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ESTUDIO DE LOS RESULTADOS Y DE LA OPINIÓN QUE TIENEN LOS

ESTUDIANTES DEL PASO DE LA EDUCACIÓN PRIMARIA A LA


SECUNDARIA
Autor: Miguel Ángel Valverde Gea. Orientador Escolar.

INTRODUCCIÓN

Para la realización de este estudio hemos empleado los informes y actas


de evaluación del alumnado que pasaba de 6º a 1º de ESO a nuestro instituto,
la información de las reuniones mantenidas con los tutores de los centros de
Primaria y las entrevistas realizadas al alumnado en 1º de secundaria. Los
datos pertenecen a los cursos 2003-2004 y al 2004-2005.

El objetivo del estudio ha consistido en comprobar que efectos


académicos tiene el paso de la etapa de Primaria a la de Secundaria para el
alumnado de nuestro centro. ¿Suspenden más o menos al pasar a
Secundaria? ¿Quiénes lo hacen? ¿En qué porcentaje? ¿Existe continuidad o
congruencia en los resultados de un año para otro? Para ello hemos dividido al
alumnado en dos grupos: aquellos que han marchado bien en los estudios
hasta ahora y han ido aprobando todas las asignaturas sin dificultades; y los
que han tenido problemas en la etapa de Primaria por lo que han suspendido
alguna materia o, sin suspenderla, en opinión de sus maestros pueden
presentarlos al pasar a Secundaria. Los primeros los hemos asociado con la
optativa de Francés y los segundos con las de Refuerzo de Lengua y
Matemáticas.

Al mismo tiempo, hemos intentado comprender cómo nuestros


estudiantes viven este tránsito entre etapas por medio de procedimientos
cualitativos. Así, hemos entrevistado a 20 estudiantes representativos de los
diferentes colegios que aportan alumnado a nuestro instituto. Las entrevistas
han sido individuales y en pequeño grupo y han sido de tipo semiestructurado.

LOS RESULTADOS ACADÉMICOS

Si tenemos en cuenta que el alumnado propuesto para Francés es aquel


que no ha suspendido ninguna asignatura y que marchó bien en la etapa de
Primaria, hemos procedido a comparar ese dato con el aquellos estudiantes
que han obtenido “0 suspensos” para observar cuántos alumnos continúan
como en Primaria sin suspender asignaturas. En el grupo del curso 2003-2004,
han sido 11 estudiantes (el 25% de los que marchaban bien) los que han
suspendido algunas asignaturas, en concreto una media de entre 2 y 3
materias. En el grupo del curso 2004-2005, han sido también 11 alumnos los
que no han aprobado alguna asignatura; sin embargo, al ser menor el número
de estudiantes su porcentaje sube al 30%. Con lo que podemos concluir
señalando que entre el 25 y el 30% del alumnado que pasa de Primaria a la
ESO sin problemas comienza a tenerlos en esta etapa.
No obstante, conviene tener en cuenta al alumnado con uno o dos
suspensos porque es aquí donde vamos a encontrar a casi todo el alumnado
que comienza a fallar en algunas asignaturas. Por consiguiente podemos
concluir también que la mayoría de este alumnado suspende, pero se
mantiene en situación de promoción de curso. Son pocos los alumnos que
se desorientan en este periodo y acumulan un número elevado de suspensos.
Observamos claramente como existe una gran correlación entre las cifras
correspondientes a la optativa de “Francés” y a las de “0 suspensos” y “1-2
suspensos” sumadas conjuntamente y correspondientes a dos grupos de
alumnos y cursos diferentes. Podríamos, por tanto, establecer una correlación
entre las cifras de alumnado que los tutores de Primaria recomiendan para
Francés y las de los estudiantes que van bien o casi bien (con expectativas de
promocionar) en 1º de ESO.

Casi todo el alumnado que es adscrito a la optativa de Refuerzo


suspende alguna o muchas asignaturas (el 95%). Podemos decir que existe
una muy alta correlación entre esta optativa y el fracaso escolar. Los tutores
recomiendan para la materia de Refuerzo a los estudiantes que no marchan
bien en sus estudios o que tienen dificultades de aprendizaje manifiestas. No
obstante, uno de cada seis estudiantes (un 16%) se encuentra en situación de
promocionar de curso.

El 84% del alumnado de Refuerzo ha suspendido más de dos


asignaturas. La media de asignaturas suspensas es de 6,3. El 47% del
alumnado de este grupo obtiene nueve o más suspensos. Esto implica que
estos jóvenes corren un grave riesgo de “desenganchar” de los estudios y
por tanto de fracaso o de abandono escolar.

