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PROCESAL CIVIL II
Docente: José Carlos Gómez Velásquez
1. La designación del Juez ante quien se interpone la demanda, requisito de ésta que
contempla el inciso 1) del articulo 424 del Código Procesal Civil, supone la
determinación que hace el actor de la competencia del órgano jurisdiccional, en base a
las reglas del Capitulo I ("Disposiciones generales") del Titulo II ("Competencia") de la
Sección Primera ("Jurisdicción, acción y competencia") del Código Procesal Civil: arts.
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5 al 34. Ello es muy importante a fin de evitar cualquier cuestionamiento de la
competencia que puede originar la nulidad de todo lo actuado.
2. En cuanto a los requisitos de la demanda previstos en el inciso 2) del artículo 424 del
Código Procesal Civil, cabe señalar que los datos de identidad comprenden los
nombres y apellidos completos del demandante y el número de su documento
nacional de identidad (en caso de ciudadanos nacionales), carné de extranjería o
pasaporte (en caso de ciudadanos extranjeros). Tratándose de personas jurídicas, serán
identificadas con todos aquellos datos relativos a su inscripción registral y el número del
Registro Único de Contribuyentes (RUC.). La dirección domiciliaria y el domicilio
procesal adquieren trascendencia porque significan, respectivamente, el lugar de
residencia del actor y el lugar donde se dirigirán las notificaciones de las diferentes
actuaciones judiciales que se den en el desarrollo del proceso.
4. Acerca de los requisitos de la demanda previstos en el inciso 4) del artículo 424 del
Código Procesal Civil, cabe señalar que los nombres y apellidos completos del
demandado deben señalarse claramente en la demanda por ser él contra quien se dirige
la pretensión y del cual se espera la satisfacción del derecho a dictarse en la sentencia
invocado por el actor, La dirección domiciliaria de aquél es indispensable para el
correcto emplazamiento y para establecer la litis contestatio. Lino Palacio, al tocar lo
referente a la indicación del nombre y domicilio del demandado, señala que son "...
menciones cuya exigencia se justifica por la circunstancia de ser aquél el sujeto pasivo
de la pretensión y quien habrá de quedar jurídicamente vinculado por la sentencia que se
dicte" (PALACIO, 1977, Tomo IV: 288). El citado inciso del ordenamiento procesal
faculta la interposición de la demanda que no contenga dicha dirección, siempre y
cuando se exprese bajo juramento esa circunstancia. Si se falta a la verdad respecto de la
dirección domiciliaria del sujeto pasivo de la relación procesal (ya sea indicando una
falsa dirección o asegurando su desconocimiento), se sancionará al infractor con multa,
representando además la conducta en mención un ilícito penal por lo que se pondrá en
conocimiento del Ministerio Público tal hecho (art. 441 del Código Procesal Civil).
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6. Los fundamentos de hecho (requisito de la demanda contemplado en el art. 424 inc.
6, del C.P.C.) vienen a ser el relato preciso, ordenado y claro de las situaciones que
dieron lugar al litigio y "... delimitan también la causa petendi que el juez debe
considerar en la sentencia. Es lo que se conoce como congruencia de la sentencia"
(DEVIS ECHANDIA, 1985, Tomo II: 470). Como bien lo señala Lino Palacio "la
claridad' en la exposición de los hechos en que se funda la demanda tiene fundamental
importancia por cuanto: 1) Al demandado incumbe la carga de reconocerlos o negarlos
categóricamente (…) y, por lo tanto, aquella exigencia resulta de decisiva trascendencia
a fin de valorar su silencio o sus respuestas evasivas; 2) Los hechos articulados en la
demanda (y en la contestación del demandado) determinan la pertinencia de la prueba a
producirse en el proceso (...); 3) La sentencia sólo puede hacer mérito de los hechos
alegados por las partes (...), con riesgo, en caso contrario, de adolecer de incongruencia"
(PALACIO, 1977, Tomo IV: 295).
8. El monto del petitorio (requisito de la demanda previsto en el arto 424 -inc. 8, del
C.P.C.) establece la cuantía y determina la competencia por dicha razón (arts. 10, 11, 12
y 13 del C.P.C.), así como la clase de proceso (o vía procedimental) en que se va a
ventilar el asunto litigioso: proceso de conocimiento (art. 475 - inc. 2, del C.P.C.),
abreviado (art. 486 - inc. 7, del C.P.C.) y sumarísimo (art. 546 - inc. 7, del C.P.C.).
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de ese modo se evita el inicio o continuación de un proceso sin que haya mérito alguno
para ello por no poderse probar en juicio las alegaciones de los sujetos procesales.
