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Sistema inmunológico

El sistema inmunológico, que se compone de órganos, tejidos, proteínas y células


especiales, a diario protege a las personas de los gérmenes y microorganismos. En la
mayoría de los casos, el sistema inmunológico se desempeña con asombrosa eficacia para
mantener saludables a las personas y prevenir infecciones. Sin embargo, en algunas
ocasiones, problemas con el sistema inmunológico pueden producir enfermedades e
infecciones.

Acerca del sistema inmunológico


El sistema inmunológico es la defensa del cuerpo ante organismos infecciosos y otros
invasores. Mediante una serie de pasos llamados “respuesta inmune”, el sistema
inmunológico ataca a los organismos y las sustancias que invaden los sistemas del cuerpo y
causan las enfermedades.

El sistema inmunológico se compone de una red de células, tejidos y órganos que trabajan
en conjunto para proteger al cuerpo. Las células mencionadas son glóbulos blancos
(leucocitos) de dos tipos básicos, que se combinan para encontrar y destruir las sustancias u
organismos que causan las enfermedades.

Los leucocitos se producen o almacenan en varios lugares del cuerpo, que incluyen el timo,
el bazo y la médula ósea. Por este motivo, estos órganos se denominan “órganos linfáticos”.
Los leucocitos también se almacenan en masas de tejido linfático, principalmente en forma
de ganglios linfáticos, que se encuentran en todo el cuerpo.

En el cuerpo, los leucocitos circulan desde y hacia los órganos y los ganglios por medio de
vasos linfáticos y vasos sanguíneos. De esta manera, el sistema inmunológico funciona de
forma coordinada para controlar el cuerpo en busca de gérmenes o sustancias que puedan
ocasionar problemas.

Los dos tipos básicos de leucocitos son :

1. los fagocitos, que son células que destruyen a los organismos invasores


2. los linfocitos, que son células que permiten al cuerpo recordar y reconocer a los
invasores anteriores y lo ayudan a destruirlos

Los fagocitos incluyen varias células diferentes. El tipo más común son los neutrófilos, que
principalmente atacan a las bacterias. Si los médicos sospechan una infección bacteriana,
pueden pedir un análisis de sangre para saber si el número de neutrófilos del paciente ha
aumentado debido a la infección. Los otros tipos de fagocitos tienen funciones específicas
para garantizar que el cuerpo reaccione adecuadamente a un determinado tipo de invasor.

Los dos tipos de linfocitos son los linfocitos B y los linfocitos T. Los linfocitos se originan
en la médula ósea y, o bien se quedan allí y se convierten en células B, o se dirigen a la
glándula del timo, donde se convierten en células T. Los linfocitos B y los linfocitos T tienen
funciones diferentes: Los linfocitos B funcionan como el sistema de inteligencia militar del
cuerpo, ya que localizan el objetivo y envían defensas para atraparlo. Las células T se
asemejan a los soldados: destruyen a los invasores que el sistema de inteligencia identifica.
Funciona de esta manera:

Cuando se detectan antígenos (sustancias extrañas que invaden el cuerpo), varios tipos de
células trabajan de forma conjunta para reconocerlos y responder a la amenaza. Estas
células inducen a los linfocitos B a producir anticuerpos, proteínas especializadas que
atrapan antígenos determinados.

Una vez fabricados, estos anticuerpos permanecen en el cuerpo de la persona, de modo


que, si el mismo antígeno regresa, el sistema inmunológico ya cuenta con los anticuerpos
para atacarlo. Por lo tanto, si una persona se enferma, por ejemplo, de varicela,
generalmente no volverá a contraer la enfermedad.

Las inmunizaciones también previenen algunas enfermedades de esta forma. Las


inmunizaciones introducen un antígeno en el cuerpo de modo que no le produzca ninguna
enfermedad pero le permita fabricar anticuerpos para proteger a la persona de ataques
futuros del germen o sustancia responsable de esa enfermedad determinada.

