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s el célebre 

April Fool) el anuncio del lanzamiento de


Gmail, un servicio de correo web de Google que parecía
demasiado bueno para ser verdad.
Lo era por su interfaz limpia y clara, su motor de búsqueda,
su singular organización de mensajes en conversaciones y
por ese buzón de 1 GB que aplastaba a todos sus
competidores en capacidad. No solo eso: el buzón crecía
de tamaño cada día que pasaba, y Google triunfó con
una idea genial que nos creó una curiosa necesidad: la de
tener más y más espacio en ese buzón.
UN VISTAZO A…
10 APLICACIONES de GOOGLE que PODRÍAN HABER TRIUNFADO

Cuando Google molaba


Eran otros tiempos, claro. Unos en los que todo parecía de
color de rosa en Google, que no podía hacer nada mal.
Por entonces nadie discutía que la empresa seguía a
rajatabla su 'Don't be evil', pero es que además no paraban
de lanzar servicios con la etiqueta "Beta" que funcionaban
mejor que competidores que presumían de versiones
maduras. Gmail por ejemplo mantuvo aquella etiqueta
cinco años.
Aquel servicio sorprendió a propios y extraños por muchas
cosas, pero sobre todo por su capacidad de
almacenamiento. Hoy en día 1 GB no parece mucho, pero en
aquella época esa capacidad era 500 veces la que ofrecía
Microsoft con su Hotmail.
Nadie pudo competir con aquella propuesta mágica de
Google, y sus competidores tardaron tiempo en poder
ofrecer prestaciones similares a las que acabó ofreciendo
este desarrollo que 13 años después de su
lanzamiento mantiene la esencia de su primera iteración.

El origen de Gmail
Aquella empresa que rompía moldes lo hacía también
con su famoso modelo del 20%. Los empleados podían
dedicar una quinta parte de su tiempo a proyectos
personales que les inquietasen y que tuvieran conexión con
el mundo de la tecnología.

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