Vrikshasana es una asana donde la persona se para en una pierna y luego levanta la pierna opuesta y la dobla colocándola en el muslo correspondiente. Las palmas de la mano están juntas y se llevan sobre la cabeza con las puntas de los dedos apuntando hacia arriba. El pie que queda apoyado en el suelo simboliza las raíces del árbol que lo unen a la tierra, y los brazos simbolizan las ramas que crecen hacia lo alto. Además ayuda a trabajar muchos músculos como recto abdominal, espalda baja, psoas, tensor fascia lata, abdominales inferiores, glúteo mayor y menor, cuádriceps, sóleo, esquitobiales, deltoides frontal, tríceps braquial y trapecio medio. En algunas tradiciones, la pose se llama Bhagirathasana, en honor a un gran rey yogui de la India que según cuenta la leyenda, se mantuvo en esta asana hasta que pudo apaciguar al dios Shiva que le permitió llevar el sagrado río Ganges del cielo a la tierra.