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Conflictos y violencia en las Aulas

de la Post-Modernidad
Clemente Alonso, Pascual – Ferreyra, Micaela -

N° 3
Irusta , Eliana – Podestá , Victoria – Tasistro, Victoria

Avanza”
Dr. “Julio César
Formación Docente
Instituto Superior de
2012

Sociales
Interacciones
4to. Intelectual
Profesorado en
Educación Especial

Docente: Loscalzo, Wanda L.


TÍTULO
“Conflictos y violencia en las aulas de las Post-Modernidad”.
TEMA
Violencia Escolar
ABSTRACT
Este proyecto presenta una visión específica de la violencia escolar en la post-
modernidad, revisando y analizando los problemas que originan la violencia,
sus factores, los climas áulicos que favorecen la violencia escolar, ya sea
simbólica, verbal o física y también los modelos de intervención que se han
aplicado y cuáles otros se pueden aplicar.
Por otra parte hemos hecho un estudio de caso de 5 aulas diferentes de
escuelas de la periferia para demostrar que un docente hoy en día, vive y
convive con situaciones de violencia, que muchas veces se encuentran
naturalizadas y esto hace que el docente no posea las herramientas necesarias
para afrontarla o prevenirla.
INTRODUCCIÓN
En el marco de la educación obligatoria, los conflictos constituyen una de las
preocupaciones más importantes de docentes, directores, orientadores, padres
e instituciones educativas.
El respeto y el mantenimiento del orden en nuestras aulas resultan actividades
a las que se dedica a diario un gran esfuerzo sin que se consigan, en muchos
casos, los resultados esperados.
El aula es un espacio de convivencia que está constituida por un agrupamiento
humano de carácter social y como tal se enfrenta a problemas vinculados a la
vida y dinámica de grupos: convivencia, normas, relaciones de poder,
cooperación.
Por lo tanto, el aula es un ámbito dónde se generan frecuentes tensiones y
conflictos interpersonales que ocurre entre dos o más personas que actúan
para conseguir objetivos o metas que les resultan incompatibles.
Cuando algo no marcha bien con frecuencia los estudiantes recurren a los
golpes, las patadas, los mordiscos, los empujones y los gritos hacia otras
personas ya sea docente o compañeros de clase, estas razones constituyen
una de las preocupaciones más grandes de los docentes, tutores, orientadores,
padres e instituciones educativas.
A lo largo de las páginas siguientes se delimita el campo de la conflictividad en
la educación y se establecen estrategias que permiten el control, así como la
creación de espacios para la resolución de los conflictos de acuerdo con la
cultura y características de cada institución. Apoyándonos en distintos autores
como Baeza Silvia, Osorio Fernando, Castro Santander, Torres Viviana y
entrevistas realizadas a la psicopedagoga Loscalzo Wanda, notamos que
tratan este tema desde diferentes puntos de vista, pero siempre haciendo
hincapié en la preocupante y creciente realidad con la que estamos
conviviendo.
Baeza sostiene que el clima escolar, en sus aspectos benéficos o adversos,
afecta a todos los miembros del sistema, en distintas magnitudes, tanto
docentes, directivos, alumnos, indirectamente a los padres, las familias y a toda
la comunidad educativa en general.
Dentro del concepto amplio de clima escolar, es legítimo desde nuestra
perspectiva teórica recortar un micro clima interior y característico de cada
escuela y dentro de cada escuela un microclima perteneciente al aula. En las
escuelas con clima social positivo hay mejor nivel de rendimiento y menos
deserción y conflictos escolares.
En cuanto a la parte judicial, hemos fundamentado nuestro proyecto en
distintas Leyes.
Una de ellas es la LEY NACIONAL 24.417 DE PROTECCIÓN CONTRA LA
VIOLENCIA FAMILIAR, que expresa en el:
ART. 1: “toda persona que sufriese lesiones o maltrato físico o psíquico por
parte de alguno de los integrantes del grupo familiar, podrá denunciar estos
hechos en forma verbal o escrita ante el juez con competencia en asuntos de
familia…”
ART. 2: indica cuáles son las personas obligadas a denunciar los casos de
abuso de que fuera victimas los menores o incapaces, citando entre ellos a los
servicios sociales, educativos, públicos o privados, los profesionales de la salud
y todo funcionario público en razón de su labor.
En cuanto a la LEY PROVINCIAL 12.569
El ART. 3 expresa que: “las personas legitimadas para denunciar judicialmente
son las enunciadas en los artículos 1 y 2 de la presente Ley, sin necesidad del
requisito de la convivencia constante y toda persona que haya tomado
conocimiento de los hechos de violencia la denuncia podrá realizarse en forma
verbal o escrita”
El ART. 4: indica que “cuando las victimas fueran menores de edad, incapaces,
ancianos o discapacitados que se encuentran imposibilitados de accionar por sí
mismo, estarán obligados hacerlo sus representantes legales, los obligados por
alimentos y(o el Ministerio Público, como así también quienes se desempeñan
en organismos asistenciales, educativos, de salud y de justicia y en general,
quienes desde el ámbito público o privado tomen conocimiento de situaciones
de violencia familiar o tengan sospechas serias de que puedan existir. La
denuncia deberá formularse inmediatamente”
A su vez, el Código Procesal Civil y Comercial, en sus arts. 234, 235, 236 y 237
apuntan a proteger a menores o incapaces que sean maltratados por sus
padres, tutores, curadores o guardadores o que sean inducidos a cometer
actos lícitos o expuestos a graves riesgo físicos o morales.
Contempla la posibilidad de denunciar el caso de menores abandonados.
El proceso establecido para formular la denuncia es por intermedio del Asesor
de Menores y con intervención del juez competente en razón del domicilio del
menor en cuestión.
Para la denuncia por Protección de Personal basta presunciones y/o
sospechas.
Y por último la CONVENCIÓN DE LOS DERECHOS DEL NIÑO en sus
artículos 34 y 19 expresan que:
ART.34: insta a los países a impedir “la incitación o coacción para que un niño
se dedique a cualquier actividad sexual y legal, la explotación del niño en la
prostitución u otras prácticas sexuales ilegales y la explotación del niño en
espectáculos y materiales pornográficos”
ART.19: “los Estados partes adoptarán todos las medidas legislativas,
administrativas, sociales y educativas apropiados para proteger el niño contra
toda forma de perjuicios o abuso físicos o mental, incluido el abuso sexual,
mientras el niño se encuentre bajo la custodia de los padres, de un
representante legal o de cualquier otra persona que lo tenga a su cargo”.

Tomando como inicio a Silvia Baeza, sostiene que en un sistema escolar sano
encontramos:
- La conexión y el compromiso de los miembros entre sí.
- El respeto por las diferencias individuales.
- Las relaciones entre pares y adultos se caracteriza por el respeto mutuo
y el poder igualitario.
- El liderazgo y la autoridad parental o adulta efectiva.

- La estabilidad en la organización del sistema familiar/áulico.

- Las características de flexibilidad.

- Una comunicación abierta, clara, directa.

- Una efectiva resolución de problemas.


- Un sistema de creencias compartidas.

- Los recursos adecuados de seguridad económica y soporte psicosocial.

Y también desarrolla el tema de clima aúlico:


Una clase cohesionada, es aquella en la cual los miembros pasan tiempo
juntos, se apoyan y ayudan entre sí. El concepto incluye sostén y estímulo o
motivación mutua, cooperación y habilidad para compartir entre los miembros.
La cohesión permite que un aula tenga una identidad que la diferencie de otras
aulas.
Un aula flexible es aquella en la cual los alumnos y docente/s se adaptan a las
necesidades cambiantes, con un grado de conceso compartido y beneficioso
para todos. Las jerarquías son claras.
La comunicación funcional, abierta y directa se refiere a que todos los
miembros pueden expresar claramente sus pensamientos y sentimientos,
pueden escuchar a otros miembros y sentirse escuchados y respetados. En
este aula con comunicación, van a existir discusiones, intercambios, y una
escucha atenta.
Aulas disfuncionales:
Aulas enmarañadas: se caracteriza por poseer una cohesión alta, intensa,
extrema, con confusión de roles y/o jerarquías entre los miembros y fronteras
demasiado cerradas respecto del sistema mayor, escuela. Hay poco espacio
para la autonomía, Las fronteras están cerradas a la interacción con otros
sistemas.
Aulas desconectadas: Es lo contrario al aula enmarañada, hay poco apego
emocional entre sus miembros. El aprendizaje es individual de cada alumno, al
igual que la motivación: “Cada uno hace lo suyo”.
Aulas caóticamente enmarañadas: No hay una clara jerarquía del docente. Al
combinar el caos con el estilo enmarañado, vemos una excesiva cohesión, una
confusión generalizada ya que los miembros no saben claramente a qué
atenerse ya que las pautas varían continuamente. Hay una excesiva exigencia
de lealtad entre los miembros, lo enmarañado, impide la autonomía y
crecimiento personal. El aprendizaje se da en un ambiente desorganizado, sin
mediación docente que sostenga o andamiaje los aprendizajes.
En una situación caótica es poco probable que los aprendizajes resulten
significativos.

- Aulas caóticamente desconectadas: Nadie está a cargo, hay escaso


apego emocional entre sus miembros. Muchos docentes presentan
quejas por su nivel de desorganización y comportamientos inaceptables
para el ámbito escolar. El aprendizaje generalmente carece de
continuidad, con escasas posibilidades de trabajos cooperativos.

- Aulas rígidamente enmarañadas: Muestran un docente de estilo


autoritario, que explícitamente exige/demanda absoluta lealtad y usa
estrategias para mantener esta lealtad. El excesivo liderazgo adulto
puede ser un factor inhibitorio en el aprendizaje. El docente exige lealtad
hacia él, y puede llevar a que los alumnos encuentren un enemigo
común influenciados por él.

- Aulas rígidamente desconectadas: Muestra un estilo autoritario


centrado en el docente pero con escaso apego emocional. La
obediencia a este docente puede coartar la autonomía individual y dejar
sin soporte efectivo a los alumnos. Hay una hipoinvolucración del
docente y de los alumnos, por lo cual frecuentemente no hay supervisión
o actividades de enriquecimiento. El patrón de aprendizaje se
caracteriza por poco apego emocional, poca motivación y por la falta de
aprendizaje cooperativo – colaborativo y significativo.

De igual forma, se analizan los factores que determinan la aparición de


situaciones conflictivas: pérdida de autoridad, desvalorización de la sociedad,
influencia negativa de los medios de comunicación, desintegración del modelo
familiar tradicional, etc.
En la parte final se abordan diferentes propuestas de intervención en el aula
con la finalidad de aportar aspectos prácticos y cercanos a la realidad que
viven los centros.
OBJETIVOS
OBJETIVO GENERAL
•Implementar estrategias pedagógicas como el trabajo cooperativo que
solucionen los conflictos en el aula de clase.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS
•Adquirir información a través de entrevistas a especialistas sobre estrategias
para mantener la paz y solucionar los conflictos en el aula.
• Analizar a través de dinámicas grupales las actitudes de los estudiantes ante
los demás compañeros.
• Diseñar actividades lúdicas que den lugar a espacios de participación, de
diálogo, de reflexión y de construcción democrática.
•Aplicar actividades lúdicas que favorezcan la buena convivencia en el aula de
clase promoviendo la educación en valores.
• Evaluar los resultados obtenidos para solucionar los conflictos que se
presentan.
• Facilitar la resolución de conflictos en el aula a través del trabajo cooperativo
como estrategia pedagógica.
HIPÓTESIS
El respeto, la tolerancia y el mantenimiento del orden en las aulas de clase
resultan actividades a las que se dedica a diario un gran esfuerzo sin que se
consigan en muchos casos los resultados esperados ya que la violencia existe
y existió desde siempre, motivo por el cual hoy en día las aulas son espacios
en donde la violencia escolar predomina.
PLANTEAMIENTO
DEL PROBLEMA
¿QUE ESTRATEGIAS PEDAGÓGICAS SE PUEDEN IMPLEMENTAR PARA
SOLUCIONAR CONFLICTOS EN EL AULA?
Conflicto
Una idea clave que es importante aclarar desde el comienzo es que conflicto y
violencia no son lo mismo, siendo esta última un claro exponente del primer
término.
De esta forma, la violencia siempre va acompañada de nuevos conflictos, pero
el conflicto no siempre entraña situaciones de violencia.
Así, por ejemplo, en el ámbito educativo se manejan otros términos similares
como indisciplina o mal comportamiento.
En los últimos años se está produciendo una tendencia en sectores cercanos a
la educación, en determinadas posiciones políticas y sociales y en cierta
prensa sensacionalista a generar la idea de que los conflictos o la violencia en
las escuelas es un hecho generalizado, sin llegar a matizar realmente el
alcance de tales argumentos y confundiendo ambos términos utilizados. Está
claro que no es lo mismo un conflicto generado por la desavenencia de dos
alumnos al compartir el material, solucionado a través de la mediación del
docente, que una auténtica pelea en el patio de recreo debido a la intolerancia
de uno de los niños en el reparto de los roles del juego.

Violencia:
• Es el empleo ilegítimo o ilegal de la fuerza .

