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20 VAEGAS VILA

Cima, en que ha de ser clavado por los


hombres y devorado por los buitres ;

el Genio, es la más triste expiación de


la Gloria, que hayan conocido los hom-
bres ;

-^el Genio, no ama la Tierra, que pisa ; ^


y, tiene horror, al Cielo que lo cobija ;

aislado entre esas dos intemperies,


igualmente odiosas y odiadas, su Vida es
una queja, que el eco desmesurado, con-
vierte en una requisitoria ; . . . contra los
dioses y contra los hombres...

y, esa requisitoria, partida del corazón


de las tinieblas, hace temblar el Mundo ;
_^1 grito salvaje de la Soledad, tiene el
poder de espantar o de encolerizar los ^
hombres \ ^ ¡^-a- -yru^- -ñ .'^m^-^^^-'^'í^^?^'^

no tiene el poder de encantarlos ni de


salvarlos ;

es el rayo del Sinaí ;

no es la flauta de Orfeo, ni la voz del


Tiberiades ;
SOMBRAS DE ÁGUILAS 21

en el Gólgota, al decir de la Leyenda,


los hombres, crucificaron a un Dios ;

en el Cáucaso, los dioses, crucificaron a


un Hombre ;

pero, ese hombre era el Genio ;

esta Leyenda, vale más que la otra ;

el Cáucaso, está más alto que el Gól-


gota;

.porque el sacrificio de un Genio, vale


más que el Sacrificio de un dios ; ^
_4 porque el Genio existe ; ^
-~> y, la voz del Genio, es : la Verdad ;^"

violenta y desesperada, ella se clava en


el corazón del Hombre, como el pico de
un cóndor en el corazón de una oveja...
--^no hay un hálito de caricia, en aquel
viento inmisericorde, que baja de la cima
aislada, donde el Genio, tiene en sus ma-
nos el cuadrante de las tempestades ;

leed a Carlyle ;

sentiréis la impresión de una mano que


22 VARGAS VILA

OS estrangula para convenceros, después


de haberos abofeteado ;

de Esquilo hasta hoy, ninguna voz ha


sonado más alta que la suya ; ni la de los
héroes y semidioses que Homero hace
dialogar sobre las murallas de Troya ;

voz acre y sin dulzuras ;

toda música está ausente de ella ;

es el antilírico, por excelencia ;

es más que rebelde, áfono para toda cla-


se de armonía ;

es rumoroso, pero, como los volcanes y,


como el mar ; como los ríos muy profun-
dos ;

— ^s desconcertante, en su enormidad y,
en su obscuridad,«^cual si se viese en un
sueño, una danza de montañas ;

es, uno como pastor de elefantes amaes-


trados, y de hipopótamos clowns ;

sus sarcasmos hacen pensar en los Cir-


cos foráneos, y, en las interjecciones y, los
puños de los domadores de ferias ;

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