LEGITIMIDAD Y EFICASIA EN ANDRES MANUEL LOPEZ OBRADOR
Según el economista Los antílopes obradorcitas argumentan que
AMLO no es presidente por decisión de la mayoría de los mexicanos, ya que carece de legitimidad porque sólo votó 63.4% de los ciudadanos inscritos en el Padrón Electoral.
Este argumento es absurdo porque: 1) quienes deciden no votar
implícitamente aceptan los resultados que arrojen los votos de quienes sí acuden a las urnas y 2) nadie sabe por quién hubieran votado los que decidieron no participar en el proceso.
Y si sus detractores quieren argumentar que Andrés Manuel
carece de legitimidad por la alta abstención en la elección del año pasado —36.6%—, harían bien en recordar los niveles de abstención en elecciones presidenciales anteriores: 36.9% en 2012, 41.4% en 2006, 36.0% en 2000, 22.9% en 1994 y 48.0% en 1988.
Visto así, tampoco hubieran sido legítimos Peña Nieto, Calderón,
Fox y Salinas. Y Zedillo, que en 1994 ganó con sólo 48.7% de los votos, ¿sería legítimo para quienes hoy buscan deslegitimar al presidente en turno?
Nos guste o no, López Obrador es el gobernante legítimo de México y,
como el jefe del Estado, es presidente de todos los mexicanos, lo acepten o no sus detractores, o lo acepte o no él mismo, que considera que sólo sus seguidores forman parte del pueblo bueno y sabio. Aquí la pregunta en cuestión es si todavía sigue teniendo esa legitimidad y si sigue teniendo el apoyo de la mayoría de la población ya que se a tomado decisiones no muy adecuadas Pareciera que AMLO, siendo un político progresista de izquierda, es más conciliador con la derecha lo que me preocupa es que está impulsando reformas a la Constitución y esto es un arma de doble filo por que de acuerdo con el universal las primeras proyecciones, Morena, Encuentro Social y el Partido del Trabajo tendrán 68 de los 128 senadores y aproximadamente 307 de los 500 diputados federales.
Con este número de legisladores les da para hacer, por sí solos,
modificaciones en leyes a beneficio propio y en contra del pueblo este el El lado malo de la legitimidad .