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EL CONCEPTO DE GENIO EN KANT O EL HOMBRE SIN FINES

Katherin Lisset Ángeles Sihuay1


Universidad nacional mayor de San Marcos
Karin_7715@hotmail.com

Resumen

A continuación daremos a conocer el concepto de genio en Kant dentro


de su tercera crítica o Critica del Juicio, lo que se intentará poner de
relevancia con este breve trabajo es el esclarecimiento del concepto de
sujeto que encierra este genio, es decir, si en el encontramos una
intencionalidad en su obra o si como pretendía Kant, era efectivamente un
hombre sin fines. Para ello, iniciaremos dando una revisión general a la
obra y sobre el final acentuar nuestra mirada sobre el concepto de genio y
nuestra consiguiente crítica.

Palabras clave: Kant, estética, genio, finalidad, bello.

Introducción:

Publicada en 1790 la Crítica del Juicio o de la facultad de Discernir, es la


tercera y última critica dentro del proyecto general de Kant que consiste
grosso modo en dar respuestas a los límites de la razón, contestando
preguntas que sus contemporáneos ilustrados también se plantearon de
alguna manera, preguntas tales como: ¿Qué puedo conocer?¿Qué debo
hacer? ¿Qué me cabe esperar? Preguntas, que sintetizan la labor de toda
filosofía en la pregunta ¿Qué es el hombre?, y responden a distintos usos

1
Estudiante de filosofía de la UNMSM. Con interés en el pensamiento Kantiano ya la Segunda
escolástica en América.

[Escriba texto]
de la razón. De este modo, la CJ 2 es parte sustancial de la obra del
filosófico, pues con ella se intenta establecer el nexo entre las dos
primeras críticas.

Con lo que, esta tercera crítica intentará responder a diversas preguntas,


y sobre todo a aquellos problemas de carácter estético y teológico. Así la
obra se divide en dos partes aparentemente distintas, la crítica del juicio
estético y la crítica del juicio teológico, cabe decir que aunque pareciera
que no tienen correlato alguno ambas se enlazan con el motivo de
demostrarnos la finalidad de la naturaleza 3, pero esto por ahora no será
parte de nuestro trabajo; evidentemente la primera parte trata de
problemas estéticos (lo bello, lo sublime, las bellas artes, el genio) y para
el caso de nuestra exposición es la parte final de este critica del juicio
estético donde centraremos nuestra atención, por ello para llegar al punto
deseado y enmarcar este breve trabajo, iniciaré mi labor, ofreciendo una
breve exposición general de la primera mitad de la obra.

Primera parte:

La estructura de la crítica del juicio estético no se diferencia en mucho de


sus dos primeras críticas, ya que en esta obra también encontramos
títulos como analítica o deducción. Así pues, divida en dos secciones: la
analítica del juicio estético §1- §54 y la dialéctica del juicio estético §55-
§60, se divide a su vez la primera sección en dos libros: el primero sobre
la analítica de lo bello y el segundo sobre la analítica de lo sublime.

2
En adelante utilizaré esta abreviatura ‘CJ’ para referirme a la Critica del Juicio.
3
Aquí nos remitimos a Cañas Quiñones en su trabajo ‘El sujeto en la estética Kantiana’, para
sintetizar el concepto de finalidad en Kant y poder iniciar nuestra explicación: El concepto de
finalidad Kantiano indica la actividad valorativa del sujeto y por eso la enunciación de sus juicios
es decir, de carácter atributivo. Entre estos cabe distinguir el juicio estético o juicio de gusto, del
juicio teológico. En ambos casos es dado lo particular (las cosas naturales) y se trata de encontrar
lo general a lo cual está subordinado. El primero se basa en una finalidad subjetiva, que no quiere
decir arbitraria, y corresponde a una necesidad del sentimiento de placer que, de manera
inmediata, le otorga unidad y orden a un conjunto de leyes particulares a pesar de no poder
demostrarlas. El segundo se basa en una finalidad objetiva y busca un fin al cual pueden concurrir
las partes de un todo mediante un concepto. (p.285)

[Escriba texto]
La analítica de lo bello (§1- §22) divide en cuatro momentos el juicio de
gusto, así: según su cualidad, desinteresados (§1- §5), según su
cantidad, universales (§6- §9), según su relación, finalidad sin fin (§10-
§17) y según su modalidad, necesarios (§18- §22) respectivamente.

De este primer libro podemos extraer importantes definiciones para lo


posterior:

§1 El juicio de gusto no es, pues, un juicio de conocimiento; por lo tanto


no es lógico sino estético, entendiendo por esto aquel cuya base
determinante no puede ser más que subjetiva.

§5 Agradable llámese a lo que deleita, bello a lo que place y bueno a lo


que es apreciado.