Finalmente, cabe indicar que la demanda debe adoptar la forma prevista en el artículo
130 del Código Procesal Civil, numeral que regula la forma que tienen que seguir todos
los escritos que se presenten al proceso. Además, la demanda, como todo escrito que se
presente al proceso, debe estar autorizada por Abogado colegiado con indicación clara
de su nombre y número de registro; de lo contrario, no se le concederá trámite (art. 132
del C.P.C.).
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1. Se desprende del artículo 425 del Código Procesal Civil que son anexos de la
demanda los siguientes:
B) El documento que contiene el poder para iniciar el proceso, cuando se actúe por
apoderado, debiendo constar expresamente las respectivas facultades de representación
con que se cuenta.
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terceros sólo están obligados a exhibir los documentos que pertenezcan o
manifiestamente incumban o se refieran a alguna de las partes.
G) Copia certificada del Acta de Conciliación Extrajudicial (en que consta que el
acuerdo conciliatorio extrajudicial no se ha producido), en los procesos judiciales cuya
materia se encuentre sujeta a dicho procedimiento previo. Al respecto, cabe señalar que
son materia de conciliación extrajudicial:
Por otro lado, tal como lo señala expresamente el segundo párrafo del artículo 6
de la Ley Nro. 26872, no procede la conciliación extrajudicial:
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En el proceso de retracto debe anexarse el certificado de depósito en dinero del
equivalente de la prestación recibida por el enajenante, los tributos y los gastos pagados
por el adquirente, etc. (art. 495 del C.P.C.).
En los procesos de rectificación de áreas o linderos será necesario adjuntar los planos
de ubicación y perimétricos que acrediten la extensión del terreno sobre el cual se
solicita la rectificación, la copia literal de dominio cuando se trate de bienes
inscribibles, etc. (art. 505 del C.P.C.).
En el proceso ejecutivo debe acompañarse el título ejecutivo (art. 695 del C.P.C.).
2. Por otro lado, debe anexarse a la demanda el comprobante de pago de arancel judicial
y los formatos de notificaciones creados por el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial.
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2. No se acompañen los anexos exigidos por ley;
3. El petitorio sea incompleto o impreciso; o
4. La vía procedimental propuesta no corresponda a la naturaleza del petitorio o al
valor de éste, salvo que la ley permita su adaptación.
1. "... Se Inadmite la demanda cuando le falta algún requisito o un anexo o tenga algún
defecto subsanable y con el fin de que sea subsanado en el término que la ley procesal
señale; por lo tanto, la inadmisión es una medida transitoria" (DEVIS ECHANDIA,
1985, Tomo II: 480). Pero, si no logra subsanarse la demanda dentro del plazo legal, la
declaración de inadmisibilidad traerá como consecuencia el archivamiento del
expediente.
2. Se desprende del artículo 426 del Código Procesal Civil que la demanda será
declarado inadmisible en los siguientes casos:
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Si la resolución que declara la improcedencia fuese apelada, el Juez pondrá en
conocimiento del demandado el recurso interpuesto. La resolución superior que
resuelva en definitiva la improcedencia, produce efectos para ambas partes.
1. De acuerdo a lo normado en el inciso 1) del artículo 427 del Código Procesal Civil, el
Juez declarará improcedente la demanda cuando el demandante carezca evidentemente
de legitimidad para obrar, también conocida como legitimatio ad causam o legitimidad
en la causa. La legitimidad para obrar implica que el proceso se lleva a cabo entre los
mismos sujetos que integran la relación jurídica material. Advertimos que no equivale a
la titularidad efectiva del derecho, pues ello derivaría siempre en una sentencia
favorable, sino simplemente significa la identidad entre las personas integrantes de la
relación jurídica sustantiva y las partes que conforman la relación jurídica procesal.
Sobre esto señala Devis Echandía que " .. esa condición o cualidad que constituye la
legitimación en la causa, se refiere a la relación sustancial que se pretende que existe
entre las partes del proceso y el interés sustancial en litigio o que es el objeto de la
decisión reclamada. Se puede tener la legitimación en la causa, pero no el derecho
sustancial pretendido..." (DEVIS ECHANDlA, 1984, Teoría General del Proceso, Tomo
I: 296). Concluye el citado autor que ".. no se trata de la titularidad del derecho o la
obligación sustancial, porque puede que éstos no existan, y que basta con que se
pretenda su existencia; por eso puede ser perfecta la legitimación en la causa y, sin
embargo, declararse en la sentencia que dicho derecho y tal obligación (...) no existen
realmente" (DEVIS ECHANDIA, 1984, Teoría General del Proceso, Tomo I: 310). La
legitimidad para obrar es una condición de la acción que precisamente limita o
condiciona el ejercicio de ésta a su existencia, tan es así que la demanda interpuesta por
quien carece de legitimidad para obrar es declarada improcedente de oficio por el Juez;
de no ser declarada de oficio puede denunciarse su ausencia a través de la
correspondiente excepción. La legitimidad para obrar no constituye, strictu sensu, una
condición del éxito de la pretensión, independientemente de que, pasada por alto y
desarrollado el proceso, se expida una sentencia en detrimento de quien intervino en el
proceso careciendo de legitimidad; o, en sentido contrario, se resuelva a favor de aquel
que sí cuenta con legitimidad para obrar. Finalmente, es de destacar que tanto el
Ministerio Público como el procurador oficioso y quien defiende intereses difusos no
requieren invocar legitimidad para obrar para promover un proceso, pues así lo
establece el primer párrafo del artículo IV del Título Preliminar del Código Procesal
Civil.
