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La internet ha sido un gran avance en el comercio, la educación y las relaciones sociales, pero también ha transformado nuestros hábitos y se ha convertido en una herramienta de escape de la realidad. Aunque proporciona acceso a información e interacción bidireccional, la privacidad ya no tiene el mismo significado debido a que las empresas recopilan datos sobre los usuarios a través de cookies y anuncios personalizados. Mientras que la publicidad existía antes de Internet, lo que es nuevo es que las plataformas como Google y Facebook han montado un neg
La internet ha sido un gran avance en el comercio, la educación y las relaciones sociales, pero también ha transformado nuestros hábitos y se ha convertido en una herramienta de escape de la realidad. Aunque proporciona acceso a información e interacción bidireccional, la privacidad ya no tiene el mismo significado debido a que las empresas recopilan datos sobre los usuarios a través de cookies y anuncios personalizados. Mientras que la publicidad existía antes de Internet, lo que es nuevo es que las plataformas como Google y Facebook han montado un neg
La internet ha sido un gran avance en el comercio, la educación y las relaciones sociales, pero también ha transformado nuestros hábitos y se ha convertido en una herramienta de escape de la realidad. Aunque proporciona acceso a información e interacción bidireccional, la privacidad ya no tiene el mismo significado debido a que las empresas recopilan datos sobre los usuarios a través de cookies y anuncios personalizados. Mientras que la publicidad existía antes de Internet, lo que es nuevo es que las plataformas como Google y Facebook han montado un neg
Teniendo en cuenta el documental “la revolución virtual, el precio de lo gratuito” es
evidente que la internet ha sido un gran avance en el comercio, la educación e incluso en
la forma de relacionarnos. Día tras día las nuevas tecnologías siguen transformando nuestros hábitos, llegando al punto de convertirse en una sofisticada herramienta de escape de la realidad. Para Manuel Castell la internet es un instrumento de comunicación bidireccional que integra modelos comunicativos e interactivos, proporciona canales de información y garantiza el ingreso a una fuente inagotable de conocimientos; esto quiere decir que tener acceso a Internet permite el desarrollo de nuevas formas de relación social construidas en torno a las redes de información. Según el informe digital del año 2021, realizado por We Are Social y Hootsuite, los usuarios de internet se incrementaron un 7,3% llegando a alcanzar los 4.660 millones de personas que representan el 59.5% de la población. Sin embargo, los engaños y las teorías conspirativas nos hacen preguntarnos ¿cuál es la verdadera cara de la internet? ; pues es cierto que el acceso a muchos sitios web es gratuito y que aparentemente podemos hacer uso libre de los diferentes contenidos, pero esa gratuidad es solo una ilusión; pues la realidad es que ofrecemos información a través de fotos, vídeos , búsquedas o consultas en páginas Web a través de las cookies, donde las empresas se enteran de lo que nos interesa, así nos envían anuncios, y al mismo tiempo contribuimos activamente a llenar bases de datos de información sobre nosotros mismos, esto quiere decir que la privacidad ya no tiene el mismo significado. Esto no es nuevo, la publicidad ya existía antes de la era digital, lo que es novedad es que más que usuarios somos usados por aquello que se supone debería ser una herramienta de comunicación a nuestro servicio, y no un instrumento de coerción que no respeta el carácter privado de nuestra información. Resulta lamentable que plataformas como Google y Facebook, hayan montado un negocio en el cual la mercancía a intercambiar es nuestra información, pudiendo ser la realidad de otra manera. La internet es una realidad que poco a poco va ir avanzando y es tarea nuestra vivir con ella a pesar de las ventajas y desventajas que desprenda con el paso de los años.