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GRUPO: 2
SUBGRUPO 3
PERIODO LECTIVO:
2019-2020
MAPA CONCEPTUAL
CAMBIOS DE
MUSCULOS EN EL
EMBARAZO
Los cambios estáticos durante el embarazo también pueden causar dolor en la columna vertebral, los
músculos y las articulaciones.A medida que el embarazo avanza, las mujeres embarazadas desarrollan una
fuerte lordosis, y la movilidad de las articulaciones vertebrales también disminuye
En posición vertical, el anillo pélvico lleva la carga de la parte superior del cuerpo, generalmente sostenido por un sistema de
ligamentos muy tensado. El aflojamiento de estos tejidos es importante para el crecimiento sin obstáculos del bebé y su paso a
través del canal del parto
Los remedios homeopáticos son inofensivos y a menudo muy eficaces: Si el movimiento alivia el dolor, son
apropiados medios homeopáticos como Rhus toxicodendron D12. En el caso opuesto, cuando el
movimiento agrava el dolor, Bryonia D6 puede aliviar
Modificaciones Oseas en el embarazo
El drenaje de calcio a través de la placenta se llevase a efecto sin afectación del
esqueleto materno si hay sistemas compensadores de suficiente potencia.
La paratohormona (PTH)
Gran potencial pro-
resortivo.
Su acción liberadora
de calcio a partir del
hueso
sería acorde a las
transferencia de
cantidades
importantes del
catión a través de la
placenta
Deterioro del capital
óseo en la madre.
El incremento de la absorción intestinal y la característica hipocalcemia en
la embarazada apoyarían esta interpretación
Vitamina D
Aumenta la absorción de intestinal de calcio
Se observa un incremento en el segundo trimestre
Estrógenos
Tienen un potente efecto reductor de la resorción ósea
Calcio
Concentraciones séricas de calcio total caen
Calcio corregido y calcio iónico aumentan
Calcemia de 9.56 mg/dl (embarazo) y 9.2 mg/dl (no embarazada)
Se depositan entre 25-30 g al esqueleto fetal en la segunda mitad del embarazo
En la lactancia se pierden 30 g de calcio en 3-4 meses de lactancia
Se necesita en la lactancia 250 g diarios de calcio para la producción de leche
Fosforo
o Niveles séricos son normales o levemente disminuidos
o Niveles mayores durante la lactancia
o Reabsorción renal de fosfato puede estar aumentada
Efecto del embarazo sobre el diente
La mujer en el embarazo tiene una serie de cambios extrínsecos e intrínsecos
Hace que se haga vulnerable a las caries dentales
Cambios de la producción de la flor bucal, dieta, entre otros.
Gingivitis en el embarazo
Encía aumentada de color rojo
Sangra con facilidad
Se da por el aumento de los estrógenos
Destrucción de mastocitos gindivales
La cantidad de calcio y fosforo que necesita el feto durante el embarazo representa 1/50
de la cantidad presente en los huesos materno
o Una deficiencia de incorporación de calcio y fosforo en la dieta materna
o Disminuye la concentración de estos iones en los líquidos extracelulares
o Produciendo la salida de calcio de los huesos maternos
o Compensando para alcanzar cifras normales de estos iones
o Se da una pérdida de contenido de mineral óseo
¿Cuál es su función?
El libro Anatomía Humana de Michel Latarjet nos dice que “Contribuye a la micción,
defecación, vómitos, tos, parto, espiración forzada y como estabilizador de la columna
lumbar a través de sus uniones sobre todo a nivel fascial.”
¿Y durante el embarazo?
En el punto anterior vemos la gran cantidad de acciones que lleva a cabo este olvidado
músculo, pero en el caso de las embarazadas sus funciones aumentan y son muy
importantes tanto durante el embarazo como en el postparto.
Actúa de faja para el vientre de la embarazada
Favorece la correcta colocación del bebé, de manera que favorece su salida
durante el parto.
Previene de problemas lumbares, (estos suelen incrementar en prevalencia e
intensidad a lo largo del embarazo, especialmente en el tercer trimestre.
Minimiza las secuelas del post-parto (como las diástasis abdominales) ya que la
musculatura abdominal estará en mejor estado.
Favorece la recuperación post-parto, porque tendremos la musculatura más
activa.
DIÁSTASIS ABDOMINAL
La diástasis abdominal es la separación de los músculos rectos del abdomen como
consecuencia de un daño en el tejido conectivo que, los mantiene unidos entre sí, y a la
línea media del cuerpo, la denominada línea alba. Esta línea alba es de consistencia
fibrosa y por lo tanto no puede estirarse como lo hacen otras estructuras.
Sin embargo, durante el embarazo la faja abdominal crece y los músculos se estiran y
separan para permitir el crecimiento del bebé. Así, se separa la membrana fibrosa que
une los abdominales y por tanto, existe una separación entre los músculos del abdomen,
lo que convierte a esta zona en una zona de gran riesgo de roturas.