2. De conformidad con lo dispuesto en el inciso 2) del artículo 427 del Código Procesal
Civil, el Juez declarará improcedente la demanda cuando el demandante carezca
manifiestamente de interés para obrar. Al respecto, cabe señalar que el artículo VI del
Título Preliminar del Código Civil regula lo relativo al interés para obrar y señala que
para ejercitar o contestar una acción es necesario tener legítimo interés económico o
moral y, además, que el interés moral autoriza la acción sólo cuando se refiere
directamente al agente o a su familia, salvo disposición expresa de la ley. Dicha norma
es concordante con el primer párrafo del artículo IV del Título Preliminar del Código
Procesal Civil, según el cual el proceso se promueve sólo a iniciativa de parte, la que
invocará interés y legitimidad para obrar, no requiriendo invocarlos el Ministerio
Público, el procurador oficioso ni quien defiende intereses difusos. El interés para obrar,
denominado por Devis Echandía interés en la pretensión u oposición, para la sentencia
de fondo o de mérito, es "... el interés jurídico sustancial particular o concreto que
induce, al demandante, a reclamar la intervención del órgano jurisdiccional del Estado,
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a fin de que mediante sentencia resuelva sobre las pretensiones invocadas en la
demanda, y al demandado, a contradecir esas pretensiones, si no se halla conforme con
ellas; y a los terceros que intervengan luego en el proceso, a coadyuvar las pretensiones
del primero o la defensa del segundo, o a hacer valer una pretensión propia" (DEVIS
ECHANDlA, 1984, Teoría General del Proceso, Tomo I: 274). No hay que confundir el
interés para obrar con la titularidad del derecho sustantivo que se quiere hacer valer en
juicio porque puede una persona contar con aquél y a la vez no asistirle el derecho
material que invoca, siendo merecedor del fallo correspondiente, aunque éste no le
beneficie; del mismo modo, el demandado puede tener interés para contradecir la
pretensión del actor e intentar obtener así una sentencia favorable, pese a ser infundada
su posición y expedirse, consiguientemente, una sentencia desfavorable. Tampoco debe
confundirse el interés para obrar con la legltimatio ad causam o legitimidad para obrar
porque esta última representa la uniformidad o coincidencia entre las personas
integrantes de la relación jurídica sustancial y quienes forman parte de la relación
jurídica procesal (que no son estrictamente los titulares del derecho porque, integrando
la relación material, pueden no serio). El interés para obrar es, pues, de contenido
procesal al significar una condición de la acción, y supone la alegación de la existencia
de interés económico o moral en el sujeto procesal, pero no constituye uno de ellos o
ambos, apreciados aisladamente, sino que habrá que sumar a tales intereses la voluntad
de lograrlos a través del quehacer judicial. El interés económico es el que se relaciona
con el aumento o disminución del patrimonio de un sujeto. El interés moral es uno de
naturaleza extrapatrimonial, ligado más bien a los valores subjetivos de la persona.
3. Tal como lo señala el inciso 3) del artículo 427 del Código Procesal Civil, el Juez
declarará improcedente la demanda cuando advierta la caducidad del derecho. Sobre el
particular, Vidal Ramírez dice de la caducidad o decadencia del derecho que "... el
vocablo viene del verbo latino cedere, que significa caer, y en su significado jurídico, es
una sanción que hace perder o impide nacer un derecho, o, la decadencia o pérdida de
un derecho porque no se ejercita dentro del plazo establecido por la ley la acción
necesaria para su preservación" (VIDAL RAMIREZ, 1996: 184). La caducidad se
encuentra regulada en el Título II del Libro VIII del Código Civil. Precisamente, el
artículo 2003 del citado cuerpo de leyes define a la caducidad del siguiente modo: "La
caducidad extingue el derecho y la acción correspondiente". Se aprecia entonces que la
caducidad es una forma de extinción de derechos debido al transcurso del tiempo. Así lo
sostiene Messineo cuando afirma que "el derecho se pierde si el ejercicio no se cumple
dentro del término de decadencia..." (MESSINEO, 1979, Tomo II: 77). Es de destacar
que no todos los derechos son susceptibles de caducidad, pues ésta 9S determinada
expresamente por el Derecho positivo (art. 2004 del C.C.), de ahí que se dice que su
fijación es casuística; por consiguiente, a falta de disposición legal, se entiende que no
existe plazo de caducidad, no afectándose el derecho respectivo por no estar limitado
temporalmente.