A pesar de que los anticuerpos pueden reconocer un antígeno y atraparlo, necesitan ayuda
para destruirlo. Esa es la función de las células T, que forman parte del sistema que
destruye los antígenos que los anticuerpos han identificado o las células infectadas o
modificadas. (En efecto, algunas células T se denominan “células asesinas”.) Las células T
también ayudan a indicar a otras células (como los fagocitos) que cumplan con su función.

Los anticuerpos también pueden neutralizar las toxinas (sustancias tóxicas o perjudiciales)
producidas por distintos organismos. Por último, los anticuerpos pueden activar un sistema
de proteínas llamado complemento que también forma parte del sistema inmunológico. El
sistema de complemento ayuda a matar a las bacterias, los virus o las células infectadas.

Todas estas células y componentes especializados del sistema inmunológico protegen al


cuerpo de las enfermedades. Esta protección se denomina inmunidad.

Los seres humanos tienen tres tipos de inmunidad: innata, adquirida y pasiva:

Inmunidad innata
Todas las personas nacen con inmunidad innata (o natural), que es una forma de protección
general. Muchos de los gérmenes que afectan a otras especies no nos hacen daño. Por
ejemplo, los virus que producen leucemia en los gatos o moquillo en los perros no afectan a
los seres humanos. También se observa el caso contrario: algunos virus que producen
enfermedades en los seres humanos (como el virus del VIH/SIDA) no afectan a los gatos o
los perros.

La inmunidad innata también incluye las barreras externas del cuerpo, como la piel y las
membranas mucosas (por ejemplo, las que recubren la nariz, la garganta y el tracto
gastrointestinal), que constituyen la primera línea de defensa para evitar que las
enfermedades ingresen al cuerpo. Si esta barrera defensiva exterior se rompe (como por un
corte), la piel intenta sanar la ruptura rápidamente y las células inmunitarias especiales de la
piel atacan a los gérmenes invasores.

Inmunidad pasiva
La inmunidad pasiva se “pide prestada” a otra fuente y dura poco tiempo. Por ejemplo, los
anticuerpos de la leche materna inmunizan temporalmente al bebé contra las enfermedades
a las que la madre estuvo expuesta. Esto puede ayudar a proteger al bebé de las
infecciones durante los primeros años de la infancia.

No existen dos sistemas inmunológicos idénticos. Algunas personas parecen exentas de


contraer infecciones, mientras que otras parecen enfermarse constantemente. Con el
transcurso de los años, el sistema inmunológico de las personas entra en contacto con cada
vez más gérmenes y adquiere inmunidad contra ellos. Por este motivo, los adultos y los
adolescentes tienden a resfriarse menos que los niños: sus cuerpos han aprendido a
reconocer y atacar inmediatamente a muchos de los virus que provocan los resfriados.

Problemas del sistema inmunológico


Los trastornos del sistema inmunológico se clasifican en cuatro categorías principales:

1. Trastornos de inmunodeficiencia (primarios o adquiridos)


2. Trastornos autoinmunitarios (el sistema inmunológico del cuerpo ataca su propio
tejido como si fuera una sustancia extraña)
3. Trastornos alérgicos (el sistema inmunológico reacciona exageradamente ante un
antígeno)
4. Cáncer del sistema inmunológico

Trastornos de inmunodeficiencia
Las inmunodeficiencias se producen cuando una parte del sistema inmunológico no está
presente o no funciona adecuadamente. A veces, una persona nace con inmunodeficiencia
(inmunodeficiencias primarias), aunque puede que los síntomas del trastorno recién se
manifiesten en etapas posteriores de la vida. Las inmunodeficiencias también se pueden
adquirir a través de una infección o pueden ser producto de medicamentos (en algunos
casos se denominan “inmunodeficiencias secundarias”).

