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Y grupos en Casa
MANERA DE VER
Las fórmulas del éxito de ayer ya no funcionan para resolver los problemas de hoy y nos
imponen nuevos desafíos para movernos con efectividad y bienestar dentro de la
incertidumbre del presente.
Nos bendice tenerte aquí y estamos a tu disposición para cualquier consulta o sugerencia.
Coaches
Pastores Edgar y Ana Marroquín
Descripción:
Este curso busca transferir principios, distinciones y experiencia a los estudiantes para que
el alumno aprenda a cómo llevar adelante un modelo emocional que tenga que ver con el
tiempo actual, con las nuevas herramientas de este siglo y que le permita disfrutar de la
vida a pesar de las circunstancias, las situaciones y de todo lo que ocurre a su alrededor y
que luego de vivir la aplicación práctica del mismo en su vida, luego la pueda llevar o
trasladar a otros para ponerlos en la perspectiva necesaria para poder mediar en la
solución de su conflicto.
Nuestra manera de “ver” o sea cómo vemos las cosas a nuestro alrededor está
íntimamente relacionada con el tipo de observador que somos.
El tipo de observador que estamos siendo afecta, no sólo nuestra manera de interpretar
las cosas, sino nuestra interacción con los demás.
Nuestra mirada: “No sabemos cómo las cosas son. Sólo sabemos cómo las vemos o
interpretamos. Vivimos en un mundo de interpretaciones”.
A veces decimos: - “Todo lo que yo digo, hago y pienso es verdad”. Y no nos damos cuenta
que Dios no nos dio el poder de ver las cosas como son, sino cómo las vemos”.
Creemos que todo lo que vemos es la realidad sin percatarnos que es “mi” realidad,
El tipo de observador que somos determina como veremos las cosas a nuestro alrededor.
Pero no se trata de solamente ser un tipo de observador más agudo. Es necesario que
adoptemos los principios de la Palabra de Dios de modo que podamos ver las cosas como
Él las ve.
No es posible crecer y alcanzar las cosas que Dios ha destinado para nosotros si seguimos
“viendo, mirando o interpretando las cosas de la misma manera” que como lo habíamos
estando haciendo.
A veces pensamos que si algo no nos salió bien debemos cambiar la acción (lo que hicimos)
y actuar de una forma diferente para lograr unos resultados diferentes, pero no
necesariamente es así. Lo que debemos transformar es nuestra manera de ver las cosas.
¿Qué ve usted?
¿Es la imagen de una mujer?
¿Esa mujer es joven o vieja?
¿Hay otra posibilidad?
Una sola imagen, varias formas de interpretarla. Como mencionamos, cada uno puede ver
las cosas de diferente manera. La imagen no está en la hoja del dibujo, sino en la mente del
que la está viendo. El que no sea la misma para unos que para otros, no quiere decir que
está mal. Simplemente que es una manera de observar diferente porque proviene de un
observador diferente. ¿Alguna está mal? No. Sencillamente son diferentes. Para cada uno
es su verdad, su realidad. Su manera de ver e interpretar algo.
Esa manera de ver e interpretar puede estar determinada por diversos factores como la
cultura, el lenguaje y las historias pasadas de los individuos.
Por lo tanto, es importante que aprendamos a escuchar y a aceptar a otras personas,
aunque tengan una manera de ver diferente a la nuestra. No podemos pretender querer
relacionarnos y estar bien solamente con aquellos que ven, piensan y hablan igual que
nosotros.
Un cristiano maduro es uno que puede respetar la opinión de otros, aunque sea diferente.
Recordemos que solo tenemos 180 grados de visión, aunque muchos suponen que pueden
ver 360 grados, que tienen todo claro todo el tiempo y que lo que ven y opinan es absoluto,
es la total verdad y es el mundo real.