4. A tenor de lo dispuesto en el inciso 4) del artículo 427 del Código Procesal Civil, el
Juez declarará improcedente la demanda cuando carezca de competencia. Esta significa
distribuir y atribuir la jurisdicción entre los diversos Jueces. La jurisdicción es aquella
facultad de administrar justicia, mientras que la competencia es la capacidad de ejercitar
dicha función jurisdiccional en los conflictos ya determinados. En la medida de la
competencia que posean, los Jueces ejercen su jurisdicción. En sentido similar se
pronuncia Liebman cuando dice lo siguiente: "Entre los numerosos órganos de la
autoridad judicial ordinaria, a los que la función jurisdiccional está conferida (...) el
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ejercicio de la función está distribuida en modo que cada uno tenga de ella una fracción,
una parte, que constituye su competencia, en cuyo ámbito, y no fuera de él, puede
ejercitar sus funciones. Se dice, por eso, que la competencia es la cantidad de
jurisdicción asignada en ejercicio a cada órgano, o sea la 'medida de la jurisdicción'..."
(LlEBMAN, 1980: 42). Por otro lado, el inciso 4) del artículo 427 del Código Procesal
Civil es concordante con lo señalado en el artículo 35 del' citado Código adjetivo,
conforme al cual: A. la incompetencia por razón de la materia, la cuantía y el territorio,
esta última cuando es improrrogable, se declara de oficio en cualquier estado y grado
del proceso, sin perjuicio de que pueda ser invocada como excepción; B. al declarar su
incompetencia, el Juez declarará asimismo la nulidad de lo actuado y la conclusión del
proceso; y C. podrá ser declarada, de oficio o a pedido de parte, la incompetencia por
razón de función hasta antes de expedirse el auto de saneamiento procesal.
5. Según se desprende del inciso 5) del artículo 427 del Código Procesal Civil, el Juez
declarará improcedente la demanda cuando no exista conexión lógica entre los hechos y
el petitorio. Dicha causal de improcedencia .se configura cuando los fundamentos de
hecho expuestos en la demanda no tienen vinculación alguna con lo que es objeto de la
pretensión; también, cuando los hechos señalados en la demanda resultan incompatibles
con lo reclamado en el petitorio (lo cual se presenta, por ejemplo, al estar referidos los
fundamentos de hecho a una resolución de contrato y ser materia del petitorio no ésta
sino su rescisión).
6. Con arreglo a lo previsto en el inciso 6) del artículo 427 del Código Procesal Civil, el
Juez declarará improcedente la demanda cuando el petitorio fuese jurídicamente
imposible (al no adecuarse o no guardar correspondencia -de modo evidente con el
marco legal existente o ser contrario o incompatible con éste) y, también, cuando el
petitorio fuese físicamente imposible (vale decir, cuando no exista posibilidad material
alguna de satisfacer la pretensión reclamada en la demanda por ser contraria a las leyes
de la naturaleza).
7. Conforme lo señala el inciso 7) del artículo 427 del Código Procesal Civil, el Juez
declarará improcedente la demanda cuando contenga una indebida acumulación de
pretensiones. Ello significa que, si la demanda contiene una acumulación objetiva de
pretensiones (vale decir, más de una pretensión: arto 83 del C.P.C.), será declarada
improcedente en caso de no observarse los requisitos previstos en el artículo 85 del
Código Procesal Civil para dicha clase de acumulación (que no serán exigibles en cierta
clase de procesos por disposición expresa de la ley adjetiva), a saber: a) que las
pretensiones sean de competencia del mismo Juez; b) que las pretensiones no sean
contrarias entre sí, salvo que sean propuestas en forma subordinada o alternativa; y c)
que las pretensiones sean tramitables en una misma vía procedimental. También será
declarada improcedente la demanda que contenga una acumulación subjetiva de
pretensiones (que se presenta cuando en el proceso hay más de dos personas: arto 83 del
C.P.C. y se acumulan varias pretensiones de varios demandantes o contra varios
demandados: arto 86 -in fine- del C.P.C.) sin observar los requisitos previstos para
dicha clase de acumulación en el artículo 86 del Código Procesal Civil, el cual señala
que esta acumulación es procedente siempre que las pretensiones provengan de un
mismo título, se refieran a un mismo objeto, exista conexidad entre ellas y. además, se
cumplan los requisitos del artículo 85 del Código Procesal Civil (requisitos citados
precedentemente).
