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RECSYJ
REVISTA ECUATORIANA DE
CIENCIAS SOCIALES Y JURÍDICAS
VOLUMEN 1 NUMERO 1
http://www.utn.edu.ec/recsyj/
RECSYJ
VOL 1 NÚMERO 1 ISSN 2528-8040
IBARRA- ECUADOR
AÑO 2016
REVISTA ECUATORIANA DE
CIENCIAS SOCIALES Y JURÍDICAS
FACAE-UTN
RECTOR
Dr. Miguel Edmundo Naranjo Toro
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CONTENIDOS
116
7. COMUNICACIÓN POLÍTICA Y DEMOCRACIA EN AMÉRICA LATINA
Lic. Carlota González Aparicio, MsC.
EDITORIAL
DEFINICIÓN DE LA REVISTA
SISTEMA DE ARBITRAJE
ARTÍCULOS CIENTÍFICOS
RESUMEN
para la determinación de los atributos del servicio de restauración que son valorados
por los clientes. También se demuestra la factibilidad de emplear la Matriz
Importancia-Presencia Percibida para establecer las prioridades de mejora en
aquellos atributos que sean más importantes para los clientes y que estén menos
adecuados
ABSTRACT
In this research the essential elements of the new service concept and its application
in the design processes servuctivos. In the same basic issues related to the
management of services and within it the leading role of the servuction as service
creation process. It is performed the design of a procedure that allows the deployment
of the different stages leading to the implementation of the new service concept and
methodological basis for implementation. Are applied tools like Delphi consensus
method applied by working with experts to determine the attributes of service options
that are valued by customers. The feasibility of using Matrix Importance - Perceived
Presence to set priorities for improvement in those attributes that are most important
to customers and are less suitable is also demonstrated
INTRODUCCIÓN
En la década de los 90 del pasado siglo, el número de empleos en organizaciones
de servicio en los países industrializados como Estados Unidos, Francia, Canadá,
Japón y Gran Bretaña aumentó del 60 al 80 por ciento.
Varias publicaciones muestran como ha existido un cambio de la economía
orientada hacia los servicios, revelando que por ejemplo en 1984 el sector de los
servicios representa el 66 % de la economía de los Estados Unidos y un 58 % de la
MATERIALES Y MÉTODOS
Para el desarrollo de la investigación se aplicaron métodos científicos como
Inducción-Deducción, Análisis-Síntesis, Analógico, a través de los cuales se logró
recopilar la información necesaria para llegar a la propuesta de un procedimiento
metodológico para el diseño de procesos servuctivos teniendo en cuenta el concepto
del nuevo servicio y su aplicación en el ámbito de los servicios de restauración.
Entre las principales herramientas aplicadas se destacan el método Delphi para la
obtención de los atributos que caracterizan el proceso de servicio de restauración, la
Matriz Importancia-Presencia Percibida.
En la concepción del procedimiento se tuvo en cuenta que todos los recursos y las
energías de la empresa están dedicados a la realización de un concepto de servicio
que generalmente no está formalizado, ya que evoluciona con el tiempo. Por lo tanto,
hay que desarrollar la fórmula del nuevo servicio.
RESULTADOS
Una empresa que decide desarrollar nuevos servicios debe tener la capacidad de
abordar los cinco campos de decisión a partir de la primera etapa del proceso de
desarrollo. En la figura 1 se puede apreciar de forma esquematizada el concepto de
nuevo servicio.
Concepto de nuevo
servicio
Decisiones claves
También hay que evitar la complejidad de la servucción que es un peligro mortal para
todas las grandes redes de servicio.
Con estas dos fases el proceso de elaboración de la fórmula del nuevo servicio es
un proceso iterativo. Esto obligará a redefinir un nuevo segmento que puede
conllevar a la modificación del concepto inicialmente elegido.
En la figura 2 se muestra el procedimiento con las etapas o pasos a cumplimentar
para realizar el diseño de un proceso servuctivo teniendo presente el concepto del
nuevo servicio
1. Concepto
Identificación y prevención de 2. Segmento
fallos 3. Servucción
4. Oferta
5. Imagen
Este método se desarrolla a través de rondas, y como ventaja adicional se tiene que
no es necesario hacer coincidir a los expertos en el mismo tiempo y lugar, siendo
posible utilizar expertos ubicados en diferentes lugares geográficos.
A continuación, se muestra el análisis realizado por los expertos:
Tabla 1
Fuente: Los Autores
Una vez definidos los atributos, es posible aplicar la encuesta donde los clientes
ponderan el nivel de importancia que le dan a cada atributo y por otro lado el nivel
de presencia percibida, es decir, en qué medida perciben la presencia de este
atributo en el servicio de restauración que consumen.
Los resultados de la encuesta, permite visualizar a través de la Matriz Importancia-
Presencia Percibida, las prioridades para la mejora en aquellos atributos que sean
más importantes para los clientes y que estén menos adecuados
En la figura 3 se muestra dicha matriz:
DISCUSIÓN
Los sistemas de servicio en su complejidad comprenden varios tipos de servicios
(base, base derivados y periféricos) en los cuales siempre el cliente es el centro de
las decisiones. Las decisiones que atañen a las servucciones de cada uno de los
servicios elementales llevan la calidad del servicio global, donde la servucción se
define como el proceso creativo de elaboración de un servicio.
Es pertinente aplicar la fórmula del nuevo servicio en la restauración, la cual
comprende cinco decisiones claves que se interesan por el concepto, el segmento,
la servucción, la oferta y la imagen.
CONCLUSIONES
1. El estudio bibliográfico realizado demostró la necesidad de diseñar un
procedimiento en el cual se presentan los elementos que conforman el enfoque
servuctivo, siendo posible la implementación del nuevo concepto de servicio.
2. Es posible aplicar el procedimiento propuesto en los procesos de restauración,
identificándose los tipos de servicios que intervienen en su sistema servuctivo
bajo el enfoque del nuevo concepto de servicio.
3. Con la aplicación del método Delphi se pudieron determinar los 11 atributos que
caracterizan el proceso de servicio de restauración, a partir del análisis de los
expertos.
4. Se diseña un instrumento que permite valorar por los clientes el nivel de
importancia y el grado de presencia percibida de estos atributos en los servicios
de restauración que estén consumiendo, siendo posible complementar el análisis
con la aplicación de la Matriz Importancia-Grado de Presencia Percibida para
establecer las prioridades para la mejora en aquellos atributos que sean más
importantes para los clientes y que estén menos adecuados
BIBLIOGRAFÍA
RESUMEN
Las alianzas entre Brasil y Sudáfrica son parte de una nueva reconfiguración del
mundo que responde a nuevos desafíos internacionales. El Atlántico Sur está
adquiriendo mayor relevancia para la seguridad nacional de Brasil por representar
un espacio demarcador de fronteras y poseer enormes recursos naturales. Además,
las nuevas rutas comerciales hacia África y Asia convierten este Océano en un
espacio común de seguridad para los países ribereños del Atlántico Sur, donde
Sudáfrica se presenta como un relevante aliado para Brasil en sus intereses fuera
del espacio sudamericano.
ABSTRACT
The alliances between Brazil and South Africa are part of a new reconfiguration of
the world that responds to new international challenges. The South Atlantic is
acquiring more importance for national security of Brazil due to representing a space
that demarcates borders and having huge natural resources. In addition, the new
trade routes to Africa and Asia turn this Ocean into an area of common security for
the countries that border the South Atlantic, where South Africa appears as an
important ally of Brazil for their interests outside of South American area.
INTRODUCCIÓN
Backheuser sentó bases teóricas para el pensamiento del militar Mario Travassos,
considerado por muchos como uno de los fundadores de la escuela geopolítica
brasileña.
Travassos, hacia finales de 1930 publicó un ensayo titulado, Aspectos Geográficos
Sudamericanos, teniendo una gran influencia en el pensamiento geopolítico del
Cono Sur. Este capitán del ejército brasileño estuvo influenciado por los padres de
la geopolítica clásica, Mahan y Mackinder.
