Está en la página 1de 14

Perspectivas Eclesiológicas de Lutero

Hennes Ramírez, C.J.M. *

Martín Lutero presentó en su que contradiría a los rasgos esen-


época una conciencia crítica que, ciales de su peculiar epistemología.
con base en una peculiar experien-
cia de fe, un riguroso biblicÍSmo y . Pero, pese a las dificultades, y
una profunda sensibilidad ante los puesto que asistimos a un vigoroso
males de diverso orden que aqueja- renacer de la conciencia eclesial y
ban a la Iglesia, fue capaz de con- al diseño de nuevos modelos ecle-
vocarla para una reforma. siológicos, pienso que los perfiles
propios de la eclesiología de Lutero
Los rasgos eclesiológicos de Mar- pueden insinuar al menos algunos
tín Lutero habrá que recogerlos aspectos muy actuales que no
especialmente en sus escritos de pudieran ser pretermitidos por una
1520 en los que, a mi modo de ver, Iglesia "semper reformanda". Al
él expone los elementos claves de recoger varios aspectos de la ecle-
su experiencia eclesial. Esta apro- siología del reformador puede uno
ximación al pensamiento eclesioló- darse cabal cuenta de la validez
gico luterano tropieza con no pocas de algunas, si no de muchas, de las
ni pequeñas dificultades, comen- intuiciones de Lutero, de su signi-
zando porque Lutero no se mantu- ficación para nuestra propia expe-
vo dentro de una terminología riencia de fieles de la Iglesia cató-
precisa y determinada ni en ningu- lica, y de muchos elementos que
na perspectiva de sistematización fueron objeto de la protesta lute-

* Magisteroen Teología, Universidad Javeriana, Bogotá.

HERMES RAMIREZ, C.J.M. 127


rana y que continúan agazapados Por esta misma época y pese a su
todavía hoy en una Iglesia santa incipiente ataque contra Roma,
pero necesitada contínuamente de sostiene que no quiere decir ni afir-
penitencia y de renovación. El mar nada que no se encuentre en
espíritu ecuménico que a todos nos las Sagradas Escrituras y en los
anima nos pone en condiciones Padres aceptados y leídos por la
de recuperar muchas de las afirma- Iglesia de Roma, así como en los
ciones luteranas y de acoger no sin cánones y decretos de Concilios y
beneficio los frutos buenos de su de Papas.
doctrina; todo ello con el juicio
crítico y el discernimiento que im- Pero Lutero no mantuvo por mu-
pone el genuino ecumenismo que cho tiempo sus iniciales propósitos;
no es fácil irenismo. ciertos factores prevalecieron más
que su sana ortodoxia eclesial y lo
El panorama eclesiológico que es condujeron a proponer injuriosas
posible recabar de Lutero es amplio concepciones del Papa y de la Iglesia
y complejo. Por ello deberemos del Papa: "Son el anticristo y su
seleccionar algunos de los aspectos reino", por más de que siempre lo
más representativos a través de unos acompañará la convicción de la uni-
textos que nos aseguren la objeti- cidad, verdad y unidad de la Iglesia.
vidad de nuestras apreciaciones; al
final, unas conclusiones mostrarán Esta apreciación de la intención
las distancias que haya que tomar, inicial de Lutero con respecto a la
las salvedades que haya que hacer, Iglesia ha sido interpretada muy di-
y los compromisos que hayamos de versamente. El desapasionamiento
mantener dentro de una identidad y de los juicios y la begninidad de la
compromiso con la Iglesia católica. interpretación de los propósitos ini-
ciales de Lutero lleva a un historia-
dor como Lortz (1) a plantear la
l. CONCIENCIA ECLESIAL DE reforma en términos de una pregun-
LUTERO ta teológica de Martín Lutero a la
Iglesia Católica Romana y a su
Los historiadores y críticos de la doctrina.
obra doctrinal de Lutero están de
acuerdo en que en él hubo toda una 1. Causas de Evolución Eclesiológi-
evolución respecto de sus posicio- ca de Lutero
nes y concepciones de Iglesia; al
comienzo aparece enérgico defen- Si se trata de comprender los
sor de la unidad de la Iglesia Católi- motivos que llevaron al reformador
ca Romana a la que, afirmaba, Dios a modificar sus propósitos iniciales
había bendecido manifesta y admi- respecto de la Iglesia Católica Ro-
rablemente: "Jamás me ha agrada- mana habría que destacar como
do una división de la Iglesia y jamás causas directas su propia crisis reli-
me agradará", declaraba en 1519. giosa interior, así como ciertos estí-

(1) LORTZ, J., Historia de la Reforma, Taurus, Madrid 1963.

