CEREMONIA DE BAUTISMO CRISTIANO

PASTOR 1:
El bautismo como tal, comenzó en el siglo primero con Juan el Bautista. El
bautizaba a sus seguidores. El verbo también se utilizaba para denotar la
purificación ceremonial de los judíos antes de comer. Jamás lo hacían sin lavarse las
manos lo que era para ellos como un bautismo.

PASTOR 2:
Cristo también bautizó a sus seguidores y ordenó que lo hicieran en el nombre del
Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Los discípulos cumpliendo la orden de Jesús
también bautizaron a los que recibían a Jesús como Salvador y Señor de sus vidas.
La Iglesia Pentecostal Unitaria bautiza en el nombre de Jesús, tomando en forma
aislada Hechos 2:38 que dice: Bautizándolos en el nombre de Jesús. Cuando Pedro
dijo esta expresión no estaba bautizando, estaba predicando. Cuando los apóstoles
bajaron a las aguas siempre bautizaron en el nombre del Padre, y del Hijo y del
Espíritu Santo como Jesús lo había ordenado.

PASTOR 1:
Así como el matrimonio legaliza la unión de dos personas, el bautismo legaliza
nuestra unión con el Señor. Cuando nos entregamos a Jesús, iniciamos una especie
de noviazgo con el Señor el cual termina el día que nos bautizamos. De ahí para
allá, comienza nuestra vida de intimidad con el Señor como entran en intimidad los
que se casan. Los casados, ya no están solos; tampoco pueden seguir viviendo
como cuando eran solteros. Ahora hay obligaciones. No debo quedarme en la calle
a menos que sea necesario y dando informe a mi cónyuge.

PASTOR 2:
Al entrar en el bautismo, mi intimidad con el Señor debe aumentar. Debo gastar
más tiempo orando; debo leer más la Palabra; debo hablar más de mi Señor a otras
personas. Debo ser una vasija en las manos de Jesús el Divino Alfarero. Al
bautizarme no debo seguir la vida antigua. Debo vivir una vida nueva que refleje a
Jesús.

PASTOR 1:
¿Qué es lo que hacemos al bautizarnos?
En primer lugar nos bautizamos para identificarnos con JESÚS, quien sin ser
pecador se bautizó para dejarnos un ejemplo de obediencia para que sigamos sus
pisadas (1 Pedro 2:21).
En segundo lugar nos bautizamos para identificarnos con la IGLESIA en la que nos
convertimos. Nos identificamos con su mensaje, su visión, sus planes de trabajo, su
disciplina, su moralidad y todo lo que la iglesia representa y es.

PASTOR 2:
Cuando el cristiano se ha convertido de verdad, se bautiza. El bautismo es una
ordenanza que el cristiano debe cumplir. La Escritura dice: “El que creyere y fuere
bautizado será salvo”. No es opcional, si quiero o si me parece o no. Es una orden.
Si desobedecemos en eso al Señor, no seremos salvos. Algunas personas no se
bautizan pues dicen que no pueden comprometerse a cosas que después no
puedan hacer o seguir. Pero eso no te libra de tu responsabilidad. Tan pronto oyes
del Señor, ya eres responsable, te bautices o no. Así que, no hay excusas.

PASTOR 1:
También nos bautizamos para dar TESTIMONIO público de nuestra entrega a Cristo,
nuestra NUEVA VIDA y la separación de la antigua manera de vivir.
Nos bautizamos PARA MORIR A LA VIEJA VIDA, llena de vicios y errores. Eso es lo
que significa cuando TE SEPULTAMOS en las aguas bautismales. Mueres a tu
antigua manera de vivir. Pero también nos bautizamos para resucitar a una nueva
manera de vivir que honre y glorifique a Dios, siendo guiados por el Espíritu Santo.
Eso es lo que significa cuando te levantamos del agua: RESURRECCIÓN CON CRISTO.
“Si alguno está en Cristo, nueva criatura es, las cosas viejas pasaron y he aquí todas
son hechas nuevas” (2 Cor.5:17).

LUEGO:
Uno de los ministros orará bendiciendo las aguas bautismales, pidiendo a Dios que
a través de las aguas si alguien está enfermo, sea sano.

DESPUÉS
Ya con los candidatos en el agua, cada uno dará un breve testimonio y luego por
turnos, uno de los ministros les hará estas preguntas:

1. ¿CREES QUE JESUCRISTO ES EL HIJO DE DIOS?

2. ¿CREES QUE SU SANGRE PUEDE LIMPIAR TODOS TUS PECADOS?
3. ¿PROMETES QUE CON LA AYUDA DE DIOS SERÁS FIEL HASTA LA MUERTE?

Entonces el ministro dice: Entonces por el testimonio que has dado de tu fe, yo te
bautizo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.