UNIDAD 5

GUÍA 8:
DEFINIENDO EL REINO
1.1 ¿Qué entendemos por Reino de Dios?
El mensaje de Jesús, según los Evangelios, gira alrededor de dos ideas fundamentales, ideas que expresa
conjuntamente cuando habla del Reino o Reinado de Dios. Se habla allí de Reino y de Dios. El Reino remite
al ser de Dios, y Dios es el fundamento y razón de ser del Reino. También nos va a ser importante constatar
que estas dos expresiones, unidas inseparablemente en la predicación de Jesús, están a su vez unidas con su
misma persona. La idea del Reino de Dios determina, a su vez, la idea de hombre, de sociedad, de iglesia que
Jesús funda, etc.

OM
Para sus oyentes significaba muy otra cosa que para los oídos de cristianos de nuestra época. Para los
cristianos de nuestra época el Reino de Dios es la otra vida, el cielo, la vida eterna, el paraíso, el después de
la muerte. Para los oyentes de Jesús Reino de Dios significaba la realización de una esperanza que se
realizaría en el fin del mundo: la superación de todas las alienaciones humanas, la destrucción de todo el
mal, ya sea físico o moral, del pecado, del odio, de la desunión, del dolor y de la muerte. Reino de Dios era,
entonces, la manifestación de la soberanía y del señorío de Dios sobre este mundo siniestro, dominado por
las fuerzas del mal en lucha contra las fuerzas del bien, y la expresión para decir “Dios es el sentido último

.C
de este mundo; él intervendrá en breve y sanará en sus fundamentos toda la creación, instaurando el
nuevo cielo y la nueva tierra”. Esa utopía, ansiada por todos los pueblos, es el objeto de la predicación de
Jesús. Él promete que no será más una utopía; al ser introducida por Dios, será una realidad. Reino de Dios
DD
es la revolución y la transfiguración total, global y estructural de esta realidad, del hombre y del cosmos,
purificados todos los males y llenos de la realidad de Dios.

1.2 Qué significa que esta expresión es «ipsissima verba Jesu»?

El mensaje de Jesús está determinado por su predicación sobre el Reino de Dios. Casi no se puede dudar de
LA

que esta expresión hace parte de las «ipsissima verba Jesu», es decir, que sea una expresión propia de Jesús.
Esta expresión aparece 139 veces y de estas 104 en los evangelios y más de 60 en textos independientes.
En el evangelio de Mateo, esta expresión aparece como “Reino de los Cielos”, ya que en evangelista sustituye
respetuosamente el nombre de Dios por “Cielos” (porque los destinatarios de Mateo son los judíos y ellos no
podían nombrar a Dios).
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1.3 ¿Qué otra expresión es equivalente y en qué ámbitos se usa cada una?
Mateo: dice Reino de los Cielos porque los judíos hablan de Dios sin nombrarlo para no faltarle el respeto.
Lucas y Marcos: hablan de Reino de Dios porque los paganos podían nombrarlo.
Hoy esas dos denominaciones para nosotros es el después de la muerte, el cielo, el paraíso. Y en la época de


Jesús en el antiguo testamento hablaban de alguien que dios iba mandar para salvarnos y rescatarnos, que
sería el Mesías o Yahvé, rey poderoso que va a superar el hambre, dolor, guerra, violencia. La presencia de
dios fuerte superando aquello que le hace mal. En el nuevo testamento, eso que estaba prometido se está
cumpliendo, ambas se complementan lo de antes y el hoy.
1. Expresiones que indican que el Reino de Dios se acerca o está entre los hombres: se acerca, viene,
se hereda, está preparado, se recibe, se espera, es dado, ha llegado, está entre vosotros. Son
expresiones que parecen indicar una gran independencia del Reino frente a los hombres. Se trata de
una realidad enviada a los hombres, pero sin que ellos hayan tenido en el envío parte activa.
2. Expresiones que indican que, ante este ofrecimiento, el hombre no debe quedar pasivo; debe realizar
esfuerzos para apropiarselo: se alcanza, se arrebata, se entra, se busca, se está o no cerca, unos van
antes que otros, se cierra la entrada a él.
3. El Reino de Dios se promete a todos, pero se ofrece especialmente a los discípulos, a los niños, a los
pobres, a los perseguidos. En él se constituyen los hombres hijos, en él comen y beben. En el Reino
se es grande o pequeño.
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 4. El Reino tiene muchas semejanzas con otras realidades. A través de estas semejanzas se hace algo
visible su misterio.
5. Del Reino de Dios también se puede excluir a alguien: expulsar, echar, apartar. Alguien tiene las llaves
del Reino.
6. El Reino de Dios además se predica, se anuncia, se evangeliza, se oyen las palabras del Reino, se
persuade acer-ca del Reino, se da testimonio de él.