• Fuerza intensa, impetuosa. Abuso de la fuerza. Fuerza que se emplea contra


el derecho o la ley. (diccionario "Pequeño Larousse Ilustrado")
• Calidad de violento. Acción y efecto de violentar o violentarse. (Diccionario
"Clarín")
• Tiene un carácter destructivo sobre las personas y los objetos. (Pedro de
Torres y Francisco Espada)
• Es aquello que aparece cuando algo que se necesita está ausente. (
• Cuando se coacciona a alguien, cuando se lo somete a algo que rechaza. Es
el desprecio por la voluntad del otro. Es la ruptura de una armonía
preestablecida.
• Acción y efecto de utilizar la fuerza y la intimidación para conseguir algo.
(Gran Enciclopedia Universal "Espasa Calpe" Clarín)
Violentar:
• Obligar, forzar. Vencer uno su repugnancia hacia algo o alguien. (diccionario
"Pequeño Larousse Ilustrado")
• Aplicar medios violentos para vencer una resistencia. Dar interpretación o
sentido violento a lo dicho o escrito. Exponer a alguien a una situación violenta.
(Diccionario "Clarín")
• Aplicar medios violentos para vencer alguna resistencia. Vencer uno su
repugnancia a hacer alguna cosa. (diccionario enciclopédico ilustrado
"Sopena")
Violento/a:
• Que tiene fuerza impetuosa. Estar violento en un lugar, no estar a gusto.
(diccionario "Pequeño Larousse Ilustrado")
• Que está fuera de su estado, situación o modo natural. Que se ejecuta contra
el modo natural o fuera de la razón y la justicia. Aplíquese al que se deja llevar
fácilmente por la ira. (Diccionario "Clarín")
• Que obra con ímpetu y fuerza. Aplíquese a lo que uno hace contra su gusto.
Que se hace contra el modo regular. (diccionario enciclopédico ilustrado
"Sopena")
No Violencia:
• Procedimiento para conseguir un fin por medio por medio de actos no
eficaces en sí mismos, pero de gran notoriedad pública, fundamentalmente la
resistencia civil. (Gran Enciclopedia Universal "Espasa Calpe" Clarín)
Agresión:
• Es el acto de "acometer y atacar".
• Acto contrario al derecho del otro. Acción y efecto de agredir, atacar.
(diccionario "Pequeño Larousse Ilustrado" y "Clarín")
• Desequilibrio psicológico que provoca la hostilidad de una persona a las otras
que lo rodean. (diccionario "Pequeño Larousse Ilustrado")
• Es una respuesta adaptativa y forma parte de las estrategias de afrontamiento
de los seres humanos a las amenazas externas. Gracias a esta conducta se
puede salir airoso de situaciones peligrosas.
• Acto de acometer a alguno para matarlo, herirlo, o hacerle cualquier daño,
especialmente sin justificación. Acto contrario al derecho ajeno. Atacar con
violación de derecho. Ataque rápido y por sorpresa, realizado por el enemigo,
considerado injusto o reprobable. (diccionario enciclopédico ilustrado "Sopena")
• Acto de agredir a alguien o a algo para hacerle daño. Acto contrario al
derecho del otro. Todo lo que atenta contra la integridad de los organismos o
su equilibrio. Implica provocación y violencia. (Gran Enciclopedia Universal
"Espasa Calpe" Clarín)
Bullying:
• Forzar a uno con amenazas. Torear, patotear, matón, valentón. (diccionario
inglés "Collins")
• Matón, valentón, bravo. Forzar a uno con amenazas. Intimidar, tiranizar.
(Langenscheidt. Diccionario Internacional Español-Inglés/ Inglés-Español. Ed.
Aumentada y actualizada)
• Proceso de abuso e intimidación en los centros de estudio, sistemático y
creciente, por parte de ciertos compañeros hacia otro, con el beneplácito del
grupo. (Nora Rodríguez, filóloga y pedagoga)
• Hay tres modos en que se manifiesta: el físico, el psíquico y el verbal. (Flavia
Sinigagliesi, pediatra)
Al BULLYING que no respeta edad ni condición social, y es la situación de
acoso, victimización o intimidación a la que in alumno es sometido durante
largo tiempo por temor a “decir” o porque “dijo” y no fue escuchado- no se le da
importancia y se lo interpreta como un problema de chicos que deben
solucionar entre ellos. El acosado es insultado, se le ponen sobrenombres
agraviantes, se burlan de él, lo amenazan, le tirad cosas, le pegan, lo aíslan.
Sucede dentro y fuera de la institución escolar: se trata de maltrato entre
iguales. Es importante generar conciencia entre los alumnos, posibilitarles
sistemas de expresión y estimularlos para que hablen con sus amigos, sus
padres y sus profesores. Este tipo de intimidación impacta sobre la autoestima
y produce sentimientos de culpabilidad, con lo cual la víctima considera que si
habla las consecuencias van a ser mucho peores.
El niño discriminado genera desconfianza tanto en los educadores como en sus
padres; ellos suelen pensar que es él quien tiene problemas, es raro o no se
conducen bien en grupo.
Los adultos suelen obligarlo a acomodarse a la discriminación y sienten que
ellos son eficaces si mantienen un equilibrio entre decir y el hacer.
Acomodarse a la discriminación es lo que se les pide a los niños y
adolescentes discriminados como diagnósticos óptimo de su eficacia
adaptativa. Sin embargo, no es nada más y nada menos que ajustarse a la
violencia y favorecerla.

La Violencia en las Escuelas


La violencia en el ámbito escolar puede ser considerada "una manifestación
más del proceso de deterioro de las instituciones", causada por "las políticas
que derivaron en la pérdida de lazo social y exclusión".
La escuela no puede aislarse del clima en el que está envuelto hoy un amplio
sector de la población, asediado por la desocupación, la inseguridad, la
pobreza y la indigencia, entre otros males, como también por graves razones
económicas y sociales. Este en un fenómeno complejo y de múltiple
causalidad, donde se advierte el interjuego de tres instancias: La social o
violencia contra la escuela, la familiar en la escuela y la institucional o violencia
en la escuela.
Faltan herramientas y espacios de contención y reflexión para los docentes,
que se ven obligados a hacer frente a demandas que exceden por mucho sus
funciones específicas.
La violencia escolar es la que genera el sistema educativo por si mismo y
existe desde que se crearon.
Para Fernando Osorio la violencia en las escuelas acapara las tapas de los
diarios, los reportajes en las radios y ocupa un lugar preponderante en la
televisión.
Los hechos de Carmen de Patagones, donde un estudiante secundario asesinó
a sangre fría y con un arma de fuego a algunos compañeros en la sala de
clase, mostraron las caras patéticamente postreras del asunto: la banalización,
el oportunismo (el Ministerio de Educación de la Nación aprovechó la ocasión
para que en los medios apareciera la creación de un “observatorio” de violencia
escolar. La coartada perfecta, que suceda violencia en una escuela no quiere
decir que esto signifique violencia escolar, la excusa, el padre del estudiante
era militar, golpeador.
Si la vieja alianza escuela-familia se basaba en la adaptación al cliente en el
que se desdibuja la vieja asimetría en la relación docente-alumno, adulto-
niño/adolescente. Pero este declive de la asimetría no es otra cosa que la
desresponsabilización del mundo adulto respecto de la suerte de quieren tienen
que proteger.
El adulto desresponsable puede ser el docente, la escuela, y, especialmente, el
funcionario político, pero la consecuencia es siempre más o menos la misma; la
dilución de la legitimidad del lugar del educador y la invención que es ineficaz y
perversa, una mentira que genera violencia.
La pelea es porque los educadores recuperemos el poder de educar: dejar de
lado la metodología de la adaptación al cliente y asumir el hecho de que somos
nosotros, tenemos algo nuevo y distinto que brindar y estamos dispuestos a
hacerlo.
En el marco de una sociedad fragmentada, este fenómeno parece extenderse
por todos los niveles sociales.
Para el licenciado en Psicología Fernando Osorio “Un pibe que está
abandonado desde que nace y que no recibe una regulación de parte de un
adulto llega a los ocho años con un descontrol interno que se lleva el mundo
por delante; internamente siente que nada lo limita.
Una pila de bancos que se le caiga encima apenas traspase la puerta, un
alumno que amenace con una navaja, insultos, robos, preservativos arrojados
desde el fondo del salón. Todo eso puede encontrar un docente en el aula.
La violencia escolar actual es inédita y está en todos los niveles sociales. “Se
da tanto en las escuelas de San Isidro como en las de Fuerte Apache”, afirma.
En el medio de una sociedad fragmentada, las escuelas quedaron en el ojo de
la tormenta. Ante la tarea de incluir a chicos que la mayoría de las instituciones
excluye -inclusive la familia- son escenario de múltiples conflictos en los que
prima la agresión y la violencia”.

