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ABRIL, 2021
INTRODUCCIÓN
Los seres humanos van adoptando conductas diversas en la vida a medida que crecen,
esto crea una serie de hábitos, algunas veces positivos para cada persona, como otras veces
son negativos para la gente, sin embargo, igual los individuos vamos adoptando estos
hábitos, muchas veces sin saber porque ni tener conciencia del impacto que puede causar
en nuestras vidas. En el transcurso de los años, siempre han existido métodos para cambiar
estos hábitos, haciendo un esfuerzo adicional sin saber si la conducta cambiará o no, en la
mayoría de los casos resulta efectivo, pero volvemos a ellos casi sin darnos cuenta,
observándolo solo ya cuando es tarde.
Sin embargo, con el paso de los años los estudios han avanzado mucho más allá de
este simple conductismo, llegando a una etapa en la cual podemos estudiar a fondo los
comportamientos e identificar esos reforzamientos o castigos que se imponen las personas,
esta técnica la llamamos “Análisis Funcional”.
DESARROLLO
El primer uso del término “modificación del comportamiento” parece haber sido
hecho por Edward Thorndike en 1911, en su artículo Leyes Provisionales del
Comportamiento Adquirido o Aprendido, aunque fue en 1953 cuando B.F. Skinner comenzó
el uso del término “terapia del comportamiento”, en donde utilizaba el conductismo
operante para conseguir modificar las conductas.
Con bases en el conductismo operante y también con los estudios de Ogden Lindsley
en donde utiliza un estilo de enseñanza en la cual utiliza instrucciones programadas para
fomentar el cambio de conducta, el análisis funcional trata en realizar una serie de pasos
que deben estudiarse, para luego crear una programación diaria que permita a la persona
cambiar progresivamente el comportamiento que no desea.
En primer lugar se analiza la conducta, esto se logra pidiendo al paciente que apunte
en un cuadernillo con detalle todo lo que hace en el día, para poder estudiar los antecedentes,
las condiciones previas, las consecuencias y las contingencias, de este modo se puede
determinar la relación entre la consecuencia y la conducta para poder elegir la contingencia
que será más efectiva para cada caso.
Se debe analizar a la persona directamente, a fin de conocer sus gustos, y los rasgos
principales de su personalidad, siendo éstos los factores más importantes por los cuales la
conducta se repite o no se alcanza en el caso de que busque comportarse de una manera
determinada.
Estos son ejemplos de la vida real, donde al aplicar el análisis funcional podemos
obtener los resultados buscados y necesarios para el desarrollo organizacional de nuestra
empresa. Lo podemos ver con este procedimiento:
Conducta no deseada o Desarrollo de estrategia Conducta deseada
que se busca cambiar de cambio
Cuadro 1
http://www.psicodiagnosis.es/areaespecializada/tecnicasdeintervencion/lamodificacionde
conducta/index.php#04f9119af402cae31