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China impulsó el primer trimestre de Grupo Volkswagen, que logró elevar su facturación

un 13% (hasta los 62.376 millones de euros) y multiplicar por siete su beneficio neto,
aupado a los 3.414 millones de euros. Esa mejora se produce después de que las ventas de
vehículos se dispararan un 61,5% en el país asiático, que con sus 989.590 unidades
vendidas se convirtió en el mayor mercado nacional para el consorcio alemán. Vendió allí
más que en Europa (968.814 unidades), donde comercializó un 1,4% menos de coches.

Es China, junto al repunte de ventas de Norte América (16,2%) aunque su peso es mucho
más reducido (218,557 vehículos), uno de los puntales de la mejora de los beneficios:
aportaron un beneficio operativo de 661 millones frente a las pérdidas de 276 millones de
hace un año. Y es también ese mercado asiático (crece un 57,5% en total) el que ha
permitido el grupo ganar dos décimas de mercado mundial.

El grupo asegura que algunos datos han recuperado niveles precrisis y ha mejorado sus
expectativas de rentabilidad para el año, que ahora sitúa entre el 5,5% y el 7%, frente a la
horquilla del 5-6,5% que manejaba hasta ahora. Los mayores problemas para conseguir ese
hito son la evolución de la situación económica, la creciente intensidad de la competencia,
la volatilidad en los mercados de materias primas y divisas, la evolución de las cadenas de
suministro y los requisitos más estrictos relacionados con las emisiones contaminantes.

Herbert Diess, presidente del grupo Volkswagen, en un acto en Martorell.REUTERS

Si el impacto asiático ha tenido efectos en un aumento de la cuota de negocio, la ofensiva


por el coche eléctrico estaría obteniendo también réditos: 59.900 personas, un 78% más,
optaron por un vehículo eléctrico, mientras que 73.400 (un 178% más) optaron por uno
híbrido enchufable. Volkswagen está logrando asimismo vender coches más caros y, así,
mejorar su rentabilidad por vehículo.

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