Factores que inciden en la emergencia de conductas agresivas en niños y


adolescentes en la escuela.
Según la Licenciada Wanda Loscalzo “Influyen todos los sectores siempre
cuando haya un sistema involucrado en una situación escolar, todos los actores
están involucrados ahí es donde se hace hincapié yo puedo modificar uno de
los sistemas y hacer un efecto y vos modificar otros sistemas donde se produce
la violencia”.
Además manifestó que se da en todos los contextos y donde se ve la demanda
es en la institución educativa, los chicos ahí denuncian lo que no pueden poner
en palabras a través de la violencia, en un acto violento.
La aparición de conductas agresivas y episodios de violencia en la escuela
obedece a una gran cantidad de causas, algunas muy actuales y otras de larga
data, y a la interacción de factores sociales, culturales, institucionales y de
personalidad. Entre ellos, pueden señalarse:
Desde lo social y cultural.
- La disolución de normas, límites y reglas de juego, fruto tanto de una
sociedad permisiva como de pautas de negociación de límites
inadecuadas.
- Pautas de crianza que oscilan entre la sobreprotección u el abandono, la
ausencia de castigos o la brutalidad de los mismos.
- Una cultura que propicia la valoración del aquí y del ahora, del tener mas
que del ser, que no promueve la elaboración de proyectos de vida y el
análisis de conductas y consecuencias desde un marco coherente de
convicciones.
- Una sociedad que exalta la violencia. La exposición de niños y
adolescentes a la violencia tiene efectos reales sobre sus conductas:
- La violencia engendra violencia.
- Desensibilización: el niño pierde la sensibilidad frente a ella. Se
conmueve menos ante ellas, esto facilita que, ellos mismos puedan
llevar a cabo acciones violentas sin sentir mucho remordimiento.
- Victimismo: son vulnerables y no desarrollan otras estrategias de
defensa.

Desde lo institucional.
- Muchas escuelas, han olvidado trabajar los problemas interpersonales
implícitos en la convivencia diaria, por lo que se encuentra en graves
dificultades para dar una respuesta educativa ante el comportamiento
antisocial o, a los problemas de convivencia en general.
- Modelos de gestión de la convivencia y de la disciplina que vigilan,
sancionan, castigan, expulsan, reprimen, etc., en vez de educar, de
aprovechar los conflictos escolares para hacer aprendizajes sociales.
- La disminución progresiva, gradual, de la autoridad de los docentes
frente a los alumnos que se debe tanto a la descalificación que la
sociedad hace de su rol, como a la pérdida de motivación y de sentido
de la tarea de enseñar.
- Inadecuados modelos educativos, estilos de enseñanza contenidos y
agrupamientos de alumnos.
- Ausencia de programas que promueven el desarrollo de habilidades
sociales y la adquisición de estrategias de resolución de conflictos, tanto
en docentes como en alumnos.

Desde lo socio-familiar.
- Clima de tensión; presencia de personas irritables, explosivas o
impulsivas.
- Ausencia de normas claras.
- Pobre comunicación; escaso uso de la palabra.
- Agresión verbal, psicológica o física entre los miembros de la familia.
Si por un momento se piensa sobre el porqué de estas situaciones es posible
llegar a encontrar razones claras que la justifican; entre ellas se puede señalar
la amplitud del significado de la noción de comportamiento, y la dificultad
aumentada en la distinción entre lo normal y lo patológico, que al situarse en un
marco evolutivo, se incrementa.
En primer lugar, la identificación de comportamiento o conducta con
manifestación externa, llevaría a considerar como trastorno de comportamiento
cualquier tipo de perturbación que conlleva una manifestación externa
conductual; esto supondría, en realidad, toda la psicopatología infantil. Ciertos
autores incluyen bajo estas denominaciones todas las perturbaciones infantiles,
excepto los grandes síndromes como la psicosis, alteraciones neuróticas, etc.
Este planteamiento tan amplio resulta poco fructífero como aproxima al tema,
ya que su heterogeneidad interna no permite abordar un estudio global de las
consecuencias y las intervenciones del comportamiento, sino tendría que
realizarse de forma específica para cada subgrupo o trastorno concreto; de
esta forma el concepto de trastorno de comportamiento pierde su significado.
En segundo lugar, la clásica polémica de la frontera entre lo normal y lo
patológico se agudiza al aplicarse a este tipo de problemas de la población
infantil y adolescentes. Esto es así por dos razones: por la inevitable
relativización del concepto patológico al situarse en un contexto evolutivo y por
la referencia social implicada en la identificación del trastorno.
Se podría identificar como trastorno de comportamiento los siguientes: ciertas
conductas que afectan a la relación del sujeto con su entorno e interfiere
negativamente en su desarrollo; que se constituyen en síntomas pero no se
organizan en forma de síndrome, sino que se presenta de forma aislada o en
combinaciones muy limitadas; que no son patologías en sí mismas, sino que el
carácter patológico viene dado por su exageración, déficit o su persistencia
más allá de las edades en las que pueden cumplir un papel adaptativo; que
son estables, y por lo tanto resistentes a la intervención, que los trastornos
situacionales transitorios pero menos que la psicosis neurosis y otros trastornos
profundos.
Así pues, para poder identificar cuándo un niño presenta este tipo de trastorno
y requiere una atención especial, bien sea familiar o educativa, es necesario:
 Conocer el desarrollo norma del niño teniendo muy presente la gran
variabilidad comportamental existente, fruto de la interacción de
numerosos factores (edad, sexo, factores genéticos, contexto familiar y
social).
 Reconocer la existencia de patrones conductuales que tienen carácter
transitorio y no implican una evaluación psicopatológica.
 Valorar hasta qué punto las alteraciones conductuales están interfiriendo
o dificultando la admisión o desarrollo de ciertas capacidades u
habilidades cognitivas y sociales del niño.
Así como el enlace de las consecuencias de dichos trastornos en el
medio en el que se desarrolla. Todo ello obliga a ser cautos a la hora de
establecer el diagnostico, entendiendo éste como un mera asignación
de etiquetas, sino como un proceso de conocimientos de las
potencialidades y necesidades especiales del niño.
Tipos de trastornos que entra en la categoría del trastorno de
comportamientos:
HIPERACTIVIDAD:
Hace referencia a uno de los trastornos del comportamiento que con mayor
frecuencia se manifiesta en la edad preescolar y escolar, caracterizado por un
nivel de actividad motriz excesivo y crónico, déficit atencional y falta de
autocontrol.
En un principio se definió como un trastorno neurológico vinculado a una lesión
cerebral.
Las dificultades para objetivar la existencia de dicha lesión provoca un cambio
importante en la conceptualización del trastorno.
Las características de dicho trastorno son:
- Aparición del trastorno en los primeros años de vida
- Inquietud motriz y periodo reducidos de atención que no se
corresponden con la edad del niño
- Generalización de los síntomas a diversas situaciones y/o ambientes.
- Discrepancia entre el nivel de desarrollo cognitivo y los problemas de
autocontrol.
- Además el trastorno de conducta no es explicable por desórdenes
neurológicos o déficit sensoriales

Características:
1. Déficit de atención.
2. Actividad motriz excesiva.
3. Impulsividad o falta de control.

Implicaciones educativas: el conocimiento por parte del profesor del tipo de


problema específico que subyace al trastorno de hiperactividad es condición
necesaria para tratar las respuestas adecuadas a las necesidades del niño.
De esta forma debemos tener presente sus dificultades de concentración
durante un tiempo prolongado, de cada estructura y realizar la tarea.
Una de las alternativas de ayuda específica para los problemas de atención
son los programas individualizados de entrenamiento en autocontrol.
Se trata de que el niño aprenda a regular su conducta de forma eficaz ante una
tarea, por medio de autoinstrucciones.
Hay que recordar la baja resistencia a la frustración de estos niños, debemos
poner especial cuidado en la secuencia de la dificultad de las actividades. La
correcta graduación del trabajo, evitando grandes saltos de problemas fáciles a
muy difíciles y la introducción de ayudas externas necesarias ante situaciones
o problemas novedosos, evitaran experiencias de fracaso al niño.