§9 Bello es lo que sin concepto place universalmente.

§10 El fin es el objeto de un concepto, en cuanto este es considerado


como la causa de aquel (la base real de su posibilidad). La causalidad de
un concepto, en consideración de su objeto, es la finalidad (forma finalis).

§17 Belleza es forma de la finalidad de un objeto en cuanto es percibida


en él sin la representación de un fin.

§19 El juicio del gusto exige el consentimiento universal; porque con esto
se tiene un principio que es común a todos.

§22 En todos los juicios por los que declaramos una cosa bella, no
permitimos a nadie ser de otro parecer, aunque no fundamos nuestro
juicio sobre conceptos, sino sólo sobre nuestro sentimiento; mas también
este sentimiento no es para nosotros un sentimiento individual; es un
sentimiento común. Lo bello es lo que se reconoce sin concepto como el
objeto de una satisfacción necesaria.

La analítica de lo sublime (§22 -§6029) inicia con el paso de lo bello a lo


sublime, mostrando semejanza y diferencia entre ambos, como bien lo ha
expuesto Roberto Cañas:

[Escriba texto]
…lo bello y lo sublime presentan rasgos comunes. Ambos placen

por si mismos con independencia de las inclinaciones utilitarias;

también los enunciados sobre lo bello y lo sublime no presuponen

esquemas de un concepto; por último, ambas categorías estéticas

fundan su validez universal en la dimensión subjetiva del hombre.

Por otra parte, las diferencias son todavía mayores. Así, dentro de

los ‘momentos’ del cuadro de las categorías, lo bello se relaciona

más con la cualidad que con la cantidad; y lo sublime, mas con la

cantidad que con la cualidad. Asimismo, en la belleza natural es la

forma del objetivo quien la determina, pues toda forma del objeto

quien la determina, pues toda forma implica limitación. En cambio,

en la experiencia de lo sublime desaparece la forma y se produce

una ilimitación que va acompañada con la noción de totalidad

(1999, p. 19).

Luego se hace una división en la investigación del sentimiento de lo


sublime, entre lo sublime matemático (§25) y lo sublime dinámico (§28).
Para llegar a la última sección de esta primera mitad de la obra que es la
Deducción de los juicios estéticos puros (§30-§54) y que nos interesa
sobremanera. Pues es en este punto, en el que se exponen la teoría del
Arte de Kant, las bellas artes y sobretodo su teoría del Genio.

La explicación de estos tres puntos, las realizaré a continuación, pues es


mi intención señalar las características del sujeto con los cuales luego dar
un concepto o definición del mismo.

Segunda parte:

[Escriba texto]
Deducción de los juicios estéticos puros (§30-§54)

Del primer párrafo de la §31 podemos extraer lo siguiente: La deducción


de una especie de juicio se da cuando este tiene pretensión de necesidad
y no es un juicio de conocimiento, sino de placer o dolor. Luego, antes de
iniciar la descripción y teoría del arte en general que comienza en la
sección §43, Kant nos da un preámbulo, en el que expone su posición
sobre el sentido común (sensus communis). Así, el mismo autor nos lo
dice:

Por sensus communis ha de entenderse la idea de un sentido que

es común a todos, es decir, de un Juicio que, en su reflexión, tiene

en cuenta por el pensamiento (a priori) el modo de representación

de los demás para atener su juicio, por decirlo así, a la razón total

humana, y así, evitar la ilusión que, nacida de condiciones privadas

subjetivas, fácilmente tomadas por objetivas, tendría una influencia

perjudicial en el juicio. (Kant, 2007, p218. §40)

Resalto la importancia de estas líneas pues, como se verá más adelante


en su teoría del genio, el autor apela exactamente a esta condición de
sentido común que al inicio pareciera despreciar, para buscar la
aceptación de la obra creada por el genio, asumiendo que hay ‘algo’ que
hace que todo aceptemos, no obligados por una regla objetiva, pero si por
un impulso atrayente, que no puedo ser otra cosa que sentido común.
Siguiendo con su exposición nos avisa sobre el interés empírico y el
intelectual en lo bello. Nos dice que en el primer caso nos interesa lo bello
solo en sociedad, mientras que en el segundo Kant nos revela su
intención de presentar al arte como asociado a la moral, así como a lo
trascendental, pues nos dice lo siguiente:

…tomar un interés en la belleza de la naturaleza, es siempre un

signo distintivo de un alma buena, y que, cuando ese interés se

[Escriba texto]
une de buen grado a la contemplación de la naturaleza, muestra al

menos una disposición de espíritu favorable al sentimiento moral…

aquí me refiero propiamente a las bellas formas de la naturaleza, y

que dejo de lado, en cambio los encantos que esta suele enlazar

con ellas, porque el interés en estos, si bien es inmediato, es en

cambio, empírico. (Kant, 2007 p.224 §42)