Las inmunodeficiencias pueden afectar a los linfocitos B, los linfocitos T o los fagocitos.
Algunos ejemplos de inmunodeficiencias primarias que pueden afectar a los niños y los
adolescentes son:

 Deficiencia de los anticuerpos IgA. Es el trastorno de inmunodeficiencia más


común. La IgA es un tipo de inmunoglobulina que se encuentra principalmente en la
saliva y en otros líquidos corporales y que ayuda a proteger las entradas al cuerpo. La
deficiencia de IgA es un trastorno en el que el cuerpo no produce suficientes anticuerpos
IgA. Las personas con deficiencia de IgA son más propensas a tener alergias o
resfriados y otras infecciones respiratorias, pero, en general, la enfermedad no es grave.
 Inmunodeficiencia combinada grave (IDCG), que también se conoce como la
“enfermedad del niño burbuja”, por un niño de Texas con IDCG que vivía en una burbuja
de plástico sin gérmenes. La IDCG es un trastorno del sistema inmunológico que se
produce por la ausencia de linfocitos B y T, lo cual casi imposibilita la lucha contra las
infecciones.
 Síndrome de DiGeorge (displasia tímica). Se trata de una anomalía congénita que
se caracteriza por la ausencia de la glándula del timo al nacer. Es un ejemplo de
enfermedad primaria de los linfocitos T. La glándula del timo es donde normalmente se
desarrollan los linfocitos T.
 Síndrome de Chediak-Higashi y enfermedad granulomatosa crónica. Ambos
trastornos implican la incapacidad de los neutrófilos de funcionar normalmente como
fagocitos.
Las inmunodeficiencias adquiridas (o secundarias) generalmente se producen después de
una enfermedad, aunque también pueden ser el resultado de la desnutrición, las
quemaduras u otros problemas médicos. Algunos medicamentos también pueden ocasionar
problemas en el funcionamiento del sistema inmunológico.

Las inmunodeficiencias adquiridas (secundarias) incluyen:

 Infección por VIH (virus de la inmunodeficiencia humana)/SIDA (síndrome de


inmunodeficiencia adquirida). Se trata de una enfermedad que destruye el sistema
inmunológico de forma lenta y constante. Se produce por el VIH, un virus que extermina
determinados tipos de linfocitos llamados células T cooperadoras. Sin las células T
cooperadoras, el sistema inmunológico no puede defender al cuerpo de organismos que
en circunstancias normales son inofensivos, lo cual puede producir infecciones que
representan una amenaza para la vida en personas con SIDA. Los recién nacidos
pueden adquirir la infección por VIH mientras se encuentran en el útero de sus madres,
durante el proceso de parto o durante el amamantamiento. Las personas pueden
contraer la infección por VIH al tener relaciones sexuales sin protección con una persona
infectada, compartir agujas contaminadas durante el consumo de drogas o esteroides, o
realizarse tatuajes.
 Inmunodeficiencias provocadas por medicamentos. Algunos medicamentos son
inmunodepresores. Una de las desventajas del tratamiento de quimioterapia contra el
cáncer, por ejemplo, es que no sólo ataca a las células cancerosas sino a otras células
saludables de crecimiento rápido, lo cual incluye las células de la médula ósea y otras
partes del sistema inmunológico. Además, es posible que las personas con trastornos
autoinmunitarios o que hayan recibido un trasplante de órganos necesiten tomar
medicamentos inmunodepresores, que también pueden reducir la capacidad del sistema
inmunológico de combatir las infecciones y pueden causar inmunodeficiencia secundaria.
Trastornos autoinmunitarios
En los trastornos autoinmunitarios, el sistema inmunológico ataca por error a los tejidos y
órganos saludables del cuerpo como si fueran invasores externos. Las enfermedades
autoinmunitarias incluyen:

 Lupus. Se trata de una enfermedad crónica que se caracteriza por la inflamación y


el dolor de músculos y articulaciones (la respuesta inmune anormal también puede incluir
ataques a los riñones y otros órganos).
 Artritis reumatoidea juvenil. Es una enfermedad en la que el sistema inmunológico
del cuerpo ataca a determinadas partes del cuerpo (como las articulaciones de la rodilla,
las manos y los pies) porque las considera tejido extraño.
 Esclerodermia. Se trata de una enfermedad autoinmunitaria crónica que puede
producir la inflamación y el deterioro de la piel, las articulaciones y los órganos internos.
 Espondilitis anquilosante. Es una enfermedad que produce la inflamación de la
columna vertebral y las articulaciones, lo cual provoca rigidez y dolor.
 Dermatomiositis juvenil. Es un trastorno que se caracteriza por la inflamación y el
deterioro de la piel y los músculos.
Trastornos alérgicos
Los trastornos alérgicos se producen cuando el sistema inmunológico reacciona
exageradamente ante la exposición a los antígenos del entorno. Las sustancias que
provocan dichos ataques se llaman alérgenos. La respuesta inmune puede producir
síntomas como hinchazón, ojos llorosos y estornudos, e incluso una reacción llamada
anafilaxia, que representa una amenaza de vida. Los medicamentos antihistamínicos
pueden aliviar la mayor parte de los síntomas.
Los trastornos alérgicos incluyen:

 Asma. Se trata de un trastorno respiratorio que puede producir problemas para


respirar. Frecuentemente, implica una reacción alérgica por parte de los pulmones. Si los
pulmones son extremadamente sensibles a determinados alérgenos (como el polen, el
moho, la caspa de los animales o los ácaros del polvo), se puede producir el
estrechamiento de las vías respiratorias de los pulmones, lo cual provoca una reducción
del flujo de aire y dificulta la respiración.
 Eczema. Es una erupción que provoca picazón, también conocida como dermatitis
atópica. A pesar de que la dermatitis atópica no necesariamente se produce por una
reacción alérgica, se observa más a menudo en niños y adolescentes que tienen
alergias, rinitis alérgica o asma, o que tienen antecedentes familiares de estas
enfermedades.
 Alergias de varios tipos que pueden afectar a niños y adolescentes. Las alergias
ambientales (por ejemplo, a los ácaros del polvo), las alergias estacionales (como la
rinitis alérgica), las alergias a medicamentos (reacciones a determinados medicamentos
o fármacos), las alergias a alimentos (como a los frutos secos) y las alergias a toxinas
(como a las picaduras de abeja) son las enfermedades que las personas comúnmente
llaman “alergias”.
Cáncer del sistema inmunológico
El cáncer se produce cuando hay un crecimiento descontrolado de células. Esto también
puede suceder con las células del sistema inmunológico. El linfoma afecta a los tejidos
linfáticos y es uno de los tipos de cáncer infantil más frecuentes. La leucemia, que implica el
crecimiento excesivo y anormal de leucocitos, es el tipo de cáncer infantil más común. Con
los medicamentos actuales, se pueden curar la mayoría de los casos de ambos tipos de
cáncer que se manifiestan en niños y adolescentes.

Aunque los trastornos del sistema inmunológico en general no se pueden prevenir, al


mantenerse informado sobre la enfermedad de su hijo y trabajar en estrecha colaboración
con su médico, usted puede ayudar al sistema inmunológico de su hijo a mantenerse fuerte
y combatir las enfermedades.

 Adenoides. Dos glándulas ubicadas en la parte posterior del conducto


nasal.
 Médula ósea. El tejido suave y esponjoso que se encuentra en las
cavidades óseas.
 Ganglios linfáticos. ...
 Vasos linfáticos. ...
 Placas de Peyer. ...
 Bazo. ...
 Timo. ...
 Amígdalas.

Cómo defiende el sistema inmune a tu cuerpo de los microbios?


Cuando el cuerpo detecta sustancias extrañas que lo invaden (llamadas
“antígenos”), el sistema inmunitario trabaja para reconocerlas y eliminarlas. Los
linfocitos B se encargan de fabricar anticuerpos. Se trata de unas proteínas
especializadas que localizan e inmovilizan a antígenos específicos.

Cómo se mide el sistema inmunologico?

La prueba de la inmunoglobulina mide la concentración de distintos tipos de


anticuerpos en la sangre. El sistema inmunitario fabrica anticuerpos para proteger
al cuerpo de bacterias, virus y alérgenos. El cuerpo fabrica distintos tipos de
anticuerpos, o inmunoglobulinas, para luchar contra diferentes tipos de cosas.

