Está en la página 1de 3

Caso de violación de la cuarta generación de los derechos humanos

CorteIDH condena a Perú en inédito caso sobre libertad de expresión sindical

Lagos, quien para 1989 tenía 50 años, interpuso una demanda ante un juzgado de
Trabajo, el cual reconoció el carácter improcedente e injustificado del despido. Sin
embargo, un juzgado de segunda instancia revocó esta decisión declarando el
despido legal y justificado.

EFE .- La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) informó que


condenó a Perú por violaciones a la libertad de expresión sindical y a la estabilidad
laboral de Alfredo Lagos del Campo cuando fue despedido de la empresa privada
trasnacional Ceper-Pirelli en 1989.

Por primera vez la CorteIDH dictó una condena específica por la violación del
artículo 26 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, que dispone los
Derechos Económicos, Sociales y Culturales, con motivo de la vulneración del
derecho al trabajo, en particular de los derechos a la estabilidad laboral y de
asociación", explicó el Tribunal en un comunicado.

Lagos del Campo, electricista de profesión, se desempeñaba como sindicalista y


presidente del Comité Electoral de la Comunidad Industrial de la empresa, cuando
declaró a una revista que existían presiones y amenazas de la compañía para
influir en las elecciones del sindicato. Después de la publicación de la entrevista
fue despedido.

Lagos, quien para 1989 tenía 50 años, interpuso una demanda ante un juzgado de
Trabajo, el cual reconoció el carácter improcedente e injustificado del despido. Sin
embargo, un juzgado de segunda instancia revocó esta decisión declarando el
despido legal y justificado.
La CorteIDH explicó que "frente al despido improcedente por parte de la empresa,
el Estado peruano no había adoptado las medidas adecuadas con el fin de proteger
la vulneración del derecho al trabajo imputable a terceros, por haber avalado el
despido en sus instancias judiciales".

Agregó que al exsindicalista no se le reinstaló en su puesto de trabajo ni recibió


ninguna indemnización ni los beneficios correspondientes; y perdió la posibilidad
de acceder a una pensión por jubilación.

La CorteIDH consideró que "el Estado peruano no tuteló el derecho a la estabilidad


laboral" de Lagos del Campo.

Acerca de la libertad de pensamiento y expresión en el ámbito sindical o laboral, la


Corte Interamericana señaló que "el Estado no solo debe respetarlo sino también
garantizarlo a fin de que los trabajadores o sus representantes puedan también
ejercerlo".

El tribunal continental concluyó que el Estado peruano "avaló una restricción al


derecho a la libertad de pensamiento y de expresión de Lagos del Campo, a través
de una sanción innecesaria en relación con el fin perseguido y sin una debida
motivación".

Según la sentencia notificada hoy a las partes, el Estado peruano también violó el
derecho del dirigente sindical a la libertad de asociación, pues "el despido irregular
de Lagos del Campo le impidió continuar con su cargo de representación de los
trabajadores".

"Teniendo en cuenta la doble dimensión del derecho de asociación, la Corte no


solo constató la violación de los derechos de Lagos del Campo como representante
de los trabajadores, sino también la violación de los derechos de sus
representados como beneficiarios de dicho derecho asociativo", agregó el fallo.
La CorteIDH ordenó diversas medidas de indemnización por daño material, lo que
incluye los salarios que Lagos dejó de percibir, la pensión de jubilación y los
beneficios sociales correspondientes.

CONCLUSIÓN

El derecho a la libertad de expresión visto de forma absoluta implica la posibilidad


de recoger cualquier tipo de información al igual que producir pensamientos, ideas
u opiniones sin ningún tipo de restricción. Incluso contempla el uso de
herramientas idóneas que tienen como fin transmitir los mensajes a la mayor
cantidad de destinatarios posibles.

También podría gustarte