128 PERSPECTIVAS ECLESIOLOGICAS DE LUTERO


mulos externos que lo llevaron a entender la justicia de Dios como
proponer una reforma eclesial de tal una justicia por la cual el justo
naturaleza que a la postre se revela- vive como por un don de Dios, o
ría incompatible con el ser mismo sea, por la fe" (3).
de la Iglesia y que inicialmente no
había cruzado tal vez por la mente
del monje agustino. A ello se añadió en él la experien-
cia de la gracia, de la divinidad de
Dios, del encuentro sorprendente
A. La Angustia de un Creyente de la Palabra de Dios, de la inter-
pretación de la Sagrada Escritura
Esta tremenda experiencia la des- como norma y medida de todo lo
cribe Lutero mismo de esta manera: demás, de la inspiración que de ella
proviene que interpela de manera
"A pesar de mi vida monacal que inmediata a todo cristiano y que
era irreprensible, me sentía peca- produce una relación de inmediatez
dor ante Dios, con la conciencia de Dios al hombre y un someti-
llena de inquietudes sin poder miento total de éste a Dios en lo
confiar en que estuviese reconci- más íntimo de la conciencia.
liado por mi satisfacción" (2).
Como se ve, la justificación por
la fe proviene de la profunda lucha
En esta época Lutero vivía seria- que comprometió todas sus ener-
mente afectado por la pregunta: gías, así como de tendencia a la
"Cómo alcanzaré yo al Dios de la individual experiencia de Dios que
Gracia?" La clave para responderse lo llevaron a concluir en el rotundo
va a ser su teología de la justifica- fracaso de los esfuerzos humanos
ción y la manera de alcanzar la para la salvación; va así conquis-
salvación. Mediante intensas tenta- tando con fuerza creciente la con-
tivas, el evangelio de la justificación vicción sobre la plena gratuidad de
por la sola fe independientemente Dios y de la obra de justificación.
de las obras de la ley resolvió su
duda: Martín Lutero "teológicamente
se entiende a sí mismo como pro-
"Entonces Dios tuvo misericor- ducto de la teología ockamista-no-
dia de mí. Día y noche yo estaba minalista de la tarda edad media, y
meditando para comprender la como tal reaccionó contra ella" (4).
conexión de las palabras, es de- Lutero critica el nominalismo jun-
cir: 'La justicia de Dios se revela to con la "vía moderna" de Ockam
en El, como está escrito: el justo en la que se había formado, pues
vivirá por la fe'. Ahí empecé a la tendencia pelagianista de esta

(2) LUTERO, M., Obras, Tomo 1, Traducción C. Witthaus, Paid6s, Buenos Aires 1967,337.
(3) Ibid.
(4) RANK6-HEINEMANN,EI Protestantismo: Naturalezey Evoluci6n,Studium,Madrid 1981 ,p. 85.

HERMES RAMIREZ, C.J.M. 129


línea teológica consideraba a la tuario de la inmediatez del alma
libre voluntad del hombre capaz de con Dios.
realizar por sí misma obras que
serían un cierto mérito ante Dios.
Desde estas perspectivas la teología B. Experiencias Eclesiales de
luterana comienza a contrastar tam- Lutero
bién con la doctrina de la gracia
corriente entonces en el medio Ante los males profundos que
ambiente escolástico. afectaban la vida y misión de la
Iglesia, Martín Lutero entendió
como un imperativo moral hablar
Pero, por otra parte, Lutero sin ninguna censura o limitación:
toma elementos del ockamismo sus propias crisis de fe y su postura
para forjar su propia comprensión intransigente y por cierto valerosa
sobre la Iglesia, su esencia, su natu- frente al desorden generalizado le
raleza y de acuerdo con esta co- daban suficiente seguridad y respal-
rriente llega a pensar que no puede do. La situación era de general des-
darse ninguna relación entre lo composición; los Papas más se ocu-
divino y lo humano, entre lo cristo- paban del mecenazgo de los artistas
lógico y lo eclesiológico. Se pone y arquitectos del renacimiento
así a un paso de arremeter contra antes que de su misión espiritual; las
la autoridad eclesial, contra el crisis espirituales y morales debili-
poder jerárquico y especialmente tan la curia romana; políticamente
papal, y comienza su huída aun se fortalecían los nacionalismos en
del vocablo "Iglesia" de la que España, Francia y Alemania; la
prefiere hablar más bien en térmi- autoridad del Papa era pensada cada
nos de "comunidad", "asamblea vez más como subordinada a la
cristiana" o "santa cristiandad". autoridad de los concilios; crecía
el descontento contra el centralis-
mo espiritual y económico del pon-
Las cuestiones de autoridad ecle-
tificado romano.
siástica y al poder de atar y desatar
propio del Papa no estaban teoló- Son todos estos no simples fenó-
gicamente en cuestión y en un pri- menos externos, sino experiencias
mer momento Lutero sólo discute hondas para una sensibilidad espiri-
su aplicación y sus efectos, como tual no ordinaria como la de Lutero.
en el caso de las indulgencias. Tam-
poco el magisterio de la Iglesia y La cuestión sobre las indulgen-
especialmente del Papa estaba teo- cias coincide en parte con la pro-
lógicamente en cuestión y en un funda crisis espiritual del reforma-
primer momento Lutero sólo enfa- dor: la predicación de las indulgen-
tiza la radical superioridad de la cias para recaudar fondos con desti-
Escritura como norma última por no a las arcas vacías del arzobispo
la que el magisterio tiene que dejar- elector Alberto y a la suntuosa
se interpelar y ser puesto a prueba, fábrica de San Pedro tiene todo el
respetando en todo caso el juicio de cariz de una subasta mercantil en
la conciencia personal que es el san- la que se ponen a buen precio las

