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Copia de Los Ultras Sudamericanos
Copia de Los Ultras Sudamericanos
Objetivo;
Analizarlas desde su creación
Ver de donde data el primer registro de ultras
Revisar los escándalos que han protagonizado
Comentar acerca de las consecuencias en lo social y deportivo
Debatir ¿Qué tanto poder se le da a las barras bravas?
INDICE
Introducción…………………………………………………………………………………………….............3
Origen de las barras bravas……………………………………………………………………………….4
Estudio académico de las barras bravas………………..,..………………………………………….5
Escándalos protagonizados……………………………………………………………………………….6
Consecuencias de sus actos……………………………...…………………………………………………7
Poder de las barras bravas…………………………………………………………………………………8
Estadísticas……………………………………………………...………………………………………………10
Conclusión……………………………………………………………………………………………………….16
INTRODUCCIÓN
Apasionadas a la vez que violentas, las barras bravas desbordan sentimiento que a
menudo se tiñe de sangre cuando se trata de apoyar a tu equipo.
¿Qué es una barra brava en el mundo del futbol? Asi se le denomina a los grupos
radicales de cierto equipo de futbol que se organizan, mediante códigos bien definidos,
para mostrarle su apoyo incondicional usando la mayoría de veces la violencia como
método de comportamiento.
A los miembros de una barra brava se les puede identificar por numerosos detalles; En
todo momento entonan canticos desde los rincones de el estadio de futbol, portan los
colores de su equipo, ya sea en forma de maquillaje o el jersey del equipo. Suelen
llevar tatuado con mucho orgullo el escudo del equipo en cuestión, o los rostros de los
jugadores que han dejado una huella imborrable en la institución. Además de siempre
encontrarse en una zona especifica del estadio, adornándolo con pancartas, bufandas,
banderas, etc.
Las barras bravas son la máxima expresión de pasión en el futbol, dando el ambiente
que inspira a los que juegan en el terreno de juego para dar el todo por el todo, pero
de igual manera son la más peligrosa dentro de esta, llegando a protagonizar episodios
bochornosos por su accionar. Para Hugo Halconada, periodista del diario argentino
Ole, “Son una maquinaria que mezcla la mano de obra desocupada, punteros políticos,
y prófugos de la justicia.” En definitiva son personas que terminan siendo más
atemorizantes que el hooligan ingles. Son aficionados que siempre sirven para una
utilidad cuando este sea delictivo.
ORIGEN DE LAS BARRAS BRAVAS.
En la década de 1920, las hinchadas de los clubes argentinos comenzaron a tener
grupos con algunas similitudes a las posteriores barras bravas. Los mismos eran
conformados por hinchas que destacaban entre el público por su fervor, pero sin una
gran organización ni número de personas, además de que no recibían financiación.
Desde un comienzo, la prensa denominó a estos grupos como barras -ya que es un
término que en Argentina se usa para denominar a los grupos de personas que se
reúnen frecuentemente bajo un interés común -equivalente a uno de los significados
del término pandilla-, generalmente amigos. Un ejemplo de ello fue "La barra de la
goma" (formada en 1927), seguidora del Club Atlético San Lorenzo de Almagro y
denominada así porque, en los partidos jugados de local, sus miembros utilizaban la
goma de las ruedas de bicicletas, rellena de arena y atada en los extremos con
alambres para atacar a los hinchas rivales. En algunos partidos, arrojaban pequeños
proyectiles al arquero de San Lorenzo de Almagro para molestarle cuando debía
intervenir en el juego.
El accionar de estos grupos se limitaba a los estadios en los días de partido, y no solían
organizarse frecuentemente para acompañar al equipo de visitante ni tenían como
objetivo provocar violencia, ya que la misma solía surgir de forma espontánea y
generalmente en partidos que estaban resultando difíciles para su club, de modo de
intentar influir en el resultado al amedrentar al equipo rival y la terna arbitral
mediante insultos y el lanzamiento de proyectiles, aunque ocasionalmente invadían el
campo de juego y llegaban a recurrir a los golpes. También se encargaban de
amedrentar o atacar a los hinchas rivales que intentaran perjudicar a los jugadores de
su club mediante los mismos métodos. Debido a su comportamiento, ya a fines de
dicha década, algunos periódicos llegaron a describir a estas barras como bravas, por
lo que aparece la conjunción barra brava por primera vez, pero no utilizada como una
denominación.