Cuál es la manera en que el cuerpo humano se defiende de las


enfermedades?

Ser inmune significa estar protegido. Por lo tanto, tiene sentido que el sistema
corporal que ayuda a combatir las enfermedades se llame “sistema inmunitario”.
El sistema inmunitario está formado por una red de células, tejidos y órganos que
funcionan conjuntamente para proteger al cuerpo.

Las vacunas usan cantidades muy pequeñas de antígenos para ayudar


al sistema inmunitario de su hijo a reconocer y a aprender a combatir
las enfermedades graves. Los antígenos son partes de microbios que hacen que
el sistema inmunitario del cuerpo se ponga en funcionamiento.

Cómo reacciona el cuerpo ante una infección?

La sangre. Una manera que tiene el organismo de defenderse contra


las infecciones es el aumento en el número de ciertos tipos de glóbulos blancos
(neutrófilos y monocitos), que se encargan de fagocitar (ingerir) y destruir los
microorganismos que invaden el cuerpo.

Cómo nos defendemos de las enfermedades?

Es interesante conocer cómo nos defendemos de ellos: los principales


mecanismos son la piel y las mucosas. Si en la piel no hay heridas o rozaduras es
difícil que los gérmenes la atraviesen. Las condiciones locales, acidez, grasas de
las células que se desprenden, etc nos defienden.2

Cuál es el significado de infección?

Una infección se define como el proceso en el que un microorganismo patógeno


invade a otro llamado hospedador y se multiplica pudiendo provocar daño
(produciendo enfermedad) o no provocarlo.
Qué es infeccion y tipos de infeccion?

Las infecciones son un proceso en el que un microorganismo se aloja en el


cuerpo de una persona y comienza a multiplicarse, causando ciertas afecciones a
la salud. Debes saber que existen muchos tipos de microorganismos, dentro y
fuera de nuestros cuerpos, los cuales normalmente son inofensivos e incluso
útiles.

Qué tipos de infecciones existen?


 Enfermedades parasitarias. Los parásitos son organismos que dependen
de otro organismo vivo, hospedador, para su crecimiento. ...
 Infecciones bacterianas. ...
 Infecciones por hongos. ...
 Infecciones virales. ...
 Infecciones asociadas a la asistencia sanitaria.

Qué es una infeccion en microbiologia?

Se define la infección como la presencia y multiplicación del microorganismo en


los tejidos del huésped (hospedador) o dicho de otra manera un proceso causado
por la invasión de tejidos, fluidos o cavidades del organismo normalmente estériles
por microorganismos patógenos o potencialmente patógenos.

Desgraciadamente y aunque esto es excepcional, el sistema Inmune no siempre


gana todas las batallas contra los agentes que son extraños a nuestro
organismo, y cuando no funciona bien, los resultados pueden ser
graves. Los trastornos del sistema inmunológico que podemos llegar a sufrir son
numerosos y diversos pero podemos resumirlos en dos grandes grupos:
 Defectos que impiden el funcionamiento total o parcial del sistema inmune.
Son las llamadas inmunodeficiencias. En casos extremos esto se traduce en
infecciones graves y reiteradas que ponen en serio riesgo nuestras vidas. Los tipos
de inmunodeficiencias son muchas y de muy variados tipos, pueden afectar a niños y
adultos (más a niños que a adultos).  La variedad de inmunodeficiencias es muy extensa y
permanentemente se están descubriendo nuevas formas, no siempre fáciles de tratar.
 Otras enfermedades que afectan al sistema inmune corresponden a un grupo
en el cual el sistema inmune funciona, pero muy descoordinadamente, produciendo
daño a los tejidos de la persona de las sufre. Aquí se incluyen las alergias, el asma
alérgico  y las enfermedades autoinmunes, en las cuales el sistema inmune (agresivo y
destructivo por naturaleza) se confunde y reacciona destruyendo los tejidos propios,
ocasionando enfermedades como la diabetes mellitus tipo I (o juvenil), artritis reumatoide,
lupus eritematoso, enfermedad celíaca, lepra, pénfigo vulgar, tiroiditis autoinmune,
esclerosis múltiple, cirrosis biliar primaria, miastenia grave, hepatitis autoinmune, etc., etc.
Una lista impresionantemente extensa.

