 1.3.2, P ∧ (¬P ∨ ¬Q) =⇒
¬Q •

Ejemplo 1.17 Demostrar la implicaci´on l´ogica (P −→ Q) ∧ ¬Q =⇒ ¬P (Ley del Modus


Tollendo
Tollens).

Soluci´on
Veamos que ¬P es verdad cuando (P −→ Q) ∧ ¬Q es verdad.

En efecto, si (P −→ Q) ∧ ¬Q es verdad, entonces P −→ Q ha se ser verdad y ¬Q tambi´en, luego P


−→ Q
es verdad y Q es falso de aqu´ı que P tenga que ser falso y, consecuentemente, ¬P verdad.
Otra forma de hacerlo ser´ıa razonar en la forma siguiente: si ¬P es falso, entonces P es verdad y
pueden ocurrir dos cosas,

− si Q es verdad, entonces P −→ Q es verdad, ¬Q falso y, por lo tanto, (P −→ Q) ∧ ¬Q es


falso.
− si Q es falso, entonces P −→ Q es falso, ¬Q verdad y, por lo tanto, (P −→ Q) ∧ ¬Q es falso.

Es decir, en ambos casos, (P −→ Q) ∧ ¬Q es falso. •

1.4 Equivalencia Lo´gica

1.4.1 Proposiciones Lo´gicamente Equivalentes

Las proposiciones compuestas P y Q son l´ogicamente equivalentes y se escribe P ≡ Q ´o P


⇐⇒ Q
cuando ambas tienen los mismos valores de verdad.
Obs´ervese que de esta def inici´on se sigue que para probar que dos proposiciones son l´ogicamente
equiv- alentes hay que probar que si P es verdad, Q tambi´en ha de serlo y que si P es falso, Q tiene
que ser falso.

Obs´ervese tambi´en que otra forma de demostrar lo mismo es probar que P es verdad partiendo de
que
Q lo es y probar que si Q es falso, entonces P tambi´en lo es.

2
Ejemplo 1.18 Demostrar las Leyes de De Morgan.

(a) ¬(p ∨ q) ⇐⇒ ¬p ∧ ¬q
(b) ¬(p ∧ q) ⇐⇒ ¬p ∨ ¬q

Soluci´on
(a) ¬(p ∨ q) ⇐⇒ ¬p ∨ ¬q.

En efecto, si ¬(p ∨ q) es verdad, entonces p ∨ q es falso luego p y q son, ambas, falsas y, por lo tanto, ¬p
es verdad y ¬q es verdad. Consecuentemente, ¬p ∧ ¬q es verdad.

Por otra parte, si ¬(p ∨ q) es falso, entonces p ∨ q es verdad luego una de las dos proposiciones ha de
ser verdad y su negaci´on falsa, luego ¬p ∧ ¬q es, en cualquier caso, falso.
(b) ¬(p ∧ q) ⇐⇒ ¬p ∨ ¬q

En efecto, si ¬(p ∧ q) es verdad, entonces p ∧ q es falso luego una de las dos proposiciones ha de ser
falsa y su negaci´on verdad, luego ¬p ∨ ¬q es verdad en cualquiera de los casos.

Por otra parte, si ¬(p ∧ q) es falso, entonces p ∧ q es verdad, luego p es verdad y q es verdad, de aqu´ı
que
¬p y ¬q sean, ambas, falsas y, consecuentemente, ¬p ∨ ¬q sea falso. •

1.4.2 Equivalencia Lo´gica y Proposicio´n Bicondicional

La proposici´on P es l´ogicamente equivalente a la proposici´on Q si, y s´olo si la proposici´on


bicondicional
P ←→ Q es una tautolog´ıa.

Demostraci´on
Veamos que P ⇐⇒ Q s´olo si P ←→ Q es una tautolog´ıa.

En efecto, si P ⇐⇒ Q, entonces tienen los mismos valores de verdad, es decir P y Q son,


ambos, verdaderos o falsos, de aqu´ı que el valor de verdad de P ←→ Q sea siempre verdadero,
es decir es
una tautolog
´ıa.

Rec´ıprocamente, probemos que P ⇐⇒ Q si P ←→ Q es una tautolog´ıa.

Efectivamente, si la proposici´on bicondicional P ←→ Q es siempre verdadera, entonces de


acuerdo con su definici´on, P y Q son, ambas, falsas o verdaderas, es decir tienen los mismos
valores de verdad y, por tanto, P es l´ogicamente equivalente a Q.

2
Augustus De Morgan (Madras 1806-Londres 1871). Naci´o en la India, donde su padre trabajaba en la East
India Company, aunque realiz´o sus estudios en el Trinity College, donde obtuvo el grado de cuarto wrangler. Al negarse
a pasar el indispensable examen religioso no consigui´o plaza en Cambridge ni en Oxford, a pesar de haber sido educado en
la Iglesia de Inglaterra, en la que su madre esperaba que se hiciese pastor. A consecuencia de ello, De Morgan se vio
nombrado profesor de matem´aticas, a la temprana edad de 22 an˜os, en la reci´en creada Universidad de Londres, m´as
tarde University College de la misma universidad, donde ensen˜o de manera continua, excepto durante breves per´ıodos
a consecuencias de sucesivas dimisiones provocadas por casos de reducci´on de la libertad acad´emica. De Morgan fue
siempre un defensor de la tolerancia intelectual y religiosa, as´ı como un profesor y escritor excepcional. Era ciego de un
ojo, de nacimiento, lo cual puede explicar algunas de sus inofensivas excentricidades, tales como su odio a la vida rural,
su negativa a votar en las elecciones y su renuncia a solicitar el ingreso en la Royal Society. A De Morgan le encantaban
los acertijos, rompecabezas y problemas ingeniosos, muchos de los cuales aparecen coleccionados en su libro Budget of
Paradoxes, que es una deliciosa s´atira sobre los cuadradores del c´ırculo publicada despu´es de su muerte por su viuda.
De Morgan fue uno de los precursores de la l´ogica matem´atica y en 1847 public´o L´ogica formal o el c´alculo de
inferencia.
Nota 1.8 En el ejemplo anterior vimos que ¬(p ∧ q) ⇐⇒ ¬p ∨ ¬q, luego este teorema af irma que
la proposici´on bicondicional ¬(p ∧ q) ←→ ¬p ∨ ¬q es una tautolog´ıa. Veamos que es cierto. En
efecto,

p q p∧q ¬p ¬q ¬ (p ∧ q) ¬p ∨ ¬q ¬ (p ∧ q) ←→ (¬p ∨ ¬q)


V V V F F F F V
V F F F V V V V
F V F V F V V V
F F F V V V V V
Al igual que en la implicaci´on l´ogica, veamos una tabla con las equivalencias l´ogicas m´as u
´tiles junto con los nombres que reciben.
./ Idempotencia de la conjunci´on y la disyunci´on.

(P ∧ P ) ⇐⇒ P
(P ∨ P ) ⇐⇒
P

./ Conmutatividad de la conjunci´on y la disyunci´on.


(P ∧ Q) ⇐⇒ (Q ∧ P
) (P ∨ Q) ⇐⇒ (Q ∨
P)

./ Asociatividad de la conjunci´on y la disyunci´on. .


[(P ∧ Q) ∧ R] ⇐⇒ [P ∧ (Q ∧
R)] [(P ∨ Q) ∨ R] ⇐⇒ [P ∨ (Q
∨ R)]

./ Distributividad de ∧ respecto de ∨ y de ∨ respecto de ∧.


[P ∧ (Q ∨ R)] ⇐⇒ [(P ∧ Q) ∨ (P ∧
R)] [P ∨ (Q ∧ R)] ⇐⇒ [(P ∨ Q) ∧ (P
∨ R)]

./ Leyes de De Morgan.
¬(P ∨ Q) ⇐⇒ (¬P ∧ ¬Q)
¬(P ∧ Q) ⇐⇒ (¬P ∨ ¬Q)

./ Leyes de dominaci
´on. P ∨ T ⇐⇒ T
P ∧ C ⇐⇒ C

P ∧ T ⇐⇒ P
./ Leyes de identidad. P ∨ C ⇐⇒ P

¬¬P ⇐⇒ P
./ Doble negaci´on.
(P −→ Q) ⇐⇒ (¬P ∨
./ Implicaci´on. Q)

[P −→ (Q −→ R)] ⇐⇒ [(P ∧ Q) −→
./ Exportaci´on.
R] (P −→ Q) ⇐⇒ (¬Q −→ ¬P )
./ Contrarrec´ıproca.
(P −→ Q) ⇐⇒ [(P ∧ ¬Q) −→
C]
./ Reducci´on al
absurdo.

Ejemplo 1.19 Probar que la proposici´on condicional P −→ Q es l´ogicamente equivalente a su


con- trarrec´ıproca ¬Q −→ ¬P .
Universidad de C Departamento de Matem
´adiz ´aticas

Soluci´on
Veamos que ambos condicionales tienen los mismos valores de verdad. En efecto, si P −→ Q es verdad,
entonces P puede ser verdad o falso. Pues bien,

− si P es verdad, q ha de ser verdad, luego ¬P y ¬Q son, ambas, falsas y, consecuentemente, ¬Q −→


¬P es verdad.
− si P es falso, entonces ¬P es verdad y ¬Q −→ ¬P es verdad, cualquiera que sea el valor de
verdad de Q.

Por lo tanto, en cualquier caso, ¬Q −→ ¬P es verdad.

Por otra parte, si P −→ Q es falso, entonces P es verdad y Q es falso, luego ¬Q es verdad y ¬P es


falso y, por lo tanto, ¬Q −→ ¬P es falso.

Tambi´en podemos hacerlo escribiendo su tabla de verdad.

P Q P −→ Q ¬Q ¬P ¬Q −→ ¬P (P −→ Q) ←→ (¬Q −→ ¬P )
V V V F F V V
V F F V F F V
F V V F V V V
F F V V V V V

Entonces, el bicondicional (P −→ Q) ←→ (¬Q −→ ¬P ) es una tautolog´ıa y por 1.4.2 es una


equivalencia
l´ogica. •

Ejemplo 1.20 Probar la equivalencia l´ogica conocida como reducci´on al

absurdo. Soluci´on

Lo demostraremos partiendo de la segunda proposici´on, el razonamiento es m´as sencillo y r´apido.


En efecto,

si (P ∧ ¬Q) −→ C es verdad, entonces P ∧ ¬Q ha de ser falso luego P y ¬Q son, ambas, falsas


de aqu´ı que Q sea verdad y P −→ Q tambi´en.

Por otra parte, si (P ∧ ¬Q) −→ C es falso, entonces P ∧ ¬Q ha de ser verdad (C siempre es falso)
luego P es verdad y ¬Q tambi´en, de aqu´ı que Q sea falso y P −→ Q sea falso.

Ahora lo haremos comprobando, mediante su tabla de verdad, que la proposici´on bicondicional


corre- spondiente, (P −→ Q) ←→ [(P ∧ ¬Q) −→ C ], es una tautolog´ıa.

En efecto,

P Q P −→ Q ¬Q P ∧ ¬Q C (P ∧ ¬Q) −→ C (P −→ Q) ←→ [(P ∧ ¬Q) −→ C ]


V V V F F F V V
V F F V V F F V
F V V F F F V V
F F V V F F V V

Por tanto, y segu´n


1.4.2, (P −→ Q) ⇐⇒ [(P ∧ ¬Q) −→ C ]

Ejemplo 1.21 Demostrar que ¬(p ∧ q) ⇐⇒ (p ∧ ¬q) ∨ (¬p ∧ q) ∨ (¬p ∧ ¬q).


Universidad de C Departamento de Matem
´adiz ´aticas
Soluci´on

En efecto,

¬(p ∧ q) ⇐⇒ ¬p ∨ ¬q {De Morgan}


⇐⇒ (¬p ∧ T ) ∨ (¬q ∧ T ) {Identidad}
⇐⇒ (¬p ∧ (q ∨ ¬q)) ∨ (¬q ∧ (p ∨ ¬p)) {Tautolog´ıa}
⇐⇒ (¬p ∧ q) ∨ (¬p ∧ ¬q) ∨ (¬q ∧ p) ∨ (¬q ∧ ¬p) {Distributividad}
⇐⇒ (p ∧ ¬q) ∨ (¬p ∧ q) ∨ (¬p ∧ ¬q) ∨ (¬p ∧ ¬q) {Commutatividad}
⇐⇒ (p ∧ ¬q) ∨ (¬p ∧ q) ∨ (¬p ∧ ¬q) {Idempotencia}

Ejemplo 1.22 Establecer las siguientes equivalencias simplif icando las proposiciones del lado izquierdo.

(a) [(p ∧ q) −→ p] ⇐⇒ T
(b) ¬(¬(p ∨ q) −→ ¬p) ⇐⇒ C
(c) [(q −→ p) ∧ (¬p −→ q) ∧ (q −→ q)] ⇐⇒ p
(d) [(p −→ ¬p) ∧ (¬p −→ p)] ⇐⇒ C

siendo C una contradicci´on y T una tautolog

´ıa. Soluci´on

(a) [(p ∧ q) −→ p] ⇐⇒ T

[(p ∧ q) −→ p] ⇐⇒ ¬(p ∧ q) ∨ p {Implicaci´on}


⇐⇒ (¬p ∨ ¬q) ∨ p {De Morgan}
⇐⇒ p ∨ (¬p ∨ ¬q) {Conmutatividad de ∨}
⇐⇒ (p ∨ ¬p) ∨ ¬q {Asociatividad de ∨}
⇐⇒ T ∨ ¬q {Leyes de dominaci´on}
⇐⇒ T

(b) ¬(¬(p ∨ q) −→ ¬p) ⇐⇒ C


¬(¬(p ∨ q) −→ ¬p) ⇐⇒ ¬(¬¬ (p ∨ q) ∨ ¬p) {Implicaci´on}
⇐⇒ ¬((p ∨ q) ∨ ¬p) {Doble negaci´on}
⇐⇒ ¬(p ∨ q) ∧ ¬¬p {De Morgan}
⇐⇒ (¬p ∧ ¬q) ∧ p {Doble Negaci´on y De Morgan}
⇐⇒ (¬q ∧ ¬p) ∧ p {Conmutatividad de ∧}
⇐⇒ ¬q ∧ (¬p ∧ p) {Asociatividad de ∧}
⇐⇒ ¬q ∧ C {Leyes de dominaci´on}
⇐⇒ C
(c) [(q −→ p) ∧ (¬p −→ q) ∧ (q −→ q)] ⇐⇒ p
[(q −→ p) ∧ (¬p −→ q) ∧ (q −→ q)] ⇐⇒ (¬q ∨ p) ∧ (¬¬p ∨ q) ∧ (¬q ∨ q) {Implicaci´on}
⇐⇒ (¬q ∨ p) ∧ (p ∨ q) ∧ T {Tautolog´ıa}
⇐⇒ (p ∨ ¬q) ∧ (p ∨ q) {Conmutatividad}
⇐⇒ p ∨ (¬q ∧ q) {Distributividad}
⇐⇒ p ∨ C {Identidad}
⇐⇒ p

(d) [(p −→ ¬p) ∧ (¬p −→ p)] ⇐⇒ C


[(p −→ ¬p) ∧ (¬p −→ p)] ⇐⇒ (¬p ∨ ¬p) ∧ (¬¬p ∨ p) {Implicaci´on}
⇐⇒ ¬p ∧ p {Idempotencia y doble negaci´on}
⇐⇒ C {Contradicci´on}

Ejemplo 1.23 Si l:: y ◦ son dos operadores l´ogicos, se dice que l:: es distributivo respecto de ◦ si
las proposiciones pl::(q ◦ r) y (pl::q) ◦ (pl::r) son l´ogicamente equivalentes.

Probar, usando tablas de verdad, que ∧ y ∨ son, cada uno, distributivos respecto del otro y que −→ es
distributivo sobre s´ı mismo.

Soluci´on

(a) Probaremos que p ∧(q ∨r) ⇐⇒ (p ∧q) ∨(p ∧r), para lo cual veremos que la proposici´on
bicondicional
correspondiente es una tautolog´ıa. En efecto,

p q r q∨r p ∧ (q ∨ r) p∧q p∧r (p ∧ q) ∨ (p ∧ r) ←→


V V V V V V V V V
V V F V V V F V V
V F V V V F V V V
V F F F F F F F V
F V V V F F F F V
F V F V F F F F V
F F V V F F F F V
F F F F F F F F V

Por tanto, p ∨ (q ∧ r) ⇐⇒ (p ∨ q) ∧ (p ∨ r)
(b) Probaremos ahora que p ∨ (q ∧ r) ⇐⇒ (p ∨ q) ∧ (p ∨ r), para lo cual veremos que la proposici
´on bicondicional correspondiente es una tautolog´ıa. En efecto,

p q r q∧r p ∨ (q ∧ r) p∨q p∨r (p ∨ q) ∧ (p ∨ r) ←→


V V V V V V V V V
V V F F V V V V V
V F V F V V V V V
V F F F V V V V V
F V V V V V V V V
F V F F F V F F V
F F V F F F V F V
F F F F F F F F V

Por tanto, p ∨ (q ∧ r) ⇐⇒ (p ∨ q) ∧ (p ∨ r)
(c) Probaremos, finalmente, p −→ (q −→ r) ⇐⇒ (p −→ q) −→ (p −→ r), para lo cual veremos que
la
proposici´on bicondicional correspondiente es una tautolog´ıa. En efecto,

p q r q −→ r p −→ (q −→ r) p −→ q p −→ r (p −→ q) −→ (p −→ r) ←→
V V V V V V V V V
V V F F F V F F V
V F V V V F V V V
V F F V V F F V V
F V V V V V V V V
F V F F V V V V V
F F V V V V V V V
F F F V V V V V V

Por tanto, p −→ (q −→ r) ⇐⇒ (p −→ q) −→ (p −→ r)


Apuntes de L´ogica Matem´atica
2. L´ogica de
Predicados

Francisco Jos´e Gonz´alez Guti´errez


C´adiz, Abril de 2005
Lecci´on
2

Lo´gica de
Predicados

Contenido
2.1 Definiciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
2.1.1 Predicado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
2.1.2 Universo del Discurso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
2.1.3 Predicados y Proposiciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
2.2 Cuantificadores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
2.2.1 Cuantificador Universal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
2.2.2 Valor de Verdad del Cuantificador Universal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
2.2.3 Cuantificador Existencial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
2.2.4 Valor de Verdad del Cuantificador Existencial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
2.2.5 Alcance de un Cuantificador . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38
2.3 C´alculo de Predicados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44
2.3.1 Implicaci´on L´ogica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
2.3.2 Equivalencia L´ogica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
2.3.3 Leyes de De Morgan Generalizadas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
2.3.4 Regla general . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48
2.3.5 Proposiciones al Alcance de un Cuantificador . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
2.3.6 Predicados al Alcance de un Cuantificador . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52
2.3.7 Asociatividad y Distributividad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52

2.1 Definiciones

Cualquier teor´ıa cient´ıf ica aspira a enunciar leyes, postulados, def iniciones, teoremas, etc... con
una validez m´as o menos universal y, en cualquier caso, bien precisada. A menudo interesa af irmar que
todos los individuos de un cierto campo tienen la propiedad p o que algunos la tienen.

