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la Covid-19?
En el mes de los museos, TVRobles conversó con cuatro directores museográficos para
conocer sus experiencias gestionando estas estructuras en medio de la emergencia sanitaria
por la Covid-19.
El Día Internacional de los Museos se celebra cada año, a fin de concientizar a los ciudadanos
sobre la importancia que poseen estas instituciones para el intercambio y enriquecimiento
cultural. Sin embargo, este 2021, la celebración es diferente, pues muchos de sus gestores han
venido desarrollando una estrategia virtual para afrontar los nuevos retos que trajo la Covid-
19. En ese sentido, la nueva normalidad que impuso la pandemia está generando una
transformación tecnológica en la gestión de los museos. Por esa razón, TVRobles te cuenta
las diferentes experiencias por las que están pasando cuatro directores museográficos del Perú
en esta nueva coyuntura.
Ubicado en el distrito de Barranco, este museo histórico alberga la colección de arte virreinal
perteneciente a don Pedro de Osma Gildemeister y es gestionado por el destacado historiador
de arte Pedro Pablo Alayza, quien considera que a pesar de ser estructuras muy complejas y
difíciles de gestionar, los museos son necesarios porque forman parte de un cuerpo de
instituciones que ayudan a la creación de identidad y aportan a la educación.
Sin duda, el equipo que gestiona este museo es un elemento clave para su director, pues
gracias a su apoyo es que se está logrando una prometedora gestión cultural en medio de esta
crisis. “He tenido suerte con el equipo porque cada uno aporta lo suyo. Hay cosas que yo no
entiendo de la tecnología, pero hay gente muy talentosa que me ayuda”, agregó.
Respecto al trabajo que está realizando el museo para la conservación de sus colecciones en
pandemia, Pedro Alayza comenta que no fue un trabajo fácil, pues las salas se habían cerrado
y algunas de las personas encargadas no pudieron ir por varios meses a realizar sus labores.
Adicionalmente, el clima húmedo de Lima era un factor negativo a tomar en cuenta. Debido a
eso, “ahora estamos cambiando muchas cosas en el museo, por ejemplo: los sistemas de
ventilación forzada. Queremos evitar los ácaros; por lo que estamos en un constante proceso
de mantenimiento, llevando a cabo acciones de conservación preventiva para no llegar a un
momento de quiebre. Hemos ordenado cosas que no habíamos ordenado nunca, como una
biblioteca que estaba descuidada, y recuperados archivos que estaban olvidados”, informó el
director Alayza.
Dedicado al arte popular peruano, este museo se encuentra ubicado en el distrito de Lima y
tiene como directora a Estela Angélica Miranda, conservadora de arte del Ministerio de
Cultura. Ella considera que los museos han podido responder a tiempo a la crisis que se
enfrentan en esta nueva coyuntura; pues han implementado las redes sociales para afianzar su
relación con el público. “Mi equipo y yo reflexionamos mucho sobre el papel que debía tener
el museo en estas circunstancias. [...] Todos estábamos en casa; por lo que nosotros teníamos
que pensar en cómo llegar a la audiencia de manera educativa”, comentó.
Es así que Estela Miranda junto a su equipo crearon algunos programas recreativos que serían
difundidos a través de las redes sociales. “Facebook para nosotros fue un gran elemento. Lo
hemos utilizado bastante para coordinar con artesanos la elaboración de talleres virtuales
introductorios, los cuales fueron transmitidos en vivo con la finalidad de que el público
pudiera conocer, valorar y entender las prácticas que ellos realizan. De esa forma, las
personas se interesaron en adquirir sus obras de arte”, mencionó la directora. En ese sentido,
el museo quiere seguir colaborando con estos grandes maestros mientras la economía se va
reactivando.
En cuanto a la conservación de sus colecciones que está realizando el equipo del museo en
pandemia, Estela Miranda aseguró que mientras trabajaban en casa no solo pensaban en cómo
mantener la comunicación con la audiencia, sino que también estaban pendientes de la
conservación del inventario. “Desde hace años, realizamos una constante conservación
preventiva de los bienes, por eso cuando volvimos al museo todo estaba bien. Solo los
estantes se encontraban un poco oxidados. [...] Ahora estamos reorganizando las reservas y
adquiriendo paulatinamente piezas de arte popular a través de las direcciones
desconcentradas de cada región. Planeamos hacer un catálogo de estos bienes y una
exposición para que el público pueda saber de estas adquisiciones”, agregó.
