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. no. sólo como esperanza de un futuro más proin.
--·-- +---�--- +- ··sino;tari:lbiéh·como una responsabilidad impostergable.
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.....) . . .. i. . . l . b��J�� b�J,¡,· �s profesor en la Universidad de Buenos Aires. Está a cargo de '"'· ; .
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" bit�d��rd�·:·EtÍ�a en la carrera de Filosofía, Prol;lernas Filosóficos en la carrera de'
· PsiC'Oii:idía; Fílosofía de la .Educación en la carrera de Ciencias ele !a Educación, y di da ;· ·
--�ursos·de--posgrado; Asimismo ha ocupado diver�os cargos de conducción en la
-Facllltad de: Filosofía y Letras ele la misma universidad. Ha sido director de
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. ·- " 053044
1 11 �
ISBN 978-950-12-6144-8
.¡. _j www.planétaclelibros.com
... ·�··r· ��º'·2·,�·· www.paidosargentina.com.ar
Biblioteca de CUESTIONES DE EDUCACIÓt'-1 / /
DE LA EDUCACIÓN
lia . . . en la escuela
26. B. Falnholc - La interactividad en la educación a distancia
R.
37.
Damin y A. Monteleone- Temas ambientales en el aula
39. S. Nic astro y M. Andreozzi- El asesoramiento pedagógico en acción
38.
';!. S. Rascovan -
50. - Enseiiar el juego y jugar la enseñanza
4(' Orientación vocacional
1SBN 978-950-12-6144-8
2• reímpl'esión, 2013
ISBN 978-950-12-6144-8
PRIMERA PARTE
87 . .. ........ .. ..
156
2. Ciudadanía y educación en la constitución del Estado
moderno ............; :.. . . . ... . .. .. ... .
. .... . . .. . . .. . . . . . . .
. ... ....... ... .... . .. . ... ... .. . 89 10. Vida c0tidiana y trabajo escolar. La educación como la
3. Ciudadanía y educación en la globalización excluyente: "pasión" por aprender a vivir bien .............................................
l.
161
la lucha por el reconocimiento ......................................... , .. . .. 93 La cotidianidad como constructora de subjetividad teórico-
práctica
2. El "texto escolar" de la cotidianidad . ... . .� ....................... .
163
5. La infancia de hoy para la ciudadanía de mañana.
.................................................................................
..
. . ...
168
Responsabilidades educativas ................................................... a)
99 Las reglas de construcción de la cotidianidad escolar ... 170
l. La ciudadanía como tiempo de convivencia .......................
102 b) Los procesos de producción de sentidos en la
.
.
ía como espacio de convivencia ............. ........... 103 cotidianidad escolar ........................................................ 172
2. La ciudadan
3. A manera de conclusión: la educación como ''pasión" por
6. La educación ética entre el disciplinamiento social y la madurez aprender a vivir bien .............................................................
. ......... .. .
174
individual de los sujetos ... ; ....... .. .... ... ........ ..... ... ...... .......
109
11. Psicoanálisis y educación: nanativa de una diferencia ............
l. La disciplina social .............................. ..
............... ............. 110
La madurez individual ............ : ... .... ..... , .. .. ........................... ...
.. 177
118 1. El escenario común de la socialización .............................. . 178
2. .
182
r
10 PERFILES ÉTICO-POLÍTICOS DE LA EDUCACIÓN
¡,
ética.
biarlas, y resignificarlas, es quizás lo más admirable de las acciones en la Para situar el¡problem.a, por medio de algun
trama de las prácticas sociales. Y poder exponerlas, discutirlas, argurnen
as referencias contextuales
y desde una lógica narrativa, en el próximo aparta
do se propone construir
tarlas es quizás una de las mayores responsabilidades que tenernos corno un pequeño relato que permita identificar de qué
se habla.
educadores. Para evaluar ¡el problema, desde algunas
referencias políticas y desde
Lo que se propone, desde hace tiempo, es instaurar una "crítica de las una lógica de la¡ sospecha, en el tercer apartado
se propone una pequeña.
razones de educar". Si una crítica de la razón política podría enunciarse estrategia "drarriática" que permita identificar
otra escena en el mismo
desde el omnes et singulatim (a todos y a uno por uno), corno es la expre relato.
sión de M. Foucault, y si una crítica de la razón moral podría enunciarse Finalmente, ep el cuarto apartado, se explic
ita la intención de este libro:
desde soi mbne comme un autre (a sí mismo como a otro), como intenta resignificar el prbblema educativo desde algunas
referencias teóricas, liga
hacerlo P. Ricoeur, una crítica de la razón educativa puede formularse das a la dimensi�n ético-política de la educación.
En este caso, se trata ·de
corno totum, sed non totaliter (todo entero, pero no totalmente), expre construir un pequeño argumento que nos permi
ta identificar por qué o para
sión que se piensa desde la idea de entender la educación como "media qué estamos pen�ando.
ción normativa", donde la "mediación" se acerca a la idea del totum (el
resultado más el proceso, como diría la dialéctica hegeliana), pero lo "nor
mativo" impide las totalizaciones y coloca el tema, justamente, en el pla 2. LA IDENTIDA D NA RRATIVA DEL PROBLEMA
EDUCA TIVO
no ético-político.
Había una vez un discurso pedagógico .... modemo.