1.4 ¿Cuáles son las interpretaciones más comunes sobre el contenido de la salvación que trae el
Reino?
La primera interpretación:
Unos la pensaron como una salvación puramente espiritual y para el otro mundo. El Reino de Dios o de los
Cielos estaba más allá de esta vida y se jugaba en el interior de las conciencias. A esta le falta audacia para

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pensar con radicalidad la presencia de dios entre los hombres, sin límites de ninguna clase.
La segunda interpretación:
Para otros el Reino de Dios coincidirá con la situación de paz, de justicia y de fraternidad que puede darse en
este mundo mediante el esfuerzo hecho por los hombres. Reino de dios es la situación perfecta de una
humanidad sin conflictos. A esta le falta realismo.
La tercera interpretación:
El Reino de Dios sería un ideal irrealizable, una utopía, que como idea es capaz de poner en movimiento las

.C
esperanzas y energías de los hombres, para que se acerquen cada vez, mas y mas al ideal propuesto y que
nunca llegaran a realizar plenamente. En esta el anuncio del reino no puede catalogarse como utopía ya que
es un ideal irrealizable pero que confiere fuerzas para soportar el presente y avanzar hacia un estado más
perfecto.
DD
En el nuevo testamento la realidad que nos presenta como Reino de Dios es más amplia para explicarla
usamos un nuevo término: escatología.
Este término habla de la presencia del Reino de Dios en la historia. Presencia actual y no meramente futura.
La historia en su realidad más íntima está limitando constantemente con la fuerza y el poder de Dios. Esta
presencia es la propia de Dios en su pueblo: presencia personal que Israel ha experimentado en la propia
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historia.
La presencia de Dios se halla, de hecho, en contradicción, en contraste y en lucha con la situación real. Los
ojos creyentes «ven» esta presencia que no adivinan los demás. La presencia del mal junto al bien no quedará
superada por la misma historia y por sus fuerzas, sino en el límite de ella.
Es una presencia pequeña, pero creciente y de gran fuerza. Actúa en lo oculto; no en lo oculto del cielo o de
otra tierra, sino aquí y ahora en una actualidad sumamente diaria (Me 4,26-29; Mt 13,31-33 ).
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CARACTERÍSTICAS DEL REINO

2.1 ¿En qué sentido hablamos de “gratuidad” del Reino?
Es una presencia siempre sorprendente e inesperada, siempre imprevista. Se presenta como un regalo, un


ofrecimiento siempre nuevo. El hombre no ha hecho nada para merecerlo pero con la reforma protestante
(criticaba la compra de indulgencias) la iglesia insiste en que hay reciprocidad (un mérito, un esfuerzo del
hombre en las prácticas ).
El Reino de Dios se acerca, que viene, que se recibe, que ha llegado, que está entre los hombres. Reino es
una realidad divina. La iniciativa es de Dios. Dios mismo es el que se acerca a los hombres. Jesús piensa en
la presencia de Dios entre los hombres cuando habla del reino de Dios. Pero no se trata de la presencia de
Dios como creador o soberano del mundo. Él sabe que Dios es el creador y el Señor del cielo y de la tierra.
Pero aquí se anuncia otra forma de ser Señor y Rey: de una manera más plena, más personal, más actual,
más cercana. Con la venida de Dios como rey se quiere indicar esa presencia de Dios como Dios, a favor de
su pueblo. Jesús anuncia que esa profecía se ha cumple ya en él por las acciones que realiza a favor de
quienes lo necesitan (Lc. 4,16-21; 7,18-23), y los apóstoles y discípulos/as lo testimoniaron (Hech. 10,37-
39).

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No es el hombre el que hace que Dios venga o que el Reino venga. El Reino se pide como un don (Mt. 6,10;
Lc. 11,2), se desea, no se crea, ni se adelanta su venida con esfuerzos (Mc. 4,26-29). Se destaca así la
gratuidad del Reino: el hombre no es ni ha hecho nada para merecer este don de Dios. Esta presencia de
Dios con su reinado es inminente, está acercándose, está ya entre los hombres, ha llegado ya. Ésta es otra
característica importante de la predicación de Jesús: la inminente llegada, la presencia escondida del Reino
(Lc. 17,21; 11,20).