COMPORTAMIENTO AGRESIVO:
Para algunos autores la agresión es un impulso innato inevitable, que ha
desempeñado una función positiva en la historia de la evolución del ser
humano. Este impulso no debería ser inhibido, sino canalizado para que su
descarga se realice través de actividades socialmente adecuadas.
Los comportamientos agresivos no son patológicos en sí mismos. Se observan
muy precozmente en el desarrollo del niño y probablemente son categorizable
como agresiones por un observador externo (golpes, patadas, gritos).
Feshbach distingue entre agresiones manipulativas y hostiles. Se consideran
agresiones manipulativas cuando el niño utiliza manifestaciones agresiones
como un medio para conseguir determinados fines (mantener o defender
objetos o situaciones). Este tipo de agresiones está relacionado con el control
del entorno y la conservación de la propia identidad.
Se habla de agresiones hostiles cuando las conductas agresivas no se utilizan
como medio sino constituyen el fin mismo de la conducta del niño (hacer daño
por hacer daño).

Implicaciones educativas: el contexto material y humano en el que se


desenvuelve la tarea educativa posee los recursos ideales para favorecer la
adquisición de conductas sociales adaptativa, y el desarrollo del autocontrol en
los niños, si se contemplan éstos como parte de los objetivo a atender.
Se trata de tender hacia una estructura educativa que dé cabida a las
diferencias individuales, permitiendo la adaptación de los contenidos y
estrategias didácticas a las capacidades y necesidades específicas de cada
niño.
La agresión que se vivencia en el contexto escolar siempre va acompañada de
una posición subjetiva. En los casos que hemos estudiado y analizado
cuidadosamente, ésta es de descreimiento del otro, desconocimiento de la
autoridad y fragmentación de los lazos sociales.
Tiene lugar cuando:

 Maestro y alumno se encuentro oprimidos dentro de la estructura


educativa, no hacen de la institución escolar su lugar para vivir.
 El aula como espacio que ocupa los protagonistas del acto educativo
pasa a ser el lugar donde el maestro ejerce el poder y la omnipotencia
del saber.
 El docente ocupa un lugar idealizado pero, a la vez, es excluido de la
elaboración de los planes y métodos de estudio, enajenado de sus
propias necesidades, impidiendo que cuestione y desarrolle sus
posibilidades.
 Las instituciones, los docentes, los alumnos y los padres no tienen quien
los escuche, los oriente o los cuide.

Los docentes fundamentan la agresividad de alguno de sus alumnos en un


estado general de apatía o aburrimiento difícil de modificar con estímulos
comunes. Reconocen que los alumnos que se aburren y se desorganizan los
aletargan y se desorganizan ellos, y que se les ocurren pocas cosas para
modificar la situación, se lamentan.
En familia, los niños aburridos molestan, demandan, se pegan al televisor se
excitan, se angustian.
En la escuela, no pueden quedarse quietos, pierden autonomía para trabajar,
desarrollan tics, se excitan, se angustian. Docentes y alumnos forman el
contexto; si se generan actividades, pensadas y pergeñadas para él el que
capten su atención y su interés, va a surgir el alumno en todo su potencial, con
la garantía de un docente que sabrá guiarlo.
Las manifestaciones agresivas que se visualizan en los contextos escolares se
producen en el curso de la interacción entre los pares, entre los alumnos y los
docentes, entre estos y los padres, o entre ellos y los amigos de sus hijos. Los
docentes deben abordarlos o crear herramientas a tal fin. Las manifestaciones
mas difíciles de abordar se producen como consecuencia.

Estrategias
Desde lo escolar, dos niveles fundamentales de trabajo:
La institución debe contemplar en su proyecto pedagógico la implementación
de programas de educación en y para la paz. Éste dinamiza y orienta las
acciones de los docentes. La escuela es una comunidad de aprendizaje en
donde todos se forman.
El docente, por su parte, debe recibir apoyo y orientación para desarrollar él
mismo ciertas competencias sociales (autocontrol, empatía, comunicación
abierta, resolución de conflictos, etc.), que sirvan al alumno como modelo y
como guía.
El docente, asimismo, debe contar con:
- Un sistema de creencias, valores y convicciones que lo comprometan
con la educación para la paz.
- Conocimientos para comprender e interpretar el comportamiento, las
necesidades y los intereses del niño, según la edad evolutiva; para
poder analizar las situaciones de conflicto o agresión y proponer
modelos alternativos de conducta a los chicos. También debe conocer
las responsabilidades legales que le competen en casos de violencia.
- Eficiencia, habilidades para resolver y tomar decisiones. La eficiencia es
la capacidad de resolver los problemas de la institución y del aula con
imaginación, creatividad y con un costo (en tiempo y en recursos)
aceptable.

El alumno debe cooperar y ser parte fundamental de cualquier programa de


prevención de conflictos y de violencia escolar.
En su desarrollo debe aprender a:
• Esperar, “diferir la gratificación”, controlar su impulsividad.
• Desarrollar la empatía, o sea, la capacidad de ponerse en lugar del otro,
comprenderlo y… no hacer a los demás lo que no le gusta que le hagan a él.
• Poseer control emocional para poder dominar las emociones mediante el
uso del pensamiento y la palabra.

En general, los niños responden adecuadamente cuando las pautas de


convivencia son consistentes, claras y se dedica tiempo al proceso de
socialización escolar. Hay niños que llegan a la escuela con serios problemas
de conducta, fruto de una socialización deficiente o problemática, reforzada
diariamente en el hogar y contradictoria con las metas escolares. En estos
casos, debe abordarse el problema individual dentro del marco más general de
la convivencia, favoreciendo el desarrollo de pautas de comportamientos en
contexto.

Algunas medidas muy necesarias.


- Controlar la exposición de los niños y adolescentes a la violencia.
- Generar programas que desarrollen en los padres, docentes y niños
habilidades sociales que les permitan resolver los conflictos
pacíficamente.
- Estar atentos a situaciones de victimización que puedan padecer niños y
adolescentes (burlas, acoso, intimidación, agresiones, rechazo, etc.)
- Utilizar normas claras, enunciadas desde lo positivo, que indiquen a los
niños y adolescentes las conductas que se esperan en ellos.
METODOLOGÍA
MUESTRA DE ESTUDIO
MUESTRA DE CASO 1
En el primer cuatrimestre de mis residencias, di clases en la escuela Nº 503, en
un aula de alumnos de 12 a 14 años de edad, los cuales tienen problemas de
conducta e hiperactividad.
Estos alumnos tenían muy pocos límites, y su trato tanto hacia sus compañeros
como hacia la docente de grado estaba marcado por una gran falta de respeto,
agresividad y vocabulario inadecuado.
Una mañana mi maestra orientadora tuvo que retirarse, por lo que me quedé
sola con los alumnos y contaba esporádicamente con la presencia de la
preceptora.
Dos de los alumnos varones querían mirar una película en la netbook, a lo que
les dije que si nos sobraba tiempo luego de clases podrían mirarla. Ignorando
mi comentario, intentaron mirarla sin que yo me diera cuenta.
Luego de reiteradas llamadas de atención, decidí pedirles que me entregaran le
netbook, y uno de los alumnos se enojó mucho, ya que quería que se la
devuelva.
Este alumno reaccionó agresivamente, golpeando un banco y dándolo vuelta.
No supe bien cómo manejar esa situación, y la preceptora que estaba presente
en el aula no intervino ni realizó comentarios.
En ese momento, no contaba con la competencia para lograr resolver un
conflicto, no logré hacer un análisis grupal sobre lo sucedido, ni hablar con el
alumno implicado en la situación.

