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IV - Las Dos Teorias Del Sintoma en Freud
IV - Las Dos Teorias Del Sintoma en Freud
En esta clase trabajaremos el síntoma en Freud, para lo cual voy a situar la primera
definición del síntoma en Freud en relación a las dos teorías del inconsciente: el
Luego voy a comentar la relación del síntoma con la inhibición y la angustia, o sea, la
Por último, voy a desarrollar algunas cuestiones sobre lo que Freud llama "el peligro de
Para abordar las conceptualizaciones del síntoma en Freud, tomaré como eje de las
Conferencias 17, "El sentido de los síntomas" y 23, "Los caminos de la formación del
síntoma", desde la lectura que Miller hace de ellas en el "Seminario de Barcelona sobre
Die Wege der Symptombildung" (Los caminos de la formación del síntoma"). Estas dos
punto de transición respecto de las dos teorías del síntoma, tal vez por su proximidad al
llamado "codo de los años 20". También porque en ellas Freud intenta, de alguna
manera, articular las dos vertientes de su obra: por un lado, la del descubrimiento del
dichas conferencias reproduce, en cierto modo, el desarrollo de los conceptos tal como
psicoanálisis fue el encuentro de Freud con las histéricas, la primera parte de las
Conferencias lleva por título y aborda "Los actos fallidos", y la segunda, "El sueño".
Será recién la segunda Conferencia de la tercera parte, titulada "Doctrina general de las
neurosis", la que abordará el tema del síntoma, es decir, la "Conferencia 17: El sentido
dicha Conferencia 17 demuestra cómo el síntoma tiene un sentido y que ese sentido es
sexual, lo que emparenta al síntoma con las otras formaciones del inconsciente, que
también se caracterizan por tener un sentido y por configurarse gracias a los mismos
algunas de las damas de los "Estudios sobre la histeria", cuyos síntomas se abrían
desavalimiento frente a la desdichada situación familiar; Cäcilie, que carga con una
fueron sentidas como una grave afrenta, como "una bofetada"; hay muchas otras más....
pulsión? Para responder a este interrogante seguiremos los "rodeos" que van de la
Conferencia 17 a la 23.
que tanto la cuestión de la fijación a un fragmento del pasado como la del contenido
sexual en juego en los síntomas, son de larga data en Freud. Debemos remontarnos a
movilizan a la defensa. Como vemos, ya desde el inicio, son necesarias por lo menos
En verdad este rastreo en la historia del paciente se correspondía con la idea de que,
las lagunas del recuerdo, arribar hasta la escena primera. Podríamos decir que se trata
1893-1895, Freud ubica la presencia de una fuerza que contraría su trabajo de hacer
consciente lo inconsciente, y atribuía esta fuerza a la misma que actuó en la génesis del
síntoma. Allí Freud sitúa estos obstáculos, sobre todo en lo que hace a la posibilidad de
unívoca del síntoma a partir de una única escena traumática, sino que los síntomas
Por otra parte, y en la línea de la afinidad de los síntomas histéricos con el inconsciente
- aquél de las formaciones del inconsciente- , como los ruidosos y plenos de sentido, ya
Freud nos indica algo de lo terco y silencioso de los síntomas obsesivos, puesto que
más allá del sentido que pueda desmenuzarse en ellos, nos dice que lo esencial de la
compulsión de las formaciones psíquicas de los síntomas obsesivos es, antes bien, que
no puede ser resuelta por la actividad psíquica susceptible de conciencia. Algo allí
resiste....
Volviendo a las Conferencias, esta misma cuestión de las resistencias reaparece, tal
En este recorrido que, a través de las Conferencias, va del sentido de los síntomas a los
es sobre "La vida sexual de los seres humanos", la 21, "Desarrollo libidinal y
represión propiamente dicha recaerá sobre todas las representaciones que entren en
enlace con él, con la contracara del retorno de lo reprimido, por la sustitución de una
sustituto de algo diverso que está interceptado. Pero además, el síntoma es el resultado
entre ambas corrientes. Los síntomas figuran la práctica sexual de los enfermos que
procede de las fuentes de las pulsiones parciales, como sostenía desde 1905. Tal como
lo indica Miller, encontramos así la idea de que el síntoma tiene un sentido a partir del
cual se goza.