2.2 ¿Cómo debe ser la respuesta del hombre (varón y mujer) ante el ofrecimiento del Reino? ¿En
qué sentido hablamos de una “nueva moral” y cómo podemos caracterizarla?
Ante este ofrecimiento el hombre no debe quedar pasivo, debe realizar el esfuerzo por aceptarlo. Nadie
puede imponer a dios su venida, no puede exigir, pero cuando viene ha de ser recibido como el mayor don.
A lo largo de todo el evangelio hay una enorme insistencia: el hombre debe estar dispuesto, preparado,

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vigilante. Arque puede perder la oportunidad de su vida, dejar pasar la ocasión. El reino de los cielos es don
y tarea. Implica una nueva moral y un cambio en toda la persona del hombre.
Afirmamos recién la gratuidad del Reino. Pero no se debe entender dicha gratuidad como si nos
pudiéramos quedar cruzados de brazos, sin hacer nada. Muy por el contrario, el Reino que Jesús nos
propone es exigente. Por eso, ante esta venida, ante este ofrecimiento, el hombre no puede quedar pasivo.
Debe realizar el esfuerzo por aceptarlo y que se haga realidad en su vida. Nadie puede imponer a Dios su

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venida, nadie puede exigir la presencia del Reino; pero cuando viene ha de ser recibido como el mayor don.
Hay que “entrar” en él (Lc. 18,17), “buscarlo” (Mt. 6,33), “alcanzarlo”, hacerse[1] violencia para arrebatarlo
(11,12)… Por eso mismo unos están más cerca que otros del Reino (21,31). A lo largo de los evangelios hay
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una insistencia enorme en este aspecto: el hombre debe estar dispuesto, preparado, vigilante, porque
puede perder la oportunidad de su vida, dejar pasar la ocasión (Mt. 25,1-13; Lc. 12,35-40).

2.3 ¿Qué significa que el Reino tiene “carácter salvífico”?

Que hace a los hombres hijos. Su venida, su ofrecimiento, tiene carácter de buena nueva, alegría. El reino es
ofrecido a todos los hombres, pero especialmente es una buena noticia para los más desposeídos,
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desgraciados: los pobres, los perseguidos, enfermos, pecadores, niños. Es para restaurar, condonar, sanar,
hacer justicia, integrar, todos sus derechos y deberes a aquellas personas que habían sido contadas como
pérdidas.
El Reino de Dios tiene un carácter salvífico. Quiere hacer a los hombres hijos, y, por reconocerse hijos del
mismo Padre, también hermanos. Ser hijo es la idea más plena, más bella, más revolucionaria del NT (cf. I Jn.
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3,1; Rom. 8,14-17; Gal. 4,4-7). Por lo mismo, la venida del Reino, su ofrecimiento, tiene carácter de Buena
Noticia, de alegría (Mc. 1,14-15; Lc. 1,14-41; 2,10-11; Flp. 4,4). Es una fiesta, comida y bebida abundante (Jn.
2,1-11), banquete fraterno (Lc. 14,15ss).
2.4 ¿Quiénes son los destinatarios del Reino?


El reino de dios se promete a todos, pero se ofrece especialmente a los discípulos, a los niños, a los pobres,
a los perseguidos.
El Reino de Dios tiene carácter universal,es ofrecido a todos los hombres de todos los pueblos o naciones
(Mt. 28,19), nadie queda excluido por su raza, sexo, género, condición social, edad o cualquier otra
diversidad que se pueda dar. Y, también, es ofrecido a todo el hombre, con lo cual se afirma que no está
dirigido sólo a su realidad espiritual o religiosa, sino a todos los vínculos del hombre –con Dios, con las
demás personas, con el medio ambiente, consigo mismo-, todas las dimensiones humanas –la religiosa,
pero también, las que hacen a la política, la economía, el arte, la salud, el descanso, la familia, la amistad.

