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o Procesos de insolvencia
Desjudicialización de los procesos concursales. La superintendencia recibió
competencia para tramitar los procesos de concordato (preventivo) y liquidación, pues
esta podía ordenar medidas preventivas.
Las modificaciones de la ley 222 del 95 ocasionaron una contradicción sobre esta
competencia de atender procesos de concordato y liquidación, un antagonismo entre
el art 90 y el 214, cuya solución fue emitir una norma que derogara estos preceptos
donde se declaraba competente a la Superintendencia para resolver conflictos de
procesos concursales de todo tipo de sociedad sujetas a un régimen de intervención o
liquidación, lo que fue declarado inexequible.
A partir del 95 la superintendencia tuvo una ampliación en sus facultades para dirigir y
tramitar procesos concursales, abarcando la posibilidad de que convocara de oficio la
tramitación de dicho proceso, esto llamado como una facultad fiscalizadora de control.
Esto fue declarado exequible, y actualmente existe.
También debe considerarse el gran avance a partir de la ley 550 de 1999, mediante la
que se introdujo el trámite de reestructuración empresarial.
La ley 1116 de 2006 (que derogó parcialmente la 222) modernizó sustancialmente el
régimen de insolvencia colombiano, hizo más expeditos los procesos concursales e
introdujo nuevos conceptos como la insolvencia transfronteriza, efectos de la
insolvencia de grandes grupos empresariales, entre otros.
Con respecto al 3) A partir del art. 24 del CGP, estas acciones pueden intentarse
frente a cualquier tipo de sociedad no sujetas a vigilancia permanente de la
Superintendencia, pues debe inferirse que se habla de vigiladas y controladas.
Comprende los procesos de nulidad, inoponibilidad de las determinaciones de la
asamblea o junta de socios, sino también la nulidad de decisiones de junta
directiva. La ineficacia no podrá aducirse dentro de un proceso en que hubiere de
conocerse la impugnación de determinaciones de asamblea o junta de socios.
Por medio de esta ley se expidió el Plan Nacional de Desarrollo 2010-2014, donde
se dijo que las funciones jurisdiccionales otorgadas a la Superintendencia por la ley
1258 de 2008 aplicaban para todos los tipos de sociedades, con excepción de las
vigiladas por la Superintendencia Financiera. Estas funciones se entienden
prorrogadas 4 años más, con la ley 1253 de 2015 que expide el PND 2014-2018.
Sobre el particular
Entender accionista como asociado.
Pueden ser ex asociados o ex administradores.
La acción de impugnación de actas o decisiones de asambleas, juntas directivas,
o juntas de socios de sociedades sometidas a fiscalización de la
superintendencia procede cuando las determinaciones demandadas estén
viciadas de nulidad o afectada por inoponibilidad.
Para la acción indemnizatoria será competente el juez civil, cuando se reclamen
perjuicios derivados del acto o decisión, cuya nulidad hubiere sido declarada.
Amplitud de facultades, como: toma de posesión para devolver las sumas de dinero,
revocatoria y reconocimiento de ineficacia de los actos y negocios jurídicos, devolución
de bienes de terceros no vinculados, plan de desmonte, suspensión de actividades,
disolución y liquidación de la PJ, liquidación judicial de las actividades no autorizadas,
cualquier otra cosa que estime conveniente.
Para los casos en los que el funcionario actuó más allá de sus funciones, proceden
potestades jurisdiccionales, pues los actos se convierten en administrativos.
Puede proponerse tutela también, cuando se configura la llamada vía de hecho (pág.
38).
Los actos jurisdiccionales que pueden apelarse son aquellos que declaren que la
entidad esta inhibida para conocer un asunto o se determine el fallo definitivo (art. 52
de la ley 510 de 1999).
Ese artículo, no procede para funciones otorgadas por otra ley diferente a la 446 de
1998.