De la Conferencia 17 a la 23, entonces, "se hace camino al andar", ya que de otro modo
no sería tan sencillo dar cuenta de la formación de los síntomas. El veto a una
satisfacción pulsional implica que la pulsión deba dar ciertos "rodeos" en al búsqueda
de la satisfacción. Pues bien, nos dirá Freud que los rodeos son los caminos de la
formación del síntomas; los síntomas son la satisfacción nueva, sustitutiva que se hizo
Hay que decir, entonces, que el concepto de pulsión introduce un cambio importante en
la producción de las fantasías que la acompañan. Implica un pasaje que va del trauma a
tesis sobre el papel de la sexualidad en etiología de las neurosis", Freud reconoce que,
distinguir entre los espejismos de la memoria acerca de la infancia y las huellas de los
hechos reales. Debió reconsiderar esas escenas como fantasías de seducción. Así,
directo de los recuerdos reprimidos de las vivencias infantiles, sino que encuentra que
entre los síntomas y las impresiones infantiles, entendidas como la práctica sexual
parte, esas fantasías, que como una brújula orientan a la líbido en su vocación errante
será la regresión a la fijación reprimida la que será llamada por Freud, neurosis. Esto
quiere decir que uno puede ubicar allí dos etapas: una primera etapa que sería la de la
"Introducción del narcisismo" (1914), y una segunda etapa que es la regresión a esa
Miller recorta aquí dos cuestiones. En primer lugar ubica que plantear este tema en
este texto pero que se podría abordar desde otros tales como "La depresión" (1915) y
"Lo inconsciente" (1915). En segundo lugar, nos indica que Freud apuntaría de alguna
forma a lo real en el fantasma, es decir, a algo más allá de los relatos típicos de
Hemos recorrido entonces un punto intermedio del camino que va del síntoma
Con la segunda tópica, la de yo, superyó y ello, cuando el inconsciente se define como
estructural o no coincide con lo reprimido sino que lo excede, y con el más allá del
principio del placer, se abrirá en la teoría freudiana una nueva perspectiva del síntoma
puesto que se separará de las formaciones del inconsciente y se pondrá en serie con la
inhibición y la angustia.
Ahora voy a trabajar la segunda teoría del síntoma, es decir, el síntoma situado por
angustia. Para ello, el eje será el texto de Freud "Inhibición, síntoma y angustia", de
1925.
Aires- , orientaba la lectura colocando en paralelo este texto freudiano con el texto de
Lacan "Introducción a la edición alemana de un primer volumen de los Escritos", del año
1973. Allí Lacan sostiene que el síntoma no opera del mismo modo que el grupo de las
Afirmar que es dualista nos introduce a pensar que Freud se manejaba en dos registros:
presenta una tríada que, podríamos decir, tiene como antecedente otra tríada que es la
que inaugura la segunda tópica, la del yo, el ello y el superyó. Ahora bien, Lacan dirá en
"RSI" que la tríada inhibición, síntoma y angustia es correlativa de los tres registros,
La angustia es un concepto que ocupó a Freud a lo largo de toda su obra, incluso desde
sus trabajos iniciales, por ejemplo: en el texto "Sobre la neurosis de angustia", de 1895;
en la Conferencia 25 que se llama "La angustia", del año 16-17; en el texto que estamos
tomando hoy como eje, "Inhibición, síntoma y angustia", de 1925; y ya casi en los
intentar ubicar el vínculo entre la formación del síntoma y la angustia. Para dar cuenta
de ello voy a tomar textos del comienzo de su obra, necesarios para situar la relación
del síntoma con la angustia, que además se refieren a cuestiones muy actuales de
nuestra clínica del síntoma de este fin de siglo: la angustia actual, ¿qué tipo de angustia
es?
lado, las neurosis actuales, categoría que subdivide en dos, la neurastenia y la neurosis
de angustia: por el otro, las psiconeurosis que incluían tanto las neurosis - la histeria y la
obsesiva.