Sin negar ese carácter universal, se debe afirmar que el Reino es una Buena Noticia para los más
desposeídos, los más desgraciados, los excluidos de la sociedad, los que no cuentan: los pobres (Lc. 6,20),
los perseguidos por causa de la justicia (Mt. 5,10), los enfermos (Mc. 1,32-34), los pecadores (Mc. 2,17; Lc.
19,1-9), los niños (Mt. 11,25-26), las mujeres (Lc. 8,1-3; 13,10-17), los extranjeros (Mc. 7,24-30; 5,1-20; Lc.
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7,1-10). El Reino de Dios es un reinado de salvación para los que se sienten perdidos, esclavizados,
menospreciados. Si Dios se acerca con bondad y misericordia es para restaurar, condonar, sanar, hacer
justicia, integrar. Los que más necesitan esta presencia salvadora de Dios son precisamente los enfermos,
los marginados, los excluidos. Así manifiesta Jesús su predilección por estos hombres: por los pequeños
(Mc. 9,42), los sencillos (Mt. 11,25), los oprimidos por trabajos y angustias (Mt. 11,28), los publicanos y
pecadores (mc. 2,16-17), los publicanos y las prostitutas (Mt. 21,31-32), los enfermos (leprosos, ciegos,
cojos) y los encarcelados (Lc. 4,18-20).

2.5 ¿Qué son las parábolas? ¿Por qué Jesús hablaba en parábolas? Con qué se compara el reino
en las parábolas de Jesús?
Las parábolas son pequeños relatos donde él lo compara con situaciones o realidades tomadas de la vida
cotidiana. Jesús habla en parábolas por motivos didácticos, porque sus enseñanzas se hacen más

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comprensibles y más fáciles de recordar, pero, sobre todo, porque en ellas las imágenes, los símbolos, tienen
la virtud de expresar la realidad sin enterrarla en conceptos, ya que aquella trasciende las pobres palabras
humanas. Así, las parábolas nos posibilitan acercarnos y hacernos cargo de la realidad del Reino de una
manera más intuitiva, sin agotar su misterio. En las Parábolas del Reino éste es comparado, entre otras
semejanzas, con:
1. Un hombre que siembra buena semilla en su campo (Mt. 13, 24-30).
2.
3.
4.
5. .C
Un grano de mostaza (13,31-32).
La levadura que fermenta la masa (13,33).
Un tesoro escondido (13,44).
Un comerciante que busca perlas preciosas (13,45-46).
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6. Una red que se echa al mar (13,47-48).
7. Un propietario que sale a contratar obreros (20, 1-16).
8. Un rey que prepara las bodas de su hijo (22,2-14).
9. Diez muchachas que salen con las lámparas al encuentro del esposo (25, 1-13).
10. Unas monedas o talentos (25, 14-30).
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A través de estas parábolas Jesús nos enseña, por ejemplo, que el Reino de Dios es una presencia pequeña
pero creciente y con un gran dinamismo. Actúa en lo oculto, pero no en lo oculto del cielo o de otra tierra,
sino aquí y ahora, en una actualidad sumamente cotidiana. El Reino de Dios es una presencia sorprendente
e inesperada, siempre imprevista; por eso, hay que estar preparado ya que se presenta como un regalo, un
ofrecimiento siempre nuevo, como el tesoro más valioso por el cual vale la pena renunciar a todo. La realidad
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del Reino de Dios está en relación a la totalidad de Israel (Mt. 10,5-6) y por lo mismo abierta a la universalidad
(8,11-12)
2.6 ¿Qué entendemos por “paradojas”? ¿Cuáles son las paradojas del Reino?
Paradoja significa la implicación de ambas cosas, dos realidades opuesta que no tiene punto medio. Las


paradojas son:
1. Es un don que viene de dios y contiene exigencias éticas: el hombre debe hacer algo para entrar en
el reino.
2. Es una llamada a la salvación que se realiza a través de un juicio.
3. Está presente y es futuro.
4. Es una llamada a la felicidad pero que se realiza a través del dolor y el sufrimiento.
5. Está en la iglesia y en el mundo pero se distingue de ellos
6. El reino es gratitud y es tarea
7. Ya se ha inaugurado, está en medio de los hombres, pero todavía no se ha manifestado en
plenitud. Está viniendo y está entre nosotros. “Ya… pero todavía no…” Es presente y futuro.
8. Es un don que viene de Dios, pero a su vez contiene exigencias éticas: el hombre debe hacer algo
para entrar en el Reino. En definitiva, es don y tarea.
9. Es un llamado a la felicidad, pero supone aceptar el dolor y el sufrimiento, el camino de la Cruz, de
las bienaventuranzas (Mt. 5,1-12; cf. Mc. 8,34-35; Jn. 12,24).

