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Trabajo de:

Macroeconomía

Presentado por:
Jesús Prasca

Tutor:

ELKYN RAFAEL LUGO ARIAS

CONTADURIA PUBLICA

BARRANQUILLA- ATLANTICO 23 /05/2021


INTRODUCCION
Este informe se encontrará en un enfoque al desarrollo de Colombia ya que es un proceso
integral que supone cambios económicos, así como sociales y ambientales. En él se intenta
describir y explicar las complejas relaciones existentes entre diversos aspectos del desarrollo,
como el crecimiento demográfico, el crecimiento económico, las mejoras de la educación y salud,
entre otros temas. El objetivo del documento es analizar la política fiscal, con énfasis en los
factores económicos y de economía política que determinaron los aciertos y las dificultades
fiscales que enfrentó el país. Está basado en una idea fundamental la cual es que el crecimiento
económico y el desarrollo sostenible; deben ser un instrumento para mejorar la vida de toda la
gente.
LAS CRISIS FISCALES EN ECONOMÍAS QUE SON CLAVE
Las crisis que padecen las economías más fuertes del mundo afectan a todas las demás, y
por todas las demás se ve afectada la sociedad en todas sus formas: impuestos, tipos de interés,
evolución del salario, créditos, etc. Cuanta menos crisis fiscal se de en las economías más fuertes,
más estabilidad no sólo económica, sino también social. Por su interconexión con los demás
aspectos, este es el gran reto al que se enfrenta el mundo dentro de los próximos 10 años.
La posición fiscal del gobierno colombiano se vio deteriorada como consecuencia de la
desaceleración económica producida por la crisis internacional. En cuánto aumentará el déficit y
el nivel de endeudamiento público en el corto y mediano plazo, dependerá de qué tan fuerte sean
los efectos del contagio y de la respuesta de política para mitigar la caída de la actividad
productiva.
Los pronósticos señalaban que las economías emergentes saldrían relativamente mejor
libradas con respecto a las industrializadas y, por tanto, la situación fiscal y su manejo
macroeconómico no presentarían mayores dificultades. Sin embargo, el escepticismo aumentó y
poco a poco se corrigieron a la baja las proyecciones de crecimiento. Si bien en principio el
contagio de la crisis no discriminó entre las economías emergentes, en la práctica el grado de
apertura, la solidez y profundización de sus mercados financieros, el manejo macroeconómico y
la calidad de las instituciones, entre otros, fueron factores claves en cada país para contener la
propagación de la crisis.
A pesar de los avances registrados en los últimos años, la situación actual de las finanzas
públicas colombianas permite presumir que el gobierno tiene un espacio fiscal estrecho para
compensar adecuadamente los efectos de la crisis financiera internacional. En su postura fiscal
para 2009, el gobierno anunció mayores recursos del presupuesto para gastos en infraestructura y
en asistencia social. Así mismo, consideró un ligero alivio en la carga tributaria proveniente de la
reducción de un punto en la tarifa del impuesto a la renta y una reducción marginal en la tarifa del
impuesto de timbre, contemplados en la reforma de 2006. Por otra parte, se previó que los
gobiernos subnacionales aumentaran sus gastos en vivienda y de agua potable. Para 2010, el
presupuesto de la nación que presentó el ejecutivo al Congreso consideró que los gastos no
crecerían en términos reales. Con estas previsiones, el gobierno presentó su postura fiscal como
"razonablemente anticíclica" y coherente con la sostenibilidad de la deuda.
EL PROBLEMA ECONÓMICO COLOMBIANO
Colombia está sobre diagnosticada y la idea general no cambia, pero falta una
mirada más granular y audacia para hablar de soluciones.
Colombia necesita crecer a 3,8% anual y de forma consistente para disminuir el
desempleo y reanimar la agónica contratación empresarial, comenta Luis Fernando Mejía, de
Fedesarrollo. Siendo un país de ingresos vulnerables, crece, pero no lo que necesita. Sin embargo,
3,3%, es muy bueno en medio del adverso entorno externo en que el comercio se fue al piso y la
economía mundial apenas crece 2,6%, agrega. Sin embargo, el crecimiento potencial estimado en
apenas 3% supone una perspectiva muy poco alentadora para el empleo juvenil y las tensiones
sociales hoy y a futuro. Pero no es lo único.
La demanda interna creció en 2019 4,6% y explica por qué nos fue bien en crecimiento.
Auspiciado además por una cantera de consumo que creció a más del 11% real (casi 3,3 veces lo
que crece la economía y 2,4 veces lo que crece la demanda interna), añade Juan José Echavarría,
gerente del Banco de la República, quien con sarcasmo apunta a que después de una devaluación
de casi 90% las exportaciones no despegan. Mejía, de Fedesarrollo, agrega que el panorama
exportador se enfrenta a un desolador crecimiento de apenas 1,8% para los socios de nuestras
exportaciones no tradicionales y Echavarría advierte que con las subidas de salario mínimo se
aumenta el sesgo anti exportador.
Las cifras de desempleo del país son claras, no tanto porque la tasa de desempleo en
agosto de 2019 se ubica en 10,8%, lo cual es muy superior al casi 9% que prevaleció entre 2014 y
2018, sino porque la dinámica detrás puede ayudar a entender cómo se da el mayor deterioro en
el empleo para igual mes desde 2010.
Miremos qué dice la big data. Sin petróleo, carbón, café, banano, flores y oro, las
exportaciones en 2019 sumaron US$13.677 millones. Esto es 15,85% menos que a finales de
2013. Esto no se explica por una actividad o grupo de productos, la caída es generalizada. Apenas
se salvan una treintena de grupos industriales clasificados de casi 495 de ellos. El desastre es
total. Ya por zona geográfica del país, apenas se salva Atlántico, mientras resultan positivos los
datos del Eje Cafetero, Nariño, Chocó y la región oriental, excepto Santander.
Una cosa es que el comercio mundial no crece como antes de 2008 y que la economía
mundial se ralentiza y otra es que Colombia cae duro y la forma como lo hace.
A su vez, y también a pesar de la gran devaluación, las importaciones caen a una tasa
apenas ligeramente mayor a las exportaciones y se mantienen siendo en dólares 3,3 veces las del
valor exportado. Bogotá y Antioquia, que pesan 48% y 15% de las importaciones no tradicionales
del país, resultan ser las geografías menos sensibles al ajuste externo y la tasa de cambio, por
ende, contribuyen muy por debajo de lo que pesan a una mayor caída de las importaciones.
Por lo tanto, después de un cambio de una magnitud dramática en la tasa de cambio, el
déficit comercial de productos no tradicionales apenas corrige 16% en 6 años y el año pasado fue
de US$30.000 millones, siendo Bogotá 64% del mismo.