·.�
La educación, corno mediación normativa o formación de sujetos peda- Se fue configuran
gógicos, se instituye como "escuela" en el más amplio sentido de la pala do, en primer lugar, coiñod¡;;;;¡;so-d�T;étoc/p, desde
la necesidad de dis
bra. Este aspecto "institucional"· es, justamente, el que realiza la acción de ciplinar ��Q..Q.�_ _lª_iu.t�ligen@ªl· una vez que se
reconoció que "el buen
educar como práctica social. Por eso, la propuesta es reflexionar sobre el Señtido (sentido domún, razqn] es una de las cosas mejor
do, [ ...]es igual en todos los hombres, [ . . .] y la divers
repartida del mun
papel de las instituciones escolares como lugar social de la acción de edu idad depende de los
car, entendida como mediación nonnativa. diversos camino� que sigue la inteligencia y de que
no todos consideramos
La pregunta puede ser formulada en estos términos: ¿qué papel desem las mismas cosas:" (Descartes, 1965).
1!!':.C!!_C!§J?<;.i...C!J. _. .Q�§..�
peñan las instituciones escolares en la formación de la subjetividad en tiem En segundo l�gar, se configuró como discurso def};_0
pos de incertidumbres y fundamentalismos, globalizaciones y exclusiones, de la necesidad de dis<:ü�Jjnar.el..uso. de.laJi.b.ertad,
1Ína vez que se recono
transformismos y clonaciones? ció "la libertad que cada hombre tiene de usar su propio
poder como quiera,
Este libro introduce algunas consideraciones, tempestivas e intempesti- para la conservaqión de su propia naturaleza, es
decir, de su propia vida; y
vas, en torno a las relaciones entre la escuela, como instjtuci9n, y la educa por consiguientej para hacer todo aquello que a
su propio juicio y razón
ción, como mediación. Institución y mediación refieren aquí a los espacios considere como lbs medios más aptos para lograr
Y, en tercer lugar, se configuró como c[j��.H':
ese fin" (Hobbes, 1979).
sociales, por un lado, y a los procesos histólicos, por el otro, donde nace, �Q_cf�!.I?��rca.:4:P. tfl:J_re, desde
vive, se reproduce y muere la subjetividad. Sin instituciones y sin media la necesidad de disciplinar el uso. de la fper.zá de
trabajo, una vez que se
ciones nadie llega a ser sujeto. Las instituciones, sin la mediación de prác reconoció que "ai equiparar entre sí en el cambio,
como valores, sus pro
ticas sociales inteligentes y críticas, tienden a ser represoras. Las prácticas ductos heterogéneos, [los hombres] equiparan recíprocamen
te sus diversos
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16 PERFILES ÉTICO-POLÍTICOS DE LA EDUCACIÓN Introducción. La educación como problema ético-político
17
trabajos, corno trabajo humano. No lo saben, pero lo hacen. El valor, en femeninos), en los puntajes y cuadros de honor, en los reglament
consecuencia, no lleva esclito en la frente lo que es. Por el contrario, trans
os, en las
normas y en las sanciones. Es en esta misma competitividad
donde se re
forma a todo producto del trabajo en un jeroglífico social... ya que la deter gistra, en la subjetividad misma del cuerpo de los docentes
y los alumnos,
minación de los objetos, para el uso coi1w valores, es producto so,cial suyo la contradicción entre igualdad y desigualad, resignación
y esperanza, frus-
corno el lenguaje" (Marx, 1968). tración y realización.
Este discurso pedagógico moderno así configurado, como "método", Había una vez un discurso pedagógico (moderno)
j
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educación común y básica a todos, para que acepten los nuevos supuestos . tradicciones, luchas y tensiones. Entonces se ilusionó con
zo a registrar sus con- ( :.
.
una "remoderni- \
"igualitarios" (liberales) del método, el contrato y el mercado, y, al mismo zación del discurso", sin atender a las insistenc . ias de las prácticas, o con )
tiempo, dar una educación especial y supe1ior a algunos para que expresen una "innovación liberal en las prácticas", sin atend
er a la. persistencia del J
y defiendan las nuevas formas "de desigualdad social", que se siguen tam discurso.
bién del método, el contrato y eltnercado: cultura ilustrada y cultura popu El abismo entre lo que se dice y lo que se hace,
piensa y lo que se actúa, entre la teoría y la práct
entre lo que se siente y
lar (que es pensada corno incultura), estados civilizados y estados salvajes
ica, dejó a la escuela,
(que son pensados. corno estados de naturaleza), ciudades industriosas y muchas veces, como una institución social sin
progresistas, y ciudades holgazanas y atrasadas (que son pensadas como
mediaciones subjetivas, y
dejó a la educación, muchas veces, como puras
materia prima y mano de obra barata).
mediaciones subjetivas
sin institucionalización social. En el siglo XX, la
Pero además, y es una segunda articulación, el discurso pedagógico
década de los setenta
es, quizás, la mejor testigo de esta crisis del discu
rso pedagógico moder
moderno se realizó en una trama de prácticas educativas controladas, des no y sus configuraciones, que empiezan a no pode
r articularse con las
de una lucha por la hegemonía, que se expresa en las más variadas formas prácticas sociales, y, a su vez, la mejor testigo
' de una fecunda dispersión
de alianzas sociales para conséguir el necesario consenso de las "mayo de prácticas sociales, que no alcanzan a configurar
se como uno o varios
rías", y garantizar, desde los mismos sujetos disciplinados, la reproduc discursos.
ción del nuevo orden social que generan el método, el contrato y el En el límite, la escuela -y ésta es su crisis más
fenomenal- llega, mu- ·
mercado. Son estos mismos dispositivos de control de lo que de suyo apa chas veces, a simular sociedad desde una posic
ión de no-sujeto. Por otra
rece corno incontrolable, es decir, la subjetividad, los que oblig�m a prácti parte, la educación -y ésta es su verdadera crisis
- llega, muchas veces, a
cas educativas "fuera de control", ya sea porque resisten o porque aparecen simular mediaciones desde una posic
ión de no-institución. Es decir, la
con signos alternativos. escuela corre el riesgo de quedar como pura
institución social, sin sujetos
Finalmente, junto ·a lo segmentado y controlado, el discurso pedagógico reales, y la educación corre el riesgo de queda
r como pura mediación
moderno se articuló, en tercer lugar, con prác . ticas educativas fragmenta intersubjetiva, sin instituciones reales. Y esto,
das, desde itna tensión por la competitividad que se expresa en la división
por lo menos, es una con
tradicción en los términos: es la relación media
ción-institución la que
social de los saberes enseñados (materias básicas y materias complementa entra en crisis.