Al igual que en la teoría del Heartland de Mackinder, Travassos en su obra titulada
“proyección continental”, escribió una especie de “guía” para las élites en el
subcontinente sudamericano. En su análisis, se preocupó por dos grandes extremos
geográficos del subcontinente; el Atlántico y el Pacífico. La cordillera andina
representaría el divisor de estas dos regiones. Desde esta visión, enfatiza sobre la
importancia del triángulo geopolítico boliviano compuesto por Santa Cruz de la
Sierra, Cochabamba y Sucre, como el punto estratégico donde confluyen las áreas
de influencia del Pacífico y del Atlántico. Según Travassos, el país que consiguiera
controlar este triángulo dominaría la política regional del continente, su propuesta iría
encaminada a fomentar una política de transportes que diera ventajas a Brasil en su
comunicación con estos puntos de la cordillera. Travassos, al igual que Mackinder
formuló una teoría determinista, en la cual, la posición que ocupara el Estado sería
crucial para su dominio.
En el recorrido teórico de la geopolítica, hay que señalar al norteamericano Spykman
por su importancia como “conector” entre los fundadores de la Geopolítica tradicional
y la Geopolítica conservadora. Spykman a finales de los años treinta teorizó sobre
las relaciones entre geografía y política exterior, en ella establecía que el sistema
internacional carecía de una autoridad central, y que una acertada política exterior
para Estados Unidos debería desarrollar una estrategia global (1942). Es
considerado por ello, como el fundador de la escuela realista de las Relaciones
Internacionales. Consideró que la región pivote de Mackinder quedó obsoleta hacia
1945 y que había que prestar atención a países bimarítimos. Fue partidario de
establecer un “cinturón de seguridad”, de la intervención y de la Doctrina Monroe,
posicionándose América Latina como una zona de contención de rivales.
Como podemos observar, Mackinder, Backheuser, Travassos y Spykman
escribieron sus análisis del mundo con el objetivo de informar e influenciar la política
exterior de sus países, alertando de este modo a las élites dirigentes sobre los
modelos a seguir. Llegados a este punto sería conveniente distinguir entre modelos
geopolíticos y códigos geopolíticos. Taylor define los códigos geopolíticos como la
práctica del razonamiento habitual que proyectan las élites dirigentes en la política
Por otro lado, entre las corrientes más novedosas en la renovación de la Geopolítica,
encontramos una “geopolítica crítica” que nace en los ámbitos académicos hacia los
años setenta. Esta corriente fue iniciada principalmente por los trabajos de John
Agnew, aunque más tarde quienes acuñaron el término de “geopolítica crítica” fueron
Géaroid Ó Tuathail y Simon Dalby. Su foco de estudio está centrado en el espacio-
tiempo, enmarcado en una reconceptualización del discurso geopolítico.
relaciones comerciales con África no fue muy favorable en la última década del siglo
XX, porque gran parte de los países africanos estaban inmersos en una profunda
crisis como consecuencia de los conflictos que venían viviendo y tras el abandono
estratégico que ofrecía la Guerra Fría para las grandes potencias. Brasil por su parte,
en este periodo centró su estrategia comercial en fomentar las relaciones con el
Norte, en detrimento con las relaciones Sur-Sur. Sin embargo, no se abandonaron
todas las políticas hacia el continente africano. Se estableció una selección
estratégica de países africanos, siendo Sudáfrica y los Países de Lengua Portuguesa
(PLC) los escogidos para desarrollar una mayor interacción.
La cooperación internacional en este periodo pasó a ser uno de los elementos claves
en el discurso de los gobiernos brasileños, ya que se percibió que las negociaciones
en grupo aumentaban más los beneficios que a nivel individual (Miyamoto,
2011:119). Una de las mayores reivindicaciones son las cuestiones agrarias, y las
políticas proteccionistas de los países industrializados que dificultan la exportación
de sus productos. Ello ha sido tratado desde entonces en distintos foros
internacionales.
Para luchar contra los desequilibrios en las balanzas comerciales, el Ministro Felipe
Lampreira, aludió a que Brasil es uno de los países más eficientes en la producción
de productos agrícolas, y la agricultura tiene que ser un tema prioritario en las
negociaciones (Ferreira, 2009:120). El comportamiento del gobierno estuvo marcado
por una visión pragmática y realista de las relaciones internacionales.
Desde un punto de vista comparativo entre ambos países, Lamounier (1996) señala
que una de las semejanzas entre Brasil y Sudáfrica es la dramática situación de
ambos países para afrontar el desafío de reducir la pobreza y las desigualdades, al
mismo tiempo, de consolidar y perfeccionar el régimen democrático. Para este
desafío durante la transición en Sudáfrica se realizó un debate para repensar sus
estrategias exteriores en las sociedades industrializadas del norte, o si deberían
centrar sus esfuerzos en fomentar la cooperación Sur-Sur.
En el nuevo contexto, Brasil decide normalizar las relaciones con el país sudafricano.
El África Austral presentaba grandes oportunidades que anteriormente no se daban:
Namibia consigue la independencia en 1990; la larga guerra civil en Angola estaba
finalizando; Mozambique atravesaba una transición económica, pasando del
socialismo a la economía de libre mercado, y; Sudáfrica iniciaba una transición hacia
la democracia, trayendo consigo el abandono de su agresiva política regional y la
sus intereses, este apartado pretende poner de relieve la creciente importancia del
Atlántico Sur para Brasil desde una mirada próxima al pensamiento militar y la
seguridad, ofreciendo una visión territorial que conecta con la geopolítica clásica y
con los intereses geoestratégicos y geoeconómicos.
Brasil como país que aspira a ser una potencia mundial, reclama una independencia
tecnológica para fabricar su propio armamento militar, convirtiéndose el Atlántico Sur
en un espacio cada vez más militarizado, en el que se establecen conexiones con la
seguridad nacional y los nuevos intereses económicos en África y Asia como nuevos
fenómenos en los procesos de internacionalización de las empresas brasileñas fuera
de Sudamérica.
El valor estratégico del Atlántico Sur cada vez está más presente en la agenda
internacional, la cuestión marítima se encuentra en el centro de la política, la
economía, la paz y la seguridad global (Gómez, 2012:8). Desde el final de la guerra
de las Malvinas se empezó a configurar una política de seguridad regional en el
Atlántico Sur.
Para las autoridades brasileñas, las nuevas fronteras en Brasil están siendo trazadas
en el mar (Gómez, 2012:13). La importancia geo-estratégica y geo-económica del
Atlántico Sur lleva a que las autoridades brasileñas lo denominen el “Amazonas
petróleo. Desde 2007 Petrobrás extrae de esta plataforma 1,9 millones de barriles
de crudo al día, que en términos comparativos supone la mitad del crudo que extrae
Venezuela. Además de la explotación en las plataformas petrolíferas, el sector
pesquero tiene un gran potencial en la ZEE brasileña y hay estudios científicos sobre
recursos biotecnológicos en organismos marinos, en el futuro se pretende explorar
nódulos polimetálicos que se encuentran depositados en los fondos marinos
(Gómez, 2012:10).
Por todo lo expuesto anteriormente, la importancia del Atlántico Sur queda reflejada
en la Estrategia Nacional de Defensa elaborada en 2008. Enfatizando la prioridad de
la Marina brasileña como defensor de las costas brasileñas y la necesidad de
aumentar en número de personal, de material militar y sobre todo de la búsqueda en
autonomía tecnológica para la construcción de armamento de defensa:
[…] Brasil mantendrá y desarrollará su capacidad de proyectar y de fabricar tanto
submarinos de propulsión convencional como de propulsión nuclear. Acelerará las
inversiones y las co-participaciones necesarias para ejecutar el proyecto del
submarino de propulsión nuclear. Armará los submarinos, convencionales y
nucleares, con misiles y desarrollará capacitaciones para proyectarlos y hacerlos.
