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CEREBRO EMOCIONAL

Sistema límbico o cerebro emocional. También llamado cerebro


medio. Es la porción del cerebro situada inmediatamente debajo de
la corteza cerebral, y que comprende centros importantes como el
tálamo, el hipotálamo, el hipocampo y la amígdala. Son los centros
de la afectividad, es aquí donde se procesan las distintas
emociones y el ser humano experimenta miedo, tristeza, ira o
alegría, entre otras.

La amígdala, nuestra defensa emocional


Es la estructura más importante dentro del sistema límbico. Es la
que guarda y maneja nuestras emociones más irracionales. Es
esta parte del cerebro en la que se genera la ‘defensa’ contra los
peores sentimientos que tenemos los seres humanos: el miedo, la
ira, la tristeza, etc. Se encarga de regular estas sensaciones y de
protegernos ante ellas. Gracias a la amígdala podemos escapar de
situaciones que ponen en riesgo nuestra supervivencia; pero
también tiene una parte mala: es la que permite que nuestros
miedos más profundos y nuestros traumas infantiles salgan a
la luz. La amígdala nos ayuda a buscar la estrategia necesaria para
solventar una situación de estrés, miedo o peligro y nos da una
visión equilibrada de lo que sucede a nuestro alrededor. En
definitiva, es la parte del cerebro que permite que no nos dejemos
llevar por el pánico y la ansiedad.

¿Qué es la amígdala cerebral?

 imprescindibles porque, gracias a la interconexión de la


amígdala con el resto del cerebro, esta estructura funciona
como un “centro de mandos” de las emociones, siendo un
núcleo de control en el que los sentimientos se vinculan a un patrón
de respuesta determinado.

El sistema límbico es la parte del cerebro especializada en la


gestión de las emociones, el aprendizaje y la memoria. Es la parte
más antigua filogenéticamente del cerebro.

 
Hay multitud de emociones y actualmente no hay una idea clara de
cuáles podrían ser las emociones primarias, aunque sí podemos dar
una idea clara de cuáles podrían ser las principales familias de
emociones. Daniel Goleman en su libro “Inteligencia Emocional”
propone las siguientes:
  

 La ira: rabia, enojo, resentimiento, furia, exasperación,


indignación, acritud, animosidad, hostilidad y en el caso más
extremo, odio y violencia
 Tristeza: aflicción, pena, desconsuelo, pesimismo,
melancolía, autocompasión, soledad, desaliento,
desesperación, y en caso patológico, depresión.
 Miedo: ansiedad, aprensión, temor, preocupación,
consternación, inquietud, desasosiego, incertidumbre,
nerviosismo, angustia, susto, terror y en el caso que sea
psicopatológico, fobia y pánico
  Alegría: felicidad, gozo, tranquilidad, contento, beatitud,
deleite, diversión, dignidad, placer sensual, estremecimiento,
rapto, gratificación, satisfacción, euforia, capricho, éxtasis, y
en el caso extremo, manía.
 Amor: aceptación, cordialidad, confianza, amabilidad,
afinidad, devoción, adoración, enamoramiento y ágape.
 Sorpresa: sobresalto, asombro, desconcierto, admiración.
 Aversión: desprecio, desdén, displicencia, asco, antipatía,
disgusto y repugnancia.
 Vergüenza: culpa, perplejidad, desazón, remordimiento,
humillación, pesar y aflicción.

Las emociones producen una reacción en el ser humano que puede


ser expresada socialmente mediante componentes conductuales o
componentes fisiológicos.

Las emociones constituyen el eje central de nuestro


comportamiento con nosotros mismos y con la gente que nos rodea.
Una adecuada atención a nuestras propias emociones es
fundamental para saber gestionarlas adecuadamente.  

Cuando sentimos una emoción tenemos inicialmente que


identificarla, es decir, ser consciente de lo que estamos sintiendo y
determinar cuál ha sido el agente externo que lo ha provocado. Sólo
de esta manera seremos capaces de manejarla adecuadamente.
Siendo un tema tan importante en la vida de un adulto, debemos
prestar mucha atención a la educación de las emociones desde la
infancia ya que cuando más aprendemos y asimilamos los
conceptos y las costumbres es durante este periodo. La inteligencia
emocional nos permite identificar nuestras emociones y desarrolla
todas nuestras habilidades emocionales para vivir de forma más
placentera y próspera.

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