Es importante tener MUY claro que Dios sólo nos dio la posibilidad de ver la mitad del mundo
que habitamos, así nos hizo Dios, nos guste o no. Somos seres con 180 grados de visión y
180 grados de ceguera. Viviremos equivocados y equivocándonos si creemos que tenemos
360 grados de visión y salimos a la vida creyendo verlo todo y que todo lo que vemos es
verdad absoluta sólo porque “yo lo vi”.
Cuenta la historia de dos vendedores de zapatos que fueron enviados a un país del África,
en una campaña de ventas. Al llegar se dieron cuenta con gran asombro que nadie en
aquella tierra usaba zapatos. El primero se comunicó con su jefe y le dijo: - Me vuelvo
mañana. Aquí el mercado es inexistente. Nadie usa zapatos. Mientras que el otro le envió un
mensaje a su superior diciéndole: - He decidido quedarme un año. Excelente mercado para
trabajar mucho. ¡¡¡Todavía nadie tiene zapatos!!!
En el mismo lugar y ante la misma situación una persona ve y hace una cosa y otra persona
otra. Y esto es producto del tipo de observador que estamos siendo.
¿Cuántas veces nos hemos enfrentado a una situación y no enfocamos más en que parece
un problema y no la vemos como una oportunidad? Decimos “oportunidad” porque es
posible aprender y crecer en el proceso. Por otro lado, podemos pensar y de igual manera
decir que esa situación nos detiene o que nos destruirá. Recuerde que a los que amamos a
Dios todas las cosas obran para bien.
PARADIGMAS
Para poder transformar el tipo de observador que somos, debemos cambiar nuestra forma
de pensar.
Para ello, debemos cambiar nuestros modelos mentales o paradigmas.
¿Está dispuesto a cambiar su manera de pensar para poder cambiar su manera de ver? No
podemos hacer cosas diferentes y lograr el resultado extraordinario en nuestras vidas si
seguimos viendo y pensando de la misma forma.
Por otro lado, a veces nos resistimos a cambiar nuestros modelos mentales o forma de
pensar porque:
- no nos gusta hacerlo,
- no estamos de acuerdo con algo
- o por simple resistencia al cambio.
DISTINCIONES A INCORPORAR
¿Qué es una distinción?
Es la diferencia que hace que dos o más cosas sean distintas. Es la acción de distinguir
(diferenciar). Cada vez que hacemos una “distinción” separamos un determinado
fenómeno del resto de nuestras experiencias, separamos una figura de un fondo. Vemos
las cosas de otra manera.
Hay ciertas frases que usamos habitualmente que no tienen sentido desde el
punto antes planteado:
La realidad es…
Lo que vos dijiste es…
Tienes razón…
Los invitamos a estar atentos a su lenguaje y a cambiar estas frases por:
Lo que yo observo es…
Lo que yo escucho es…
Estoy de acuerdo con vos…
Cuando le echamos la culpa al otro, ¿nos damos cuenta que perdemos el poder de
hacer algo en manos del otro?
Usualmente entendemos que la responsabilidad en una relación es 50/50 para
cada parte. No es así, responsabilidad es hacerse cargo del 100% de la relación.
Si cada uno se hace cargo del 100 % de la relación con el otro, probablemente
obtengan mucho más logro que si sólo se hace lo que se tiene a mano.
Aprendizaje y Disciplina
En un mundo de cambio constante se necesita un aprendizaje constante. Para eso hay
enemigos del aprendizaje que hay que desterrar. ¿Cuáles son?, Cuáles le tienen?, Como
superarlos para poder ir al siguiente nivel en las relaciones con otros. Como cuando no se
está en un aprendizaje constante se convierte en un experto en excusas y justificativos.
Veremos también la definición de Disciplina. Como la misma requiere de: estar presente y
de ser un presente. ¿Cómo vive su vida?, Estando presente para los demás o solo para
usted? ¿Como cambiar esto?
APRENDIZAJE
Aprender es incorporar nuevas habilidades para el logro de objetivos que antes se hallaban
fuera de nuestro alcance. Aprender no es lo mismo que saber.
-Saber es acumular información o conocimiento y
aprender es tener la competencia (habilidad) de producir resultados distintos y efectivos.