Cuidará de ganar autonomía en las tecnologías cibernéticas que guíen los
submarinos y sus sistemas de armas y que les posibiliten actuar en red con las otras
fuerzas navales, terrestres y aéreas (Ministério da Defensa, 2008:21:3). […] La
construcción de medios para ejercer el control de áreas marítimas se centrará en las
áreas estratégicas de acceso marítimo a Brasil. Dos áreas de la costa continuarán a
merecer atención especial, del punto de vista de la necesidad de controlar el acceso
marítimo a Brasil: la parte que va desde Santos a Vitória y el área alrededor de la
desembocadura del Río Amazonas (Ministério da Defensa, 2008:21:1).
La importancia en materia de seguridad del Atlántico Sur se ve materializada en el
2009 con un acuerdo firmado con el gobierno francés para la construcción de
submarinos, el mayor pacto militar entre Francia y Brasil en los últimos cincuenta
años. Además, Brasil reclama la tecnología para desarrollar su propia industria
armamentística sin dependencia de otros Estados en la fabricación de su propio
armamento.
CONCLUSIONES
Las proyecciones exteriores de Brasil hacia Sudáfrica desde inicios del siglo XXI
responden a una nueva reconfiguración de la geopolítica mundial, en la que las
nuevas potencias emergentes del sur reclaman mayor presencia en la escena
internacional. Entendiendo que las alianzas estratégicas entre países del sur ofrecen
un contrapoder con las potencias tradicionales del norte, al mismo tiempo que se
pueden llevar a cabo políticas de cooperación más simétricas.
El Atlántico Sur como conector geográfico entre Brasil y Sudáfrica, se convirtió en un
espacio de seguridad desde que se estableció la resolución de la ONU sobre la Zona
Económica Exclusiva (ZEE), constituyéndose en 1986 la Zona de Paz y Cooperación
del Atlántico Sur.
La demarcación de las fronteras en el Mar Territorial de Brasil y el incremento de las
nuevas rutas comerciales hacia África y Asia, han convertido al Atlántico Sur en un
espacio de vital relevancia para la seguridad nacional y los intereses económicos
BIBLIOGRAFÍA
Agnew, J. (2005). Geopolítica: una revisión de la política mundial. Madrid. Editorial
Trama.
Almeida, P. (2009). O Brasil no Novo Cenário Global: transformações do jogo
diplomático comtemporâneo. INTELLECTOR. Nº9. Pp.1-32.
Anselmo, R.S. y Bray, S.C. (2002). Geografia e geopolítica na formação nacional
brasileira: Everardo Adolpho Backheuser. En Gerardi y Mendes, Do natural do social
e de suas interações: visões geográficas. Rio Claro: Programa de Post-Graduación
en Geografía-UNESP/AGETEO. Pp.109-119.
Backheuser, E. (1952). A Geopolítica Geral do Brasil. Rio de Janeiro. Biblioteca de
Exército.
RESUMEN
ABSTRACT
The systematizing like methodology of investigation educational part of the critical
evaluation of the experiences that have left modifying, the reconstruction of their
internal logic and the establishment of the bases to get back to the practice and to
improve it. There is certain variety when pointing out their main features of the
systematizing like methodology of the investigation. The article presents the
characteristics of the process of systematizing of the educational practices, its types,
focuses and modalities, as well as a methodological proposal of the systematizing
process like educational investigation and he/she offers recommendations for the
elaboration of the reports of investigations carried out by means of this methodology.
Key words: systematizing, educational practice, methodology of the investigation
INTRODUCCIÓN
La sistematización puede ser considerada como un nuevo tipo o una nueva
metodología de investigación educativa, que parte de la evaluación crítica de las
experiencias, que se han ido modificando de forma activa, la reconstrucción de su
lógica interna y el establecimiento de las bases para regresar a la práctica y
mejorarla.
La sistematización es un proceso que busca articular la práctica con la teoría y, por
lo tanto, aporta simultáneamente a mejorar el acompañamiento y a criticar el
aprendizaje. El aprendizaje a partir de la práctica sólo es posible desde una reflexión
analítica que confronte lo que se propuso hacer y, por tanto, el aprendizaje inicial con
que se contaba, con lo realmente sucedido, que contiene lo que se fue aprendiendo
durante la práctica y que se valida mediante la reflexión sobre la misma. Ese
aprendizaje debe ser transmitido a otros para que sirva de inspiración a las nuevas
intervenciones, no para ser replicado mecánicamente.
Al igual que ocurre con la definición de sistematización, hay cierta variedad a la hora
de señalar sus rasgos principales. Es imprescindible delimitar ¿por qué y para qué
sistematizar en educación?, ¿con quién sistematizar?, así como las características
fundamentales de la sistematización como proceso o metodología de investigación
educativa.
El objetivo de este artículo es presentar las características del proceso de
sistematización de las prácticas educativas como investigación, sus tipos, enfoques
y modalidades, así como elaborar una propuesta metodológica del proceso de
sistematización como investigación educativa y ofrecer recomendaciones para la
elaboración de los informes de investigaciones realizadas mediante esta
metodología.
DESARROLLO
1. Características del proceso de sistematización de las prácticas
educativas como investigación
La idea de sistematización se relaciona muy claramente con los espacios y círculos
científicos o académicos de investigación. Esto es así porque todo proceso
investigativo debe contar con una estructura o sistema de pasos que respetar y
seguir a fin de obtener resultados particulares. La sistematización del proceso de
investigación implica a futuro la facilitación de los resultados esperados ya que el
investigador actuante sabrá más o menos cómo actuar en cada situación específica.
La sistematización adquiere así el carácter de actividad teórico-práctica, ya que la
interpretación y la comprensión de la experiencia son imposibles sin referirla, de un
lado, a los supuestos teóricos a partir de los cuales se proyectó el acompañamiento
y, del otro, al aprendizaje empírico y teórico-conceptual existente. El proceso sólo
culmina cuando se formalizan los aprendizajes obtenidos y se comparten y
contrastan con los producidos a partir de experiencias similares.
Al igual que ocurre con la definición de sistematización, hay cierta variedad a la hora
de señalar sus rasgos principales. Sin embargo, se ha identificado una serie de
características comunes a todo ejercicio de sistematización. Antes de enumerarlas,
cabe señalar que a toda sistematización le anteceden unas prácticas. Sin que exista
la vivencia de una experiencia no es posible realizar una sistematización, aunque
esas prácticas hayan sido investigadas utilizando una metodología “positivista-
cuantitativa” y sólo se cuente con unos resultados científicos que, por demás, se
obtuvieron y fueron corroborados en la práctica.
¿Por qué y para qué sistematizar en educación?
La sistematización surge por la necesidad de conocer, dar a conocer y cualificar las
prácticas. Como un proceso de producción de conocimiento a partir de la práctica
tiene su utilidad en tanto:
Cualifica el conocimiento que se tiene de la práctica. Genera conocimiento a
partir del proceso de sistematización.
Aporta a la reflexión teórica (y en general a la construcción de teoría)
conocimientos surgidos de prácticas concretas.
Cualifica la propia práctica, en tanto la reinforma, permite vivenciarla mejor y
mejorar sus resultados. Sirve de retroalimentación en la medida en que ofrece
información o datos sobre la práctica y la problematiza con una visión
sistémica orientada desde una pregunta.
Permite tener una comprensión más profunda de las experiencias realizadas,
con el fin de mejorar la propia práctica.
Da poder a los sujetos que realizan la sistematización, de ahí la opción de que
sean los propios actores de la práctica quienes realicen el proceso.
Permite compartir con otras prácticas similares las enseñanzas surgidas de la
experiencia.
Prácticas que están en relación con otras similares en contextos que permiten
explicarlas.
Dialógico e interactivo: Experiencias como espacios de interacción,
comunicación y relación, se pueden leer desde el lenguaje y desde las
relaciones contextualizadas. Desde este enfoque se construye conocimientos
a partir de referentes externos e internos que permiten tematizar problemas
que se dan en las prácticas educativas.
