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TUE RPeUEL Fernando Esteves Fros (COT ET gst) } Ana Maria Cabanellas / Juan C. Carponi Flores CUMS OMe PASC COM CUPW MAUL Rn Cle UMN EYAL AN ee ON HSIN mato Peg HM aeRO PASTA ORS CLUS PARO Ke eR CLLAUIL PAIDOS DIAGONALES Leandro de Sagastizabal EL MUNDO DE LA EDICION DE LIBROS Un libro de divulgacién sobre la actividad editorial para autores, profesionales del sector y lectores en general Ana Maria Cabanellas Juan C. Carponi Flores Francisco del Carril Eduardo Fidanza Alejandro Katz Lidia Mazzalomo Ricardo Nudelman Paula Pérez Alonso Patricia Piccolini Guillermo Schavelzon Jorge Vanzulli Edicién al cuidado de Gabriela Tenner PAIDOS Buenos Aires. arctlona, Meco 070-5 El mundo de la exicién de libros : un libro de divulgacion, ELM sobre la actividad editorial para autores, profesionales del sector y letores en general. / Leandro De Sagastizabal.. etal] = 1". ed ~ ‘Buenos Aires: Paidés, 2002. 2p. ; Bxl6 em- (Diagonales) ISBN 950-12.0501-0, I. De Sagastizabal, Leandro - 1. Empresas Edlitoriales - Fancionamiento 2. Empresas Editoriales-Administracion Cubierta de Gustavo Macst 1" edicion, 2002 Gant rigusamente poids sina atin cide oils el pri, ‘ba srcoes elds en as eyes a repedaca alo paca ee a for ‘ager medio paceman, compere props atmos ord Ye etc de empleo a mite gules pst pais, ‘Ana Maria Cabanellas Juan Carlos Carponi Flores Francisco del Carel Leandro de Sagastizsbal Femando Esteves Fros Eduardo Fidanza Alejandro Katz Lidia Mazzalomo Ricardo Nudelman Paula Pérez Alonso Patricia Piccoli Guillermo Schavelzon Jorge Varzll 2002 de todas las ediciones en castellano Editorial Paidds SAICF Defensa 599, Buenos Aires e-mail: lteraria@editorialpaidos.comar Fdiciones Paidés Ibérica SA ‘Mariano Cubf 92, Barcelona Editorial Paid6s Mexicana SA Rubén Darfo 118, México DE 8 0000000099086 Queda hecho el depésito que previene la Ley 11.723 Impreso en la Argentina - Printed in Argentina Impreso en Grafica MPS Santiago det Estero 338, Landis, Buenos Aires, en setiembre de 2002 Tirada: 2000 ejemplares ISBN 950-12.0501-0 ees LUV. - DiseNo GRAFICO EDITORIAL, Lidia Mazzalomo .... indice PROLOGO vee 2QUE BS EL LIBRO HOY?, Alejandro Katz. -ADMINISTRACION DE UNA EMPRESA DE CULTURA, Fernando Esteves Fros y Jorge Vanzulli EL orko epitor, Paula Pérez Alonso. DEL AUTOR AL EDITOR: LOS CAMINOS DEL MANUSCRITO, SEGUIDO DE «COMO HACER PARA SER PUBLICADO», Guillermo Schavelzon . BREVE INTRODUCCION AL MARKETING, PARA EDITORES, Juan C. Carponi Flores.. LA EDICION TECNICA, Patricia Piccolini La PRODUCCION EDrtoRIAL, Francisco del Carri... ee ins tk a 1 15 17 . 139 161 a EL MUNDO DE LA EDICION DE LIBROS 9. EL LIBRO, ENTRE LA OFERTA Y LA DEMANDA, : Leandro de Sagastizabal 10. DERECHOS DE AUTOR, Ana Maria Cabanellas . 11. LA CAPACITACION FS UNA INVERSION REPRODUCTIVA, Ricardo Nudelman. 12. ,QuIEN FS EL LECTOR?, Eduardo Fidanza fpIce ANALITICO.. Deseamos aclarar que si bien este libro tiene trece autores, reconocemos en los escritos que reflejan nuestras précticas el aporte de muchas otras personas que comparten con nosotros la actividad editorial y que nos enriquecen con sus conocimientos, su experiencia y su imaginacién. Los COMPILADORES ty EL MUNDO DE LA EDICION DE LisRos cio profesional sobre una vasta informacién y cultura generales, los tores devienen en tales una vez que, debidamente formados y capacite dos en determinada materia literatura, historia, ciencias, arte, etc sienten en condiciones de juzgar y evaluar el original de autor, arri Tr EQué es el libro hoy? Alejandro Katz de un libro. Un amplio bagaje cultural sigue -y seguiré siendo- condicién nes ria pero no suficiente para que un editor afronte los profundos y vertig nosos cambios que han acaecido en el sector durante Ia tiltima década, Como fo demuestran varios de los articulos incluidos en este libro, el trénsito de la «edicién attesanal» a la «edicidn industrial o de mercada y los cambios tecnolégicos que se han producido y que prometen a rarse- gracias, entre otros, al desarrollo de los soportes digitales, exi a los intermediarios entre autores y lectores la formacién, capacitacién actualizacién de sus conocimientos, asi como instancias