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17 de febrero del 2021.

Para mis grandes Amigos del Poli.

Hola, ¿cómo han estado? Mi nombre es Cenicienta, muchos de ustedes me conocen y


espero que no se hayan olvidado de mí, ya que ha pasado demasiado tiempo sin vernos.
Quisiera pedirles por medio de la presente a que me ayuden a resolver un gran dilema en el
que me encuentro actualmente con mis hermanastras.
Les cuento: Después de que me casara con el príncipe Henry, la relación con mis
hermanastras Griselda y Anastasia empezó a mejorar, todo iba de maravilla nos
contábamos todo, nos apoyábamos mutuamente, aunque no estuviéramos siempre juntas.
Resulta que hace un tiempo para acá todo empezó a cambiar, solo me llaman cuanto tiene
algún problema o se sienten enfadas por algo, no les importa la hora en que me llaman a
veces es demasiado temprano o muy tarde.
Les contesto a esas horas porque posiblemente pudo haberles pasado algo muy malo, pero
no es así, simplemente quieren desahogarse con alguien y yo lo entiendo, no está mal, trato
de aconsejarla lo mejor posible y de escucharlas que es lo que realmente ellas quieren.
Mi dilema está que con esas llamadas mi estado de ánimo o humor cambia, no me gusta la
hora en que me llaman y que siempre que hablemos sea de sus problemas, a veces dejo
sonar el teléfono para no atender sus llamadas, no sé cómo decirles lo que me incomoda,
porque no quiero que piensen que no quiero hablar con ellas o que no pueden contar más
conmigo.

Ustedes mis grandes amigos me podrían aconsejar que debiese hacer.

Atentamente, Cenicienta.

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