130 PERSPECTIVAS ECLESIOLOGICAS DE LUTERO


obras humanas para la salvación. El descuido del "estado eclesiás-
En este contexto hay que entender tico" para la obra de la reforma im-
su pronunciamiento explicitado en pele a Lutero a acudir al emperador
las célebres "95 Tesis" del año y a los príncipes alemanes para
1517: que ellos traten de poner fin a tan-
tas calamidades eclesiales:
"El papa no quiere ni puede
remitir pena alguna, salvo aqué- "Según nuestro propósito, hemos
llas que él ha impuesto, sea por reunido algunos fragmentos acer-
su arbitrio, sea por conformidad ca de la reforma del estado cris-
a los cánones" (tesis 5). tiano para proponerlos a la no-
bleza cristiana de la nación ale-
"Hay que desconfiar mucho de mana, si acaso Dios quiere auxi-
quienes afirman que esas indul- liar a su Iglesia mediante el esta-
gencias del papa son un inesti- do laico, puesto que el estado
mable don divino en virtud del eclesiástico, al cual con más
cual los hombres se reconcilian razón ésto corresponde, lo ha
con Dios" (tesis 33). descuidado completamente" (7).
''Predican (los indulgenciarios) En este mismo escrito "A la No-
que el alma vuela al cielo en el bleza Cristiana de la Nación Alema-
instante mismo en que la mone- na" Lutero presenta un detallado e
da arrojada suena en la alcancía" incisivo análisis de los subterfugios
(tesis 27) (5). teológicos en los que se refugian
quienes tienen interés en no hacer o
La salvación comprada y vendi- en demorar lo más posible la refor-
da, alcanzada mediante obras huma- ma:
nas como las indulgencias preocupa
a Lutero ciertamente más que el "Con gran habilidad los "roma-
espectáculo de comercio con lo nistas" se circundaron de tres
sagrado así fuese con finalidades murallas, con las cuales se prote-
piadosas: gen hasta ahora, de modo que
nadie ha podido reformarlos y
"Hay que enseñar a los cristianos con ellos toda la cristiandad ha
que el papa, si conociese las veja- caído terriblemente. Primero:
ciones de los precidadores de cuando uno quería obligarlos por
indulgencias, preferiría que la el poder secular no tenía ningún-
basz1ica de San Pedro se redujese derecho sobre ellos, sino, por el
a cenizas antes que construirla contrario, el poder eclesiástico
con la piel, la carne y los huesos estaba encima del poder secular.
de sus ovejas" (tesis 50) (6). Segundo: si uno quería censurar-

(5) LUTERO, M., Obras Tomo 1,95 Tesis, P.P.

(6) Ibid., p. 11.

(7) Ibid. "A-la Nobleza Cristiana de la Nación Alemana", p. 71.