rias), en la jerarquización social de las acreditaciones y certificaciones (pro Hay muchas formas de caracterizar la crisis de
las instituciones sociales
fesiones rentables y prestigiadas y profesiones improductivas y hasta en los tiempos que corren: retorno a lo salvaj
e, para algunos; refugio, o
peligrosas), en la distribución de los espacios y los tiempos educativos (el bien causa, del sufrimiento de los sujetos, para
otros; empobrecimiento de
sus actores y para llevar
aula y el patio, el trabajo y ei juego, la rutina y la fiesta, el silencio y la su poder simbolizante, que se.rvía para identificar
palabra, los turnos y contraturnos, lo escolar y lo extraescolar, los trabajos los problemas al campo del intercambio y la
manuales y la economía doméstica, la cotidianidad de los varones y los días
discusión; sobredeterminación
de significantes, para ocultar cada vez más el sentid
o de la propia identidad
PERFILES É'I1CO-POLÍTICOS D� LA EDUCACIÓN Introducción. La educación como problema ético-político 19
18
situación laboral de los docentes. l. En principio, existen políticas educativas y escenarios políticos para
as, que tienden a plantear
Es necesario pensar críticamente estas polític la educación. Los decorados en este escenario suelen ser virtuales y
a que de justicia, y que, por
la agenda educativa más en términos de eficaci massmediáticos. Si privilegiamos este escenario, veremos cómo ope
exclus ión social. Sin duda, estas políti
lo mismo, tienden a profundizar la ran antagonismos dramáticos entre lo público y lo privado, lo equi
las diversas
tativo y lo inequitativo, las diversas hegemonías o luchas por los
a una microf ísica del poder, donde
cas. educativas se enfrentan
permit en pensar en nuevas alterna tivas.
prácticas sociales consensos, la concentración y la dispersión de poderes, leyes, estatu
ar estrategias de acción,
Es aquí donde resulta imprescindible plante tos, reglamentos, circulares, por un lado, y formas de transgresión y
oteo de la dimensión ético.:. po
tanto por el lado de la resistencia al escam sanciones, por el otro.
de acompañar nuevos movimien
lítica de la educación, como por el lado En este contexto, la "otra escena" está protagonizada por el control so
señale s y anima rse a imaginar las cosas de
tos sociales� estar atentos a sus
cial del discurso pedagógico y de los sujetos que produce, y el gran tema
otro modo. es la legitimación.
2. Pero existen también instituciones e ducativas y escenarios
construida desde la utopía. Esto
Entonces habrá mafí.ana una escuela . . .
institucionales para la educación. Aquí los decorados espaciotemporales
que puede proponer alternati
quiere decir desde la crítica, pero la crítica
cumplen una función importante. Si centramos la mirada en este esce
la relació n institución-sujeto. Pero
vas, trabajando en el corazón mismo de nario, veremos operar otros conflictos: autoritarismo y participación, ais
dos y los métod os, sino para avanzar
no para clonar los contratos, los merca lamiento y comunicación, planeamientos y espontaneidad, burocracia y
ación de los saberes,
profesionalidad,. endogamias y exogamias, rutinas e innovaciones, ritos
o como criteri o de legitim
en la redefinición de lo públic
o de la escuela como un tiempo de
para avanzar en la afirmación del tiemp y juegos.
institucional desde la lucha por el re
esperanza, y para redefinir el espacio En este segundo contexto, la "otra escena" está protagonizada por la ra
y los poderes de enseñar.
conocimiento de los deseos de aprender cionalidad de las acciones pedagógicas cotidianas y de los agentes que
la sostienen, y el gran tema es la autonomía.
Introducción. La educadón como problema ético-político
, , 1 , '
20 PERFILES ETICO-POLITICOS DE LA EDUCACION •
21
y Las formas en que se debate actualmente este problema revisten dos re
res, normas, técnicas y reglas de juego de una cultura todopoderosa
gistros: el que -insiste en las representaciones de los agentes sobre la
misma institudón y el que insiste en los procesos sistémicos que la defi
más o menos ancestral.
singula
En este tercer contexto, "la otra escena" está constituida por las
ones pedagóg icas que buscan de nen: la comunicación y la participación ..La autonomía de la institución
ridades y su resistenc ia a las mediaci
es implica, en primer. lugar, poder pensarla; en segundo lugar, un ej ercicio
racional del poder; y en tercer lugar, y sobre todo; reglas de juego claras
subj etividad educada , y el gran tema la lucha por el
terminar una
reconocimiento del deseo de aprender y del poder de enseñar.
para la comunicación.
.
ía Un tema central en este punto es el p osicionamiento de la institución en
Legitimación del control social en las políticas educativas; autonom
as, lucha por el reconoc i relación con las políticas educativas y la capacidad de interpretación de
dt: la racionalidad en las insti.tuci ones educativ
ser los las demandas de la·comunidad donde está inserta.