Ya en el §42 va presentando su teoría del arte explicando la superioridad


de la belleza natural sobre el arte, ligada a un refinado sentimiento moral.
Pero veamos propiamente como define arte en la §43 y a partir de aquí su
en su exposición de las bellas artes. ‘’debería llamarse arte solo a la
producción por medio de la libertad, es decir, mediante una voluntad que
pone razón a la base de su actividad’’ (Kant, p.228). Además nos dice que
arte se diferencia de naturaleza, ciencia y oficio por los siguientes
motivos:

Solo es arte aquello que es producido por los hombres, distinguiéndose


así de la naturaleza; no es arte aquello que podamos reproducir
exactamente pues esto implicaría la descripción y especificación de una
técnica para su producción que si se logra con la ciencia, pues el arte
debe tomarse como ejemplo para la creación de otro arte pero no como
objeto de exacta imitación, por último, se distingue el arte del oficio pues
el primero es libre mientras que este busca una finalidad, es atractiva su
realización por su ganancia. Luego, arte agradable es aquel que tiene por
fin el goce, mientras ‘arte bello, en cambio, es un modo de representación
que por sí mismo es conforme a fin, y, aunque sin fin, fomenta, sin
embargo, la cultura de las facultades del espíritu para la comunidad
social’(Kant, p.232 §44) y este arte bello es el que más se aproxima a lo
natural y según nuestro autor, ‘debe ser considerado como naturaleza,
por más que se tenga consciencia de que es arte’ (Kant, p.233 §45)

[Escriba texto]
Expuesto esto, pues llegamos al creador de este arte bello, que no puede
ser otro que el genio. Hasta aquí llega la exposición de las bellas artes
para Kant y con esto ya podemos dilucidar lo que se proponía al inicio de
esta segunda parte –rasgos, características del sujeto-.

Sin haber entrado propiamente en la exposición de la teoría del genio,


podemos hacernos una idea de algunas cualidades que necesariamente
debe poseer este como sujeto, así pues sabemos que el sujeto creador
debe poseer libertad, pero no queda esto del todo establecido para el
espectador; por otra parte, sabemos que en Kant prima el sujeto
trascendental sobre el empírico, pero que ambos van emparejados en el
mundo, así también es importante recordar que para él, esta obra es el
enlace de las dos precedentes, y toda su sistema está abocado a definir
al hombre, pues la respuesta a la pregunta ¿qué es el hombre? es
justamente la finalidad, es él mismo.

El punto más importante aquí resulta ser el hecho de que la apreciación


del arte, se da porque el sujeto define lo que es bello, no encontrando ‘lo
bello’ necesariamente en el objeto como propiedad suya, sino que el
sujeto pareciera que pone algo de él mismo para ello. De este modo, si lo
que pretendíamos era dar una definición del sujeto, podríamos definirlo
del siguiente modo:

‘Sujeto es aquel que tiene la capacidad de realizar juicios a priori en el


arte, de carácter subjetivo sin que con ellos deslinde o contradiga
aquellos que son considerados objetivos, este asimismo es capaz de
realizar síntesis de conocimientos’

Tercera parte:

La sección §46 inicia con la definición de genio ‘‘Genio es el talento (dota


natural) que da la regla al arte… Genio es la capacidad del espíritu
humano innata (ingenium) mediante la cual la naturaleza da la regla al

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arte’’ (Kant, p. 233) y las bellas artes deben ser consideradas como artes
del genio, lo que da a aquellos que posean este dote natural, un estatus
priviligeado que ni los filósofos ni los científicos podrían alcanzar.

Como señala Labrada:

‘En la en la definición de genio aparecen los términos naturaleza y

regla que plantean el problema de la legalidad natural: en la

creación artística hay normal o ley, pero no objetiva o conceptual,

sino según el modo de darse la ley en la naturaleza.’ (1988, p.147)

Esto supone que el genio concibe su obra de acuerdo a su propia ley, es


decir subjetiva. Las características del genio son las siguientes: tiene
talento innato, es original, ejemplar y da la regla como naturaleza. La
primera característica se comprende rápidamente, la segunda
característica se une con la tercera pues un garabato también puede ser
original pero ello no indica que vaya a ser ejemplar para que otros genio
quieran realizar una obra de arte y la cuarta característica es la que más
nos interesa porque de ella se desprende que el genio no es alguien que
conozca la regla con la que hizo su obra por lo que no la puede
comunicar, es decir, no tuvo una finalidad al realizarla sino que estuvo en
él, innato pero no percibido, como señala el propio Kant, la regla no se
puede recoger en una formula, pero a la vez el producto de esta regla es
admirado por todos. Aquí debemos resaltar lo que nos dice Kant al inicio
de la §43 ‘Según derecho, debería llamarse arte solo a la producción por
medio dela libertada, es decir, mediante una voluntad que pone razón a la
base de su actividad’ (p.228).