HERMES RAMIREZ. C.J.M. 131


los por medio de las sagradas una de las tesis centrales de la ecle-
escrituras, le objetaban que inter- siología de Lutero, sino también el
pretar las Escrituras no le corres- título de otro de sus más destaca-
pond ía a nadie sino al papa. Ter- dos escritos posteriores a 1520 pero
cero: cuando uno los amenazaba con evidentes antecedentes en otra
con un concilio, inventaban que de sus obras: "La Libertad del Cris-
nadie puede convocar un concilio tiano". Todas las premisas, incluída
sino el papa. De esta manera, nos la negación de la sacramentalidad
hurtaron subrepticiamente los propia del orden, conducen la evo-
tres azotes para quedarse sin cas- lución eclesiológica de Lutero hacia
tigo, y se hicieron fuertes detrás una conclusión: el sacerdocio es
de la protección de estas tres mu- bien general e indiferenciado de
rallas para practicar toda clase de todos y de cada uno de los cristia-
villan ías y maldades, como las nos, sin que haya para qué pensar
vemos ahora" (8). en un sacerdocio jerárquico que se
le contraponga. Por eso en este con-
La práctica sacramental de la texto y en esta misma obra Lutero
Iglesia es otra de las experiencias delinea su propio modelo de Iglesia:
eclesiales profundas de Lutero: los una comunidad configurada por
sacramentos mayores (comunión, miembros que participan de un sa-
bautismo y confesión) se hallan, a cerdocio común y unos servicios en
su juicio, desfigurados y encadena- la línea de predicación de la Pala-
dos por la que él llama "La Cautivi- bra, para los cuales la comunidad
dad Babilónica de la Iglesia" como tiene la plena potestad de elección:
intitula uno de sus más representa-
tivos escritos. Los restantes cuatro "Y dado que no puede existir co-
sacramentos del septenario católico munidad cristiana sin la Palabra
no pasan de ser ritos eclesiásticos de Dios, se deduce con suficien-
sin base alguna en la Escritura, pero te evidencia de lo dicho antes
sí sometidos unilateralmente al que es preciso contar con docto-
arbitrio papal: res y predicadores que se dedi-
quen a la Palabra. Ahora bien, en
"Primeramente debo negar los estos condenados tiempos los
siete sacramentos y por ahora ad- obispos y el falso gobierno espi-
mitir solo tres: el bautismo, la ritual no son ni quieren ser esos
penitencia y el pan. Todos ellos doctores ni están dispuestos a
fueron sometidos a una mísera facilitarlos ni a tolerarlos. Como
cautividad por la curia romana, y no hay que seguir tentando a
la Iglesia fue privada de su liber- Dios para que mande desde el
tad" (9). cielo nuevos predicadores, debe-
mos comportarnos conforme a la
"El derecho de la comunidad a Escritura y llamar y establecer a
elegir sus predicadores" es no sólo quienes de entre nosotros mis-

(81 Ibid. p. 74.

(91 Ibid, La Cautividad Babil6nica de la Iglesia, p. 178.

132 PERSPECTIVAS ECLESIOLOGICAS DE LUTERO


mos, llenos de capacidad para 2. Punto de llegada: El conncepto
esta tarea, puedan serv ir (10). Luterano de Iglesia

"No nos está permitido dudar en La angustia de un creyente y sus


manera alguna de que la comuni- propias y peculiares experiencias de
dad que posee el evangelio tiene Iglesia conducen a Lutero a forjarse
la potestad y el deber de elegir y una idea cIara y simple del consti-
llamar dentro de su seno al encar- tutivo esencial de la Iglesia.
gado de enseñar la palabra en su
lugar" (11 ). La Iglesia no es un medio para
alcanzar la salvación, puesto que ésta
Pero incluso cuando no se trate se da sólamente por la fe sin media-
de tiempos calamitosos y graves ción humana alguna que pueda ser
como los que correspondieron a la eficaz y conducente a la salvación
experiencia de Lutero, sino en cir- misma. La Iglesia no es medio de
cunstancias normales de la Iglesia, santificación y de interna transfor-
es la comunidad y sólo ella la que mación del hombre, puesto que la
puede y debe designar a sus propios justificación ni santifica ni cambia
internamente al que en su misma
servidores. Con ello se asiste al
derrumbamiento de la constitución naturaleza está sustancialmente co-
rrompido. La Iglesia no puede ser
jerárquica de la Iglesia entendida
un sistema sacramental cautivo y
como verticalidad en el señalamien-
arbitrario. La Iglesia no es una
to y vocación por parte del Espíritu
estructura jerárquico-ministerial
de aquellos que han de constituir la
que sea diferente de la comunidad
estructura ministerial fundamental
de la Iglesia: misma.

Se sigue, entonces, el desdibuja-


"Ningún obispo podrá establecer miento definitivo de la Iglesia Cató-
a nadie sin la elección, la volun- lica Romana y el surgimiento de un
tad y el llamamiento de la comu- concepto de Iglesia como comuni-
nidad; por el contrario, está obli- dad de fe, no perceptible a los ojos,
gado a confirmar a quien haya y no identificable con ésta o aquélla
sido designado y llamado por organización humana. No se oculta
ésta. Si no lo hace, entonces el a los ojos de Lutero que la Iglesia
llamado debe considerarse confir- espiritual es todavía institucional
mado por el simple hecho de pero entonces intuirá que los crite-
haber sido designado por la co- rios espirituales, invisibles e inter-
munidad" (12). nos son los que determinan y orien-

(10) Ibid •• "El Derecho de la Comunidad a elegir a sus predicadores", Ibid. 209.

(11) Ibid"p.210.

(12) Ibid., p'. 211.

