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ANTE SUS HIJOS

Principios Prácticos que no debemos olvidar:


1. Los hijos vienen después del esposo, ellos deben
reconocer y aprender esto con claridad, en la práctica diaria y
desenvolvimiento del hogar, por el bien de ellos y sus futuros
hogares.
2. Ellos NO son ‘’perfectos’’ por ser hijos de pastor, puesto
que el pastor tampoco es perfecto, ni lo somos nosotras. No
podemos pretender que su conducta sea intachable, será igual de
pecadora que todos y así debe tratarse, y enseñarse.
3. Deben vivir en obediencia y sujeción a sus padres, como
la autoridad puesta por Dios, ellos no eligieron a sus padres pero
Dios Sí. (Colosenses 3:20)
4. Cada hijo es peculiar y único para Dios, creado a Su
Imagen y Semejanza.(Génesis 1:26)
5. Son una herencia de Dios para administrar
correctamente, y darle cuentas a Dios de sus vidas a nuestro lado.
(Salmos 127:3)
6. Velemos que no sean presionados por ser hijos de
pastor, ni mucho menos el varón tiene que ser pastor, siguiendo
los pasos de su padre por obligación, déjele eso al Señor en su
voluntad. Mejor es decir que NO siendo llamado… que ir al
ministerio sin ser llamado.
7. Su vida es vista por todos, es como un espectáculo para
el mundo que le rodea, pero que esto sea visto como una
bendición y cuido de Dios y no una tortura o castigo.
8. Deben aprender a ser agradecidos de los favores que
trae el ministerio de su padre, y reconocerlos como inmerecidos;
regalos, invitaciones, salidas, viajes… no querer sacarle ventaja a
ello ni creerse merecedor.
9. Debemos velar por ejercer la disciplina y
corrección correcta cuando no está el papá en casa, así se
mantendrá la obediencia a las leyes impuestas. No olvidar que la
disciplina y el amor van de la mano y en perfecto equilibrio.
(Proverbios 15:32)
10. Pidámosle sabiduría a nuestro Dios, en cada corrección y
enseñanza a nuestros hijos para hacerlo de manera correcta, sin
ira y de la manera en que nos puedan entender y obedecer.
Siempre llevando lo que dice La Palabra de Dios.  (Proverbios
16:6)
11. Es necesario un buen tiempo de Calidad con cada uno
de ellos solos y como familia, todos juntos, que la iglesia no lo
sustituya. El descuido de nuestro hijo HOY puede sacarnos del
ministerio MAÑANA…recuerda el SEÑOR NO LOS LLAMÓ A
ELLOS. (Efesios 5:16)
12. No temamos corregirlo pensando que nuestro hijo se
apartará de las cosas de Dios mañana, debemos enseñarle la
verdad de su Palabra y que le corregimos por que le amamos y su
Palabra así nos lo demanda.
13. No  debemos sentir lástima por ellos, ni  apoyarles
cuando vemos que son limitados en algo, por ser hijos del pastor,
el Señor conoce la situación de cada uno y así lo quiere para ellos,
al final será para su bien.
14. Estemos atentas a lo que ven (T.V. Internet), a lo
que oyen (música) y leen tus hijos en su casa y fuera de ella.
Sentémonos con ellos y juzguemos cada cosa en voz alta,
resaltando el pecado y desobediencia para que creen
convicciones propias según la Palabra de Dios.
15. Velemos por sus amistades, que tanto lo pueden
influenciar positiva o negativamente en su vida, que tanto lo
pueden controlar y dirigir. (Amós 3:3)
16. Establezcamos una buena y
transparente comunicación con ellos desde pequeños, que nos
cuenten todo y nos pregunten todas sus inquietudes, seamos su
mejor amiga y confidente, no perdamos ese privilegio, no se lo
entreguemos a otro. Cuando sean adolescentes, tendremos
amigos en ellos.
17. Velemos que no se queden solos con nadie ni siquiera de
confianza… aún sea familiar o hermano de la iglesia de muchos
años. Evitemos peligros y tentaciones, que puedan perjudicarlos
(problemas sexuales), aún entre ellos mismos, si solo son dos,