de reflexién y d bate sobre practicas profesionales cuya repercusi6n econémica y cull ¢s indudable en el marco de una industria en proceso de cambios pern nentes. Noes casual, entonces, que al influjo de estas circunstancias, la edicién vaya conquistando espacios en el ambito académico y se propicien camientos entre universidades y entidades gremiales, representativas empresas privadas. Ejemplo de ello es el convenio celebrado entre la dotar a la disciplina de un estatus académico requiere de la produc de bibliografia especifica. Por otra parte, aunque nuestro objetivo preponderante sea suscita por esta via, el diélogo con editores y estudiantes de la disciplina, abrige mos la ilusién de un propésito acaso mas ambicioso: advertir al resto Jos actores del mundo cultural e intelectual que la legitima, aunque exc siva, sacralizacién de los bienes culturales por parte de sus hacedores impide reconocer el valor de la concrecién material, tangible, en produ alos dictados del mercado y las preferencias de los consumidores. Esperamos que las ideas de esta obra susciten la reflexiGn sobre el p pel del editor, la buisqueda de los procedimientos més adecuados para Sumario Para responder a la pregunta del titulo de este capitulo proponemos, en primer lugar, exponer las diferencias entre contenido y soporte, para luego detalar los nuevos cami= nos emprendidos por ambos componentes del objeto libro en los dltimos tiempos. Por diltimo, procuramos dar cuenta de por qué se producen esos cambios y en qué dida éstos, por si mismos, no afectardn ni la buena practica de los profesionales de edicién ni la posibilidad de los lectores de acceder a todo aquello que buscan en 10s Ii bros y de disfrutar de ellos. Ex autor Alejanciro Katz es gerente de Fondo de Cultura Econémica en la Argentina, editorial la que ingresé en México en 1985. Livenciado en Lengua y Literatura (Universidad Nacional Autonoma de México), profesor adjunto a cargo de la cétedra de Introduccién a la Actividad Editorial de I carrera de Edicién en la Facultad de Filosofia y Letras de la Universidad de Buer Aires. Se ha especializado en la problematica de las industrias culturales, particularmente la industria editorial. En tal caracter, ha dictado conferencias y participado en conat 50s de editores, ferias del libro y seminarios en Buenos Aires, Guadalajara, Santiago Chile, Santander y Tokio, entre otras ciudades. ‘1. SoPORTE Y CONTENIDO ‘Que el primer capitulo de un libro sobre la edicién de libros comience con Ja pregunta acerca de qué es el libro puede parecer paradgjico. Es, sin em- argo, el adverbio, al sefialar la contemporaneidad del enunciado, el que explica el sentido de la interrogacién: el libro no es, hoy, exactamente lo ‘mismo que hace dos décadas. La primera raz6n por la que el libro no es igual a lo que era radica, jus- famente, en que hoy nos preguntamos no sélo qué es el libro sino también ué serd el libro en el futuro o, incluso, si el libro serd algo en el futuro, si sei existiendo y por cudnto tiempo lo hard i ae ie cada vez mas exten: lida, a propésito del futuro indica que comenzado a percibir cambios suficientemente fuertes en in concepto que durante largo ti tabilidad. De hecho, fe largo tiempo habia dado muestras de gran es- hace una década eran ie e una dé muy pocos los que nos pre- Buntaban, a nosotros, editores,siel libro estaria condenado'a desapare- cer. Esa Alejadas de a eons hoy fxecuente, y la formulan personas més o menos do editoria) a io !aNt0 como los mismos protagonistas del mun- Ya existenciace see por Comprtender qué ocurriré con ese objeto en cu- mee ‘an los saberes que les dan sentido a sus précticas co- ——_—_i || 18 ALEJANDRO KATZ La duda principal acerca del futuro del libro se origina en la difusin de las lamadas nuevas tecnologias de la-informacién y de la comunica- ci6n. El ptiblico, pero también, por cierto, los profesionales de la edici6n, ha comenzado a sospechar que la posibilidad de acumular y distribuir in-_ mensos voltimenes de informacién a bajo costo y a gran ntimero de usua- rios pone en cuestién al libro como medio idéneo para satisfacer esa mis- ma necesidad.’ Esa sospecha expresa una operacién intelectual sumamente particular, inédita en el mundo occidental desde que la predominancia de la cultura oral fue sustituida por la predominancia ~casi hegeménica- de la cul- tura escrita; una operacidn intelectual que permite discriminar, en la in- formacién transmitida por medio de la escritura, el contenido y el sopor- _ te en el que éste se expresa o el medio a través del cual se transmite. Esa operacién es posible no porque la naturaleza de la informacién ha- ya cambiado, sino porque la tecnologia digital ha separado la informa- ién del plano fisico en el que tradicionalmente ésta debfa inscribirse pa- ra manifestar su existencia. Desde cierto punto de vista, la aparicién de las tecnologias digitales de transmisién de informacién hace las cosas un poco més parecidas al mo- do en que eran antes de la escritura. De hecho, estas tecnologias plantean interrogantes olvidados desde el advenimiento de la hegemonia de lo es- crito en Occidente, pero que eran pertinentes en las culturas orales: {quién es el duefio de lo dicho?, gen qué medida lo dicho ha de ser esta- ble o puede ser modificado al pasar de boca en boca?, gde qué modo se debe pensar lo continuo y lo discontinuo en los procesos de transmisién? Y, finalmente, cual es la relacién entre el medio y el contenido? Todas estas preguntas habian encontrado, a lo largo de varios siglos, respuestas casi undnimes, por lo general univocas y en apariencia defini- tivas. Esas respuestas, mayoritariamente aceptadas como las buenas res- puestas, s6lo eran puestas en cuestién ocasionalmente y, cuando ello ocu- rrfa, el cuestionamiento estaba formulado més desde el espacio filos6fico que desde las propias practicas? Para sustentar cada una de esas respuestas (pero también para garan- tizar su cumplimiento), la cultura occidental construy6 una compleja se- 1. Ya en 1994, un congreso celebrado en el Centro de Semistica y Estudios Cognitivos de la Universidad de San Marino, dirigido por Umberto Eco, se dedicé a discutir el tema. El volumen surgido de ese congreso, El futurn del libro (Nunberg, Geoffrey, comp.) levaba como subtitulo «Esto mataré es0?», en obvia referencia ala posbilidad dle que «esto», las nuevas tecnologias, sustituyera a «eso», el libro tradicional . 2. Fue, en efecto, Michel Foucault quiensrealizé uno de los cuestionamientos mas fuer- tes ala unidad de la figura de autor en su famosa conferencia de los aos setenta, «Qué un autor? 2QUE ES EL LIBRO Hoy? 19 rie de dispositivos orientados a preservar el valor de las respuestas aoacrn ge nos contesta que el autor es el duefio de lo dicho, que ese algo dicho por el autor no puede ser modificado (discutido, rebatido, incluso vohibido sf puede serlo; modificado nunca). Algo dicho que se transmi- Fe le modo discontinuo: de un autor a muchos receptores, que pueden fomentarlo entre ellos, hablar de eso, pero no reproducitlo, como sf ocu- fre cuando lo dicho pasa de una boca a un ofdo que a su vez serd la boca jo transmita a otro ofdo... Por tiltimo, dado que existe un autor, dado Ate lo dicho por ese autor ha de ser estable y dado que la transmisién es iscontinua, lo dicho debe ser fijado en un soporte que permita la inscrip- Gién, no tanto del texto como de todas esas marcas asociadas con él. Un soporte que durante muchos siglos aliment6 la ilusién de una identidad ‘con su contenido, de modo tal que uno y otro eran percibidos como lo mismo -ese soporte era el libro-. Este conjunto de operaciones, a un tiempo politicas, econémicas y cul- turales, fue posible gracias a numerosos dispositivos: desde las leyes de protecci6n de la propiedad intelectual” hasta el desarrollo de una serie de saberes y practicas que hoy reconocemos bajo el comin apelativo de industria editorial. No es, pues, casual que el surgimiento y, sobre todo, la masiva exten- sion de las tecnologias de la informacién propongan la pregunta acerca del futuro del libro, pues éste parecia ser la expresién material de aque- los propésitos que la cultura occidental se dio a si misma a lo largo de los Liltimos siglos. Quién es, en efecto, el autor de esos documentos que ca- da dia se transmiten en la Argentina a través del correo electrénico con- vorando a la desobediencia