Deconstructivo: La sistematización como una intervención que permite entrar
en la voz, en la autoconciencia de lo institucional y los imaginarios y en los
campos institucionalizados donde se ejerce poder. Se construye conocimiento
al reconocer las huellas que deja la acción y los orígenes de la misma.
Reflexividad y construcción de la experiencia humana: Asumen la implícita
epistemología de la práctica, basada en la observación y el análisis de los
problemas que no tiene cabida en cuerpos teóricos aprendidos o aplicados.
La sistematización se vincula a la resolución de problemas permitiendo hacer
frente a desafíos del contexto.
Hermenéutico: La sistematización es una labor interpretativa de los sujetos de
la práctica, develando intencionalidades, sentidos y dinámicas para
reconstruir las relaciones entre sujetos sociales de la práctica para dar cuenta
de la diversidad cultural de la experiencia.
Como en las sistematizaciones se presentan híbridos de las teorías y
enfoques es importante conocer cuáles son los soportes epistemológicos de
los procesos de sistematización, pues eso da énfasis al proceso y privilegia
unos asuntos; además porque directamente con el enfoque corresponde el
método o el proceso metodológico para reconstruir las prácticas y producir
conocimiento.
Histórico hermenéutico: Un enfoque que privilegia la comprensión,
significatividad y la relevancia cultural de los sujetos y sus prácticas. Pretende
comprender los significados, sentidos, acciones y discursos de los sujetos
para entender las lógicas e interpretaciones de las relaciones sociales en las
prácticas.
investigación, puede graficarse como una espiral, cuyos momentos principales son
los siguientes:
Momento Proceso
Vivir la experiencia
1. Diagnóstico Determinación de la problemática.
Es la situación problémica de donde surge el problema.
Es la determinación general de la realidad y el vacío o
necesidad que se busca resolver, da origen a una ruta de
investigación, puede hacerse por ejemplo a través
de un estudio diagnóstico previo o de una matriz DOFA.
En él puede delimitarse el tema y la línea de investigación.
2. Planteamiento del Responde a la pregunta ¿qué se quiere resolver?
problema Es conveniente plantearlo en forma de pregunta.
Se caracteriza por ser claro, concreto e incluir variables de
estudio, el planteamiento del problema es una delimitación de
la problemática.
3. Definición del El objetivo responde a la pregunta ¿para qué se quiere
objetivo sistematizar? La respuesta se refiere normalmente a los
intereses estratégicos del proceso.
Define con precisión el resultado que se espera de la
sistematización (unificación de criterios, poner en común lo
que se va a realizar).
Se abordan las concepciones de sistematización, y los
intereses del equipo, como también lo que se espera lograr.
Su cumplimiento tiene que garantizar insumos útiles para el
trabajo o para una política institucional en el futuro.
Tiene que ser viable para el proyecto y para las personas que
van a sistematizar.
Tiene que formularse con lenguaje claro y preciso.
Se determinan las implicaciones que conlleva el proceso y los
productos y utilidades del mismo.
4. Definición del eje El eje es el elemento que permite precisar el enfoque de la
de sistematización sistematización, indica desde qué aspecto se va a realizar la
reconstrucción y la interpretación crítica de la experiencia.
No todas las confusiones o desaciertos retardan los avances. A veces los impulsan,
se convierten en la chispa que cataliza o conduce a un hallazgo inesperado, a un
nuevo escalón del saber. La ciencia, el “método científico” formulado por Descartes
en 1637, no es infalible, ni aún para las ciencias naturales, ya que por diversos
motivos quienes hacen la ciencia también se equivocan por falta de tecnología
apropiada, información insuficiente, existencia de tabúes religiosos y culturales, entre
otros, que llevan a cometer errores. Pretender desconocerlos en el campo de la
investigación educativa, no ayuda en nada al perfeccionamiento del proceso.
CONCLUSIONES
La sistematización puede ser considerada como un nuevo tipo o una nueva
metodología de investigación educativa, que parte de la evaluación crítica de las
experiencias, que se han ido modificando de forma activa, la reconstrucción de su
lógica interna y el establecimiento de las bases para regresar a la práctica y
mejorarla.
La sistematización de experiencias es un ejercicio claramente teórico; es un esfuerzo
riguroso que formula categorías, clasifica y ordena elementos empíricos; hace
análisis y síntesis, inducción y deducción; obtiene conclusiones y las formula como
pautas para su verificación práctica.
BIBLIOGRAFÍA
RESUMEN
El presente artículo trata sobre un tema que, con el tiempo, ha devenido en uno de
los más importantes respecto de la seguridad internacional. Hablamos del terrorismo
islámico o yihadista. Buscamos desmitificar algunas afirmaciones actuales,
principalmente sobre el mundo islámico en general, definiendo una serie de
conceptos que nos pueden ayudar a acercarnos de mejor forma a esa realidad que
se conoce tan poco. Por otro lado, el concepto de terrorismo presenta una serie de
ABSTRACT
This article is based upon a subject that has become one of the most important in
international security studies. This is Islamic or jihadist terrorism. This article seeks
to demystify some of current affirmations about the subject, specially those about
Islamic world in general, defining a series of concepts that can help in the
understanding of a less known reality. On the other hand, the concept of terrorism
itself establish controversies that are expect to be dispel. This article presents a
unique definition of terrorism, which implies the new problematic about world security
and the necessity of studying it, as a main step to develop world security facing this
new reality. Finally, the understating of causes and motives, especially of those who
praise radicalism, could be the answer towards finding mechanisms of action to
counter this new security problem. In conclusion, this article estimates there is a new
necessity: more experts and major political will. These could create collaboration
processes between security and intelligence policies, both mechanisms that could
put an end to terrorism.
INTRODUCCIÓN
(De Sousa, 2015, pág. 186). “En consecuencia, las amenazas han cambiado y las
políticas de seguridad nacional han tenido que modificarse para dar respuesta a los
nuevos retos” (Arroyo Lara, Pérez Gil, & Garay Vera, 2008, pág. 573). Nuevos retos
que, hoy en día, le dan primacía al terrorismo islámico o yihadista, en el cual nos
centraremos.
Por otro lado, estamos insertos en un mundo globalizado, caracterizado por una
interconexión en distintos ámbitos, tanto económico, como político, social y cultural.
Las nuevas tecnologías por su parte, han cambiado la percepción del tiempo y el
espacio, intensificando los flujos tanto de información, como de materias y personas.
Este aumento de la movilidad humana implica cuestionamientos y reflexiones
respecto de la seguridad de los individuos, las sociedades y los Estados, tensionando
el paradigma de la seguridad humana. Vivimos una nueva era de violencia que se
ha vuelto más globalizada y más fragmentada al mismo tiempo (De Sousa, 2015,
pág. 184). Este proceso globalizador, como veremos, ha alterado el alcance del
terrorismo, dándole un carácter global, no sólo por el espacio geográfico donde se
distribuyen sus redes, sino que también las repercusiones que genera se han vuelto
globales (De Sousa, 2015, pág. 187).
Frente a este panorama ¿qué se entiende por terrorismo? ¿Qué es el yihadismo?
¿Cuáles son sus causas? ¿Qué hacer? ¿Cómo lograr un mundo más seguro?
¿Cómo enfrentarnos a esta “nueva” amenaza global? Son algunas de las preguntas
que intentaremos responder.
regido por la Sharia o Ley Islámica, donde no hay espacio para el enemigo de Dios,
concepto que ha recaído en Occidente, principalmente en Estados Unidos.
Ahora bien, existen diversos tipos de islamismos que van desde una mayoría
reformista, en el sentido de protesta, contestatario y de resistencia; pasando por
corrientes de carácter pietista o de prédica; hasta una minoría yihadista de índole
antisistémica que es radical, extrema y violenta (Abu Tarbush, 2007:154). El
islamismo político es la rama mayoritaria y está formado por movimientos moderados
y pacíficos centrados en la acción política, presentándose como alternativas al poder.