El c´alculo proposicional no es suf icientemente fuerte para hacer todas las af irmaciones que se
necesitan en matem´aticas. Por ejemplo, afirmaciones como “x = 5” ´o “x ?': y” no son
proposiciones ya que no son necesariamente verdaderas o falsas. Sin embargo, asignando valores
concretos a las variables x e y, las af irmaciones anteriores son susceptibles de ser verdaderas o
falsas, es decir, se convierten en proposiciones.

En castellano tambi´en ocurren situaciones similares, por


ejemplo,
Universidad de C Departamento de Matem
´adiz ´aticas
Ella es alta y rubia.

El vive en el campo.

Ella, ´el y el campo se utilizan como variables,

x es alta y rubia.

x vive en y

2.1.1 Predicado

Es una afirmaci´on que expresa una propiedad de un objeto o una relaci´on entre objetos.
Estas afirmaciones se hacen verdaderas o falsas cuando se reemplazan las variables (objetos) por
valores espec´ıficos.

Ejemplo 2.1 La af irmaci´on “p(x) : x es alta y rubia” es un predicado que expresa la propiedad
del objeto x de ser “alta y rubia”. Si sustituimos la variable x por un valor determinado, por ejemplo
Laura, entonces el predicado se transforma en la proposici´on “Laura es alta y rubia” que podr´a ser
verdadera o falsa. El predicado “q(x) : x vive en y” expresa una relaci´on entre los objetos x e y. Si
sustituimos x por Pedro e y por Madrid, obtendremos la proposici´on “Pedro vive en Madrid”.

Ejemplo 2.2 Los predicados se usan frecuentemente en sentencias de control en lenguajes de progra-
maci´on de alto nivel. Por ejemplo, la sentencia

Si x > 5, entonces z := y

incluye el predicado “x > 5”. Cuando se ejecuta la sentencia, el valor de verdad de la af irmaci´on “x >
5” se determina usando el valor que tenga la variable x en ese momento. El predicado se convierte en
una proposici´on cuyo valor verdadero es verdad o falso.

Ejemplo 2.3 El predicado “p(x, y) : x + y > 5” tiene dos


variables.

2.1.2 Universo del Discurso

Llamaremos de esta forma al conjunto al cual pertenecen los valores que puedan tomar las variables.
Lo notaremos por U y lo nombraremos por conjunto universal o, simplemente, universo. Debe
contener, al menos, un elemento.

Ejemplo 2.4 En una posible evaluaci´on del predicado “p(x) : x > 5”, elegir´ıamos probablemente
un conjunto num´erico, por ejemplo los nu´meros enteros, como universo del discurso. No tendr´ıa
sentido elegir el conjunto de los colores del arco iris ya que podr´ıamos encontrarnos con situaciones
tales como “azul > 5”.

2.1.3 Predicados y Proposiciones

Si p(x1 , x2 , . . . , xn ) es un predicado constante con n variables y asignamos los valores c1 , c2 , . . . ,


28
cn a cada una de ellas, el resultado es la proposici´on p(c1 , c2 , . . . , cn ).

Para transformar un predicado en proposici´on, cada variable del predicado debe estar “ligada”.
Ejemplo 2.5 Consideremos el predicado p(x, y) : x + y = 5 en el universo de los nu´meros enteros.
En principio las variables x e y pueden tomar cualquier valor entero, es decir est´an “libres”.

Si asignamos a x el valor 2 y a la y el valor 3, entonces el predicado p(x, y) se transforma en la


proposici´on p(2, 3) : 2 + 3 = 5 que es verdad.
Si hubi´eramos asignado los valores 1 y 2 a las variables x e y, respectivamente, entonces resultar
´ıa la proposici´on p(1, 2) : 1 + 2 = 5 que es falsa.

En ambos casos, las variables x e y han pasado de estar libres a estar ligadas. Hemos ligado las
variables asign´andoles unos valores determinados del universo del discurso.

Ejemplo 2.6 Las variables enteras x e y tienen los valores iniciales 3 y 8, respectivamente.
Determinar los valores de x e y despu´es de la ejecuci´on de cada una de las proposiciones siguientes.
(El valor de x despu´es de la ejecuci´on de (a) se convierte en el valor de x para la proposici´on del
apartado (b) y as´ı sucesivamente). (La operaci´on Div devuelve la parte entera de un cociente; por
ejemplo, 8 Div 4=2 y 9
Div 2=4).

(a) Si y − x = 5, entonces x = x −
2;
(b) Si [(2y = x) y (x Div 4 = 1)], entonces x = 4y −
3;
(c) Si [(x < 8) ´o (y Div 2 = 2)], entonces x = 2y, de lo contrario y =
2x; (d) Si [(x < 20) y (x Div 6 = 1)], entonces y = y − x − 5;
(e) Si [(x = 2y) ´o (x Div 2 = 5)], entonces y = y +
2; (f ) Si [(x Div 3 = 3) e (y Div 3 ¡= 1)] entonces y
= x; (g) Si yx ¡= 35, entonces x = 3y + 7;

Soluci
´on

Los valores iniciales son


x:=3, y:=8

(a) y − x = 5 −→ x := x − 2;
y − x = 8 − 3 = 5, es decir la hip´otesis es verdadera. Consecuentemente se sigue la conclusi´on
y
x := x − 2 = 3 − 2 = 1. Los nuevos valores de x e y son, por tanto,
x:=1, y:=8

(b) (2y = x) ∧ (x Div 4 = 1) −→ x := 4y − 3;


2y = x es falsa y x Div 4 tambi´en (1 Div 4 = 0), luego
(2y = x) ∧ (x Div 4)
es falsa y, consecuentemente, no se sigue la conclusi´on. Los valores de x e y siguen siendo
los mismos que en el apartado anterior.
(c) (x < 8) ∨ (y Div 2 = 2) −→ x := 2y, de lo contrario y := 2x;
x < 8 es verdadera y y Div 2 = 2 es falsa (8 Div 2 = 4) luego
(x < 8) ∨ (y Div 2 = 2)
es verdad y, consecuentemente, se sigue la primera de las dos conclusiones, de aqu´ı que los
nuevos valores de x e y sean
x:=16, y:=8
(d) (x < 20) ∧ (x Div 6 = 1) −→ y := y − x − 5;
x < 20 es verdad y x Div 2 = 5 es falsa, luego
(x < 20) ∧ (x Div 6 = 1)

es falsa y, consecuentemente, no se sigue la conclusi´on, es decir, los valores de x e y no var


´ıan. (e) (x = 2y) ∨ (x Div 2 = 5) −→ y := y + 2;
x = 2y es verdad y x Div 2 = 5 es falsa, luego la hip´otesis,
(x = 2y) ∨ (x Div 2 = 5)

es verdadera y, consecuentemente, y := y + 2 = 8 + 2 = 10. Los nuevos valores de x e y son,


por tanto,
x:=16, y:=10

(f ) (x Div 3 = 3) ∧ (y Div 3 ¡= 1) −→ y := x;
x Div 3 = 3 es falsa e y Div 3 ¡= 1 es verdadera, por lo tanto la hip´otesis
(x Div 3 = 3) ∧ (y Div 3 ¡=
1)
es falsa y los valores de x e y no cambian.
(g) yx ¡= 35 =⇒ x := 3y + 7;
Como yx = 10 · 16 = 160 ¡= 35, la hip´otesis es verdadera de aqu´ı que se siga la conclusi
´on y
x := 3y + 7 = 3 · 10 + 7 = 37. Los valores f inales de x e y son, por tanto,

x:=37, y:=10

Nota 2.1 En los lenguajes de programaci´on, aparecen estructuras de decisi´on del tipo
“Si...Entonces”. En este contexto, el condicional “si p entonces q” signif ica que se ejecutar´a q u
´nicamente en caso de que p sea verdadera. Si p es falsa, el control pasa a la siguiente instrucci´on del
programa. •

Ejemplo 2.7 Para cada segmento de programa contenido en los apartados siguientes, determinar el
nu´mero de veces que se ejecuta la sentencia x := x + 1

(a) y := 1
Si y < 2 ´o y > 0 entonces
x := x + 1
de lo contrario
x := x + 2
(b) y := 2
Si (y < 0 e y > 1) ´o y = 3 entonces
x := x + 1
de lo contrario
x := x + 2
(c) y := 1
Hacer mientras y < 3
Comienzo
x := x + 1
y := y + 1
Fin

(d) y := 1
Hacer mientras (y > 0 e y < 3) ´o y = 3
Comienzo
x := x + 1
y := y + 1
Fin

(e) y := 1
Hacer mientras y > 0 e y < 4
Comienzo
Si y < 2 entonces
y := y + 1
de lo contrario
y := y + 2
x := x + 1
Fin

Soluci´on

(a) Sean

p(y) : y < 2
q(y) : y > 0

Otra forma de escribir el segmento de programa propuesto ser

´ıa y:=1
Si p(y) ∨ q(y) es verdad entonces
x := x + 1
Si p(y) ∨ q(y) es falso entonces
x := x + 2

Como el valor de y es 1, ambos predicados se convierten en proposiciones verdaderas, por lo tanto


p(y) ∨ q(y) es verdad y la sentencia x := x + 1 se ejecuta una vez.

(b) Sean

p(y) : y < 0
q(y) : y > 1
r(y) : y = 3

Otra forma de escribir el segmento de programa propuesto ser´ıa:

y := 2
Si [p(y) ∧ q(y)] ∨ r(y) es verdad entonces
x := x + 1
Si [p(y) ∧ q(y)] ∨ r(y) es falso
entonces
x := x + 2
Pues bien, para que [p(y) ∧ q(y)] ∨ r(y) sea una proposici´on verdadera, bastar´a con que lo sea
una
de las dos. Como el valor de y es 2, r(y) ser´a una proposici´on falsa, de aqu´ı que tenga que
ser verdad la conjunci´on p(y) ∧ q(y) para lo cual lo tendr´an que serlo ambas, lo cual es
imposible ya
que cuando p(y) sea verdad, q(y) ser´a falsa y viceversa. Consecuentemente, la sentencia x := x +
1 no se ejecuta ninguna vez.

(c) Sea p(y) : y < 3. Entonces, el segmento de programa propuesto ser´a

y := 1
Hacer mientras p(y) sea verdad
Comienzo
x := x + 1
y := y + 1
Fin

El predicado p(y) ser´a una proposici´on verdadera para aquellos valores de y que sean
estrictamente menores que 3 y dado que el valor inicial de y es 1 y aumenta en una unidad (y :=
y + 1) cada vez que se ejecutan las sentencias entre comienzo y fin, la sentencia x := x + 1 se
ejecutar´a dos veces.
(d) Sean

p(y) : y > 0
q(y) : y < 3
r(y) : y = 3

Utilizando notaci´on l´ogica, el segmento de programa propuesto se escribir´a:

y := 1
Hacer mientras [p(y) ∧ q(y)] ∨ r(y) sea verdad
Comienzo
x := x + 1
y := y + 1
Fin
Pues bien, los valores de y que hacen del predicado [p(y) ∧ q(y)] ∨ r(y) una proposici´on
verdadera ser´an aquellos que conviertan en proposiciones verdaderas, al menos, a uno de los dos
predicados,
[p(y) ∧ q(y)] ´o r(x).
Los valores de la variable y que hacen de p(y) ∧ q(y) una proposici´on verdadera son
aquellos que hacen proposiciones verdaderas a los dos predicados p(y) y q(y), es decir y > 0 e
y < 3, o lo que es igual y = 1 ´o y = 2.
Para que el predicado r(y) sea una proposici´on verdadera, la variable y ha de valer
3. Consecuentemente, [p(y) ∧ q(y)] ∨ r(y) es verdad para

y= 1∨y= 2∨y= 3

Dado que el valor inicial de y es 1 y aumenta en una unidad cada vez que se ejecuta
comienzo...fin, la sentencia x := x + 1 se ejecutar´a tres veces.
(e) Sean

p(y) : y > 0
q(y) : y < 4
r(y) : y < 2
Podemos escribir el segmento de programa en la forma:
y := 1
Hacer mientras p(y) ∧ q(y) sea verdad
Comienzo
Si r(y) es verdad entonces
y := y + 1
Si ¬r(y) es verdad entonces
y := y + 2
x := x + 1
Fin
El primer y el segundo condicional entre comienzo y fin se ejecutar´an para los valores de
la variable y que hagan de los predicados p(y) ∧ q(y) ∧ r(y) y p(y) ∧ q(y) ∧ ¬r(y),
respectivamente,
proposiciones verdaderas. Pues bien,
p(y) ∧ q(y) ∧ r(y) : (y > 0) ∧ (y < 4) ∧ (y <
2)
es decir,
p(y) ∧ q(y) ∧ r(y) : y = 1

y p(y) ∧ q(y) ∧ ¬r(y) : (y > 0) ∧ (y < 4) ∧ (y ?': 2)

o sea, p(y) ∧ q(y) ∧ ¬r(y) : (y = 2) ∨ (y = 3)


Como el valor inicial es y = 1, se ejecutar´a el primer condicional y el valor de y ser´a 2. La
segunda vez se ejecutar´a el segundo condicional, la sentencia x := x + 1 y la variable y toma el
valor 4 que ya no verif ica la condici´on inicial, con lo que el programa termina.
Consecuentemente, la sentencia x := x + 1 se ejecuta una vez. •

Ejemplo 2.8 ¿Cu´antas veces se imprime el valor de x en el siguiente programa?

x := 10

y := 1

Hacer mientras y � 7

Comienzo
z := 1
Hacer mientras z � y + 3
Comienzo
Si [(x > 8) ´o ((y > 5) y (z < 10))] entonces imprimir
x z := z + 1
Fin
x := x − 1
y := y + 1
Fin

Soluci´on

Sean

p(y) : y � 7
q(z, y) : z � y +
3
r(x) : x > 8
s(y) : y > 5
t(z) : z < 10

los predicados cuyas variables son x, y, z perteneciendo las tres al universo de los enteros

positivos. Utilizando estos predicados, el programa podr´a escribirse en la forma:

x := 10
y := 1
Hacer mientras p(y) sea verdad
Comienzo
z := 1
Hacer mientras q(z, y) sea verdad
Comienzo
Si [r(x) ∨ (s(y) ∧ t(z))] es verdad entonces imprimir x
z := z + 1
Fin
x := x − 1
y := y + 1
Fin

La variable x se imprimir´a para los valores de x, y, z que hagan que el predicado


[p(y) ∧ q(z, y)] ∧ [r(x) ∨ (s(y) ∧ t(z))]
sea una proposici´on verdadera. Aplicando la distributividad de ∧ respecto de ∨, obtendremos
[p(y) ∧ q(z, y) ∧ r(x)] ∨ [p(y) ∧ q(z, y) ∧ s(y) ∧
t(z)]
que ser´a una proposici´on verdadera para los valores de las variables que hagan verdadera, al
menos, a una de las dos. Pues bien,

p(y) ∧ q(z, y) ∧ r(x) ser´a verdad u´nicamente para aquellos valores de x, y, z que hagan de los
tres predicados, tres proposiciones verdaderas.
Si observamos los valores iniciales de las tres variables, p(y) ser´a verdad siete veces y por cada
una de ellas, q(z, y) ser´a verdad y + 3 veces. Sin embargo, la variable x s´olo puede tomar dos
valores. En efecto, como su valor inicial es 10, tendremos
x := 10 ∧ r(x) : x > 8
de donde resulta que
r(x) : (x = 9) ∨ (x = 10)
Por lo tanto,
p(y) ∧ q(z, y) ∧ r(x) ⇐⇒ [p(y) ∧ q(z, y) ∧ (x = 10)] ∨ [p(y) ∧ q(z, y) ∧ (x =
9)]
Ahora bien, para x = 10 y para x = 9, la variable y toma los valores 1 y 2, respectivamente, luego
p(y) ∧ q(z, y) ∧ r(x) ⇐⇒ [p(1) ∧ q(z, 1) ∧ (x = 10)] ∨ [p(2) ∧ q(z, 2) ∧ (x =
9)]
Como p(1) : 1 � 7 y p(2) : 2 � 7 son verdad siempre, las dos proposiciones entre corchetes ser
´an verdad cuando lo sean q(z, 1) y q(z, 2), respectivamente. Resumiendo
p(y) ∧ q(z, y) ∧ r(x) ⇐⇒ q(z, 1) ∨ q(z, 2) ⇐⇒ (z � 4) ∨ (z �
5)
Por otra parte, p(y) ∧ q(z, y) ∧ s(y) ∧ t(z) al igual que la anterior, ser´a verdad u´nicamente
para
los valores de las variables que hagan de los cuatro predicados, cuatro proposiciones verdaderas.
Ahora bien, observemos lo siguiente:
p(y) ∧ s(y) ⇐⇒ (y � 7) ∧ (y > 5) ⇐⇒ (y = 6) ∨ (y =
7)
luego,
p(y) ∧ q(z, y) ∧ s(y) ∧ t(z) ⇐⇒ [(y = 6) ∧ q(z, y) ∧ t(z)] ∨ [(y = 7) ∧ q(z, y) ∧ t(z)]
⇐⇒ [q(z, 6) ∧ t(z)] ∨ [q(z, 7) ∧ t(z)]
⇐⇒ [q(z, 6) ∧ (z < 10)] ∨ [q(z, 7) ∧ (z < 10)]
⇐⇒ [(z � 9) ∧ (z < 10)] ∨ [(z � 10) ∧ (z < 10)]
⇐⇒ (z � 9) ∨ (z � 9)

En def initiva,
[p(y) ∧ q(z, y) ∧ r(x)] ∨ [p(y) ∧ q(z, y) ∧ s(y) ∧ t(z)] =⇒ (z � 4) ∨ (z � 5) ∨ (z � 9) ∨ (z �
9)
Luego x se imprime un total de veintisiete veces. •

2.2 Cuantificadores

Otra forma de ligar las variables individuales es cuantif icarlas.