civil? ;Cémo, quien los recibe, sabe que no han sido modificados desde su redaccién original, y de qué modo quien los redacta puede tener la certeza de que los lectores leerdn aquello que élha escrito Y No sucesivas versiones modificadas en este nuevo modelo. de transmisién «boca a boca»? «Qué significa que cada uno de los even- tuales receptores pueda convertirse en un nuevo emisor, del mismo texto ‘0 de un texto modificado Segtin sus intenciones, sus intereses 0 su estilo? (Qué son esos textos inestables, incorpéreos, sin marcas de autor ni dere- chos de Propiedad? Sean lo que sean, son algo muy distinto de aquello Gue obligaba a Voltaire a escapar hacia los terrenos suizos de su propie- ann evadir la ira rencorosa de la monarquia francesa a la que irrita- Sus invectivas. Pero, zeso distinto impediré acaso que, dentro de 3. Que la propiedad intelectual es irenunciable,intransferiblee imprescriptible es, jus- famente, uno de los principios organi i derecho oe 108 Prineipios organizadores de la jurisprudencia destinada a proteger el * Véase el capitulo 10, «Derechos de autor, [N. de la E,] 20 ALEJANDRO KATZ doscientos cincuenta afios, alguien tenga en su biblioteca una coleccién de: obras completas de determinados contenidos ~sean correos electrénicos libros impresos-, del mismo modo en que yo tengo, en la mia, las obras completas de Voltaire, encuadernadas en piel, en una edicion de 1860 com- prada en la librerfa de Alberto Casares, en Buenos Aires, en 19907 ¢Alguien tendré algo, en una biblioteca, dentro de dos siglos? Intentar. dar una respuesta a esa pregunta es un modo de contestar a la interro ci6n inicial:.,qué es el libro, hoy? Pues el libro, hoy, es algo s6lo si hay un futuro implicito en ese algo. Dicho de otro modo: el libro hoy no seria si no hubiera en él un futuro presentificado, un futuro no ya dentro de dos: siglos sino dentro de veinte, treinta o cincuenta afios. Un futuro que esté en el presente de quienes Hoy tienen 10 aftos, de quienes hoy estén naciendo. 2. LAS FUNCIONES DEL LIBRO «E| libro ya no es lo que era.» Lo afirman los ancianos melancélicos, lo jovenes indiferentes, los tecnélogos despreciativos, los profesores ile dos, los te6ricos autosuficientes. Y los editores desasosegados. A d verdad, todos tienen raz6n: el libro ya no es lo que era. No es lo que e! porque, aparentemente, lo que esté en cuestidn no es el concepto libro, s no aquello que le daba sentido: la idea de autor, la discontinuidad requisito de un modo confiable y jerarquico de transmisin, la estabil dad, casi perpetua, de lo dicho. ¢Significa eso que el libro est perdido?, que los editores estamos co denados a padecer la vergiienza de haber sido y el dolor de ya no ser? Bisa seria una conclusién apresurada para un problema complejo. Ur respuesta mas prudente sugerirfa, antes bien, que no, que el libro no e perdido y que los editores no somos una especie en extincién. Lo eu por cierto, no deberfa provocar ni suspiros de alivio ni exclamaciones dé hartazgo: que el libro tenga un futuro no es algo necesariamente bueno, asi como no seria necesariamente malo que desapareciera. 2 El libro es, y serd cada vez mas, cosas diferentes segtin se modifique el estatuto de aquellas categorias antes mencionadas: el autor, la disconti= nuidad de la transmisiGn y la estabilidad del discurso. Pues si, por parte, muchas de las funciones de! libro son ya cumplidas por las nuevas 4. Debe mencionarse, al pasar, que una de las desventajas principales de los libros & que pueden ser objeto de ciertos tipos de vejaciones -simbdlicas o reales~ con mucha ma- Yor facilidad que los contenidoselectrénicos. Son conocidos los episodios de quema y des truccion de libros que, de la InquisiciGn a la Conquista, hasta Hegar al nazismo y el esta nismo o la dictadura argentina, han hecho de los libros objeto principal de persecuciém. Menos estudiadas son otras formas mas sutiles pero no menos perversas de apropiacion permanente o transitoria de volmenes ajenos {QUE ES EL LIBRO HOY? 2 dani Libro, en el libro oa tra- tecnologias, otras funciones, ain cumplidas por el libro, ¢ ves Ei han visto modificada su naturaleza en raz6n del surgimien- evas tecnologia: Se Bee modo