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ART. 428.- MODIFICACIÓN Y AMPLIACION DE LA DEMANDA:
a) Habiéndose dado inicio al proceso éste debe concluir de algún modo, y, en el caso
particular, termina con la resolución que resuelve sobre el retiro de la demanda. Es de
resaltar que se da inicio al proceso no con la notificación de la demanda al sujeto pasivo
sino con su interposición que obliga al órgano jurisdiccional a pronunciarse. (Para cierto
sector de la doctrina se inicia el proceso con la calificación de la demanda, lo cual
negamos). El retiro de la demanda constituye en esencia un desistimiento de acto
procesal porque con su presentación se da existencia al proceso y, para poder retirarla,
estando incorporada al mismo, sólo queda desistirse.
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b) No podrá el actor presentar nuevamente la demanda en el mismo proceso porque éste
ya concluyó con el retiro de aquélla.
5. Finalmente, cabe tener presente que, conforme lo autoriza la última parte del artículo
428 del Código Procesal Civil, la reconvención puede ser también objeto de
modificación o ampliación, por lo que lo expuesto en los puntos 1 y 2 es aplicable a la
reconvención, en lo que resulte pertinente.
1. Como es sabido, el actor debe ofrecer sus medios probatorios en la demanda (arts.
424 -inc. 10) Y 425 -incs. 5) y 6) del C.P.C.), sin embargo, conforme lo autoriza el
primer párrafo del artículo 429 del Código Procesal Civil, aquél puede ofrecer los
medios de prueba que estime pertinentes referidos a hechos nuevos (se entiende que son
hechos distintos a los consignados en la demanda e invocados ya sea por la parte
contraria o por el propio demandante) y a hechos alegados por el demandado en su
escrito de contestación de demanda (como fundamento fáctico de la contestación de la
demanda o de la reconvención propuesta conjuntamente con tal contestación). En
relación a la alegación de hechos nuevos dice Lino Palacio que "... configura un caso de
integración de la pretensión, vicisitud que se presenta cuando, sin alterarse ninguno de
los elementos constitutivos de aquélla (sujetos, objeto y causa), se incorporan al proceso
una o más circunstancias de hecho tendientes a confirmar o complementar su causa.
Cabe agregar ahora que, desde el punto de vista de la oposición del demandado, la
alegación de esos hechos tiene por finalidad desvirtuar la causa de la pretensión del
actor" (PALACIO, 1977, Tomo IV: 380).
2. El primer párrafo del artículo 429 del Código Procesal Civil guarda concordancia con
lo dispuesto en el artículo 440 del Código Procesal Civil (que versa sobre la posibilidad
de ofrecer medios de prueba referidos a hechos no invocados en la demanda o
reconvención), según el cual, cuando al contestarse la demanda o la reconvención se
invocan hechos no expuestos en ellas, la otra parte puede, dentro del plazo establecido
en cada proceso, que en ningún caso será mayor de diez días desde que fue notificado,
ofrecer los medios probatorios referentes a tal hecho.
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3. Es de destacar que las disposiciones contenidas en los artículos 429 y 440 del Código
Procesal Civil (citados líneas arriba) no resultan aplicables a los procesos sumarísimos.
Tratándose de los procesos no contenciosos, la regla prevista en el artículo 429 del
citado cuerpo de leyes deviene en inaplicable.
4. Finalmente, cabe señalar que si la prueba que ofreciera el actor (referida a hechos
nuevos y a hechos invocados por el demandado al contestar la demanda o reconvenir)
fuese una documental, entonces, el órgano jurisdiccional que conoce del proceso correrá
traslado al demandado a efecto de que se pronuncie sobre su autenticidad o la falta de
ella, si los documentos en cuestión fueron otorgados, extendidos o elaborados por él.
1. Admitida la demanda por reunir los requisitos legales se corre traslado de ella y del
auto admisorio a la contraparte a fin de darle la oportunidad de conocer aquéllos y
ejercitar su derecho de contradicción. "... El traslado consiste en poner en conocimiento
del demandado la demanda y el auto que la admitió, mediante la notificación de éste, en
entregarle copias de la demanda y sus anexos y en otorgarle un término para que la
estudie y conteste formulando, si lo desea, oposición y excepciones" (DEVIS
ECHANDlA, 1985, Tomo II: 487).
2. Sobre el particular, Aldo Bacre señala que "no hay que confundir a la resolución de
'traslado' con el 'medio de comunicación', acto procesal de notificación. Conviene,
entonces, aclarar que el juez ordena el traslado de la demanda' y lo que se notifica o
comunica no es la demanda, sino la orden judicial (…) para que el demandado
comparezca ante el órgano jurisdiccional y conteste la demanda. Lo que sucede es que
se anoticia de la misma por las copias que de ella se acompaña, junto al resto de
documentación, con la cédula que diligencia el oficial notificador" (BACRE, 1996.