Esta aula estaba desconectada, cada cual hacía lo que quería, y la docente no
tenía un manejo de la clase, no observé ni aprendizaje cooperativo, ni
aprendizaje significativo.
Faltó cohesión y la presencia y el respeto hacia la docente de grado.

MUESTRA DE CASO 2
Tuve la oportunidad de dar clase en un curso de 13 alumnos, edades entre 12
y 14. Era un aula pequeño, con cuatro mesas (para dos personas) al frente del
pizarrón, las cuales estaban una al lado de la otra horizontalmente, aquí se
sentaban todas las niñas y una varón; atrás estaba una mesa grande (como de
comedor), en la cual estaban todos los varones. El escritorio de la docente se
encontraba en un costado de la habitación.
Era un curso muy conflictivo con problemas de conducta, su comunicación se
basaba en insultos, agresión verbal hasta llegar al extremo de golpearse. La
agresión se veía principalmente en varones y en una de las niñas. Además,
agreden verbalmente a la docente cuando no los deja hacer lo que quieren;
ésta tenía una postura de resignación, se basaba en la paciencia.
Hubo situaciones en las que los varones se insultaban hasta que se “iban” a los
golpes, traían al aula problemas del recreo, hubo agresión verbal entre ellos y
también hacia la docente, a la cual cuando intentaba poner los limites éstos les
contestaban; en una ocasión dos niñas se “agarraron de los pelos”; los
alumnos no median palabras para solucionar los problemas, sólo con agresión
física.
Según la autora, Silvia Baeza, en el documento Funcionamiento y clima
sociorrelacional del aula. Una perspectiva sistemática. Describe “Aulas
disfuncionales y su relación con el aprendizaje”, de las cuales puedo
seleccionar “Aulas desconectadas”, como el aula descripto anteriormente; se
basa en un curso con poco o muy escaso apego emocional entre sus
miembros. El aprendizaje en ellas, parecería correr más por cuenta individual
de cada alumno, con pocos espacios para la cooperación-colaboración que
podrían redundar en una construcción cognitiva rica de conjunto, que no se
produciría con tan escaso apego emocional.
La motivación seria predominantemente intrínseca de cada uno y la medición
docente, desconectada, escasa o pobre. “Cada uno hace lo suyo” a pesar de
convivir diariamente varias horas en un mismo espacio común.
Como practicante, en varias ocasiones tuve que dejar a los varones que no
hagan la tarea y solo trabajar con las niñas, por lo que debía, al día siguiente
darle una actividad en grupo a ellas y trabajar con los varones lo que no habían
visto; o negociar para poner música de fondo; sentí que fue muy difícil
motivarlos, nada les interesaba, todo los aburría por lo que se ponían a
molestar al resto o no dejaban que avancemos en las actividades. Sus
problemas de conducta desbordaban la clase, en casos de comportarse
inadecuadamente la docente les hacia firmar el cuaderno de disciplina, al cual
ya no le temían, no tenia significación para ellos, firmarlo o no.
MUESTRA DE CASO 3
Una vez leído todos los tipos de aulas que propone la autora Baeza Silvia, por
suerte en las aulas donde estuve como residente no observé ningunos de estos
tipos de aula, sólo observe violencia verbal entre los alumnos.
Las docentes a cargo del grupo eran abiertas a cada alumno, daban lugar a la
curiosidad, duda o necesidad de pregunta y al error del alumno.
Ambas muestran un estilo de autoridad que exige/demanda lealtad y usa
estrategias para mantenerla, además mantenían el respeto y su lugar de
autoridad con los chicos pero siempre provocaban un espacio abierto para
conocer a sus alumnos y había un cierto apego emocional.
Los alumnos entendían el lugar que ocupaban ellos y el de la docente y gracias
a eso los aprendizajes resultaban significativos.
Cuando inicié mi intervención los alumnos mantuvieron el respeto y el lugar que
me tocaba en ese momento de “autoridad”.

MUESTRA DE CASO 4
En mi caso la violencia era por parte de la docente a sus alumnos, era una
violencia simbólica. La docente les gritaba todo el tiempo, no valorizaba el
esfuerzo de sus alumnos, no le importaba que es lo que le estaba sucediendo,
nada mas le importara que sus alumnos les traiga las actividades hechas o que
cumplan con las metas que ella se proponían, por ejemplo “ustedes tienen que
aprender a leer sino van a terminar haciendo posos en una zanja”. También
resaltaba el esfuerzo de un solo alumno, poniéndolo al alumno en una
situación incomoda frente a sus compañeros y sintiéndose inferior y no
animándose a participar en clase, por ejemplo un alumno nunca leyó con la
docente titular, cuando yo estaba dando clase, le levante el autoestima le di el
tiempo que necesitaba y leyó, cuando lo felicite el me dijo “no maestra yo no se
nada”
MUESTRA DE CASO 5
Mi residencia abarcó 12 semanas en una misma aula con chicos de entre 5 y 7
años de edad pertenecientes a Primer Ciclo Inicial e Intermedio.
La relación entre ellos era relativamente buena, solo se manifestaron uno o dos
conflictos por semana los cuales no tenían mucha relevancia.
La mayoría de ellos eran por problemas de conducta, relacionado a la
hiperactividad, no podían quedarse quietos o terminaban rápido una tarea y se
ponían a molestar a sus compañeros desatando así encuentros de violencia
física en los que luego de ser separados se citaban a sus respectivos padres
para conversar y solucionarlo. En 12 semanas solo hubieron 2 llamados de
atención por violencia física. Y los conflictos que eran más comunes eran
aquellos manifestados a través de insultos (Violencia Simbólica) en donde se
discriminaban por color, sexo y capacidad intelectual.
NORMATIVA
DISENO

ESOC: Escala Sistémica de Observación de la Clase.


Este instrumento, basado en el modelo de David Olson fue adaptado por las
doctoras Elisabeth Dane y Marian Eish para aplicarlo en el sistema aula.
La utilización del ESOC reúne varios criterios:
1) Se basa en la teoría sistémica
2) Focaliza el aula como unidad de análisis.
3) Reúne condiciones de validez y confiablidad.
4) Ha sido aplicado a diversas clases.
5) Posee procedimientos de administración e interpretación claramente
pautados.

DIMENSIONES DEL ESOC.


1) La cohesión.
2) La flexibilidad.
3) La comunicación.
El ESOC cuenta de 47 items, 20 corresponden a la dimensión de cohesión, 13
a la dimensión de flexibilidad y 14 items a la dimensión de comunicación.
Cada observación insume alrededor de 45 minutos.

PUNTUACIÓN
 Cohesión y Flexibilidad:
Un puntaje 1 (nunca) significa que a pesar que el comportamiento pudo
haber ocurrido, estuvo ausente durante la observación
Un puntaje 2 (a veces) significa que el comportamiento es concretado al
menos una vez durante la observación.
Un puntaje 3 (regularmente) significa que el comportamiento ocurre
rutinaria y regularmente.
Un puntaje 4 (constante) significa que el comportamiento ocurre
frecuentemente y continuamente.
No observado puede ser el puntaje asignado a alguno de los ítems.
 Comunicación:
Un puntaje 1 – 2 significa que el comportamiento no es frecuente.
Un puntaje 3 – 4 significa que el comportamiento se produce 2 veces
durante la observación, a veces.
Un puntaje 5 – 6 significa que el comportamiento ocurre a menudo o
regularmente.