esquematico es posible distinguir tres funciones bésicas gsociadas con el libro desde el punto de vista de su uilizacién: soporte de Sormacién, medio de entretenimiento’ y herramienta de conocimiento, La informacién: del papel a la pantalla Como soporte de informacién, el libro ha demostrado répidamente no ser lartefacto mas eficiente. Tanto si se atiende a sus cualidades como recur- g0 de almacenamiento de informacién (conservacién y actualizacién) co- ‘mo si se atiende a sus prestaciones para la utilizacién (manipulacién) de esa informacién, el libro, comparado con otros recursos tecnolégicos, es rudimentario. Por eso ha sido sustituido, 0 lo esta siendo, por las tecno- ogfas de bases de datos para el almacenamiento de repertorios de todo tipo, sea que se trate de directorios telefonicos, de vademécum farmacéu- ticos, de catdlogos bibliogréficos, pero también de enciclopedias y de dic- ionarios, La economia -en lo que este término expresa de relacién més ventajosa entre input y output de las bases de datos digitales en relacién con el soporte libro es extraordinaria. Una larga serie de ventajas pueden ser enumeradas, entre las cuales se cuentan las siguientes: * La favorable relacién entre el volumen de la informacién acumula- da y el volumen del soporte necesario para acumularla. * La velocidad y el costo de actualizaci6n. + Lamultiplicidad de modos de acceso a la informacién. La simultaneidad de accesos posibles de numerosos usuarios dis- tintos. Dado que los voltimenes de informacién que produce la sociedad con- tempordnea aumentan incrementalmente y han Ilegado ya a una dimen- siGn exorbitante, las bases de datos se han convertido no sélo en el modo Privilegiado de procesar esa informacién, sino, de hecho, en el tinico mo- do posible de hacerlo. Las gufas y los directorios de todo tipo, que hasta < oa muchos afios se producfan y distribuian como libros, solo pueden den net existencia en el medio electrénico. El incremento del volumen © Produccién de informacién, al estar asociado con el acortamiento del >. Toda taxonomia es imperfecta e imprecisa. Naturalmente, las funciones pueden ser tae bueden ser conceptializadas de modo diverso. Por razones de economia, incluyo, deca gunti6n entretenimiento, las diversas especies literarias, con plena conciencia del re- «cionismo implicito en la decisién. 2 ALEJANDRO KATZ ciclo de actualizacion de dicha informaci6n, haria imposible su proce miento y distribucidn en el soporte tradicional: el ciclo de producci6n d libro es demasiado lento para adecuarse a la acelerada dinamica de lo flujos de informacién. Naturalmente, los repertorios y otras obras de referencia como las ene ciclopedias y los diccionarios ilustran claramente un extremo en el cual e entorno electrnico ofrece ventajas tan netas que vuelve obsoleto al co cepto mismé de libro como soporte de esos contenidos. La literatura: el buen vino se toma en copas de cristal (sdlido) En el extremo opuesto al de las obras de referencia se encuentran los literarios del formato libro. Las précticas de lectura ~al menos las que & ten actualmente- no sélo no propician sino que generalmente no admiten que el contenido textual de las obras literarias sea manipulado de nin modo por parte del lector Y si bien no debe descartarse que un nuevo dia popular, ello no permite suponer que haya alguna buena razén. que las obras literarias que constituyen el canon occidental (canon que i cluye s6lo un reducido niimero de obras no occidentales) dejen de ser le das del modo en que han sido leidas hasta ahora, es de ir ma pulaciones por parte del usuario. Resulta entonces evidente (0 cas evidente, dado que en este terreno nada debe ser descartado) que el mej soporte para ese tipo de obras y ese tipo de lectura es y seguiré siendo, largo tiempo, el libro, tal como lo hemos conocido hasta hoy. {Qué significa «tal como lo hemos conocido hasta hoy»? No signific necesariamente lo mismo si se mira desde el punto de vista del usua rio /lector o desde el punto de vista del productor editor. Desde el pur to de vista del lector significa verificar la continuidad de una serie de dé trezas y de habitos: la lectura corrida sobre paginas correlativas, posibilidad