Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
12 de Siván, 5781.
22 de Mayo, 2020.
COMUNICADO Nº 020
Exaltando el heroísmo de algunos ministros de culto que han arriesgado sus vidas
para ayudar a calmar en lo local los ánimos de los actores de este conflicto social,
sigue preocupando la falta de incidencia del Sector Religioso Colombiano en esta
crisis; el último encuentro celebrado en la Casa de Nariño entre el Presidente de la
República y algunos representantes de iglesias y confesiones religiosas dejó en la
opinión pública un sinsabor por su falta de impacto político y social significativo que
llamara a la acción, a pesar de la elocuencia de su mensaje conclusivo.
Por otro lado, preocupa que se encuentre mediando entre el Gobierno Colombiano y
el Comité Nacional del Paro un delegado de una sola entidad religiosa, la cual si bien
representa un considerable sector de la población nacional, no representa la amplia
diversidad religiosa del Pueblo Colombiano que está sufriendo por igual las
problemáticas que causaron el Paro Nacional, los efectos del mismo y las graves
consecuencias contra la vida, la honra y los bienes de los habitantes de este país.
en el espíritu del Decreto Nacional 437 de 2018 y los deberes ciudadanos que conjura
la Constitución Política Nacional de la República de Colombia en su Artículo 95
numerales 2, 4, 5 y 6, y de acuerdo con la Doctrina Social de cada una de las iglesias
y confesiones religiosas que representan sus integrantes, sirva como mediador
interreligioso representativo entre todos los actores de la actual crisis, y se declare
en asamblea permanente hasta tanto se hayan alcanzado la celebración de un
acuerdo que ponga fin inmediato y definitivo al bloqueo de vías, a la violación de
Derechos Humanos por parte de los agentes del Estado, a los actos de vandalismo, y
a toda acción hostil de un colombiano contra otro colombiano en el marco de esta
coyuntura nacional; acuerdo que permita garantizarle al Pueblo Colombiano el libre
ejercicio de todos y cada uno de los derechos consagrados en la Declaración
Universal de los Derechos Humanos, en el Pacto Internacional de Derechos Civiles
y Políticos, en la Convención Americana de Derechos Humanos y en el marco
dogmático de la Constitución Política Nacional; a la vez que se llega al tan anhelado
Gran Pacto Nacional que permita reconstruir el tejido social, gestar espacios de
reconciliación ciudadana, reactivar la economía con un enfoque solidario y
vocacional, dar paso al tan urgente y clamado relevo generacional político, y así
poner fin a 210 años de injusticias sociales y de polarizaciones ideológicas políticas
que tanto han desangrado a nuestra amada Colombia.
Bendiciones!