Las teorías psicológicas apuntan al hooligan como un individuo con serios problemas
de relación y sometido a una constante frustración psicológica. La violencia, como el
abuso de sustancias, descomprimen y nivelan la autoestima para evitar la
fragmentación de la personalidad. Existen cuestiones de configuración de estatus y
prestigio del hooligan respecto de sus pares que explica el proceso de retaliación
propio del deporte: este proceso de retaliación consiste en dirigir un acto hacia un
objeto que no es el estímulo inicial de la respuesta; incluso la misma presencia coactiva
del Estado en los espectáculos a través de la policía despierta hechos vinculados a la
agresión. La violencia, en ocasiones, se ejerce sobre quienes no están a la altura de las
circunstancias.
Javier Bundio sugiere que las amistades y enemistades pueden explicarse por medio de
la construcción del enemigo común: la idea de que el enemigo de mi amigo es mi
enemigo crea una tensión entre los grupos imposible de sostener en el tiempo. Por el
contrario, el equilibrio se adquiere cuando se invierte la fórmula: el enemigo de mi
enemigo es mi amigo. La tesis del equilibrio es por demás interesante para
comprender las formas de cómo se tejen las alianzas entre las hinchadas. Bundio
confirma que las hinchadas se comparan entre sí mediante el discurso. La alianza
fortalece el vínculo entre los grupos, similar al intercambio de dones que implica una
suspensión temporal de la hostilidad. Partiendo de la base de que el conflicto es la
norma impuesta, entre quienes mantienen similitud de bordes la amistad es vista
como algo peyorativo pero imperiosamente necesario para evitar la derrota en
inferioridad numérica. No obstante, en ciertas circunstancias, el modelo de Haider no
puede explicar cómo se pasa de un estado festivo de camaradería a otro de agresión.
ESTADISTICAS
A continuación, las tragedias ocurridas en estadios de futbol. En amarillo, las ocurridas
en Sudamérica.
Mala decisión
28 de Motagua
Estadio policíaca abrió el 5
mayo de vs.
Nacional de Tegucigalpa Honduras portón 11 del estadio muertos,26
2017 Honduras
Tegucigalpa lo cual provocó una heridos
Progreso
estampida
Problemas legales
Problemas entre una iglesia
10 de Estadio legales del evangélica local e 2 heridos,
septiembre Alejandro Lima Perú Club hinchas del equipo decena de
de 2018 Villanueva Alianza provocaron detenidos
Lima enfrentamientos y
desobediencia civil
17 de Estadio Enfrentamiento
Olimpia vs. 4 muertos,7
agosto de Nacional de Tegucigalpa Honduras entre barras de
Motagua heridos
2019 Tegucigalpa ambos equipos
Como podemos observar, casi la gran mayoría de tragedias en estadios de futbol son
causadas por los hinchas, por la mala leche de muchos o simplemente por meter las
narices donde no. Llegar al grado de hacer lo imposible para apoyar a su equipo con el
ultimo aliento, a pesar de que esto termina siendo de la forma mas literal posible por
desgracia. Algunas otras mas hechas por enfrentamientos entre barras o simplemente
incongruencias de estas. Así mismo, este fenómeno al igual de ser mas antiguo que el
futbol mismo, siempre ha desatado un tremendo dolor de cabeza a todos los cuerpos
policiales que se juntan en un estadio de futbol.
En un momento dado, estas situaciones son incontrolables para todas las partes
establecidas, como para hinchas, policías, y las propias instituciones. Quitando en la
gran mayoría de ocasiones la magia que estas mismas barras pintan en el apoyo de su
institución. Pero, no todo esta perdido.
CONCLUSION.
Las barras bravas son una parte esencial del mundo del futbol. Para muchos allá
afuera, es un modo de vida y la forma de dejar ir afuera sus frustraciones o iras
alentado a su equipo de la infancia.