Tomo 11: 371-372). El citado tratadista añade lo siguiente:
"La orden de traslado se exterioriza mediante una notificación especial, cuya naturaleza
compleja se traduce en su doble contenido, porque conlleva:
a) Un acto citatorio: para el demandado para que comparezca por sí o por apoderado
ante el juez, con el apercibimiento de que si no lo hace se le considerará rebelde. Ese
apersonamiento debe expresar una clara manifestación de voluntad de someterse a la
potestad jurisdiccional del magistrado, que se configura al pedir ser tenido por parte y
constituir domicilio (...).
b) Un acto emplazatorio: El traslado implica un emplazamiento, es decir, la fijación de
un plazo para que dentro del mismo se ejercite el derecho de defensa o contradicción..."
(BACRE, 1996, Tomo II: 372-373).
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ART. 431.- EMPLAZAMIENTO DEL DEMANDADO DOMICILIADO EN LA
COMPETENCIA TERRITORIAL DEL JUZGADO:
2. Sobre el particular, el artículo 162 del Código Procesal Civil señala claramente: A.
que la notificación a quien domicilia fuera de la competencia territorial del Juzgado se
hará por exhorto (que no es sino aquella comunicación escrita que un magistrado dirige
a otro -sin importar el grado- o a un Cónsul peruano, requiriéndole la ayuda que hace
falta para el cumplimiento de un acto procesal fuera del lugar del juicio que, como es
evidente, no puede realizarlo el Juez del proceso en forma personal); B. que si la
persona a notificar se halla dentro del país, el exhorto es enviado al órgano
jurisdiccional más cercano al lugar donde se encuentra, pudiéndose usar cualquiera de
los medios técnicos citados en el artículo 163 del Código Procesal Civil (telegrama,
facsímil, correo electrónico u otro medio idóneo): y C. que si la persona a notificar se
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halla fuera del país, el exhorto se tramitará por intermedio de los órganos
jurisdiccionales del país en que reside o por el representante diplomático del Perú en
éste, a elección del interesado.
Si el demandado se halla fuera del país, será emplazado mediante exhorto librado
a las autoridades nacionales del lugar más cercano donde domicilie.
1. Según se infiere del artículo 433 del Código Procesal Civil, en caso de que el
demandado tuviera su domicilio o residencia fuera del Perú, la notificación de la
demanda y su auto admisorio (que implica el respectivo emplazamiento a aquél para
que comparezca al proceso, por sí mismo o mediante apoderado, dentro del plazo de
ley, bajo apercibimiento de ser declarado rebelde, comparecencia que presupone la
indicación de domicilio procesal en el lugar en que tiene su competencia territorial el
Juez del proceso) se llevará a cabo a través de exhorto, que deberá librarse a las
autoridades peruanas del lugar más cercano en donde tenga su domicilio el demandado.
Al respecto: cabe señalar que, conforme se desprende del último párrafo del artículo 162
del Código Procesal Civil (numeral referido a la notificación por comisión), si la
persona a notificar se halla fuera del país, el exhorto se tramitará por intermedio de los
órganos jurisdiccionales del país en que reside o por el representante diplomático del
Perú en éste, a elección del interesado.
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Cuando el demandante ignore el domicilio del demandado, el emplazamiento
también se hará mediante edicto, bajo apercibimiento de nombrársele curador
procesal.
El plazo del emplazamiento será fijado por cada procedimiento, pero en ningún
caso será mayor de sesenta días si el demandado se halla en el país, ni de noventa si
estuviese fuera de él o se trata de persona indeterminada o incierta.
2. Al respecto, debe tenerse presente lo dispuesto en el artículo 165 del Código Procesal
Civil, conforme al cual: A. la notificación por edictos procederá cuando se trate de
personas inciertas o cuyo domicilio se ignore; B. en este último caso, la parte debe
manifestar bajo juramento o promesa que ha agotado las gestiones destinadas a conocer
el domicilio de la persona a quien se deba notificar; y C. si la afirmación se prueba falsa
o se acredita que pudo conocerla empleando la diligencia normal, se anulará todo lo
actuado, y el Juez condenará a la parte al pago de una multa no menor de cinco ni
mayor de cincuenta Unidades de Referencia Procesal, que impondrá atendiendo a la
naturaleza de la pretensión y a la cuantía del proceso.