2.2.1 Cuantificador Universal

Si p(x) es un predicado cuya variable es x, entonces la afirmaci´on


“para todo x, p(x)”

es una proposici´on en la cual se dice que la variable x est´a universalmente cuantificada.


La frase “para todo” se simboliza con ∀, s´ımbolo que recibe el nombre de “cuantificador universal”.

As´ı pues, “para todo x, p(x)” se escribe “ ∀x, p(x)”. El s´ımbolo ∀x puede interpretarse tambi´en
como
“para cada x”, “para cualquier x” y “para x arbitrario”.

Ejemplo 2.9 En el universo del discurso de los nu´meros enteros, la proposici´on “todo nu´mero
es estrictamente menor que el siguiente” puede escribirse en la forma ∀x, x < x + 1. •

Ejemplo 2.10 Sean p(x, y, z) : xy = z, q(x, y) : x = y y r(x, y) : x > y y sea el universo del
discurso
U , el conjunto de los nu´meros enteros. Transcribir las siguientes proposiciones a notaci´on l´ogica.

(a) Si y = 1, entonces xy = x para cualquier x.


(b) Si xy ¡= 0, entonces x ¡= 0 e y ¡= 0.

(c) Si xy = 0, entonces x = 0 ´o y =

0. (d) 3x = 6 si, y s´olo si x = 2.


(e) No existe soluci´on para x2 = y, a menos que y ?': 0.

(f ) x < z es una condici´on necesaria para que x < y e y < z.


(g) x � y e y � x es una condici´on suficiente para que y =
x. (h) Si x < y y z < 0, entonces xz > yz.

(i) No es cierto que x = y y x < y.

(j) Si x < y, entonces para algu´n z tal que z < 0, xz >

yz. (k) Existe un x tal que para cada y y z, es xy = xz.

Soluci´on

(a) Si y = 1, entonces xy = x para cualquier x.


∀y [q(y, 1) −→ ∀x, p(x, y,

x)] (b) Si xy ¡= 0, entonces x ¡= 0 e y ¡= 0.

∀x, ∀y [¬p(x, y, 0) −→ ¬q(x, 0) ∧ ¬q(0,


y)]

(c) Si xy = 0, entonces x = 0 ´o y = 0.
∀x, ∀y [p(x, y, 0) −→ q(x, 0) ∨ q(0,
y)]

(d) 3x = 6 si, y s´olo si x =


2. ∀x [p(3, x, 6) ←→ q(x, 2)]

(e) No existe soluci´on para x2 = y, a menos que y ?': 0.


∀y [r(0, y) −→ ¬∃x : p(x, x,

y)] (f ) x < z es una condici´on necesaria para que x < y e y < z.

∀x, ∀y, ∀z [r(y, x) ∧ r(z, y) −→ r(z,


x)]

(g) x � y e y � x es una condici´on suf iciente para que y = x.


∀x, ∀y [¬r(x, y) ∧ ¬r(y, x) −→ q(x,

y)] (h) Si x < y y z < 0, entonces xz > yz.

∀x, ∀y, ∀z [r(y, x) ∧ r(0, z) −→ ∀u, ∀v (p(x, z, u) ∧ p(y, z, v)) −→ r(u,


v)]

(i) No es cierto que x = y y x < y.


∀x, ∀y [¬q(x, y) ∧ r(y, x)]

(j) Si x < y, entonces para algu´n z tal que z < 0, xz > yz.
∀x, ∀y [r(y, x) −→ ∃z : (r(0, z) ∧ ∀u, ∀v (p(x, z, u) ∧ p(y, z, v) −→ r(u,

v)))] (k) Existe un x tal que para cada y y z, es xy = xz.

∃x : [∀y, ∀z, ∀u, ∀v (p(x, y, u) ∧ p(x, z, v) −→ q(u, v))]



2.2.2 Valor de Verdad del Cuantificador Universal

Sea p(x) un predicado cuya variable x toma valores en un universo del discurso U .
∀x, p(x) es verdad si el predicado p(x) es una proposici´on verdadera para todos los valores de
x
en el universo U .
∀x, p(x) es falsa si hay, al menos, un valor de x en U para el cual el predicado p(x) sea
una proposici´on falsa.

Ejemplo 2.11 Estudiar en el universo de los nu´meros enteros, el valor de verdad de las
siguientes af irmaciones:

(a) ∀x, x < x + 1


(b) ∀x, x = 5

Soluci´on

(a) ∀x, x < x + 1


El predicado p(x) : x < x + 1 es una proposici´on verdadera si sustituimos x por cualquier nu
´mero entero, luego la proposici´on cuantif icada ∀x, x < x + 1 es verdad.
(b) ∀x, x = 5
Esta proposici´on dice que “todos los nu´meros enteros son iguales a 5”. Pues bien, el
predicado
p(x) : x = 5 es una proposici´on falsa, por ejemplo, para x = 1, luego la proposici´on cuantif
icada
∀x, x = 5 es falsa. •

2.2.3 Cuantificador Existencial

Si p(x) es un predicado cuya variable es x, entonces la afirmaci´on

“existe un x tal que p(x)”


es una proposici´on en la que diremos que la variable x est´a existencialmente cuantificada.

La frase “existe [al menos]” se simboliza con ∃, s´ımbolo que recibe el nombre de cuantificador

existencial. Por tanto, “existe un x, tal que p(x)” se escribe “∃x : p(x)” y puede leerse tambi´en como

“para algu´n
x, p(x)” o “existe, al menos, un x, tal que p(x)”.

2.2.4 Valor de Verdad del Cuantificador Existencial

Sea p(x) un predicado de variable x que toma valores en un universo del discurso U .
∃x : p(x) es verdadera, si el predicado p(x) es una proposici´on verdadera para, al menos, uno
de los valores de x en U .
∃x : p(x) es falsa, si el predicado p(x) es una proposici´on falsa para todos los valores de x en U
.
Nota 2.2 Un cuadro resumen de los valores de verdad de los cuantif icadores podr´ıa ser el siguiente:
Verdad Falso
∀x, p(x) p(x) es verdad para cada x p(x) es falsa para, al menos, un x
∃x : p(x) p(x) es verdad para, al menos, un x p(x) es falsa para todos los valores de x
Ejemplo 2.12 Estudiar en el conjunto de los nu´meros enteros, el valor de verdad de las af
irmaciones siguientes:

(a) ∃x : x < x + 1
(b) ∃x : x = 5
(c) ∃x : x = x + 1

Soluci´on

(a) ∃x : x < x + 1
La proposici´on es “existe, al menos, un entero que es menor que el siguiente”.
El predicado p(x) : x < x + 1 es una proposici´on verdadera para cualquier entero x, por tanto,
la proposici´on cuantif icada es verdad.
(b) ∃x : x = 5
La traducci´on de la proposici´on al lenguaje ordinario es “existe, al menos, un entero igual a 5”.
El predicado p(x) : x = 5 es una proposici´on verdadera cuando x toma el valor 5, luego
la proposici´on cuantif icada es verdad.
(c) ∃x : x = x + 1
La proposici´on es “existe, al menos, un nu´mero entero que es igual al siguiente”
El predicado p(x) : x = x + 1 es una proposici´on falsa para cualquier nu´mero entero x, por
tanto la proposici´on cuantif icada es falsa. •

2.2.5 Alcance de un Cuantificador

En una expresi´on ∀x [p(x) . . .] o ∃x : [p(x) . . .], la porci´on de la expresi´on a la que se aplica ∀x


´o ∃x
se llama alcance del cuantificador y se indicar´a entre corchetes a menos que sea evidente.

Ejemplo 2.13 En cada una de las expresiones simb´olicas siguientes, describir el alcance de
cada cuantif icador y decir que variables est´an ligadas y cu´ales est´an libres.

(a) ∀x [p(x) ∧ ∃y : (t(x, y) ∧ r(x))]


(b) ¬∃x : [p(x) ∧ ∃y : (t(x, y) ∨ r(z))]
(c) ¬∃x : [p(x) ∧ ∃y : (t(x, y) ∨ r(y))]

Soluci´on

(a) El alcance de ∀ es toda la f´ormula. El alcance de ∃ es la f´ormula (t(x, y) ∧ r(x)). La variable x


est´a ligada por el cuantif icador ∀ y la y por el ∃, luego no hay variables libres.

(b) El alcance de ¬∃ es el resto de la f´ormula y el alcance de ∃ es t(x, y) ∨ r(z). La variable z est´a


libre, pero x e y est´an ligadas por el cuantif icador ∃.

(c) Los alcances son los mismos que en (b). La y en r(y) est´a libre, pero en t(x, y) est´a ligada. •

Ejemplo 2.14 Consideremos el universo de los nu´meros enteros y sea p(x, y, z) el predicado x − y =
z. Transcribir las siguientes af irmaciones a notaci´on l´ogica.
(a) Para cada x e y, existe algu´n z tal que x − y = z.
(b) Para cada x e y, existe algu´n z tal que x − z =
y. (c) Existe un x tal que para todo y, y − x = y.
(d) Cuando el 0 se resta de cualquier entero, el resultado es el entero original.
(e) 3 restado de 5 da 2.

Soluci´on

(a) Para cada x e y, existe algu´n z tal que x − y = z.


∀x [∀y(∃z : p(x, y, z))]
(b) Para cada x e y, existe algu´n z tal que x − z = y.

∀x [∀y(∃z : p(x, z, y))]

(c) Existe un x tal que para todo y, y − x = y.


∃x : [∀y, p(y, x, y)]

(d) Cuando el 0 se resta de cualquier entero, el resultado es el entero original.


∀x, p(x, 0, x)

(e) 3 restado de 5 da 2.
p(5, 3, 2)

Ejemplo 2.15 Sean p(x, y, z), q(x, y, z) y r(x, y) los predicados “x + y = z”, “x · y = z” y “x <
y”,
respectivamente.

Expresar en el universo de los nu´meros enteros no negativos las af irmaciones siguientes:

(a) Para cada x e y, existe un z tal que x + y = z.


(b) Ningu´n x es menor que cero.
(c) Para todo x es x + 0 = x.
(d) Para todo x, x · y = y para todo y.
(e) Existe un x tal que x · y = y para cada y.

Soluci´on

(a) ∀x [∀y(∃z : p(x, y, z))]


(b) ∀x [¬r(x, 0)] o bien, ¬∃x : r(x, 0)
(c) ∀x, p(x, 0, x)
(d) ∀x [∀y, q(x, y, y)]
(e) ∃x : [∀y, q(x, y, y)] •
Ejemplo 2.16 Determinar cu´ales de las siguientes proposiciones cuantif icadas son verdad si el
universo es el conjunto de los nu´meros enteros.

(a) ∀x [∃y : (x · y = 0)]


(b) ∃y : [∀x (x · y = 1)]
(c) ∃y : [∀x (x · y = x)]

Soluci´on

(a) ∀x [∃y : (x · y = 0)]


“Dado cualquier nu´mero entero, existe otro tal que el producto de ambos es cero”
La proposici´on
∃y : x · y = 0
es verdad para cualquier entero x ya que bastar´ıa tomar y = 0. Por lo tanto,
∀x [∃y : (x · y = 0)]
es una proposici´on
verdadera. (b) ∃y : [∀x (x · y = 1)]
“Puede encontrarse un nu´mero entero tal que su producto por cualquier entero sea 1”
La proposici´on
∀x, x · y = 1
es falsa ya que bastar´ıa tomar x ¡= 1 para que x · y ¡= 1 cualquiera que sea el y que se elija. Por
lo
tanto, la proposici´on
∃y : [∀x (x · y = 1)]
es falsa.
(c) ∃y : [∀x (x · y = x)]
“Existe, al menos, un nu´mero entero tal que al multiplicarlo por cualquier entero lo deja igual”.
La proposici´on
∀x, x · y = x
ser´a verdadera o falsa dependiendo del y que elijamos. En particular, si tomamos y = 1,
la proposici´on ∀x, x · y = x es verdad para todos los enteros. Consecuentemente,
∃y : [∀x (x · y = x)]
es una proposici´on verdadera. •

Nota 2.3 Una af irmaci´on con variables cuantif icadas se puede expresar mediante las
proposiciones que se obtienen asignando valores a las variables de los predicados que ocurren en la af
irmaci´on.

− Si el universo del discurso es f inito esta relaci´on puede hacerse expl´ıcita. Por ejemplo,
supongamos que el universo consiste en los enteros 1,2,3 y 4, entonces la proposici´on:
∀x, p(x)
equivale a la proposici
p(1) ∧ p(2) ∧ p(3) ∧ p(4)

´on y la proposici´on ∃x : p(x)

es equivalente a la p(1) ∨ p(2) ∨ p(3) ∨ p(4)


− Si el universo del discurso es inf inito una proposici´on con cuantif icadores no puede
representarse
siempre por un nu´mero f inito de conjunciones o disyunciones de proposiciones sin cuantif
icadores.
Sin embargo, podemos extender el concepto y a veces es conveniente expresar una af irmaci
´on universal o existencialmente cuantif icada como una conjunci´on o disyunci´on inf inita,
respectiva- mente. Por ejemplo, consideremos como universo del discurso el conjunto de los nu
´meros enteros no negativos y sea p(x) el predicado “x > 4”. Entonces, la proposici´on,
∀x, p(x)

puede interpretarse como la conjunci´on inf


inita
p(0) ∧ p(1) ∧ p(2) ∧ p(3) ∧ p(4) ∧ · ·
·

la cual es falsa ya que, por ejemplo, p(0) es


falsa. Asimismo, la proposici´on
∃x : p(x)
puede interpretarse como la disyunci´on inf inita
p(0) ∨ p(1) ∨ p(2) ∨ p(3) ∨ p(4) ∨ · ·
·

la cual es verdad, ya que al menos uno de los operandos, por ejemplo p(5), es verdad. •

Ejemplo 2.17 Sea el universo del discurso U = {0, 1}. Encontrar conjunciones y disyunciones f initas
de proposiciones que no usen cuantif icadores y que sean equivalentes a las siguientes:

(a) ∀x, p(0, x)


(b) ∀x [∀y, p(x, y)]
(c) ∀x [∃y : p(x, y)]
(d) ∃x : [∀y, p(x, y)]
(e) ∃y [∃x : p(x, y)]

Soluci´on

(a) ∀x, p(0, x)


La forma equivalente pedida es
p(0, 0) ∧ p(0, 1)

(b) La proposici´on cuantif icada ∀x [∀y (p(x, y))] puede expandirse en la forma:
[∀y, p(0, y)] ∧ [∀y, p(1, y)]

la cual puede interpretarse como


[p(0, 0) ∧ p(0, 1)] ∧ [p(1, 0) ∧ p(1, 1)]
que por la asociatividad de ∧ equivale a
p(0, 0) ∧ p(0, 1) ∧ p(1, 0) ∧ p(1,

1) (c) Expandimos la proposici´on ∀x [∃y : p(x, y)] a

[∃y : p(0, y)] ∧ [∃y : p(1, y)]


la cual equivale a
[p(0, 0) ∨ p(0, 1)[ ∧ [p(1, 0) ∨ p(1, 1)]
y aplicando la distributividad de ∧ respecto de ∨,
[(p(0, 0) ∨ p(0, 1)) ∧ p(1, 0)] ∨ [(p(0, 0) ∨ p(0, 1)) ∧ p(1, 1)]

es decir,
(p(0, 0) ∧ p(1, 0)) ∨ (p(0, 1) ∧ p(1, 0)) ∨ (p(0, 0) ∧ p(1, 1)) ∨ (p(0, 1) ∧ p(1, 1))

(d) ∃x : [∀y, p(x, y)] se expande en la forma:


[∀y, p(0, y)] ∨ [∀y, p(1, y)]

la cual equivale a la proposici´on


[p(0, 0) ∧ p(0, 1)] ∨ [p(1, 0) ∧ p(1, 1)]
y por la distributividad de ∨ respecto de ∧,
[(p(0, 0) ∧ p(0, 1)) ∨ p(1, 0)] ∧ [(p(0, 0) ∧ p(0, 1)) ∨ p(1,
1)]

es decir,
(p(0, 0) ∨ p(0, 1)) ∧ (p(0, 1) ∨ p(1, 0)) ∧ (p(0, 0) ∨ p(1, 1)) ∧ (p(0, 1) ∨ p(1, 1))

(e) La proposici´on con cuantif icadores ∃y [∃x : p(x, y)] puede expandirse a:
[∃x : p(x, 0)] ∨ [∃x : p(x, 1)]

que es equivalente a la proposici´on,


p(0, 0) ∨ p(1, 0) ∨ p(0, 1) ∨ p(1, 1)

En el ejemplo siguiente veremos como el orden en que se ligan las variables es vital y puede
afectar profundamente el signif icado de una af irmaci´on.