Las neurosis actuales, como su nombre lo indica, no están ligadas a la historia del
sujeto sino que consisten en síntomas provocados por una situación actual y externa al
Freud brinda dos ejemplos: en uno, el sujeto está preso y no puede realizar su práctica
sexual normal, razón por la cual recurre a la masturbación, lo que produce como efecto
la neurastenia. En el otro caso, por la práctica del coitus interruptus - que en esa época
angustia.
psíquico. En este momento Freud la llama "angustia nuclear": y dice que consiste en
realista", justamente porque está ocasionada por algo exterior, por ejemplo, cuando el
sujeto está impedido de realizar su actividad sexual normal. Esto produce una descarga
automática que es la angustia automática y que por ello es una angustia no ligada a
descriptivo sino metapsicológico; hay que tener en cuenta que el planteo es del año
1925 en el que ya había establecido el tercer inconsciente, la segunda tópica y el más
allá del principio del placer. En este abordaje metapsicológico lo esencial es que la
angustia no es descarga del afecto, del excedente de energía flotante, sino que es
ligazón, es lazo - como dice Freud -, va a estar ligada La angustia siempre va a estar
ligada a una situación traumática. Por lo tanto, la angustia va a ser la causa, el motor,
¿De qué manera va a demostrar Freud que esta angustia está ligada? Va a abordar la
neurosis de transferencia. Las psiconeurosis, una vez separa la paranoia, pasan a ser
neurosis de transferencia porque son neurosis que, a diferencia de las actuales, tienen
un mecanismo psíquico y van a tener una relación con la historia del sujeto. Además
El énfasis estará puesto en la cuestión del afecto. El afecto será definido por Freud
como suma de excitación, algo que se descarga, que es flotante o que se liga según la
pasa a recibir el nombre de investidura y carga. ¿En qué consiste el afecto? Cuando se
afecto, que es una cantidad, se desplaza, se mueve, está a la deriva, está - como dice
Lacan en el Seminario 10, "La angustia" - desarrumado hasta producir una nueva
ligadura, “un nuevo lazo”. En la histeria de conversión pasa a inervar una parte del
representación reprimida, pasa a cargar a otra representación que hasta ese momento
era indiferente y nimia. Hace de ella una representación no tan indiferente; es lo que
Freud llama la mudanza del afecto que es efecto de la represión. En el capítulo III de
“Lo inconsciente” ubica que el afecto nunca es inconsciente, es siempre un significado
al sujeto.
para situar el vínculo entre síntoma y angustia. En las primeras clases de este
la palabra como síntoma utiliza como soporte una parte del cuerpo, las funciones
naturales del yo. Tenemos entonces a Isabel con sus dificultades para caminar. Una
Lacan sostiene en "RSI" - un seminario en donde trabaja este texto de Freud- que la
inhibición es siempre asunto del cuerpo, o sea de función. Es renuncia a una función y
por lo tanto es una limitación funcional del yo. El sujeto no puede servirse de su brazo,
en esta época de los textos de Freud estamos diciendo avance del ello, ya que en 1923
Freud había instalado la segunda tópica. Es decir que la inhibición traduce los avances
de la pulsión del ello sobre el campo del yo. Estas pulsiones insisten compulsivamente
retrocede, deja una parte de territorio para que lo ocupe la pulsión, el goce. Nos
encontramos, como dice Freud, con que no puede salir a la calle, no puede ir a trabajar,
no puede escribir; tal vez la importancia que puede tener el hecho de estar impedido de
escribir tenga su peso porque se trataba de una época en la que se escribía mucho, no
como ahora que los medios de comunicación (el fax, el e-mail, etc.) son diferentes,
producen síntomas nuevos o efectos distintos. La inhibición, y esto es algo que Lacan
Juanito, por ejemplo, no puede salir a la calle por su miedo a encontrarse con los
caballos, porque sabemos que el sujeto fóbico lo que menos desea es encontrarse con
el objeto fóbico, entonces se inhibe, limita su andar por la calle para que no se provoque
el síntoma de angustia. Juanito limitaba su andar porque en esa época había muchos
caballos en la vía pública y buscaba una manera de que ese encuentro no se produjera.