Así mismo, la emoción e intensidad de ir al estadio a las 12 de la mañana para ver el
clásico nacional de el país, ir a convivir con otras personas de otros gustos musicales,
ser de otras razas, tener otras preferencias sexuales, o ser extranjeros, tienen una cosa
en común que trajo a miles de personas a ese inmueble.
Aun así, vives con el pendiente de que puede suceder entre barras. La tensión es mas
que notoria entre aficionados y entre todos están a la espera de todos los movimientos
de estos. Aunque muchos de ellos de igual manera esperan de forma singular atacar a
los hinchas rivales que se encuentran ahí, derivando os problemas anteriormente
tocados.
Lejos de ser controlados, las autoridades y las mismas instituciones de los clubes dejan
a estos realizar sus accionares dentro y fuera de los estadios, ya sea comprando
boletos para revenderlos hasta el triple de su precio, dar tours o incluso estar con
ellos.
Como sabemos, el futbol al final del día está pensado para ser un espectáculo para
toda la familia, en un evento entre los equipos de mejor convocatoria y nomina en el
país. Con la vida de las personas que gritan aferrados a las rejas, que se apuñalan los
unos a los otros y que disfrazaron la pasión de un deporte por un grupo de pandillas
que destruyen, asaltan, y atemorizan a las masas. Con esto dicho, que futuro le depara
a estas?
Lo vimos dentro de estas páginas, es una realidad que todos los equipos en el
continente tienen barras bravas. Llegando a los lares de países como Chile, Argentina
siendo la precursora y teniendo a las dos más peligrosas del lugar, Los Borrachos del
Tablón y la Doce, Brasil con las torcidas, y los demás países para seguir el modelo de
ellas en todos los aspectos, tanto positivos como negativos.
Esto llega a fallar para los jóvenes, quienes en una búsqueda por encajar en un grupo
social se adentra en el mundo de las barras bravas, siendo varias veces el factor
determinante en su forma de ser, comportarse, actuar. Cierto es que muchos de estos
chicos saben sus principios y ética, pero varios de ellos son usados como cerillos para
pasar toda las cosas listas para vender dentro del estadio.
Ahora, muchas son las campañas que intentan acabar con el fenómeno de las barras
bravas. Sin embargo, una realidad es que, a menos de que se tome una decisión muy
drástica, estas seguirán formando parte del juego. Muchas veces han sido ellos
mismos los que tienen la última palabra en el club, decretando quien se iba y quien
llegaba, que está bien y que está mal, dándole hasta su propio nombre al recinto del
equipo en cuestión.
Por ejemplo, El Santos Laguna denomina a su campo como El Templo del Desierto; el
Antonio Vespucio Liberti de River Plate es llamado El Monumental. América bautizo al
Estadio Azteca como El Nido. En fin, todos encuentran en su sede una especie de
trinchera invulnerable, donde su afición los cobija e intimida los pases del rival. Pero,
¿será posible ver un estadio dominado por un ajeno? Por medio de las llamadas
invasiones. Estas son formas de conquistar territorios, de dejar huella. Aquí podemos
ver la necesidad de encontrar territorios físicos, pues muchos piensan: ‘No tengo un
espacio en mi casa, no tengo un espacio en la escuela, no tengo un espacio en el
mercado laboral, pero tengo esto’. A fin de cuentas, es una forma de conquistar un
territorio.
Como varios relatores mencionan en sus trabajo, lo mejor para los clubes en el mundo,
es trabajar con las barras bravas. ¿Cómo lo podrían lograr? Simple. No con la reventa
de boletos, si no que apoyar a vender la mercancía del club, ser los encargados de dar
los recorridos.
A final de cuentas, lo que bien es verdad, el futuro de las barras bravas es incierto a la
vez que preocupante. Podemos esperar ya un futbol sin violencia en los estadios
sudamericanos, pero las barras bravas seguirán ahí. Los altercados entre hinchas
seguirán ahí. La pasión de un grupo de personas seguirá ahí. Lo único de las barras
bravas que posiblemente no morirá, es la intensidad con la que viven cada juego del
equipo que idolatran, que para ellos es el mejor en el mundo. Asi que, lo queramos o
no, una parte de esos hinchas locos, perdurara en nuestro ser siempre que veamos a
nuestro equipo ganar.
Bibliografía y referencias.