Ejemplo 2.18 Si el universo del discurso es el conjunto de las personas casadas, evaluar las af
irmaciones siguientes:

(a) ∀x [∃y : (x est´a casada con


y)] (b) ∃y : [∀x (x est´a casada
con y)]

Si el universo es el conjunto de los nu´meros enteros,

evaluar: (c) ∀x [∃y : (x + y = 0)]


(d) ∃y : [∀x (x + y = 0)]

Soluci´on

Los cuantif icadores se evalu´an de izquierda a derecha.


(a) ∀x [∃y : (x est´a casada con y)]
La transcripci´on de la proposici´on es “para cada persona que elijamos en el universo del
discurso, existe otra que est´a casada con ella”.
Pues bien, dada una persona cualquiera x, la proposici´on
∃y : x est´a casada con
y
es verdadera, por lo tanto,
∀x [∃y : (x est´a casada con y)]

es verdad.
(b) ∃y : [∀x (x est´a casada con
y)]
La transcripci´on es “Existe una persona y del universo del discurso tal que todas las dem´as est
´an casadas con ella”.
Pues bien, la proposici´on
∀x(x est´a casada con
y)
es falsa para cualquier y que tomemos en el universo, por tanto,
∃y : [∀x (x est´a casada con
y)]
es una proposici´on
falsa. (c) ∀x [∃y : (x + y =
0)]
“Dado cualquier nu´mero entero, existe otro tal que la suma de ambos es cero”.
Pues bien, dado cualquier nu´mero entero x, la proposici´on
∃y : x + y = 0

es verdad ya que siempre puede encontrarse otro entero y que cumpla la ecuaci´on x+y = 0 (bastar
´ıa tomar y = −x). Por lo tanto la proposici´on
∀x [∃y : (x + y = 0)]

es verdad.
(d) ∃y : [∀x (x + y = 0)]
“Existe, al menos, un nu´mero entero y tal que su suma con cualquier otro nu´mero entero es
cero”.
La proposici´on
∀x, x + y = 0
es falsa para todos los y del universo del discurso. En efecto, bastar´ıa tomar un x ¡= 0 y x ¡=
−y
para que x + y ¡= 0. Por lo tanto,
∃y : [∀x (x + y = 0)]
es una proposici´on
falsa.

Obs´ervese que las dos parejas de proposiciones se diferencian u´nicamente en el orden de los cuantif
icadores universal y existencial y, sin embargo, sus valores de verdad son distintos. •

Nota 2.4 Cuando se asignan valores a las variables de un predicado para transformarla en una
proposici´on, los valores de verdad de ´esta pueden cambiar dependiendo del universo del discurso
que
se elija. Por ejemplo, la proposici´on “∀x, x es negativo” ser´a verdad si el universo del discurso son
los
nu´meros enteros negativos y falsa si son los enteros positivos. En el ejemplo siguiente buscamos
universos
que hagan que determinadas proposiciones sean verdaderas. •

Ejemplo 2.19 Especif icar un universo del discurso para el cual las proposiciones siguientes sean
verdad. Elegir el universo como un conjunto de nu´meros enteros tan grande como sea posible.
(a) ∀x, x > 0
(b) ∀x, x = 3
(c) ∀x [∃y : (x + y =
248)] (d) ∃y : [∀ (x, x + y
< 0)]

Soluci´on

(a) La proposici´on ∀x, x > 0 signif ica que x sea mayor que cero, cualquiera que sea x, luego U es
el
conjunto de los enteros positivos.
(b) ∀x, x = 3, significa que cualquiera que sea x, valga 3, luego U es el subconjunto de los enteros
formado u´nicamente por el 3.
(c) ∀x [∃y (: x + y = 248)]. El universo del discurso que hace que esta proposici´on sea verdad es
el conjunto de los enteros, ya que dado cualquier entero x, bastar´ıa tomar y = 248 − x para
que la proposici´on ∃y : x + y = 248 fuese verdad.
(d) ∃y : [∀x (x + y < 0)]. El universo que hace verdadera esta proposici´on es el de los enteros
negativos, ya que fijando un y en ´el la proposici´on ∀x(x + y < 0) es verdad.

2.3 C´alculo de
Predicados

La versi´on de la l´ogica que trata con proposiciones cuantif icadas se llama l´ogica de predicados.
La introducci´on de cuantif icadores no s´olo ampl´ıa la fuerza expresiva de las proposiciones que se
pueden construir, sino que tambi´en permite elaborar principios l´ogicos que explican el razonamiento
seguido en casi todas las demostraciones matem´aticas.

Una transcripci´on cuidadosa de los desarrollos matem´aticos incluyen, a menudo, cuantif icadores,
predi- cados y operadores l´ogicos.

Ejemplo 2.20 Consideremos como universo del discurso el conjunto de los nu´meros enteros y
sean

p(x) : x es no negativo.
q(x) : x es par.
r(x) : x es impar.
s(x) : x es primo.

Expresar en notaci´on l´ogica las siguientes


afirmaciones:

(a) Existe un entero par.


(b) Todo nu´mero entero es par o impar.
(c) Todos los nu´meros primos son no
negativos. (d) El u´nico nu´mero primo par es
el 2.
(e) No todos los enteros son pares. (f
) No todos los primos son impares.
(g) Si un entero no es impar, entonces es par.
Soluci´on

(a) Existe un entero par.


∃x : q(x)

(b) Todo nu´mero entero es par o


impar. ∀x [q(x) ∨ r(x)]

(c) Todos los nu´meros primos son no negativos.


∀x [s(x) −→ p(x)]

(d) El u´nico nu´mero primo par es el


2.
∀x [s(x) ∧ q(x) −→ x = 2]

(e) No todos los enteros son pares.


¬ [∀x, q(x)]

(f ) No todos los primos son impares.


¬∀x, [s(x) −→ r(x)]

(g) Si un entero no es impar, entonces es par.


∀x [¬r(x) −→ q(x)]

Obs´ervese que en el ejemplo anterior, los cuantif icadores est´an al comienzo de cada af irmaci´on.
Sin embargo, no siempre es as´ı, los cuantif icadores pueden ir en cualquier parte y su situaci´on es
importante.

Ejemplo 2.21 Consideremos en el universo de los nu´meros enteros el predicado p(x, y, z) : xy =


z. Transcribir a notaci´on l´ogica las af irmaciones siguientes:

(a) Si x = 0, entonces xy = x para todos los valores de

y. (b) Si xy = x para cada y, entonces x = 0.

(c) Si xy ¡= x para algu´n x, entonces x ¡= 0.

Soluci´on

Sea p(x, y, z) : xy = z, entonces

(a) Si x = 0, entonces xy = x para todos los valores de y.


∀x [x = 0 −→ ∀y, p(x, y,

x)] (b) Si xy = x para cada y, entonces x = 0.

∀x [∀y (p(x, y, x) −→ x =
0)]

(c) Si xy ¡= x para algu´n x, entonces x ¡= 0.


∃x : [¬p(x, y, x) −→ x ¡=
0]
La proposici´on (b) afirma que si xy = x para todos los valores de y, entonces x vale cero. Si en su
lugar escribimos
∀x [∀y (p(x, y, x) −→ x =
0)]
la transcripci´on no es correcta, ya que en tal caso estar´ıamos af irmando que si xy = x, entonces x
= 0 para cada x y para cada y, lo cual es falso ya que, por ejemplo, tomando x = y = 1, tendremos que
xy = x y, sin embargo, x no es cero. Por tanto, el lugar en el que se coloca el cuantif icador es
fundamental. •

Los ejemplos anteriores ilustran la gran variedad de formas en las que pueden hacerse af irmaciones
que contengan predicados, cuantif icadores y operadores l´ogicos.

Nota 2.5 El valor de verdad de una proposici´on compuesta depende, generalmente, del
conjunto universal donde las variables ligadas est´an cuantif icadas. Sin embargo, existen ejemplos
importantes donde el valor de verdad no depende ni del universo del discurso ni de los valores que las
variables tomen en el mismo.

2.3.1 Implicacio´n Lo
´gica

Sean A1 y A2 dos afirmaciones que contienen predicados. Diremos que A1 implica l´ogicamente A2
si para cualquier universo del discurso que elijamos y para cualquier valor de las variables en el
mismo, A2 es verdad cuando A1 lo sea.

2.3.2 Equivalencia Lo´gica

Sean A1 y A2 dos afirmaciones que contienen predicados. Diremos que A1 equivale l´ogicamente
a A2 si para cualquier universo del discurso que elijamos y para cualquier valor de las variables en
el mismo, A1 y A2 tienen los mismos valores de verdad.

Obs´ervese que las def iniciones son an´alogas a las dadas para la implicaci´on y equivalencia l
´ogica de proposiciones. Ahora se exige que las condiciones se verif iquen para cualquier universo del
discurso y cualquier valor de las variables en el mismo.

2.3.3 Leyes de De Morgan Generalizadas

Constituyen una clase importante de equivalencias l´ogicas y son las siguientes:


1. ¬∀x, p(x) ⇐⇒ ∃x : ¬p(x)
2. ¬∃x : p(x) ⇐⇒ ∀x, ¬p(x)
3. ∀x, p(x) ⇐⇒ ¬∃x : ¬p(x)
4. ∃x : p(x) ⇐⇒ ¬∀x,
¬p(x) Demostraci´on

Sea U un universo del discurso arbitrario, p(x) un predicado cualquiera, y x cualquiera de U .

Veamos que en todos los casos las dos proposiciones tienen los mismos valores de verdad.

1. ¬∀x, p(x) ⇐⇒ ∃x : ¬p(x)


Si ¬∀x, p(x) es verdad, entonces ∀x, p(x) es falso, luego existe, al menos, un x en U para el cual
p(x) es falso, o lo que es igual para el que ¬p(x) es verdad, es decir ∃x : ¬p(x) es verdad.
Si ¬∀x, p(x) es falso, entonces ∀x, p(x) es verdad, luego p(x) es verdad para cualquier valor de x y
¬p(x) falso. Por lo tanto, ∃x : ¬p(x) es falso.
2. ¬∃x : p(x) ⇐⇒ ∀x, ¬p(x)
Si ¬∃x : p(x) es verdad, entonces ∃x : p(x) es falso, luego p(x) es falso para todos los valores de x,
es decir ¬p(x) es verdad para cualquier x de U y, consecuentemente, ∀x, ¬p(x) es verdad.
Si ¬∃x : p(x) es falso, entonces ∃x : p(x) es verdad, luego p(x) es verdad para algu´n valor de x,
de aqu´ı que exista un x para el cual ¬p(x) es falso y, por lo tanto, ∀x, ¬p(x) es falso.
3. ∀x, p(x) ⇐⇒ ¬∃x : ¬p(x)
Si ∀x, p(x) es verdad, entonces p(x) es verdad para cualquier x o lo que es igual ¬p(x) es falso
para todo x de U , es decir ∃x : ¬p(x) es falso y, por tanto, ¬∃x : ¬p(x) es verdad.
Si ∀x, p(x) es falso, entonces hay, al menos, un valor de x para el cual p(x) es falso o para el que
¬p(x) es verdad, es decir ∃x : ¬p(x) es verdad y, consecuentemente, ¬∃x : ¬p(x) es falso.
4. ∃x : p(x) ⇐⇒ ¬∀x, ¬p(x)

Si ∃x : p(x) es verdad, entonces p(x) es verdad para algu´n valor de x en U , luego existe un x en
U
para el cual ¬p(x) es falso, es decir, ∀x, ¬p(x) es falso y, consecuentemente, ¬∀x, ¬p(x) es
verdad.
Si ∃x : p(x) es falso, entonces p(x) es falsa para todos los valores de x en U , es decir ¬p(x) es
verdad, luego ∀x, ¬p(x) es verdad y, por lo tanto, ¬∀x¬p(x) es falso.

Tenemos, pues, que cada una de las proposiciones anteriores son verdaderas independientemente
del conjunto universal que elijamos y las variables de predicado que utilicemos, por lo tanto de acuerdo
con la definici´on, son l´ogicamente equivalentes.

Nota 2.6 Obs´ervese que segu´n lo que acabamos de probar, la equivalencia 1. es cierta para
cualquier predicado luego ser´a cierto para ¬p(x). Entonces,
¬∀x, ¬p(x) ⇐⇒ ∃x : ¬¬p(x)
y si sustituimos ¬¬p(x) por p(x), resulta
¬∀x, ¬p(x) ⇐⇒ ∃x : p(x)

que es la cuarta ley de De Morgan, de la cual, negando ambos miembros, y en virtud de la equivalencia
l´ogica entre una proposici´on y su contrarrec´ıproca, obtenemos,
¬¬∀x, ¬p(x) ⇐⇒ ¬∃x : p(x)

es decir,
∀x, ¬p(x) ⇐⇒ ¬∃x : p(x)
que es la segunda ley de De Morgan. Si ahora se la aplicamos a ¬p(x), obtendremos
∀x, ¬¬p(x) ⇐⇒ ¬∃x : ¬p(x)

o sea,
∀x, p(x) ⇐⇒ ¬∃x : ¬p(x)
que es la tercera ley de De Morgan. •

Nota 2.7 Las leyes de De Morgan generalizadas pueden utilizarse repetidamente para negar cualquier
proposici´on con cuantif icadores.

Por ejemplo, podemos utilizarlas para negar la proposici´on


∃w : [∀x (∃y : (∃z : p(w, x, y, z)))]
En efecto,
¬∃w : [∀x (∃y : (∃z : p(w, x, y, z)))] ⇐⇒ ∀w [¬∀x(∃y : (∃z : p(w, x, y, z)))] {Segunda ley}
⇐⇒ ∀w [∃x : (¬∃y : (∃z : p(w, x, y, z)] {Primera ley}
⇐⇒ ∀w [∃x : (∀y(¬∃z : p(w, x, y, z)))] {Segunda ley}
⇐⇒ ∀w [∃x : (∀y(∀z, ¬p(w, x, y, z)))] {Segunda ley}

2.3.4 Regla general

La negaci´on de una proposici´on con cuantif icadores es l´ogicamente equivalente a la proposici


´on que se obtiene sustituyendo cada ∀ por ∃, cada ∃ por ∀ y reemplazando el predicado por su
negaci´on.

Ejemplo 2.22 Construir la negaci´on de la proposici´on


∀x [∀y (∃z : x < z < y)]

Soluci´on

De acuerdo con la regla general, la negaci´on de la proposici´on anterior es:


∃x : [∃y : (∀z, ¬(x < z < y))]
si ahora aplicamos las leyes de De Morgan del c´alculo proposicional a la proposici´on ¬(x < z <
y), tendremos
¬(x < z < y) ⇐⇒ ¬ [(x < z) ∧ (z <
y)]
⇐⇒ ¬(x < z) ∨ ¬(z < y)
⇐⇒ x ?': z ∨ z ?': y
Por tanto, la negaci´on de ∀x [∀y(∃z : (x < z < y))] es l´ogicamente equivalente a
∃x : [∃y : (∀z, x ?': z ∨ z ?': y)]

Ejemplo 2.23 Negar la af irmaci´on “todas las empresas fabrican algu´n componente de todos los
orde- nadores”.

Soluci´on

Sean los predicados

p(x, y): la empresa x produce el componente y

q(y, z): y es un componente del ordenador z

La af irmaci´on propuesta escrita en lenguaje simb´olico ser´ıa


∀x [∀z(∃y : (p(x, y) ∧ p(y, z)))]

y su negaci´on, de acuerdo con la regla general ser´a:


∃x : [∃z : (∀y : ¬(p(x, y) ∧ q(y, z)))]
la cual, a su vez, es l´ogicamente equivalente a
∃x : [∃z : (∀y : ¬p(x, y) ∨ ¬q(y, z))]
que podemos escribir en forma de condicional sin m´as que utilizar la implicaci´on l´ogica conocida
como
implicaci´on,
∃x : [∃z : (∀y : p(x, y) −→ ¬q(y, z))]
cuya interpretaci´on
es

“pueden encontrarse una empresa y un ordenador tales que si un componente cualquiera est
´a fabricado por la empresa, entonces no pertenece al ordenador”.

Obs´ervese que tambi´en pod´ıamos haber escrito


∃x : [∃z : (∀y : q(y, z) −→ ¬p(x, y))]
cuya interpretaci´on es

“pueden encontrarse una empresa y un ordenador tales que si un componente


cualquiera pertenece al ordenador, entonces no est´a fabricado por la empresa”.

Obs´ervese tambi´en que otra forma equivalente de la negaci´on es


∃x : [∃z : (¬∃y : p(x, y) ∧ q(y, z))]
cuya interpretaci´on es

“existen una empresa y un ordenador tales que la empresa no fabrica ningu´n componente
del ordenador”

o tambi´en

“existen una empresa y un ordenador tales que el ordenador no tiene ningu´n


componente fabricado por la empresa.”

