Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Para Ricardo Legorreta, no existe un punto o momento clave que haya marcado
su decisión de ser Arquitecto, sin embargo, existen una serie de experiencias al
crecer que fueron moldeando la dirección de su camino.
Recuerda como su padre le enseño el amor hacia México y cómo conoció distintos
pueblos, conventos, etc. en donde aprendió a apreciar la estética. Además, ser
soñador es clave para querer ser arquitecto y combinado con la pasión garantiza
el ser feliz.
Hay diversas cosas que influyen en la manera en que observamos el color, desde
la luz que lo golpea, el tiempo, como el día o la noche, etc.
Él señala que en México no se siguen reglas sobre la teoría del color, que si nos
pusiéramos a pensar el mexicano lo usa irresponsablemente, pero esto es porque
más bien, lo que dirige su uso aquí son las emociones.
“La arquitectura debe tener alma y si no la tiene solo es una construcción”, fue una
de las frases con las que recordaban a Legorreta pues es demasiado idóneo.
Para Legorreta era fundamental el uso y juego de la luz natural tomando los
contrastes en un pasillo con pergolados, etc. Hacía más cómodo el espacio para el
ser humano. La funcionalidad no debe ir peleada con la belleza, viene incluido en
la arquitectura, ya que es un arte.
Sin importar el tipo de uso que fuera a tener el edificio desde casas, edificios o
fábricas, siempre buscó dignificar al usuario y hacerlo sentir feliz. Fue uno de los
principales motivos al construir de Legorreta.
Debido a eso tenía una opinión y crítica sobre el descuido y el deber del arquitecto
con las casas de interés social, todo esto me pareció muy acertado. No es
necesario un gran presupuesto, ya que como él lo menciona y pone como
ejemplo, el pueblo de Pátzcuaro ha sido de sus mayores inspiraciones porque
incluso con materiales sencillos y baratos tiene construcciones de excelencia, es
decir, bien hechas. Así que las casas de interés social muy bien podrían ser
cómodas y dignas.
Bibliografía: