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Asi que en lugar de buscar deleites espurios,

entra en la pena. Medita, entra profundo en


ella. No te evadas de tu miseria, porque
evadiéndote, nunca aprenderás lo que es; y
nunca aprenderás a transcenderla. Y lo
maravilloso es que si realmente sabes la causa
de tu miseria, en ese mismo saber la
transciendes; porque la causa es siempre y
siempre, ignorancia y nada más.
Jesús dice: la Verdad libera. Esta es una de las
declaraciones más importantes que jamás se
hayan hecho; algo muy fundamental a entender
por todo aquel que busca. La Verdad libera. No
la verdad que tomas de las escrituras, sino la
verdad que encuentras experimentando tú
mismo.
Estás triste. Entra en tu tristeza. En lugar de
evadirte en alguna actividad, en alguna
ocupación; en lugar de ir a ver a un amigo, o a
ver una película, o encender la radio, o el
televisor... en lugar de escapar de la tristeza
volviéndole la espalda, deja toda actividad,
cierra los ojos, entra en ella, ve lo que es, por
qué es. Ve la tristeza, sin condenarla; porque si
la condenas, no serás capaz de verla en todos
sus aspectos. Mira sin juzgar, mira sin condenar,
sin evaluar. Obsérvala, observa qué es. Mírala,
como si se tratara de una flor: triste; una nube:
oscura; pero mira sin emitir juicios, para que
puedas ver todas sus facetas.(OSHO, El libro de
la sabiduría)

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