Ahora estudiaremos de que forma afectan a los cuantif icadores lo conectores l´ogicos conjunci´on y disyunci
´on.

2.3.5 Proposiciones al Alcance de un Cuantificador

Si una proposici´on est´a dentro del alcance de un cuantificador mediante una conjunci´on o
una disyunci´on, entonces puede situarse fuera del alcance del mismo.
(a) ∀x [p(x) ∨ q] ⇐⇒ [∀x, p(x)] ∨
q
(b) ∃x : [p(x) ∨ q] ⇐⇒ [∃x : p(x)] ∨
q (c) ∃x : [p(x) ∧ q] ⇐⇒ [∃x : p(x)] ∧
q (d) ∀x [p(x) ∧ q] ⇐⇒ [∀x, p(x)] ∧ q

Demostraci´on

Supondremos que U es un universo del discurso arbitrario, p(x) cualquier predicado, x un elemento
cualquiera de U y q una proposici´on cualquiera.
(a) ∀x [p(x) ∨ q] ⇐⇒ [∀x, p(x)] ∨ q.
Veamos que ambas proposiciones tienen los mismos valores de verdad.
Si ∀x [p(x) ∨ q] es verdad, entonces p(x) ∨ q es verdad para todos los valores de x en U luego
una de las dos proposiciones ha ser verdad para todo x.
− Si p(x) es verdad para todos los valores de x en U , entonces ∀x, p(x) es verdad y,
consecuente- mente [∀x, p(x)] ∨ q es verdad.
− Si q es verdad, entonces [∀x, p(x)] ∨ q es verdad.
luego en ambos casos, [∀x, p(x)] ∨ q es verdad.
Si ∀x [p(x) ∨ q] es falso, entonces existe al menos un x para el cual p(x) ∨ q es falso de aqu´ı
que p(x) sea falso para ese x y q tambi´en, luego [∀x, p(x)] es falso, q es falso y,
consecuentemente, [∀x, p(x)] ∨ q es falso.
(b) ∃x : [p(x) ∨ q] ⇐⇒ [∃x : p(x)] ∨ q.
Veamos si ambas proposiciones tienen los mismos valores de
verdad.
Si ∃x : p(x) ∨ q es verdad, entonces existe un x, para el cual p(x) ∨ q es verdad, luego una de las
dos proposiciones ha de ser verdad.
− Si p(x) es verdad para algu´n x, entonces ∃x : p(x) es verdad y, consecuentemente, [∃x : p(x)]
∨q
tambi´en lo es.
− Si q es verdad, entonces [∃x : p(x)] ∨ q tambi´en lo es.
es decir, en cualquier caso [∃x : p(x)] ∨ q es verdad.
Si ∃x : [p(x) ∨ q] es falso, entonces p(x) ∨ q es falso para todos los valores de x, luego p(x) es
falso para cualquier x de U y q tambi´en, es decir ∃x : p(x) es falso y q falso, luego [∃x : p(x)] ∨ q
es falso.
(c) ∃x : [p(x) ∧ q] ⇐⇒ [∃x : p(x)] ∧ q.
Si ∃x : [p(x) ∧ q] es verdad, entonces p(x) ∧ q es verdad para algu´n valor de la variable x, luego
p(x) y q han de ser verdad para este x de aqu´ı que ∃x : p(x) sea verdad y q tambi´en y,
consecuentemente, [∃x : p(x)] ∧ q es verdad.
Si [∃x : p(x) ∧ q] es falso, entonces p(x) ∧ q es falso para todos los valores de la variable x, luego
p(x) y q han de ser, ambos, falsos para todos esos valores, de aqu´ı que ∃x : p(x) sea falso y q
tambi´en. Consecuentemente, [∃x : p(x)] ∧ q es falso.

Tambi´en podemos probarlo de otra forma. En efecto, en el apartado (a) hemos visto
que
∀x [p(x) ∨ q] ⇐⇒ [∀x, p(x)] ∨
q
de aqu´ı que sustituyendo los predicados por sus negaciones,
tengamos
∀x [¬p(x) ∨ ¬q] ⇐⇒ [∀x, ¬p(x)] ∨
¬q

y negando ambos miembros,


¬∀x [¬p(x) ∨ ¬q] ⇐⇒ ¬ [(∀x, ¬(p(x)) ∨
¬q]

y aplicando las leyes de De Morgan en el segundo miembro


¬∀x [¬p(x) ∨ ¬q] ⇐⇒ [¬∀x, ¬p(x)] ∧
q
y por las leyes de De Morgan generalizadas,
∃x : ¬ [¬(p(x) ∨ ¬q] ⇐⇒ [∃x : ¬¬p(x)] ∧
q
es decir,
y, consecuentemente,
∃x : [¬¬p(x) ∧ ¬¬q] ⇐⇒ [∃x : p(x)] ∧ q

∃x : [p(x) ∧ q] ⇐⇒ [∃x : p(x)] ∧ q


(d) ∀x [p(x) ∧ q] ⇐⇒ [∀x, p(x)] ∧ q.

Si ∀x(p(x) ∧ q) es verdad, entonces p(x) ∧ q es verdad para todos los valores de x en U de aqu
´ı que p(x) y q sean, ambos, verdad para cualquier x. Por lo tanto, ∀x, p(x) es verdad y q tambi
´en y, consecuentemente, [∀x, p(x)] ∧ q es verdad.
Si ∀x [p(x) ∧ q] es falso, entonces hay algu´n valor de la variable x para el cual p(x) ∧ q es falso,
de aqu´ı que una de las dos proposiciones sea falsa.
− Si p(x) es falsa para algu´n valor de la variable x, entonces ∀x, p(x) es falsa y,
consecuentemente, [∀x, p(x)] ∧ q ser´a falsa, independientemente del valor de verdad de q.
− Si q es falsa, entonces [∀x, p(x)] ∧ q es falsa.

Al igual que el apartado anterior, lo probaremos de otra forma. En efecto, en el apartado (b) vimos
que
∃x : [p(x) ∨ q] ⇐⇒ [∃x : p(x)] ∨ q

luego si sustituimos cada proposici´on por su negaci´on, tendremos


∃x : [¬p(x) ∨ ¬q] ⇐⇒ [∃x : ¬p(x)] ∨ ¬q

y negando ambos miembros,


¬∃x : [¬p(x) ∨ ¬q] ⇐⇒ ¬ [(∃x : ¬p(x)) ∨ ¬q]

es decir,
¬∃x : [¬p(x) ∨ ¬q] ⇐⇒ [¬∃x : ¬p(x)] ∧ q
de aqu´ı que, por las Leyes de De Morgan generalizadas, tengamos
∀x, ¬ [¬p(x) ∨ ¬q] ⇐⇒ [∀x, ¬¬p(x)] ∧ q

o sea,
∀x [¬¬p(x) ∧ ¬¬q] ⇐⇒ [∀x, p(x)] ∧
q
y, consecuentemente,
∀x [p(x) ∧ q] ⇐⇒ [∀x, p(x)] ∧
q

Ejemplo 2.24 Probar las siguientes equivalencias:

(a) ∀x [p −→ q(x)] ⇐⇒ p −→ [∀x,


q(x)] (b) [∀x, p(x)] −→ q ⇐⇒ ∃x : [p(x)
−→ q]

Soluci´on

(a) ∀x [p −→ q(x)] ⇐⇒ p −→ [∀x, q(x)]


En efecto,
∀x [p −→ q(x)] ⇐⇒ ∀x [¬p ∨ q(x)] {Implicaci´on}
⇐⇒ ∀x [q(x) ∨ ¬p] {Conmutatividad de ∨}
⇐⇒ [∀x, q(x)] ∨ ¬p {2.3.5 (a)}
⇐⇒ ¬p ∨ [∀x, q(x)] {Conmutatividad de ∨}
⇐⇒ p −→ [∀x, q(x)] {Implicaci´on}
(b) [∀x, p(x) −→ q] ⇐⇒ ∃x : [p(x) −→ q]
En efecto,
[∀x, p(x)] −→ q ⇐⇒ [¬∀x, p(x)] ∨ q {Implicaci´on}
⇐⇒ [∃x : ¬p(x)] ∨ q {Leyes de De Morgan}
⇐⇒ ∃x : [¬p(x) ∨ q] {2.3.5 (a)}
⇐⇒ ∃x : [p(x) −→ q] {Implicaci´on}

2.3.6 Predicados al Alcance de un Cuantificador

Los predicados con variables no ligadas por un cuantificador que est´en dentro del alcance del
mismo mediante una conjunci´on o una disyunci´on pueden situarse fuera del alcance del
cuantificador.
(a) ∀x [p(x) ∨ q(y)] ⇐⇒ [∀x, p(x)] ∨
q(y) (b) ∀x [p(x) ∧ q(y)] ⇐⇒ [∀x, p(x)]
∧ q(y)
(c) ∃x : [p(x) ∨ q(y)] ⇐⇒ [∃x : p(x)] ∨ q(y)
(d) ∃x : [p(x) ∧ q(y)] ⇐⇒ [∃x : p(x)] ∧ q(y)

Demostraci´on

La demostraci´on es id´entica a la hecha en la proposici´on anterior. •

2.3.7 Asociatividad y Distributividad

(a) ∀x [p(x) ∧ q(x)] ⇐⇒ [∀x, p(x)] ∧ [∀x,


q(x)]
(b) ∃x : [p(x) ∧ q(x)] =⇒ [∃x : p(x)] ∧ [∃x : q(x)]
(c) ∃x : [p(x) ∨ q(x)] ⇐⇒ [∃x : p(x)] ∨ [∃x : q(x)]
(d) [∀x, p(x)] ∨ [∀x, q(x)] =⇒ ∀x, [p(x) ∨ q(x)]

Demostraci´on

Sea U un universo del discurso cualquiera y p(x), q(x) dos predicados arbitrarios, siendo x
cualquier elemento de U

(a) ∀x [p(x) ∧ q(x)] ⇐⇒ [∀x, p(x)] ∧ [∀x, q(x)]


Veamos que ambas proposiciones tienen los mismos valores de verdad.
Si ∀x [p(x) ∧ q(x)] es verdad, entonces p(x) ∧ q(x) es verdad para todos los valores de x en U
, luego p(x) y q(x) son, ambas, verdad para cualquier x de U , es decir ∀x, p(x) es verdad y ∀x,
q(x) tambi´en, luego [∀x, p(x)] ∧ [∀x, q(x)] es verdad.
Por otra parte, si ∀x [p(x) ∧ q(x)] es falso, entonces existe, al menos, un valor de x en U para el
cual p(x) ∧ q(x) es falsa luego una de las dos ha de ser falsa.
− Si p(x) es falsa para algu´n valor de x, entonces ∀x, p(x) es falsa y, consecuentemente,
la proposici´on [∀x, p(x)] ∧ [∀x, q(x)] es falsa.
− Si q(x) es falsa, el razonamiento es id´entico al anterior.
Por lo tanto, en ambos casos, la proposici´on es
falsa.
La relaci´on anterior suele enunciarse informalmente diciendo que “el cuantificador universal
es distributivo respecto del conectivo l´ogico conjunci´on.”
(b) ∃x : [p(x) ∧ q(x)] =⇒ [∃x : p(x)] ∧ [∃x : q(x)]
Veamos que si la primera de las proposiciones es verdad, entonces la segunda tambi´en lo es.
En efecto si ∃x : [p(x) ∧ q(x)] es verdad, entonces p(x) ∧ q(x) es verdad para algu´n x en U , luego
p(x) y q(x) son verdad, ambas, para ´ese x, de aqu´ı que ∃x : p(x) sea verdad y ∃x : q(x)
tambi´en y, consecuentemente, [∃x : p(x)] ∧ [∃x : q(x)] es verdad.
Veamos que, sin embargo, no se da la equivalencia l´ogica como en el apartado
anterior.
En efecto, la af irmaci´on ∃x : [p(x) ∧ q(x)] nos dice que existe un valor de x en el universo para
el cual p(x) y q(x) son, ambas, verdad.
Por otra parte, [∃x : p(x)] ∧ [∃x : q(x)] af irma que existe un valor de x en el universo tal que
p(x)
es verdad y que existe un valor de x para el cual es verdad
q(x).
Veamos un contraejemplo que pone de manif iesto lo que decimos. Supongamos que U es el conjunto
de los nu´meros enteros y sea p(x) : x es un nu´mero par y q(x) : x es un nu´mero impar.
Entonces, “existe, al menos, un nu´mero entero par y existe, al menos, un nu´mero entero
impar”, luego
[∃x : p(x)] ∧ [∃x : q(x)]

es una proposici´on verdadera, en tanto que “existe, al menos, un nu´mero entero que es, al
mismo tiempo, par e impar”, es decir,
∃x : [p(x) ∧ q(x)]
es una proposici´on falsa, luego no se verif ica la implicaci´on
contraria. (c) ∃x : [p(x) ∨ q(x)] ⇐⇒ [∃x : p(x)] ∨ [∃x : q(x)]

Veamos que si la segunda es falsa, entonces la primera tambi´en lo es (equivale a probar que si
la primera es verdad, la segunda tambi´en). En efecto, si [∃x : p(x)] ∨ [∃x : q(x)] es falsa,
entonces
∃x : p(x) es falsa y ∃x : q(x) tambi´en, luego p(x) y q(x) son, ambas, falsas para todos los
valores de x en U , de aqu´ı que para cualquier valor de x, p(x) ∨ q(x) sea falsa y,
consecuentemente,
∃x : [p(x) ∨ q(x)] es una proposici´on
falsa.
Por otra parte, si ∃x : [p(x) ∨ q(x)] es falsa, entonces p(x) ∨ q(x) es falsa para todos los valores de
x en U , luego p(x) es falsa y q(x) es falsa para cualquier x, de aqu´ı que ∃x : p(x) sea falsa, ∃x :
q(x) tambi´en y, consecuentemente, [∃x : p(x)] ∨ [∃x : q(x)] sea una proposici´on falsa.

Veamos otra forma de demostrar lo mismo. En el apartado (a), hemos visto que
∀x [p(x) ∧ q(x)] ⇐⇒ [∀x, p(x)] ∧ [∀x,
q(x)]
siendo cierto este resultado para cualquier predicado, luego tambi´en lo ser´a para sus negaciones,
es decir,
∀x [¬p(x) ∧ ¬q(x)] ⇐⇒ [∀x, ¬p(x)] ∧ [∀x,
¬q(x)]
negando ahora ambos miembros, resulta
¬∀x [¬p(x) ∧ ¬q(x)] ⇐⇒ ¬ [(∀x, ¬p(x)) ∧ (∀x,
¬q(x))]
decir,
as´ı

de aqu´ı que
pues, es
¬([¬p(x) ∧ ¬q(x)]] ⇐⇒ [¬∀x, ¬p(x)] ∨ [¬∀x, ¬q(x)]

x ∃x : [¬¬p(x) ∨ ¬¬q(x)] ⇐⇒ [∃x : ¬¬p(x)] ∨ [∃x : ¬¬q(x)]

: ∃x : [p(x) ∨ q(x)] ⇐⇒ [∃x : p(x)] ∨ (∃x : q(x)]


La relaci´on anterior suele enunciarse informalmente diciendo que “el cuantificador existencial
es distributivo respecto del conectivo l´ogico disyunci´on ”
(d) [∀x, p(x)] ∨ [∀x, q(x)] =⇒ ∀x, [p(x) ∨ q(x)] En efecto, si [∀x, p(x)] ∨ [∀x, q(x)] es verdad,
entonces
una de las dos proposiciones ha de ser verdad.
Si ∀x, p(x) es verdad, p(x) ha de ser verdad para todos los valores de x, luego p(x) ∨ q(x) es
verdad y, consecuentemente, ∀x [p(x) ∨ q(x)] es verdad.
Si ∀x, q(x) es verdad, se razona exactamente igual.