A esto se une, además, a un importante cambio hormonal, aumentándose la
concentración de hormonas como la relaxina, progesterona, elastina y estrógenos, que
alteran la composición del colágeno, haciendo que se debilite el tejido conectivo que
une los rectos.
Durante las 8 semanas después del parto esta distancia se va reduciendo, pero está
comprobado que su cierre no es completo sin la realización de ejercicios específicos.
Según Lee y col. (2008) “La incidencia en las mujeres es del 27% en el segundo
trimestre y del 66% en el tercer trimestre, de las cuales el 53% continuaron teniendo
diástasis inmediatamente después del parto (1)”.
Síntomas que puede producir la diástasis
A parte de las molestias estéticas que genera el hecho de tener una separación
abdominal la diástasis genera otros problemas como:
֍ Una mala estabilización del centro corporal, lo que repercute directamente en el
mantenimiento de la postura.
֍ Dolores lumbar y pélvico por una transmisión incorrecta de las cargas: La
gestación, tiene una gran influencia en el suelo pélvico. Y como el suelo pélvico
no actúa de forma aislada en nuestro cuerpo sino que actúa en sinergia con el
diafragma, la columna lumbar y la pared abdominal. Es necesario que todos
estos elementos actúan de manera armónica, ya que el fallo en alguno de ellos
repercutirá inevitablemente en el resto.
֍ Problemas digestivos: malas digestiones, gases, estreñimiento…
֍ Herniación de las vísceras abdominales y prolapsos (diástasis anatómica)
Los mejores remedios para el dolor articular durante el embarazo son el calor, el
descanso, la relajación y el ejercicio:
El calor libera tensiones y tiene un efecto beneficioso sobre los músculos y las
articulaciones. En caso de un ataque de dolor o dolor permanente, un baño
caliente, una botella de agua caliente o un cojín de huesos de cereza caliente
pueden hacer maravillas.
Las mujeres embarazadas también necesitan descansos regulares para aliviar los
músculos y las articulaciones y deben asegurarse de integrarlos en su vida diaria.
A medida que avanza el embarazo quedan prohibidos los grandes esfuerzos o
duros trabajos físicos: por ejemplo, levantando o cargando objetos pesados.
Médicos y comadronas recomiendan cargar como máximo cinco kilos en la
segunda mitad del embarazo.
El estrés y las preocupaciones provocan tensión y pueden desencadenar o
empeorar el dolor. Por lo tanto, la relajación mental también es particularmente
importante durante el embarazo. Los masajes o ciertas formas de yoga son
adecuados como apoyo eficaz.
El movimiento alivia el dolor de espalda y articulaciones. Ejercicios
específicos para el fortalecimiento de la espalda, marcha nórdica, ciclismo,
natación, gimnasia acuática o yoga son particularmente adecuados como deporte
recreativo durante el embarazo. También son importantes los ejercicios regulares
para fortalecer el suelo pélvico.
Se pueden utilizar bandas para el vientre y fajas para aliviar los músculos
abdominales y de la espalda.
Por la noche, coloca un cojín de lactancia entre las piernas, acostada de lado,
para aliviar los músculos y ligamentos.
Ponte a gatas, si tu pelvis lo soporta. Aprieta el ombligo hacia dentro sin mover
la zona lumbar. Mantén la posición unos segundos y luego suelta. Realiza diez
repeticiones tres veces al día, pero no te sientas mal si no logras tu objetivo.
Siempre puedes volver a intentarlo mañana.
También puedes hacer el mismo ejercicio sentada en una silla. Pon una mano en
la parte inferior del estómago y la otra en la zona lumbar. Aprieta el ombligo
hacia dentro y mantenlo presionado unos segundos antes de soltarlo. Asegúrate
de que la zona lumbar no se mueve. Haz diez repeticiones, tres veces al día.
Durante todo el embarazo es importante ejercitar los músculos del suelo pélvico,
haciéndolo más estable desde el interior.
Puedes ejercitar los músculos del suelo pélvico de la siguiente manera:
Túmbate de lado con una almohada entre las piernas. Contrae los músculos
alrededor del recto, la vagina y la uretra, hasta que sientas un ligero movimiento
hacia arriba dentro del cuerpo. Intenta mantener cada contracción durante 6-8
segundos. A medida que se fortalezca, puedes aumentar la duración de las
contracciones.
También puedes hacer estos ejercicios sentada o de pie, mientras esperas el autobús, o
simplemente en la cola para pagar. Las opciones son infinitas; haz lo que te sea más
práctico. Para evitar la incontinencia, debes continuar con estos ejercicios después de
dar a luz.
JUSTIFICACIÓN: Estos músculos discurren por cada lado del abdomen y se unen
entre sí mediante el tejido conjuntivo fibroso o Línea Alba.