3. ¿Có�o se da.hl: lucha por el reconocimiento? En la construcción de la
miento de la singulari dad en los sujetos pedagóg icos: éstos parecen . ·
protagonistas de "la otra escena de la educación".
con las subjetividad, a partir del mutuo reconocim iento del deseo de aprender y
La complejidad de la educación se vincula con las diferencias y
la de las políticas , la de del poder de enseñar. Aquí se instala la dificultad más seria de la educa
relaciones entre estas tres lógicas puestas en j uego:
se con ción, porqué en cierto sentido se repiten y rehacen las cuestiones de la
legitimidad y de .la autonomía, sólo que ahora se refieren a la construc
las instituciones, la de los sujetos. Naturalm ente que las tres lógicas
"contam inan", p or lo cual s . e prioriza la idea de
dicionan mutuamente y se
que consiste, precisam ente, ción del sujeto pedagógico, en la lucha por el reconocimiento del deseo
instaurar una crítica de las razones de educar,
y del poder. .
en discutir la legitimidad de las políticas, la racionalidad de las institucio
..
1
1
aferra a la ilusión de una liberación de la opresión, o usted
co", y entonces se adapta a la realidad de la salvaje inserción competitiva
para no quedar excluido.
es "pragmáti
esperanza", y que fue desgrabada y publicada, con ese título, en la revista Andamios, no 3,
México, que llevó como título "La educación indígena alternativa, como cántico éticn a la
2003, págs. 57-70 (editada por la Casa de ia Cultura del Maestro Mexicano).
188 PERFILES ÉTICO-POLÍTICOS D E L A EDUCACIÓN La escuela como telar de la esperanza 1 89
Como parte de la construcción del relato que identiÍique lo que pasa con bre sí mismo, es conocer un "precio", y "cuidar de sí mismo" tiende a ase
la educación, hoy se hace necesario, una vez más, reflexionar sobre la im mej arse a acumular capital.
portancia central que tiene el conociriüento, en el pensamiento de Pablo ¿A qué apunta, en cambio, el conocimiento de sí mismo (que sería un
Freire, corno mediación productora de. subjetividad. Liberando memoria elemento constitutivo en la producción de subjetividad educativa)? Para de
freiriana, hoy es imprescindible insistir en · esos dos rasgos centrales del cirlo muy sintéticamente: a la dignidad, es decir, al saberse capaz de actuar,
sujeto que conoce: la dialogicidad y la politicidad. en sentido estricto, y de comunicarse, también en s entido estricto.
y
_ ,
:
poder se
. Esta insistencia en la relación entre conocimiento�" palabra Aristóteles decía, como ·bien lo interpreta H. Arendt, que en esto consis
muestra corno una forma de resistencia y desenmascaramiento frente al te la ciudadanía: en poder actuar (y no meramente p adecer) y poder argu
nuevo fetichismo de la mercancía: el que pone al conocimiento como un mentar en el diálogo (y no meramente seguir costumbres u opiniones, o
mero valor de mercado, despojándolo de su proceso de producción en ac simplemente saberes no fundados)r, En esta dirección deqemos interpretar
ciones culturales y acciones revolucionarias, La llamada sociedad del co lo que el mundo moderno llama "autonomía"' más .allá del mero juicio
nocimiento es, . en realidad, una sociedad donde el valor de cambio de la moral autónomo, entendida como lucha por el reconocimiento.
información, y su inserCión en sistemas educativos eficaces, reemplaza el
valor de "uso" de la palabra y su inserción en políticas educativas justa s.
· Pues bien, la condición de la acción y del diálogo argumentativo -ser
este "potencial ciudadano" (corno expresa Walzer)- es poder cuidar y co-
Confundir cono<;:irniento eon información; c.osa .corriente en cierto discurso· -
. ·
. . nocerse a sí mismo. Esto implica; de alguna manera, privilegiar la palabra,
pedagógíco hegemónico, legitima aquello que Steiner llama la "retirada de
corno reunión_ de sentidos e intencionalidad de comprensión, consenso y .
la palabra", y produce, casi necesariamente, un desplazamiento del poder
emancipación. Tomar la palabra es, quizás, ·. el signo . más claro del poder
liberador de la subj etividad, hacia una des-subjetivación, cuyos síntomas·
constituirse en agente y dialogante. Estar informados, meramente informa
son el descreimiento y la despolitización.
dos, es simplemente tener un repertorio de posibles respuestas a posibles
Esta confusión entre conocimiento e información abre varios frentes de
estímulos .
cuestiones. 1' Por un lado, la fecundidad del terna para intervenir en el deba
�or �upuesto que conocer, en este sentido fuerte de ser principio libre de
te, por ejemplo, del "misterio de la conciencia", corno hace S earle, en el
acciones, es decir, agente responsable y participante posible de un diálogo
contexto de la llamada filosofía de la mente, preocupada hoy tanto por el
con razones, supone información. Pero estar informados no significa,
dualismo cartesiano de lo extenso y lo pensante como por la reducción ilu
automáticamente, que podamos actuar y comunicarnos. Significa, simple
soria de lo mental al complejo sistema de informaciones cerebrales. Por
mente, "poder responder al estímulo".
supuesto, y en otro espectro défl debate teórico sobre lo mental, es claro el
Si la tendencia actual es a transformar el conocimiento en un valor de
lugar del problema cuando la preocupación se relaciona con el rechazo de
cambio, en una mercancía, no parece posible que la educación, como prác
los procesos, complejos y ambiguos, por los cuales el conocimiento tiene
tica de la libertad, pueda constituirse. No s� trata, en la educación para la
siempre, corno su sombra, algún grado de no saber que está operando en lo .
libertad, de saberse mercancía, se trata de conocerse a sí mismo y cuidar
=i_Ue st.:- "conoce".
se como suj eto en la intersubj etividad y la transformación de la realidad,
Más allá de esto, quisiera insistir en una idea más general: esta confu
que son las . formas de constituirnos como ciudadanos participativos y
sión mediatiza la transformación del conocimiento en mercancía, en valor
dialogantes,_ aumentando la potencia de actuar. Es decir, constituirse en
de cambio, de modo tal que "saber de sí mismo", en tanto información so-
sujetos que, porque conocen, tornan la palabra y asumen el poder para
actuar "culturalmente" y, en definitiva, "r:.,volucionariamente".