Otra forma de demostrar lo mismo es la siguiente: en el apartado (b) vimos que


∃x : [p(x) ∧ q(x)] =⇒ [∃x : p(x)] ∧ [∃x :
q(x)] Si ahora sustituimos los predicados por sus negaciones,
∃x : [¬p(x) ∧ ¬q(x)] =⇒ [∃x : ¬p(x)] ∧ [∃x : ¬q(x)]

negamos ambos miembros, y aplicamos la “contrarrec´ıproca”, resulta


¬ [∃x : ¬p(x)] ∧ [∃x : ¬q(x)] =⇒ ¬∃x : [¬p(x) ∧
¬q(x)]

luego,
[¬∃x : ¬p(x)] ∨ [¬∃x : ¬q(x)] =⇒ ∀x¬ [¬p(x) ∧
es decir,
¬q(x)] [∀x, ¬¬p(x)] ∨ [∀x, ¬¬q(x)] =⇒ ∀x [¬¬p(x) ∨
de donde se sigue que
¬¬q(x)] [∀x, p(x)] ∨ [∀x, q(x)] =⇒ ∀x [p(x) ∨ q(x)]
Por razones an´alogas a las del apartado (b) no se da la equivalencia l´ogica. •
Apuntes de L´ogica Matem´atica
3. Razonamientos y Demostraciones

Francisco Jos´e Gonz´alez Guti´errez


C´adiz, Abril de 2005
Lecci´on 3

Razonamientos y Demostraciones

Contenido
3.1 Razonamientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56
3.1.1 Razonamiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56
3.1.2 Razonamiento V´alido . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56
3.1.3 Falacia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58
3.2 Inferencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
3.2.1 Regla de Inferencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
3.2.2 Reglas de Inferencia m´as Usuales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61
3.3 Demostraciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
3.3.1 Teorema . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
3.3.2 Corolario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
3.3.3 Lema . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
3.3.4 Demostraci´on . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65
3.4 Razonamientos y Cuantificadores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69
3.4.1 Definiciones Matem´aticas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69
3.4.2 Regla de Particularizaci´on . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 72
3.4.3 Regla de Generalizaci´on . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73
3.5 M´etodos de Demostraci´on . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 74
3.5.1 Demostraci´on Vac´ıa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 74
3.5.2 Demostraci´on Trivial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 74
3.5.3 Demostraci´on Directa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75
3.5.4 Demostraci´on por la Contrarrec´ıproca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 76
3.5.5 Demostraci´on por Contradicci´on . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77
3.5.6 Bu´squeda de Contraejemplos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 78

Ten´ıa 40 an˜os cuando por primera vez se fij´o en la


geometr´ıa; y ello aconteci´o accidentalmente. Encontr´abase
en la biblioteca de un caballero; abiertos estaban los
Elementos de Euclides, y fue la 47 El. libri I. Ley´o la
Proposici´on. Por D...(pues de cuando en cuando gustaba
de proferir un exaltado Jura- mento, para mayor ´enfasis)
¡esto es imposible! Ley´o pues la Demostraci´on, en la
que alud´ıa a una Proposici´on previa; proposici´on que
tambi´en ley´o. La cual mencionaba otra ante- rior, que ley
´o tambi´en. et sic deinceps (y as´ı sucesivamente) hasta
quedar al fin demostrativamente convencido de aquella
verdad. Ello le hizo enamorarse de la geometr´ıa.
Thomas Hobbes (1885-1679)
Universidad de C Departamento de Matem
´adiz ´aticas
Una demostraci´on de una proposici´on signif ica un argumento convincente de que la proposici´on es
ver- dadera. Las demostraciones de esta clase suelen encontrarse fuera de los cursos de matem´aticas.
Los cient´ıf icos que hacen predicciones con base en principios cient´ıf icos dan demostraciones, en efecto,
de que sus predicciones se deducen de sus principios. Los programadores de ordenadores hacen
aseveraciones de que sus programas operar´an de acuerdo con sus especif icaciones y verif ican estas
aseveraciones con una combinaci´on de razonamiento y experimentaci´on. Los historiadores cuyo
argumento es que cierta serie de decisiones conducen inevitablemente a cierta consecuencia, usan el
razonamiento l´ogico para demostrar lo anterior. As´ı, aunque los detalles de escribir una demostraci
´on matem´aticamente aceptable pueden pertenecer al terreno de los matem´aticos, el objetivo de
comprender lo que constituye un argumento con- vincente debe ser compartido por cualquiera que
espere utilizar los principios matem´aticos y cient´ıf icos. Analizaremos, en esta lecci´on, los principios
l´ogicos que fundamentan los argumentos convincentes.

Las demostraciones son una forma de comunicaci´on cuyo objetivo es convencer de la veracidad de
las af irmaciones que se hacen. La l´ogica sirve como fundamento antecedentemente, salvo cuando haya
alguna laguna comunicativa. Esto es, por lo general no ser´a necesario pensar conscientemente en la l
´ogica, aunque si una prueba en particular parece complicada, entonces deber´a ser analizada con
cuidado. ¿Cu´ales son exactamente las hip´otesis? ¿se utilizan supuestos ocultos? ¿estamos ante una
demostraci´on no directa?

3.1 Razonamientos

Estudiamos en este apartado el signif icado formal del concepto de “razonamiento v´alido” y lo
utilizamos para demostrar la veracidad de proposiciones a trav´es de las reglas de inferencia.

3.1.1 Razonamiento

Llamaremos de esta forma a cualquier proposici´on con la estructura


P1 ∧ P2 ∧ · · · ∧ Pn −→
Q
siendo n un entero positivo.

A las proposiciones Pi , i = 1, 2, . . . , n se les llama premisas del razonamiento y a la proposici´on


Q,
conclusi´on del mismo.

3.1.2 Razonamiento V´alido

El razonamiento anterior se dice que es v´alido si la conclusi´on Q es verdadera cada vez que todas
las premisas P1 , P2 , . . . , Pn lo sean.

Nota 3.1 Obs´ervese que esto signif ica que las premisas implican l´ogicamente la conclusi´on, es
decir, un razonamiento ser´a v´alido cuando

P1 ∧ P2 ∧ · · · ∧ Pn =⇒
Q

Tambi´en, y de acuerdo con ??, podemos decir que el razonamiento es v´alido si el condicional
P1 ∧ P2 ∧ · · · ∧ Pn −→
Q
es una tautolog´ıa. Esto, a su vez, nos permite aceptar como v´alido el razonamiento en el caso

56
de que alguna de las premisas sea falsa. En efecto, si alguna de las Pi , i = 1, 2, . . . , n es falsa,
entonces
P1 ∧P2 ∧· · ·∧Pn ser´a falsa, luego el condicional P1 ∧P2 ∧· · ·∧Pn −→ Q es verdadero,
independientemente
del valor de verdad de la conclusi´on Q.

As´ı pues, disponemos de dos formas de probar si un razonamiento es v´alido.


1. Comprobar que el condicional P1 ∧ P2 ∧ · · · ∧ Pn −→ Q es una tautolog´ıa.
2. Comprobar que P1 ∧ P2 ∧ · · · ∧ Pn =⇒ Q.

Ejemplo 3.1 Estudiar la validez del siguiente

razonamiento: Si Torcuato se casa, entonces Florinda se

tira al tren.
Florinda se tira al tren siempre y cuando Torcuato no se haga cura.
Por lo tanto, si Torcuato se casa, entonces no se hace cura.

Soluci´on

Sean

p : Torcuato se casa.
q : Florinda se tira al tren.
r : Torcuato se hace cura.

El razonamiento escrito en forma simb´olica ser´ıa:


[(p −→ q) ∧ (q ←→ ¬r)] −→ (p −→
¬r)

Veamos si el razonamiento es v´alido comprobando que es una tautolog´ıa. Obs´ervese que la u´nica
opci´on en la que el condicional puede ser falso es que siendo verdad la hip´otesis,
(p −→ q) ∧ (q ←→ ¬r)
,
la conclusi´on, p −→ ¬r sea falsa.
Ahora bien, p −→ ¬r es falsa, si p es verdad y ¬r es falso. Por otra parte, para que
(p −→ q) ∧ (q ←→ ¬r)
,
sea verdad, han de serlo ambas proposiciones y al ser falso ¬r, q tambi´en ha de serlo, por lo tanto
la tabla de verdad reducida, ser´a

p q r p −→ q q ←→ ¬r p −→ ¬r [(p −→ q) ∧ (q ←→ ¬r)] −→ (p −→ ¬r)


V F V F V F V

luego, en efecto, es una tautolog´ıa y, consecuentemente, el razonamiento es v´alido.

Veamos ahora si
[(p −→ q) ∧ (q ←→ ¬r)] =⇒ (p −→ ¬r)
En efecto, si (p −→ q) ∧ (q ←→ ¬r) es verdad, entonces las dos proposiciones p −→ q y q ←→ ¬r han
de
ser, ambas, verdad. Estudiemos las opciones que se presentan segu´n los valores de verdad de q.

− Si q es verdad, entonces ¬r ha de ser verdad y p −→ ¬r es verdad, independientemente del


valor de verdad que tenga p.
− Si q es falso, entonces p es falso, ¬r tambi´en y, consecuentemente, p −→ ¬r es

verdad. As´ı pues, en cualquier caso, p −→ ¬r es verdad.


Otra forma de razonar ser´ıa partir de que la segunda es falsa y concluir que la primera tambi´en.
En efecto, si p −→ ¬r es falsa, entonces p es verdad y ¬r es falsa y, dado que esta conclusi´on no
depende
del valor de verdad de q, habr´a dos opciones:
− Si q es verdad, entonces q ←→ ¬r es falsa y (p −→ q) ∧ (q ←→ ¬r) es falso independientemente
del
valor de verdad que tenga p.
− Si q es falso, entonces p −→ q es falso y por lo tanto, (p −→ q) ∧ (q ←→ ¬r) es

falso. As´ı pues, en cualquier caso, (p −→ q) ∧ (q ←→ ¬r) es falso.

Tomando cualquiera de los dos caminos, hemos probado que


[(p −→ q) ∧ (q ←→ ¬r)] =⇒ (p −→
¬r)
por lo tanto el razonamiento es v´alido. •

3.1.3 Falacia

Llamaremos de esta forma a un razonamiento que no es v´alido.

Veamos ejemplos de las falacias m´as habituales.

Ejemplo 3.2 La falacia de af irmar la conclusi´on. Estudiar la validez del siguiente razonamiento:

Si el mayordomo es el asesino, se pondr´a nervioso cuando lo


interroguen. El mayordomo se puso muy nervioso cuando lo
interrogaron.
Por lo tanto, el mayordomo es el asesino.

Soluci´on

Sean

p : El mayordomo es el asesino.
q : El mayordomo se puso muy nervioso cuando lo interrogaron.

El razonamiento escrito en forma simb´olica ser´ıa:


[(p −→ q) ∧ q] −→
p
Veamos si es una tautolog´ıa.

La proposici´on anterior es u´nicamente si siendo verdad la hip´otesis, (p −→ q) ∧ q, es falsa


falsa,
la
conclusi´on p. Pero (p −→ q) ∧ q es verdad s´olo si p −→ q es verdad y q tambi´en lo es, luego una de
las
l´ıneas de su tabla de verdad ser´ıa:

p q p −→ q (p −→ q) ∧ q [(p −→ q) ∧ q] −→
F V V V p
F

Por tanto, [(p −→ q) ∧ q] −→ p no es una tautolog´ıa y el argumento no ser´ıa v´alido, es decir, es


una
falacia.

58
Veamos ahora si [(p −→ q) ∧ q] =⇒ p.

Si(p −→ q) ∧ q es verdad, entonces, p −→ q y q son, ambas, verdad, por lo tanto p puede ser verdad
o falsa y, consecuentemente, (p −→ q) ∧ q no implica l´ogicamente p, es decir el razonamiento no es v
´alido.
El nerviosismo del mayordomo pudo estar no en su culpabilidad sino en cualquier otra causa. •

Ejemplo 3.3 La falacia de negar el antecedente. Estudiar la validez del siguiente razonamiento:
Si las manos del mayordomo est´an manchadas de sangre, entonces es
culpable. El mayordomo est´a impecablemente limpio.
Por lo tanto, el mayordomo es inocente.

Soluci´on

Sean

p : El mayordomo tiene las manos manchadas de sangre.


q : El mayordomo es culpable.

En forma simb´olica, el razonamiento puede representarse en la


forma: [(p −→ q) ∧ ¬p] =⇒
¬q
Veamos si es una tautolog´ıa.

Razonando igual que en el ejercicio anterior, una tabla de verdad abreviada ser´ıa:

p q p −→ q ¬p (p −→ q) ∧ ¬p ¬q [(p −→ q) ∧ ¬p] −→
F V V V V F ¬q
F

Luego no es una tautolog´ıa y, consecuentemente, el argumento no es v


´alido. Veamos ahora si [(p −→ q) ∧ ¬p] =⇒ ¬q.
Si (p −→ q) ∧ ¬p es verdad, entonces p −→ q y ¬p han de ser ambas, verdad, luego p ser´a falsa
y p −→ q ser´a verdad independientemente del valor de verdad de q, por lo tanto no puede concluirse
nada sobre la veracidad de ¬q y, consecuentemente, (p −→ q) ∧ ¬p no implica l´ogicamente ¬q de aqu
´ı que el
razonamiento no sea v
´alido.

El argumento ignora la obsesi´on compulsiva del mayordomo por la limpieza, lo cual le lleva siempre
a lavarse las manos inmediatamente despu´es de cometer un crimen.

3.2 Inferencia

Dado que no siempre es factible construir una tabla de verdad para comprobar la validez de un ra-
zonamiento (cuando el nu´mero de proposiciones es elevado, la tabla puede ser excesivamente
larga), utilizaremos u´nicamente el procedimiento de probar que se da la implicaci´on l´ogica.

3.2.1 Regla de Inferencia

Diremos
cuando que las
todas la proposici´on
Pi , i = 1, 2, .Q. . se
, n infiere
lo sean,deeslas proposiciones
decir, cuando P1 P∧1 P
, P∧2 , ·. ·. ·. ∧
, PPn si Q es verdad
2 n =⇒ Q.

Obs´ervese que esto es lo mismo que decir que el razonamiento P1 ∧ P2 ∧ · · · ∧ Pn −→ Q sea v´alido.
La escribiremos en la forma siguiente:
P1
P2
.
Pn
∴ Q
El s´ımbolo ∴ se lee “por lo tanto”. Cada regla de inferencia tendr´a su origen en una implicaci´on l
´ogica.
3.2.2 Reglas de Inferencia m´as Usuales

Presentamos a continuaci´on, una tabla con las reglas de inferencia m´as usuales y las tautolog´ıas
con las que est´an relacionadas en el lenguaje de las proposiciones.

Regla Forma Tautol´ogica Nombre


P
P =⇒ (P ∨ Q) Adici´on
∴ P∨Q

P ∧Q (P ∧ Q) =⇒ P Simplif icaci´on
∴ P

P
P −→ Q [P ∧ (P −→ Q)] =⇒ Q Modus Ponens
∴ Q

P −→ Q
¬Q [(P −→ Q) ∧ ¬Q] =⇒ ¬P Modus Tollens
∴ ¬P

P −→ Q Silogismo
Q −→ R [(P −→ Q) ∧ (Q −→ R)] =⇒ (P −→
Hipot´etico
∴ P −→ R R)
P∨Q
¬P Silogismo
∴ ¬P [(P ∨ Q) ∧ ¬P ] =⇒ Disyuntivo
Q

P
Q Conjunci´on
∴ P∧Q

P −→ Q
R −→ S
P∨R [(P −→ Q) ∧ (R −→ S) ∧ (P ∨ R)] =⇒ (Q ∨ S) Dilema
∴ Q∨S Constructivo

P −→ Q
R −→ S
¬Q ∨ ¬S
∴ ¬ P ∨ ¬R [(P −→ Q) ∧ (R −→ S) ∧ (¬Q ∨ ¬S)] =⇒ (¬P ∨ ¬R) Dilema
Destructivo

¬P −→
C (¬P −→ C ) =⇒ P Contradicci´on
∴ P

P∧Q
[(P ∧ Q) ∧ (P −→ (Q −→ R))] =⇒ Demostraci´on
P −→ (Q −→
R Condicional
R)
∴ R

P −→ R Demostraci
Q −→ R [(P −→ R) ∧ (Q −→ R)] =⇒ [(P ∨ Q) −→ ´on por
∴ (P ∨ Q) −→ R R] Casos
Ejemplo 3.4 Para cada una de los siguientes conjuntos de premisas, decir cu´ales son las
conclusiones
relevantes y las reglas de inferencia utilizadas en cada caso.

(a) Estoy gordo o delgado. Ciertamente no estoy


delgado. (b) Si corro, me quedar´e sin aliento. No estoy
sin aliento.
(c) Si el mayordomo lo hizo, entonces tiene las manos sucias. Las manos del mayordomo no est
´an sucias.
(d) El cielo azul me pone contento y el cielo gris me pone triste. El cielo est´a azul o gris.
(e) Todas las funciones trigonom´etricas son peri´odicas y todas las funciones peri´odicas son
continuas.

Soluci´on

(a) Estoy gordo o delgado. Ciertamente no estoy delgado.


Sean
p : Estoy gordo.
q : Estoy delgado.
Entonces,
p ∨ q : Estoy gordo o delgado.
¬q : No estoy delgado.

El argumento ser´ıa,
(p ∨ q) ∧ ¬q.

Por el silogismo disyuntivo, (p ∨ q) ∧ ¬q =⇒


p
y la regla de inferencia es

p∨q
¬q
∴ p

es decir,

Estoy gordo o delgado.


No estoy delgado.
∴ Estoy gordo

La conclusi´on es, por tanto,

“Estoy gordo”.

(b) Si corro, me quedar´e sin aliento. No estoy sin aliento.


Sean
y por modus tollens,
p : Corro.
q : Estoy sin aliento
siendo la regla de inferencia,
Entonces, el argumento ser
´ıa:
L´ogica Matem Francisco Jos´e Gonz´alez Guti
´atica ´errez

(
p


q
)

¬
q

(
p


q
)

¬
q

=

¬
p
p −→ q
¬q
∴ ¬p

es decir,

Si corro, me quedar´e sin


aliento. No estoy sin aliento.
∴ No he corrido.

La conclusi´on es, por tanto,

“No he corrido”.

(c) Si el mayordomo lo hizo, entonces tiene las manos sucias. Las manos del mayordomo no est
´an sucias.
Sean

p : El mayordomo lo hizo.
q : El mayordomo tiene las manos sucias.
El argumento propuesto ser´ıa:
(p −→ q) ∧ q
y la regla de inferencia

p −→ q
q
∴ Las u´nicas conclusiones son las hip´otesis

(d) El cielo azul me pone contento y el cielo gris me pone triste. El cielo est´a azul o gris.
Sean

p : El cielo est´a
azul. q : El cielo est
´a gris. r : Estoy
contento.
s : Estoy triste.
El argumento ser´ıa: [(p −→ r) ∧ (q −→ s)] ∧ (p ∨
q)
Por el dilema constructivo,
[(p −→ r) ∧ (q −→ s)] ∧ (p ∨ q) =⇒ (r ∨
s)
siendo la regla de inferencia,

p −→
r q −→
sp∨q
∴ r ∨s

es decir,

El cielo azul me pone contento.


El cielo gris me pone triste.
El cielo est´a azul o
gris.
∴ Estoy contento o triste.
La conclusi´on es, por tanto,
“Estoy contento o triste”.