HERMES RAMIREZ, C.J.M. 133


tan los elementos visibles y exter- como justo y como artículo de
nos de la Iglesia. De ahí que la fe (... ) Cristo establece precisa-
sustancia salvadora de esta comu- mente todo lo contrario: despoja
nidad no dependa sin más de la visi- a los obispos, a los sabios y a los
bilidad y pueda entonces todo lo concilios del derecho y de la
visible, lo externo, lo jurídico, lo potestad de juzgar sobre la doc-
magisterial, lo ministerial, lo sacra- trina y se lo concede a cada uno
mental, lo estructural e institucio- y a todos los cristianos en gene-
nal de esta Iglesia pasar a ocupar ral" (14).
un lugar sumamente secundario y
periférico. "Nadie puede negar que todo
cristiano posee la Palabra de
La gran significación eclesiológi- Dios, que ha sido instruído y
ca del escrito Luterano "Derecho ungido sacerdo te por Dios" (15).
de la Comunidad a Elegir a sus Pre-
dicadores" se podría patentizar en "A quien (la comunidad) le con7
esta secuencia: fiere el ministerio de la predica-
ción, recibe el ministerio más ele-
"El alma humana es una realidad vado de la cristiandad. Puede
eterna muy por encima de lo también bautizar, celebrar la
temporal, y por eso sólo puede misa y asumir toda la cura de
ser regida e instru ída por la pala- almas. Si no lo desea, puede limi-
bra eterna: resulta grotesco go- tarse a la predicación dejando
bernar las conciencias por dere- para otros el bautizar y demás
chos de hombres y viejas costum- ministerios inferiores" (16).
bres en lugar de hacerlo por Dios.
Por eso, en este particular se Estas características peculiares de
tiene que actuar bajo la directriz la eclesiología luterana, lo llevaron
de la Sagrada Escritura y de la a formarse la imagen de una Iglesia
Palabra de Dios, porque Palabra que no puede ser el resultado sim-
de Dios y doctrina humana, ple de una agrupación humana sino
cuando se trata de regir almas, "creatura Verbi": comunidad con-
chocan invariablemente entre sí" vocada y ligada única y exclusiva-
(13). mente por la Palabra:
"La palabra y la enseñanza hu-
manas han atribuído y ordenado "En primer lugar es necesario
el deber de juzgar la doctrina saber dónde se da y qué es la co-
sólo a los obispos, letrados y munidad cristiana, porque de
concilios: lo que estos decidan otra manera, como acontece
ha de aceptarlo todo el mundo siempre entre los no cristianos,

(13) Ibid., p. 207.

(14) Ibid.

(15) Ibid., p. 209.

(16) Ibid., p. 212.

134 PERSPECTIVAS ECLESIOLOGICAS DE LUTERO


los hombres practican sus nego- con la cual sirve a los restantes.
cios humanos al amparo del nom- Esto resulta del hecho de que
bre de comunidad cristiana. Se tenemos un solo bautismo, el
reconoce con toda seguridad a la Evangelio y la fe de por sí solas
comunidad cristiana por el hecho hacen eclesiástico al pueblo cris-
de que en ella se predica el puro tiano " (18). .
evangelio" (17).
Esta igualdad fundamental no ad-
Si la Escritura es la sóla y única mite distinción alguna más que la
fuente de la fe, el sólo y único fun- que conscienta el ejercicio funcio-
damento de la Iglesia en su aspecto nal del ministerio por parte de
visible no es sino porque la Escritu- quien sea señalado para esos menes-
ra es la sóla y única locución de teres por la comunidad:
Dios.
"Aunque todos seamos iguales
Otras perspectivas luteranas so- sacerdotes, no todos podemos
bre la constitución externa y visi- servir, administrar, predicar. Así
ble de la Iglesia en otro de sus escri- dice S. Pablo: queremos ser con-
tos presentan estos rumbos: siderados por los hombres única-
mente como servidores de Cristo
Se trata de una comunidad de y administradores del Evangelio"
personas fundamentalmente igua- (19).
les como lo expresa en su obra "A
la Nobleza Cristiana de la Nación La negación del ministerio jerár-
Alemana": quico en la Iglesia se matiza en
otros lugares en los que el tono del
"Se ha establecido que el papa, reformador se hace más bien admo-
los obispos y los sacerdotes, jun- nitorio:
to con los monjes sean llamados "El cargo del papa debe consistir
el estado eclesiástico; y los prín- en ser el más docto en las Escri-
cipes, los señores, los artesanos y turas y no nominal, sino verdade-
los agricultores, el estado secular. ramente el más santo: en gober-
Es una mentira sutil y un engaño. nar los asuntos relacionados con
Que nadie se asuste y esto por la la fe y con la vida santa de los.
siguiente causa: todos los cristia- cristianos; en estimular a los pri-
nos son en verdad de estado ecle- mados y a los arzobispos, obran-
siástico y entre ellos no hay dis- do con ellos en este sentido, en
tingo, sino sólo a causa del minis- preocuparse como enseña Pablo
terio, como Pablo dice que todos (1 Co 6,7), reprendiéndolos por
somos un cuerpo, pero que cada ocuparse en asuntos mundanos"
miembro tiene su {unción propia (20).
(171 Ibid., p. 206.

