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Parcial Domiciliario

Materia: Gnoseología

Profesor: Esteban García

Comisión: María Virginia Ketzelman

Alumno: Sebastián Matías Cáneva

D.N.I./L.U.: 39.644.871

Cuatrimestre: Primero

Año: 2018
Sebastián Cáneva 39.644.871

1. […] ¿Por qué se da y en qué consiste, en su opinión, el cambio de valorización (de la


“desmundanización” en La idea de la filosofía y el problema de la concepción del mundo y
Ser y Tiempo)?

Tal como se muestra en las citas y explicaciones de la consigna (no copiada aquí en su
totalidad), Heidegger tiene cierto cambio de valorización del lugar que ocupa la
“desmundanación” en el acercamiento a los objetos. En La idea de la filosofía y el problema de
la concepción del mundo (KNS) tiene frente a ella una posición totalmente negativa, mientras que
en Ser y Tiempo le asigna cierta positividad. Teniendo en cuenta que estos dos textos se
diferencian en sus influencias y períodos del pensamiento de Heidegger, por un lado, y en los
objetivos que se proponen, por el otro, es comprensible que exista este cambio de valorización.
En KNS Heidegger está todavía influenciado por el pensamiento de Husserl y está recién
comenzando a separarse de él. No propone todavía de manera acabada su sistema filosófico, sino
que está todavía teniendo discusiones con Husserl y su fenomenología reflexiva. Por otro lado, el
objetivo del texto es el preguntarse por la posibilidad de una “ciencia originaria de las vivencias”
y cuál es el método que esta debería adoptar. Es decir, influenciado por la fenomenología,
Heidegger considera que la tarea de la filosofía debe ser la de dar cuenta de la manera más exacta
posible de las vivencias intencionales hacia las que tiende la conciencia del sujeto. Sin embargo,
para el autor, la reflexión tal como la plantea Husserl, es una deformación y, por lo tanto, un
acercamiento mediato a las vivencias que no permite captarlas en su originariedad.
Teniendo este objetivo y esta discusión como trasfondo, Heidegger comienza examinando dos
tipos de vivencias: la vivencia que pregunta por la existencia de algo en general (la pregunta
“¿Hay algo?”) y la vivencia del mundo circundante. Luego de mostrar algunas diferencias entre
ambas vivencias, Heidegger se introduce en el análisis de la vivencia del mundo circundante y
nota que esta vivencia se presenta teniendo una estructura significativa en tanto se me presenta
siempre como un objeto con un determinado sentido de uso (o en el peor de los casos como un
objeto del cual desconozco su uso). Y es esta estructura significativa misma del objeto la que me
muestra que el objeto tiene un significado para mí, para el yo que conoce. En la vivencia del
mundo circundante se me aparece el Mundo como un plexo objetivo dotado de significado que
remite a un yo histórico que en su acto de conocimiento (en su a-propiación) dota a ese objeto
que tiene una estructura significativa de un significado determinado.

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Frente a esta forma de acercamiento al objeto que no conlleva una pérdida de la originariedad
de la vivencia, Heidegger opone el pro-ceso como una forma de acercamiento que depotencia
significativamente a las vivencias del mundo circundante. Frente a ese acercamiento que reúne el
mundear de las vivencias, Heidegger opone este acercamiento que suprime el carácter mundano.
Este pro-ceso que crítica el autor (dentro del cual se encontraría la reflexión husserliana) se
enmarca dentro de los acercamientos teoréticos que critica en el texto. Frente a un acercamiento
originario a las vivencias (que es, precisamente el que busca Heidegger), la mayoría de las
explicaciones filosóficas de la tradición habrían caído en la teoretización. Es decir, que en su afán
de explicación de lo elementos últimos del conocimiento, o de la estructura de la conciencia del
sujeto, habrían agregado en su teoría del conocimiento elementos que no se encuentran en la
vivencia tal y como se nos presenta originalmente. En estas explicaciones se da una
desmundanación en tanto las vivencias son explicadas de manera tal que son depotenciadas
significativamente, son despojadas de su mundear con el que se nos presentan.
En Ser y Tiempo, en cambio, Heidegger elabora su pensamiento de manera más madura. El
objetivo de la filosofía ya no es fundar una ciencia originaria de las vivencias, sino llegar a la
estructura última del ser. Luego de revalorizar la pregunta por el ser, que tantas veces fue hecha
en la filosofía, y de dotarla de un significado y estructura específica, Heidegger nota que el
estudio por el ser debe comenzar por el único ser que es capaz de preguntarse por su propio ser:
el Dasein. Heidegger encuentra que en su forma de ser en el Mundo, a este existente humano se
le presentan además de su ser-ahí como esencia de sí mismo, otros objetos intramundanos cuya
existencia tienen para él el sentido de ser-para-la-mano. Estos objetos se le presentan como
objetos dotados de una determinada significatividad en tanto encuentra en ellos que son útiles
para una determinada función. En este acercamiento a los entes intramundanos, el Dasein toma
como su ser el de ser-para-la-mano. Pero hay ciertas ocasiones en las que estos entes que
deberían cumplir cierta función se presentan bajo las “formas deficientes de la ocupación”. Es
decir, que en determinadas situaciones, los objetos que deberían cumplir una función, por uno u
otro motivo, no la cumplen. Y es precisamente en estas formas deficientes en las que se presenta
el Mundo en las que el Dasein descubre aquello que no podía reconocer de manera inmediata: el
ser del Mundo es la del ser-ante-los-ojos. En esta desmundanación del Mundo el Dasein descubre
el verdadero ser de él.

