Las escuelas de pensamiento filosófico fundamentalmente son agrupaciones de filósofos
que por razones didácticas o de clasificación se han agrupado por quien ha decidido identificar con una etiqueta o denominación conjunta los rasgos comunes en su manera de pensar o de proceder en relación a la filosofía. Estas escuelas se encuentran divididas en edad antigua, media, moderna y contemporánea, entre las cuales se encuentran el racionalismo, el empirismo, el escepticismo, epicureísmo, dogmatismo, pragmatismo, utilitarismo, estoicismo, entre otras. Pero en el día de hoy afianzaremos un poco más el racionalismo destacada por su exponente principal el cual es el filósofo Francés René Descartes. Sabemos que el Racionalismo es la primacía de la razón para conocer la verdad, es decir que es este la única fuente de conocimiento de verdad a los sentidos. Esta es una escuela de pensamiento filosófico que presenta una derivada ética de primera magnitud al afrontar cuestiones como la posibilidad del carácter innato de las ideas morales o la evidencia de los principios de la religión, lo que hace innecesario el designio divino de la revelación, como sucede en el deísmo, que es una doctrina teológica que afirma la existencia de un dios personal, creador del mundo y del universo. Este movimiento filosófico impregnará toda la filosofía moderna y contemporánea desde la aspiración por comprender el mundo a través de un conjunto de leyes. A partir de ciertos principios innatos de la razón, el ser humano puede enfrentarse al entendimiento y dominio de la naturaleza construyendo el saber desde regularidades matemáticas. Descartes, fundador de la filosofía moderna decidió estudiar en “el gran libro del mundo” en busca de un saber universal. Frente al escepticismo, la corriente de pensamiento que afirma la imposibilidad de alcanzar el conocimiento verdadero por la propia incapacidad de la razón, Descartes defiende exactamente lo contrario, convencido de la fortaleza de la razón humana y de su potencial para lograr la verdad universal. El se propone construir un sistema de conocimiento en el que nada sea aceptado como verdadero sino como indudable, lo que supone o lleva a renovar la filosofía para encontrar el método adecuado. El racionalismo no solo pondrá en primera línea el tema del conocimiento, sino que temas tan importantes como la relación entre cuerpo y alma, las pasiones o la libertad alcanzarán una relevancia llamada a permanecer para siempre en la diana de los asuntos filosóficos. Descartes junto con Spinoza, llevaban una lucha contra la ideología religiosa y dogmática del feudalismo, y por el triunfo de la razón y de sus derechos, tenía un carácter progresivo. Descartes mostraba la omnipotencia de la razón, a la que consideraba como criterio de la verdad, además afirmaba que del mismo modo que un matemático, con la fuerza de su razón logra resolver sus problemas, el filósofo puede conocer la verdad mediante la única fuerza de su razón. Los racionalistas han afirmado que los datos de los sentidos son engañosos y que solo la razón constituye un medio seguro de conocimiento. Descartes decía que las ideas del alma no son más que virtuales, más que principios innatos. El racionalismo se caracterizará por la afirmación de que la certeza del conocimiento procede de la razón, lo que va asociado a la afirmación de la existencia de ideas innatas.