Shapiro, Lawrence E. Carrillo Zepeda Ahtziri Yadira. Formación cívica y ética. Blanca Silva Martínez. 304
Consideraciones Personales
Shapiro plantea once cualidades de la inteligencia emocional: capacidad de empatía,
expresión y comprensión de sentimientos, autocontrol, independencia, capacidad de adaptación, simpatía, capacidad de resolver problemas en conjunto con otros, persistencia, cordialidad, amabilidad y respeto. Sin embargo, nuestra sociedad ayuda poco o nada al respecto. Shapiro alude que la máxima de Thomas Edison: “el genio es un uno por ciento de inspiración y un noventa y nueve por ciento de transpiración”, poco dice a las generaciones actuales que lo reciben todo dado, tanto en el hogar como en la escuela. Pocos niños y niñas tienen la posibilidad de percibir la relación causa-efecto entre el trabajo duro y el éxito. A esto se suma un sistema escolar competitivo con tanto énfasis en el éxito que, especialmente, en la etapa de la adolescencia, son muchos los que desarrollan un paralizante temor al fracaso. Utilidad para el trabajo docente El texto presenta estrategias fáciles de aplicar, tales como juegos, relatos, ejercicios y cuentos, que pueden guiar el descubrimiento y la satisfacción de necesidades de los niños y niñas para el logro de su desarrollo emocional que incluya: una actitud optimista y de confianza frente a la realidad, capacidad de superar frustraciones y mantener esfuerzos ante el fracaso, de enfrentar dificultades y resolver problemas incrementando la confianza en sus propias capacidades, de afrontar el estrés y formar hábitos de estudio, así como la automotivación y persistencia que permitan alcanzar la autodisciplina. Shapiro alienta el uso del computador como herramienta privilegiada para desarrollar la inteligencia emocional. Recomienda los softwares interactivos y los juegos con valor educativo. Aconseja que los padres, madres y educadores aprovechen la ocasión para compartir con los niños y niñas, estableciendo una relación de guía y acompañante en esta interesante y emocionante acción de búsqueda. El aporte más relevante del libro está en motivar la reflexión acerca de las ventajas de desarrollar la inteligencia emocional en los niños y niñas, a la vez que puede servir de ayuda, a nivel de aula, para vertebrar los objetivos fundamentales transversales referidos al desarrollo personal con los contenidos mínimos obligatorios y para tomar conciencia sobre la importancia de un mundo afectivo personal que facilite el adecuado desarrollo emocional, tanto a nivel familiar como escolar, que le permita al niño y niña ser felices y tener éxito.