comprender estos tres votos, no como renuncias, sino como una opción de vida, configurada a una entrega sin medida a los demás, donde pueda reflejar un amor que recibo y que a la vez comparto.
Has que me deje sorprender por estos
votos, a los cuales me comprometo a vivir. porque a través de ellos me llevan a configurar el misterio de Dios, que se encarna en mi vida. Todo esto lo debo de vivir desde la libertad del corazón.
Señor has pueda descubrir el misterio de
Dios, como un amor sin medida que quiero reflejar en la vivencia serena y fiel en mí día a día. (Rv 12, 15, 18)