LAS OPINIONES DE LOS ESTUDIANTES

En general, a los alumnos entrevistados les parece más difícil el


instituto que el colegio. Casi todos los alumnos señalan esta circunstancia. En
general, asocian esta dificultad a los contenidos (a las asignaturas), al
profesorado y a la carga de trabajo derivada de éstos. La mayoría de los
entrevistados reconocen que en el instituto les exigen más trabajo que el que le
demandaban en el colegio.
Para mi los maestros y los profesores no son iguales, aquí presionan más y están más
encima tuya pidiéndote que estudies más y trabajes más en casa, en el colegio no te lo
decían. (Ca, colegio C)

Aquí es más difícil que en el colegio porque hay una forma de estudio diferente a la
escuela y estamos como asustados porque es más difícil. Tienes que estudiar todos
los días. Allí te decían estúdiate eso, pero no te preguntaban, y aquí tienes que
estudiar todos los días y por tu cuenta. Allí era mucho más fácil. (Na, colegio B)

a. Las asignaturas

Respecto a los contenidos los entrevistados señalan que les cuesta


adaptarse al mayor número de asignaturas que tienen en Secundaria (diez u

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once, si dan Religión), frente a las siete que tienen en Primaria. Esta
circunstancia también la perciben los profesores cuando llega la llamada “sexta
hora” y los estudiantes se encuentran ya cansados y con escasa capacidad de
concentración. Como consecuencia directa del mayor número de asignaturas
está una mayor carga de trabajo derivada de éstas. Casi todos los estudiantes
reconocen que estudian más ahora que antes.

Hay que estudiar más tiempo que en la escuela, yo no estudiaba todos los días sólo
antes de los exámenes, sin embargo aquí hay que estudiar todos los días, por ejemplo
aquí un día cualquiera te ponen un examen sorpresa o te pregunta el maestro la
lección y no sabes cuando te va a preguntar..., en el colegio te lo decían el día de
antes.(Vi, colegio C)

Mandan más apuntes para estudiar. Yo el año pasado estudiaba cuando no tenía más
(tareas) que hacer y mientras hacía los deberes se me quedaba en la cabeza, a veces
con quince minutos era suficiente. Ahora le dedico media hora por la tarde y los fines
de semana una hora o más.(Al, colegio O)

Frente a esta dificultad algunos alumnos comentan la necesidad de


adaptarse pronto y coger “el punto” a cada profesor y a cada asignatura.
Con respecto a las asignaturas también te adaptas. Tú sabes que entra el profesor de
L. Y dicta mucho; el de P.l entra, tu libro y te pones a colorear; el de Sociales entra,
abres tu libro y corrige actividades y después te pones a subrayar; el de Naturaleza,
por ejemplo, entra, leemos, subrayas, copias y hacemos un dibujo. Sabes el método
que utiliza cada uno y te vas acostumbrando... .(Ca, colegio O)

También señala una mayoría del alumnado que en el instituto se realizan


más exámenes y éstos son más difíciles que en el colegio.

Los exámenes aquí son más difíciles, tienes que estudiar más, yo allí en la escuela
repasábamos un día o dos antes y yo siempre sacaba notas altas, pero aquí no hay
punto de comparación. (Ma, colegio C)

Son más difíciles los exámenes cuando no estudias, si estudias y te lo sabes todo son
fáciles. En el colegio hacíamos los exámenes de cada tema, no eran tantas preguntas
ni tan difíciles, eran preguntas fáciles que habíamos repetido ya varias veces y eran
más sencillos. (Car, colegio C)

Hay alumnos que observan como una dificultad añadida que además de
lo planteado en el párrafo anterior (más exámenes y más difíciles), éstos
coincidan en el tiempo. En palabras de ellos, los exámenes vienen “de un
tirón”.

Cuando hay exámenes vienen todos de un tirón, todas las asignaturas entran en una
semana o dos y esa semana está toda completa con exámenes de todas las
asignaturas y que los exámenes son más complicados que los de allí del colegio. (Al,
colegio O)

Todos los estudiantes reconocen que se han visto obligados a dedicar


más tiempo en casa para hacer los deberes y, sobre todo, para repasar y
estudiar las asignaturas. Por regla general, comentan que en Primaria
aprobaban los exámenes repasando en clase y estudiando el día de antes, sin
embargo esa dedicación no es suficiente en la secundaria. En este nivel
necesitan más y mejor planificación del tiempo de trabajo y de estudio en casa.