La pietista está concentrada en la actividad misionera y busca revivir la fe y la
cohesión de la comunidad. Finalmente, la yihadista se caracteriza principalmente por
su discurso radical y su acción violenta (Abu Tarbush, 2007:174-175). Dentro de este
marco, el terrorismo ha sido elegido por esta última rama como uno de varios
métodos, donde el terrorista “supone que destruyendo los símbolos del enemigo
destruye su cultura, y con ello al enemigo mismo” (Valenzuela, 2012:44).
El islamismo es hijo de la modernidad, aquella que supuestamente lo ataca, por eso
mismo, los islamistas no pueden prescindir de los avances de la modernidad para
poder destruirla. Se aprovechan de ella pero con el fin de eliminarla. En este sentido
y como veremos más adelante, la globalización ha jugado un rol fundamental en el
auge y expansión del terrorismo, principalmente el islamista. A los actuales
terroristas islámicos los caracteriza el hecho de que comparten una determinada
visión e interpretación de la religión. “En concreto, comparten actitudes y creencias
propias del neosalafismo, es decir, de un salafismo extremista y violento que difiere
de otras variantes igualmente puritanas pero no agresivas del mismo” (Reinares,
2005, pág. 120). En resumidas cuentas, el salafismo es un movimiento reformista
que busca recuperar la pureza de los primeros creyentes, contando con grupos
pietistas y otros, de menor número, yihadistas.
El término yihadista hace referencia al concepto de yihad, el cual ha sido
erróneamente traducido como guerra santa. Yihad significa esfuerzo, esfuerzo en el
camino de dios y tiene dos acepciones, a saber, el yihad mayor que hace referencia
al esfuerzo interior que debe realizar cada creyente para poder ser un buen
musulmán, una lucha interior contra los males que lo desvían del camino de dios.
Por su parte el yihad menor implica una ayuda a otros para que puedan alcanzar el
fin, teniendo también un componente bélico contra todos aquellos que ataquen al
islam. En este sentido, el yihad menor es meramente defensivo, lo cual ha sido
tergiversado a lo largo de la historia, cayendo también en un carácter ofensivo,
principalmente en la época de la expansión del islam. Éste es finalmente el sentido
que han reivindicado muchos de los grupos o movimientos islamistas de la
actualidad, creyendo además que la lucha se da a un nivel macro-cultural, siendo el
mundo occidental (tanto cristiano como judío) su principal enemigo.
El peligro no está en el Islam en sí, sino que en una versión radicalizada que se
inspira en el Islam. Sin embargo, estos movimientos radicales son una minoría, pero
una minoría muy activa que han logrado atraer a los medios de comunicación,
creando por una parte una percepción de miedo a nivel global y por otra una
percepción de que estos grupos son muchos y están en todas partes (Lagos Matus,
1995:104).
3Para mayor información véase: SOTO, Javiera. La amenaza terrorista en un mundo globalizado.
En: Fundación Jaime Guzmán. Ideas y Propuestas 2014 – 2015. Santiago, 2015, pp. 321 a 334.
cual depende el impacto del acto. Mientras más impactante sea el ataque, mayor
difusión tendrá, por lo que su mensaje llegará a más personas, ante lo cual el número
de muertes pasa a ser un medio que lleva a alcanzar un fin. La “personeidad”
perdería sentido o desaparecería de la concepción del terrorista, cuando se
instrumentaliza la vida/cuerpo de varios en pos de un fin del cual aquellos que
mueren no tienen relación.
3.3 La intencionalidad del terror es generar un miedo insuperable que trasciende
a las víctimas atacadas o amenazadas y que se utiliza como un medio de control de
dicha población con el fin de ejercer poder sobre ella. La creación de un sentimiento
de inseguridad permanente genera una paralización social de toda la estructura, lo
que dificulta generalmente una respuesta eficiente.
El propósito de este tipo de acción, su meta objetiva, el efecto neto de su conducta,
es la internalización, en el actor definido como enemigo, de una disuasión simbólica.
Se introyecta de hecho el terror en el oponente, convirtiéndolo así en un instrumento
o recurso manejado externamente, pero que cuenta con un mecanismo de control
interno: el terror. En este contexto, quien actúa o desata la acción terrorista puede
contener y eventualmente modificar las acciones del otro (Varas, 1990:154-155).
La internalización del control político a partir del terror actúa sobre un elemento clave
de la seguridad social: la certeza; y en la medida en que el terrorismo actúa sobre
ella “sus efectos son fundamentalmente desquiciadores de toda convivencia,
especialmente de una democrática” (Varas, 1990:155).
3.4 A pesar de que la percepción que se tiene sobre los actos terroristas es que
se acercan a la irracionalidad, la verdad es que éste fenómeno es bastante más
racional de lo que se piensa y se quiere hacer creer (Zolo, 2006:22). Sus actos,
generalmente, son premeditados y contienen siempre una lógica y un mensaje que
busca, por medio del impacto, llegar a la mayor cantidad de personas posible, lo cual
es importante si se piensa en el alance global y la inmediatez que tienen hoy los
medios de comunicación. “La función simbólico-comunicativa consiste en que el acto
violento representa un mensaje amenazador dirigido al entorno social de la víctima
destinado a producir pánico induciendo formas de comportamiento dictadas por este
sentimiento” (Lagos Matus, 1995:99). La esencia del mensaje es la posibilidad de
generar un cambio infundiendo terror, y es en este punto donde el símbolo se vuelve
destinados a afectar a todos y alcanzar así a todo el mundo con sus señales (Lagos
Matus, 1995:99-100).
3.5 Por último, el mensaje que contiene el terror tiene una intencionalidad política.
Es en el terrorismo donde
las políticas y la violencia intersectan en la esperanza del poder de deliberación.
Todos los terrorismos involucran la pregunta por el poder: el poder de dominar y
coaccionar, de intimidar y del control y finalmente, para efectuar la violencia política
fundamental (De Sousa, 2015:187).
Esta intencionalidad política es, para muchos autores, la característica principal que
definiría un acto terrorista y lo diferenciaría de otras formas de violencia.
Lo que distingue al terrorismo de otras formas de asociación ilícita es la finalidad
política, es decir, que persigue la destrucción del orden constitucional o, al menos,
un cambio en las estructuras políticas y sociales vigentes y su sustitución por otra.
Para lograrlo, emplea medios y recursos que generan un sentimiento de inseguridad
permanente con el que se trata de condicionar las decisiones de los gobernantes
(Arroyo Lara, Pérez Gil, & Garay Vera, 2008:578).
A pesar de que la concurrencia del elemento subjetivo anómalo del acto es parte
fundamental del concepto, llegar a probar su existencia se vuelve una tarea
prácticamente imposible, lo cual dificulta la posibilidad de imponer sentencias
condenatorias. Mientras no se elabore una definición que describa cabalmente la
conducta prohibida, terminando con la concurrencia de elementos anímicos, no
habrá posibilidad de elaborar un instrumento penal eficaz de disuasión.
Ahora bien, existen diferentes terrorismos, los cuales siguen distintos modelos e
ideologías que podríamos catalogar en cuatro tipos de motivaciones, a saber,
terrorismo de corte izquierdista, terrorismo de corte derechista, terrorismo etno
nacionalista-separatista y terrorismo religioso, todos activos en la actualidad y que
pueden coexistir dentro de un mismo grupo, siempre prevaleciendo una motivación
sobre otras (De Sousa, 2015:188). Por otro lado, la evolución del terrorismo, sumado
a las nuevas tecnologías y a la globalización han hecho emerger nuevos tipos de
terrorismo como el ciber-terrorismo, el narcoterrorismo, el bio-terrorismo, el
terrorismo nuclear, entre otros, todo lo cual depende de los actores involucrados, los
significados y los métodos empleados, además de las motivaciones.
CAUSAS
Creemos que para generar un mecanismo de contención de los actos terroristas es
fundamental entender las causas que lo generan, comprendiendo el fenómeno
desde su complejidad. No obstante, entender no es justificar; se debe captar el
problema desde su raíz para poder establecer una base conjunta que vaya en pos
de la seguridad internacional.