Nuestro sistema inmune también cumple un importante rol en la vigilancia y


protección contra ciertas clases de cánceres. Por ello, algunos tipos de
inmunodeficiencias (como el SIDA) favorecen el desarrollo de tumores
cancerígenos

¿Cómo podemos cuidar y fortalecer


nuestro Sistema Inmune?
Los párrafos precedentes nos muestran la importancia del sistema inmunológico;
cualquier disminución o alteración de estas defensas nos hace susceptibles de
contraer enfermedades, que van desde un resfriado común o una reacción
alérgica, hasta enfermedades que ponen en riesgo o disminuyen fuertemente
nuestra calidad de vida como las enfermedades autoinmunes y el cáncer.

La necesidad de cuidar el Sistema Inmune surge desde el momento que


nacemos. El sistema inmune de los recién nacidos madura muy lentamente.
Por eso una de las principales funciones de la leche materna (el primer
nutriente sano, perfecto y gratuito) es transferirnos defensas naturales como
son los anticuerpos maternos y otras sustancias protectoras, hasta que
somos capaces de sintetizar nuestras propias defensas contra los microbios que
nos rodean.

Se ha demostrado que en los niños, la leche materna disminuye episodios de


otitis, enfermedades respiratorias, gastrointestinales y más adelante se relaciona
con menores índices de obesidad, leucemia y diabetes.

Dormir bien, cuidar nuestro peso y una alimentación saludable es médica y


científicamente recomendable para mantener un sistema inmune
sano. Publicaciones de prestigiosas universidades recomiendan el consumo de
frutas y verduras como cítricos, uvas rojas, cerezas, fresas, moras, frutillas, berries
en general y verduras como brócolis, tomates, coles, entre otras. Estas son ricas
en vitaminas, tienen gran poder antioxidante y estos a su vez fortalecen y tienen
directa relación con las actividades del sistema inmune. Los preparados
multivitamínicos farmacológicos nunca sustituyen las ventajas de la alimentación
natural.
Otros alimentos también gozan de importante respaldo científico, como el ajo
(potente antiséptico, bactericida y protector del sistema digestivo), el té verde,
frijoles, miel de abeja y frutos secos como las nueces.

En los últimos años se han apoyado miles de proyectos de investigación en


busca de confirmar o desechar nuevas propiedades saludables en alimentos
innovadores. Los probióticos (formados por microbios seleccionados, vivos, no
patógenos) también han ido ganando reconocimientos como estimuladores y
protectores del sistema inmune.

Sistema dermatológico

Esto ha servido también para la especulación con productos novedosos que se


ofrecen en algunos casos sin ninguna base confiable y a veces hasta con cierto
riesgo para la salud de los consumidores.
La función principal está en proteger al organismo de factores externos como bacterias,
sustancias químicas y temperatura.

Órgano importante

La piel es el órgano más grande del cuerpo. La piel y sus derivados (cabello, uñas y
glándulas sebáceas y sudoríparas), conforman el sistema tegumentario protege a la red
de músculos, huesos, nervios, vasos sanguíneos y todo lo que hay dentro de nuestro
cuerpo. Forma una barrera que impide el ingreso de sustancias nocivas y gérmenes al
cuerpo.

FUNCIONES DE LA PIEL

Protectora: barrera contra agresiones mecánicas, químicas o toxicas y contra


microorganismos patógenos; filtro frente a las radiaciones ultravioleta

Termorreguladora: protección del calor y del frío, y mantenimiento de la temperatura


corporal.

Sensorial: transmite mediante receptores y terminaciones nerviosas el tacto, la presión,


la temperatura y el dolor.