Pero en esta antinomia del yo y la pulsión - y esto es lo que va a marcar una diferencia
con el momento posterior que Freud va a situar- cuando está en juego la inhibición, el
yo sale derrotado frente a ello, frente a la pulsión, frente al Eso quiere gozar, porque se
retrae.
síntoma traduce el avance del yo sobre la pulsión. El yo, por medio de la represión,
impide una satisfacción pulsional del ello. Se instala así el síntoma, como triunfo del yo
mudar a otra representación el afecto que estaba ligado a eso, produciéndose entonces
el síntoma.
Esta es la manera por la cual el yo triunfa sobre el ello. Las pulsiones del ello insisten
Plantea que frente al peligro de la angustia de castración se emite una señal - señal de
angustia señal motoriza la represión de la satisfacción pulsional del ello, a través del
síntoma.
sexualidad producía una angustia automática, flotante no ligada, que a su vez tenía
como
neurosis actuales, esta angustia no va a ser flotante sino que va a estar ligada siempre
mecanismo.
desplazada, mutilada. Por ejemplo, en Juanito tenemos la angustia frente al caballo que
castración.
Poco a poco Freud va a tratar de establecer cierta relación del sujeto con el goce, para
significantes.
Ahora lo que estaría afirmando es que el significante está ligado al goce y el síntoma,
entonces, sería una sustitución de goce, un significante ligado al goce que sustituye a
otro significante ligado al goce. Esto es lo que Freud introduce como esencial y
novedoso en "Inhibición, síntoma y angustia"; por eso Miller recomendaba esta lectura
Lacan plantea en ese texto es que lo fundamental del texto de Freud, si bien plantea
Respecto del objeto de la fobia hay que decir que pese a ser lo que el sujeto no quiere
la solución de compromiso.
actual, y que al mismo tiempo tiene toda su actualidad, está relacionado con la
agorafobia y la claustrofobia son fobias relacionadas con el espacio y, por lo tanto, con
la locomoción del sujeto; apuntan a situar cómo el sujeto se relaciona con el espacio. En
la clínica actual, en la época global de nuestro fin de siglo, esta novedad que se instala
respecto de la angustia ligada a un objeto acotado, recortado, sino una angustia más
difusa, menos ligada, no tan recortada en un objeto, mas del lado del pánico. No
solamente hay más síntomas relacionados con el pánico, lo que trae trastornos
corporales - teniendo en cuenta que hoy más que nunca los pacientes hablan de
cuestiones donde el cuerpo está muy comprometido- sino que también se verificaría
El yo, que en la inhibición salía derrotado, triunfa con la formación del síntoma, aunque
satisfacción pulsional hay otro modo de satisfacción pulsional. Por ejemplo, Isabel
sentía un dolor en la pierna cuando Freud se la pellizcaba, pero al mismo tiempo del
dolor dejaba entrever que sentía un cierto placer, una cierta ganancia en la enfermedad.
La angustia, en este caso, está ligada a una situación traumática. La señal de angustia
En el capítulo IV, con Juanito, Freud introduce lo esencial: una nueva forma de teorizar
articulación con la angustia, como sustitución de goce, como una manera de gozar en
angustia realista. Pero ¿qué es la angustia? Lacan en "La tercera" plantea que es algo
que se sitúa en nuestro cuerpo. Dice: "¿De qué tenemos miedo? De nuestro cuerpo". Y
erecciones. Ese gozar primero que se manifiesta, podría decirse en cualquiera (...) -
ese goce- le es ajeno hasta el punto de estar en el principio de su fobia". Juanito está
que Juanito encarna en el objeto externo, el caballo que va y viene, para enfrentar un
cierto tipo de madre y cierto tipo de padre. Su síntoma expresa ese rechazo.