Esta institución se encuentra ubicada en el departamento de Ica y alberga varias piezas entre
cerámicas, tejidos y utensilios de la Cultura paracas. Para su directora, Jesús Soledad
Mostacero, la experiencia gestionando el museo en esta nueva coyuntura fue enriquecedora,
pues encontraron una forma de reinventarse, pero sin perder la visión de trabajo que ya
venían desarrollando: el fomento de actividades lúdicas que los acercaban a la gente. “Antes,
no esperábamos a que los visitantes llegaran al museo, sino que trabajábamos con la
población local. Así, cuando llegó la pandemia, ya teníamos un grupo de personas de la
localidad con el cual podíamos contar”, dijo Soledad.
Referente a las redes sociales, el equipo de trabajo de esta institución ya venía aprovechando
la virtualidad. A través de sus redes sociales informaban sobre las actividades presenciales
que se realizaban y sus resultados. Para la directora “esta era una manera de expresar la
experiencia de las personas cuando visitaban el espacio”. Entonces, lo novedoso para el
museo fue usar las plataformas online para la realización de dos capacitaciones virtuales.
Según informó Jesús Soledad, en la primera se inscribieron diez países y en la segunda lo
hicieron veinte. “Las redes permitieron que el museo sea más conocido a nivel internacional;
lo cual demuestra que las personas si se interesan por aprender nuestra cultura. Estamos
generando, de manera indirecta, una expectativa en la gente para que cuando pase esta
situación ellos quieran visitar el museo”, concluyó.
En relación con la conservación de las piezas que el museo resguarda, Jesús Soledad comentó
que cada quince días dos arqueólogas iban al espacio para realizar una evaluación del estado
de los bienes. “En un inicio fue preocupante, pero como ya habíamos capacitado al personal
para brindar la información técnica necesaria estuvimos más tranquilos. Sabíamos que existía
un buen manejo de las piezas y del museo”, agregó.
Museo Larco
Ubicado en el distrito de Pueblo Libre, este museo de arte precolombino tiene como directora
a la arqueóloga peruana Ulla Sarela Holmsquist. Ella y su equipo han logrado una óptima
gestión del museo en tiempos de pandemia; por lo que están próximos a reabrir. Esta rápida
adaptación a la nueva coyuntura se debió a que llevan muchos años implementando las redes
sociales en su plan de acción. “Llevamos veinte años digitalizando las colecciones para
ponerlas al servicio de la comunidad nacional e internacional. Nosotros y todo el mundo
podemos acceder a ellas a través de un repositorio digital. Así, logramos afrontar el cierre del
museo y producir contenidos en las redes sociales: un video por semana y cuatro mini series
de episodios cortos que están en nuestra página web”, comentó Ulla. Adicionalmente, el
museo Larco reforzó la comunicación online con su audiencia en esta nueva coyuntura,
respondiendo sus dudas y consultas académicas a través de estos canales.
Con este trabajo, se han preparado para reabrir sus puertas este 18 de mayo con una renovada
galería erótica. “Estamos respetando todos los protocolos de seguridad y ajustando nuestros
horarios a las medidas dispuestas por el gobierno”, comunicó Ulla Holmsquist.
Cada museo pasa por una realidad distinta en esta nueva coyuntura. Sin embargo, las redes
sociales han sido un elemento necesario para que todas estas estructuras sean conocidas por
un público masivo. Respecto a eso, Alberto Martorell Carreño, director de la Dirección
Desconcentrada de Cultura de Ica, mencionó que “en el contexto de la pandemia, las
instituciones que vieron desaparecer su público han descubierto nuevos mecanismos para
continuar formando una relación con la sociedad. [...] En ese sentido, el internet es una forma
alternativa para mantener la vigencia del museo en momentos de urgencia, pero no debería
reemplazar la presencialidad”.