Emocional: exteriorizamos nuestro estado emocional por la piel; nos sonrojamos,


palidecemos, nuestro pelo se eriza y emanamos olor (feromonas). 

SISTEMA DERMATOLOGICO

ESTRUCTURA DE LA PIEL
La epidermis es un epitelio plano poli estratificado y queratinizado, que cubre la totalidad
de la superficie corporal, es la capa de la piel con mayor número de células y con una
dinámica de recambio extraordinariamente grande

La dermis  estructura de soporte a la piel y le proporciona resistencia y elasticidad. Está


formada básicamente de tejido conectivo fibroelástico.

Hipodermis Ayuda a conservar la temperatura corporal, proporciona forma al contorno


corporal y le da movilidad a toda la piel.

ENFERMEDADES

Acné: es un trastorno de la piel que ocurre cuando los folículos pilosos se tapan con
grasa y células cutáneas muertas

Irritación de la piel: es una inflamación de la piel con enrojecimiento y picor o dolor. 

Picor: es una sensación incómoda e irritante que hace que quieras rascarte. También
conocida con el nombre de prurito, la picazón en la piel suele ser provocada por la piel
seca.

Cicatrices: Se forma cuando el cuerpo se cura después de una cortadura, un raspón, una
quemadura o una llaga.

Dermatitis seborreica: produce una erupción roja con escamas amarillentas y un poco
"grasosas". Además del cuero cabelludo, la dermatitis seborreica puede presentarse en
los costados de la nariz, en las cejas y entre ellas, y en otras zonas grasosas.

Urticaria: son ronchas enrojecidas que pican y que pueden desencadenarse por la
exposición a ciertos alimentos, medicamentos u otras sustancias

Eczema: La dermatitis atópica es un trastorno que provoca enrojecimiento de la piel y


picazón. Es frecuente en niños, pero puede manifestarse a cualquier edad. La dermatitis
atópica es duradera (crónica) y suele exacerbarse periódicamente. Puede manifestarse
junto con asma o con rinitis alérgica (fiebre del heno).

Cómo se clasifican las enfermedades de la piel?

Se clasifican en primarias, secundarias o sobreinfecciones y mediadas por


toxinas. Las infecciones cutáneas son la causa más frecuente de consulta
dermatológica pediátrica.
Las infecciones bacterianas más frecuentes en el niño son las piodermitis o
enfermedades causadas por microorganismos piógenos, estreptococos y
estafilococos, que pueden localizarse en la parte superficial de la piel (impétigo) o
en los anejos cutáneos, es decir, las glándulas sudoríparas y los folículos
pilosebáceos. Otros patógenos pueden producir diversas infecciones cutáneas
que son mucho menos frecuentes:
a. Infecciones por bacilos
gramnegativos: Pseudomonas sp., Klebsiella sp., Proteus sp., Enterobacter sp., Es
cherichia coli.

b. Infecciones por corinebacterias.

c. Infecciones mixtas, por microorganismos anaerobios y aerobios, en mordeduras


y picaduras.

d. Infecciones por clostridios: gangrenas.

e. Infecciones por micobacterias atípicas.

Cuál es el sistema tegumentario?

La piel y sus derivados (cabello, uñas y glándulas sebáceas y sudoríparas),


conforman el sistema tegumentario. Entre las principales funciones de la piel
está la protección. Ésta protege al organismo de factores externos como bacterias,
sustancias químicas y temperatura.

Qué es el sistema tegumentario y cuál es su función?

El sistema tegumentario está formado por la piel, el cabello, las uñas, el tejido


subcutáneo ( bajo la piel), y varias glándulas. La función más obvia del sistema
tegumentario es la protección que da la piel a los tejidos internos.

Cuántas capas tiene el sistema tegumentario?

La piel está constituida por tres capas: un epitelio, la epidermis, que es el tejido


especializado característico de este órgano y su parte más externa; un tejido
conjuntivo, la dermis, por debajo del anterior; y la hipodermis, su capa más
profunda.

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