Si entendemos las cosas así, la educación para la libertad, desde el co
l. Ya nos hemos referido al tema en otros lugares de este libro, particularmente en los nocimiento dialógico y político, es relacionarnos con la esperanza.
dos primeros capítuios.
·n1
i
'
En este contexto, con memoria freiriana y contra una tradición de fuer d o fuerte que nos enseñó Lévinas: l a vulnerabilidad, el ser rehenes de to
tes raíces kantianas, sostendríamos entonces que la esperanza es una obli dos, porque podemos hacemos responsables del otro, ser justos, rompien
.::�-'-:'*"''' gación moral, en el sentido estricto de ser constitutiva de la acción sensata, do la ilusión de una subjetividad pensada como totalidad sin exterioridad .
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. . ..
.
y no meramente una "consecuencia", vía mérito, que se deduciría de nues Justamente, en los bordes de la "totalid_ad opresora" está la �xterioridad del
tro compromiso con el deber. excluido. La pedagogía del excluido se resiste no sólo a la cosificación de
Como contracara de lo mismo, propongo entender la esperanza corno la subjetividad, sino también a l a ilusoria totalización. La ética precede a la
un valor en sí misma y, por lo mismo, como algo que tiene razón de bien. ontología y, en este sentido, la justicia precede a la verdad.
Pero aquí, y en contra de una tradición de fuerte cuño aristotélico, se trata Ni el deseo de aprender ni el poder de enseñar definen la educación. L0
de no naturalizar la razón de bien de la esperanza (corno bien supremo o que la define es, justamente, eso "otro" que se produce en el reconocimien
último bien). Se trata, más bien, de pensarla corno una detennint;�.ción his to mutuo del deseo y del poder, y que aparece como lo justo :. un futuro mejor
tórica posible, · como una representación social utópica, ni independiente porque es más justo, y más j·usto porque lo podemos hacer hoy más justo,
de las vicisitudes culturales ni sometida a ellas. Más aún, y por lo mismo, porque deseamos saber y podernos saber. Es decir, podemos constituirnos
la esperanza opera hoy como el nombre propio de una alternativa posible en sujetos esperanzados, responsables constructores del mañana. Claro, si
para un mundo mejor y más justo, y que será más justo porque lo podemos nos preguntamos qué es el mañana, nos puede pasar como a aquel poeta
hacer hoy más justo. que tenía su poema inconcluso, porque no encontraba cómo definir el ma
El problema de reflexionar acerca de la esperanza se relaciona con las ñana, hasta que un niño, solo y refugiado, se lo enseña: ¿ Qué es maiian.a ?
dificultades que tenernos para relacionarnos con el futuro. Propongo pen La etemidad y un día.
sar, desde Freire, que no tenemos por qué quedar atrapados en pensar lo
qu.e viene desde ilusiones ciegas, o desde escepticismos vacíos, o desde cer-
. tezas · fundamentalistas y dogmáticas, o desde incertidumbres paralizantes 2. LA DIGNIDAD DE LA ESCUELA
y despotenciadoras. Podemos pensar el futuro, simplemente, con espe COMO MEMORIA DE LA ESPERANZA
.r• . ranza. Pero pensarlo con esperanza es hacernos responsables de este fu
turo, transformarlo en tarea digna de ser hecha, en tarea que merece el Es importante reflexionar sobre ·la dignidad de la escuela. Y lo es en un
compromiso, en tarea simplemente buena y que hace buenos. Debemos triple sentido:
tener esperanza.
Que la esperanza tenga una dimensión moral y que encierre un valor en l . porque hay una· creciente desvalorización del aprendizaj e escolar, desde
sí misma; por lo cual es una responsabilidad fascinante sobre el futuro, es diversos motivos, que tiende a mostrar la disfuncionalidad social de la
casi lo mismo que hablar de la educación. En realidad, la educación es "el escuela, su depreciación, su deterioro y, sobre todo, su incapacidad de
tiempo de la esperanza", y por eso, justamente, la educación es una de las "competir" ante la creciente mercantilización de los aprendizajes supues
formas ejemplqres para pensar la ética como dimensión normativa de la tamente válidos;
esperanza. El argumento ·será el siguiente: en la educación la esperanza toma 2. porque es necesario s aber desde dónde hablamos y resistimos los do
el rostro del otro, absolutamente otro, que nos interpela a educadores y centes, en tiempos de "retirada de la palabra" y de pretendidos "pensa
educandos como aquello que en la misma relación p�dagógica se absuelve mientos únicos";
subj etividad, podemos sostener, en sus huellas, que una "pedagogía del .de aprender y enseñar, reconociendo la pregunta, el argumento, la al
excluido" profundiza esta subjetividad como responsabilidad, en ese senti- ternativa; e! ' espacio público para que la socialización y la �onviven-
.