1181 Ibid., "A la Nobleza Cristiana de la Naci6n Alemana", p. 75.

(191 Ibid., "La Libertad del Cristiano", p. 158.

(201 Ibid., HA la Nobleza Cristiana de la Naci6n Alemana", p. 96.

HERMES RAMIREZ, C.J.M. 135


En los "Artículos de SchmalkaI- principio "sola Scriptura", o sea de
da" del año 1538, cuando ya la lo que conste expresamente que
obra de la separación y de la refor- está en conformidad con la Escritu-
ma se había consumado, escribe así ra, juzga Lutero toda la realidad
Lutero como trazando las líneas eclesial y rechaza todas las "tradi-
ideales del régimen general de la ciones humanas" en las que ve una
Iglesia: absoluta amenaza para la primacía
indiscutible de la Escritura:
"Por estos motivos, la forma más
ideal de gobernar y conservar la "Nunca podríamos conocer toda
Iglesia sería que todos viviésemos la arbitrariedad del Papa que
sometidos a Cristo, cabeza única, ahora se ha transformado en
que los obispos, iguales en cuan- derecho canónico, Que caiga en
to a su ministerio, aunque desi- nombre de Dios lo que se levan-
guales en cuanto a sus dones, se tara en nombre del diablo! . .. En
mantuviesen estrechamente uni- cambio, debemos de confesar
dos entre sí en la doctrina, en la que ningún estado vive ya de
fe, en los sacramentos, en la ora- acuerdo con la razón natural y
ción, en las buenas obras de menos conforme a las Sagradas
amor, etc" (21). Escrituras" (22).
De igual forma el magisterio de la
11. FUENTES DE LA ECLESIOLO- Iglesia tiene que estar sometido a
GIA LUTERANA la Escritura, fundamentarse en ella
para adquirir verdadera aceptación
Además de las complejas razones y autoridad:
que Lutero va esgrimiendo a medi-
da que avanza en su evolución ecle-
siológica y en su compromiso refor- "Ellos solos quieren ser maestros
mador, es posible explicitar algunos de las Escrituras. Aunque duran-
principios de orden teológico e his- te toda la vida nada aprendan de
tórico que operan como fuentes ellas, se atribuyen a sí mismos
inspiradoras del modelo eclesioló- autoridad, y nos hacen creer con
gico luterano. palabras desvergonzadas que el
papa no puede errar en la fe, ya
que sea malo o bueno, para lo
1. La Sola Escritura cual no pueden aducir ni una le-
tra siquiera" (23).
La Escritura es para Lutero su
más importante arma de combate Presenta Lutero una argumenta-
en el momento de comprender y de ción contra la exclusividad del papa
reformar la Iglesia. Sirviéndose del para interpretar la Escritura, afir-

(21) Ibid., "Los Artículos de Schmalkalda", p. 343.

(22) Ibid., "A la Nobleza Cristiana de la Nación Alemana", p. 125.

(23) Ibid., p. 79.

136 PERSPECTIVAS ECLESIOLOGICAS DE LUTERO


mando que también la comunidad por la palabra eterna . .. Por eso,
tiene derecho a interpretarla: en este particular se tiene que
actuar bajo la directríz de la Sa-
"Por ello, es una fábula desafo- grada Escritura y de la Palabra de
radamente inventada y no pue- Dios, porque la Palabra de Dios y
den aducir ni siquiera una letra la doctrina humana, cuando se
para comprobar que sólo el papa trata de regir almas, chocan ine-
es competente para interpretar xorablemente entre sí" (25).
las Escrituras o para aprobar su
interpretación. Y aunque pretex- 2. El libre examen
ten se le ha concedido el poder a
San Pedro cuando le fueron da- Por experiencia propia Lutero
das las llaves, está manifiesto afirma que la Biblia autotestimo-
suficientemente que esas llaves nia la propia verdad con el poder
no fueron entregadas solamente divino de convicción que brota
a S. Pedro, sino a toda la comu- de sí misma.
nidad" (24).
Suficiencia, evidencia y autori-
En síntesis, para tener otra pers- dad de la Escritura se implican
pectiva sobre la importancia capi- mutuamente; por eso se comprende
tal de la Escritura en la teología que el Evangelio sea el único impor-
luterana, hasta el punto de procla- tante en la Iglesia y que sea supér-
mar su soberanía absoluta sobre la fluo e innecesario el aporte institu-
Iglesia, su predicación y tradiciones, cional del magisterio de la Iglesia
presento este texto muy significa- que pretende orientar y exponer los
tivo: contenidos de la Palabra de Dios.
Lo enunciativo no es para Lutero lo
"Además, cuando se trata de juz- más importante, sino la acción y la
gar sus doctrinas, de instituir o comunicación de Dios vehiculados
destituir a los maestros o pasto- por la Escritura.
res, no hay que tener en cuenta
para nada la ley, el derecho, ori- Al principio de "sola Scriptura"
gen antiguo, usos, costumbres, añade el reformador el principio
etc. de los hombres; no importa del libre examen que salvaguarda la
que hayan sido establecidos por autonomía del creyente; así como
el papa o emperador, por prínci- el primer principio quiere salvaguar-
pes u obispos, que así lo haya dar la soberanía de Dios.
observado medio mundo o el
mundo entero. El alma humana La opción que se toma en este
es una realidad eterna muy por caso es la de la total autonomía de
encima de lo temporal, y por eso la persona en nombre de la sobera-
sólo puede ser regida o instruida nía de Dios, que lógicamente deli-