RESULTADOS
Luego de evaluar cada dimensión (cohesión, flexibilidad y comunicación), se
establece un puntaje que varía del 1 al 6.
Luego, se suma el puntaje obtenido en cada dimensión y se lo divide por cada
ítem que incluye.
Cada dimensión engloba distintos aspectos de la clase – docente – alumno por
lo que tendremos que sumar el puntaje de cada una de ellas y dividirlas por los
ítems que contiene:
EJEMPLO: COHESIÓN, puntaje global 2,5.
Puntaje de cada aspecto:
Ligazón emocional: 2.
Sostén: 2,42.
Frontera:

Los resultados obtenidos de la observación mediante la escala ESOC se


encuentran adjuntados en ANEXOS
“TABLA ESOC Y RESULTADO DEL MISMO”.
INSTRUMENTOS
 Entrevistas
 Doctora en Psicología y escritora María Viviana Torres
 Licenciada en psicopedagogía Wanda S. Loscalzo

 ESOC: Escala Sistémica de Observación de la Clase.


 Observación Directa.
CONCLUSIÓN
Luego de haber analizado e investigado acerca de la violencia escolar en las
aulas de la post-modernidad podemos confirmar nuestra hipótesis sobre que
hoy en día la violencia escolar existe y no se restringe a una franja etaria sino
que se da en todos los ámbitos, en todos los niveles y de diferentes maneras:
simbólica, verbal, física, entre otras.
El tratamiento de la violencia escolar abarca una combinación de factores y
circunstancias que contribuyen a tomar una decisión sobre sí misma. Debe
trabajarse a lo largo del tiempo ya que la investigación y la solución no se
logran en un día. La solución de la violencia escolar y la protección de la
juventud están en manos de toda la sociedad.
En tiempos pasados, la violencia en las escuelas la ejercían los docentes hacia
los alumnos. La forma más común de violencia era la de los castigos físicos
vinculados a problemas de conductas o de bajo rendimiento en el aprendizaje.
Esta violencia gozaba de la aceptación de los diferentes actores del proceso
pedagógico y su erradicación exigió un profundo cambio cultural. Actualmente
la violencia se ejerce en las más diversas direcciones y no está directamente
vinculada al proceso pedagógico: violencia de los profesores hacia los
alumnos, violencia de los alumnos hacia los profesores y violencia de los
alumnos entre sí.
Aunque la violencia entre las personas ha sido justificada con todo tipo de
teorías y razonamientos (biológicos, psicológicos, sociales, económicos,
culturales), se insiste en que todos nacemos con capacidad para la compasión,
la abnegación, la generosidad, la empatía. Son los factores ambientales, junto
con las características propias de cada individuo, los que configuran nuestras
actitudes. Así pues, si al niño se le enseña a ser generoso, a pensar en los
demás, a comprender, a respetar, a ser más tolerante, desarrollará más
actitudes positivas y le resultará imposible maltratar a los demás.
La escuela ha cambiado el signo de su violencia: ya nadie habla del castigo
corporal que obviamente todavía ocurre, sino que la estrella es la inversión del
victimario, ya que ahora lo son los alumnos y sus familiares.
El declive de la asimetría, entre el docente y el alumno, es la
desresponsabilización del mundo adulto respecto de la suerte de quien tiene
que proteger.
El adulto desresponsable puede ser tanto el docente, como la escuela, y
especialmente el funcionario público. La restitución de esa asimetría es el único
camino para volver a responsabilizar la escuela.
Pero además una de las consecuencias más significativas de este aumento
generalizado de la violencia es la pérdida de los límites institucionales que
tenía en el pasado.
La violencia no conduce a ningún lado, sabemos que la violencia genera más
violencia, y las cifras de la misma son realmente alarmantes.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
• Diccionario "Pequeño Larousse Ilustrado" Ramón García-Pelayo y Gross.
1986. Ed. Ediciones Larousse.

•Diccionario Enciclopédico Ilustrado "Sopena". Ed. Ramón Sopena, S.a.


Provenza, 95-Barcelona.

• Gran Enciclopedia Universal "Espasa Calpe" Clarín. Ernestina Herrera de


Noble. Buenos Aires. Argentina. 2005. Grupo Editorial Paneta S.A.I.C.

• "Langenscheidt". Diccionario Internacional Español-Inglés/ Inglés-Español.


Ed. Aumentada y actualizada.

• Diccionario Clarín. "Biblioteca Clarín: Invitación al saber". Impresión Artes


Gráficas Rioplatense S.A.

• Artículo Revista Viva. Diario Clarín. Texto por Gisela Schmidberg.

• Artículo Revista Viva. Diario Clarín. Texto por Mariana García () y Alba Piotto.

• Artículo Diario Clarín. Texto por Fabián Debesa. 11 de mayo de 2006.

• Esther Díaz. "Revista de Psicología en el Campo de la Educación: Ensayos y


Experiencias". La Escuela en contextos turbulentos.. 1995. Ed. Novedades
Educativas.

• Competencias sociales y convivencia: Herramientas de análisis y proyectos


de intervención. Mónica Coronado. Ed. NOVEDUC. 2008

• Agresividad en el Contexto Escolar. María Viviana Torres. Editorial: LUMEN


GRUPO EDI

• Entrevista a Fernando Osorio "Novedades Educativas". La Violencia Social


irrumpe en las aulas. Julio 2005.

• Pedro de Torres y Francisco Espada. "La Violencia Cotidiana". Madrid 1996.


Ed. Aguilar.

• Artículos de la revista "El Monitor". Revista del Ministerio de Educación,


Ciencia y Tecnología de la Nación. Noviembre 2004.
• Mariano Narodowski. "Violencia es mentir". Novedades Educativas. Julio 2005

INTERNET

• Fuente: Artículo Diario UNO. 12 de octubre de 2004.

• Artículo Diario La Nación.

• Artículo Diario de Cuyo (San Juan) 3 de junio de 2006

• Editorial La Nación. 09/12/04

• Fuente: http://www.lanacion.com.ar/opinion/nota

• Artículo Clarín, por María Farber.

• Fuente: www.diarioclarin_alejandratoronchik.com

• “Buscan prevenir la violencia en las escuelas"

Fuente: Ministro de Educación, Ciencia y Tecnología.

• Artículo Nuevo Diario web (de Santiago del Estero)


ANEXOS
ENTREVISTA A LA LICENCIADA WANDA LOSCALZO.
La Violencia escolar ¿Existió desde siempre?
Si siempre existió ahora por ahí ahora se está trabajando más sobre el tema
del Bulling que está muy en boga, en equipos de orientación escolar y en todos
los proyectos se está trabajando en orientar a los docentes en este nuevo
paradigma

¿Crees que se da en un contexto en particular?


Se da en todos los contextos y donde se ve la demanda es en la institución
educativa, los chicos ahí denuncian lo que no pueden poner en palabras a
través de la violencia, en un acto violento.

¿Qué te parecen que influye en esta problemática?


Influyen todos los sectores siempre cuando hay un sistema involucrado en
una situación escolar, todos los actores están involucrados ahí es donde se
hace hincapié yo puedo modificar uno de los sistemas y hacer un efecto y vos
modificar otros sistemas donde se produce la violencia.

¿Qué herramientas se te ocurren para trabajar este tema?