1 92 PERFILES ÉTICO-POÚTICO� DE LA EDUCACIÓN La escuela como telar de la esperanza 1 93
.
cia formen ciudadanía reflexiva y crítica, y no mera adaptación a lo g
muchas cosas según las circunstancias. Pero debe ser d{ na en todos los
dado injusto y excluyente; el tieinpo justo para resignificar la memo casos, y esto quiere decir que no puede renunciar ni negociar lo que la defi
ria histórica y construir proyectos comunes, frente a los olvidos y es ne: el deseo de saber;· el espacio público de la convivencia, el tiempo de la
cepticismos. esperanza memoliosa. La· escuela no puede renunciar a �stos valores liga
dos al conocimiento, a la justicia y al derecho de tener proyectos históricos
alternativos. Y debe luchar para que se reconozcan estos valores, se los rea
¿Dónde reside la dignidad de la escuela? S encillamente en entender bien
lice efectivamente y se los interprete cada vez con mayor agudeza. Porque
la dignidad sin más del hombre, que por lo mismo es de todos los hombres,
en esto va la "dignidad" de la escuela, y por lo mis�o del hombre, y esto
sin discriminaciones de ninguna espeeie. Porque, ¿cómo podemos enten
no se negocia.
der la dignidad del horribre si no permitimos que se constituya en sujeto
que piensa por sí mismo, que actúa libremente, que convive justamente? Una reflexión final. La escuela es, sin duda, una institución social. Pero
La dignidad de la escuela, entonces, viene por su misma tarea identificante: lo importante es entender que se trata de una institución social viva, forma
reconocer la dignidad del hombre, de todos los hombres, precisamente por da y sostenida por redes de s ujetos que dialiamente ponen el cuerpo como
que educa, y educar no es otra cosa que tomar en serio la dignidad humana · alumnos y como docentes en la difícil tarea de aprender y enseñar, de con
y comprometerse a realizar efectivamente lo que supone de derecho ina vivir y de imaginar alternativas fundadas. Interesa señalar que esos esfuer
lienable. zos, esos intercambios, esos trabajos (¡y vaya que es· trabajoso aprender y
enseñar!).. �, inCluso, esas gratificaciones y esos sufrimientos se dignifican,
La dignidad de la que hablamos es la que nos constituye, aquella que
todos, por los valores puestos en juego: el conocimiento crítico, la convi
t
nos obliga incondicionalmen e y que no· puede intercambiarse como mer
vencia justa, la esperanza memoriosa.
cancía o mero precio en el mercado. �a escuela es digna, y debe ser respe
tada, sencillamente porque el conocimiento crítico, la ciudadanía reflexiva, Nuestra naturaleza, decía Spinoza, . define . nuestro esfuerzo por ser, y,
la responsábilidad moral son valores insobornables e irrenunciables, que se como somos sujetos que pensamos, lo ·que tenemos en nuestra naturaleza
ligan -sin rodeos- a la misma dignidad del hombre. es potencia para actuar, y no meramente reaccionar o padecer. La mejor
señal de nuestra dignidad es sentir que podemos actuar pensando libremen
te, responsablemente, justamente. y cuanto más potencia' de actuar sinta
Sin esta dignidad, la escuela, simplemente, se convierte en otra cosa o,
para ser más claro, en "cosa", es decir, algo cuyo sentido es puesto desde
mos, más alegría tendremos.
afuera, en una lógica de medios y fines, que la transforma muchas veces en
un referente meramente retólico de discursos tramposos, o en un ritual más La clisis no es una sociedad de ciudadanos tristes, es decir, sin potencia
de meras prácticas de supervivencia, o en una especie de depósito de todo de actuar. Es una sociedad de ciudadanos indignados, porque se nos quiere
aquello que la sociedad no sabe resolver. Justamente, la escuela puede en arrebatar la dignidad, convenciéndonos de que no hay que pensar, que la
trar en el discurso, puede ser parte de los rituales rle la vida, puede ser un convivencia justa es imposible, que no hay nada que esperar.
lugar que supletoriamente reciba conflictos e intente resolverlos, pero lo Es aquí donde l a dignidad de l a escuela nos recuerda nuestra propia dig:.
tiene que hacer dignamente, es decir, desde su propia dignidad, exigiendo nidad. En este sentido, la escuela es memoria de la esperanza, lugar de re
que se reconozca su identidad relacionada con el conocimiento, con la con sistencia, posibilidad de alternativas . Claro, siempre que no renunciemos
vivencia y con la libertad responsable. ni al conocimiento crítico ni a la ciudadaníá responsable ni a la esperanza
La dignidad, por lo mismo que "tiene valor y no precio", no permite ni memoriosa.
achiques ni ajustes. En este sentido es. irrenunciable, y ninguna crisis -por
severa que sea- puede justificar su avasallamiento. La escuela "puede" ser
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3. LA ESCUELA COMO TELAR DE LA ESPERANZA sistir ante la desorientación. En segundo lugar, cómq mantener el cielo abier
to, evitar que se achate la altura y se la confunda con la línea del suelo·.
Para terminar, voy a citar un texto poco conocido de Jorge Luis Borges: Hablemos de la búsqueda de la verdad. Se trata, quizás, de empezar por
rastrear sus huellas. Hay algo de baqueanos en este ofi_cio de enseiiar. No
A los crio}los les quiero hablar: a los hombres que en esta tierra se sien poseemos la verdad, la rastreamos , la in-vestigamos, es decir: buscamos
ten vivir y morir, no a los que creen que e l sol y la luna están en Europa. sus vestigios, vamos tras ellos, aprendemos a olfatearlos, a degustar-l os, a
Tierra de. desterrados natos es ésta, de nostalgiosos de lo lejano y ajeno:
� no su sangre, y con ellos no ha
reconocer sus sonidos y vislumbrar sus formas y colores. Pero esto tiene
ellos son los gringos de veras, autorícelo
una condición: el deseo de saber. Hay que luchar por el reconocimiento de
bla mi pl uma. Quiero conversar con los muchachos querencieros y nuestros
es�e deseo de saber, que define la identidad docente, pues me animo a con
que no le achican la realidad a este país. Mi argumento de hoy es la patria:
lo que hay en ella de presente, de pasado y de venidero. Y conste que l o
jeturar que lo más profundamente deseado, como docentes, es que se nos
venidero nunca se anima a estar presente d e l todo sin antes ensayarse y que
reconozca corno deseo de saber, no como dueños del saber ni como mani
ese ensayo es la esperanza. ¡Bendita seas, esperanza, memoria del futuro, puladores del conocimiento.