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Puede verse, por lo tanto, que mientras que en KNS la valorización que se hace de la
desmundanación es totalmente negativa, en Ser y tiempo adquiere un valor positivo. Teniendo en
cuenta lo que se dijo anteriormente, creo que esta diferencia podría basarse principalmente en el
hecho de que los objetivos que se plantean en cada momento y la forma de plantear el problema
son diferentes en cada texto. En KNS, al estar buscando directamente el método por el cual se
puede hacer una ciencia originaria de las vivencias, Heidegger se topa con que algunos métodos
(relacionados con el pro-ceso) que desmundanizan y depotencian significativamente el Mundo.
En este caso la desmundanación surge del método, de la forma de acercarse a los objetos por
parte del sujeto. En Ser y tiempo, en cambio, la desmundanación surge del Mundo mismo. Es en
las vivencias de Mundo que tiene el Dasein en las que se encuentran determinados objetos que se
presentan en sí mismos desmundanizados en tanto se presentan deficientemente. En KNS, por lo
tanto, la visión negativa surgiría del hecho de que es el sujeto quien en su forma de acercarse
desmundaniza el Mundo, mientras que en Ser y tiempo el Mundo mismo se presenta
desmundanizado y permite ir más allá de él para interrogar por su ser.

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4. ¿Qué aspectos de la fenomenología husserliana son especialmente criticados en los textos


vistos en clase? ¿Qué propuesta positiva realiza Heidegger a partir de esas críticas?

Ya desde sus textos tempranos Heidegger plantea que si bien reconoce el valor positivo que la
fenomenología husserliana ha tenido en la historia de la filosofía, Husserl no ha sabido ver el
potencial que esta tenía en tanto ha caído en ciertos vicios de la tradición. Heidegger se instala a
sí mismo como un exponente de la corriente fenomenológica, pero elabora ciertas críticas que a
la forma en la que la entendió Husserl. Coincide con él en que la tarea de la filosofía debe ser la
de explicar de la manera más pura y sin agregados las vivencias tal y como se nos presentan, pero
considera que el método reflexivo que el plantea no logra ese cometido.
En este sentido, Heidegger elabora en sus textos algunas críticas a la visión de Husserl. En
primer lugar, en KNS le critica de manera general que su método desvivifica las vivencias. Para
Heidegger, el método de la reflexión es un método que no permite dar cuenta de la forma en que
las vivencias se nos presentan de manera inmediata. La reflexión es una teoretización en tanto
agrega en los objetos algo que no está en ellos. En ella sigue estando el primado de lo teorético
que Heidegger critíca. La reflexión considera que los objetos “se dan” y que “existen realmente”
sin darse cuenta que este darse y este existir es ya un agregado teórico sobre las vivencias tal y
como se presentan.
Por otro lado, Heidegger le critica a la fenomenología husserliana que no logra entender el
carácter significativo con el que las vivencias se presentan. No logra comprender el mundear con
que los objetos se le presentan a la conciencia. En su afán de explicación de las vivencias,
Husserl explica que los elementos del conocimiento son los elementos sensibles. Husserl explica
los objetos tratando de reducirlos a sus elementos perceptibles últimos, como su color o su forma.
Para Heidegger, en cambio, los objetos no se me presentan primariamente como ciertos
elementos sensibles sobre los cuales se elabora luego un objeto, anticipando los estratos del
noema no vistos, sino que se me presentan en primer lugar como objetos que cumplen una
función. Como dice Heidegger en su ejemplo de la cátedra “al ver la cátedra yo no veo el marrón
y el ángulo de 90°, sino que veo inmediatamente la cátedra”. La fenomenología no debe empezar
por los elementos de los objetos, sino por su estructura significativa con la que se me presentan
inmediatamente.

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Por último, Heidegger critica también la posición husserliana según la cual toda investigación
filosófica en torno al darse de los objetos debe comenzar por el yo. Para Heidegger no solo las
afirmaciones en torno al darse son un agregado teorético, sino que si investigamos en torno a la
existencia en general de un objeto, en torno a la vivencia del “¿Hay algo?”, en ella no se
encuentra ningún Yo. En la vivencia de la existencia de los objetos no se encuentra
reflexivamente ese Yo, esa conciencia por la cual Husserl comienza su estudio.
Teniendo en cuenta estas tres críticas, podemos observar que Heidegger se encuentra dentro de
la corriente fenomenológica pero que se enfrenta a su forma de plantearse los problemas.
Coincide en el objetivo general de la fenomenología, pero se opone a los métodos y los principios
básicos de comienzo de la investigación que ella propone. Frente a esta fenomenología reflexiva,
que busca comenzar toda investigación por el Yo y la conciencia trascendental, que pretende
explicar los objetos que se le presentan a ese Yo por medio de sus elementos sensible, Heidegger
propone una fenomenología hermenéutica que parta de la estructura significativa con la que se
presenta el Mundo, que caracterice a la conciencia como aquella que en su vivir intencional se
dirige a los objetos como dotándolos de un determinado significado y que establezca con el
relaciones no objetivantes, no teoretizantes.

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