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del vapor y la maquinaria vinieron a revolucionar el régimen industriaJ óe pro-
ducción. La manufactura cedió el puesto a la gran industria moderna, y la da~
media industrial hubo de dejar su puesto a los magnates de la industria, Yerda-
deros jefes de grandes ejércitos industriales. La gran industria creó el mercado
mundial. Y éste a su vez dio un gran impulso al comercio, a la navegación, a tas
comunicaciones por tierra y estos progresos redundaron en provecho de la in-
dustria, el comercio, los ferrocarriles, la navegación, desarrollábase la burguesí~
crecían sus capita les, iban desplazando a todas las clases heredadas de la ooat3
media. La burguesía ha desempeñado, en el transcurso de la historia, un papel
verdaderamente revolucionario. Donde quiera que se instauró echó por tierra o-
das las instituciones feudales, patriarcales e idílicas. Desgarró implacablemente
los abigarrados lazos feudales que unían al hombre con sus superiores nati:IG!es
y no dejó en pie más vínculo que el del interés escueto, el del dinero const ante ;
sonante. Echó por encima de la devoción mística y piadosa, del ardor caballeres-
co y la tímida melancolía del buen burgués, el jarro de agua helada de sus cálcu-
los egoístas. Enterró la dignidad humana bajo el dinero y redujo todas aquellas
innúmeras libertades escrituradas y bien adquiridas a una sola libe rtad iluminada
de comerciar."' 7

"La burguesía despojó de su halo de santidad a todo lo que antes se tenía por
venerable y digno, de piadoso acatamiento. Convirtió en sus servidores asalaria-
dos al médico, al jurista, al poeta, al sacerdote, etc. Desgarró los velos emotivos y
sentimentales que envolvían a la familia y puso al desnudo la realidad econórnica
de las relaciones famil iares. La burguesía con el rápido crecimiento de los medios
de producción y de las comunicaciones, lleva la civilización hasta las nadones
más atrasadas. Obliga a todas las naciones a abrazar el régimen de la produc "ón
capitalista o a perecer, las obliga a implantar en su propio seno la civilización, es
decir, a hacerse burgueses. Crea un mundo hecho a su imagen y semejanza. Ve-
mos entonces, que la producción capitalista está orientada fundamentalmente
para la producción de mercancías, esto es, a elaborar productos o bienes para
vender, y de ese cambio obtener utilidad."' 8

" La mayor parte de las tierras se concentra en manos de la clase de los gran-
des terratenientes. La gran masa de las mercancías agrícolas es producida por
empresas capitalistas, a base del trabajo asalariado. Sin embargo, la forma de
econom ía que sigue prevaleciendo numéricamente en la agricultura de los países
burgueses es la economía campesina del pequeño productor de mercancías. Al
transforma rse las formas precapitalistas de propiedad territorial, la gran propie-
dad feudal y la del peque ño campesino sobre la tierra va cediendo cada más el
puesto a la propiedad territorial burguesa. Una parte cada vez mayor de las tie-

27 Gomezjara, Francisco A. Ob. Cit., Págs. 9S, 96 y 97


28 lbid. Págs. 97 y 98

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