de subrayar, anotar en los margenes, consultar varios libros simulténeamente sobre una mesa, leer en la playa, en el bafio 0 en la ma, ejercer un nivel razonable de descuido o de desaprensién (no es gr ve que el libro se caiga o incluso que se humedezca levemente) o la bilidad de prescindir de fuentes de energia artificiales para utilizarlo. Destrezas y hébitos largamente adquiridos por la cultura, y suficie mente eficientes para el logro de un objetivo preciso como para que seam desdefiados con facilidad, y cuyo cumplimiento dificilmente se verifique 6. En Du Papyrus & UHypertexte, Christian Vandendorpe estudia muchos de los nuevOs modos de creacién sliteraria» que utilizan variados recursos de hipertexto y modifica también los modos tradicionales de lectura (recepci6n). 2QUE ES EL LIBRO HOV? B Jor sobre cualquier soporte que no sea el libro. De hecho, ninguna de erativas que la industria electronica quiso proponer, hasta ahora, Jas a con posibilidades de sustitui al libro como soporte para la trans- cae ie textos literarios. De las econdmicas ediciones en formato pe- misiom Sdecuadas para el bolsillo del caballero o la cartera de la dama, a deficiones en tapa dura, pape! libre de écido y gran tipograffa, nada es sor para leer una novela: el libro es un artihigio teenoldgicamente tan mo icado que, si no existera, habria que inventarl, del mismo modo ue nadie a pod convencernos de que los buenos vinos deban tomar- sen vasos de pléstico descartables, aun cuando estos vasos de plstico Sescartables tienen muchas virtudes y pueden utilizarse para muchos y iitiles fines. El conocimiento, entre la literatura y la informacién De las tres funciones clasicas del libro (soporte de informacién, medio de entretenimiento, herramienta de conocimiento), dos de ellas parecen ha- ber definido el medio en que se inscriben y el modo en el que se transmi- ten de una manera clara: la informacién, en el entorno electrénico y cre- Gientemente on-line; la literatura, en el soporte papel, refractaria al cambio tecnolégico. La tercera —herramienta de conocimiento- parece oscilar en- tre ambos modos de inscripcién y de transmisi6n. Ello ocurre porque, si bien es legitimo hablar de la edici6n de obras de conocimiento en sentido genérico, para comprender los procesos que ac- tualmente estén en curso deben distinguirse, al menos, dos tipos de pro- duccién de conocimiento: la produccién académica de alta especializa- ion y la produccién ensayistica de obras que pretenden interpelar al Giudadano y no al especialista. En efecto, una parte importante de la crea- Gin de conocimiento surge de los laboratorios; no necesariamente de laboratorios con tubos de ensayo, pipetas y microscopios, sino de to- 10s aquellos sitios en los que se trabaja con ei objeto principal de hacer feuZat las fronteras de una determinada disciplina, sea exacta, social 0 lumanisti a una gran cantidad de conocimiento producido bajo las for- Minar cae Cambiantes de aquetlo que genéricamente podemos deno- duceign 2, El ensayo no es necesariamente divulgacién, no es la tra- Tas cioneing minos Sencillo de los complejos asuntos de que se ocupan creacign ae Co” ante todo, un ars retorica, cuyo principal fin reside en la restitucion tn SPacio publica por medio del lenguaje o, incluso, en Ta Colada pong lensuaie del saber de esa dimensién publica que le es can- ante don os Jereas cientificas. La persuasion es quizé la figura domi- €sa ret6rica, pero no es la tinica. Junto con el ensayo critico, cu- 24 ALEJANDRO KATZ yo fin es persuadir sometiendo a discusién las ideas, aparece el ensayo de tesis, que se propone obtener adhesién: el manifiesto, el panfleto no aspi-| ran tanto a actuar sobre la raz6n como sobre las emociones. Del Manifies- to comunista de Karl Marx a La tercera via de Anthony Giddens o El horror econémico de Viviane Forrester, por mencionar junto con un clésico dos re-' cientes ensayos de tesis de alto impacto, estamos ante un tipo de discur-| so que desde su inicio invita a una toma de partido, no a la discusién si- noala adhesion plena o, si ésta no ocurre, al rechazo masivo de lo dicho, El género no se reduce al ensayo critico y al ensayo de tesis. Una répi- da