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COMUNICADO INTERNO A LA COMUNIDAD ACADÉMICA

SOCIOLÓGICA DE COLOMBIA, RED FACDES Y LA ASOCIACIÓN


COLOMBIANA DE SOCIOLOGÍA.

12 de mayo de 2021.

Desde la Red Colombiana de Estudiantes de Sociología (RECOES), en acuerdo unánime,


expresamos nuestra preocupación por el panorama nacional, marcado por el recrudecimiento
de la violencia por parte del Estado, que ha estigmatizado y criminalizado la protesta social y
también a nuestros compañeros estudiantes, intentando callar la voz del pueblo colombiano
con la militarización de la ciudades, el abuso de fuerza policial y la censura masiva, hechos
que van en contravía del Estado social de derecho y se asemejan a un régimen autoritario y
represivo.

Nos remitimos a ustedes, Red FACDES y Asociación Colombiana de Sociología, con el fin
de generar un encuentro virtual, para crear y fortalecer redes de apoyo e informar graves
situaciones que están sucediendo con algunos miembros estudiantiles de la comunidad
académica de las Facultades de Ciencias Sociales y Humanas que han recibido amenazas de
grupos armados ilegales y persecución por miembros policiales del Estado, siendo acusados
de pertenecer o colaborar con grupos guerrilleros, como el caso de nuestra compañera Olga
Lucía Quintero, estudiante de sociología de la Universidad Santo Tomás, quien fue señalada
por José Félix Lafaurie (presidente de Fedegan) como representante de las FARC, hecho que
pone en riesgo su vida y su integridad física. Esto se da luego de que Olga participara en la
audiencia pública del Congreso el 6 de mayo de este año, por tanto, exigimos
acompañamiento jurídico y psicológico, y de otro tipo si ella lo requiere.

Este tipo de amenazas se están gestando principalmente en las regiones, en donde muchas
veces hay reportes de presiones por parte de profesores y administrativos para seguir en
normalidad académica, dificultando la realización de eventos académicos y de movilización
social, transgrediendo las dinámicas de movilización estudiantil y desconociendo la realidad
social que se está experimentando en este momento nuestro país, ignorando las decisiones de
las asambleas generales de los estudiantes y sus garantías que aplican tanto las ciudades
universitarias como en las regiones.
En las ciudades se han presentado falsos positivos judiciales. El compañero David Arturo
Bravo fue capturado de forma ilegal en la madrugada del 28 de abril (primer día de paro), le
fueron imputados los cargos de terrorismo y concierto para delinquir; después de un día de
detención fue puesto en libertad, sin embargo, sigue vinculado a un proceso jurídico. En
Cauca, el 26 de abril, la Policía inició un montaje contra la JUCO y la Organización
Estudiantil Territorio Libre. Esto se suma al creciente ataque hacia defensores de DDHH,
prensa alternativa, brigadas de primeros auxilios y APH, las cuales está principalmente
conformada por estudiantes de las IES, llevando a una persecución que pone en riesgo la
vida de los que participan en las movilizaciones. Las redes de apoyo tanto de APH y DDHH
se han ido debilitando por falta de insumos y gente capacitada, debido a la estigmatización y
hostigamiento de la fuerza pública, generando acciones improvisadas de forma zonal,
haciéndolos vulnerables a retenciones ilegales por parte de la fuerza pública, y, por otro
lado,a ataques y desapariciones forzadas por parte de grupos ilegales sin identificación. En
las noches, el contexto para la movilización cambia radicalmente a comparación del resto del
día, se presentan roces y se intensifica la arbitrariedad de la Policía. Se han presentado casos
de censura durante movilizaciones -robo de celulares por parte de la Policía Nacional y caídas
de internet en los puntos de concentración-. Ahora es indispensable el apoyo jurídico, activar
rutas de DDHH para evitar la desaparición y el asesinato de nuestros compañeros. También
generar espacios seguros sin presencia del ejército y la policía en las noches, para el ejercicio
de los Atención Prehospitalaria (APH) en las zonas universitarias donde se generen
conflictos. Es deber de las IES respaldar y proteger a sus estudiantes, requerimos no solo de
servicios asistencialistas como bonos alimenticios, préstamos de equipos para las clases
virtuales y atención psicológica remota (que, sin embargo, es insuficiente para evitar la
deserción académica), sino un accionar que nos una como comunidad académica crítica
frente a la coyuntura nacional, en la que, como instituciones, no deben omitirse detalles,
tampoco ser indiferentes ante la vulneración de su estudiantado.
Vemos necesaria también la habilitación de apoyo y espacios durante el día: las instituciones
deben ser espacios para encuentros, asambleas y otras formas de organización que posibiliten
el diálogo, la creación de alternativas y la realización de talleres de autocuidado, APH y
DDHH. Buscar la forma de generar la habilitación de una mesa de género nacional, para
atender los casos que se han venido presentando en el país durante esta coyuntura. Invitamos
a que se mantenga la flexibilización de los cursos y las garantías académicas necesarias, para
garantizar la participación en pleno de los estudiantes en las actividades y movilizaciones sin
miedo a tener que sacrificar sus promedios académicos. Respetar la decisión del estudiantado
de seguir en paro tanto en Universidades públicas como privadas.
Requerimos de apoyo para hacer un conteo exacto de los compañeros de las facultades de
Ciencias Sociales y Humanas, heridos y capturados en esta coyuntura. Que toda esta
información sea expuesta en un encuentro nacional de sociología (presencial o virtual) en el
que confluyan tanto profesores como egresados y estudiantes, en donde de manera
asamblearia, se hable de la situación de cada región del país, problematizando las estrategias
de represión y estigmatización estatales frente el pensamiento crítico y nuestro quehacer
como humanistas, el accionar de la fuerza pública y la necesidad de su reforma.
Finalmente, extendemos la invitación a las IES que conforman la Red FACDES a que
motiven a los estudiantes a vincularse a RECOES y, en este sentido, seguir tejiendo de forma
amplia e incluyente redes de apoyo, análisis y fraternidad en donde cuestionar e incomodar
nos lleve a la transformación.

Red Colombiana de Estudiantes de Sociología (RECOES).

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