Es esencial conocer las bases de su fundación, las bases ideológicas o políticas en
que se asienta, sus métodos de reclutamiento, sus fuentes de financiación, el origen
de su armamento, de qué intermediarios y mercados proceden dichas armas, cuáles
son sus estrategias y sus métodos de acción, cuáles son sus apoyos internacionales,
qué base social tiene – si la tiene – así como un sinfín de interrogantes […] para que
el combate contra los mismos, desde el respeto a la legalidad, sea lo más eficaz
posible (De Arístegui, 1997:77-78).
Es necesario comprender que el terrorismo no se produce en un vacío social o
político, sino que el uso de este tipo de violencia puede entenderse –así no
justificarse– como el producto de situaciones sociales especiales como la pobreza,
el desorden, la violencia, y en especial la exclusión y la marginalidad. A nivel
internacional, el terrorismo aparece como respuesta dentro de un sistema que
presenta grandes asimetrías político-estratégicas, donde existe un alto número de
actores gubernamentales, pero que presentan dificultades para la gestión colectiva
y para la tomas de decisiones importantes (Varas, 1990: 160).
La globalización ha traído una serie de elementos positivos a nivel internacional, pero
también ha sido fuente de elementos negativos y contradicciones, “contradicciones
UNIVERSALISMO OCCIDENTAL
Ahora bien, la forma como el mundo occidental se relaciona con otras culturas,
específicamente la islámica, merece un apartado especial. “El mundo islámico ha
sido presentado desde hace muchos años como un mundo que general hostilidad
contra Occidente y además, un factor de riesgo para la convivencia pacífica” (Tahar,
2003:49). Luego de la caída de la URSS, con el surgimiento de la nueva era global,
se ha ido generando un discurso según el cual el nuevo enemigo a nivel internacional
hace referencia al mundo islámico, ocupando éste el puesto que antiguamente
ocupaba el comunismo.
En la cultura política occidental se ha impuesto la idea de que el <<terrorismo
global>> expresa la voluntad de los países no occidentales – particularmente, el
mundo islámico – de aniquilar la civilización occidental junto a sus valores
fundamentales: la libertad, la democracia, el Estado de derecho, la economía de
mercado (Zolo, 2006:22).
Sin embargo, en realidad el terrorismo islamista es una respuesta estratégica a la
hegemonía del mundo occidental, “es una revuelta contra la superior potencia de sus
instrumentos de destrucción de masas y al propio control militar que ejercen sobre
los territorios de los países que han sido históricamente cuna del Islam” (Zolo,
2006:23), lo cual tiene que ver, con los procesos de descolonización que dejaron a
los países sumidos en problemas estructurales de los que aún no han podido salir.
El colonialismo introdujo una ruptura central en el proceso histórico del mundo
islámico, “que hace imposible negar la importancia de la influencia occidental y de
su racionalidad ofensiva en los países árabes e islámicos. Esta ruptura implicó
actitudes diferenciadas y entrelazadas de rechazo, adaptación, defensa de lo propio
y admiración por Occidente” (Tahar, 2003:54). La violencia del islamismo no es
producto de las culturas del mundo islámico ni de su religión, sino que es el resultado
reactivo que tomó en algunas sociedades la influencia occidental.
Hoy en día, la amenaza del radicalismo islámico y su percepción como tal, responde
a ese discurso universalista de Occidente respecto del mundo musulmán que hace
referencia a la forma en que Occidente mira y se relaciona con el resto. Según
palabras de Malik Tahar (2003:53)
El universalismo occidental define una ideología abstracto-instrumental que defiende
un ideal de pluralismo, el cual ofrece una multitud de contenidos, pero impone una
sola racionalidad. El “otro” es generalmente un fantasma adorado por el monólogo
de esta racionalidad, pero negado en cuanto introduce una diferencia real con ella.
En otras palabras, el mundo occidental defiende un discurso plural y de tolerancia,
donde todas las culturas tienen cabida y donde la democracia y los derechos
humanos son los elementos fundamentales de cualquier relación. Por lo mismo,
quienes no cuentan con esos elementos provocan un choque de realidad que no
permite la aceptación total por parte de Occidente. La alteridad radical del otro, que
es idealizada en el discurso, choca en la realidad debido a que Occidente sólo
permite un tipo de racionalidad: la de ellos mismos. Por ende, el otro es visto como
bárbaro en cuanto introduce una diferencia real, y como perfecto en cuanto es
idealizado dentro de ese monólogo occidental. Ante esto, existe una necesidad
imperiosa de reencontrarse con las diferentes realidades, a saber, aquella del otro
que no es la que creemos, y con nuestra propia realidad “que no es el efecto mágico
de un proceso ineluctable, sino el resultado de la imposición de principios de realidad
paradójicos” (Tahar, 2003:59). Por lo mismo debemos ser capaces de generar
nuevas instancias de conocimiento y aceptación, donde la educación y la tolerancia
jueguen un rol fundamental.
que trajo consigo una carencia ideológica que tomaron grupos islamistas ya
existentes como la Hermandad Musulmana y significó la aparición de nuevos grupos
más radicales (Valenzuela, 2012:44).
En segundo lugar, uno de los fenómenos que más afectó al mundo musulmán e
impulsó la aparición de los movimientos islamistas fue la crisis de la modernidad o,
como suele decirse, la modernidad fallida. Por una parte la modernidad había traído
consigo el desplazamiento de la religión desde el ámbito público al privado, lo cual
comenzó a preocupar al mundo religioso. Los años setenta supusieron una ruptura
en el orden social, haciendo que este proceso comenzara a revertirse. “Un nuevo
discurso religioso toma forma, no para adaptarse a los valores seculares sino para
devolver el fundamento sacro a la organización de la sociedad” (Kepel, 1995:20). Un
nuevo discurso que postula y propone la superación de aquella modernidad fallida a
la que se le atribuyen los fracasos y frustraciones que resultaron de este alejamiento
de Dios. Para ellos, la modernidad sin Dios dejó a la vista angustias y miserias
humanas sin precedentes. La modernidad trajo más pobreza de la que existía al
producir una migración campo ciudad exacerbada, que se profundizaba por el hecho
de que las ciudades de llegada no tenían la capacidad para absorber a dicha
población, mientras que las elites se volvían cada vez más ricas y privilegiadas,
especialmente por las ganancias del petróleo y la cercanía con las superpotencias.
La falta de un mecanismo de regulación, de políticas urbanas, de redistribución, de
asistencia social, entre otros, sumado a la corrupción crónica de los funcionarios del
poder, generaron un descontento social de gran envergadura. Sin embargo, los
problemas no provinieron sólo desde el ámbito económico, sino que también
valórico. Tanto la ideología liberal como la marxista presentaron vacíos (Kepel,
1995:24), los cuales serían ocupados por el islamismo.
Aparecerían en un primer momento, por tanto, movimientos que buscaban no
modernizar el islam, sino que islamizar la modernidad, acercándose a Dios una vez
más. Sin embargo, con el tiempo, aparecerían también movimientos mucho más
radicales que buscarían eliminar la modernidad para establecer un nuevo orden que
se acercara a la primera umma (comunidad musulmana) fundada por Mahoma,
movimientos que, sin embargo, no tuvieron ni tienen problemas en utilizar elementos
de la modernidad para cumplir sus fines, por ejemplo, las nuevas tecnologías en
para hacer frente al terrorismo corren el riesgo de reforzar la base de apoyo de los
terroristas entre la población en general (Annan, 2006),
por lo mismo es esencial reforzar las vías diplomáticas y pacíficas; abrir espacios a
los sectores marginados, mejorar las oportunidades y los accesos, procurar una real
integración internacional, entre otras medidas.