y en modo alguno exhaustiva tipologfa permite discernir, junto a ellos, al ensayo biografico, al ensayo hist6rico e, incluso, a cierta variedad de en- sayo holistico, del tipo de los publicados por Nicholas Negroponte o Mi- chael Dertouzos -ambos del Instituto Tecnolégico de Massachusetts (MIT)-, que no sélo pretenden describir los rasgos dominantes que, segdn ellos, asumiré el futuro proximo, sino que convencen al ptiblico del carée= ter inexorable de ese devenir, de modo tal que el piblico actiia contribu- yendo a que el prondstico se verifique, recuperando asf la tradicién clési« caen la cual el oréculo no adivina el futuro sino que, al enunciarlo, lo hace, Un rasgo que es comiina todas estas variedades del ensayo es que nin- guna de ellas supone que el lector esté formado en la disciplina de que se ocupa el texto. Ni los lectores de Giddens, ni los de Zygmunt Bauman, ni los John Kenneth Galbraight deben ser politélogos ni sociélogos ni eco- nomistas. Ello significa que la circulacién de estas obras se corresponde antes con las modalidades literarias de circulacién de los libros que con las académicas, y exige, por tanto, a la par que una elevada calidad de pensamiento, una no menor calidad de la escritura, No es dificil comprender que la primera categoria mencionada —la produccién de conocimientos de vanguardia—se oriente a una circulaci en el medio electrénico, basicamente por dos razones: la primera tiene que ver con la velocidad, la segunda con la cantidad. En efecto, el ritmo} de produccién de conocimientos en la sociedad contemporénea es de magnitud que la transmisién de la novedad debe ser inmediata, tanto pa- ra garantizar la paternidad de la nueva idea o del nuevo descubrimiento como para permilir que quienes esperan esos resultados para avanzar en sus propios trabajos dispongan de ellos lo antes posible. A la vez, los al- tisimos niveles de especializacién en las disciplinas cientificas implican que cada vez menos personas estén en condiciones de comprender el sen= tido e incluso el lenguaje mismo en que se expresan esas novedades. Por ello, las revistas cientificas de punta ya no se imprimen en papel, sino que se distribuyen a través de Internet a un ntimero reducido de suscriptores -habitualmente institucionales-. % En sentido inverso, tampoco es dificil comprender por qué el conoci- miento ensayistico se continia editando ~y muy posiblemente se conti- 2QUE ES EL LIBRO HOY? 25 ~ ,uard editando-, al igual que las obras literarias, en los formatos tradicio- nales. 3, LAS MUTACIONES DEL SOPORTE Deade el punto de vista de su produccién, el libro, tal como lo hemos cono- ido hasta hoy, puede no ser igual en el futuro proximo. Numerosas alterna- tivas se han presentado iiltimamente con el objetivo de sustituir aquella vie- jay buena cosa llamada libro, aquellos pliegos de papel encuademados de Cuyas virtudes pocos parecfan dudar. Tres fueron los caminos ensayados, hasta hoy, para realizar esa sustitucién. Uno -el de los sistemas estructura- dos sobre bases de datos, de los que hemos hablado al mencionar el reem- plazo del soporte papel por el medio electrénico-, si bien no ha aspirado, hasta el presente, a ser utilizado para la difusién de los contenidos literarios que se distribuyen en formato libro, tampoco se limita a reemplazar el libro de referencia, sino que avanza sobre otro tipo de contenidos. De los otros dos ensayos que mencionaremos, uno corresponde a de- sarrollos estimulados por la industria del software y el otro -con mayor humildad pero con mayor inteligencia—corresponde a innovaciones pro- ducidas en el ambito cientifico que reconocen las virtudes del libro y as- piran a mejorar sus condiciones de produccién. El e-book, o de cémo no es oro todo lo que no es oro La industria del software ha intentado en los tiltimos cinco aftos introdu- cir en el mercado unos artilugios presentados como «lectores» (readers), Programas que permiten simular en una pantalla de cristal Ifquido las ca- Tacteristicas tipograficas y de disefio de un libro. Con dichos «lectores» es Posible descargar, desde una red electronica o a través de un soporte fisi- co de memoria (disco, disquete, chip, etc.), un contenido