Para aprender hay que soltar o dejar lo que uno sabe.
ADEMÁS, ES CLAVE
a. Reconocerse como principiante y darse permiso para cometer errores.
b. Buscar la ayuda de un maestro/entrenador y darle permiso y autoridad.
c. Asignar tiempo y recursos, para practicar eficazmente bajo la supervisión del
entrenador.
Los seres humanos somos seres históricos, nos regimos por cosas que hemos vivido. Cuando
aprender se convierte en una necesidad, en cualquier proceso de aprendizaje, podemos
encontrarnos con ciertas trabas (“enemigos/obstáculos del aprendizaje”) que nos impiden
aprovechar al máximo el proceso de aprender. Sin necesariamente siempre estar conscientes,
podemos resistirnos al aprendizaje. Estos “enemigos del aprendizaje” obstaculizan y limitan
que aprendamos y accionemos de una forma diferente.
1. Incapacidad o miedo a decir “no sé”. Nos cuesta reconocer que hay cosas que no
sabemos y nos sentimos mal por hacerlo. Pensamos que debemos saberlo todo y
reconocer que no es así nos cuesta. Esto puede ser un reflejo de tener un corazón
orgulloso. Al no decir “no sé” usted está pasando la oportunidad de aprender
algo.
3. Pensar que tenemos limitaciones para aprender. Esta actitud nos hace creer que,
como somos, no tenemos la capacidad para aprender como otros.
4. Querer tener todo claro todo el tiempo. Esto es como una adicción a tener
siempre la respuesta. No estar abierto para admitir que, para llegar a saber,
pasamos por el no saber y que para llegar a la luz hay que atravesar la oscuridad.
9. No dar autoridad a alguien para que nos enseñe. Es necesario dar autoridad y
confiar a alguien para que nos pueda enseñar. Reconocer que tiene mayor
capacidad de acción en un determinado dominio. Debemos confiar en los que nos
enseñan y darle autoridad para que lo hagan.
PARA TRABAJAR
Identifica cuáles son tus enemigos del aprendizaje y busca la manera de convertirlos en
oportunidades para aprender.
DISCIPLINA
Significa aceptar ser disciplinado o discipulado.
Disciplinar es instruir, acatar normas. Para ser disciplinado se necesita ser discípulo:
alguien que sigue y es formado. Para eso, tienes que dar autoridad a alguien para que lo
haga contigo.
Si no lo hacemos, no podemos ser discípulos. Si no somos discípulos es difícil que seamos
disciplinados.
Los que siguieron a Jesús dejaron lo que tenían y fueron con Él. Le dieron autoridad para
que les enseñara o discipulara. Se sometieron a Él.
Un discípulo está dispuesto a cambiar. A dejar cosas de su pasado con tal de alcanzar el
resultado extraordinario en su vida.
Por otro lado, también debemos ser disciplinados con nuestras cosas. Esto incluye ser
buenos mayordomos de lo que tenemos.
PROV. 15:32
El que tiene en poco la disciplina se desprecia a sí mismo, mas el que escucha las
reprensiones adquiere entendimiento.
Es muy importante para nuestra vida el tener a alguien que nos corrija e instruya. Ese
tipo de relación es de bendición y nos ayuda a continuar hacia adelante.
PERSEVERANCIA
Pero siempre tiene una connotación con el futuro. No se persevera mirando hacia atrás,
siempre se hace mirando hacia adelante.
Cuando no se persevera es porque no se tiene clara cuál es la visión y misión que Dios
tiene para su vida y que ellos pueden elegir llegar.
- ¿Cómo te ves cuando te levantas día a día, cómo alguien con limitaciones o con
posibilidades?
- Cuando encuentras dificultades en la vida, ¿te estás rindiendo fácilmente o aprendiendo
en el proceso la forma de superarlos?
- ¿Eliges vivir feliz con lo que eres y lo que tienes o decides seguir llorando por lo
que no tienes o lo que querías ser?