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 10. Es universal porque está dirigido a todos los hombres y a todo el hombre, sin distinciones, pero, a
su vez, Jesús lo ofrece particularmente a los pobres, los excluidos, los rechazados, los que no
cuentan: enfermos, niños, mujeres, extranjeros, pecadores…
11. Está en la Iglesia y en el mundo, pero se distingue de ellos.
El cristiano, entonces, está inserto en esta polaridad; en esta tensión paradójica que no debe romper o
distorsionar ni el olvido, ni el desprecio por uno de los polos. Cuando se mantiene sólo uno de los polos, el
cristianismo queda distorsionado. Sólo en las tensiones se mantiene el ser cristiano que es don y tarea,
gracia y juicio, presente y futuro… Estas paradojas se asumen cuando nos identificamos con Jesucristo,
cuando amamos como él con un amor que es a la vez gracia y trabajo, dolor y alegría, hoy y mañana.

EL REINO Y SUS RELACIONES

OM
3.1 ¿Cuál es la relación entre el Reino de Dios y Jesús?
Jesús es el reino. Su presencia revela el reino en la tierra, es una relación de identidad. Con Jesús se proclama
se anuncia, se predica, se evangeliza el reino. La buena nueva se hace presente al ser predicada. Su vida,
pasión, muerte y resurrección pertenecen esencial e íntimamente a la concepción del reino.
Cristo se entiende como el Liberador, porque con sus palabras, con sus gestos, con su misma persona,
predica, presencializa y ya está inaugurando el Reino de Dios. La venida del Reino y su acogida por parte del

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hombre está intrínsecamente unida a su persona. Es con su predicación como el Reino se hace
definitivamente presente. Esto es lo que convierte a la predicación de Jesús en definitivamente novedosa.
En y con las palabras de Jesús se hace presente el Reino de Dios. También en sus gestos, en sus acciones, que
son predicación, que son signos de lo que está ocurriendo, que son palabra actuada. Destacamos, sobre todo,
DD
los milagros, que, como signos, antes que revelar su divinidad, demostraron que el Reino ya está presente y
fermentando dentro del viejo mundo. Su presencia transforma al mundo de los hombres: los enfermos son
curados (Mt. 8,16-17), el duelo se transforma en alegría ((Mc. 5,35-43; Lc. 7,11-17), el hambre en saciedad
(Jn. 6, 1-13), los pecados son perdonados (Mc. 2,5) y los espíritus impuros ceden al espíritu de Dios (Mt.
12,28), los elementos le obedecen (Mt. 8,23-27)…
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La predicación de Jesús no se puede separar de su persona, ello se podía hacer con los profetas, ya que el
profeta podía morir, pero quedaba su mensaje. En Jesús no es así. Su vida expresa su mensaje. Él mismo es
el mensajero y el mensaje. Los signos que realiza manifiestan un doble aspecto: que su doctrina es verdadera
y que con él se da la presencia del Reino. Sus signos indican que la salvación y el amor del Padre están
presentes y actuando en él (Lc. 10,23-24; Jn. 11,41-42; 12,44-45; 14,7-11).
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3.2 ¿Cuál es la relación entre el Reino de Dios y la Iglesia?

La iglesia ha sido querida y fundada por Jesucristo, la iglesia no es el reino de dios, pero el reino de dios no
puede comprenderse sin relación con la iglesia. La iglesia comunica el perdón y el amor de dios para todos
los hombres. En la iglesia hay pecadores; la iglesia está al servicio de Jesucristo, está siempre abierta a los


hombres para anunciarles a todos el amor de dios que es sin fronteras y a Cristo y su espíritu para verles
donde están y donde quieren que esté la iglesia.
Nada es más dañino que pensar la iglesia como una sociedad perfecta e inamovible, como si fuera una
comunidad de elegidos o como un fin en sí misma, dominando incluso al mismo Jesucristo.
La Iglesia terrena y el Reino de Dios se distinguen, pero entre ellos hay una íntima relación. Algo parecido
ocurre con la Iglesia y Jesús: la Iglesia sigue a Jesús, vive en Jesús, pero se distingue de él. Jesucristo también
obra fuera de la Iglesia. La Iglesia no es algo cerrado en sí, si no que está abierta doblemente: a todos los
hombres, para anunciarles a todos el amor de Dios que no tiene fronteras; y abierta a Cristo y a su Espíritu
para verles dónde están y dónde quieren que esté la Iglesia. El ser relativo de la Iglesia, respecto de Jesucristo
y respecto de los hombres, es su ser más íntimo. Nada es más dañino que pensar la Iglesia como una sociedad
perfecta e inamovible, como si fuera una comunidad de elegidos o como un fin en sí misma, por encima
incluso al mismo Jesús.