(24) Ibid., p. 80.


(25) Ibid.,"~ Derecho de la Comunidad a elegir a sus Predicadores", p. 207.

HERMES RAMIREZ, C.J.M. 137


mitan las perspectivas luteranas en mo con que actúa Lutero, reflejo
su relación con el magisterio de la de esta filosofía nominalista. No es
Iglesia, que en definitiva y con estos extraño pues, que con base en esta
supuestos desemboca en una inevi- filosofía, el reformador desembo-
table ruptura: que en un subjetivismo que sospe-
cha al máximo de una posible rela-
"Ahora trataré el sacramento del ción fe y razón, porque el nomina-
pan, el primero de todos. Por lo lismo es pesimista y no cree que la
tanto diré hasta qué punto he razón tenga capacidad para penetrar
llegado meditando en el ministe- más allá de los fenómenos sensibles
rio de este sacramento. Porque y por consiguiente que esté en con-
en el tiempo en que prediqué mi diciones de demostrar con certeza
sermón sobre la Eucaristía me los valores espirituales y trascenden-
adhería al uso común sin preocu- tes; ello sólo puede demostrarse por
parme del derecho o de la sinra- la revelación y asumida sólamente
zón del papa. Más ahora, provo- por la fe.
cado e incitado y hasta por fuer-
za arrastrado a esta arena, expon-
dré libremente lo que pienso. 4. Condicionamientos Socio-Políti-
Que rían o lloren los papistas cos
todos a la vez!" (26).
No es posible aislar, sin atentar
Vemos, entonces, a través de este contra la verdad de la reforma, los
texto las condiciones en que se problemas sociales y políticos pro-
encuentra Lutero, el anuncio de su pios de la época; la conflictividad
pronunciamiento que no se va a que planteaban los fervientes nacio-
atener o limitar por traba alguna; nalismos era el denominador común
disfrutando de este margen de que autorizaba la sospecha y el
libertad que él mismo se creó, pudo cuestionamiento de todo el sistema
sacer adelante su proyecto de eclesial romano:
reforma con los aciertos y deficien-
cias que le permitió su propio inge- "El papa con sus artimañas roma-
nio y los condicionamientos que nas, sus encomiendas, coadjuto-
sobre él pesaron. rías, reservaciones, gracias espec-
tativas, meses del papa, incorpo-
raciones, uniones, pensiones, pa-
3. El condicionamiento filosófico lios, derechos de cancillería y
otras bribonadas, se apodera de
Anteriormente se indicó el signi- todas las fundaciones alemanas
ficado que tuvo el ockamismo en la sin autorización ni derecho, las
vida del reformador y su pensa- da y las vende en Roma a extran-
miento eclesial; en algunos de los jeros (. . .). En consecuencia, la
textos ya citados podemos darnos nobleza cristiana debe oponerse
cuenta con facilidad del volutaris- al papa como a un enemigo co-

(26) Ibid., "La Cautividad Babilónica de la Iglesia", p. 178.