4. Es de destacar que, según se desprende del tercer párrafo del artículo 435 del Código
Procesal Civil, el plazo que tienen para comparecer al proceso y contestar la demanda
las personas indicadas precedentemente (personas indeterminadas o inciertas o cuyo
domicilio se desconozca) será fijado según la vía procedimental ante la que se esté, no
pudiendo exceder el aludido plazo de los 60 días siguientes a la notificación edictal
respectiva, si el demandado cuyo domicilio se ignora se halla en el país, ni de los 90
días, contados desde la notificación de la demanda por edictos, en caso de hallarse el
demandado cuyo domicilio se ignora fuera del Perú o ser una persona indeterminada o
incierta. Los referidos plazos son los aplicables al proceso de conocimiento (art. 479 del
C.P.C.). En los procesos abreviadas, los plazos especiales de emplazamiento serán de 30
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días, contados desde la notificación edictal de la demanda, si el demandado cuyo
domicilio se ignora se halla en el Perú, y de 45 días, si el demandado cuyo domicilio se
ignora se halla fuera del Perú o fuese una persona indeterminada o incierta (art. 492 del
C.P.C.). En los procesos sumarísimos, los plazos especiales del emplazamiento serán de
15 días, contados desde la notificación edictal de la demanda, si el demandado cuyo
domicilio se ignora se halla dentro del país, y de 25 días, computados desde la
notificación de la demanda por edictos, si el demandado cuyo domicilio se ignora se
halla fuera del país o se trata de una persona indeterminada o incierta (art. 550 del
C.P.C.). Finalmente, en los procesos no contenciosos, los plazos especiales de
emplazamiento (para contestar la respectiva solicitud no contenciosa) serán de 15 días,
contados desde la notificación edictal de la solicitud no contenciosa, si el emplazado
cuyo domicilio se ignora se halla dentro del Perú, y de 30 días, computados a partir de
la notificación de la solicitud no contenciosa por edictos, si el emplazado cuyo
domicilio se ignora se halla fuera del Perú o se trata de una persona indeterminada o
incierta.
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proceso (art. 431 del C.P.C.), el emplazamiento del demandado domiciliado fuera de la
competencia territorial del Juez que conoce del proceso (art. 432 del C.P.C.), el
emplazamiento del demandado domiciliado fuera del país (art. 433 del C.P.C.), el
emplazamiento de demandados domiciliados en lugares donde tienen sus sedes órganos
jurisdiccionales de competencia territorial diferente (art. 434 del C.P.C.), el
emplazamiento a demandado indeterminado o incierto o con domicilio o residencia
ignorados (art. 435 del C.P.C.) y el emplazamiento al apoderado del demandado (art.
436 del C.P.C.).
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4. Interrumpe la prescripción extintiva.
El artículo 438 del Código Procesal Civil regula los efectos del emplazamiento con la
demanda y, como se puede apreciar de dicho numeral, el inciso 1) versa sobre el
principio de la perpetuatio jurisdictionis; el inciso 2) hace alusión a los casos de
modificación y ampliación de la demanda (art. 428 del C.P.C.); el inciso 3) se refiere a
la situación de litispendencia; y el inciso 4) contempla la interrupción del transcurso del
plazo que pone fin a la acción pero deja subsistente el derecho (prescripción). Respecto
al último inciso dispone el artículo 439 del citado Código que queda sin efecto la
interrupción de la prescripción cuando: 1. el demandante se desiste del proceso; 2 se
produce el abandono del proceso; y 3. la nulidad del proceso que se declare, incluye la
notificación del admisorio de la demanda.
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forma regular), la referida interrupción de la prescripción extintiva deviene en ineficaz,
por lo que el plazo prescriptorio se mantiene incólume.
2. El artículo 439 del Código Procesal Civil resulta concordante con el artículo 1997 del
Código Civil, numeral este último que trata sobre los casos de ineficacia de la
interrupción de la prescripción extintiva y según el cual queda sin efecto tal
interrupción:
A) cuando se prueba que el deudor no fue citado con la demanda o no fue notificado
con cualquiera de los otros actos a que se refiere el inciso 3) del artículo 1996 del
Código Civil;
B) cuando el actor se desiste de la demanda o de los actos con los que ha notificado al
deudor;
C) cuando el demandado se desiste de la reconvención o de la excepción con la que ha
opuesto la compensación; y
D) cuando el proceso fenece por abandono.