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No es que yo estudie mucho, repaso y suelo comprender muy bien lo que escucho,
pero en el colegio solo con estudiar un día antes te bastaba..., sólo con hacer las
actividades estaba bien; aquí ya te encuentras con que estudias o te coge... Mi madre
siempre me dice que tengo que tener un cierto orden en el estudio, y en el colegio no
es que la desobedeciera, pero no lo necesitaba tanto; pero aquí tienes que planificarte
el día, porque si no te vas creando un desorden y tienes que planificar las cosas. (...)
Antes en el colegio te mandaban una actividad y tú la hacías en un momentito y ya
está. Aquí hay que estudiar todos los días o un día una materia y otro día otra, porque
si no... En cambio en el colegio mi profesora preguntaba mucho y también tenía que
estudiar, pero era menos. Aquí no se puede decir, mamá no tengo nada que hacer
porque siempre habrá algo. (Ca, colegio O)

Aquí siempre te echan deberes, cosas de lengua o investigar algo, aunque no tengas
deberes te piden que busques en la enciclopedia o internet o hacer un trabajo.
También hay una mayor disciplina en la fecha de entrega, yo ahí me tengo que
esforzar porque yo soy muy lenta. (Ca, colegio O)

b. Los profesores

Respecto al profesorado, los alumnos señalan que los del instituto son
más exigentes y mandan más tareas para casa que los del colegio. Para los
estudiantes, ser exigente implica ser más serio en clase, severo en cuanto al
comportamiento y demandar más trabajo. Los maestros eran más flexibles,
tenían mayor tolerancia con su conducta y les permitían algo más de libertad
de movimiento. Hay que tener en cuenta que en Primaria los alumnos pasan un
mayor tiempo con los profesores, especialmente con su tutor y eso implica un
ambiente y una relación diferente.

Los profesores son más estrictos, mandan más trabajo y ejercicios y cosas para
estudiar. Aquí se tiene uno que andar con más cuidado, pero ya está. (Ad, colegio B)

(Los profesores) Te mandan más cosas y están encima de ti, la gente piensa que eso
es malo, pero ellos hacen su deber... La mayoría de los profesores no dejan que te
levantes, tienes que pedir permiso y están más pendientes. Sin embargo, en la
escuela, tú entrabas, no tocaba el timbre, a las doce te sacaban al recreo. Allí podías
hablar con tu compañera, levantarte a tirar un papel o sacar punta sin pedir permiso y
aquí no. (Mis, colegio C)

Aquí son más rígidos. Los maestros son más flexibles, te dejan más cosas pasar,
tenías más confianza con los maestros... (Ma, colegio C)

Algunos alumnos encuentran diferencias entre el profesorado de


secundaria y en general prefieren a los más serios y exigentes porque
mantienen mejor el orden en la clase y eso les ofrece seguridad. Algunas
opiniones que abundan en esto son las siguientes:

Los profesores son más exigentes, pero (los) hay que son muy serios y llevan su
método y otros que te explican más. Hay profesores como el de (...) que cuando entra
se revuelve todo y cuando entra otro hay más seriedad y se sabe que tiene un tope.
Para mí aquel profesor me cae bien, pero debería dar una cierta materia. Hay otros
que no me caen tan bien, pero que en su clase se puede estar tranquilo porque
muestra desde el primer momento seriedad. (...) (Los alumnos) Tenemos que mejorar
porque cada vez que se va un profesor otra vez se alborota todo. En ese ratito es un
desbarajuste. (Ca, colegio O)

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Hay algunos profesores exigentes y otros no. Yo me he adaptado más. A mí me gusta
más el exigente, están las cosas ordenadas y es más puntual. (Ma, colegio C)

Hay alumnos que perciben que en el instituto el profesorado es más


distante que en los colegios en cuanto a la atención y a las explicaciones en
caso de no entender algo. Ellos valoran a sus maestros como más flexibles y
cercanos que los profesores del instituto. Aquí, los estudiantes sienten que
tienen ellos que tener más autonomía y estar más pendientes.
Los profesores son muy diferentes. Aquí son más estrictos y piden más cosas. A lo
mejor hay un maestro que no explica bien y se lo decimos una y otra vez y si no lo
entiendes te dice que no es su culpa. Los maestros hasta que no lo entendías no
paraban de explicarlo, si no lo entendías te lo explicaban una vez y otra vez. (Na,
colegio B)

