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ASIGNATURA: Ecología

Trabajo práctico de la Unidad 7: “Ecología y conservación: El manejo sustentable”.

1. Objetivo:
El objetivo del práctico es que los alumnos adquieran los fundamentos científicos-tecnológicos
y el entrenamiento práctico para evaluar una de las aristas de la sustentabilidad del manejo de
los bosques a través de un indicador como lo es la regeneración.

2. Metodología:
El modelo de enseñanza-aprendizaje propuesto se basa en plantear situaciones problemáticas
a los estudiantes, cuya solución demanda la realización de investigaciones y revisiones en un
nuevo marco conceptual. Los estudiantes reciben los contenidos teóricos en forma global
mediante clases expositivas, y a partir de ellos se los introduce en un problema práctico real, el
cual deben resolver mediante un análisis crítico y la propuesta de una solución.

3. Introducción (repaso de los conceptos vistos en el teórico):


Todas las actividades desarrolladas en ecosistemas naturales, como los aprovechamientos
forestales, pueden afectar directa e indirectamente la biodiversidad, el microclima y los
procesos ecosistémicos, influyendo a nivel paisaje, regional y global (Figura 1). La silvicultura
consiste en una serie controlada de disturbios ecológicos, en la que se tiene en cuenta las
estrategias de regeneración y desarrollo de las plantas para crear o mantener una comunidad o
rodal con una composición y estructura deseada. Los tratamientos silviculturales son disturbios
que provocan cambios en la distribución espacio-temporal de la luz, del agua y de los
nutrientes. Por lo tanto, a través del manejo se altera la composición de especies, la tasa de
cambio sucesional, el patrón espacial y el crecimiento de los árboles. En ese sentido, es
deseable que la silvicultura imite lo más cercanamente posible a las perturbaciones naturales,
para apoyarse en esas estrategias y de ese modo asegurar la continuidad del bosque.

Figura 1. Efectos directos e indirectos del manejo forestal a distintas escalas de análisis.
El manejo forestal sostenible va mucho más allá de la problemática de la deforestación y
reforestación: tiene que ver con las sociedades y las personas, y la necesidad de que ellas
mismas puedan mantener y aumentar los servicios, beneficios económicos y la salud de los
bosques para su propio desarrollo y mejor calidad de vida en el presente y en el futuro. Por lo

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que el éxito del manejo forestal no sólo implica lograr el desarrollo económico de los usuarios
del mismo, sino también preservar la normalidad de los procesos ecológicos de los
ecosistemas, promoviendo el desarrollo social. Bajo estos principios, obtener una adecuada
renovación de las especies es un objetivo supremo, por lo cual resulta indispensable poder
evaluar el proceso de regeneración luego de la aplicación de un determinado tratamiento
silvícola.

Chauchard et al. (2002) proponen una metodología para calificar el estado regenerativo de
rodales intervenidos, basada en el conteo de renovales en parcelas de muestreo y la
calificación de los mismos de acuerdo a la altura alcanzada, a la tendencia al desarrollo, las
características de la copa, las alteraciones que presentan y la distribución en el terreno. Estas
calificaciones se expresan como códigos y puntajes que sintetizan eficazmente el estado de
renovación de un rodal. Dicho método fue aplicado para la evaluación de rodales de
Nothofagus aprovechados bajo un Plan de Ordenación. A través del método se puede
caracterizar la renovación proveniente de semilla y de rebrote, pudiendo evaluar si el proceso
de regeneración se está llevando a cabo satisfactoriamente.

4. Desarrollo del práctico:


El rodal a evaluar se encuentra en el cuartel forestal Quilanlahue y se compone de las especies
Nothofagus alpina (Phil.) Dim. et Mil. - raulí, N. obliqua (Mirb.) Oersted - roble pellín y N.
dombeyi (Mirb.) Oersted - coihue. Las especies raulí y roble tienen la capacidad de rebrotar de
cepa. El sistema silvícola aplicado es el de Cortas Sucesivas de Protección. Los tipos de
intervenciones realizadas durante el Plan Especial de Cortas fueron: raleos preparatorios,
cortas diseminatorias y secundarias.

Dada la capacidad de rebrotar de raulí y roble, el sistema de muestreo de renovales se dividirá


en dos tipos con unidades diferentes cada uno:

a) Subparcela de Regeneración: unidad de cuatro metros cuadrados donde se realiza el


recuento, medición y clasificación de brinzales (renovales provenientes de semillas).
b) Subparcela Tocón: se toma a la cepa como unidad de muestreo para el recuento, medición y
clasificación de los chirpiales (renovales provenientes del rebrote).

Ambas unidades serán localizadas o identificadas dentro de una parcela permanente circular
de 1.000 metros cuadrados que se emplean para la evaluación y el seguimiento del manejo del
bosque (Figura 2). A los fines del trabajo práctico solo será tenido en cuenta para el análisis el
muestreo de brinzales.

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Figura 2. Esquema de la parcela permanente circular que contiene las subparcelas de brinzales
y de chirpiales (tocones).

4.1. Muestreo de brinzales:


En la parcela permanente se medirán cuatro subparcelas de regeneración de cuatro metros
cuadrados. Éstas deberán tener forma cuadrada y se ubicarán a una distancia de cinco metros
desde el centro de la parcela, sobre cada radio orientado según los puntos cardinales
principales. La ubicación de las subparcelas (Figura 2) favorece la clasificación de renovales
manteniendo una equidistancia que fuerza la consideración de la ubicación de los renovales en
la puntuación.

4.2. Criterios de clasificación de los renovales:


En cada subparcela los renovales son contados y clasificados, para cada especie según los
siguientes criterios:

4.2.1. Altura total. Los renovales son clasificados según su altura total en cuatro categorías:

Categoría Altura
Incipiente hasta 5 cm
clase < 30 cm
1 de 5,1 a 30 cm
2 de 30,1 a 100 cm
clase > 30 cm
3 más de 100 cm

4.2.2. Calidad. A los renovales que superen los 30 cm de altura se les asignará un código de
calidad de renoval en función de las variables Tendencia al Desarrollo y Calidad de la Copa. El
criterio de densidad de las copas de los renovales está relacionado con el mayor o menor
follaje que un renoval de las especies estudiadas puede tener. Estos criterios, de carácter
apreciativo, deben ser uniformados o normalizados previamente a campo, de manera de
disminuir la subjetividad al clasificar, por ejemplo, la copa de un renoval.

Tendencia al desarrollo
Códig Descripción

3
o
1 Posibilidad de sobrevivir respecto a los vecinos. Individuos robustos y que disponen espacio.
Dudosas posibilidades de desarrollo por efecto de la competencia, pero con espacio de
2
crecimiento.
Poco vigoroso producto de la competencia, con daños físicos, sin espacio. Sin posibilidades
3
de desarrollo.

Calidad de la copa
Códig
Tamaño (1) Código Densidad (2)
o
1 Copa grande 1 Copa compacta
2 Copa mediana 2 Copa medianamente transparente
3 Copa pequeña 3 Copa transparente

Luego estos códigos (1 y 2) deben ser combinados y unificados en los siguientes:

Densidad
Tamaño (1) (2) Nuevo Código de Calidad de copa
1 1,2 1
2 1 1
2 2,3 2
3 1 2
3 2,3 3

Finalmente se juntarán los códigos de tendencia al desarrollo y de calidad de copa, (TD: 1, 2 ó


3 y CC: 1, 2 ó 3) para asignar un nuevo código que represente el puntaje del renoval. Así, por
ejemplo, un renoval de acuerdo a su clasificación recibiría el siguiente puntaje:

Tendencia al Desarrollo = 1 (decenas)


Forma de la Copa: (Tamaño = 1; Densidad = 2) = 1 (unidades)
PUNTAJE = 11 (once)