Por todo lo anterior es imperioso desarrollar tanto a niveles nacionales como
internacionales, políticas públicas que vayan en pos de una educación de calidad,
que inculque tolerancia y respeto frente a la alteridad; políticas anti discriminatorias
que busquen una coexistencia y una integración entre las distintas culturas que
habitan un mismo lugar; y políticas focalizadas en la pobreza que generen
mecanismos y herramientas de ayuda, principalmente. Es imperioso que pongamos
el foco en la pobreza y en los problemas ambientales que generan la marginación y
la pauperización de comunidades, todo lo cual puede provocar procesos de
radicalización. De hecho, una de las causas de la limitación de la lucha antiterrorista
a nivel global ha sido que los países antes de atacar las causas profundas que
generan el terrorismo, han preferido arremeter casi siempre de modo represivo las
manifestaciones visibles y violentas de este problema (Tokliatán, 2004:41),
enfatizando solamente las medidas militares. De hecho, hemos sido testigos de
cómo la Guerra contra el Terrorismo, declarada por EEUU luego del 11S, se ha
mostrado notablemente contraproducente. Ésta provocó el fin de dos regímenes,
Afganistán e Irak, lo que supuestamente traería mayor paz en cuanto a que los
nuevos regímenes pasarían a ser pro-occidentales, todo lo cual no fue así. Es más,
estos conflictos trajeron consigo miles de muertos y desplazados, destrucción y
tremendos costos, generando una potente inestabilidad en la región, principalmente
en Irak, desde donde entendemos la extensión que ha alcanzado en la actualidad el
Daesh o Estado Islámico.
La guerra contra el terrorismo ha generalizado la creación de enemigos imaginarios
que permite ocultar y gestionar las contradicciones reales del mundo competitivo en
el cual apareció. En este sentido la guerra contra el terrorismo se vuelve una guerra
contra todos, destinada a administrar y reproducir las contradicciones de la
inseguridad generalizada contra la cual pretende luchar (Tahar, 2003:50).
Sin embargo, todo esto se ha visto limitado debido principalmente a que los países
han optado por llevar a cabo iniciativas unilaterales y se ha vuelto difícil realizar un
consenso eficaz a favor de un trato multilateral sobre el terrorismo (Tokliatán,
2004:41). Por lo mismo, hay que buscar la forma de diseñar una estrategia general
de lucha antiterrorista que esté enfocada en todos los frentes en los que el terrorismo
incide, por lo que debe ser integral, ya que ante una amenaza internacional se debe
responder con medidas internacionales. En otras palabras, “el análisis de la
criminalidad internacional y del terrorismo debe abordarse con esa misma
mentalidad supranacional. Se trata pues de combatir un fenómeno cada vez más
internacional con las herramientas y los medios adecuados a ese fin” (De Arístegui,
1997:67). En este marco, las oficinas de seguimiento del crimen organizado, del
narcotráfico, así como del terrorismo, además de las bases de datos y estudios son
elementos útiles que dan cuenta de las características del fenómeno. Esto, sumado
a grupos de trabajo especializados para el análisis de la información y de los riesgos,
puede servir para prestar asesorías a los gobiernos y entes internacionales en estas
materias. En resumen, “es necesario potenciar los intercambios de información antes
mencionados, promover operaciones conjuntas, cuando sean necesarias, organizar
seguimientos transfronterizos y trabajar con los funcionarios de enlace en los ámbitos
bilateral y multilateral” (De Arístegui, 1997:78).
En este sentido, la ONU ha sido un ente primordial. La ausencia de acuerdo respecto
a la definición del concepto de terrorismo, si bien es algo pendiente, no ha sido
obstáculo para alcanzar consensos para la adopción, firma y entrada en vigor de
tratados destinados a combatir al terrorismo (Arroyo Lara, Pérez Gil, & Garay Vera,
2008:581), es decir, que hay una voluntad de parte de la organización de resolver
este problema. Ha sido el Consejo de Seguridad el que ha desempeñado el papel
principal en la lucha contra el terrorismo. El 28 de septiembre del 2001 el Consejo de
Seguridad, basándose en el capítulo VII de la Carta, aprobaba por unanimidad la
Resolución 1373, la cual significó un salto cualitativo y cuantitativo en el tratamiento
del terrorismo. La resolución de carácter vinculante a todos los Estados miembros,
impuso una amplia serie de medidas legales, financieras, policiales y de cooperación,
exigiendo además que todos los Estados firmaran y ratificaran las convenciones
internacionales y protocolos relativos al terrorismo (Rúperez, 2005:69). Con esta
CONCLUSIONES
No parece equivocada la expresión que señala que la violencia sólo engendra más
violencia. Entender las causas que generan grupos radicales y violentos, puede
llevar a frenar las posibilidades de su surgimiento, por lo que se necesitan más
especialistas y una mayor voluntad política por generar iniciativas en pos del
crecimiento y del desarrollo, de la accesibilidad y de mayores oportunidades para las
personas menos favorecidas. Es necesario que nuestros representantes sean
capaces de generar políticas eficaces que vayan en pos de generar cambios en
nuestra sociedad, de terminar con la pobreza, la exclusión, la discriminación y la
violencia, de generar inclusión, tolerancia, participación y compromiso. Es necesario
a su vez, mejorar las políticas de seguridad, poniendo el foco en las agencias de
inteligencia, las policías y las Fuerzas Armadas, además de que éstas sean capaces
de generar una cooperación interagencial que vaya en pos de crear mecanismos
colaborativos de la información con el fin de evitar la mayor cantidad de ataques
posibles, tanto así como el reclutamiento y el financiamiento de las organizaciones o
grupos, dependiendo sea el caso.
El establecimiento de un concepto definitorio sobre lo que es el terrorismo se vuelve
una necesidad imperiosa, tanto en cuanto la seguridad mundial se ve cada día más
resquebrajada. Una definición consensuada serviría para generar una acción
conjunta a nivel internacional que pudiera establecer bases y medidas generales y
específicas en torno a este flagelo.
Ante el problema planteado, la comunidad internacional debe ser capaz de
aprovechar las herramientas que se tienen en la actualidad desde el ámbito de la
cooperación y el compromiso. En este sentido, es posible encausar el fenómeno
globalizador hacia actos de esta índole, de aprovechar la cercanía comunicacional y
los avances tecnológicos, de compartir información y herramientas para generar paz
mundial, desarrollo y crecimiento. Sólo así se construirán las bases para un mundo
más seguro.
Como vemos, los temas no están cerrados, sino que se necesita seguir
profundizando en estudios que den cuenta de la importancia que tiene para el mundo
globalizado la seguridad internacional.
En cuanto a futuras líneas de investigación, sería interesante seguir profundizando
con estudios de casos, en el fenómeno del terrorismo, cómo éste ha impactado al
mundo occidental con fuerza, insertándose en él y cuáles son los métodos y
herramientas para combatirlo. El mundo de los bloques antagónicos y de la mutua
destrucción asegurada desaparecía hacia fines de los 80, dando espacio a un nuevo
orden, que implicaba el establecimiento de un mundo multipolar o unipolar (según la
perspectiva que se tome) que modificó las relaciones interestatales. El desarrollo de
la vida internacional y sus principales elementos -como la economía, las estructuras
de poder, las potencias emergentes, el papel de las ONG, el multilateralismo y la
seguridad internacional, entre otros-, se ha complejizado por la existencia de
múltiples actores y temáticas, así como por la interconexión y la interdependencia
generada por las características del mundo global actual. Lo anterior ha implicado
que también la sociedad civil y los individuos se involucren cada vez más con una
realidad que traspasa fronteras y que los interpela de forma directa, por lo que el
Estado ya no es el único actor. La seguridad es un tema fundamental dentro del
entramado de la vida internacional. Hemos sido testigos de cómo, poco a poco, los
conflictos tradicionales entre Estados han ido dejando espacio a la aparición de
nuevas amenazas emergentes como lo son el terrorismo, el narcotráfico y el crimen
organizado, entre otros.