En "RSI" la angustia es situada por Lacan como algo que parte de lo real, un afecto que
no engaña. Es lo que del interior del cuerpo existe cuando hay algo que despierta (por
ejemplo, el sueño de angustia), que atormenta, que hace señal de angustia, de socorro,
de alarma. Juanito se precipita en la fobia para dar cuerpo a la turbación que tiene por
el falo. Es por la turbación que tiene por ese falo, por esa madre insaciable, y
amedrentado por su goce hetero, es decir por sus erecciones que están en el principio
de su fobia, que Juanito inventa una serie de sustitutos del agente de la castración. En
realidad esa invención es propia de cada uno, lo que permite afirmar que no hay sentido
común de los síntomas. Según Freud, la angustia introduce la formación del síntoma
(-!) como productor de la fobia, del síntoma. De este modo podríamos decir que la
Para finalizar diría que la angustia, en tanto está ligada a una situación traumática,
siempre remite a cómo el sujeto está afectado en su relación con el Otro, cuál es la
manera en que el sujeto está relacionado con el Otro. La causa de la angustia está
siempre ligada a cierto orden de pérdida y la pérdida a la que la angustia está ligada es
objeto en juego en la angustia, en el punto en que el sujeto se capta como objeto causa
del deseo del Otro. Se produce un exceso económico y ese es el instante en el que la
señal por el exceso económico que Freud describe y que Lacan conceptualiza como
deseo del Otro. En ese sentido la angustia no es índice de una falta de deseo del Otro
sino de la falla en el apoyo del desamparo freudiano. El sujeto inventa el objeto a que e
lo que le falta al Otro, como siendo el objeto capaz de entrar en relación con el (-! ),
con la falta, con el defecto, con la castración. ¿De qué manera? Debe ser capaz de
sustituirlo sin hacerlo desaparecer, porque la falta tiene que inscribirse, no tiene que
desaparecer.
la fobia, y la escritura que va a hacer Lacan es a sobre (-!), es decir, la relación entre
el exceso y el defecto.
∫
−−−−−−−−− −−−−−−−−−
Quería desarrollar la teoría del síntoma en Freud, porque los textos de Lacan y de Miller
dan por supuesto que esto es conocido, y no siempre es así. Me pareció importante
porque cada una de las cuestiones que vamos trabajando en Lacan no solamente dan
por supuesta la lectura de estos textos - por ejemplo, de "Inhibición, síntoma y angustia"
- sino que advertimos desde el comienzo que ya estaban esbozadas de alguna manera
en estas dos teorías del síntoma en Freud. En la primera teoría y cómo va pasando
Voy a trabajar lo que creo es el punto en el que Freud notó que las cosas no eran tan
sencillas. Esto ha sido denominado como cierto pesimismo freudiano en cuanto a que
no hay cura, tal como está planteado en "Análisis terminable e interminable", o lo que él
quiere seguir avanzando porque no se quiere curar dado que vive la cura como un
peligro. Vive la cura como un peligro, algo que conocemos muy bien en nuestra
quiere sabe nada más de eso. En la época del inconsciente divertido parecería que el
paciente quiere curarse, las cosas avanzan y hay una especie de entusiasmo con el
Como ya lo hemos dicho, en principio el aparato psíquico está dividido para Freud en:
descriptivo porque hay movilidad entre los esquemas; lo que es inconsciente puede pasar
hay tal movilidad porque lo reprimido primario no retorna, o sea que esta movilidad entre
primer inconsciente tiene un sentido descriptivo, porque en esta teoría hay una movilidad
Cuestiones planteadas muy desde el comienzo como por ejemplo, el núcleo patógeno de
trauma; el ombligo del sueño en "La interpretación de los sueños". Ciertos referentes que
Freud había adelantado y no terminaba de aclarar hasta que aquí les da otra significación,
los re-significa..
Podríamos hablar también de la energía pulsional que no se liga a la palabra y que por lo
porque lo que nos queda es un resto que no se puede inscribir y que precisamente Freud
incurable, lo irreductible.
En tanto no se puede articular con la palabra no es dialectizable por la interpretación. Va a
Con la segunda tópica aparece también una referencia al objeto: a la fijación al objeto
una fijación determinada al objeto y esa fijación quedaría como resto de la operación de
la represión primaria. Podríamos decir que hay un cierta recuperación de lo que Freud
transferencia con el cierre del inconsciente. Es decir, el inconsciente que no pugna por
todas las formaciones del inconsciente vía represión primaria y retorno de lo reprimido.