Aquí sólo te lo explican dos o tres veces y si no lo entiendes te tienes que buscar tu la
vida. (Gi, colegio O)

También mencionan que les cuesta adaptarse a la cantidad de


profesorado que pasa por un grupo en comparación con la etapa de Primaria.
Mientras que en esta etapa imparten 4 ó 5 maestros clase en un grupo, en la
Secundaria esta cifra se multiplica por dos. Eso influye también en la
coordinación entre aquellos a la hora de enseñar y adaptarse a la clase

El cambio fue fuerte, muchas actividades y..., fue muy fuerte. Yo me esperaba otra
cosa. Lo que más me llamó la atención fueron los profesores, muchos profesores. (Ma,
colegio C)

c. El comportamiento

En cuanto al comportamiento que se le exige en el colegio y en el


instituto, la opinión generalizada del alumnado es que en el instituto hay más
normas que en el colegio y que quiénes las aplican, el profesorado, lo hace con
mayor dureza. Apuntan, a su vez, que el sistema de partes que se lleva en el
centro funciona porque les sirve para controlarse, pero que algunas familias no
les hacen nada a sus hijos por ello. También señalan que en el instituto los
niños se portan peor que en el colegio.

Aquí hay más normas, tienes que pedir permiso para todo y allí no. Si quieres
levantarte por colores para pedírselos a un compañero lo podías hacer, pero aquí
tienes que pedir permiso. Allí era muy raro que pusieran partes, por una pelea o por
contestar muy mal a los maestros (...) En el colegio con la señorita ... no se pasaba
nadie porque te pegaba un grito que te dejaba sorda, pero aquí hay profesores que no
los respetan, les dicen motes o insultos, a uno le tiraron una silla en un pie. No los
respetan. (Mis, colegio C)

En los colegios se pelea alguien y viene la profesora y lo regaña y ya está o llama a


sus padres o lo lleva al banco del director. Aquí no. Por ejemplo, algunos niños dicen
no te pego porque me ponen partes. Aquí se junta un parte, otro parte, otro parte... y
significa..., aunque depende también de los padres. Por ejemplo, mi madre es muy
estricta y si a mí me lo ponen me armará la grande, y dos o tres ya ni te digo, por eso
nos reprimimos más a la hora de hacer cosas y eso no pasaba en el colegio. No es que
en el colegio pasaran de todo, pero no te reprimías tanto. (...) Aquí hay una disciplina
que por algo te ponen un parte, pero aquí es que los niños son más engreídos.

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Siempre hay el típico gracioso, y necesita más disciplina, pero también en el colegio los
niños eran más dulces. (Ca, colegio O)

Algunos alumnos ponen ejemplos sobre la diferencia entre las normas


de disciplina del colegio y del instituto. Observan que en el colegio de Primaria
no emplean o lo hacen con menor rigidez los partes de sanción y que en
Secundaria la mayoría de los profesores son estrictos y no es así en la
Primaria. En el instituto se ponen partes de sanción y al cuarto parte se toman
medidas disciplinarias serias con los infractores como la expulsión temporal del
instituto. Mientras que en el colegio se les advierte, les ponen copias, llaman a
los padres, etc, pero se recurre menos a la expulsión, pues se reserva ésta
para infracciones graves. En el instituto, sin embargo, se adoptan medidas
punitivas fuertes por la repetición de sanciones de menor gravedad.

Con la disciplina hay mucha diferencia, en el colegio como los niños son más
pequeños aceptan más las bromas, se puede correr por los pasillos, te dejan salir a los
servicios y aquí no, tienes que ir en los recreos o en los cambios de hora... Los
maestros son menos exigentes que los profesores. A nosotros no nos gusta que nos
pongan partes, pero a veces nos lo merecemos. (Car, colegio C)

Aquí tienes que ser más formal y más atento a lo que dicen, porque si no te ponen un
parte. Sin embargo en el colegio te dejaban pasar más las cosas. Me parece mejor lo
que ocurre aquí en el instituto, porque la gente que somos más formales no tenemos
por qué aguantar las tonterías de los otros. (Ju, colegio C)

