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¿Somos una sociedad enferma y

al borde del suicidio?


Por: José Mendívil
1. ¿Cómo hemos llegado a esta situación en la que nuestro deber ciudadano de elegir se tirará
por la borda en unas semanas, el 6 de junio, al dejar de ser un acto voluntario y libre, y
vernos obligados a optar por uno de los dos candidatos en segunda vuelta, que vienen
siendo cuestionados por actos relacionados con su historia política y sus declaraciones, y
evidentemente por no estar preparados ni tener el perfil del estadista que necesita nuestra
República para empezar a salir de la grave crisis que enfrenta, y con buen pie iniciar, a partir
del próximo 28 de julio, fecha en la que celebraremos 200 años de vida republicana, el
camino que nos conduzca a la realización de La Promesa de la Vida Peruana de la que nos
hablara el historiador de nuestra República, el tacneño Jorge Basadre?
2. ¿Por qué seguimos permitiendo que corruptos y prontuariados sigan siendo elegidos a la
Presidencia de la República, al Congreso de la República; que sigan manipulando y tomando,
desde las sombras y los penales las principales decisiones sobre el presente y el futuro de la
vida de nuestra nación; por qué dejamos que los ministerios, los cargos de confianza, los
cargos principales en el aparato del Estado Peruano sigan en manos de inescrupulosos y
mediocres; por qué permitimos que ministerios como el del interior, educación o cultura
estén en manos de Ongs; qué el Ministerio de Energía y Minas esté en manos de lobbies y
de exfuncionarios de las principales empresas mineras; por que dejamos que la Fiscalía de la
Nación esté en manos de fiscales que sirven y protegen a funcionarios públicos con claras
evidencias de haber cometido graves delitos contra el Estado peruano, y qué el Poder
Judicial haga lo que le da la gana con la ley para proteger a sus amigotes y perseguir a sus
enemigos y a ciudadanos del pueblo; por qué dejamos que el Tribunal Constitucional por la
conducta funcional de sus miembros pierda autonomía y autoridad jurídica por las
sentencias emitidas que afectan los intereses de la nación y el sentido social y ético de la
democracia y la justicia; por qué seguimos permitiendo que gobiernos regionales y
municipales estén en manos de improvisados y corruptos?
3. ¿Por qué dejamos que la explotación de nuestros recursos naturales, que otros envidian y
ambicionan, quizás imaginando que no tenemos memoria histórica ni de sus lecciones
desde la escuela, siga solo beneficiando a un lado de la sociedad, y no sirva para el
desarrollo de infraestructura vial, portuaria, aérea, digital y espacial que siente las bases de
una nueva economía y país industrializado; por qué dejamos que se siga destruyendo
nuestra riqueza ecológica, se contaminen cabeceras de cuencas en detrimento de la
producción agropecuaria y de las cuentas externas entre exportaciones e importaciones de
alimento; por qué no tenemos políticas de Estado de largo plazo para una nueva economía y
nuestra soberanía alimentaria en un mundo que cambia tecnológica y ambientalmente; por
qué invertimos tan poco en educación y en investigación científica y tecnológica para el
desarrollo; por qué no nos preparamos para el mundo que está viniendo y el nuevo orden

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mundial; por qué no somos sensatos y pragmáticos para los cambios que requiere la
economía y la forma en que nos gobernamos los peruanos?
4. ¿Por qué dejamos que la educación de nuestros hijos siga siendo deficiente y carezca de
políticas y de recursos para avanzar en la dirección de los cambios que están transformando
el mundo; por qué somos tan conservadores y apresurados cuando hablamos de un nuevo
modelo económico y de una Nueva Constitución; por qué no nos damos cuenta que los
conservadurismos y los extremismos no nos dejarán ser una patria para todos?
5. ¿Por qué elegimos el suicidio político de nuestra nación, y no hacemos lo que debemos
hacer para evitar la división entre peruanos y la existencia de varios Perú, el Perú de Lima y
capitales de departamento, y el Perú de las provincias o Perú Profundo; por qué preferimos
juntar nuestras voces a las del autoritarismo, el abuso del poder y a la repetición de lo
mismo, y desperdiciar así el futuro de las generaciones del mañana?
6. ¿Por qué no empezamos a dar pasos firmes hacia el futuro de nuestra patria en el mundo
que viene; por qué dejamos que el miedo, el odio y la incertidumbre se adueñen de
nuestras emociones, razón y decisiones; por qué actuamos con indiferencia ante la
necesidad de consensos, de pragmatismo y de unidad de nosotros los peruanos; por qué
seguimos siendo racistas si somos tan mezclados y abunda entre nosotros el mestizaje de
rostros y culturas; por qué preferimos nuestros faccionalismos ideológicos, raciales,
culturales, geográficos y étnicos, en lugar de reconciliarnos en la unidad de la nación y una
peruanidad sin exclusiones
7. ¿Por qué dejamos que la patria y las esperanzas de millones de peruanos mueran casi todos
los días; por qué dejamos que la muerte por causa de la pandemia se ensañe con los que
menos tienen para cuidar su salud y atenderse; por qué no están presos los responsables y
aliados de la pandemia por ineptos y genocidas; por qué entre canticos de muerte y
proclamas de guerra marchamos hacia el suicidio político de nuestra patria siguiendo las
banderas de los que quieren repartirse el país; por qué elegimos el suicidio de nuestra
sociedad; por qué no tenemos el país que nos merecemos; o la verdad es que el país y la
geografía que nos rodea no nos merecen? ¿Por qué preferimos seguir siendo de alguna
forma la misma sociedad peruana que conociera Gonzales Prada, o la de Vargas Llosa; y no
la sociedad con la que soñaron Ricardo Palma, José María Arguedas y Julio Ramón Ribeyro,
una sociedad de todas las sangres? ¿Qué sociedad somos?

Perú, 9 de mayo del 202

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