Pero hay un punto en que las asociaciones se detienen y que Freud ubica como una de las
Lacan nos dice que el problema de Freud es que él se manejaba con dos registros, que no
tenía la posibilidad de trabajar RSI (real, simbólico, imaginario). Lo que hace que por
ejemplo el concepto de resistencia, sea un concepto sobre el que Lacan va a dar algunas
vueltas. En el seminario I, por ejemplo, la resistencia está más bien planteada a nivel
imaginario, como resistencia del analista y luego la resistencia va a estar más relacionada
Hubo un primer momento en que para Lacan en su batalla con los pos-freudianos, era
muy importante aclarar que la resistencia era resistencia del analista (simplificación de
los post-freudianos).
situarse del lado del analista. Estamos en 1923 y en esta tercera época nos situamos con
quiere ser curado. Hay también aquí otra cuestión que es importante destacar y es que
Freud propone una separación entre la representación y el afecto; el monto de afecto se
otra.
explicita que no va a coincidir lo inconsciente con lo reprimido por eso se hace necesario
Es el núcleo del yo en ese momento para Freud, claro que hay que entender que el mismo
concepto de yo pasa a tener otro lugar que no es el mismo que el que tenía en un
comienzo.
En la primera época Freud definirá al yo como una masa de representaciones. Este era
sino que es constituyente. Nos dice Freud en “Más allá del principio del placer”, Capítulo
III (Tomo 18) “En el interior del yo es mucho lo inconsciente, justamente lo que se puede
llamar el núcleo del yo. Abarcamos una pequeña parte de eso con el nombre de
pero que no todo lo inconsciente es reprimido. Este tercer inconsciente es el que vamos a
Este núcleo del yo como núcleo del ser que no retorna, se va a vincular con lo reprimido
tramitar y que por lo tanto no va a ser modificado ni por el fin de análisis mismo. Freud
resistencias. Podríamos llamarlo la resistencia del paciente, del analizante a curarse. ¿Qué
pasa cuando el paciente no se quiere curar?, ¿cuándo aparecen las resistencias a la cura
Estas resistencias de las que habla Freud se relacionan con el masoquismo primario, con
el eterno retorno de lo igual del que habla en “Más allá del Principio del Placer” y esto
Los referentes con los que trabaja en “Más allá del Principio del Placer” son
repetición tal como Lacan la define en “Los Cuatro Conceptos Fundamentales del
Psicoanálisis”. Una repetición que tiene que ver con lo nuevo, con la repetición
significante y una repetición que tiene que ver con la reproducción con el eterno retorno
Una repetición ,entonces que estaría más ligada al concepto de inconsciente referido al
El otro referente del que habla Freud en “Más allá del Principio del Placer” son los
sueños traumáticos que tienen una larga historia. En la teoría de los sueños tenemos en
primer lugar los sueños como realizaciones de deseos sexuales reprimidos; pero es ya en
esa primera época que aparece el sueño de angustia (Padre ¿no ves que ardo?) Y el sueño
de la inyección de Irma (la carne que no se ve) no se ve claro por más que Freud trata de
demostrar que si, porque ese sueño es un ejemplo de realización del deseo y finalmente
tenemos los sueños traumáticos. El sujeto repite el mismo sueño (no es realización del
deseo). Están ligado el concepto de compulsión de repetición.
Aunque el sujeto sueña una y otra vez el mismo sueño, el trauma no es el sueño. Hay que
separarlos, el sueño es ya una cierta elaboración del trauma, aunque sea un sueño
Podríamos diferenciar los sueños traumáticos de los sueños de angustia. Y quedan aún
más claramente separados los sueños como realización de deseo que se refieren a las
Estos referentes van a llevar a Freud a plantear que existen ciertas tendencias masoquistas
en el yo. El dice algo muy interesante, porque es muy actual, dice que el yo se apropia
del síntoma, podríamos preguntarnos si esto tiene algo que ver con la identificación al
síntoma (Lacan). Si leyéramos a Freud desde el último Lacan podríamos pensar que esta
cuestión del que yo se apropie del síntoma tiene que ver con cierto saber-hacer (savoir-
faire) con el síntoma. Lo que tendría una connotación positiva para el sujeto, esté en su
fin de análisis o no; es obvio que al sujeto le es útil. Pero a veces el yo se apropia del
síntoma para hacer desde allí resistencia, una especie de resistencia pasiva; para
pulsional que se obtiene con el síntoma? En algún punto el análisis se sitúa contra esa
satisfacción pulsional, lo que constituye una de las razones por las que la transferencia
En “El yo y el ello”, Freud habla de cinco resistencias. Tres del yo, una del ello y una del
tercera (de la B del yo) es la integración del síntoma en el yo. El yo se hace diferente al
síntoma.