(e) Todas las funciones trigonom´etricas son peri´odicas y todas las funciones peri´odicas son
continuas.
Sean

p : Funci´on trigonom´etrica.
q : Funci´on peri´odica.
r : Funci´on continua.

El argumento propuesto es:


(p −→ q) ∧ (q −→
r).
Por el silogismo hip´otetico,
(p −→ q) ∧ (q −→ r) =⇒ (p −→
siendo la regla de inferencia, r)

p −→
q q −→
r
∴ p −→ r

es decir,

Todas las funciones trigonom´etricas son peri


´odicas. Todas las funciones peri´odicas son
continuas.
∴ Todas las funciones trigonom´etricas son continuas.

La conclusi´on es, por tanto,

“Todas las funciones trigonom´etricas son continuas”.

3.3 Demostraciones

Veamos algunas def iniciones interesantes.

3.3.1 Teorema

Consiste en una proposici´on P , llamada hip´otesis y otra proposici´on Q que ser´a la conclusi´on.

3.3.2 Corolario

Es un teorema que se deduce inmediatamente de otro teorema.

3.3.3 Lema
Es un teorema que no tiene especial inter´es en s´ı mismo pero que es u´til para probar algu
´n otro teorema.
3.3.4 Demostracio´n

Es un razonamiento que establece la veracidad de un teorema.

Nota 3.2 Obs´ervese que, de acuerdo con estas def iniciones, un teorema es verdadero si, y s´olo si
la proposici´on condicional
P −→ Q
es una tautolog´ıa o tambi´en
P =⇒ Q
si o tambi´en si

P
∴ Q

Dicho de otra forma un teorema es verdadero si, y s´olo si el razonamiento


P −→ Q

es v
´alido.

Ejemplo 3.5 Determinar cu´ales de los razonamientos siguientes son v´alidos. Construir
demostraciones para los razonamientos que lo sean y para los que no lo sean, explicar por qu´e la
conclusi´on no se sigue de la hip´otesis.

p∧q p∨q p −→ q
p −→
(a) p −→ (b) p −→ (c) r
r r ∴ r −→ q
∴ r ∧q ∴ r ∨q

Soluci´on

(a) En efecto,

(p ∧ q) ∧ (p −→ r) ⇐⇒ (q ∧ p) ∧ (p −→ r) {Conmutatividad de ∧}
⇐⇒ q ∧ [p ∧ (p −→ r)] {Asociatividad de ∧}
=⇒ q∧r {Modus ponens}
=⇒ r ∧q {Conmutatividad de ∧}

El razonamiento es v´alido.
(b) En efecto,

(p ∨ q) ∧ (p −→ r) =⇒ (¬q −→ p) ∧ (p −→ r) {Implicaci´on}
=⇒ ¬q −→ r {Silogismo hipot´etico}
=⇒ ¬¬q ∨ r {Implicaci´on}
⇐⇒ q∨r {Doble negaci´on}
⇐⇒ r ∨q {Conmutatividad de ∨}

El razonamiento, por tanto, es v´alido.


(c) Veamos si el razonamiento es v´alido, es decir, si [(p −→ q) ∧ (p −→ r)] =⇒ (r −→ q).
Si (p −→ q)∧(p −→ r) es verdad, entonces p −→ q y p −→ r, ambas, han de ser verdad.
Analizamos
las distintas opciones segu´n los valores de verdad de p.
− Si p es verdad, entonces q y r han de ser verdad, luego r −→ q es verdad.
− Si p es falsa, entonces q y r pueden ser las dos verdad, las dos falsas o una falsa y la otra
verdad. En uno de los casos (r verdadera y q falsa) la conclusi´on, r −→ q es falsa.

Por lo tanto de la veracidad de la hip´otesis no se sigue la veracidad de la conclusi´on y,


consecuente- mente, el razonamiento no es v´alido. •

Ejemplo 3.6 Formular simb´olicamente los siguientes razonamientos y determinar cu´ales son v
´alidos. Tomar:

p : Estudio mucho.
q : Obtengo C como calif icaci´on.
r : Me hago rico.

Si estudio mucho, entonces obtengo C como calif icaci


(a) ´on. Estudio mucho.
∴ Obtengo C como calif icaci´on.

Si estudio mucho, entonces obtengo C como calif icaci´on.


(b) Si no me hago rico, entonces no obtengo C como calif icaci´on.
∴ Me hago rico.

Estudio mucho si y s´olo si me hago


(c) rico. Me hago rico.
∴ Estudio mucho.

Si estudio mucho o me hago rico, entonces obtengo C como calif icaci


(d) ´on. Obtengo C como calif icaci´on.
∴ Si no estudio mucho, entonces me hago rico.

Si estudio mucho, entonces obtengo C como calif icaci´on o me hago


(e) rico. No obtengo C como calif icaci´on y no me hago rico.
∴ No estudio mucho.

Soluci´on

(a) La regla de inferencia en notaci´on simb´olica es

p −→
qp
∴ q

conocida con el nombre de Modus ponens, luego el razonamiento es v


´alido. (b) La regla de inferencia en notaci´on simb´olica es

p −→ q
¬r −→ ¬q
∴ r

Observemos lo siguiente:
(p −→ q) ∧ (¬r −→ ¬q) ⇐⇒ (p −→ q) ∧ (q −→ r) {Contrarrec´ıproca}
=⇒ p −→ r {Silogismo Hipot´etico}

Por tanto, la conclusi´on es


Estudio mucho o me hago rico

es decir, el razonamiento no es v´alido.


(c) La regla de inferencia en notaci´on simb´olica
es
p ←→
rr
∴ p
Veamos si [(p ←→ r) ∧ r] =⇒ p. En efecto, si (p ←→ r) ∧ r es verdad, entonces p ←→ r y r
han de ser, ambas, verdad, luego p tambi´en ser´a verdad y, consecuentemente, el razonamiento
es v´alido.
(d) La regla de inferencia en notaci´on simb´olica es:
(p ∨ r) −→
qq
∴ ¬p −→ r

Si ¬p −→ r es falsa, entonces ¬p es verdad y r falsa, es decir p y r son, las dos, falsas,


luego (p ∨ r) −→ q es verdad independientemente del valor de verdad que tenga q, de aqu´ı
que el valor de verdad de [(p ∨ r) −→ q] ∧ q dependa del de q, es decir, podr´a ser verdadera
o falsa y,
consecuentemente, el razonamiento no sea v
´alido.
(e) La regla de inferencia en notaci´on simb´olica es:
p −→ (q ∨ r)
¬q ∧ ¬r
∴ ¬p

Observemos lo siguiente:
[p −→ (q ∨ r)] ∧ (¬q ∧ ¬r) ⇐⇒ [p −→ (q ∨ r)] ∧ [¬ (q ∨ r)] {De Morgan}
=⇒ ¬p {Modus Tollens}

Por tanto, el razonamiento es v´alido. •

Ejemplo 3.7 Expresar verbalmente los razonamientos dados y establecer la validez de los
mismos. Tomar:

p : 1Gb es mejor que nada.


q : Compraremos mayor capacidad de memoria.
r : Compraremos un ordenador nuevo.

p −→
rp
(a) −→ q
∴ p −→ (r ∧ q)
p −→ (r ∨ q)
(b) r −→ ¬q
∴ p −→ r
p −→
rr
(c) −→ q
∴ q
¬r −→
¬p r
(d)
∴ p
p −→
rr
−→ q
(e)
p
∴ q

Soluci´on

(a) La forma verbal del razonamiento ser´ıa:


Si 1Gb es mejor que nada, entonces compraremos un ordenador nuevo.
Si 1Gb es mejor que nada, entonces compraremos mayor capacidad de memoria.
∴ Si 1GB es mejor que nada, entonces compraremos un ordenador nuevo y mayor
capacidad de memoria.
Entonces,
(p −→ r) ∧ (p −→ q) ⇐⇒ (¬p ∨ r) ∧ (¬p ∨ q) {Implicaci´on}
⇐⇒ ¬p ∨ (r ∧ q) {Distributividad de ∨ respecto de ∧}
⇐⇒ p −→ (r ∧ q) {Implicaci´on}

Por lo tanto, el razonamiento es v

´alido. (b) En forma verbal, el

razonamiento es
Si 1Gb es mejor que nada, entonces compraremos un ordenador nuevo o
mayor capacidad de memoria.
Si compramos un ordenador nuevo, entonces no compraremos mayor capacidad
de memoria.
∴ Si 1Gb es mejor que nada, entonces compraremos un ordenador nuevo.
Pues bien, si p −→ r es falso, entonces p es verdad y r es falso, luego r −→ ¬q es verdad
indepen- dientemente del valor de verdad de q y el valor de verdad de [p −→ (r ∨ q)] ∧ (r −→
¬q) depender´a del de p −→ (r ∨ q) que, a su vez, depende del que tenga q.

− Si q es verdad, entonces p −→ (r ∨ q) es verdad y, por lo tanto, [p −→ (r ∨ q)] ∧ (r −→


¬q) es verdad.
− Si q es falso, entonces p −→ (r ∨ q) es verdad y, por lo tanto, [p −→ (r ∨ q)] ∧ (r −→ ¬q)
es falso.

Consecuentemente, el razonamiento no es v

´alido. (c) El razonamiento ser´ıa,


Si 1Gb es mejor que nada, entonces compraremos un ordenador nuevo.
Si compramos un ordenador nuevo, entonces compraremos mayor capacidad de memoria.
∴ Compraremos mayor capacidad de memoria.
Estudiemos la validez del razonamiento. Por el silogismo hip

´otetico, [(p −→ r) ∧ (r −→ q)] =⇒

(p −→ q)

pero p −→ q no implica l´ogicamente q. En efecto, si p −→ q es verdad, entonces pueden


ocurrir
dos cosas:

si p es verdad, q ha de ser tambi´en

68
verdad. si p es falso, q puede ser verdad o
falso.

Consecuentemente, el razonamiento no es v
´alido.
(d) La forma verbal del razonamiento ser´ıa:
Si no compramos un ordenador nuevo, entonces 1GB no es mejor que nada.
Compraremos un ordenador nuevo.
∴ 1Gb es mejor que nada.
Estudiemos su validez.
Si [(¬r −→ ¬p) ∧ r] es verdad, entonces ¬r −→ ¬p y r han de ser, ambas, verdad, de aqu´ı que
¬r
sea falsa y ¬p y, por lo tanto, p pueda ser verdad o falsa.
As´ı pues, de la veracidad de [(¬r −→ ¬p) ∧ r] no se sigue la veracidad de p, luego la
primera
proposici´on no implica l´ogicamente la segunda y, consecuentemente, el razonamiento no es v
´alido.

(e) El razonamiento en forma verbal es,


Si 1Gb es mejor que nada, entonces compraremos un ordenador nuevo.
Si compramos un ordenador nuevo, entonces compraremos mayor capacidad de memoria.
1Gb es mejor que nada.
∴ Compraremos mayor capacidad de memoria.
Veamos el razonamiento:

(p −→ r) ∧ (r −→ q) ∧ q =⇒ (p −→ q) ∧ p {Silogismo Hipot´etico}
=⇒ q {Modus Ponens}

por lo tanto es v´alido. •

3.4 Razonamientos y Cuantificadores

La mayor´ıa de los razonamientos que hemos visto hasta ahora trataban con proposiciones y no
con predicados adem´as poco, o nada, ten´ıan ver con cuestiones de tipo matem´atico.

En casi todos los teoremas matem´aticos aparecen de forma natural los predicados y los cuantif
icadores, as´ı pues si queremos utilizar el procedimiento l´ogico aprendido en los razonamientos
para demostrar este tipo de teoremas, habr´a que utilizar proposiciones cuantif icadas en los
razonamientos. En este apartado introducimos predicados y cuantif icadores en los razonamientos y
vemos como todo lo que hemos aprendido hasta ahora puede utilizarse sin m´as que an˜adir un par
de reglas.

3.4.1 Definiciones Matem


´aticas

En las definiciones, y u´nicamente en las definiciones, un condicional puede leerse e


interpretarse correctamente como un bicondicional.

Cuando se def inen conceptos matem´aticos, normalmente se utiliza el condicional. Consideremos,


por ejemplo, el universo de todos los tri´angulos del plano. En un libro podemos leer la siguiente def
inci´on:

“Si un tri´angulo tiene sus tres lados iguales, entonces es equil´atero”

y en otro texto, leemos


“Si un tri´angulo es equil´atero, entonces tiene sus tres lados iguales”

En ambos casos se est´an utilizando proposiciones cuantif icadas con el cuantif icador universal. En
efecto, sean
p(x) : x tiene tres lados iguales.
q(x) : x es un tri´angulo equil´atero.

Entonces en notaci´on simb´olica el primer libro dice


∀x [p(x) −→ q(x)]

y el segundo
∀x [q(x) −→ p(x)]
Pues bien, observemos que una de ellas es la rec´ıproca de la otra y si tenemos en cuenta que
una proposici´on y su rec´ıproca no son, en general, l´ogicamente equivalentes ¿cu´al de las dos def
iniciones es la correcta?

La respuesta es que ambas lo son, en el sentido de que los dos libros utilizan el condicional como un
bicondicional, o sea,
∀x [p(x) ←→ q(x)]
es decir, los dos est´an diciendo
que

“Un tri´angulo es equil´atero si, y s´olo si tiene sus tres lados


iguales”

Concluyendo: En las definiciones, y u´nicamente en las definiciones, un condicional puede leerse e


inter- pretarse correctamente como un bicondicional.

Ejemplo 3.8 En el universo de los nu´meros enteros, podemos def inir el concepto de divisibilidad
de la forma siguiente:

“Para cada par de enteros x e y, decimos que x es divisible por y si x es mu´ltiplo de


y”

Pues bien, si

p(x, y) : x es mu´ltiplo de
y q(x, y) : x es divisible por
y

entonces la def inici´on anterior en forma simb´olica ser´ıa,


∀x, ∀y [p(x, y) −→ q(x,
y)] Pero la intenci´on es que se interprete la def inici´on dada
como

∀x, ∀y [p(x, y) ←→ q(x,


y)]

es decir,

“Para cada par de enteros x e y, diremos que x es divisible por y si, y s´olo si x es mu´ltiplo de
y”

Pero, ¿qu´e signif ica “ser mu´ltiplo de”? Recordemos que


“x es mu´ltiplo de y, si puede encontrarse otro nu´mero entero k tal que x =
ky”

que, al igual que antes, hay que interpretar como

“x es mu´ltiplo de y si, y s´olo si puede encontrarse otro nu´mero entero k tal que x =
ky”
Si llamamos r(x, y) : x = ky, en notaci´on simb´olica ser´ıa

∀x, ∀y [q(x, y) ←→ ∃k : r(x,


y)]

y relacionando est´a def inici´on con la anterior, tendr´ıamos que

∀x, ∀y [p(x, y) ←→ ∃k : r(x,


y)]

es decir que otra forma de def inir la divisibilidad ser´ıa:

“Para cada par de nu´meros enteros x e y, diremos que x es divisible por y si, y s´olo si
existe un entero k tal que x = ky”

Ejemplo 3.9 Utilizaremos la def inici´on anterior para adaptar la de nu´mero entero par.

Recordemos que un nu´mero entero es par si es divisible por 2. Consideremos, pues, el universo de
los nu´meros enteros y def inamos

“Para cada entero x, x es par si, y s´olo si x es divisible por


2”

Si ahora tenemos en cuenta el signif icado de “divisible por” dado en el ejemplo anterior, tendremos
que

“Para cada entero x, x es par si, y s´olo si puede encontrarse un entero k tal que x =
2k”

Por ejemplo supongamos que el universo del discurso est´a formado por los nu´meros 16, 26 y 36 y que
nos piden probar que todos son pares. Podr´ıamos hacer lo siguiente:

− si x = 16 y 16 = 2k, entonces k = 8 que es entero, luego x = 2 · 8, es decir, x es par.

− si x = 26 y 26 = 2k, entonces k = 13 que es entero, luego x = 2 · 13, es decir, x es par.

− si x = 36 y 36 = 2k, entonces k = 18 que es entero, luego x = 2 · 18, es decir, x es par.

Obs´ervese que hemos demostrado la proposici´on probando el resultado para todos y cada uno de
los elementos del universo del discurso.

Ahora bien, si el universo tuviera, por ejemplo, cincuenta nu´meros, entonces este procedimiento
ser´ıa largo y tedioso y, au´n m´as, si el universo fueran todos los enteros pares, este
procedimiento no ser´ıa
factible. •

Remediaremos esta situaci´on con las dos reglas siguientes.

Nota 3.3 Al igual que def inimos los nu´meros enteros pares, podemos def inir los impares en la
forma siguiente:
“Para cada entero x, x es impar si, y s´olo si puede encontrarse un entero k tal que x = 2k +
1”


3.4.2 Regla de Particularizacio´n

Si un predicado se transforma en una proposici´on verdadera para todos los elementos de un


universo del discurso, entonces es una proposici´on verdadera, en particular, para cada elemento del
universo.
Obs´ervese que lo que decimos es que si ∀x, p(x) es verdad, entonces p(a) es verdad para cada a en
el universo del discurso.

Ejemplo 3.10 Estudiar, en el universo de todos los alumnos de la Universidad de C´adiz, la validez
del siguiente razonamiento.

Todos los alumnos de Inform´atica estudian Matem´atica


Discreta. Florinda es alumna de Inform´atica.
Por lo tanto, Florinda estudia Matem´atica Discreta.

Soluci´on

Sean

p(x) : x es alumno de Inform´atica.


q(x) : x estudia Matem´atica Discreta.

y llamemos f a Florinda.