que otro los acompañe. Y no descuidemos la oración por la
protección de ellos dondequiera que vayan.
18. Motivemos y animemos resaltando las cosas buenas: en
su carácter, sus talentos, su inteligencia, sus esfuerzos,
habilidades, su buena conducta etc.
19. Reforcemos sus limitaciones, que no se menosprecien
por ellas, enseñémosle el lado positivo que tiene, que podrán
entender mejor a otros, que sabrán consolar y ver necesidades de
otros, serán humildes y a Dios le agrada.
20. Aprendamos a disfrutar cada edad que viven, ya
nosotras la pasamos y entendemos, no pretendamos que ellos
sean adultos antes del tiempo.
21. No los comparemos con nadie, ni delante de ellos ni
detrás de ellos, no tengas preferencias; esto traerá envidias, celos,
rencor, y provocará maldad hacia el otro, los llevará a pecar contra
Dios, recuerda la vida de José, Abel, Jacob.
22. Velemos por un buen ambiente de alegría, paz y de gozo
genuino, cuando estemos juntos, que disfrutemos.
23. No hablemos mal, ni critiquemos a nuestro esposo, ni su
trabajo, ni a ningún hermano de la Iglesia, familiar, amigos o
autoridades superiores, frente de los hijos; ellos después lo harán
delante de otros igual.
24. No tengamos en poco su niñez o juventud para hablarles
de Cristo y su necesidad de convertirse y Salvar su alma, cada
uno adquiere su salvación personal, y es nuestro deber enseñarles
a tiempo, puede ser más temprano de lo que pensamos.
25. Debemos darle responsabilidades y trabajos a realizar
en el hogar, ej. Recoger y botar la basura, ordenar su cuarto,
tender su cama, recoger el patio, fregar, poner el hielo…no
criemos niños ‘’impedidos’’ que se lo resuelven todo, serán
“esposas y esposos’’ muy cómodos sin saber hacer nada en el día
de mañana. Debemos pensar en desarrollar en ellos las
cualidades del rol de esposo y esposa que desempeñarán
mañana.
26. Mientras vivan bajo nuestro techo, deben mantener las
normas establecidas en el hogar, como la hora de llegada, el tipo
de ropa, la ida al templo, el grupo de ‘’amiguitos’’ etc. Si no lo
desea entonces puede decidir irse, cuando sea mayor de edad; sin
mantenimiento, por supuesto.
27. Tratemos de estar siempre del lado de nuestro esposo,
cuando se refiera a corrección o amonestación de los hijos, que
puedan ver que no estamos separados ni de su lado, que somos
un solo frente.
28. Que puedan entender que obedecer es ‘’hacer las cosas
rápido y contento’’ también el ser diligentes como consecuencia y
no perezosos o vagos. (Prov. 10:4)
29. Nosotras como madres, debemos utilizar una forma
diferente de mandar a los hijos varones que a las señoritas, el
varón debe tomar decisiones y complacer en su tiempo, la señorita
por el contrario obedece de inmediato. El varón se prepara para
ser líder mañana de su hogar, la hija será adiestrada en la
sumisión y obediencia inmediata hacia su marido.
30. Seamos su mejor ‘’modelo’’ a seguir:
a)      Que amen al Señor como yo lo amo.
b)      Que oren como yo oro.
c)      Que lean y estudien la Biblia como yo lo hago.
d)      Que pongan la confianza en el Señor como yo confío.
e)      Que tengan una vida piadosa como yo la tengo.
f)       Que se arrepientan y pidan perdón por sus errores, cuando
vea que yo lo hago.
g)      Que puedan seguir mis pisadas, así como yo sigo las de
Cristo (1 Pedro2:21).
No olvides que el tiempo con tus hijos es muy CORTO,
disfrútalo a plenitud: comparte con ellos, juega con ellos,
come con ellos, pasea con ellos, investiga con ellos,
descubre con ellos, ríe con ellos, ora, alaba y adora con
ellos.

No trates de ver con ansias el MAÑANA, mira el HOY Y


AHORA.

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