olorcito de lo por venir, palote de Dios ! Sólo reconocidos corno "deseo de saber" podernos enseñar, es decir, re
conocer el deseo de saber de aque�los que, con nosotros, aprenden. Aquí,
El texto se llama El tamaiio de mi esperanza (1926), y sobre esto quiero en esta lucha por el reconocimiento del deseo de saber, el horizonte de la
reflexionar, una· vez más, pará concluir este libro. búsqueda de la verdad se configura y nos orienta. Preguntémonos si desea
rnos saber . y, entonces, estaremos en condiciones de entender que no se
aprende si se obtirra, se cierra, se bloqu�a el deseo de saber. Me animo a
a. La relación conocimiento y ética decir algo más, quizás éste sea el gran problema educativo: ¿deseamos sa
ber? ¿Dejamos qU:e - los otros deseen saber? ¿Permite esta sociedad que
La hipótesis inicial es la siguiente: lo que nos ocupa y preocupa a los emerja el deseo · de� saber?
docentes siempre se relaciona con el conocimiento y con la ética. Esto El deseo de saber, corno búsqueda de la verdad, es, en de:fjnitiva, la fuen
en el horizonte de la búsqueda de la verdad y en el cielo abierto del ideal · lacionar la teoría con la práctica, sin confundir el conocimiento con la mera
adaptación a lo dado, y sin confundirlo tampoco con una mera abstracción
en relación con lo dado. Quien mantiene la tensión entre teoría y práctica,
de justicia. Son estas coordenadas las que transforman en problemas pro.:.
píamente educativos tanto los tiempos difíciles, corno éste, donde la cri- .
sis cala los huesos, corno los tiempos más tranquilos, hoy día tan "a veces'; quien nos hace críticos en este sentido no es sino el deseo de saber.
y tan fugaces, donde parece que las figuras se acomodan y los colores Pero el pensamiento crítico, que es el conocimiento nutrido por el deseo
las lágrimas que producen el dolor, la rabia y la impotencia? No encuentro El pensamiento crítico intenta discursos, ensaya nombres, configura sím
mejor respuesta que afirmar con énfasis que buscamos la verdad, que que bolos, atribuye sentidos, sabiendo que lo hace "caminando", es decir, bus
remos la justicia, y entonces trabajamos en eso, con eso y para eso. cando, es decir, contando una historia, donde lo que acontece se trama en
Se propone pensar, en este contexto, dos cuestiones. Por un lado, cómo un relato, que puede ser resignificado cada vez, tanto desde la memoria de
hacemos para no dejarnos arrebatar el horizonte, impedir que se borre, re- lo ya andado corno desde la sorpresa de lo que todavía no se caminó.
']
En este oficio docente de baqueanos debemos tener memada, aprender mos responsables. Se trata de algo así como una respqnsabilidad inteli
a hablar con los "fantasmas" (como diría Denida), saber que dejamos hue gente o una inteligencia responsable, es decir, conocimiento y ética.
llas sobre huellas que dejaron otros, y debemos tener también coraje, saber
que siempre queda camino por delante, . aprender a dialogar con lo que to:..
davía no es, con lo que viene del porvenir. En este sentido, el pensamiento b. ¿Por qué la esperanza ?
crítico no sólo es dialéctico, porque el deseo de saber tensiona la ·teoría con
la práctica, sino que es, además, hermenéutico, porque el deseo de saber Desde esta reflexión inicial preguntemos por qué la esperanza. Y se pue
tra.J).sforma el discurso en un mojón, exige interpretación abierta, impide de responder con la mayor sencillez posible: porque hay alternativas, por
que nos aposentemos en un momento corno si fuera el último. que lo posible nos constituye y porque el bien y la justicia transforman la
Y acá viene la segunda cuestión. La del cielo abierto. Porque el pensa utopía en un compromiso.
miento crítico, que no se ilusiona con la soberbia de la teoría ni se resigna a E_sto tiene importancia actualmente porque es necesario desconstruir la
la insignificancia de la práctica, tampoco queda seducido por el mero ca falacia del pensamiento único. F?lacia quiere decir razonamiento engañoso
minar, por la interpretación de la interpretación de la interpretación. Ya lo con apariencia de verdad. Pensamiento único quiere decir que no hay otras
dijimos, levanta la cabeza y ve el cielo abierto, en cada recodo del camino. formas de entender las cosas, que no hay significados alternativos, que no
hay otro camino. Si queremos estar a la altura de los tiempos, si no queremos
En realidad, esto es posible porque el pensamiento crítico, además de dia
quedar fuera del mundo, si nos interesa sobrevivir, entonces no nos queda
léctico y hermenéutico, es responsable. Es decir, se deja interpelar por el
otra alternativa que pensar de un detenninado modo, actuar de una determina
otro y responde. Aquí el conocimiento se anuda con la ética.
da manera, alinearnos con un detenninado proyecto. Por supuesto, detennina
No basta relacionar la teoría con la práctica, no basta relacionar los dis
do por quienes se arrogan el derecho de ser representantes únicos de la verdad
cursos con la historia; hay, además y sobre todo, que escuchar al otro que
y de la justicia, simplemente porque tienen mayor poder económico y militar.
interpela nuestras "síntesis dialécticas" y nuestras "desconstrucciones
El pensamiento único consiste en borrar el horizonte de la búsqueda de
hermenéuticas". El otro nos interpela siempre corno exterior, en relación
la verdad, y nublar el cielo abierto de la justicia. Al no haber horizonte, no
con nuestro saber. Por eso es otro, y no meramente otro objeto de nuestra
hay camino histórico. Al no haber cielo abierto", no hay espacio público.
ciencia u otro momento de nuestra historia.