GUÍA 9:

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¿Qué entendemos por “milagros”? ¿Cómo se los denomina en los evangelios?
En los evangelios se muestra que Jesús realizó acciones extraordinarias. Se llaman señales, acciones
poderosas. Jesús aparece como un realizador de milagros. Es algo en contra de las leyes naturales,
sobrenatural, sin proporción entre causa y efecto. Juan habla de signos o señales, Lucas dice gestos, Marcos
y Mateo milagros.
Las hay de toda clase: expulsión de demonios, curación de enfermos (leprosos, ciegos, paralíticos, mudos,
sordos, etc.), acciones sobre la naturaleza (tempestad, higuera, agua-vino, multiplicación de panes),
previsiones del futuro, conversiones de personas, resurrecciones de muertos, etc.
¿Cómo los narra cada uno de los evangelistas? ¿Qué destaca cada uno? ¿Qué función cumplen
los milagros en su evangelio?
En el evangelio de San Mateo narra lo esencial de los milagros, su interés se concentra en Jesucristo.

OM
-
Los milagros son un medio excelente para mostrar el cumplimiento de las promesas hechas en el
antiguo testamento, y , para enseñar cual es la postura cristiana. En Mateo se encuentran las
enseñanzas de Jesús, los gestos (milagros) no tienen tanta relevancia.Mateo insiste que en Jesús se
realiza el Reino prometido a los profetas, en él se cumplen las profecías (ej: hacer ver a los ciegos).
En Jesús se cumple el mesías.
- En el evangelio de Marcos describe los milagros añadiendo datos pintorescos (importancia
secundaria). Los milagros son signos de la gran novedad y de la autoridad de Jesús. Después de

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realizar los milagros, aparece el comentario: la admiración de los que han visto el hecho, su temor,
su alabanza, su adoración. En Marcos se resalta el poder de Dios sobre el mal. En Marcos aparece el
secreto mesiánico (Jesús no acepta el título de Rey para no confundirse con un mesías poderoso que
venía a dominar a la naturaleza, otras naciones u otras personas). El secreto mesiánico consiste en
DD
mantener el secreto de los milagros para que no lo confundan.
- San Lucas interpreta conforme a su teología, los milagros como la presencia misericordiosa de dios
en Jesucristo. Los milagros son muy importantes para mostrar que la salvación ya se está realizando
en el tiempo de Jesús. Muestra los milagros de Jesús a los pobres, las mujeres, enfermos. En Lucas
es muy fuerte el anuncio de la salvación para los pobres.
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- San Juan narra un número pequeño de milagros (7), el primero son las bodas de Caná y el último la
resurrección de Lázaro . Dar motivo para exponer la enseñanza de Jesús. Los milagros que realiza
Jesús, muestran su ser. Por eso los que no los aceptan son culpables. Pero estos mismos milagros no
son importantes por ser hechos maravillosos, sino por lo que significan. Para Juan son signos o
señales porque cuando Jesús los realiza da un que muestra ,son signos, de quién es Jesús.
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¿Se puede afirmar la historicidad de los milagros? ¿Cómo?

Si hay algo verdaderamente histórico en los Evangelios es que Jesús tuvo fama de hacer cosas extraordinarias.
También las fuentes judías testimonian indirectamente esto: en la acusación que se hace a Jesús de expulsar
los demonios por el poder de Satanás no se discute el mismo hecho de la expulsión de los demonios; sino


tan sólo de dónde le venía el poder de hacerlo (Mc. 3,22-30).

Algunos de los milagros que hace Jesús no tienen paralelos con narraciones judías ni paganas; lo cual es signo
de autenticidad y de historicidad. Otros milagros narrados, se cuentan como de paso, no son utilizados ni
apologéticamente ni pedagógicamente; esto es signo de hecho histórico. El evan-gelista narra el hecho
porque ha ocurrido; no porque inte-resa a sus intenciones.
La historicidad de los milagros de Jesús es indudable. Los motivos que corroboran esto son:
-Jesús no es presentado como milagrero, como haciendo continuamente milagros; sino que solo los hace en
ocasiones determinadas.
-No hace milagros cuando se lo exigen
-No hace la mayor parte, milagros espectaculares; sino en callada reserva
-No hace milagros utilitaristas, para provecho propio
¿Cuál es el sentido profundo de los milagros: contenidos religioso, soteriológico, cristológico,
trinitario, escatológico, antropológico? Ejemplos de milagros donde se exprese cada uno de esos
sentidos.