La resistencia del ello está conectada a los fantasmas fundamentales, las propofantasías o
fantasmas primordiales que Lacan luego va a llamar fantasma y que en Freud son tres
Es decir la relación del sujeto al objeto . Como pensar en Freud esta cuestión de que el
objeto determina al sujeto? (Σ & α). En realidad esta cuestión ya está de algún modo en
En “El yo y el ello” aparece claramente que las resistencias del ello son un punto de
inercia psíquica, de fijación y que esta inercia, ésta fijación es fijación al objeto.
Podríamos decir, forzando un poco la propuesta de Freud, fijación al objeto del fantasma,
punto de pérdida del marco del fantasma, cierta cuestión de vacilación fantasmática
Lo que Freud plantea es que la cura misma es vivida por el sujeto como un peligro nuevo.
Dice en “Nuevos caminos de la terapia psicoanalítica” de 1919: “Por cruel que suene,
debemos cuidar que el padecer del paciente no termine prematuramente en una medida
tenemos que erigirlo en otra parte bajo la forma de una privación sensible, de lo contrario
paciente encuentra un alivio al sufrimiento, habrá que tratar de erigir ese sufrimiento en
otro lugar, porque de lo contrario se tratará de una falsa curación. Nos está planteando al
mismo tiempo, que hay una condición de necesariedad en que la curación aparezca como
(resistencia del superyó) o sea que con la resistencia del superyó Freud va a enfatizar la
relación entre padecimiento, síntoma y goce. Ubicamos aquí los criminales con culpa
Podríamos dilucidar por un lado la actualidad freudiana del progreso del malestar, las
El malestar en la cultura de nuestra época, época de caída de los ideales, de caída del
universal parece tener un antecedente en estos textos del ’30 donde el fantasma freudiano
en relación al padre parece vacilar. Entre las resistencias estructurales la resistencia del
Hay dos maneras de pensar la fijación en Freud: por un lado la fijación de la pulsión al
objeto. A la vez es, porque no hay correlato entre la pulsión y el objeto, porque no hay
relación sexual, que fantaseamos. El tema de la relación entre pulsión y fantasía está
Las fantasías conscientes o preconscientes a las que Freud se refiere en “Teorías sexuales
infantiles”; “La novela familiar del neurótico” y “El creador literario y el fantaseo”
intentan obturar el agujero en la trama sexual que hace que las condiciones de amor, o
condiciones de la vida erótica sean tan necesarias para el amor. Los fantasmas
primordiales denuncian la verdad de la castración por eso son inconscientes. Esto nos
llevaría a oros temas; a pensar otros trabajos de Freud sobre el tema del fantasma y su
construcción: “Pegan a un niño”; el texto sobre “El hombre de los lobos” y
“Construcciones en el análisis”.
Nos dice Freud: “La pulsión es independiente del objeto y no debe su génesis a los
encantos de éste”. (en “Tres ensayos sobre una teoría sexual,1905) y también nos dice:
”Tenemos razones para suponer una primera fase de la represión que consiste en que el
Si hay una fijación de la pulsión al representante y otra al objeto; podríamos decir que
una está más referida a los síntomas en plural y la otra al síntoma en singular y a su
relación con el fantasma. Entonces en “La represión” y “Lo inconsciente” Freud acentúa
La represión primaria se constituye entonces, como fijación, como cicatriz del complejo
de castración (mejor que complejo de Edipo). La fijación allí también implica una
detención de la pulsión en tanto queda fijada, detenida en ese objeto del fantasma: lo que
Relación que habíamos establecido en nuestra última clase en el grafo del deseo, al
introducir la escritura s (A) en la fórmula del fantasma S < S(a)> a y ahora estamos
Con “Más allá del Principio del Placer”, “Inhibición, síntoma y angustia” y “El yo y el
analítica que culmina con “Análisis terminable e interminable”. Aparece una cara no
síntomas. A nivel de la ventaja primaria hay una satisfacción que el sujeto no puede vivir
como tal: ”Horror ante un goce del que no tenía la menor consciencia...” nos dice Freud
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