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Las tres preguntas que Jesús hizo a Pedro. Juan 21:15-19.

Algunos titulan este segmento de la palabra de Dios como “Apacienta mis


ovejas”, sin embargo en mi lectura diaria me detuve solo en meditar en el
¿Por qué Jesús le pregunto a Pedro tres veces si lo amaba?, por lo que decidí
realizar el siguiente estudio.

Lo primero que vino a mi mente para tratar de descifrar esto, fueron mis
estudios en torno al arte de hacer preguntas y recordé los diferentes tipos
de preguntas, tales la pregunta genuina (conlleva la expectativa que haya
otro que la responda), la pregunta retorica (conlleva la expectativa de
que quien la reciba, solo la escuche), la pregunta verificativa (permite
identificar la presencia o ausencia de aprendizaje en otros), la pregunta
averiguativa (se puede detectar una inquietud genuina por enterarse, por
conocer, algo que quien pregunta desconoce), la pregunta abierta
(confiere un amplio campo de iniciativa a quien responde para que diga
cuanto desea o como lo desea en torno a aquello que le es preguntado), la
pregunta cerrada (aquella que solo permite que quien responda lo haga
diciendo “Si” o “No”) y la pregunta que lleva contrabando (ya que hay
siempre determinados contenidos que la pregunta carga consigo, de
manera más o menos explícita).

Al revisar esto, definitivamente la pregunta de Jesús ¿me amas? No fue una


pregunta cerrada, no fue una pregunta retorica, no fue una pregunta con
contrabando o con una intención oculta, ya que en él hay bondad, él es
amor, ni mucho menos averiguativa, ya que él conoce de antemano todo, él
es omnisciente.

Fue una pregunta muy genuina, ya que él deseaba una respuesta de parte
de Pedro y principalmente considero que fue una pregunta verificativa ya
que él deseaba identificar si su discípulo había aprendido el concepto de lo
que realmente significa amar.

Cuando recordamos las acciones de Pedro, uno de los relatos que primero
viene a nuestras mentes fue el momento del canto del gallo, cuando antes
que el cantara, Pedro había negado 3 veces que conocía a Jesús. Fue un
momento muy triste y amargo en la vida de Pedro, que desgarro su
corazón, que lo llevo a poner su rostro en tierra, pero que lo llevo al
arrepentimiento.

Es por esto que muchos al analizar este pasaje sacan a la luz la negación
triple de Pedro y consideran que era necesario que Jesús comprobará si
realmente se había arrepentido de sus palabras al preguntarle 3 veces si lo
amaba. Sin embargo, aunque considero la validez de esta interpretación
creo que Jesús necesitaba confirmar si realmente Pedro había aprendido el
significado de amar, no solo de amarlo a él si no al prójimo.
Cuando revise el texto original, me percate que en las primeras dos
preguntas Jesús utiliza la palabra ágape (amor sacrificial, amor que es
entrega) y en la tercera él usa la palabra fileo (amor filial, amor amistad),
ahora bien, en las primeras dos respuestas que Pedro da, lo hace con la
palabra fileo (quienes algunos traducen como querer), y lo hace de la
misma manera en la tercera respuesta.

Al ver Jesús las respuestas de Pedro a las dos primeras preguntas vemos
que verificó que no había una comprensión de la misma, por lo que cambia
su pregunta en la tercera oportunidad con un verbo que le era de más fácil
comprensión a su discípulo, hasta ahora la relación que Pedro había tenido
con el verbo amar solo había sido de afecto, afinidad y no de entrega.

Sin embargo, al Jesús repetir 3 veces esta pregunta genero que Pedro
meditara internamente en las respuestas que estaba dando, le permitió
auto indagarse, hacerse una revisión interna, lo llevo a revisar sus
motivaciones y sus verdaderos sentimientos. Esto lo podemos notar en su
tercera respuesta, cuando florece la tristeza, y cuando reconoce la
omnisciencia de Jesús.

A pesar de esta actitud de Pedro, considero que no pudo ver la genial


manera que tuvo Jesús para tratar de mostrar el significado de amar. Puedo
ver que no solo en sus preguntas estaba esta intención, Jesús contesto 3
veces a Pedro “apacienta mis ovejas”, donde refleja el acto de servicio a
otros, el acto de ser entrega por otros, parafraseando le dijo "Pedro,
amarme a mí es que entregues tu vida por aquellos que están perdidos,
deseo que seas el pastor de mis ovejas”, pero no fue hasta la tercera
respuesta de Pedro cuando Jesús hace más explicito este mensaje y
profetiza como terminará la vida de Pedro, la cual no es más que siendo
entrega por la iglesia, dando su vida por Jesucristo, la historia nos confirma
que Pedro padeció una muerte de cruz, pero inversa, con la cabeza hacia
abajo, ya que él considero indigno morir como Jesús.

En sus respuestas, Pedro no manifestó haber aprendido el significado del


verbo amar, sin embargo las acciones que el género luego de estas
demuestran que no solo las comprendió, sino que las incorporo en su vida,
vemos como Pedro lucho por la predicación de la palabra de Dios, lucho por
revelar a Jesús al pueblo Judío. Un dato curioso que encontré es que en sus
escritos, en sus cartas, podemos ver que en nueve oportunidades al hacer
referencia al verbo amar, uso la palabra ágape; su mirada, su perspectiva
en torno al significado del amor había cambiado.

Al finalizar este estudio, solo me queda preguntarte, que responderías si


Jesús te preguntará ¿Me amas? ¿Realmente me amas?
Rafael Elías Blanco Méndez.
Coach certificado MCC.

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