Trabajar aprendizaje cooperativo, aprendizaje significativo y trabajar sobre
todo en los intereses de los alumnos, el eje vertebrador tiene que estar
centrado en sus intereses de ahí partir y reconocer a ese alumno desde ese
lugar, conocer su cultura, su sociedad, los lugares donde él se comunica y a
partir de ahí generar esa confianza podemos empezar a trabajar contenidos
curriculares del diseño como así lo marca; no se puede empezar a trabajar si
no conocemos a ese alumno en su contexto social.

¿Crees que en el Nivel Terciario se da la agresividad escolar?


Se da en todos los niveles si bien es simbólica o no es lo verbal ni física hay
en todos los niveles pero sí hay de todo tipo de violencia tanto de los alumnos a
los maestros como de los maestros a los alumnos y entre los alumnos entre sí
y profesores entre sí.

¿Te tocó vivir algún caso en el Nivel Terciario?


No por ahora no, pero bueno hace un año que estoy trabajando en dicho nivel.
Como alumna en el nivel si me tocó vivir situaciones de violencia simbólica por
parte de los profesores.

Como Psicopedagoga ¿Cómo es el trabajo con los padres?


El trabajo con los padres, en cuanto al problema de la violencia, se tiene que
trabajar de par a par no podemos desconocer el sistema familiar. Hay que
asesorar, escuchar y entender porqué están actuando de esta manera.
Siempre entrando en la situación en la que ellos viven vamos a entender
porque actúan de esa manera, siempre hay un motivo, no es que alguien
quiere hacerle daño al otro porque si, sino que es inconsciente o a veces si
como son en el caso del abuso sexual o violencia física pero en esos casos son
personas con una patología o un trastorno específico.
Doctora en Psicología. Viviana, Torres

¿Que te inspiro escribir el libro?

El libro es una síntesis de una investigación.


Primero hicimos una investigación de 200 casos de niños y adolescencia, en
las tres edades de los tres ciclo educativos, los docentes consultaba en un
centro de cuida y de asesoramiento porque tenían niños agresivos, lesiones a
compañeros o a los docentes, una vez que hicimos la investigación quisimos
informar que es lo que sucedió ahí

¿En que contextos te basaste?

Los contextos son variados, todo tipos de contextos socioculturales, escuelas


privadas que no sufre ni un tipo de necesidades económicas y las que si sufren
cuestiones económicas y afectivas

¿Existe desde siempre la violencia escolar?

La violencia y la agresión existe desde siempre. La agresividad forma parte del


ser humano. Los seres humanos somos buenos y nacemos con todos los
valores humanos pero pasa algo que hace que no lo podemos manifestar; la
agresividad es una forma del dominio del ser humano sobre el universo.

Lo que sucede en la educación, es un campo revelado de la agresividad, no es


que antes no había, probablemente no había tantos chicos escolarizados o
antes una agresividad o una falta se reacciona con una suspensión, es decir,
se lo aparta fuera del sistema, y es un sistema que tiene que integrar todo y
por lo tanto no educa. Entonces aparece estas manifestaciones impulsiónales
sin frenos.

¿Que o quienes influyeron en esta problemática?

Todos influimos en la problemática, es decir, de alguna manera cada uno de


nosotros. Miren uno puede tener cuando se dirige a los demás una lengua que
parezca un chacal o una lengua que parezca una jirafa. ¿Qué quiere decir eso?
si por ejemplo yo te digo que sos malo, sos una porquería, mira lo que hiciste,
qué intención tuviste y empiezo a molestarte, es una lengua de chacal y eso
genera mas violencia.

Ahora si yo te digo, observe que cada vez que miras a tu compañero lo miras
mal o empujas; yo necesitaría que vos no empujes, ni mires mal a tu
compañero para poder dar mi clase ¿en qué te puedo ayudar?

Eso es una forma, como la jirafa, digo de la jirafa porque además de tener un
cuello largo y mira desde arriba, tiene un corazón grande. Entonces, desde ese
lugar el docente puede perfectamente mostrarle al chico, lo que observó, cuál
es su necesidad y darle una posibilidad que es ¿en qué puedo ayudarte? Que
es muy distinto que castigar, decirle que es malo, que esto, que es lo otro, que
es igual que su hermano, que lo vas a suspender, que le vas a decir a la
madre. Muy distinto, otro posicionamiento.

¿Notas que lo docentes de formación y los docentes carecen de


estrategias?

Faltan materias en la curricular que hagan a la formación personal, hay muy


pocas. Desde que trabajo como trasmisora en superior y he propuesto muchos
proyectos y estos talleres no son muy bien visto, más bien se posiciona en
otros paradigmas, en incluirlo en otros procesos de formación pero no de
formación. Sufrimos porque no falta educación y es más a veces también hay
falta de formación de los padres, una criatura muy agresiva, que no aguanta la
frustración, que grita, que pega, que se enoja con facilidad, el padre ante esa
situación responde “bueno respóndele, decile…, pégale, mañana voy hablar
con tu maestra”. Todo lo arreglamos haciendo justicia por mano propia, nos
educan para ser muy personas muy susceptible.
En las escuelas, entendemos a los niños como maquina de desprender
gaseosas, por ejemplo, no le gusta que ningún compañero le toquen sus útiles,
eso los compañeros lo descubren, entonces lo que hacen, para que se enoje,
le tocan los útiles, osea, es como si fuera una maquina de gaseosa en donde
los alumnos aprieta el botón y sale y hacen los que quieran con el, ese chico
esta educado para que se apodere de sus emociones, el niño que reacciona se
queja ante la docente que le hicieron tal cosa, entonces la docentes tiene que
intervenir: “vos sos el único responsable, no podes estar así a los gritos, esta
mal lo que te hicieron pero no podes reaccionar así, te lo hacen apropósito,
tenes que tener el control de tus emociones, pone limites, explícale porque te
hace sentir mal.
No educamos eso, a que las personas tomen el control de sus emociones y
que no culpen al resto lo que le pase.

¿Entonces consideras que es necesario agregar talleres?

Si, talleres mas humanos, todos tenemos que mejorar y manifestar lo mejor
que tenemos adentro.

¿Que propuesta tenes para mejorar la violencia escolar?

En el libro hago varias propuestas, una tiene que ver con la formación humana
de cada uno y otras con proyecto que tengan que ver con la inclusión.
Si ves que una criatura reacciono mal o respondió mal no lo hizo a propósito,
no es malo a propósitos, esta bueno que no se adjudique mala intención a los
errores, decir “que te paso, porque lo hiciste” buscar lugar para expresarse, es
muy importante educar en valores y darle herramientas para la socialización
que veces lo la tiene, por ejemplo, a participar en turno, que podes compartir,
varias cuestiones que se pueden trabajar.

No creo en las penitencias ni en la suspensión, creo que si se tienen que


perder tres clases hablando entre todos y acompañándonos entre todos, hay
que hacerlo, de modo que esa persona crezca para siempre.

¿Consideras que en el nivel terciario hay violencia escolar?

Si muchísima, en el instituto hay muchísima. Viví algunas y vi personas que


sufrieron

¿A causa de que?
Porque es una institución de competencia que es eliminatorio. Es un sistema
que desvaloriza y juzga a otro y eso nos separa de los demás.
También hay mucho ego, que quiere decir, “yo soy el mejor, yo ordeno, yo
dije”. El ego nos separa de l resto de las personas; esa separación esta acá y
lo vez en muchos niveles en la organización educativa.
También hay un nivel de competencia que no es sano, es decir, apropiación del
espacio del otro o de desvaloración del otro no apremiando la solidaridad

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