Con este criterio se seleccionarán los mejores cuatro renovales, uno por subparcela. Si en la
subparcela no hay renovales se debe calificar con 33 puntos.
Una vez realizada la selección, se deben sumar los puntajes de dichos renovales
seleccionados y clasificados, y se entra a la siguiente tabla para caracterizar el estado de
renovación:

Suma de Calificació
Descripción de la regeneración
puntajes n
hasta 48 puntos A Muy buen estado de crecimiento y competencia
49 a 88 puntos B Buen estado de crecimiento y competencia
más de 88 puntos C Deficiente estado de crecimiento y competencia

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4.2.3. Cantidad. Se ha establecido una clasificación referida al número de renovales por
hectárea y su potencialidad. Esta meta ha sido poseer 2.500 renovales en buen estado de
crecimiento y competencia. Deberá tenerse en cuenta el promedio de las 4 subparcelas llevado
a hectárea.

Frecuencia Calificación Descripción de la regeneración


más de 3.000 ren/ha A Satisfactorio
de 2.000 a 3.000
B
ren/ha Suficiente
menos de 2.000 ren/ha C Insuficiente

4.2.4. Estado. Cada renoval contado además fue clasificado según su estado. Dicho estado se
clasificó en sano o alterado y dentro de este último, si la alteración provino del ramoneo, por
daño físico y/o enfermedad.

4.3. META: Poseer 2.500 renovales/ha en buenas condiciones de crecimiento y distribución.


Ello implica poseer al menos cuatro renovales, uno en cada subparcela localizada dentro de la
parcela permanente, con buen estado y crecimiento y favorable estatus competitivo.

4.4. Cuestionario:
1) ¿Cuántos renovales (brinzales) por hectárea hay de clase menor a 30 cm y de clase mayor a
30 cm? ¿Cuál es la clasificación? ¿Cuál es la frecuencia de individuos sanos? Realice tablas
de frecuencia.
2) ¿Cuál es el puntaje obtenido de acuerdo a la calidad? ¿Cuál es la clasificación y descripción
correspondiente?
3) ¿Se cumple con la meta establecida? ¿Qué factores pueden estar influyendo en los
resultados?
4) Realizar informe. Cada informe escrito deberá tener la siguiente estructura: a) Título b)
Introducción c) Objetivos d) Área de estudio e) Materiales y métodos f) Resultados g) Discusión
h) Bibliografía.

5. Duración: 3 horas (campo) + 3 horas (gabinete).

6. Materiales: Lápiz, goma, planillero y planillas de campo, calculadora, cinta métrica, jalones,
GPS.

7. Evaluación:
A través de la participación en el campo, del informe realizado y del examen parcial.

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8. Bibliografía:

Chauchard L, L Maresca, M González Peñalba. 2002. Método para evaluar el estado


regenerativo de un rodal y su aplicación al manejo del bosque mixto de Nothofagus. Revista de
ciencias forestales 009: 29 – 42.

Dezzotti A. 2015. Ecología: Guía teórica y práctica. Ausma – UNCo. 175 pp.

Laclau P. 1997. Los ecosistemas forestales y el hombre en el sur de Chile y Argentina. Boletín


técnico, 34. Fundación Vida Silvestre Argentina. Buenos Aires, Fondo Mundial para la
Naturaleza. 120 pp.

Lencinas MV, G Martínez Pastur, JM Cellini, C Busso, E Gallo. 2003. Manejo forestal
sustentable en Patagonia: decisiones basadas en la biodiversidad. Presentado en el XII
Congreso Forestal Mundial. Quebec (Canadá) 21-28 Septiembre 2003 (T).

Zimmermann RC. 1992. Impactos ambientales de las actividades forestales. Orientaciones para
su evaluación en los países en desarrollo. Guía de conservación 7. Roma.
http://www.fao.org/docrep/t0550e/t0550e00.htm

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