El razonamiento en forma simb´olica ser´ıa:

∀x [p(x) −→ q(x)]
p(f )
∴ q(f )

Pues bien,
∀x [p(x) −→ q(x)] ∧ p(f ) =⇒ [p(f ) −→ q(f )] ∧ p(f {Regla de Particularizaci´on}
) =⇒ q(f ) {Modus Ponens}

luego, en efecto, el razonamiento es v´alido. •

Ejemplo 3.11 Consideremos el universo de los nu´meros enteros, elijamos un nu´mero a que no
sea mu´ltiplo de 2 y estudiemos la validez del siguiente razonamiento.

El nu´mero a no es mu´ltiplo de 2.
Si un nu´mero es par, entonces es divisible por 2.
Si un nu´mero es divisible por 2, entonces es mu´ltiplo de
2. Por lo tanto, el nu´mero a no es par.

Soluci´on

Sean

p(x) : x es par.
q(x) : x es divisible por 2.
r(x) : x es mu´ltiplo de 2.

El razonamiento escrito en forma simb´olica ser´ıa:


¬r(a)
∀x [p(x) −→ q(x)]
∀x [q(x) −→ r(x)]
∴ ¬p(a)

Pues bien,
(¬r(a)) ∧ [∀x [p(x) −→ q(x)]] ∧ [∀x [q(x) −→ r(x)]] =⇒ (¬r(a)) ∧ [p(a) −→ q(a)] ∧ [q(a) −→
r(a)]
=⇒ (¬r(a)) ∧ [p(a) −→ r(a)]
=⇒ ¬p(a)

es decir, el razonamiento es v
´alido.

Obs´ervese que en la primera implicaci´on hemos utilizado la regla de particularizaci´on, obteniendo


de este modo una proposici´on no cuantif icada a la que luego hemos aplicado de forma sucesiva la
regla del
silogismo hip´otetico y del modus tollens.

Nota 3.4 Como hemos visto en los ejemplos anteriores, la regla de particularizaci´on nos ha
permitido deducir conclusiones particulares partiendo de premisas o hip´otesis generales. Sin embargo,
en la inmensa mayor´ıa de los teoremas matem´aticos hay que llegar a conclusiones generales. Por
ejemplo, tendremos que probar que p(x) es verdad para todos los valores de un cierto universo del
discurso, es decir probar
que ∀x, p(x) es verdad, para lo cual habr´a que establecer la veracidad de la proposici´on p(a) para
cada
elemento a del universo y como ya hemos comentado anteriormente, en la mayor parte de los universos
esto no es factible. Lo que haremos para solventar esta cuesti´on es probar que p(a) es verdad pero
no para el caso en que a sea un elemento particular sino para el caso en que a denote un elemento
arbitrario
o gen´erico del universo.

3.4.3 Regla de Generalizacio


´n

Si un predicado es una proposici´on verdadera para cualquier elemento elegido de forma arbitraria
en nuestro universo del discurso, entonces es verdadera para todos los elementos del universo.

Obs´ervese que aqu´ı decimos que si p(a) es verdadera, siendo a un elemento arbitrario del
universo, entonces ∀x, p(x) es verdad.

Obs´ervese tambi´en que un elemento arbitrario o gen´erico del universo ha de ser uno que tenga todas
las caracter´ısticas comunes de los elementos del universo de esta forma lo que probemos o hagamos
para a ser´a aplicable a todos los elementos.

Ejemplo 3.12 Dados los predicados p(x), q(x) y r(x) donde la variable x pertenece a un
universo cualquiera, estudiar la validez del siguiente razonamiento.

∀x [p(x) −→ q(x)]
∀x [q(x) −→ r(x)]
∴ ∀x [p(x) −→ r(x)]

En efecto,
[∀x [p(x) −→ r(x)]] =⇒ [(p(a) −→ q(a)) ∧ (q(a) −→ r(a))]
−→ q(x)] =⇒ [p(a) −→ r(a)]
∧ ∀x [q(x)
=⇒ ∀x [p(x) −→ q(x)]

En la primera implicaci´on hemos utilizado la regla de particularizaci´on pero para un elemento a gen
´erico es decir elegido arbitrariamente, despu´es hemos aplicado la regla del silogismo hipot´etico para
proposiciones y f inalmente hemos aplicado la regla de generalizaci´on.
En la pr´actica el razonamiento se har´ıa de la forma siguiente:

Si
[∀x (p(x) −→ q(x)) ∧ ∀x [p(x) −→ q(x))]
es verdad, entonces ambas ser´an verdaderas para todos los valores de x en el universo del discurso.

Pues bien, sea a un elemento elegido arbitrariamente en el universo. Segu´n lo que acabamos de

decir,

[p(a) −→ q(a)] y [q(a) −→


r(a)]

ser´an, ambas, verdad. (En realidad hemos aplicado la regla de particularizaci´on para un elemento gen
´erico
a).

Entonces, por la regla del silogismo hipot´etico,


p(a) −→ r(a)

ser´a verdad y como a es un elemento arbitrario del universo, ser´a verdad para todos los elementos
del mismo, es decir,
∀x [p(x) −→ r(x)]
es verdad. (Aqu´ı hemos aplicado la regla de generalizaci´on). •

3.5 M´etodos de Demostracio´n

Estudiamos en esta secci´on, la estructura de las demostraciones as´ı como las estrategias para su
con- strucci´on. Aunque no sea posible considerarlas todas, describiremos algunas de las t´ecnicas de
demostraci´on m´as comunes, daremos ejemplos de su uso y las relacionaremos con las reglas de inferencia
anteriormente descritas.

Hemos visto con anterioridad que una demostraci´on era un razonamiento que establece la veracidad
de un teorema, es decir demostrar un teorema equivale a probar que la proposici´on condicional P −→
Q es una tautolog´ıa o lo que es igual probar que P =⇒ Q.

Veremos algunas de las t´ecnicas utilizadas para probar implicaciones. Debido a que dichas t´ecnicas
son bastante comunes nos referiremos a ellas por sus nombres.

3.5.1 Demostracio´n Vac´ıa

Una demostraci´on de este tipo se construye estableciendo que el valor verdadero de la hip´otesis P
es falso.
En efecto, si podemos establecer la falsedad de P , entonces el condicional P −→ Q siempre es
ver- dad independientemente del valor de verdad de la conclusi´on Q, luego P −→ Q es una
tautolog´ıa y, consecuentemente, P =⇒ Q

Aunque parece que tiene poco valor, este m´etodo de demostraci´on es importante para establecer
limita- ciones o estudiar casos especiales.

3.5.2 Demostracio´n
Trivial
L´ogica Matem Francisco Jos´e Gonz´alez Guti
´atica ´errez
Se construye una demostraci´on de este tipo, probando que el valor verdadero de la conclusi´on
es verdad.
Si es posible establecer la veracidad de la conclusi´on Q, entonces el condicional P −→ Q ser´a
una tautolog´ıa independientemente del valor de verdad que tenga la hip´otesis, luego P =⇒ Q, la
demostraci´on
es correcta y el teorema cierto.

Al igual que la demostraci´on vac´ıa, la demostraci´on trivial tiene una aplicaci´on limitada y au´n
as´ı es bastante importante. Se utiliza frecuentemente para establecer casos especiales de af irmaciones.

3.5.3 Demostracio´n Directa

Una demostraci´on de este tipo muestra que la verdad de la conclusi´on Q, se sigue l


´ogicamente de la verdad de la hip´otesis P . La demostraci´on empieza asumiendo que P es
verdad para despu´es, utilizando cualquier informaci´on disponible, as´ı como teoremas probados
con anterioridad, probar que Q es verdad.

Ejemplo 3.13 Demostrar que el cuadrado de un nu´mero entero par tambi´en es

par. Demostraci´on

El teorema a demostrar escrito en forma de condicional, ser´ıa

“Para cualquier entero n, si n es par, entonces n2 es par”

que se corresponde con el esquema


∀n p(n) −→ p(n2 )

donde

p(n) : n es par.

y el universo del discurso son todos los nu´meros

enteros. Pues bien, sea n un nu´mero entero cualquiera.

Si n es par, entonces por la def inici´on que vimos en el ejemplo 3.3.9, existir´a un nu´mero
entero k
tal que
n = 2k

de aqu´ı que elevando al cuadrado, obtengamos

n2 = 4k 2 = 2(2k 2 )

y como el cuadrado de un nu´mero entero tambi´en es entero, 2k 2 ser´a entero (lo llamaremos
m). As´ı pues, hemos encontrado un entero m tal que

n2 = 2m.

Por lo tanto, y utilizando de nuevo la def inici´on 3.3.9, concluimos que

n2 es par.

Aunque este ejemplo es bastante sencillo, el desarrollo l´ogico de la demostraci´on es id´entico al de


otros teoremas de contenidos m´as complicados. Observemos, una vez m´as, el camino seguido a
trav´es de implicaciones.
Sea n cualquier nu´mero entero. Entonces,
n es par =⇒ ∃k : n = 2k {Ejemplo 3.3.9}
=⇒ n2 = 4k 2 {Elevando al cuadrado}
{ }
=⇒ ∃m : n2 = 2m Tomando m = 2k 2
=⇒ n2 es par {Ejemplo 3.3.9}

3.5.4 Demostracio´n por la Contrarrec´ıproca

La demostraci´on de un teorema se dice que es por la contrarrec´ıproca cuando suponiendo que la


con- clusi´on, Q, es falsa y utilizando la hip´otesis P y otros teoremas y equivalencias l´ogicas
establecidas previamente, se concluye que P es falso.

Est´a basada en la equivalencia l´ogica entre una proposici´on condicional y su contrarrec´ıproca,


P −→ Q ⇐⇒ ¬Q −→
¬P
Por lo tanto, si probamos que ¬Q −→ ¬P es una tautolog´ıa, habremos probado que P −→ Q tambi
´en lo es, luego P =⇒ Q. •

Ejemplo 3.14 Demostrar, para cada entero n, que si 5n + 3 es par, entonces n es impar.

Demostraci´on

Utilizaremos el m´etodo de demostraci´on por la contrarrec

´ıproca. Si

p(n) : n es par
q(n) : n es impar

el esquema del teorema propuesto ser


´a
∀n [p(5n + 3) −→ q(n)]

en el universo de los nu´meros enteros. El esquema de la contrarrec´ıproca ser´ıa


∀n [¬q(n) −→ ¬p(5n + 3)]

es decir,

“Para cada entero n, si n no es impar, entonces 5n + 3 no es par”

Pues bien, sea n cualquier nu´mero entero.

Si n no es impar, entonces por la nota 3.3,


n /= 2k + 1

para cualquier entero k y, por lo tanto,

5n + 3 /= 5(2k + 1) + 3, ∀k ∈
Z
de aqu´ı
que
5n + 3 /= 2(5k + 4), ∀k ∈
L´ogica Matem Francisco Jos´e Gonz´alez Guti
´atica
Z ´errez
y como si k es entero, 5k + 4 tambi´en lo es (lo llamaremos m), tendremos que
5n + 3 /= 2m, ∀m ∈
Z
Consecuentemente, y de acuerdo con la def inici´on dada en el ejemplo 3.3.9, 5n + 3 no es par y
la demostraci´on concluye.

Veamos la demostraci´on a trav´es de implicaciones. Sea n un nu´mero entero cualquiera.


Entonces,
n no es impar =⇒ n /= 2k + 1, ∀k ∈ Z {Nota 3.3}

 5n + 3 /= 5(2k + 1) +
3
=⇒ = 10k + 8 {Haciendo operaciones}

= 2(5k + 4)
=⇒ 5n + 3 /= 2m, ∀m ∈ Z {Tomando m = 5k + 4}
=⇒ 5n + 3 no es par {Ejemplo 3.3.9}

3.5.5 Demostracio´n por Contradiccio´n

La demostraci´on de un teorema diremos que es por contradicci´on cuando suponiendo que la conclusi
´on, Q, es falsa y utilizando la hip´otesis P , y otros teoremas y equivalencias l´ogicas establecidas
previamente, se llega a una contradicci´on.

Est´a basada en la equivalencia l´ogica conocida como reducci´on al absurdo, es por ello que este m
´etodo de demostraci´on es conocido, tambi´en, como demostraci´on por reducci´on al absurdo.
P −→ Q ⇐⇒ (P ∧ ¬Q) −→
C
donde C es una contradicci´on. Por lo tanto, si probamos que (P ∧ ¬Q) −→ C es una tautolog´ıa
tendremos que P −→ Q tambi´en lo es y, consecuentemente, P =⇒ Q. •

Ejemplo 3.15 Demostrar que si el cuadrado de un nu´mero entero es impar, entonces el nu´mero
es impar.

Demostraci´on

El teorema a demostrar es

“Para cada entero n, si n2 es impar, entonces n es impar”

Si

p(n) : n es impar

entonces el esquema del teorema en notaci´on simb´olica ser´a


∀n p(n2 ) −→ p(n)
en el universo de los nu´meros enteros.

Lo demostraremos por contradicci´on o reducci´on al absurdo. El esquema ser´ıa

∀n p(n2 ) ∧ ¬p(n) −→
C
donde C es una contradicci´on.

Pues bien, sea n cualquier nu´mero entero.


Supongamos que n2 es impar y que, sin embargo, n no es impar. Entonces, tendremos que

n2 es impar y n es par

de aqu´ı que por la def inici´on de nu´mero impar (Nota 3.3) y la de par dada en el ejemplo
3.3.9, tengamos que existan dos nu´meros enteros k y l tales que

n2 = 2k + 1 y n = 2l

luego,
n2 = 2k + 1 y n2 = 4l2

por lo tanto,
2k + 1 = 4l2

de donde se sigue que


1 = 4l2 − 2k = 2(2l2 − k)
y como si l y k son enteros, 2l2 − k tambi´en lo es (lo llamaremos m), tendremos que
hemos encontrado un nu´mero entero m tal que
1 = 2m

es decir, el 1 es par, lo cual, obviamente, es una contradicci´on.

Lo que nos ha llevado a la contradicci´on es la suposici´on de que n no era impar, por lo tanto ´esta es
falsa siendo cierta la contraria, es decir, n es impar.

Veamos la demostraci´on a trav´es de implicaciones.


n2 impar y n no es impar =⇒ n2 impar y n es par
=⇒ ∃k : n2 = 2k + 1 y ∃l : n = 2l {Def inici´on de impar y par}
=⇒ ∃k : n2 = 2k + 1 y ∃l : n2 = 4l2 {Elevando l al cuadrado}
=⇒ ∃k y ∃l : 2k + 1 = 4l2 {Igualando}
=⇒ ∃k y ∃l : 1 = 2(2l2 − k) {Haciendo operaciones}
{ }
=⇒ ∃m : 1 = 2m Tomando m = 2l2 − k
=⇒ 1 es par {Def inici´on de nu´mero par}
=⇒ Contradicci´on

3.5.6 Bu´squeda de Contraejemplos

Este tipo de demostraci´on, ´ıntimamente relacionada con el cuantif icador universal, aparece
cuando se quiere probar que una proposici´on del tipo ∀x, p(x) es falsa. Normalmente diremos que
se refuta la proposici´on ∀x, p(x).

En efecto, ∀x, p(x) ser´a falsa cuando exista, al menos, un elemento a en el universo del discurso para
el cual p(a) sea una proposici´on falsa. Hemos encontrado, pues, un ejemplo que contradice el que ∀x,
p(x)
sea verdad por lo cual le llamaremos contraejemplo.

En el caso de un teorema el planteamiento ser´ıa como sigue: ∀x [p(x) −→ q(x)] es falso si existe
un elemento a en el universo para el cual la proposici´on condicional p(a) −→ q(a) sea falsa, es decir
tal que
p(a) sea verdad y, sin embargo, q(a) sea falsa.
Ejemplo 3.16 En el universo de los nu´meros enteros positivos, demostrar o refutar la
siguiente proposici´on: “la suma de dos cuadrados perfectos es tambi´en un cuadrado perfecto.”

Soluci´on

Recordemos que un entero positivo x es un cuadrado perfecto si puede encontrarse otro entero positivo
y tal que x = y 2 .

La proposici´on a demostrar escrita en forma de condicional ser´ıa:

“Si m y n son enteros positivos y cuadrados perfectos, entonces m + n es un cuadrado


perfecto.”

Pues bien, si

p(m, n) : m + n es un cuadrado perfecto,

entonces la proposici´on escrita en forma simb´olica

es
∀m, ∀n [(p(m, 0) ∧ p(n, 0)) −→ p(m,
n)]
y un contraejemplo,
∃a, ∃b : [p(a, 0) ∧ p(b, 0) ∧ ¬p(a, b)]

es decir,

“pueden encontrarse dos enteros positivos a y b tales que sean cuadrados perfectos y que,
sin embargo, su suma no lo sea.”

Pues bien, elijamos dos cuadrados perfectos arbitrariamente, por ejemplo el 25 y el 36 . Entonces,
25 + 36 = 61 /= y 2 ,
∀y

por lo tanto, y de acuerdo con la def inici´on de cuadrado perfecto dada, 61 no es un cuadrado
perfecto. As´ı pues, ya tenemos el contraejemplo

“25 y 36 son, ambos, cuadrados perfectos y, sin embargo, su suma, 25 + 36, no lo


es.”

Consecuentemente, la proposici´on propuesta es falsa.


Nota 3.5 Segu´n hemos visto podemos demostrar un teorema de forma directa o indirecta
(contrar- rec´ıproca y contradicci´on). Si podemos demostrarlo de forma directa, resultar´a, en
general, menos engorroso que utilizar m´etodos indirectos. Podemos empezar intentando un m´etodo
directo y si no re- sulta, buscar un contraejemplo que refute el teorema. Si la bu´squeda del
contraejemplo tambi´en falla,
entonces intentar´ıamos la demostraci´on a trav´es de m´etodos indirectos.

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