Unos reaccionan, pero otros no, porque los padres pasan tres kilos. (...) En mi colegio
si no traían los deberes algunos maestros le mandaban una notita a la madre y a la
tercera lo expulsaban. Pero esto lo hacían algunos maestros, no todos, y aquí lo hacen
la mayoría. Menos el maestro de Pl que como es más bueno lo han cogido por tonto y
no le hacen caso ni nada, dicen éste no hace nada y pasan de él porque no pone
partes ni nada, sólo hemos hecho dos páginas del libro. Hasta el día que se harte...
(Za, colegio O)

d. La violencia entre los estudiantes

Respecto a las situaciones de violencia que se producen entre los


alumnos, hay división de opiniones dependiendo del colegio del que proceden
e incluso opiniones contradictorias. Hay escuelas de Primaria y aulas con cierta
conflictividad en esta etapa y otras más tranquilas, por ello las percepciones del
alumnado son diferentes. En ese cúmulo de opiniones diversas, parece que
son mayoría los que observan un incremento de la violencia, especialmente
verbal (insultos), al pasar al instituto.

Los compañeros son los mismos que en el colegio, sin embargo hay que andarse con
más cuidado. Hay más peleas, más gritos y más insultos y en el colegio no pasaba
eso. (Ad, colegio B)

Aquí hay más violencia, insultos y agresiones más fuertes. Allí los niños no traían
anillos y aquí sí, aunque están prohibidos algunos los traen. (Car, colegio C)

Hay otros estudiantes, que según su centro de origen, valoran lo


contrario, es decir, que en su colegio había más violencia que en el instituto.
En el colegio había más violencia, todos los días había dos o tres peleas. Aquí una
pelea es un acontecimiento, pero en la escuela sí. En la escuela no había tanto

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empeño como aquí, hay más control. Allí nos dejaban una hora solos si faltaba un
maestro, por ejemplo, aquí está el profesorado de guardia. (Ma, colegio C)

En mi clase había también más peleas en la escuela, pero llegaba el maestro y las
cortaba pronto. Aquí en mi clase apenas hay peleas. (...) En mi clase me encuentro
bien, porque no hay niños que formen peleas ni la líen, aquí estudian todos. (Vi, colegio
C)

También tienen opiniones contradictorias sobre la actuación del


profesorado, respecto a la vigilancia para la prevención de conflictos y peleas y,
también, sobre su actitud ante estas situaciones.

Entre los niños hay mucha violencia y a veces los profesores no se dan cuenta o no
quieren darse cuenta (...) aquí se deja pasar la mano. (Ju, colegio C)

A mí sí me gusta la clase porque he caído con mis compañeras, aunque hay gente que
se pasa con las bromas y dicen comentarios que le afectan y te da lástima de alguna
chiquilla de las cosas que dicen de ella. A veces te gustaría ayudarles, pero sabes que
si te metes te tienes que pelear con ellos. Los que se meten con los demás saben con
quién meterse, con los más nobles y así. (Car, colegio C)

e. Los compañeros

Los alumnos añoran a los compañeros que han caído en otro grupo o
que han ido mayoritariamente a otro instituto y comentan que esta
circunstancia ha hecho difícil su adaptación durante los primeros días.

Al principio no me gustaba mucho, porque no tenía muchas amigas y fue un poco duro,
pero el resto bien. Casi todas mis amigas fueron a otro instituto y yo estaba sola, hasta
que hice otras amistades. (Ca, colegio O)

Yo (echo de menos) a los compañeros, la mayoría de ellos están en otra clase. Pero
también veo bien conocer a otros compañeros diferentes. (Al, colegio C)

Por otro lado, hay algunos estudiantes que no les gusta el grupo en el
que han caído debido a la “informalidad” de algunos compañeros que se
dedican a alborotar y entorpecer la marcha normal de las clases.

A mí me hubiese gustado estar en una clase con un grupo más formal porque hay
gente que la lía y grita. (Ed, colegio O)

A mí no me gusta mi clase porque la cuarta parte es normal, pero de vez en cuando se


escabulle la gente y se junta con los que dan problemas, entonces cada vez hay más
gente que hacen “follones” y no dejan explicar y los maestros se vuelven locos y
pasan, como el de (...) que no lo dejan dar clase y la gente se queja porque le ha
puesto un suficiente y no hay un apoyo en la clase. (Za, colegio O)

CONCLUSIONES

De los datos y resultados de este estudio podemos extraer las siguientes


conclusiones:

 El paso de la Primaria a la Secundaria implica un empeoramiento de los


resultados escolares del alumnado. Esto significa que alrededor del 40% de

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los estudiantes que marchaban bien en sus colegios comienzan a
suspender algunas asignaturas (una media de tres). Sin embargo, si
consideramos que el alumnado que suspende una o dos materias se
encuentra en situación de promoción, este porcentaje se reduce al 20%. En
resumen, dos de cada diez estudiantes que marchan bien en sus colegios
comienzan a tener problemas serios con los estudios al pasar a la
Secundaria.

