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Lecciones de Derecho Penal

Vi veritatis et iustitiae

Estudio General y Profundizado

La ciencia del Derecho Penal, tiene por objeto organizar la estructura que sustenta la argumentación
jurídica penal, en un sistema perfectamente definido de contenidos, con el objeto de facilitar entre otros
aspectos, la comprensión y aplicación de dichas normas, todo ello vinculado con la necesidad y
expectativa que refleja el modelo democrático social de justicia y libertades de un Estado.

Dentro del principio que rige la distribución y división del poder público, surge la potestad sancionadora
que la Constitución y la Ley ha puesto en atribución a las autoridades jurisdiccionales, como expresión
de la independencia entre las ramas del poder público, siguiendo este postulado sostenido desde el
surgimiento de las corrientes del liberalismo clásico, lo cual dejó atrás los sistemas totalitarios en donde
el Rey era quien ejercía las tres funciones básicas del Estado.

Las nuevas corrientes de la filosofía política han propuesto concebir el poder público, como un supuesto
único de poder, que aunque dividido en distintos órganos, es regido por la colaboración armónica y
sistemática, para el cumplimiento óptimo de los cometidos del Estado.

La ilicitud, entendida como la contrariedad entre el ser y el deber ser jurídicamente establecido, es el
fundamento de imposición de una sanción. En el derecho penal esta ilicitud se corresponde con el
concepto de delito, como noción que cobija las características de tipicidad, antijuridicidad, culpabilidad y
punibilidad respecto de la comisión de determinadas conductas.
La causalidad por sí sola no basta para la imputación jurídica del resultado.

Por ello, para que el derecho penal se haga operante se requiere que la conducta desplegada por un
ciudadano se encuentre previamente definida en la ley penal como delito, que exista una "contradicción
entre la acción realizada y las exigencias del ordenamiento jurídico" y que además el sujeto haya actuado
con culpabilidad.

Estos elementos estructurantes del ilícito penal responden, adicionalmente de su categoría dogmática, a
principios del derecho penal que han sido positivados en normas rectoras, que funcionan de una parte
como garantías ciudadanas y, a su vez, como limitantes al ejercicio del ius puniendi del Estado. Estas
normas rectoras, constituyen la esencia y orientación del sistema penal.

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