1. Los medios probatorios son ofrecidos por las partes, por lo general, en el escrito de
demanda (arts. 424 -inc. 10 y 425 -incs. 5) y 6) del C.P.C.) y en el de contestación de la
demanda (art. 442 -inc. 5) del C.P.C.), pudiendo plantearse dentro de este último una
reconvención, por lo que también se acompañará a dicho escrito los medios probatorios
respectivos (art. 445 del C.P.C.). No obstante lo expresado, el artículo 440 del Código
Procesal Civil faculta al interesado a aportar los medios de prueba que considere
pertinentes en momento procesal distinto al indicado precedentemente, siempre que se
refieran a hechos no consignados en la demanda o en la reconvención. Así tenemos que,
según se infiere del citado precepto' legal, si al contestarse la demanda o la
reconvención, si la hubiere, se alegan hechos distintos a los señalados en la demanda o
en la reconvención, el demandante o el demandado, respectivamente, tienen la potestad
de ofrecer los medios de prueba relacionados con los mencionados hechos no invocados
en la demanda o en la reconvención, siempre y cuando lo hagan dentro del plazo
establecido en cada vía procedimental, que de ninguna manera excederá de los diez días
siguientes a la notificación de la contestación de la demanda o de la reconvención. El
indicado plazo es de 10 días en el caso de los procesos de conocimiento (arto 478 -inc.
6)- del C.P.C.) y de 5 días, tratándose de los procesos abreviados (art. 491 -inc. 6)- del
C.P.C.). En lo que respecta a los procesos sumarísimos, resulta improcedente (según el
arto 559 -inc. 4) del C.P.C.) el ofrecimiento de medios probatorios referidos a hechos no
invocados en la demanda (en cuanto a la reconvención, ésta no procede en dicha clase
de procesos: arto 559 .inc. 1)- del C.P.C.). En lo que atañe a los procesos de ejecución y
no contenciosos, cabe señalar que el Código Procesal Civil omite toda regulación sobre
el particular, aunque, atendiendo a la especial naturaleza de ambas clases de procesos
civiles y a la simplicidad de su trámite, es fácil, suponer que no es viable el ofrecimiento
de medios de prueba referidos a hechos no invocados en la demanda o solicitud, según
el caso.
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2. La disposición contenida en el artículo 440 del Código Procesal Civil guarda
correspondencia con lo normado en el primer párrafo del artículo 429 del Código
Procesal Civil, conforme al cual, después de interpuesta la demanda, sólo pueden ser
ofrecidos los medios probatorios referidos a hechos nuevos y a los mencionados por la
otra parte al contestar la demanda o reconvenir.
1. En principio, cabe señalar que, por disposición del inciso 4) del artículo 424 del
Código Procesal Civil, la demanda debe contener la indicación de la dirección
domiciliaria del demandado y, en caso de ignorarse tal dirección, el demandante debe
expresar esta circunstancia bajo juramento que se entenderá prestado con la
presentación de la demanda. Al respecto, el primer párrafo del artículo 165 del Código
Procesal Civil (que prevé la notificación por edictos cuando se trata de personas
inciertas o cuyo domicilio se ignore) precisa que, en caso de ignorarse el domicilio de la
persona a ser notificada, la parte debe manifestar bajo juramento o promesa que ha
agotado las gestiones destinadas a conocer el domicilio de la persona a quien se deba
notificar. En el último párrafo del artículo 165 del citado cuerpo de leyes se señala que
si la afirmación (respecto del desconocimiento del domicilio de la persona a ser
notificada) se prueba falsa o se acredita que pudo conocerse el domicilio empleando la
diligencia normal, se anulará todo lo actuado, y el Juez condenará a la parte al pago de
una multa no menor de cinco ni mayor de cincuenta Unidades de Referencia Procesal,
que impondrá atendiendo a la naturaleza de la pretensión y a la cuantía del proceso. Tal
disposición resulta concordante con lo normado en el artículo 441 del Código Procesal
Civil, numeral este último del cual se desprende: A. que si el actor o su apoderado o
ambos mintieron acerca de la dirección domiciliaria del demandado (ya sea que hayan
manifestado ignorarla o haber agotado las gestiones para conocerla o hayan señalado
una dirección falsa), se remitirá copia certificada de las piezas procesales pertinentes
(entre las que estará comprendida, indudablemente, la demanda, por constar en ella la
aseveración inexacta de la parte o su apoderado respecto de la dirección domiciliaria del
demandado) al Ministerio Público para la investigación del delito correspondiente y al
Colegio de Abogados al que pertenezca la parte o el apoderado, si uno de ellos o ambos
fuesen abogados, a efecto de que inicie el procedimiento respectivo por falta contra la
ética profesional; y B. que, además de adoptarse las medidas indicadas en el literal
precedente, se sancionará al demandante o a su apoderado o a ambos con la multa
respectiva (que, según el numeral en comentario, debe ser de 10 a 30 U.R.P.), sin
perjuicio de lo regulado en el artículo 4 del Código Procesal Civil (referido a las
consecuencias del ejercicio irregular o arbitrario del derecho de acción civil), conforme
al cual, concluido un proceso por resolución que desestima la demanda, el demandado
puede demandar el resarcimiento por los daños y perjuicios que haya sufrido.
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