Simplemente hay amos y esclavos. El pensamiento único se asemeja mu
Es E. Lévinas quien avanza en esta idea. La crítica, el pensamiento
cho al señorío abstracto e ilusorio de haber encontrado la verdad y no de
crítico, adquiere su dimensión más profunda precisamente como respon
pender de n ad a ni de nadie, instaurando como única alternativa la
sabilidad, o corno capacidad de responder a la interpelación de1 otro, que, servidumbre, como miedo concreto a la muerte y lucha por la superviven
en tanto siempre exterior a nuestro deseo de s aber, nos convierte en "vul cia. En realidad, el pensamiento se convierte en único justamente porque
nerables", en el estricto sentido de ser, desde siempre, responsables de él. no dej a alternativa sino a la irracionalidad dependiente, y necesita, para
En. realidad, la justicia justifica la verdad, y' el "espacio curvo" de la éti mantenerse como único, que se dé efectivamente esta servidumbre. No es
ca, como interpelación del otro, da un anclaje de compromiso con el otro único porque todos piensen lo mismo. Es único porque el mundo se divide
a nuestra búsqueda de la verdad y a nuestro deseo de saber. ¿Qué sentido entre los que piensan de esa única manera y los que meramente sobreviven,
tiene desear saber si el otro no nos preocupa, _si no nos sentimos respon permitiendo que algunos piensen de esa determinada manera.
sables de su interpelación, de la exigencia de justicia? Pero no nos con El pensamiento único, sin embargo, tiene como su verdad más profunda
fundamos, la interpelación del otro tiene, a su vez, como condición de el miedo a pensar, naturalmente proyectarlE:· en todos aquellos que piensan
posibilidad, el deseo de saber y la lucha por el reconocimiento de ese de de modo diferente. Quizás el riesgo mayor en tiempos de hegemonía del
seo. Somos baqueanos, pero lo que justifica nuestra búsqueda es que so- pensamiento único no es sino el introyectar este miedo, y terminar conven-
n:
relaciona con la búsqueda de ia verdad, y la búsqueda de la verdad se en� Justamente, porque el tramado de la esperanza se relaciona tanto con la
carna en el deseo de saber. Esto ya se dijo. Se puede agregar ahora, y en singularidad del deseo de saber como con el espacio púl.:lico de la interpe
función de esta reflexión final, que el. deseo de saber nos singulariza, es lación del otro, la educación es una tarea política que no dej a que se disgre
decir, nos señala en lo que tenemos de más propio (aunque sea común a guen los elementos, que busca tramarlos y que, en cad� caso, sabe que sólo
todos) y nos conecta con esa difícil cuestión de la formación de la identi teje esperanza.
dad de cada uno. En este sentido,-. y a 4i(erencia de Aristóteles, no es. que De nuevo Borges. ¿El tamaño de nuestra esperanza? El alcance de la
por naturaleza deseamos saper: el deseo de saber se constituye, histórica y educación, la capacidad que tengamos de aprender a tejerla, deseando sa
sociabnente, en una trabajosa histori� singülar: Éste es uno de los hilos que ber y respondiendo a la interpelación del otro. Esta extraña conjunción de
está en el telar de la escuela: el deseo de saber, resultado más proceso de historias singulares y espacio público que hace de la escuela un telar de la
complejas historias singulares. El deseo de saber indica que alguien cami- esperanza. Esta forma de resignificar nuestra propia tarea docente, no sólo
. na en un horizonte de búsqueda. como baqueanos, también como tejedores. Es decir, hombres y mujeres que ·
Por otro lado, la ética, tal como la hemos estado planteando en este li deseamos s aber y nos preocupamos por reconocer el deseo de saber de cada
bro, se relaciona con la justicia, .y la justicia es lo que conforma el espacio uno, y nos sabemos vulnerables porque podemos hacernos responsables de
de la interpelación del otro, donde verdaderamente acontece. Ahora la interpelación del otro.
explicitamos algo más. Este espacio que se configura en la justicia es, por Se trata de compartir nuestros intentos de aprender a tejer esperanza con
definición, un espacio público, relacional, común. Y aquí no coincidimos los hilos de la verdad y la justicia. Y entonces sentir que podemos actuar,
con Kant, porque lo público no es meramente un uso de la razón sin trabas: tomar la palabra y seguir tejiendo esperanza.
es un espacio que se constituye éticamente en la interpelación del otro, y
que nos responsabiliza. Por eso la justicia es el otro hilo que ponemos en el
telar qu� define la escuela: la interpelación del otro, exterioridad que con
vierte a cada singularidad en vulnerable, en el sentido ya explicado de res
ponsable. La interpelación del otro indica que en el espacio que habitamos
hay alguien que interpela.
Pues bien, lo que se quiere insinuar, con estos elementos, es que el teji
do o texto que la educación trama con estos hilos es, simplemente, la espe
ranza. Es decir, pensadores críticos, agentes responsables, porque son
abiertos no sólo a la alternativa, sino también, y sobre todo, a lo que justifi
ca o hace justa la alternativa: la interpelación del otro reclamando o exi
giendo justicia.
Para terminar se sugiere una manera de entender la educación. En reali
dad se trata de aprender a tej er la esperanza, siempre con los hilos de la
verdad y de la justicia. No sabemo� en c¡1dacaso qué figura, qué color, qué
espesor tendrá el texto. Pero lo que sea sera siempre una alternativa, si la
educación tiene que.ver con tejer la esperanza con los hilos del conocimien
to y la ética, siempre una marca de la búsqueda de la verdad y del compro
miso con la justicia.