Pero el diagnóstico empeora.


Las exportaciones de bienes de consumo de productos no tradicionales disminuyeron 18%
en estos 6 años, las importaciones de los mismos bienes apenas cayeron 12% porque en Bogotá
(que representa 52%) apenas disminuyeron 1% y, por ende, el déficit comercial terminó el año
pasado en casi US$7.500 millones del cual la capital representa 78%.
Entonces volvamos al principio. Colombia necesita crecer a 3,8% para disminuir el
desempleo y reanimar la agónica contratación empresarial, pero con un sector externo que resta
1,5 de crecimiento (y se explica mayoritariamente por Bogotá), se sustenta un crecimiento
potencial muy bajo y la perspectiva es muy poco alentadora para el empleo juvenil y las tensiones
sociales a futuro.
Finalmente, entre 2013 y 2019 el desempleo de áreas urbanas del país pasó de 9,7% a
10,5% mientras en Bogotá pasó de 9,1% a 10,9%. En estos 6 años el número de ocupados en
industria manufacturera en la capital pasó de 653.000 a 584.000. El empleo no está peor gracias a
gobierno, construcción, inmobiliarias e intermediación financiera.
¿CÓMO AFRONTAR LA RECESIÓN MUNDIAL?
El debate económico colombiano arrancó y las opciones de las autoridades
económicas deben comunicarse sin tapujos.
La semana pasada en el exministro Rudolf Hommes tuiteó que los primeros cinco meses
ponen de relieve el deprimente desempeño de las exportaciones y la falta de competitividad del
sector productivo. Su alarma requiere urgente y desesperada atención porque si bien lo que dice
es cierto, la situación está pasando de castaño a oscuro. La delicada situación mundial se expresa
en las exportaciones colombianas de bienes manufacturados cuyos precios en dólares este año
caen 13,5% si van destinadas a Norteamérica, 13,4% si van a Asia, 22% si van a Europa y 23,9%
si van a Suramérica.
CONCLUSION
En conclusión, el gobierno es un agente que influye sobre la actividad económica a lo
largo del ciclo económico mediante sus políticas tributarias y de gasto. También es un
determinante importante de la estabilidad macroeconómica, en cuanto que esta depende, entre
otros, de la sostenibilidad de sus finanzas. Estas dos razones demandan un estudio cuidadoso y
fundamentado, tanto de su comportamiento como de la manera en que sus decisiones afectan la
economía y comprometen las metas y el actuar de la autoridad monetaria. El gobierno es un
agente que influye sobre la actividad económica por medio de sus políticas de ingreso y de gasto.
También es un determinante importante de la estabilidad macroeconómica de un país.
BIBLIOGRAFIA
https://www.dinero.com/opinion/columnistas/articulo/el-problema-economico-colombiano-
pordaniel-nino/281826
https://www.elsevier.es/es-revista-ensayos-sobre-politica-economica-387-articulo-fisco-
modelofiscal-colombia-S0120448317300325
http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0121-47722011000100003
https://www.dinero.com/noticias/politica-fiscal/1127

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