138 PERSPECTIVAS ECLESIOLOGICAS DE LUTERO.


mún y de:;tructor de la cristian- sólo en el plano de lo doctrinal sino
dad" (27). precisamente en los lineamientos de
la Iglesia que tenemos que construir.
En este contexto es posible rela-
cionar el valor tan grande que Lute- En los niveles doctrinales de la
ro concede a la comunidad de cre-
yentes como poder decisorio con eclesiología luterana son muchos y
suficiente autonomía para vivir y variados los aspectos que el teólogo
legitimarse con argumentos teoló- católico tiene que afirmar que fue-
gicos muy peculiares; una conse- ron recuperados por la Iglesia del
cuencia práctica de estas posiciones Vaticano 11: el ser esencialmente
asumidas por el reformador y sus comunitario de la Iglesia, lo jerár-
seguidores es la rápida aparición del quico entendido desde y para lo
fenómeno de la división y subdivi- comunitario, la paulatina y trabajo-
sa desclericalización del ministerio
sión de las Iglesias reformadas hasta eclesial, la relación sacerdocio
desembocar en el piélago tormen- común y jerárquico, el retorno a la
toso de las más dispares y abigarra-
das sectas. Sagrada Escritura, la concepción
mejor lograda del magisterio eclesial
con respecto a la revelación, la uni-
111. ALGUNAS CONCLUSIONES dad fontal de Escritura y Tradición
y el lugar propio en que deben ser
En momentos en que se busca situadas las tradiciones eclesiásti-
con afán, especialmente en América cas, la reforma sacramental y litúr-
Latina, nuevos modelos de Iglesia, gica, etc. etc.
formas renovadas de vida eclesial,
más de cara a nuestro medio, más Al mirar en conjunto los ataques
correlacionados con la problemática de· Lutero a la Iglesia, a su organiza-
real de nuestros pueblos, los inten- ción, a su conjunto sacramental, no
tos eclesiológicos de Lutero se reve- puede uno sino dolerse de que la
lan como intentos graves por resca- incomprensión y el apasionamiento
tar el ser genuino de la Iglesia y la de unos y de otros hubiera produci-
purificación de todos sus desniveles do reacciones tan violentas, juicios
morales y organizativos. tan duros y definitivos, posiciones
tan integristas, espectáculo secular
Las intuiciones luteranas en pro grotesco de desamor y mutua exco-
de una Iglesia menos clerical y más munión de los discípulos del único
cristiana, participativa, en real co- y mismo Señor. Por fortuna, aun-
munión, no podríamos decir que que no sin graves tropiezos y no sin
han influído, pero sí son coinciden- grave desidia en nuestro medio se
tes con los propósitos generaliza- va pasando a través del diálogo ecu-
dos, al menos en teoría, del mo- ménico desde el anatema excluyen-
mento eclesiológico actual. Eviden- te hasta la búsqueda común y fra-
temente que las dimensiones de ternal de la verdad.
"comunidad espiritual", desencar-
nada, libre de toda mediación Los condicionamientos históricos
humana, distancia al católico no tienen un papel muy significativo
(27) Ibid., "A la Nobleza Cristiana de la Nación Alemana", p. 94.

HERMES RAMIREZ, C.J.M. 139


en el análisis de los acontecimientos Por ser el Espíritu de Cristo el
de la reforma: el sentido y la prácti- que convoca a la ek-klesía, ella se
ca de la autoridad eclesial en tiem- entiende a sí misma como referida
pos de Lutero difícilmente podrían esencialmente a Cristo y a El plena-
brindar perspectivas diferentes al mente subordinada. La Iglesia ente-
endurecimiento defensivo de jerar- ra no es ni puede ser algo diverso
cas y al ataque incontrolado y cier- a una "creatura Christi" y servidora
tamente virulento de los reformis- suya. El magisterio de la Iglesia no
tas. Hoy, pese a prácticas eclesiásti- es ni puede ser sustitutivo ni vicaría
cas no muy concordes con la comu- del magisterio del Evangelio, sino
nión y la participación, diríase que humilde servidor de la Palabra y a
se ha renovado bastante el sentido ella totalmente referido. En estos
de fraterna igualdad, de práctica esenciales tópicos la Iglesia Católica
más evangélica de la autoridad, de sintoniza sin duda alguna con varias
sentido de la colegialidad, de refor- de las posturas reformistas de Lutero.
ma sacramental, de acceso, aunque
dificilísimo y obstaculizado, de los
laicos a ciertos ministerios eclesiales. Quedan sí densos núcleos de
identidad propia e irrenunciable de
Las estructuras se convierten de la Iglesia Católica que ni en el siglo
acuerdo a la mentalidad del concilio XVI ni en las postrimerías del XX
en medios auxiliares para la obra de nos es permitido poner en tela de
unificación y santificación del Espí- juicio no por caprichosos endureci-
ritu; tienen una función subordina- mientos en doctrinas pretéritas sino
da y un carácter de servicio y se las por necesidad absoluta de fidelidad
rescata de la consideración mera- de una Iglesia que debe permanecer
mente jurídica porque la jerarquía a lo largo de todos los siglos idénti-
no puede considerarse únicamente ca consigo misma para poder ser
como una instancia administrativa, sacramento de salvación universal
sino como un servicio operado y para todos los hombres de todos
movido por el Espíritu. los tiempos.

140 PERSPECTIVAS ECLESIOLOGIr.AS DE LUTERO

También podría gustarte