Que intentamos decir con esto, algo que encontramos mejor dicho en
Adorno, aunque no nos encontremos del todo de acuerdo con su
posición:

[Escriba texto]
El desinterés, que el subraya, le aleja del efecto inmediato al que la

complacencia quiere conservar, y esto prepara la quiebra de la

supremacía de esa complacencia. …[…] La doctrina de la

complacencia desinteresada es pobre ante el fenómeno estético, lo

reduce a lo formal, algo tan cuestionable en su aislamiento, o a los

llamados objetos sublimes de la naturaleza. La sublimación hasta

la forma absoluta olvida el espíritu de las obras de arte, bajo cuyo

signo se ha hecho la sublimación.’ (p.21)

A la luz de lo dicho, pareciera que el genio que presenta Kant no tiene


una finalidad para su obra, esto es la obvia intención de nuestro autor,
pero me parece algo singular que Kant no señale el motivo que lleva al
artista a presentar su obra, es decir, hecha la producción, necesariamente
el conocimiento público de ella se da porque el artista ha influenciado en
ello, Kant no explica esta parte, lo que me lleva a especular que
probablemente el concepto de genio en Kant sea acertado, pero ello solo
hasta el momento en que ese genio esta frente a su propia obra, después
de realizada la obra es que se encuentra una finalidad para ella, no antes;
sin que le quite su carácter de innovadora y ejemplar, podría responderse
a esto que el formalismo de Kant no le permitió darse cuenta de este
detalle, pero si su intención en toda su sistema, es saber ¿Qué es el
hombre?, realizo su teoría del genio olvidado al hombre del que emerge
ese genio.

A modo de conclusión quisiera anotar lo siguiente:

La influencia que sin embargo ha generado Kant con esta teoría del
genio, aunque también los rezagos que emergen de ella, es innegable. El
hombre que ahora es el centro de atención con respecto a la obra de arte
misma es lo notable, el problema en su interpretación consistió en querer

[Escriba texto]
darle una finalidad trascendental a esta obra, para este caso, el hombre
como creador sigue sin tener un fin, al menos eso es lo que quiere
presentarnos Kant con su completa formalización y objetivación del
sujeto, desde mi punto de vista. Puesto que el fin que subyace a la obra
está más allá de él y de sus posibilidades y por ello no puedo expresar la
técnica con la que fue realizada, Kant ha trasformado al artista en su
propia obra, algo así como un en su propia ‘David’ completamente
idealizado puesto que cuando vemos al artista con el manto de genialidad
y perfección que Kant nos presenta, vemos a un David capaz de todo, en
esa estatua encerraremos toda nuestra idealización y la creeremos capaz
de todo cuanto nuestra imaginación esté dispuesto a concederle,
olvidando que no se mueve, no siente, no nos percibe, no le importamos.
Del mismo modo considero al genio de Kant, pues creo que si tuvo fines,
no a priori al crear su obra, pero si a posteriori, respecto a lo que haría
con su obra, pero de esto el filósofo de Königsberg no fue capaz de darse
cuenta, pues el mismo se puso el manto de su idealidad.

[Escriba texto]
LISTA DE REFERENCIAS

Manuscritos impresos (libros o revistas)

Adorno, Theodor W. (1983) Teoría Estética. Buenos Aires, Ed. Orbis, S.A.

Kant, I.(2007) Critica del juicio (García Morente Trad.) Madrid, Ed.
Tecnos.

Kogan J. (1965) La estética de Kant. Buenos Aires, EUDEBA.

Palacios, C. (2007) El Genio. Lima UNMSM, Fondo Editorial.

Sobrevilla, D. (1991) (Comp.). Filosofía, política y estética en la Crítica del


Juicio de Kant, Lima, Instituto Goethe.

Recursos electrónicos

Cañas Quirós, R.(1999) El sujeto en la estética kantiana primera parte.


Revista de Filosofía de la Universidad de Costa Rica, pp.283-291. [En
línea] Recuperado el 02 de noviembre del 2012 de
http://inif.ucr.ac.cr/recursos/docs/Revista%20de%20Filosof%C3%ADa
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%20estetica%20kantiana%20primera%20parte.pdf

Labrada, M.A. (1988) La imagen del hombre en la teoría kantiana del


genio. Anuario Filosófico, pp. 145–154. [En línea] Recuperado el 02 de
noviembre del 2012 de http://hdl.handle.net/10171/2317

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