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El sentido de los milagros en el Nuevo Testamento se desprende de algunos principios como los siguientes:
● La razón científica -la ciencia y la técnica no puede explicar ciertos hechos insólitos; pero debe estar abierta
a reconocer la existencia de lo nuevo.
● Existe esa experiencia humana que asegura la exis-tencia de hechos que no tienen explicación científica. Es
necesario reconocer esta experiencia como un hecho que descubre algo verdadero.
● Los milagros en el Nuevo Testamento no son tanto signo de la omnipotencia de Dios (medida en función
de la potencia o impotencia del hombre), como de la actitud de servicio de Dios para con lo que Él ha
creado. Los milagros son signos del amor de Dios a las criaturas en Jesucristo. Su amor es su poder.
● La acción de Dios en su creación, aun siendo extraordinaria, milagrosa, no anula la autonomía concedida a
ella, no la absorbe, no elimina sus fuerzas. Por eso es muy difícil demostrar lo que es milagro; si se piensa
el milagro como algo que supera la naturaleza.
● Las acciones de Dios tienen que ser vistas en la fe e interpretadas a la luz de toda la doctrina. Sin fe no se

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comprende nada; sin unir ésta al centro del mensaje cristiano, aquéllas nos conducen fácilmente a
interpretaciones erróneas. Por sí mismas no manifiestan con absoluta necesidad la divinidad: pue-den
manifestar otras muchas cosas (ver Me 3,22-30).
● Las acciones milagrosas de Jesús quieren manifes-tar: la misericordia de Dios para su creación enferma; la
presencia en Jesús de esta fuerza divina; la eficacia de la palabra de Jesús; la anticipación de la salvación
futura; la liberación integral de la humanidad; la victoria de Dios sobre el mal.

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El milagro en el nuevo testamento tiene los siguientes sentidos teológicos:
1) Son signos de contenido religioso y están conectados y están conectados con la presencia del reino.
Con el poder de Jesús sobre las personas enfermas, pobres, contra las injusticias, se muestra que el
Reino ya está entre los hombres. Ej: cuando Jesús cura al paralítico, a los ciegos, a los enfermos,
DD
muestran realmente la presencia del Reino.
2) Son signos de contenido soteriológico (soter: gracia o salvación) y manifiestan que dios salva y es
capaz de salvar en el tiempo. Dios se preocupa por eso que molesta al hombre. Esa salvación se
muestra por ejemplo en la alegría del ciego que ve.

3) Son signos de sentido cristológico: Jesús es el milagro primero de donde se derivan los otro. El
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milagro muestra quién es Jesús como Dios. Se ve claro en el evangelio de Juan. Es un hombre como
nosotros, pero es Dios (está unido al padre, es el camino al padre). Ej: Yo soy el camino, Yo soy el pan
de vida
4) Son signos de contenido trinitario: el origen y la raíz de los milagros es la unión de Cristo con su
padre. Los milagros muestran esa unión y conexión cuando se refiere al padre y al espíritu. Esta unión
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se ve reflejada en general, cuando antes de realizar el milagro reza al padre. Jesús no solo obra por
el sino por las 3 personas. Ej: cuando resucita a Lázaro Jesús reza y agradece al padre antes de realizar
el milagro.
5) Son signos de contenido escatológico (esjaton: lo ultimo, lo definitivo, lo que llego a su culminacion,
lo perfecto), tiene que ver con la vida eterna, es un anticipo de lo que se va a dar plenamente al final


de los tiempos. Hacen presente una realidad que aún está escondida: el triunfo de dios y la
transformación de la naturaleza en obediencia a la voluntad de dios. Ej: Cuando se multiplican los
panes, que sacian el hambre.

6) Son signos de carácter antropológico, humanizan y les devuelve aquello de lo que fueron excluidos
(antes se tomaba a las enfermedades como un castigo de Dios). Ej: el leprosos que se puede
reinsertar en la sociedad.

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