Para Trabajar y Transformar:
1. ¿Qué acciones va a tomar para ser una mejor persona?
2. ¿De qué forma puede ser un mejor regalo?
3. ¿Cuál es el riesgo de no incorporar la distinción de perseverancia?
4. ¿En qué áreas necesita incorporar, hacer parte de usted, la perseverancia?
RESILIENCIA
Es, como los seres humanos respondemos o reaccionamos ante las diversas experiencias
que hemos enfrentado en la vida. Esas experiencias estarán presentes en mayor o menor
grado o con diferentes “nombres” a lo largo de nuestra vida. Buscar de Dios, servirle o
cumplir con sus preceptos NO nos exonera de situaciones difíciles en la vida tales como
traumas (físicos o emocionales), pérdidas, enfermedades, desilusiones, frustraciones,
presiones, etc. La forma como respondemos a las situaciones difíciles es dinámica (nunca
es igual para nadie), varía:
ü de acuerdo a las personas.
ü a lo largo del tiempo
ü de acuerdo con las circunstancias
ü y al grado de crecimiento o madurez que se tenga.
Esto es así porque la vida también es activa y cambiante. No podemos controlar que
aparezcan situaciones adversas en la vida, pero sí podemos elegir cómo vamos a
responder ante éstas.
Cuando somos rescilientes, podemos levantarnos, aunque las circunstancias nos hayan
derribado. Además, no sólo nos levantamos, sino que mantenemos nuestra forma o diseño
original.
La restauración de Dios, no sólo hace posible que recuperemos nuestro estado original,
sino que nos lleva a una posición mejor de lo que estábamos antes de la presión.
Para poder resistir mayor presión es necesario que aumentemos nuestra superficie, o sea
es necesario crecer en nuestra capacidad resiliente. La capacidad resiliente se va
desarrollando.
Visión y Actitud diferentes nos harán estar más fuertes y flexibles ante eventos posteriores.
El ser humano tiene la capacidad para hacer frente a las adversidades de la vida, superarlas
e, inclusive ser transformado por ellas. Nosotros podemos decidir si ese efecto o cambio
es para bien o no.
¿CÓMO CRECER EN RESILIENCIA?
1. Estar claro de nuestra identidad en Cristo Jesús – el concepto que tenemos de
nosotros, determinará lo que pensamos, decimos y hacemos. Crecemos o nos
quebramos en el proceso. Ef 2.10…
Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios
preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
2. Aprender a ser flexibles y no rígidos – rigidez nos puede quebrantar, la flexibilidad
mantiene el balance.
3. Determinarnos a crecer- no ver el problema, la presión o la situación, sino la
oportunidad de vencer, crecer y aprender.
4. Aprender de experiencias previas – incorporar herramientas que hayamos
utilizado. Esto nos dará la capacidad para resolver problemas posteriormente.
5. Perseverancia- mantenernos firmes en el momento difícil, no desenfocarnos.
6. Tener gozo. Nos gozamos en medio de las pruebas, no por las pruebas en sí.
7. No ser independientes o aislados. - Trabajar en equipo. Utilizar recursos que necesitemos
en un momento determinado. Muchos estudios refieren que el factor de mayor
importancia en la resiliencia es tener el cuidado y respaldo de adentro y fuera de la familia.
Pero ¿Qué vamos a hacer si no tenemos ese respaldo en un momento determinado?
Podemos tenerlo en otras personas.
8. Templanza o dominio propio. Nos da la capacidad para manejar impulsos y
sentimientos fuertes.
9. Conocer y meditar o confesar la Palabra de Dios.
Es importante aprender a no dejarse destruir por las circunstancias que se nos presenten
en la vida. Cuando estas vienen, podemos ser rescilientes y soportarlas. Además,
podemos aprender de esas experiencias. Más que traumas son posibilidades. Otros nos
pueden ayudar cuando lo necesitamos. No es malo tener ese apoyo. Es necesario.
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Material Método CC, Programa curso coaching 401 2018
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