textual y darle, en la pantalla, la apariencia de una pagina de libro. Una serie de comple- mentos pretenden incrementar esa semejanza visual con una pagina de li- bro permitiendo algunos de los modos de utilizacién que son habituales en los libros fisicos: subrayar el texto con un lépiz electrénico, tomar no- fasen los margenes, etc. Simulténeamente con el desarrollo de los progra- Mas electronicos (software) de lectura, la industria propuso a los consumi- un soporte especifico para aquéllos: ya no la computadora Personal, ni siquiera la computadora portatil, sino unos artefactos de pe- ueno formato, semejantes a las agendas electronicas, no mucho mayores hi mucho mas pesados que un libro de bolsillo, en los cuales es posible acumular gran cantidad de contenidos textuales. 26 ALEJANDRO KATZ Rocketbook y Softbook, dos de las «libros electrénicos» presentados a fines del sigh XX. El atractivo aparente de este nuevo soporte de lectura qued6 répida-_ mente desmentido por diversas y fundadas razones. Al decir de Jeroi S, Rubin, la propuesta que la industria llevaba a la comunidad era equie valente al retorno a las tabletas de arcilla en las que en la Antigiedad inscribjan los textos; era, incluso, una tecnologia més rudimentaria qu aquella, y Ja lectura en ese medio adolecia de un sinntimero de defectos: requeria una fuente de energia artificial para ser utilizada (es sabido el almacenamiento de energia en fuentes portatiles es un proceso sui mente costoso ¢ inestable); su fragilidad es infinitamente mayor que la un libro, dado que leves golpes, mojaduras 0 exposicién a fuentes cerca nas de calor deterioran el soporte; la calidad de la lectura es pésima, po dos razones fundamentales: la densidad de la formacién de la tipogral en las pantallas de cristal liquido es muy baja, y los angulos de incid cia de luz aceptables para una lectura confortable sumamente reducid Segiin Rubin, no hay ninguna raz6n, que no sea la raz6n de la ind tria del software y de su hermana menor, la industria del hardware, cay de persuadir a un lector experimentado para que reemplace un libro ese tipo de artefactos. La tinta electrénica y las bondades de la imaginacion El otro intento de sustituir el soporte tradicional es de una naturaleza ra~ dicalmente diversa. En tanto los «libros electrénicos» y sus soportes cristal liquido no son més que aplicaciones derivadas de desarrollos titi les para otros fines, las investigaciones acerca de los asi llamados tinta papel electrénicos parten del reconocimiento de las virtudes de aquel vie~ jo mecanismo llamado libro, e intentan, tan s6lo, introducir innovaciones en su fabricacién que no alteran su naturaleza ni su modo de utilizaci6n. 7. Comunicacién de J.$. Rubin en el 26° Congreso de la Unién Internacional de Edito- res, Buenos Aires, mayo de 2000. {2QUE ES EL LIBRO HOY? 27 La tinta electrénica (¢-ink) fue desarrollada por Joseph Jacobson en uno de los laboratorios del MIT. Se trata de microesferas que son mitad as y mitad blancas, y que, en respuesta a un impulso eléctrico, giran He modo tal de ensefiar la cara blanca 0 la cara negra. pe Microesfera de Jacobson." Estas microesferas son aplicadas sobre el papel como un proceso de acabado en su fabricacién. Con el papel asf producido se encuadernan pliegos que en todos sus aspectos externos son, una vez encuadernados, idénticos a un libro cuyas paginas estén en blanco. En el lomo de ese li- bro se introducen, sin embargo, elementos de software y de hardware a tra- vvés de los cuales las esferas giran enseftando la cara blanca o la negra. Encuadernacién de un libro fabricado com papel electrénico. Asi, segtin la informacién transmitida por medio de ese softzoare, las microesferas forman la tipografia en cada pagina, estableciendo el texto de una obra. La particularidad consiste en que es posible, cambiando la fuente de informacién, hacer que esa obra se convierta en otra obra, es de- cir, que el «libro» se reimprima desde «adentro», desde el papel, en lugar de ser impreso desde «afuera», por una impresora que inscribe de una vez:y para siempre un texto tinico. El libro de Jacobson. Ci op te: cobson, J

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