Los problemas sociales y económicos (inestabilidad financiera, hambre, pandemias
sanitarias, problemas demográficos, violaciones a los D.D.H.H., etc) y las amenazas
al medio ambiente (contaminación, cambio climático, etc) han sido relevantes en los
nuevos enfoques que se le han dado a los estudios de seguridad. En otras palabras,
la seguridad se ha visto ampliada hacia una visión multidimensional. Ante los nuevos
escenarios, las doctrinas de seguridad, las estrategias, instituciones e instrumentos
mostraron ser insuficientes y se evidenció la necesidad de convergencias, sinergias
y alianzas con las nuevas ideas y prácticas de desarrollo y de paz. De ahí la
importancia que han tomado conceptos como el “peacebuilding”, la seguridad
humana, las operaciones de paz, la cooperación, entre otros. Todos temas que
creemos fundamental seguir profundizando.
BIBLIOGRAFÍA
RESEÑAS
En su obra más reciente el gran Kissinger analiza el sistema internacional actual por
bloques de poder, zonas de influencia y fracturas en el régimen de estabilidad
estratégica. La idea motora de este libro es la búsqueda del orden mundial en un
sistema crecientemente inestable, un sistema inmerso en un proceso de
globalización sin precedentes y sometido a las tensiones de una nueva revolución
tecnológica que, como todas las anteriores a lo largo de la historia, decidirá
finalmente quién será el detentador del poder por largo tiempo. Estamos, por tanto,
ante un sistema de transición, desde un (des)orden profundamente inestable
liderado por una potencia hegemónica en retirada, los Estados Unidos, que
emprendió una alocada Guerra Global contra el Terrorismo a escala mundial,
profundamente desestabilizadora, costosísima e inconclusa, a un sistema donde
cuatro potencias clásicas más la Unión Europa se disputan las esferas de influencia
políticas y estratégicas y, como consecuencia de ello, los conflictos menores se
expanden a lo largo de las líneas de fractura de los diferentes espacios territoriales
que dominan cada una de las potencias relevantes. El terrorismo internacional sería
uno más, solo uno más, de los conflictos actuales junto a los de Libia, Siria, Malí,
Yemen y muchos otros a lo largo de un arco geoestratégico que se extiende desde
el norte de África, pasa por Oriente Medio y Asia Central y llega a las regiones
marítimas del sudeste asiático, precisamente donde la potencia predominante, los
el 6, están dedicados a los órdenes regionales surgidos en Asia, casi siempre, por
no decir exclusivamente, de la mano del Imperio Medio, de China, precisamente, una
de las potencias que componen el Directorio del inestable sistema internacional
actual, que tiene aspiraciones hegemónicas en la región del Asia-Pacifico y que, por
ello, chocará decisivamente con la gran potencia hegemónica: los Estados Unidos.
Aunque Kissinger apela a la prudencia, al mantenimiento del equilibrio estratégico y
a las mejores relacionales entre ambas potencias –como no podría ser de otra
manera, tratándose de quien condujo las negociaciones secretas que llevaron al
reconocimiento internacional de la China comunista y a su entrada en el Consejo de
Seguridad de las Naciones Unidas- el conflicto es inevitable: habrá un enfrentamiento
militar a gran escala entre ambas potencias y sus aliados en la próxima década. En
los capítulos 7 y 8 Kissinger continúa con la emergencia del sistema internacional de
la Guerra Fría y la posterior etapa de hegemonía imperfecta que se extiende desde
1991 hasta 2001, que coincide con los años de mandato del Presidente Clinton,
período en el que los Estados Unidos llegaron a la máxima expresión de su poder,
no tenían parangón a nivel mundial y se impusieron en todos los ámbitos –para los
hegemonistas también fue una oportunidad pérdida para acabar definitivamente con
Rusia como gran potencia mundial en el mandato final de Gorbachov y la totalidad
del de Yeltsin-. La desastrosa Guerra Global contra el Terrorismo –no tanto por su
necesidad como por los medios puestos para ganarla- y sus coralarios de retiradas
de Afganistán e Irak ponen de manifiesto la inadaptación de la política exterior
americana a un sistema internacional en el que participaban potencias regionales y
Estados menores sin control, algo inconcebible durante el período bipolar, y donde
las partes en conflicto se dedicaron con fruición a crear grupos armados de todo
pelaje que parecen imponer un nuevo tipo de guerra: el conflicto asimétrico, cuyo
caso paradigmático es la guerra civil en Siria. Paradójicamente, esta novedad
conflictual de la posguerra fría no representa, no parece que sea así, una amenaza
decisiva para la existencia de las grandes potencias, los miembros del Directorio
mundial, a quienes corresponde en última instancia, mantener la estructura
internacional basada en “un conjunto de reglas comúnmente aceptadas que definen
los límites de acción permisible y un equilibrio de poder que lleva a cabo la restricción
cuando las reglas se rompen”. De todo esto habla Orden Mundial que, sin duda,
cautiva desde las primeras líneas; aunque la pregunta es: ¿qué obra de Kissinger no
ha conseguido seducir a sus lectores, sean científicos o estudiantes, hasta ahora?
Este libro, publicado en el año 2015 por el Instituto Universitario General Gutiérrez
Mellado (IUGM), centro dedicado a la investigación y la docencia en el ámbito de la
Paz, la Seguridad y la Defensa, es resultado de una investigación realizada por
académicos de los dos países de la Península Ibérica: España y Portugal.
la seguridad, sobre todo a través de los sistematizado por una de las autoras, Teresa
Rodríguez, en el año 2012.
Este cuarto capítulo mira a la pregunta central y desarrolla escenarios. Este es uno
de los puntos de mayor interés del libro y que mejor responden a las preguntas de
investigación. Quizás en una futura investigación se debería profundizar en los
siguientes cinco puntos:
5. Pasar las tendencias por los escenarios y ver en ese momento que impacto
tienen en las diferentes políticas, las políticas débiles no sobreviven ese
ejercicio - quedan las políticas robustas que sobreviven cada escenario.
sus dos editores, Juan Pablo Arancibia y Claudio Salinas, docentes e investigadores
de la institución.
Tanto los editores como varios de sus autores destacaron en la presentación del libro
que uno de los objetivos fue el de rescatar el pensamiento crítico latinoamericano,
entendiendo que éste está instalado y desarrollado con la fuerza suficiente como
para ligarse al pensamiento crítico europeo o estadounidense. Dicho pensamiento
crítico, plasmado a lo largo de todos los artículos, trata de no limitarse a la academia,
sino extenderse en el debate más cotidiano, no solo en la comunicación política, sino
en todos los ámbitos de las humanidades.
Para concluir, cabe destacar la relevancia del libro como promotor de la investigación
en comunicación política permitiendo indagar en la multitud de definiciones del
campo, sin acotarlo. Son muchas los campos que se ven influenciados por la
comunicación política, no solo los relativos al periodismo, sino también la filosofía
política, la sociología y la antropología. No solo las herramientas han de evolucionar:
La investigación también.
RECEPCIÓN DE CONTRIBUCIONES
Los artículos de acuerdo a las normas establecidas deben enviarse en digital al
correo electrónico: recsyj@utn.edu.ec
TÍTULO: Debe ser breve y estar traducido al idioma Inglés. En el caso en el que la
contribución científica esté escrita en un idioma distinto al español, el título habrá de
estar traducido a esta lengua. En el supuesto de estar escrito en un idioma distinto a
español e inglés estará escrito en esas tres lenguas: (original del artículo, español e
inglés).
RESUMEN. Sobre las 250 palabras. Debe indicar con claridad: objetivos, método,
resultados, interpretación y conclusiones que será traducido al idioma inglés. En el
caso en el que la contribución esté escrita en un idioma distinto al español, el título
habrá de estar traducido a esta lengua y también al inglés.
PALABRAS CLAVE. Debe contener al menos tres palabras clave que indiquen los
principales aspectos del artículo y ser traducidas al idioma Inglés. En el caso en el
que esté escrito en un idioma distinto al español, el título habrá de estar traducido a
esta lengua. En el supuesto de que el artículo esté escrito en un idioma distinto a
español e inglés las palabras clave figurarán en esas tres lenguas: (original del
artículo, español e inglés) y siempre después del “abstract”.
VOLUMEN 1 NUMERO 1
http://www.utn.edu.ec/recsyj/