 Sólo el 5% del alumnado recomendado para Refuerzo aprueba todas las


asignaturas y un 11% más se encontraría en situación de promoción. Es
decir, el 84% de los estudiantes que van “justitos” o “con problemas de
aprendizaje” no presentan mejoría o empeoran al pasar a la ESO. Además,
de este grupo que denominamos con necesidades de “Refuerzo”, casi la
mitad suspenden una media de 6 suspensos. De aquí podemos dar un paso
más y decir que casi la mitad del alumnado –el 47%- suspende nueve
asignaturas o más. Este alumnado, sin duda, se encuentra en grave riesgo
de fracaso y de abandono escolar. Sin embargo, en este momento el 17%
del alumnado de “Refuerzo” –el 13% del total de estudiantes que ingresan
nuevos en primero de la ESO- falta con frecuencia o son absentistas
crónicos.

 Podemos señalar que el dato del alumnado de Francés y de Refuerzo


correlaciona con el de aquellos estudiantes que marchan bien y tienen
posibilidades de promocionar en Secundaria y el que repetirá curso,
respectivamente.

 Los alumnos perciben el cambio de etapa y de centro como una situación


difícil que les crea dificultades y problemas de adaptación. Estas dificultades
las concentran en los siguientes apartados:

o En la Secundaria se enfrentan con más asignaturas (pasan de 7 a


11), más profesorado y un incremento del horario de permanencia en
el centro.
o Tienen una mayor carga de trabajo: Los alumnos opinan que tienen
que trabajar más porque les mandan más deberes para casa y
porque han de repasar todos los días. El paso al instituto les exige
una mayor autonomía de la que tenían en los colegios para
adaptarse a esta nueva realidad.
o Los exámenes son más difíciles y más frecuentes en la Secundaria
que en la Primaria.
o Los profesores son más exigentes en relación con el trabajo y con el
comportamiento.
o Consideran que las normas son aplicadas de forma más rígida en el
instituto que en el colegio.
o En el instituto observan que existe, por lo general, más agresividad y
violencia entre los alumnos que en sus colegios. Los insultos y las
peleas son las situaciones más frecuentes.
o Hay alumnos que se quejan del comportamiento disruptivo de otros
compañeros que según ellos “van a liarla”, aunque ésto sólo ocurre
en algunos grupos.

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o Valoran que en el instituto tienen mayor libertad. De sus opiniones
podemos traducir que esto significa que se pueden mover por más
sitios y en diversos ámbitos y porque hay menos control del
profesorado que en los colegios.

 Necesitamos adoptar medidas que faciliten al alumnado el tránsito de una


etapa a otra de manera más suave y para ello tenemos que escoger con
cuidado cuáles son los aspectos sobre los que es posible intervenir en el
contexto actual:

o Reducir el número de profesores que imparte clase a los diferentes


grupos de alumnos de primero de la ESO. Varias asignaturas se
pueden agrupar en ámbitos de conocimiento que pueden ser
impartidos por un solo profesor cada uno de ellos.
o Ayudar al alumnado en la conquista de su autonomía como
estudiante, aprendiendo a planificar las tareas y a estudiar de forma
comprensiva. Esto implica más tutoría.
o Revisión, por el profesorado, de su forma de enseñar y de evaluar
para adaptarse a las características de nuestros jóvenes.
Especialmente, cuando tenemos unas cifras tan desproporcionadas
de alumnado con dificultades de aprendizaje o con problemas de
motivación ante el estudio.
o Que los Departamentos Didácticos asuman la tarea de planificar,
elaborar materiales y mejorar la evaluación de todos estos alumnos,
especialmente aquellos que ingresan con un desfase escolar
significativo.
o Implementar medidas para mejorar la comunicación con las familias
con objeto de conseguir que los padres se impliquen de forma
positiva en la marcha académica de sus hijos.
o Demandar a la Administración que adopte medidas para equilibrar la
desproporcionada escolarización de alumnado con necesidades
educativas en nuestro centro. Al mismo tiempo, para que nos
proporcione recursos personales y materiales para trabajar con este
alumnado. También para exigir que se asesore y se supervise la
realización de estas tareas.

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